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Channel: Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos
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RUTA CIRCULAR A LA SIERRA DE LA OLIVA, CAUDETE.

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Caudete ofrece una gran diversidad paisajista donde domina la vegetación típica del monte mediterráneo: pino carrasco, pino piñonero, encina y coscoja, con gran variedad, asimismo, de arbustos y plantas aromáticas. El más bello espacio natural de Caudete es Sierra Oliva, más comúnmente llamada Sierra Santa Bárbara. A pesar de sus 1.153 m. de altitud el ascenso es sencillo y posee varias rutas por todo el paraje adaptadas tanto para la práctica del senderismo como del cicloturismo. Encontramos en la cumbre de la sierra un estupendo mirador, una ermita en honor a Santa Bárbara y un parque eólico siguiendo toda la línea de cumbres. Las excelentes vistas sobre Caudete y parte de su término municipal, que desde allí se contemplan, justifican por sí solas el ascenso. El mayor tesoro etnológico de la sierra es su pozo de nieve. Originario de la segunda mitad del s. XVIII, es uno de los más espectaculares de toda la provincia. Situado a unos 1.000 m. de altitud, en una vaguada conocida como paraje de La Tinajica, está construido en muro de mampostería, con una profundidad de unos catorce metros y un diámetro próximo a los ocho. Prolonga su estructura formando una falsa cúpula hoy derruida, con tres bocas de carga o de luz. Es uno de los pocos pozos que conserva visible el orificio de desagüe que escurría las aguas de deshielo. La Rambla del Paraíso, a unos 750 metros de altitud, es uno de los espacios con mayor biodiversidad de Caudete. Aquí descubrimos una explosión de vegetación poco común por estas tierras, en la que bien vale la pena recrearse. La humedad de esta zona y su condición de umbría hacen que encontremos aquí manchas de frondosos encinares y arbustos poco comunes, como el espino negro y la sabina. Aparecen también otras especies arbustivas: coscoja, lentisco, madroño y enebro, además de varias plantas aromáticas: espliego, romero o tomillo.

CÓMO LLEGAR: Por la A-31 dirección Albacete. Después de Villena salida por la nº 179 Colonia el Morrón. Tomar la CV-809 hasta Caudete. Aparcar al inicio de la Vereda de Santa Ana, hay espacio para ello y es el inicio de la ruta.
ITINERARIO: VEREDA DE SANTA ANA / BARRANCO ANTEOJOS / HERRADA DE SANTA BÁRBARA / ERMITA DE SANTA BÁRBARA / CRUZ / POZO DE NIEVE / GIRAR IZQUIERDA / RAMBLA DEL PARAÍSO / CAMINO DE LOS MOLINOS / VEREDA DE SANTA ANA.
COMPONENTES: VICENTE.

LA RUTA: Nueva ruta en solitario. Las previsiones meteorológicas pedían a gritos suspender la ruta de esta semana, pero como siempre, analizando bien los datos y echando mano al hatillo de rutas pendientes, encontramos una con posibilidades de librarnos de la lluvia. Esta vez lo consigo de verdad. No ha caído ni una sola gota, a cambio de un día gris y estupendo para caminar.

A sólo 70 km de casa ya estoy en la provincia de Albacete. El recorrido de hoy está marcado como PR-AB 50.  Inicio desde la Vereda de Santa Ana donde confluyen los dos senderos que cierran el círculo. Las paletas informativas están mojadas de la lluvia caída anoche. El ambiente es húmedo y las nubes no dejan ver la montaña.

Cruzo por debajo la N-344 y por la izquierda comienza la arreglada vereda, con un carril de asfalto en el centro para vehículos que da servicio a los numerosos chalets que hay a ambos lados. Para el sendero, arboleda joven, algunos bancos y profusa información del recorrido.

El sol parece querer abrirse paso entre las nubes pero enmarañadas y volátiles lo vuelven a cubrir. Poco después, por la derecha, abandonamos la Vereda de Santa Ana  por un ancho camino de tierra que nos conduce por la parte trasera de los chalets en dirección a la sierra.


Pasamos a campo abierto con casas más distantes y fincas de labor con vallados bancales de almendros y olivos. El sol sigue peleando, por momentos vemos los perfiles de las sierras e incluso algún molino eólico que luego tapan las nubes. Llegamos a un depósito de agua potable.

Entramos en el Barranco de los Anteojos, donde su parte más amplia está abancalada con   olivos centenarios, a juzgar por el enorme tamaño de sus troncos cuidados con esmero; parecen pertenecer a una finca cuya bonita casa de color azul domina desde una colina. El camino se acerca a la sierra.

Próximo a un descuidado bancal de almendros, por la derecha, dejamos el camino por un sendero en dirección a la sierra. Es la Herrada de Santa Bárbara o la Senda de la Sierra que nos subirá a las cotas más elevadas. Comienza a empinarse tomando dirección Este, hacia unos farallones rocosos.


Parece que el sol va ganando la batalla y cada vez se abren más claros. Nos acercamos a unas rojas paredes calizas en cuya parte superior comienzan a distinguirse los molinos eólicos. Mirando hacia atrás, en el valle la bruma lo impregna todo y lo diluye, Caudete apenas se distingue.

Entre rampas y lazadas, el sendero muy bien definido y reforzado con flechas pintadas de blanco, no cesa de elevarnos y nos mete al final del Barranco de los Anteojos, donde extensos paredones calizos forman un pétreo rincón rocoso que solamente se puede superar practicando la escalada.

En este punto el sendero hace un brusco viraje a la derecha, y con largas e inclinadas lazadas, comienza a surcar la ladera para superar la loma hasta que alcanzamos una especie de collado, siempre pegados a la izquierda, entre dos preciosas muelas rocosas de gran vistosidad por sus erosionados perfiles.

La otra vertiente presenta un paisaje distinto, las extensas paredes calizas han desaparecido, dando lugar a  un nuevo barranco menos profundo y sin verticalidad, cuyas laderas fueron abancaladas en forma de terrazas para cultivos de secano. Yermas y sin arbolado, solo quedan las huellas de los muros de piedra seca que las contenían.

Con suave inclinación, seguimos avanzando por la parte alta de la sierra  con vistas al brumoso valle en el que apenas distinguimos nada. Dejamos atrás contrafuertes y farallones rocosos; uno de ellos, dejando volar la imaginación, nos recuerda mucho a la figura de una res vacuna.

Llegamos a la parte alta del barranco de los Anteojos por el que hemos subido antes. Desde el precipicio observamos las espectaculares paredes de escalada. Nos metemos en un bosquete de pinos posiblemente reforestado cuando montaron el parque eólico. Nos vamos acercando a los gigantescos molinos.


Comienza un entretenido recorrido superando las plataformas calizas que una sobre otra componen la fisonomía de esta sierra. Los molinos eólicos crecen a pasos agigantados a medida nos acercamos a ellos. En el valle la bruma parece que cede un poco y se difumina, dejándonos ver la amplía llanura.


Llegamos a la ermita de Santa Bárbara, originaria del siglo XVII, con la casa del santero y un mirador junto a la caseta de vigilancia forestal (1.141 m.) desde este punto, en los días claros, que nada tienen que ver con el de hoy, se pueden contemplar vistas espectaculares de las tres provincias: Albacete, Alicante y Murcia.

Desde la ermita descendemos un poco hacia un cruce de caminos que seguimos recto hasta una pequeña cruz metálica sobre un pedestal. Sierra de la Oliva (1.153 m.) realmente ésta no es la cota más elevada de la sierra, cuyo punto geodésico está unos metros más allá, entre los molinos eólicos.

Cada aerogenerador tiene una altura de 55 metros y un radio de palas de 23,5 metros, lo que nos da una idea de su enormidad. Dentro del parque eólico hay distribuidas 71 turbina que ocupan en su totalidad la parte alta de la Sierra de la Oliva. Caudete comienza a ser visible.

Si llegamos al punto geodésico hay una senda que baja y conecta con la pista, pero no veríamos el Pozo de Nieve. Regresamos al cruce de caminos y por la izquierda empezamos a descender por la amplia pista que da servicio al parque eólico. Unas paletas informativas nos indican la distancia hasta el Pozo de Nieve que data del siglo XVII.

Regresamos a la pista de tierra que termina de bajar y entramos en terreno llano. Comienza un largo recorrido alejándonos de la sierra, de la que seguimos viendo los molinos eólicos, para luego en un cruce de caminos balizado, girar a la izquierda, para empezar a cerrar el gran círculo de esta ruta.

En el paisaje, la vegetación  comienza a cambiar, se vuelve más densa, las laderas se pueblan de pinos y aparecen las encinas. Seguimos virando a la izquierda entre los primeros campos de labor que no han sido sembrados. En un margen vemos la bonita estampa de un almendro florido.


Más adelante, los campos ya están trabajados y ha comenzado una reforestación masiva con plantones de árboles frutales. Estamos en las inmediaciones de la Finca el Granillo. El camino pasa entre los campos y la gran casona. En uno de los bancales tienen apiladas balas de paja, con la que envuelven las raíces de los plantones, para prevenirlos de las heladas mientras enraízan.

El camino serpentea acompañado de pinos,  por la izquierda desembocan pequeñas ramblas y en lo alto volvemos a ver los molinos eólicos. Por la derecha sale una bifurcación que desestimamos y que en media hora va y vuelve al Cerro Revolcador, también sembrado de aerogeneradores.


Entramos en el Barranco del Paraíso, el espacio con más biodiversidad de Caudete. Por la derecha dejamos atrás un bonito refugio forestal y las instalaciones de los acuíferos, desde donde se distribuye a los regantes. Dichos acuíferos ya eran aprovechados en época romana.

Proseguimos por el Camino de los Molinos, que recibe su nombre por varios molinos harineros de agua que había en la zona. Su construcción se distingue poco exteriormente de una casa de labor. Aparecen cuidados bancales de olivos regados por goteo, y por la izquierda vemos el frontal de la Sierra de la Oliva.

Pasamos por algunas casas de campo y chalets antes de volver a cruzar por debajo la N-344 y cerrar nuestra ruta en la Vereda de Santa Ana. Amena ruta la realizada hoy, con un tiempo excelente para caminar, lástima que las nubes y el brumoso día nos han impedido las extensas panorámicas.

VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/edit.do?event=info&id=9252480
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 23,10 KM.
TIEMPO: 05:20 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.153 M. (Sierra de la Oliva)
ALTURA MÍNIMA: 535 M. (Vereda de Santa Ana)
DESNIVEL POSITIVO: 640 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 640 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

EL PENYÓ ROC DESDE EL MAS DE LA MORERA.

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La Sierra de Aitana pertenece al conjunto estructural de la Cordillera Bética, en su extremo más oriental dentro de la Península Ibérica, y constituye el punto más elevado de la provincia de Alicante. Es un relieve caracterizado por los grandes desniveles, fuertes pendientes y claros ejemplos de laderas de tipo cantil-talud. Estos contrastes justifican la variedad de la cubierta vegetal y las diferentes adaptaciones que ha realizado el hombre para aprovechar sus recursos naturales. La Sierra de Aitana presenta un aspecto abovedado en sentido longitudinal de Este a Oeste, sobre todo si se observa desde el sur,  que le otorga un carácter macizo y la convierte en frontera desde el punto de vista climático y biogeográfico. Está constituida por un fragmento de la cobertera sedimentaria, fundamentalmente paleógena, que ha sido levantada por una tectónica de fractura, lo que ha configurado un horst cresta dando lugar a un escarpe de falla en la vertiente septentrional. Es este rasgo estructural el que determina su variedad climática y, por tanto, biogeográfica.De un modo general, y obviando las variaciones a una escala de mayor detalle, existe una acusada disimetría en las precipitaciones entre la vertiente septentrional y la meridional. Respecto a  las temperaturas se observan diferencias entre mitad oriental (por su proximidad a la costa y por los valles abiertos al E y al SE) y occidental (con presencia de heladas e inversiones térmicas en los valles más encajados).La estructuración del relieve, y una variada litología en la que predominan las calizas en los escarpes y en los sectores más elevados, mientras que las margas lo hacen en los taludes y fondos de valle, determinan:    Un modelado cárstico  y procesos en la evolución de los escarpes con desprendimientos de grandes bloques, deslizamientos y fenómenos de clima frío (sobre todo en el pasado) que han generado derrubios estratificados y canchales. De manera localizada, la vegetación permanente o de ecótopos singulares está representada por la  rupícola (cantiles rocosos, canchales, etc.) y la rupícola (ramblas y barrancos).
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 dirección Callosa, por la rotonda que continua hacia Guadalest, a 8 km. aproximadamente de esta rotonda, en el lado derecho, hay una pequeña área recreativa con mesas y parking. Enfrente está el Mas de la Morera donde comienza la ruta.
ITINERARIO: MAS DE LA MORERA / FONT DEL PÍ /  SENDA IZQUIERDA / RACÓ DE LES TOVAINES / EL SALT / SANXET D’ALT  / MAS DE PAPATXÍ / MAS DEL COLLAO / COLLADO CARRASCA / SENDA DERECHA / PR / PUNTOS ROJOS / PENYÓ ROC / PORT DE L’ARC / BAJADA / CORRAL DEL PORT / BANCAL / SENDA / FONT DEL PÍ / MAS DE LA MORERA.
COMPONENTES: VICENTE Y PATRO.

LA RUTA: Por fin un día despejado y primaveral. Para celebrarlo subiremos al Penyó Roc, hermosa atalaya donde observar las mejores vistas de la Marina Alta. Forma parte del pequeño circo vertical y montañoso donde nace el Barranc del Arc; flanqueado por el Alto de Sella, el Divino, Penyó Mulero y Penyó Roc y por el otro lado la Sierra de la Carrasca.

Iniciamos desde el Área Recreativa del Mas de la Morera, por la carreterita que lo rodea por la izquierda. Las primeras vistas son espectaculares, por detrás tenemos la silueta del Bérnia con las primeras luces del día y por delante los primeros farallones rocosos entre pinos y bancales de almendros.

En unas decenas de metros tomamos una pista asfaltada a la izquierda. Al ir elevándonos las vistas hacia atrás se amplían, vemos el pueblo de Guadalest a los pies de su castillo y por detrás la larga hendidura del Barranc de la Canal. Alguien ha iniciado una quema de rastrojos controlada.

Dejamos atrás la Font del Pí para el regreso y seguimos subiendo por camino de tierra. Las vistas se extienden hasta el mar y por la derecha los verticales paredones calizos comienzan a crecer imponentes. A medio camino antes de llegar al Pas del Comptador, cogemos una senda que nace a la izquierda marcada con mojones.

Estrecha y serpenteante, entre pinos nos desciende hasta media altura, pasando por debajo del Penyó Roc y del Comptador con sus extraordinarios paredones calizos. El Bérnia, algo más alejado, entre los plásticos de los invernaderos y con Callosa a sus pies,  nos deja ver parte del brumoso litoral.

Pero más que en el mar, nuestras miradas se centran en los lienzos rocosos, pétreas murallas rojizas de asombrosa verticalidad. Entramos en el Racó de les Tovaines, “les pedres que parlen”, uno de los rincones más bonitos de la zona. Minúsculo circo que crea un microclima de exuberante vegetación.

Cuenta la historia que el músico Oscar Esplá, el pintor Emilio Varela, el matemático Germán Bernácer y el arquitecto Juan Vidal, que residían en la Font del Molí, decidieron transportar un piano a este hermoso lugar, del que conocían sus especiales características acústicas, para deleitarse escuchando un concierto inolvidable.


Subimos un poco para salir del Racó y bajar de nuevo junto a otras paredes de acabado más tosco pero igual de impresionantes. Llegamos al Salt, seco como siempre, aunque rezuma un hilillo de agua que se filtra más abajo. Por unas rampas y zigzags superamos el enclave rocoso y nos situamos en la parte de arriba.

Arribamos a las ruinas del Mas de Sanxet de Dalt bajo las crestas del Penyó Cabal, donde una estrecha senda por un bosquete de pinos nos lleva hasta el helipuerto forestal y el Mas de Papatxi, hermosa casona en un lugar privilegiado, fue restaurada hace años pero sigue cerrada. Tomamos unos hidratos de carbono.

Detrás del Mas de Papatxi hay otra casa entre los pinos. Entrar por el camino y a sus espaldas nace una sendita que pasa junto a un pequeño depósito de agua y nos eleva por la Sierra de la Carrasca. Al tomar altura vemos al completo la cresta del Penyó Cabal y a su lado comienza a emerger el Puig Campana.


Alcanzamos un mínimo colladito entre la cresta, donde las vistas de extienden en las dos  vertientes, el Sanxet, Puig Campana, Els Castellets de Sella, Bérnia, el Penyó Roc que nos está aguardando, Aitana, el Penyó Divino,…. Todo un lujo visual para nuestros sentidos.

Descendemos en diagonal por la otra vertiente hasta conectar con la senda inferior del Carrascal. Dentro de las estribaciones finales del Barranc del Arc, en suave desnivel seguimos subiendo por encima de las casas de campo con sus cuidados bancales de cultivo, y nuestro objetivo al frente: El Penyó Roc.

La senda va virando a la izquierda hasta unirse a la pista del PR-CV 9 que sube de Sella a Benimantell; justo después de dos curvas cerradísimas, y antes de alcanzar el Pas del Comptador, a la izquierda veremos unos mojones. Mientras tanto, el Penyó Roc ha ido cambiando paso a paso su fisonomía.

Como todo lo desconocido, desde su base, se nos antoja difícil su ascensión. No hay senda, solo rastros y no vemos los puntos rojos. Hay que ir hacia la izquierda y cerca de la pared por la derecha buscando el mejor acceso, hasta que por fin aparece el primer punto rojo y la dirección a seguir.


Una vez plegados los bastones, hora viene la entretenida y didáctica labor de tener controlado siempre, el siguiente punto rojo hacia dónde dirigirnos. La subida es muy vertical pero está  bien marcada. No hay que tener ninguna prisa y sí, mucho cuidado, asegurando bien los pies y las manos.


Bordeamos por la derecha hasta un vertical canalón fácil de superar; después hay un pequeño lomo, quizás el punto más expuesto, pero que tiene la suficiente anchura para sobrepasarlo. Durante la trepada tenemos pocas fotos, lo que da una idea de lo entretenidas que han estado las manos.


Un empellón más y estamos en la cima. Penyó Roc (1.108 m.) ¡Alucinante! Alguien dijo que eran las mejores vistas de la Marina Alta: doy fe de ello. 360º de maravillosas panorámicas. A Patro se le ríen los huesos y me pide que le certifique en su cartilla de escalador que ha superado el IIIº+.


Hacemos fotos por todos los costados, y sobre una gran roca devoramos nuestro merecido almuerzo. Mientras, nuestra mente va clasificando y archivando por riguroso orden de excelencia, cada una de nuestras miradas: Bérnia, Ifach, Mediterráneo, Serra Gelada, Carrascal, Sanxet, Puig Campana, el mar, Aitana, el Divino, Aixortá…









Iniciamos el regreso por la parte contraria, por toda la cresta. Hay varias sendas paralelas, mejor cerca de los cortados, para seguir impregnando nuestros ojos con las vistas, y hacer asomaditas por las grietas, ventanas y canales que nos siguen maravillando desde estas  alturas.


Poco a poco el Penyó Roc va quedando atrás, lejano y desprovisto de gallardía. Por delante  la vaguada, en dirección al Port de Sella, comenzamos a subir por las onduladas crestas hacia el Penyó Mulero. Damos las últimas miradas al Puig Campana antes de desviarnos por la derecha.


Una empinada senda, pedregosa y resbaladiza, que nos deja en unos bancales cerca de un corral derruido, atravesamos otros bancales y terrazas para conectar con una vertiginosa senda que nos lleva junto a la base de las grandes paredes, por las que hace poco hemos transitado por su parte superior.

Marchamos paralelos a ellas visitando algún escondido sester, para seguir bajando hacia unos bancales de almendros y conectar con el camino de esta mañana que nos deja en la Font del Pí. Nos refrescamos en sus aguas y deshacemos camino hasta el Mas de la Morera. Preciosa ruta la efectuada.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=9296563
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (En la Font del Pí, al inicio y al final)
DISTANCIA: 15,6 KM.
TIEMPO: 05:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.108 M. (Penyó Roc)
ALTURA MÍNIMA: 685 M. (Mas de la Morera)
DESNIVEL POSITIVO: 786 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 786 M.
DIFICULTAD: ALTA. (Por la subida al Penyó Roc, el resto de la ruta es muy asequible)


EL POU CLAR DESDE BOCAIRENT

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El Pou Clar es el paraje fluvial más importante del municipio de Onteniente y alberga importantes valores naturales y paisajísticos. El río Clariano nace allí mismo y en sus primeros metros configura un seguido de pozos excavados por el agua sobre roca calcárea conformando un paisaje bien singular de formas redondeadas y de tranquilas láminas de agua. La fuerte vinculación de este paraje con los ontinyentins y ontinyentinas ha hecho que cada pozo tenga un nombre, que de arriba a abajo se llaman “Pou dels Esclaus”, ”Pou Clar”, “Pou Gelat”, “Pou de la Reixa”, “Pou Fosc” y “Pou dels Cavalls”. La buena accesibilidad nos permite caminar por su ribera gozando del contraste de los colores de la roca, el agua y las adelfas, y también de un baño revitalizante en verano en las aguas más frescas de la contornada. Esta formación rocosa es el resultado de la capacidad escultórica del agua que ha ido abriéndose camino y modelando las rocas desde hace aproximadamente 60 millones de años, cuando el contacto de la placa africana y europea forzaron la elevación de estas tierras ahora sumergidas. El agua ha labrado este surco sobre las vertientes y ha trazado las formas sinuosas de las rocas y los tolls o pozos del Pou Clar, contando con la acción abrasiva de las partículas que eran arrastradas por unas corrientes de agua más competentes que la actual.  La formación de la Sierra de l’Ombría habría de conformar estratos en sentido ascendente hasta el centro de la sierra. Los estratos están inclinados justo al revés. Eso es así porque las tierras levantadas cayeron hacia el norte dejando estos estratos poco lógicos. El Pou dels Cavalls no tiene una base calcárea. Justo en este punto cambia el lecho del río: de una base de roca calcárea, a margas o losas. El nuevo sustrato se ha formado por la aportación de los materiales comidos a la sierra en la abertura de los barrancos,  también por la erosión superficial, y ha adquirido la consistencia a causa de las sucesivas fases en que este sustrato estuvo sumergido y emergido. En el centro del valle, la capa de margas llega hasta los 1.000 metros de profundidad y el material procede de las sierras que la cierran.
CÓMO LLEGAR: Por la A-31 dirección Madrid, después del túnel de Villena, salir por la derecha, por la CV-81en dirección Onteniente hasta llegar a Bocairente. Aparcar en la Avda. de España, suele haber sitio.
ITINERARIO: INICIO / PLAZA / ERMITA / CRUZ CARLISTA / CUEVA BEATA / IZQUIERDA / GIRO DCHA. / DEPÓSITO DE AGUA / POU CLAR / FONT B. TARONGERS / MOLÍ PATIRÁS / MOLÍ DE LLUNA / MOLÍ DE PEP JOAN / CRUZAR RÍO / LAVADERO / PONT DARRERE DE LA VILA / RUTA MÁGICA / FIN.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

LA RUTA: En semana Santa y con obras en un puente, el acceso ha sido distinto, pero tan solo hay que callejear hasta llegar a la plaza del ayuntamiento, traspasamos su bonito arco de reminiscencias árabes y en la callejuela de la izquierda, tenemos indicaciones de la primera parte de nuestra ruta de hoy.


Iniciamos la ruta tomando dirección a la ermita del Sant Crist, bajando la calle y tomando a la derecha un encajonado camino entre muros, donde tenemos las primeras vistas de Bocairent escalonada en su cerro, y del Vía Crucis antes de atravesar el Pont Medieval del Sant Crist sobre el Barranc de Ontinyent.

Comenzamos a elevarnos por las rampas del Vía Crucis y el panorama es desolador, el último incendio de hace unos dos años, ha terminado arrasando los pocos ejemplares que quedaban de pinos y cipreses, creo que me sobrarían dedos de una mano al contarlos. Al menos el romero, tomillo y matorral bajo vuelve a brotar.

A medida que tomamos altura dejamos atrás les Covetes dels Moros, más de 50 ventanas excavadas en la pared caliza que están comunicadas entre sí a través de pequeños habitáculos, y al parecer fueron utilizadas como silos o graneros en la antigüedad. Vemos la clásica imagen del pueblo de Bocairent.

Vamos mitigando el fuerte desnivel de las largas rampas de estación en estación. Los miembros de una familia que nos precede entonan una plegaria en cada una de ellas. Nos percatamos de ello antes de llegar a la pequeña capilla de Nuestra Señora de la Soledad que está abierta.


Poco a poco nos acercamos al gran edificio, donde parece que el incendio ha respetado varios cipreses y pinos que siguen en pie dentro de su recinto. Bocairent va quedando al fondo de su valleta y por delante de las primeras lomas plenas de vegetación de la Sierra Mariola.


Ermita del Sant Crist (744 m.). Construida en el siglo XVI consta de tres edificios: el hostal que fue un antiguo convento, la casa del capellán en el centro y la iglesia de estilo gótico con el campanario adosado. Como dato curioso podemos encontrar en su fachada dibujado un reloj de sol y un pantocrátor de piedra.

Visitamos su interior y los alrededores donde algunos paneles describen varias rutas, entre ellas, la nuestra al Pou Clar. Reanudamos la marcha por la izquierda y a espaldas de la ermita, junto a un viejo corral de ganado. El sendero apenas pierde altura cumbreando por las siguientes lomas.

En sus proximidades tuvo lugar la batalla de Camorra que puso fin a la III guerra carlista. Ha quedado como testigo un pequeño monolito: “Sesenta y dos víctimas, de sus ideales unos, de la disciplina otros, yacen aquí. ¡Honor y gloria a los que murieron en el cumplimiento del deber el día 22 de diciembre de 1873!”.

El camino describe una curva a la derecha y se dirige a un montículo rocoso donde está la cueva de la beata Piedad de la Cruz, natural de Bocairent y que fue beatificada  en Roma por Juan Pablo II el 21-03-2004. Así lo recuerdan varias placas de mármol y una pequeña imagen.

Por detrás de la cueva y a la derecha, el sendero prosigue bajando suavemente hasta el lecho de barranco para volver a subir por la otra vertiente y recuperar de nuevo la altura. El paisaje es monótono, triste y desolado, no hay restos de los incendios pero no ha quedado ni un solo árbol. Conectamos con un camino a la izquierda.


Después seguimos bajando, el surco del sendero es lo único que resalta entre el matorral de las lomas. Llegamos al Plá del Quincaller, donde junto a un solitario pino pequeño, tomamos el sendero de la derecha. Tenemos una vista despejada de Ontinyent que perdemos al comenzar a bajar.

Se rompe la monotonía al introducirnos en el barranco. Precioso sendero sobre mampostería que se ciñe a las laderas de las lomas serpenteando entre ellas. Alguna muela erosionada y verticales paredes rojizas animan el paisaje antes de enlazar con el Barranc dels Tarongers.


El desnivel se acentúa y regresa el verde de los pinos. Últimas curvas cerradas y bajamos al rocoso lecho del barranco que nos deja junto al depósito de agua y la pista de tierra. El regreso lo haremos por la derecha, pero ahora seguimos por la izquierda hasta la carretera CV-81, y continuamos por ella dirección Ontinyent durante unos 500 metros.


Con precaución y por el arcén de la izquierda, llegamos al paraje fluvial de El Pou Clar. Como es lógico en estas fechas, no lo habíamos previsto, está lleno de gente que ha venido a pasar el día. Bajamos por las escaleras de madera hasta el fondo del río. Hay poca gente bañándose, pero algunos jóvenes se lanzan desde arriba a las pozas más profundas.


El río Clariano nace aquí mismo y en sus primeros metros configura una cadena de pozas excavadas por el agua sobre roca calcárea conformando un paisaje bien singular de formas redondeadas y de tranquilas láminas de agua. Junto a las paredes y protegidas con barandas hay mesas y bancos para picnic. Almorzamos en una bancada de piedra.

Más tarde, emprendemos el regreso retornando hasta la pista de tierra junto al depósito de agua. En la pared de la derecha, por donde antes hemos llegado, hay un grupo de jóvenes escalando. Tomamos el sendero y lo primero que encontramos es el refrescante caño de agua de la Font del Barranc dels Tarongers.

Enseguida nos elevamos por la derecha para esquivar la valla de una finca particular metida en el barranco; donde sus paredes dejan al descubierto los ondulados pliegues y placas que las forman. En otra pared posterior encontramos más gente escalando, son días de aglomeración en los que debe reinar la prudencia.

Tenemos que cruzar el curso del barranco por un pequeño vado y elevarnos por la otra ladera junto a las ruinas del Molí de Patirás. La senda discurre ahora por la parte alta del cauce. Esta parte del recorrido la conocemos de rutas anteriores, por lo que constatamos el gran deterioro que ha sufrido el cauce con los últimos incendios.


Dejamos atrás la variante que sube al Alt del Castellar y nos deslizamos de nuevo hacia el cauce, en las cercanías del Molí de Lluna, grandioso edificio de tres plantas que sigue en pie sin techumbre, solo su parte trasera se conserva íntegra, aunque está cercada. Vadeamos dos veces del río para seguir por la misma vertiente.

Alcanzamos el Molí de Pep Joan en ruinas, e invadido por la maleza, por lo que obviamos bajar a su fuente. Por la izquierda otra variante del sendero cierra un círculo por el Alt del Castellar y llegando al principio del barranco. Nosotros continuamos adelante, comenzando a subir por el barranco.


Entramos en el Barranc de la Fos; en lo alto a la derecha, sobre la loma pelada vemos la ermita del Sant Crist. El sendero hace unas zetas y rampas para superar un enclave rocoso y marchar por el llamado Camí dels Carros, un paso entre la piedra caliza que el hombre ha excavado y donde los carros de carga dejaron sus huellas y sus rodadas.

El cauce se diluye entre las redondeadas colinas con vestigios de viejos incendios y bajamos por una pétrea loma en la que han sido excavados escalones que facilitan su descenso. Llegamos a un cruce balizado frente a la ermita de San Antonio. Seguimos por la derecha entre casas de campo hasta la Cruz del Término.

Arribamos al lavadero con abundante agua fresca frente a la Font de En Ferris. Desde este lugar, y antes de cruzar por el Pont de Darrere de la Vila, de origen medieval, tenemos las vistas más emblemáticas del precioso pueblo de Bocairent, arracimado en su cerro y alrededor de la torre de su iglesia.

Cruzamos el puente y por la izquierda, siguiendo el recorrido de la Ruta Mágica, entre muros y pequeñas huertas que dan al río, subimos hasta el centro del pueblo donde concluimos esta preciosa y didáctica ruta. Lamento que en todos los años que llevo visitando estos parajes, no haya surgido ningún intento de repoblar estas castigadas sierras.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=9328845
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Font del Barranc dels Tarongers y Font de En Ferris)
DISTANCIA: 15,2
TIEMPO: 04:40 HORAS
ALTURA MÁXIMA:744 M. (Ermita Sant Crist)
ALTURA MÍNIMA: 375 M. (Pou Clar)
DESNIVEL POSITIVO: 880 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 880 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


RUTA CIRCULAR PER LA SERRA D’ALMUDAINA DESDE LA FONT DE BAIX.

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El Castillo del Travadell, fortaleza de origen musulmán, debió ser ocupado por la Corona de Aragón entre 1245 y 1248, sirviendo de enlace entre los castillos de Cocentaina, Planes y la Penella. Raimundo de Cámara es el primer repoblador cristiano que aquí recibió tierras en 1248. Su primer señor fue Roger de Lauria, según documento expedito a este efecto en 1270. A su muerte, heredó el territorio su esposa, Saurina de Entença. En 1325 pasa a su hija Margarita de Lauria, casada en segundas nupcias con el conde de Terranova. En virtud de las disposiciones testamentarias de la hija del Gran Almirante de Aragón, en 1358 su amo pasa a ser Pere el Ceremonioso. En este año se vendió a la reina Leonor. En el año 1361, su alcalde es Berenguer Rocha. En 1394 se aliena su castillo por el Infante Don Martín a Francisco de Casa Saja. En 1409 pasa de nuevo a la Corona. Alfonso el Magnánimo le da la fortaleza en 1431 a Ramón de Perellós. En 1432 se efectúan obras de reparación en su castillo y, ese mismo año, por donación regia, pasa a poder de Guillermo de Vic, pasando en circunstancias no muy precisas de nuevo al rey. En 1455, mediante permuta, el castillo se transmite a Sancho Ruiz de Liori, vizconde de Gallando. En 1500, como consecuencia del matrimonio de la familia Liori, el Valle del Travadell y su castillo pasan a pertenecer a los Marqueses del Castillo de Guadalest, los Folc de Cardona. Fue lugar morisco, llegando a  principios del siglo XVI la cifra de 48 casas. El 19 de abril de 1611 le fue concedida la carta puebla. Perteneció a la Gobernación de Xàtiva hasta en 1767, y desde el reinado de Felip V hasta el año 1833 al Corregimiento de Alcoi. La casa marquesal de Ariza fue la última detentadora señorial del territorio, la jurisdicción del que se extingue a principios del siglo XIX.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de los túneles de la Font Roja, Salida en la nº 796 a COCENTAINA/BENILLOBA,  en la rotonda seguir por la CV-790 durante unos 8 km. Girar a la izquierda por la CV-710, no entrar en Millena y seguir hasta el Área Recreativa de la Font de Baix. Hay sitio para aparcar.
ITINERARIO:FONT DE BAIX / DERECHA / LLOMA ALTA / ALT DE LA CASETA DE LA NEU / IZQ. BAJADA / CARRETERA IZQ. / ALMUDAINA / GIRO IZQ. / SUBIDA LOMA / LOMA / LLOMA REDONA / INICIO REGRESO / FONT DE D’ALT / MILLENA / FONT DE BAIX.
COMPONENTES: VICENTE Y PATRO.

LA RUTA: Por estas fechas casi siempre hacemos alguna ruta para ver la floración de los cerezos en la montaña alicantina. Hacía tiempo que no veníamos por tierras de Almudaina, y hemos elegido un recorrido distinto al tradicional, cambiando el inicio, esta vez lo hacemos desde Millena y el regreso, desde una loma cercana a Almudaina.


El área recreativa está solitaria a estas horas y de la Font de Baix mana un buen caño de agua. Iniciamos de frente, dejando a un lado los paelleros, buscando el surco de la senda que rasga la empinada loma. Por detrás vemos la silueta del Montcabrer, y a la derecha sobre los cerezos en flor, la de la Serrella.

El fuerte desnivel del sendero nos hace tomar altura con rapidez y las vistas se van ampliando. En el valle del Seta distinguimos Gorga y Millena, y por el Comptat, Cocentaina a los pies del Montcabrer. Seguimos avanzando de loma en loma, dejando atrás la vegetación de los pinos.

El sendero es muy evidente. Un surco pedregoso carente de vegetación causado por las rodadas de motos de trial, algo frecuentes por estas sierras, y que va buscando la parte alta de las lomas, donde ha desaparecido por completo la arboleda, víctima de los frecuentes incendios que han arrasado estas tierras.


El día no es muy claro, hay neblina en el ambiente y las vistas no tienen mucha profundidad. Seguimos ganando altura por las redondeadas lomas; dejamos atrás un puesto de caza construido con piedras y una chapa metálica como techo. El sendero serpentea en las cercanías de un barranco.

Enlazamos con un camino ancho y enseguida tenemos varios cruces. Primero la senda a la derecha que utilizaremos de bajada al regreso, y unas decenas de metros después, el camino se bifurca, por la izquierda, también para el regreso y llegar al vértice geodésico de la Lloma Redona, único en toda la sierra y sin ser el punto más elevado de ella.


Nosotros proseguimos por la derecha el ondeante camino que atraviesa todas las lomas por su parte más alta. Desprovistas de arboleda, todo lo invade el matorral bajo, romero, tomillo, jaras y aliagas que están floreciendo y motean el paisaje de amarillo. Por los “escotes” que forman las confluencias entre lomas, vemos Planes y el embalse de Beniarrés.


Añadir leyenda
Marchamos en pos de las cotas más elevadas de la sierra ante la simplicidad del paisaje: redondeadas lomas moteadas de amarillo y surcadas por un serpenteante camino. Por la izquierda aparece el Benicadell en escena y rompe la monotonía. Por detrás un brumoso mar de nubes comienza a derramarse por su cara sur.


Aunque lejano es un bonito espectáculo que nos entretiene mientras llegamos a la Lloma Alta (1.008 m.) segunda altitud de esta sierra. No hay nada que la distinga de las demás lomas, excepto más brumosas vistas al pueblo de Benialfaquí, y la visión completa del embalse de Beniarrés.

La siguiente loma es el techo de esta sierra, el Alt de la Caseta de la Neu (1.013 m.) No hay hitos, tan solo un puesto de caza entre el matorral. La sierra de Cantacuc aparece cercana. Tomamos unos hidratos de carbono y continuamos hacia otra loma de menor altura, donde por la izquierda,  unos mojones marcan la senda de bajada.


Iniciamos el descenso con miradas al Benialfaquí, el embalse y la población de Beniarrés a las faldas del Benicadell. Es una bonita senda que nos va escorando hacia el este buscando el mejor lugar para bajar. Luego unas formidables rampas en zigzag nos descienden hasta media altura de la loma.

La senda se estabiliza virando bruscamente a la izquierda, hacia el oeste. El paisaje empieza a cambiar, la sierra se vuelve más rugosa y vestigios de antiguos incendios dejan restos de troncos de pinos caídos que tenemos que saltar, otros, los menos, han tenido suerte y se mantienen en pie.


Es un largo camino que atravesando algunas torrenteras nos acerca a unos farallones rocosos, donde parece que sus altas paredes han servido de protección y reguardo a los pinos en los incendios forestales. Comenzamos a tener a primera visión completa del pueblo de Almudaina.


Entramos en el pequeño núcleo de pinos que se ha salvado de los incendios, caminamos por la base de las verticales paredes calizas descarnadas, entre llamativos colores grises y ocres que resaltan su agresividad. Es como una fortaleza de férreas murallas y altivos torreones inalcanzables.


Dejamos atrás otro pequeño bosquete, y de nuevo el páramo desolado por los incendios. Terreno pedregoso, inestable y deslizante, por falta de las raíces que la desaparecida arboleda contenía en las laderas. Comienza un descenso rápido hasta unos bancales con cerezos en flor.


Son grandes  terrazas abancaladas, las primeras muy pedregosas, acumulan las piedras sueltas caídas de la sierra y marcan la línea donde los incendios no han llegado. Todos los cerezos están en flor, es un bello espectáculo que nos hace olvidar por completo los incendios que han arrasado estas montañas.


De bancal en bancal, haciendo fotos sin cesar bajamos hasta alcanzar la carretera y llegar al pueblo de Almudaina. Sin mirar el GPS nos dirigimos hacia el vía crucis de la ermita del Sant Crist dels Socors, para coger la senda del pozo de nieve y subir de nuevo arriba. Entonces vemos que nuestro Track no hace ese recorrido.

Salimos de pueblo por la carretera de entrada, para luego girar a la izquierda por un camino asfaltado que sube a la sierra. El camino termina en unas casas de campo y continúa por un sendero hasta un pequeño llano. Buscamos y rebuscamos, pero se acabó, no hay marcas ni rastros, pero el Track dice que es por ahí.

Comenzamos a subir con un fuerte desnivel campo a través, mejor dicho, matorral a través, siempre intentando pisar la línea del Track. Esto me pone de muy mal humor acordándome del autor de la ruta, que ni la describía ni hacía comentario alguno. No por nosotros, que de peores sitios hemos salido, si no, en alguien menos preparado y que se esté iniciando.

Con esfuerzo culminamos la loma y salimos muy cerca del vértice geodésico de la Lloma Redona (983 m.) Haciendo esta vertical subida tan solo hemos ahorrado unos cientos de metros de camino. Sigo pensando que la subida por el pozo de nieve y el barranco es mucho más agradable y apta para todos.









Después de un gran almuerzo, llegamos al cruce de caminos y por la izquierda comenzamos a descender por las lomas. El sendero es distinto pero el paisaje es el mismo de esta mañana, hasta que poco a poco descabalgando lomas tenemos a la vista Millena, por bancales de cultivos llegamos a la Font de d’Alt y entramos en el pueblo.








Callejeamos hasta la plaza de la iglesia, en su museo se guarda una cruz de nácar hecha en Belén a finales del siglo XVIII, dedicada a un monje franciscano hijo de la localidad. Hay también un cuadro atribuido al Greco. Pero su joya natural está a la puerta de la iglesia: un enorme olmo (¿milenario, centenario?) que supera los 2 metros de diámetro.

Por detrás del bar dejamos el pueblo para llegar a la Font de Baix, muy concurrida ahora, con gente comiendo sentada en sus mesas. Hemos cumplido el deseo de ver los cerezos en flor y salvo esa subida para atajar, ha sido una ruta tranquila y sosegada, aunque la bruma nos ha acortado las vistas a los dos valles.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=9389105
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Font de Baix, Almudaina, Font de d’Alt y en Millena)
DISTANCIA: 19 KM.
TIEMPO: 05:50 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.013 M. (Alt de la Caseta de la Neu)
ALTURA MÍNIMA: 560 M. (Almudaina)
DESNIVEL POSITIVO: 1.051 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.051 M.

DIFICULTAD: ALTA. (Técnicamente no hay dificultad. Pero en la última subida por la loma hay que superar más de 300 m. de fuerte desnivel sin senda y en un tramo muy corto.)

UN PASEO POR EL PICATXO, SANJURI Y BARRANC DELS ANOUERS.

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La sierra de Crevillente está integrada en el conjunto externo de las sierras subbéticas. La altura máxima es de 835 metros, siendo una significativa barrera entre los llanos de los Hondones y el cauce del río Vinalopó. Morfológicamente el macizo central de la sierra de Crevillente se encuentra rodeado de grandes superficies triásicas formadas por margas abigarradas de vivos colores. Esta orografía, unido a la poca resistencia de los materiales, ha conformado un paisaje espectacular de crestones y en ocasiones de pináculos. En el macizo de la sierra confluyen dos cuencas hidrográficas, la del Segura y la del Vinalopó. La vegetación arbórea es escasa con algunos pinos en la vertiente norte. Abunda el esparto, utilizado antiguamente para hacer esteras. Las partes bajas se han abancalado, cultivándose algarrobosalmendros y algunos frutales. Crevillente posee unas características geográficas muy propias, con una zona montañosa al Norte, que presenta un frente casi rectilíneo atravesado por pequeños barrancos y una llanura al sur condicionada por los aportes de las ramblas, además de un clima semiárido. Dichas características hacen que existan unas variedades ecológicas de enorme singularidad en estas comarcas. Entre sus parajes naturales sobresale el Parque de Montaña de San Cayetano, situado al pie del pico del mismo nombre y con una altitud de 817 m. Su origen se encuentra en una antigua ermita dedicada a San Cayetano y actualmente el lugar se encuentra acondicionado para disfrutar de un completo día en la montaña, contando además con un manantial y un albergue al efecto. La configuración orográfica de Crevillente favorece la práctica del senderismo, ya que abundan las laderas no muy escarpadas y suaves valles por donde transcurren pistas y caminos de herradura, que permiten a su vez gozar de una mañana con la mochila a la espalda, cámara fotográfica y ánimo de detenerse en los encantos de la sierra, así como contemplar vistas de toda la comarca.
CÓMO LLEGAR:Por la N-340 dirección Murcia, en pasar Crevillente a unos setecientos metros después de cruzar un barranco, coger camino asfaltado a la derecha, hay un cartel informativo a la Zona Recreativa de San Cayetano. Seguir hasta el cruce con el Trasvase Tajo-Segura, continuar con precaución por la izquierda, aunque hay señales de dirección prohibida es un camino de servicio. Seguir hasta el 10º puentecito que cruza el Trasvase, hay otro cartel de la Zona Recreativa y al Club de Tenis. Seguir camino, el asfalto termina cerca de un gran pino y una nave abandonada a la derecha que fue una granja de pavos. Ahora vamos por la pista de tierra en dirección a la sierra, subiremos y bajaremos algunas rampas y nos dejará en el aparcamiento de la Zona Recreativa donde hay un cartel informativo y una barrera para vehículos.
ITINERARIO: ELS ANOUERS / COLLADO /  EL POUET / EL PICATXO / COLLADO / SANJURI / EL RAIG / BARRANC DELS ANOUERS / ELS ANOUERS.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI Y CAROL.

LA RUTA: Lunes de Pascual. Teníamos elegida otra ruta pero la cambiamos por ésta, más cercana y corta, para ajustar al tiempo libre que tenía Carol. Iniciamos desde el aparcamiento de arriba, apenas son las ocho y solo hay un coche junto al nuestro. El día está raro con planchas de nubes amenazantes.

Desde la barrera vamos directamente a coger la senda que por la izquierda emprende la subida hacia el Picatxo. Hasta situarnos en la parte alta del barranco, es un tramo de fuerte desnivel inicial, apoyado por escalones de maderos y barandas que facilitan el paso. El área recreativa está solitaria a estas horas.


Superado este trecho, salimos a campo abierto y la senda se apacigua sin dejar de subir. Tenemos enfrente la primera vista al Picatxo con su puntiaguda imagen, coronada ahora por un poco de neblina. Hacia atrás, entre los pinos y al final del barranco, vemos la ermita de Sant Caietá.

El sendero prosigue hasta llegar a unos rellanos escalonados, que quizás en su día fueron terrazas abancaladas, hoy deterioradas y totalmente abandonadas. En una de ellas por la izquierda, hay paletas informativas, se inicia la variante a la cima de la Mitjana (643 m.) que nosotros en esta ocasión reusamos.

Rebasados los muretes de piedra por pedregosas rampas, tenemos preciosas vistas a las paredes rocosas y al Picatxo, que va cambiando de fisionomía a medida que nos acercamos. Las vistas a la Vega Baja y al mar siguen tapadas por las nubes; lo más nítido es la ermita al final del barranco.

Vienen largas y suavizadas pendientes por la remozada senda, fáciles de remontar sin agobios y con un poco de paciencia. Recuerdo hace muchos años cuando el sendero era pedregoso, resbaladizo, y requería mucho más esfuerzo, quizás era más divertido pero no todo el mucho podía subir.


Desde esta altura vemos el hilo de senda que llega a la cumbre de la Mitjana. Unos repechos más y llegamos al Collado, donde se cruzan los senderos que están balizados por un poste de madera. De frente viene la subida desde el Hondón de las Nieves; por la derecha iremos luego al Sanjuri, y por la izquierda, es nuestra senda de subida al Picatxo.


El paisaje cambia por completo. La densa pineda de la cara norte llega hasta el cordal de la sierra y nos regala un delicioso paseo recorriendo la lomada por el bosque de pinos. Nos detenemos un momento en el mirador del Pouet, que por supuesto está seco y deteriorado. Nubladas y oscuras vistas a la Vega Baja.


Emprendemos las cortas pendientes hasta que salimos del pinar y atacamos la rocosa subida a la cumbre. Picatxo o Sant Caietá (819 m.) espectacular otero a la Vega Baja y el mar, oscurecido por las negras nubes que tenemos sobre nuestras cabezas. Suben dos personas a las que pedimos que nos hagan la foto oficial.


Logramos algunas fotos algo siniestras por las amenazantes nubes y comenzamos a descender.  Antes de llegar al Collado nos cruzamos con más gente que sube. Hacia atrás la mole del Picatxo queda lejana. Tomamos dirección al Sanjuri (815 m.), pero elegimos la variante externa, la que no pasa por la cumbre.


Es un bonito recorrido por la parte alta de la ladera sur del Sanjuri, teniendo a nuestros pies la hendidura del Barranc dels Mondongos. La cumbre queda muy cercana, pero en su recorrido hay menos panorámicas, y en el descenso se unen los dos senderos. Las vistas iniciales siguen siendo a la llanura de la vega.

El trayecto se compone de varios roquedos unidos por el sendero que hace varias combas. Una vez alcanzado el primer enclave rocoso dejamos, atrás el bosque de pinos y perdemos toda visión del Picatxo. Nuestras miradas se centran ahora en la mole de la Vella que comienza a despuntar entre las nubes.


Entre los huecos del barranco, y con otra perspectiva localizamos la ermita de Sant Caietá en el fondo. El paisaje de la ladera es espectacular, está tapizada por numerosas matas de esparto que actualmente están floreciendo y todos sus pequeños plumeros ondean al menor soplo de brisa.

Antes de comenzar el suave descenso, se une a nosotros por la izquierda el sendero que viene de la cumbre. Tenemos una visión completa de la Vella con su diminuta hoya en las cercanías de la Casa del Tío Mariano. Conectamos con un camino junto a unos bancales y lo dejamos por la derecha.

Seguimos entre pinos para bajar por una rocosa loma, donde hacemos una parada para tomar un tentempié. Luego continuamos descendiendo hacia un gran pino, pasamos junto a él, y por un bosquete de pinos nos prolongamos por una ladera abancalada de almendros. El sendero acaba en el camino que viene desde el Hondón de las Nieves.

Marchamos por la derecha dejando atrás la cadena para vehículos hasta llegar al pequeño colladito entre la Vella y el Raig, donde hay un poste balizado; seguimos por la derecha, por la otra vertiente del barranco paralela a la que veíamos del Sanjuri. El inicio es un camino llano entre pinos.

En esta zona quedan las ruinas de alguna casa-cueva, frecuentes en la zona,  pero que ahora no visitamos. El paisaje vuelve a cambiar, en esta ladera, mucho más baja que la anterior, podemos observar los agrestes paredones del Sanjuri, sobre los que transita la senda que nos ha traído.

En descenso la senda es más irregular. El Picatxo vuelve a crecer ante nuestros ojos y pronto llegamos a las instalaciones del área recreativa que está atestada de gente, no queda una mesa vacía. Nos acercamos a la ermita pero está vallada por las obras y cerrado el paso al refugio. En el aparcamiento discuten por nuestra plaza, todos quieren aparcar arriba.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=9426720
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 10,0 KM.
TIEMPO: 03:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 819 M. (El Picatxo)
ALTURA MÍNIMA: 414 M. (Els Anouers)
DESNIVEL POSITIVO: 607 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 607 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


COLUMBARES Y LA SIERRA DE ALTAHONA

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Su nombre deriva de la palabra latina “Columba”, paloma, y pertenece a la cadena montañosa de Carrascoy, continuándose por las vecinas sierras de Altahona y Escalona. Junto a la Sierra de Villares es uno de los pasos naturales utilizados desde antiguo para llegar hasta los límites prelitorales, por eso no son de extrañar los restos arqueológicos de época romana pertenecientes a villas y los materiales de época islámica encontrados. Pertenece al Plioceno superior, existiendo depósitos del cuaternario con limos rosados y glacis conglomeráticos muy característicos. Su pico más alto alcanza a los 646 metros sobre el nivel del mar, y se puede llegar hasta él gracias a rutas de senderismo. Se accede a estas rutas tanto desde el Puerto del Garruchal como desde el Collado de los Ginovinos, en la Sierra de Altahona. Conforme se gana altura en el camino hacia el pico más alto, la vegetación de Columbares pasa de los cultivos abandonados de almendro, sobre terrazas de cultivo, a un sotobosque plagado de romero, lentisco, o espino negro. No tardan en aparecer, en el ascenso a la cumbre, el pino carrasco y la presencia de animales como el búho real, el gato montés o la gineta. En la cumbre de Columbares se puede apreciar el conocido paisaje lunar, efecto de la erosión del agua sobre los suelos de margas del terreno. Y desde este pico se llega a divisar el Mediterráneo, así como el Campo de Cartagena y la zona litoral del Mar Menor. Columbares custodia además un tesoro ecológico sorprendente, ya que en su entorno se localiza una de las mayores densidades de población de búho real del mundo: entre 50 y 70 parejas de esta majestuosa rapaz nocturna, de acuerdo con las investigaciones del biólogo Mario León, que ultima una tesis doctoral sobre la presencia del búho real en la Región.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 – A-7 hasta Murcia capital, tomar la A-30 MURCIA/CARTAGENA, salida por la 143B, SANTO ÁNGEL/RONDA SUR/PATIÑO, continuar hacia Los Garres y San José de la Vega y por la F-13 al puerto del Garruchal. Después de pasar un desfiladero llamado “El Estrecho” hay un cartel a la derecha que dice GEA Y TRUYOLS, aparcar a la izquierda junto a unos pinos y un cartel informativo del PR-MU 23. Estamos a un kilómetro de culminar el Puerto del Garruchal, donde hay un Bar.
ITINERARIO: EL ESTRECHO / CRESTAS / EL PASO / CIMA DE COLUMBARES / COLLADO GINOVINOS / CRUCE / PUERTA DE ANGEL / DEJAR PISTA-SUBIR / ALTAHONA / CRUCE / CASA PAREJA / CASA MUNUERA / EL ESTRECHO.
COMPONENTES: VICENTE.

LA RUTA: Hace dos años y medio realicé esta ruta por contemplar el Paisaje Lunar, pero  amaneció un día con niebla espesa. A cambio tuve impresionantes vistas de cómo la niebla superaba los acantilados. Tampoco pude trepar por el Paso. Al recorrido de hoy  le hemos añadido la sierra de Altahona, pero el día es lluvioso.

La meteorología nos vuelve a jugar una mala pasada y con este día nublado volveremos a perdernos el Paisaje Lunar. Iniciamos desde el área recreativa. Durante este tiempo los cafres han seguido visitando la sierra, porque el panel metálico estaba doblado y ahora lo han derribado.

El sendero, marcado como PR con algunas piquetas tubulares de unos treinta centímetros, comienza con fuertes repechos por la loma entre pinos, ganando rápidamente altura que nos permite avistar el paisaje; abundante matorral de esparto florido con ondeantes penachos y la mole del Cabezo del Buitre (403 m.) que vamos dejando atrás.


Nos dirigimos hacia las crestas y la parte cercana a los tajos y precipicio que hacen muy entretenida esta ruta. Comenzamos a tener nubladas vistas del campo de Cartagena y al fondo algún reflejo del Mar Menor que pronto desaparece, el sol no logra abrirse paso entre las nubes.


Ajustándose a la línea de los acantilados el sendero va cresteando las olas montañosas que conforman esta parte de la sierra. Por detrás y por encima del Cabezo, distinguimos las antenas del Relojero (609 m.) y la parte alta de las Columnas; por delante el primer enclave rocoso.

Superada esta costanera, y aprovechando un pequeño claro entre las nubes, obtenemos parciales vistas al Paisaje Lunar en sus inicios, al final del diminuto valle, donde a los pies de la piramidal silueta del Pico de Águila (449 m.) da comienzo este extraño paraje. Esperemos que en la cima tengamos al menos esta claridad.

Antes de bajar un poco para iniciar la subida a la siguiente ola montañosa, tenemos una impresionante vista lineal de parte del acantilado de esta sierra, con una importante caída a la cara norte, cuyas laderas están pobladas de apretado pinar. Seguimos superando promontorios.

Al ir entretenidos con el paisaje no nos damos cuenta del trabajo de piernas que estamos realizando, pero vale la pena, y pienso que es mejor éste sentido de la marcha, porque vamos descubriendo las cosas poco a poco; si fuese de bajada la visión seria la misma siempre, que se va acortando.


El siguiente roquedo es sorprendente, con enormes peñascos calizos donde los pequeños pinos se aferran. Mirando hacia atrás vemos el filo del cuchillo de la cresta, donde se distingue perfectamente la cara norte de la sur, la vegetación traza una clara línea divisoria de las dos vertientes.










Por los peñascos se combinan cortos tramos de senda con rampas y subidas, donde ya tenemos que utilizar las manos para apoyarnos, nos acercamos a la parte más escabrosa de la sierra. Aparecen grandes oquedades y recovecos, y hacia el abismo, verticales espolones con curiosos perfiles.


Llegamos al Paso. Al menos hasta ahora, la lluvia nos ha respetado. Es una abrupta cornisa escalonada con dos rellanos que se supera con buenos agarres. Uno de ellos es algo más expuesto pero sencillo de pasar. Como siempre, hablamos para gente con experiencia. De todas formas conozco pocos PR que señalicen estos pasos.

Para gente que no quiera apoyar las manos, por la derecha de las cuevas hay una variante hasta la cima. Desde arriba las panorámicas son estupendas. El sendero continúa pegado a las últimas crestas, por las que seguimos asomándonos. El cielo se va cerrando y caen las primeras gotas.

En la última ondulación,  superada la loma, tenemos a la vista las antenas y el vértice geodésico, arrecia un poco la lluvia y tengo que ponerme un gorro. Según he leído las antenas de esta sierra no son de telefonía móvil, si no que pertenecen al ejército. Sean de quien sean, afean cualquier cumbre donde estén colocadas.


Cima de Columbares (642 m.) dependiendo del mapa que se consulte hay una pequeña variación en su altitud. Aunque la lluvia es débil acorta todas las vistas y de nuevo me pierdo el Paisaje Lunar. Hago algunas fotos apresuradas y emprendo el descenso por la senda junto a los acantilados.

La lluvia va remitiendo. Recorridas las dos ondulaciones que hay en este lado, perdemos la visión de las antenas de la cumbre y tras un tramo mucho más plano, la senda comienza a virar a la izquierda. Tenemos de frente la sierra de Altahona y el mojado Paisaje Lunar que parece sobresalir.

Comienza una fuerte bajada entre los pinos, previamente echamos unas miradas al campo de Cartagena por donde las nubes intentan abrirse; cuidadas parcelas cultivadas jalonan el horizonte, destacando grandes extensiones de terreno cubiertas con plásticos en donde quedan aisladas las alquerías.


Una vez terminada la bajada, seguimos por la izquierda junto una valla casi derribada para llegar al Collado de los Ginovinos, y poco después, al punto donde a la vuelta tomaremos el regreso; cruzamos la carretera F-48 y por la Puerta de Ángel cogemos la ancha pista de tierra para atacar cima de Altahona.

Hacia atrás tenemos una vista completa y distinta de la sierra de Columbares. La pista serpentea elevándonos poco a poco, y debemos  estar atentos a un Waypoint marcado en el GPS para desviarnos a la izquierda. Hay un mojón poco visible y no es cómodo conectar con la incipiente senda.


Al inicio es una senda perdedora que a medida que avanzamos se va reafirmando, aunque con escasas y poco  notorias marcas de PR. Es un acentuado repecho que nos dirige hacia un frontal pedregoso, descarnada pared color ocre que ha sido cantera de fósiles marinos. Pero en un breve vistazo no localizo ninguno.

La sobrepasamos por la izquierda con grandiosas vistas a Columbares, y alcanzamos la arista de la sierra por la que transitamos hasta su punto más elevado. Cumbre de Altahona (534 m.), tan solo un mojón de piedras entre matas de esparto resalta la cima. Proseguimos sin senda aparente hasta un camino.

Avanzamos por la derecha girando poco a poco. Entre los pinos y junto a los restos de una casa, queda en pie el brocal abovedado de un aljibe de agua para abrevar el ganado, su arquitectura es idéntica al que luego encontraremos en la Casa de los Pareja, cuando iniciemos el regreso.

En un recodo protegido del aire doy buena cuenta de mi merecido almuerzo. Por la derecha, por una valla abierta, enlazamos con la ancha pista que al subir hemos abandonado. Ahora solo tenemos que dejarnos llevar hasta la puerta de Ángel, donde hay paneles metálicos y postes balizados de las rutas.


Cruzamos la carretera y en el rellano continuamos por la izquierda, este sendero nos lleva hasta la Casa de los Pareja, que derruida solo mantiene en pie algunas paredes. Giramos a la derecha entre la casa y el aljibe, idéntico al que antes hemos descrito. Sus antiguos campos de cultivos están yermos.

El largo camino de herradura nos pasea por la parte baja de la solana de la sierra de Columbares. Es la zona menos vistosa, con laderas poco pobladas y restos de bancales abandonados junto a construcciones para almacenar agua. Es un camino cómodo sin apenas desnivel.


Casi llegando al final pasamos por la Casa de los Munuera, de dos plantas y que abandonada, todavía se mantiene en pie junto a su corral de ganado. Después un cartel nos avisa de que estamos en zona militar, y seguidamente llegamos al aparcamiento. Pese a las cuatro gotas caídas hemos logrado los objetivos. Bonita ruta.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=9444789
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 17,0 KM
TIEMPO: 05:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 642 M. (Columbares)
ALTURA MÍNIMA: 246 M. (El Estrecho Garruchal)
DESNIVEL POSITIVO: 715 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 715 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

COVA DEL BOLUMINI Y EL PORTÍN PER LA PENYA DEL XORRO, ALFAFARA.

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Mariola ha sido sierra de nevaters, es decir, de aquellas personas que se dedicaban a la recogida, almacenaje, transporte y posterior venta del hielo natural producido por compactación de la nieve, para múltiples usos –conservación y transporte de alimentos, elaboración de helados, terapéuticos, etc.-, en definitiva todo aquello que llegó a conocerse como el comercio del frío. La arquitectura del frío ha sido fruto de la necesidad y del oportunismo: un entorno mediterráneo demandante del producto especialmente en verano, junto a territorios montañosos con nevadas habituales pero poco persistentes en el invierno, y la consiguiente necesidad de construcción de edificios destinados al almacenamiento y conservación del hielo. De esta manera Mariola se convirtió desde finales del siglo XVI hasta el final del siglo XX, en un centro productor de primer orden.  Cava es una palabra empleada para designar los pozos de nieve, los hoyos o las neveras,  exclusivo del ámbito territorial de la sierra Mariola. En Mariola hay inventariados cuarenta y tres depósitos de nieve, de todas las tipologías, -cavas, con pozo excavado y cubierta, o ventisqueros, sin cubierta y aprovechando taludes- construidos en diferentes épocas, los más antiguos y más rudimentarios  en niveles más bajos, y los más modernos y más monumentales en cotas más elevadas. Es precisamente el núcleo de pozos localizados en la parte más alta de la sierra, justamente en el paraje conocido como les caves, en la parte más despejada de la umbría de Agres, el que más fama le ha otorgado a estas construcciones, y entre ellos, sin duda, la Cava Gran d’Agres es la protagonista indiscutible. La  Cava Gran se encuentra a 1.210 metros sobre el nivel del mar, fue andamiada en el siglo XVII aprovechando un desnivel del terreno, y estuvo en funcionamiento hasta finales del primer cuarto del siglo XX. El pozo, de sección circular, tiene una profundidad aproximada de 12 metros y un diámetro de 15, calculándose una capacidad de 1960 m3. Su silueta desnuda, desprovista después de su abandono de la vuelta de bigas, cañizo y tejas, es inconfundible. La planta hexagonal, la presencia de los arcos, el remate en forma de piña y el túnel de acceso. le han conferido una enorme personalidad. A la estampa mágica y mítica de la cava hay que añadir la fuente que sorprendentemente brota a su lado todo el año.
CÓMO LLEGAR: Por la A-31 dirección Madrid, después del túnel de Villena, salir por la derecha, por la CV-81en dirección Onteniente. En pasar Bocairente girar a la derecha por la CV-700 hasta llegar a Alfafara. Aparcar en la Plaza de la Constitución o en la ermita del Sant Crist de la Pietat.
ITINERARIO: ERMITA / ALBERGUE / FONT DE TARRAGÓ / SENDA DE SUBIDA / RACÓ DE LA FONT / COVA DE LA FONT / COVA BOLUMINI / ALT DE LA COVA / ROCA TAULELLETS / CAVA DEL PORTÍN / PORTÍN / CAVA DE DON MIGUEL / PISTA IZQ. / SENDA DE BAJADA / COVA MONTBLANC / MOLÍ MATÓ / CARRETERA / ALFAFARA: FONT Y LLAVADOR / ERMITA.
COMPONENTES: VICENTE  SUSI.

LA RUTA: Segundo lunes de Pascual. Susi no conoce la Cova del Bolumini y en primavera es una ruta preciosa. Intentando hacer alguna variación sobre el trayecto tradicional, encuentro un buen Track de Santiago González que sube por un lugar que yo desconocía: la Penya del Xorro.

Iniciamos desde la ermita del Sant Crist de la Pietat, a medio camino entre la población y el albergue. Parece que tendremos un buen día aunque en la montaña todavía quedan nubes enganchadas y que han dejado algo de lluvia esta noche. La primavera comienza a imperar dando colorido a la naturaleza.


Una vez en el albergue, termina el asfalto, dejamos el PR que por la derecha sube hacia el barranc del Cantal de la Vila, y por detrás del albergue seguimos el camino de tierra hasta el área recreativa y la Font de Tarragó, que apenas mana un hilillo de agua entre los musgos. Alfafara se va quedado abajo.


Volvemos al camino ancho que nos dirige hacia la pared de la sierra y termina a sus pies, junto a una fuente canalizada por una profunda acequia a la que se puede bajar por una escalera metálica. Indagamos en los alrededores de rocosas paredes calizas con un alto grado de humedad.










Por uno de los roquedos, desde unos cinco metros de altura cae una pequeña cortina de agua que forma toba calcárea. Es un bonito lugar con exuberante vegetación, que recorremos con detalle, pasando por todos sus recovecos, una pequeña cueva y por encima de un arco de piedra.

Desde la fuente, volvemos sobre  nuestros pasos, estando atentos a un sendero que sube por la derecha, según el sentido de la marcha, señalizado con un mojón de piedras. Empieza una preciosa subida por el barranc de la Penya del Xorro. Estupendas panorámicas sobre Alfafara.


Cruzamos el canalillo de un manantial del que posiblemente luego se filtren sus aguas. El sendero traza rampas y zetas por la umbría de la ladera,  ganando altura constantemente entre el apretado bosque de pinos, y evitando por la derecha un fuerte enclave rocoso. Marchamos junto a un mojado cauce con vegetación de humedal.


Un poco más arriba el agua se hace más patente y alcanzamos la Font de la Cova o el Racó de la Cova, escondido lugar pródigo en vegetación y humedad. Donde una bonita cortina de agua en cascada corta la entrada a una diminuta cueva. Estamos entusiasmados con este tramo de la ruta.


Queda la parte más acentuada de la subida, que a medida que vamos superándola nos regala grandiosas vistas. Las nubes se van deshilachando, aparece Agres y la silueta del Benicadell, para culminar en la parte alta del barranco, cerca del Mas de Fontanarets, con lujosos ventanales.

La senda rodea la finca y se dirige hacia el oeste entre bancales que rezuman humedad. Subimos moderadamente por márgenes de terrazas abancaladas en total abandono, para sortear el Alt de la Cova por la derecha. La ligera brisa nos envía las deshilachadas nubes que lo cubren todo de niebla.





Llegamos a una de las joyas de esta sierra: la Cova Blanca o del Bolumini. Los cambios de coloración de la roca, se debe a dos agentes naturales: uno es la pigmentación blanca de la roca de la visera y de algunas paredes, en la que se desarrollan líquenes; el otro es debido a la naturaleza calcárea de la cavidad, en la que encontramos cristalizaciones de caliza, pero principalmente a consecuencia de un proceso kárstico, disolución de la roca por el agua de lluvia que se filtra desde la parte superior de la montaña.


Además, la disolución de la caliza ha dado origen a unos depósitos de arcilla de color rojo: arcilla roja bolar (también referida como "bolar de Armenia", del que deriva "bolarmeni"= bolumini. (De ahí el nombre de la cueva). En el interior de la cavidad se recuperaron restos prehistóricos, entre estos, tres ídolos oculados sobre hueso, que formaban parte del ajuar funerario de un enterramiento del tercer milenio antes de Cristo.

Subimos al Cabeço de Mariola o Alt de  Cova (1.047 m.) donde los primeros resultados de las excavaciones han confirmado que en esta zona, hubo un poblado de larga duración que se inició a finales de la Edad de Bronce y perduró durante toda la época de los íberos hasta el siglo I antes de Cristo. El periodo final de este poblado, ya en el inicio de la dominación romana, es el que mejor se conserva.


Con vistas al Portín, a
l camping y su pequeña hoya con verde sembrado entre masías, bajamos en dirección Este hasta el collado donde hay un poste balizado del PR-CV 370. A partir de ahora seguiremos este PR. Cruzamos la pista y continuamos con una senda por el cordal de la sierra.

Este es un precioso itinerario muy entretenido, con múltiples puntos de interés que iremos visitando. En unas centenas de metros, desviándonos a la derecha, tenemos el primero de ellos, la Roca dels Taulellets. Curiosa formación rocosa con aspecto de hongo con tejadillo que la caprichosa naturaleza nos depara.


Reanudamos la marcha para poco después, en una mínima vaguada introducirnos por la derecha entre floridos mirtos que blanquean la zona. Superamos un terraplén y nos situamos sobre el anillo de la Cava del Portín o dels Taulellets. Precaución, no tiene cúpula ni protección alguna. Una hermosa hiedra cubre gran parte de sus paredes y en su fondo acampan níveos mirtos.


Proseguimos por la cuerda cimera de la sierra mientras deshilachadas nubes pasan de un lado a otro. Alcanzamos el vértice geodésico del Portín (1.082 m.), máxima altitud del término municipal de Alfafara que vemos a nuestros pies. Grandiosa la oscura silueta del Montcabrer.

En la cumbre buscamos un sitio protegido del aire para nuestro almuerzo. En plena faena recibimos la inesperada visita de un gran ejemplar de buitre leonado, posiblemente perteneciente a la buitrera del Barranc del Cint, que durante un buen rato ha planeado sobre nuestras cabezas.

Bajamos del enclave rocoso de la cima para seguir por la cuerda. Por la izquierda, Agres comienza a asomarse encaramado a su ladera. Por la otra vertiente las sembradas hoyas resaltan entre la oscura masa de verde pinar; todo ello vigilado atentamente por las cotas altas de Mariola.


Tras un ondulado y atareado tramo, llegamos a la Cava de Don Miguel. Su aspecto externo se caracteriza por los contrafuertes que fue necesario construir para elevar la altitud del depósito, dado que la dureza del sustrato calcáreo no permitió apenas realizar la excavación del pozo, que aparece rodeado por un cíclope basamento, de unos 40 m de amplitud, reforzado por ocho contrafuertes que lo circundan.

Siguiendo las indicaciones del poste balizado en el cruce de caminos, proseguimos por la izquierda hacia el Refugio Zamorano, en suave descenso dejando atrás la fortificada cava. Enlazamos con la pista de tierra, que tras dos curvas cerradas dejamos por una senda a la izquierda que nos lleva a la Cova del Montblanc.


La senda del barranquito nos deja en la Fuente del Molí Mató, con lo cual nos hemos atajado un tramo de pista y el innecesario paso por el Refugio Zamorano. Pese a que hoy no mana mucha agua es un lugar encantador y Microrreserva de Flora. Su fuente es un ejemplo de precipitación de carbonatos y formación de tobas calcáreas, con abundancia de musgos y  helechos.


Por la izquierda nos elevamos un poco para coger la senda que por la umbría de la sierra nos llevará a Alfafara. Antes damos el último vistazo a Agres y al apartado Benicadell. El ameno recorrido nos introduce en el bosque, luego nos eleva para salvar dos barrancos y bajar mirando a Alfafara.

Concluye el sendero en unos antiguos bancales de piedra seca con olivos centenarios de espectaculares troncos; en la pista de asfalto seguimos por la izquierda, donde otros bancales, esta vez de grandes ejemplares de cerezos en flor, nos reciben a la entrada del pueblo.


Callejeamos buscando la fuente y junto a ella, el estrechísimo callejón que va al Lavadero, y de allí, a la ermita del Sant Crist de la Pietat donde concluimos esta hermosa ruta. Muy recomendable en primavera y apta para todos, como siempre, con algo de preparación física.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=9495368
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 12,5 KM.
TIEMPO: 05:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.082 M. (El Portín)
ALTURA MÍNIMA: 555 M. (Alfafara)
DESNIVEL POSITIVO: 710 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 710 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

L’ARC, LA FINESTRA Y EL FORAT DEL BERNIA, DESDE ALTEA LA VELLA

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De la Torre o Castillo de Bérnia quedan pocos restos hoy en día. Se encuentra en una ubicación de difícil acceso, en un sitio estrecho y alargado fácilmente defendible y con unas vistas inmejorables al punto geodésico que marca la cima de la sierra a 1.129 m. de altura. Giovanni Batista Antonelli antes de construir el Fuerte de Bérnia redactó un informe sobre la relatione de la montagna, o sera di Bérnia que decía: “Y es tan estrecho en la cima que es el punto más alto donde están los vestigios de una torre y una casa antigua, que es conocida como el Castillo, todo el resto es impracticable y ningún hombre puede pasar de un lado hacia el otro, ni subir al castillo, si no es con grandísima dificultad”. "En el castillo tenían veinte o treinta hombres para guardarlo y para descubrir el país, lugar donde veinte hombres bastaban contra cuatro mil, ya que la subida era altísima y por peña loncha, en la que muchas veces no hay donde poner medio pie y cogerse con las puntas de los dedos de la mano."La primera referencia del Castillo es del año 1263, en un documento de Jaume I. En el siglo XIII se tomaron medidas después de la sublevación de al-Azraq. La guarnición del Castillo pasó de 8 a 17 hombres, hecho que no evitó que la fortaleza fuera tomada por los sarracenos. Aparece también en 1302 una orden para reparar la Torre de Bérnia, y en 1323 hay un aviso ante las probables incursiones de los granadinos. En el año 1359 el rey mandó la destrucción de ciertos castillos entre los cuales figuraba el de Bérnia. Las estructuras ahora visibles corresponden a basamentos de diversos muros que en conjunto se inscriben en una planta de forma rectangular de unos 44 m. de longitud (en sentido este/oeste) y unos 8,5 m. de amplitud (en sentido norte/sur). Este espacio presenta en la parte de poniente una gran torca de forma más o menos circular, excavada en la roca calcárea. Tiene una profundidad que llega hasta los 3 m. en el lado del oeste y 2 m. en la banda de levante. Este hoyo, en gran parte artificial, quizás lo deberíamos considerar como la cantera del Castillo. En los alrededores del castillo hay abundantes restos de cerámica, y entre el Fuerte y el Castillo de Bérnia están también los restos de un asentamiento andalusí, conocido como el Raval.
CÓMO LLEGAR: Autopista AP-7 dirección Valencia, salida en la nº 64 ALTEA / CALPE. Continuar por la CV-755 Callosa-Fuentes del Algar. En Altea la Vella, girar a la derecha para subir a la urbanización y campo de golf de DON CAYO. Subir hasta la parte más alta, calle Alhambra de Granada, aparcar cerca de unos depósitos de agua, a 100 metros se inicia la senda, hay una flecha roja.
ITINERARIO: DEPÓSITOS DE AGUA / INICIO SENDA / ENTRE PINOS / PINO Y CASETA BORJA / DEJAR SENDA PR / PAREDES / SOBRE LA FINESTRA / SOBRE L’ARC / DESTREPE A SENDA DEL FORAT / SUBIDA A LA COVA DE L’ARC / REGRESO A LA SENDA DEL FORAT / FORAT / CARA SUR / SENDA A LA IZQ. / TORRENTERAS / PINADA / FONT DE ROSTOLL / FINAL SENDA / DEPÓSITOS DE AGUA.
COMPONENTES: VICENTE, SANTI Y RICARDO.

LA RUTA: La sierra de Bérnia, es esa infranqueable muralla que durante siglos nos ha defendido de piratas y moriscos, que no deja de sorprendernos al descubrir nuevos y maravillosos rincones. Seguimos indagando por la punta Este de la sierra, pero en su cara sur. El punto de partida también es nuevo, así como el regreso por la senda del Forat.

Situados en la parte alta de la urbanización en las laderas de la sierra, al menos la crisis ha parado la construcción de chalets, tenemos bonitas panorámicas a la costa, con Altea, el Albir y Sierra Helada. Iniciamos siguiendo las marcas del PR, sendero que ha sido remozado recientemente y que solo era conocido por algunos montañeros de la zona.


En el primer tramo es donde más trabajos han realizado acondicionando la senda, que entre rampas y zigzags nos lleva por las antiguas y yertas terrazas abancaladas en dirección a les Penyes Roges, pétrea muralla que salvamos por la derecha. Por el oeste las grandes cimas: Puig Campana, Ponoig, Sanxet, Cabal, Penyó Roc…


Metidos en la umbría a estas horas, superamos un fuerte desnivel que nos hace aliviarnos de alguna prenda. A medida que ganamos altura se amplían las panorámicas; posicionados sobre les Penyes Roges vemos como asoman las primeras crestas de Bérnia y se extienden las vistas al litoral, algo brumoso.


Algún repecho más y nos despedimos de las vistas de las grandes sierras y de la costa, entramos en la pineda donde el sendero se estrecha y es de tierra. Seguimos avanzando sin dejar de subir hasta un punto donde se bifurca. Por la izquierda un “aspa” del PR nos indica no seguir y por la derecha continúan las marcas del PR.


En este punto cerraremos el círculo al regreso. Curioseamos un poco por la pileta de la seca Font de Rostoll y continuamos por la derecha. A poca distancia tenemos un enorme ejemplar de pino y a unos metros la Caseta Borja, cerrada y todavía en pie, aunque sus bancales parecen abandonados.

Proseguimos por detrás de la caseta y enseguida se abren nuevas vistas al mar con la parte alta del Morro de Toix y por delante la gran muralla montañosa. Tenemos que estar atentos a un Waypoint marcado en el Track del GPS, en donde tenemos que dejar el PR, y por la izquierda seguir una incipiente senda hacia las paredes.

Una vez en ellas, avanzamos para entrar a media altura en una especie de pequeño circo de altos paredones. Para atravesarlo,  la senda traza una irregular línea diagonal hacia un destacado pivote, arriba a la izquierda, junto a unos pinos. La senda es intermitente y discontinúa por la falta de tierra en las rocas.


Casi llegando al final, la senda parece irse a la izquierda, pero tenemos que rectificar acercándonos más a los peñascos, y subir por una abolladura en la pared roja, especie de abrigo, fácil de superar apoyando las  manos. Por detrás, al final de la barrera montañosa, emerge el Penyal de Ifach.


Superado el escollo, y sobre terreno plano junto al gran pivote, tardamos un poco en darnos cuenta dónde estamos situados. Solo cuando nos asomamos a los abismos lo entendemos. Estamos arriba de la Cova de l’Arc, y en la base del pivote es donde está la cueva oblicua, pero además, un poco más a la izquierda, hay una Ventana cuadrada impresionante.








La Ventana nos ha descolocado un poco y nos tiene boquiabiertos. Este es un gran secreto que no sé si podremos guardar. Quizás, sería mejor situarnos primero sobre el arco de la Cova de l’Arc y  luego la Ventana, pero ésta nos tiene embrujados por su envergadura y gran novedad.









Siempre que no se tenga vértigo es fácil situarse sobre el Arco de la Ventana, sobretodo dejarnos de tonterías y mantener la prudencia. Por la derecha con una sencilla trepada apoyando las manos estaremos sobre ella. El resto es buscar un buen ángulo y turnarnos en las sesiones fotográficas.


Antes de seguir, damos el último vistazo a un trocito de costa, con las calas de Moraira y el Penyal asomándose por encima de la Oltá. Para situarnos sobre el arco de la Cova de l’Arc, tenemos que introducirnos dentro de la Ventana. Desde su base inferior vemos un arco dentro de otro.


Ahora tenemos que hacer un destrepe sencillo, hay muchos puntos de agarre y apoyos, que nos dejan en la base del gran arco y parte superior de la Cova de l’Arc, desde su cúpula sin techo miramos a través del arco. Realmente es impactante estar en este lugar, no dejamos de asombrarnos.


La nueva sesión de fotos corresponde al gran arco. Situarnos sobre él es mucho más factible, consiste en dar unos pasos sobre su parte más ancha y apoyarnos en las rocas. Como siempre, mucha prudencia. A estas horas el sol da de lleno en el arco y desvirtúa la foto, corregimos buscando otros ángulos.


Volvemos para contemplar la Ventana desde este lado, y la alargada cueva en la base del pivote. Tomamos unas frutas y barritas antes de proseguir la marcha, ahora ya, por la cara norte. Por la derecha pegados a las paredes empezamos a bajar, no hay senda pero es muy intuitivo, pequeños escalones y apoyo de manos.

Pronto comenzamos a tener extraordinarias vistas de las crestas de Bernia por su cara norte. Su agreste fisonomía es de una belleza embaucadora. El sendero reemplaza a las rocas, y virando a la izquierda vamos a unirnos a la senda que sube a la Cova de l’Arc, sin bajar mucho y cerca de las paredes, para evitar la torrentera central.

Siguiendo los mojones atacamos la cueva de cara, su frontal es espectacular, destacando su poderoso arco de piedra que le da nombre y sobre el que hace un rato  nos hacíamos fotografías. Más a la derecha vemos la otra gran oquedad con forma de cono, en la base del gran farallón que teníamos arriba.



La Cova de l’Arc, situados en su base, su tamaño toma protagonismo. Tiene un escalón de unos ocho metros de altura que hay que salvar para llegar al primer rellano. El trepar no es difícil, pero ha sido equipada con cuerdas que ayudan a su acceso, dando más seguridad a la gente que quiera subir.







Tiene múltiples apoyos para los pies y en la cuerda nudos para que no resbale. El recinto es amplio pero inclinado, por lo que es preferible acercarse a las paredes. No tiene techo y su abertura junto con la boca de entrada forma el gran arco. Resulta relajante contemplar el paisaje desde dentro.

Hacemos las fotos de rigor y dada la incomodidad de la estancia, comenzamos paulatinamente el descenso, ayudándonos con las cuerdas y de espaldas al vacio como mandan los cánones, el destrepe resulta tan sencillo como la subida. Como es lógico, hablamos siempre de gente sin síntomas de vértigo.

De bajada, por la derecha y en diagonal, nos unimos al sendero que viene del Collado de Altea, es el mismo PR que hemos abandonado esta mañana. Dejamos atrás este hermoso rincón cerrado entre riscos y paredes, y con la mágica visión de las crestas del Bérnia avanzamos hacia el Forat.

A media altura y casi en horizontal, el sendero nos pasea junto a las paredes manteniendo nuestra atención, ya que junto a ellas hay un precioso ejemplar de tejo,  y sobre él una oquedad o abrigo junto a una elevada hiedra, en donde según la leyenda está recluida la Reina Mora.


Alcanzamos la peana informativa junto a la ceñida boca del Forat, angosto túnel excavado por el que pasamos de la cara norte a la sur. Resulta simpático el corto trayecto que tenemos que atravesar agachados y arrastrándonos por la estrecha galería, a veces es mejor quitarnos la mochila.


Luego se ensancha y recuperamos la verticalidad, el contraste desde la penumbra de la  cavidad a la luz del día, es apoteósico. Siempre hay gente en la gran boca de la cavidad sur, majestuoso mirador al Mediterráneo. Aunque hoy la bruma lo enmaraña. Decidimos almorzar en una de las grandes rocas.

Al pasar por el Forat el GPS se ha vuelto loco haciendo unos picos inauditos, de los que no hay que hacer caso. El Track de los senderos es correcto. Emprendemos el regreso, esta parte es nueva para nosotros. Por la izquierda de la gran cueva, mirando al mar,  buscar entre los palmitos, zarzas y carrascas, los trazos de una incipiente senda.

Es una senda perdedora por lo que hay que estar atentos al Track y algún esporádico punto rojo. En declive nos conduce cerca de las paredes, donde observamos la abertura natural de la gran cueva y la rigurosa verticalidad de las rocas, con furtivas miradas a la costa entre un mar de palmitos.

Poco a poco su trazo se va reafirmando y virando levemente a la derecha separándonos de la pétrea muralla. Entre la intrincada vegetación vemos un rebaño de cabras que pacen a sus anchas; los machos cabríos nos miran con recelo pero no rehúyen y nos mantienen la distancia.


Atravesamos una zona incomoda de torrentera con mucha piedra suelta, pero con maravillosas vistas a sierra Helada y al Morro de Toix. Dos mojones a modo de puerta nos ensamblan con una senda de suelo mucho más firme, que nos introduce en el bosque de pinos por un camino a la izquierda.

Pasamos junto a un corral abandonado siguiendo el ancho camino hacia el Este, que penetra en la finca donde está la Font de Rostoll, junto a una diminuta balsa pintada de azul celeste. Aquí se cierra el círculo de la ruta, y proseguimos por la derecha, tomando de nuevo el sendero marcado como PR.


Ahora es una gozada descender por esta senda, todo el horizonte lo acampara el mar y las altas montañas, de vez en cuando, miramos hacia atrás, la sierra está en primavera con las agrestes  crestas que hemos escrutado esta mañana. Como siempre, es mucho Bérnia. Hemos disfrutado de una grandiosa excursión.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=9530818
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO. (La Font de Rostoll está seca)
DISTANCIA: 8,8 KM.
TIEMPO: 04:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 907 M. (Sobre la Finestra)
ALTURA MÍNIMA: 375 M. (Depósitos de agua)
DESNIVEL POSITIVO: 553 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 553 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

PENYA GROSSA, PENYA LA MINA Y LA OMBRÍA D’ALGAIAT.

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La Sierra del Algaiat se descubre como el paraje más bello del municipio de La Romana, que en su parte superior presenta grandes escarpes de incomparable belleza dentro de los límites municipales. Es zona de recarga del Sistema Acuífero de Quibas. En los estudios técnicos realizados se concluye que es el espacio natural del municipio de La Romana con mayor valoración ambiental. Se trata, además, de una sierra visible desde gran parte del Término Municipal y de la carretera de Algueña, por lo que constituye una zona de elevada vulnerabilidad paisajística. La sierra de Algaiat se extiende por los términos municipales de Hondón de las Nieves, Algueña, La Romana y Orihuela, en la provincia de Alicante a lo largo de 7 kilómetros, siendo sus cotas más altas la peña Grossa con una altura de 1.087 metros y la peña de la Mina con una altura de 1.053 metros. La Microrreserva Vegetal "Ombría de l'Algaiat" se declara por ORDEN de 13 de noviembre de 2002, de la Consellería de Medio Ambiente, por la que se declaran 11 microrreservas vegetales en la provincia de Alicante. DOGV Nº 4390 de 02.12.2002. La extensa sierra de Algayat, abarca en su cumbre varios montículos, todos ellos bautizados por los vecinos oriundos del lugar. La Peña de la Mina”, es uno de los símbolos que más definen a estas tierras. Es imposible ser de Algayat y no haberse deleitado con esos tranquilos paseos por sus montes, respirando el cálido aroma de pinos, hiedras o carrascas. Una gran zona con una gran flora, donde destaca, en el camino de ascenso a la “Cova Rotja”, la fragancia en verano de lavanda, romero y tomillo. Todo esto unido a la tranquilidad de este enclave romanense, hacen al peregrino estar más próximo del paraíso soñado. Aunque toda la sierra es conocida por este nombre, realmente su ubicación la podremos situar en la parte que más sobresale de la amplía montaña y donde se encuentran sobre poniente la inmensa “Cova Roja” y en levante la “Cova Negra”. En este lugar también se encuentra una fuente conocida como la del Teniente.
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 hacia Aspe, antes de entrar en la población girar a la izquierda por la CV-846, continuar durante 8 km. hasta la rotonda, tomar 4ª salida por la CV-840 hasta La Romana, en la rotonda continuar hacia Algueña, antes de la población y de la báscula de pesaje de camiones, girar a la izquierda por un camino asfaltado que nos lleva las casas de la Herrada, en el cruce con la carretera que viene de El Cantón. Hay poste informativo del PR-CV 339. Girar a la izquierda por el camino, cuando se acaba el asfalto hay un rellano para aparcar.
ITINERARIO: BARRANCO DEL FRAILE / SALIDA DEL BARRANCO / PENYA GROSSA / CRESTAS / DERECHA / IZQUIERDA / PENYA LA MINA / COLLADO BAJADA / CAMINO / BANCALES / SALTAR VALLAS / PARTE ALTA SIN SENDA / RODEAR PENYA DEL ALTAR / INICIO.
COMPONENTES: VICENTE Y PATRO.

LA RUTA: Hacer una ruta circular a la Serra d’Algaiat siempre ha estado en nuestras mentes. Por casualidad encontré un Track que lo hacía, el título era equivoco, “Algueña-El Cantón” pero plasmado en el mapa correcto. Tan solo una pega, ni una sola palabra en el comentario, “peligro”.

Ya hemos tenido alguna sorpresa con Traks sin comentarios. Esta vez ha sido saltar dos veces la valla de una finca. No lo decimos por nosotros que estamos curtidos en mil batallas, si no por gente menos experta  a la que le puedes amargar el día. No cuesta nada dar cuatro referencias del recorrido.

Iniciamos desde el aparcamiento al principio del Barranco del Fraile. Tenemos una temperatura agradable y no hará mucho calor. Patro no conocía este tramo de la ruta, ya que siempre había subido por La Canalosa o La Romana. El trayecto por la cuerda de la sierra es muy recomendable; también se pueden utilizar dos vehículos. Esperamos conseguir la circular.

El Barranco del Fraile surca la sierra abriéndose paso entre la Penya del Altar por un lado, y por el otro, el Alto de la Herrada y la Peña del Sol. En su parte ancha todavía quedan restos de bancales que en su día recogían las aguas torrenciales en las lluvias, actualmente están en abandono.

Su cauce enseguida se vuelve angosto y sinuoso con un fuerte nivel de subida. Una apretada vegetación de arbustos y matorral alto lo en maraña desde el comienzo, haciendo que su tránsito sea lento, esquivando ramas y rocas, pero sumamente atractivo por su verdor y colorido en esta primavera.

Volviendo la vista atrás y antes de quedar encajonados, vislumbramos la cercana y faraónica cantera de El Coto, con cientos de bloques de mármol esperando ser transportados. Por delante el intrincado paso entre la cerrada vegetación que se complica cuando hay pequeños tramos de pedregosa torrentera.


Lentamente vamos tomando altura, y volviendo la cabeza, distinguimos en la solana parte del pueblo de Algueña, o de la Cantera del Coto, dependiendo para qué lado se contorsiona el barranco. Poco a poco se va abriendo el cauce y la vegetación merma considerablemente pasando a ser matorral de ladera.

Pronto, las marcas del PR nos indican una salida del barranco por la izquierda, la ladera se redondea formando parte de una gran loma. El desnivel sigue siendo acentuado y continuo; la senda busca la parte alta de la loma. En la otra vertiente el rocoso Alto de la Herrada se va quedando atrás.

Alcanzado en cordal  tenemos preciosas vistas a ambas vertientes. La Cantera y Algueña con un golpe de vista, y en el otro lado, la Pila y su característica silueta con dos cumbres.  El sendero se estabiliza y toma clara dirección hacia la cumbre. Por delante nos preceden tres personas y por detrás nos persigue un nutrido pelotón.


Llegamos al collado, balizado con un poste con paletas informativas, indicando 4 minutos para la cumbre que tenemos en la siguiente loma. Aunque la Vega Baja está cubierta de espesa bruma, por delante tenemos la bonita sierra del Cantón, arañada por varias catas de mármol que la amenazan.


Cumbre de la Penya Grossa (1.087 m.) es la máxima altura de esta pequeña y alargada sierra. Marcada por una piqueta metálica con una plaquita que indica 1.100 m., dato erróneo, según todos los mapas consultados. Buenas vistas a la sierra de Crevillente  y la cantera, con el blanco-marfil que tanto vende a costa de la sierra.

Aquí termina el PR-CV 339, a partir de ahora debemos estar atentos a esporádicos mojones que nos guiarán en las bajadas y subidas por toda la cresta de la sierra. El día sigue sin aclararse pero al menos no hace calor. De frente comenzamos a descender del gran cabezo que forma la Penya Grossa.


Empezamos a tener vistas de los cortados y espolones que configuran el cordal de la montaña. Entre rocosos miradores contemplamos el cuidado y diminuto valle, con el perfil del Cerro Agudo como barrera, y por detrás, la Sierra de Callosa y la de Orihuela flotando entre la espesa bruma.

Conversamos con las tres personas que nos precedían, se van a quedar a almorzar en una pequeña cueva que hay sobre otra gran cueva roja. Poco después vemos que el gran pelotón les alcanza también. Nosotros por la derecha, cerca de los cortados, dejamos atrás otro espolón rocoso.


Marchamos por un lomo de cresta sin grandes desniveles, siempre buscando el mejor paso, para luego comenzar a remontar una zona más quebrada. El Cerro Agudo nos parece más cercano y hacia atrás vemos las olas montañosas que hemos recorrido, con el pelotón en una de ellas.

De nuevo un tramo con pocas oscilaciones que nos hace avanzar con destreza. Tenemos grandes vistas a la distancia recorrida, con la Penya Grossa al final del todo; por delante el trazado que nos queda hasta la siguiente cima, y que paulatinamente comienza a tomar altura.

Hemos perdido de vista al grupo montañero que nos perseguía y tirando de zoom con la cámara tenemos a tiro el próximo punto geodésico. Aceleramos la marcha para coger un buen sitio para el almuerzo. La cima es bastante reducida y puntiaguda, y los que vienen son legión.


Penya de la Mina (1.053 m.), segunda elevación de la serra d’Algaiat y la más visitada de ellas. Su cumbre, encima de su gran joroba, es muy visible en la lejanía. Junto a su vértice geodésico hay una diminuta plaquita de acero inoxidable con su nombre y altitud, que en 1990 los montañeros de Elche colocaron en todas las cumbres de la provincia que superaban los 1.000 m.

Cuando estamos concluyendo con el té y las pastas, llega el grupo. Son de Crevillente, han llegado en autobús a Algueña y les recogerá en La Canalosa. Nos damos un poco de tiempo saboreando la cima mientras ellos bajan. Luego de contemplar toda la cuerda de la sierra iniciamos el descenso.


Es un fuerte desnivel negativo por senda inestable, mejor hacerlo por la izquierda pegados a las paredes. Cuando el desnivel se amortigua, seguir rodeando el tremendo espolón junto a las rocas hasta alcanzar el collado, donde podemos comprobar su grandiosidad casi agresiva.

En el collado, hay un poste balizado donde se unen el PR-CV 281 que por la Serra de la Cava viene desde La Canalosa, y el PR-CV 399 que por la umbría viene desde La Romana. Nosotros debemos proseguir por la umbría siguiendo durante un corto tramo las marcas del PR-CV 399.


Comenzamos un nuevo descenso por el remozado sendero, antaño había que tener agallas para remontar las pedregosas torrenteras hasta el collado. Sin perder de vista los rocosos contrafuertes vamos rodeando el espolón hasta unos bancales de almendros, donde dejamos el PR por la izquierda.

Cesamos de perder altura y conectamos con un camino de tierra que nos transita paralelo a la sierra de la que vamos observando sus paredones primero, y luego la ondulada cresta por la que hemos caminado antes. Abandonamos el camino para marchar por los bancales, algo más incómodos.

Se trata de no perder altura siguiendo el contorno de la sierra, para ello utilizamos trozos de camino, empalmando con cortos senderos y siempre para atajar, cruzar bancales, sobre todo de almendros. Debido  a los cambios tenemos que estar muy pendientes del Track del GPS.

Los contornos de la sierra van cambiando a medida que avanzamos, rebasamos algunas ramblas, y de las ondulaciones pasamos a fuertes roquedos y contrafuertes. Bordeamos apartadas casas de campo y antiguos pozos para abrevar el ganado, y por supuesto más bancales.

Entre bancales, arribanos a un punto donde una valla de alambre de espinos nos corta el paso. Indagamos pero el GPS dice que hay que saltar. La valla sigue perpendicular sierra arriba. Por una piqueta reforzada junto a un margen saltamos, y en unos 200 m. tenemos que hacerlo otra vez para salir de la finca.

En la valla hay huellas de haber sido traspasada varias veces, pero quizás lo correcto hubiera sido rodearla. Proseguimos  adelante con vistas a la Cantera otra vez, y a los últimos peñascos de la sierra. Cerca de unas catas de mármol dejamos el último camino para comenzar a ganar altura en la loma.


Pero aquí ya no hay senderos, ni trazas ni rastros de animales. Entre los pinos y el matorral,  ir dando la vuelta a la loma. Superado un enclave rocoso, ya en la otra vertiente, parece estar un poco más claro. Comienza una fuerte bajada con los rastros de una senda perdedora, con algunos puntos de color calabaza.

Terminamos la bajada junto a unas catas de mármol pintadas de un verde desvaído en el cauce del Barranc Fort. Lo cruzamos y entre bancales llegamos al inicio de la ruta. Hemos conseguido la ruta circular. Pero no estamos contentos del todo. El salto de la valla nos ha decepcionado, y el duro tramo final sin senda, se puede mejorar.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/edit.do?event=group&id=9593897
RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 16,10 KM.
TIEMPO: 06:15 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.087 M. (Penya Grossa)
ALTURA MÍNIMA: 575 M. (Barranco del Fraile)
DESNIVEL POSITIVO: 750 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 750 M.
DIFICULTAD:ALTA (En el regreso por la umbría hay que manejar bien el GPS, no hay una senda definida, y a media ladera la dificultad aumenta y nos tocó saltar dos vallas. En la primera parte la dificultad es moderada, para gente habituada a transitar por las crestas. No hay ningún paso complicado.)


CASTILLO DE LA ASOMADA DESDE LAS CUEVAS DEL CIGARRÓN.

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El castillo de la Asomada inscribe su planta en un rectángulo cuyas dimensiones son de 65,5 m en sentido este-oeste y 48 m en sentido norte-sur. Adaptado a la cima del monte, es una sólida estructura cuyos muros están defendidos por torres, distribuyéndose tres de éstas en cada lado, y presentando torreones dobles en las esquinas, con el característico sistema defensivo de ángulo entrante en lugar del más común de colocar una torre en cada ángulo de la planta. Todos estos cubos desempeñan también una labor arquitectónica en el edificio, a modo de contrafuertes, para dar estabilidad a los muros. Su interior se dispone en torno a un gran patio central que presenta, en sus lados este y oeste, sendos cuerpos rectangulares quizá destinados a diferentes dependencias o estancias. El conjunto fue construido con un sólido tapial de argamasa cuya calidad ha conseguido que aún los muros presenten un buen estado de conservación. Lo más destacable de toda la obra es que sus alzados se sitúan a una cota homogénea en todo el conjunto, con muros claramente inacabados, por lo que todo indica que la única parte de la fortaleza que fue construida corresponde a la nivelación del edificio. El castillo de la Asomada se encuentra en el término municipal de Murcia, enclavado en un estratégico lugar: una gran elevación montañosa conocida como Cabezo del Puerto que se yergue 532 m sobre el nivel del mar, a cuyos pies se sitúa el Puerto de la Cadena, uno de los pasos montañosos que, desde tiempos remotos, conectan el Campo de Cartagena y la Huerta de Murcia. La construcción de la fortaleza estuvo directamente relacionada con el control de este paso. Hoy día sus muros continúan caracterizando el paisaje, que contemplan cada día miles de personas que circulan por la actual autovía que une las ciudades de Cartagena y Murcia (N-301). El acceso actual al castillo se realiza desde la mencionada carretera, a la altura del kilómetro 407. Allí parte un camino carretero por el cual, transcurridos unos dos kilómetros, surge un desvío a la derecha que conduce, tras unos 700 metros, a los pies del Cabezo del Puerto. Comienza entonces un duro camino a pie hasta la cima. Se ha de tener en cuenta que toda el área se encuentra en el interior del Parque Regional El Valle y Carrascoy. El edificio tiene sus orígenes en época islámica, probablemente en torno al siglo XII, en el periodo de máximo esplendor de la taifa de Murcia, quizá en el mismo momento en el que se construyen dos edificaciones de menor entidad asociadas a éste que existen a sus pies: el Portazgo Inferior y el Superior. Su construcción respondía claramente al control del espacio y las comunicaciones entre la costa del reino y el interior, vigilando perfectamente la importante vía que conecta las ciudades de Cartagena y Murcia. No obstante, la obra no se terminó, por lo que podría relacionarse su construcción con el periodo mardanisí y la resistencia del Islam murciano frente a los invasores almohades. La fortaleza se encuentra catalogada como Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 – A-7 hasta Murcia capital, tomar la A-30 MURCIA/CARTAGENA, salida por la nº 150 LA PALOMA/NONDUERMAS/MERCA MURCIA, en la rotonda continuar por la vía de servicio hasta el Área Recreativa del Portazgo, hay sitio para aparcar.
ITINERARIO:ÁREA RECREATIVA / CAÑO DEL AGUA / IZQ. DEJAR PR / DCHA. SUBIDA / CASTILLO DE LA ASOMADA / COLLADO MOSQUERAS / CAMINO DCHA. / ZIGZAG / PUERTA / CORDEL DE LOS VALENCIANOS / CENTRO EQUITACIÓN / RAMBLA / ÁREA RECREATIVA.
COMPONENTES:VICENTE.

LA RUTA: Una ruta más dentro de Parque Regional Carrascoy y el Valle. Hace tiempo hicimos otra, que incluía el Castillo de la Asomada desde el Centro de Visitantes de La Alberca. La de hoy es más sencilla pero también circular, utilizaremos en parte el PR-MU 54 y el regreso lo haremos por caminos desde el Collado Mosqueras.

Iniciamos desde el Área Recreativa del Portazgo, solitaria y tranquila a estas horas, solo dos corredores de montaña nos preceden. Será un buen día soleado. La primera visión es para el Cabezo del Puerto, con sus laderas de apretado pinar y en su cúspide las ruinas del Castillo de la Asomada.

El sendero deja atrás el Área Recreativa, para conectar con la Rambla del Puerto entre carrizos y cañaveral, cerca de la Fuente del Caño del Agua, que cruzamos para entrar en la umbría de la ladera del bosque de pinos, curiosamente con muchos espigados ejemplares de ciprés.


Marchamos paralelos y no muy alejados de la autovía a Cartagena; resulta extraño el ruido del tráfico en un lugar tan bonito. Tomamos altura, y en la otra vertiente de la rambla, entre los pinos, distinguimos los restos del Castillo del Portazgo, y por delante la clásica forma cónica del Cabezo del Puerto.

Bajamos un poco para entrar de nuevo en la Rambla del Puerto y cruzar su pétreo lecho entre pequeñas charcas que regulan el flujo del agua. Salimos de ella para volver a cruzar unas decenas de metros después, un ramal mucho más estrecho entre pinos y vegetación de humedal.

Comienza un bonito trayecto entre el bosque de pinos, en donde vamos ganando altitud, superando cortas y empinadas rampas, zigzag y diversos lazos, que nos sitúan en la base del Cabezo. Veremos que las marcas del PR prosiguen por la derecha, por una trocha. No haremos caso y seguimos de frente pese a la “X”.


La senda sigue rodeando el Cabezo casi sin perder altura hasta que baja un poco, cerca del cauce, para remontar y 
llegar a un cruce de senderos en la otra vertiente, en la solana. Abajo veremos antiguas casas de peones camineros que están reformando y la autovía, que una vez rebasado el puerto, entra en los campos de Cartagena.

Llegados a este punto, junto a una acequia inutilizada; hacemos un giro a la derecha y afrontamos la subida de la sierra con un nivel moderado. El bosque de pinos se va despejando y tenemos más vistas a las antenas del Relojero (608 m.), que sobresalen entre las onduladas colinas masificadas de pinar.

La cuesta hace una revuelta y nos deja a la vista los impresionantes muros donde se asentaban los lienzos de muralla y sus torreones. Llegamos hasta la construcción y la rodeamos por su flanco derecho, donde al final del mismo se puede acceder al  interior del recinto sin dificultad alguna.

Cabezo del Puerto (528 m.) Del Castillo de la Asomada, solo quedan los restos de la base de las murallas de un espesor considerable. Sus antepasados andalusíes fueron levantados en época omeya a modo de caravansares y como base del sistema postal del estado, al tiempo que representaban al estado musulmán en los medios rurales. 

El castillo de la Asomada hubo de ser construido hacia mediados del siglo XII. La presencia de las torres de esquina, en una inconfundible disposición arquitectónica, puede indicar la fecha de fundación en esta época. Manzano Martínez precisa que este elemento parece ser típicamente local.

Tras unas extensas miradas a Los Filos (1.064 m.) en la sierra de Carrascoy, al Relojero (608 m.) en el Valle y a Murcia capital, iniciamos el descenso. Lo hacemos de frente, mirando al campo de Cartagena y hacia el oeste, para encontrar las marcas del PR  y seguirlas hasta  el Collado Mosqueras.

En el rellano, dejamos las marcas del PR que bajan por la derecha. Nosotros proseguimos de frente por encima de la loma, o más a la izquierda por la ancha pista de tierra, que poco después se unen. Hacia atrás dejamos el cerro del Castillo de la Asomada que se yergue entre el pinar.


Al llegar al cruce de pistas seguimos por la derecha. Comienza un largo recorrido con suave desnivel junto a la profunda Rambla del Cigarrón, en cuyo cauce vemos un coche ruedas arriba. Bonita vista a la Panocha, para luego culminar el desnivel, bajando cuatro impresionantes lazos que hace el camino, muy concurrido por ciclistas.


Viene un bonito tramo con mucha vegetación y rincones con rocas o taludes de tierra de vivos colores rojizos, morados y ocres, con una derruida pared a modo de puerta o bocamina. Caminamos por lecho de la rambla hasta salir por una puerta que da acceso al paraje. Ahora el camino es asfaltado.

Pasamos por una hilera de chalets o casas de campo hasta conectar con el camino del Cordel de los Valencianos, también asfaltado, y que seguimos por la derecha. Estamos en campo abierto y de nuevo tenemos delante la inconfundible silueta del Cabezo del Puerto por otra vertiente.


Nos separamos un poco del camino por la izquierda, para entrar en la Finca de la Yeguada Lo Pertiguero. Paseamos por los campos de entrenamiento donde están dando clases de salto de obstáculos, curioseamos por los establos y rediles donde tienen sueltos los caballos, para salir por el otro lado.

Transitamos paralelos al vallado de la finca hasta llegar a la Rambla del Puerto. Por una senda con apretado matorral cruzamos el cauce y subimos por el verde túnel vegetal que forma una higuera hasta el Área Recreativa, donde finalizamos esta sencilla y bonita excursión.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/edit.do?event=companions&id=9666349
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,2 KM.  
TIEMPO: 03:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 528 M. (Cabezo del Puerto)
ALTURA MÍNIMA: 219 M. (Área Recreativa del Portazgo)
DESNIVEL POSITIVO: 520 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 520 M.

DIFICULTAD:BAJA.

DESDE BENIARRÉS, EL BENICADELL PER EL REGALL

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Beniarrés, Benafarrez, Benarraes, Benarés, Beniarraez... así ha sido y es conocido el lugar asentado en una pequeña colina a la entrada de la Vall de Perputxent, al que cruza el río Serpis. La presencia humana se desarrolla en estas tierras desde la Prehistoria, siendo la Cova de l'Or el símbolo más emblemático; pero es a partir del 5 de abril de 1259 cuando aparece la primera documentación escrita, constando la existencia de una torre defensiva y alrededor de la misma unas pocas casas. Aunque geográficamente pertenece a la Vall de Perputxent, se encuentra bajo el dominio del Señor de Planes. En 1273, Dª Teresa Gil de Vidaura, señora de Planes y Travadell, vende la alquería de Beniraehç a Ramón de Riusec, señor de Perputxent. Al poco tiempo, ya incorporado al Valle, concretamente el 25 de abril de 1275, se otorga una Carta Puebla a diez moradores cristianos. Ese mismo año, Beniarrés pasa a manos de Arnaldo de Romaní, y poco más tarde a su hijo de igual nombre perteneciente la Orden de San Juan del Hospital. El 17 de julio de 1317, al crearse la Orden Militar de Nuestra Señora de Montesa absorbiendo los bienes de la de San Juan del Hospital y la del Temple, Beniarrés queda incorporado a ella, tomando posesión del Valle el 1 de marzo de 1320. Bajo su tutela estará hasta la disolución de los señoríos a mediados del XIX. Apenas 100 años después de la primera carta Puebla de 1275, ya no quedaban cristianos en Beniarrés y todos sus habitantes eran moriscos que continuaron cultivando los campos y cuidando de sus ganados hasta su expulsión en 1609. A partir de ese momento se repuebla, no sin dificultad, con familias venidas de la Huerta de Alicante, de los Valles de Albaida, Onteniente, Guadalest y de los lugares vecinos. Muchas son las vicisitudes históricas y los problemas derivados de la climatología y el cultivo de la tierra, ya que ésta en su mayoría es de secano, produciéndose trigo, uva, aceitunas, almendras y hojas de morera, las cuales sirvieron como base para una floreciente industria de la seda hasta el siglo XIX. Fue en 1748, como consecuencia de los terremotos cuando se dio la providencial devoción de Frey Joseph Vilaplana quien supo inculcar a todos los habitantes de este pueblo la devoción a la Virgen de la Cueva Santa, nombrándola Patrona y Protectora del Lugar. Con la decadencia de la industria de la seda en el XIX, los vecinos de Beniarrés potencian el cultivo del olivo con la construcción de enormes terrazas de piedra en las laderas de las montañas, llegando a alcanzar gran fama la calidad de su aceite. Con la venida del ferrocarril, de la luz eléctrica y el telégrafo se propicia un resurgir de cara a la modernidad que empuja imparable el devenir de Beniarrés. Gran impacto tuvo la construcción del Pantano de Beniarrés en los años centrales del siglo XX que atrajo a muchas familias venidas de otros lugares a residir en la localidad. Aunque importante todavía, la agricultura pasa a un segundo lugar y sus habitantes optan por nuevos medios de ganarse la vida para poder afrontar el futuro.
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia, Salida 691 en la rotonda elevada Universidad/San Vicente del Raspeig, tomar dirección Alcoy, una vez pasados los túneles de la Font Roja, continuar hasta la salida 802, Muro de Alcoy/Benimarfull/L’Alqueria d’Asnar, continuar por la CV-700 a Muro de Alcoy, en el primer semáforo, torcer a la derecha por la CV-705 hacia Gaianes y llegar a Beniarrés. Aparcar en la Plaza del Dr. Fleming.
ITINERARIO: BENIARRÉS / ANTENAS / INICIO BARRANCO / INICIO PEDRERA / COLLADO-1 / COLLADO-2 / BENICADELL / CRUCE BENIATJAR / NEVERA / COLLADO GAIANES / COVA NEGRA / CRUCE IZQ. / FONT BARRANC DEL PORT / BENIARRÉS.
COMPONENTES: VICENTE, JULIÁN Y PATRO.

LA RUTA: El Benicadell es una de las montañas más bonitas de la provincia, no tiene la plasticidad de Bérnia, pero a cambio posee un catálogo de mil caras, dependiendo desde donde se mire. Su cara más recia y agreste se contempla desde la Canal, abrupto pasillo con fuerte desnivel entre portentosas paredes verticales.

Es el tercer año consecutivo que vamos a subir el Benicadell por la Canal, siempre desde distintos puntos, Ráfol de Salem, Beniatjar y hoy Beniarrés. También cambiaremos el regreso, que haremos por su vertiente sur. Hace un precioso día de primavera y el pueblo está tranquilo a estas horas.

Iniciamos desde la plaza, saliendo enseguida a campo abierto con la primera imagen de nuestro objetivo: el Benicadell. En el otro lado, por encima de las casas del pueblo, tenemos la Sierra Mariola culminada por el Montcabrer. Un nativo se interesa por nuestra ruta y cuenta que su abuelo lo subió en burro.

Entre almendros vamos dejando el pueblo atrás por el camino asfaltado de Salem. Sobresalen la cúpula y la torre de la iglesia de San Pedro, la ermita del Santísimo Cristo, y  las peladas lomas de la Sierra de Almudaina.  Por delante la imagen del Benicadell acapara toda nuestra atención.


El camino serpentea tomando altura en una cuidada zona abancalada con terrazas de  almendros y vetustos olivos, entre muros de piedra seca en un lado y en el otro, con grandes rocas alineadas formando recuadros. Alcanzamos las inevitables antenas, al menos están fuera del entorno de la montaña.


La nítida visión de la sierra es de una belleza seductora, con la Canal rasgándola de este a oeste. Al llegar a un poste de madera con una paleta informativa: “BENICADELL REGALL”, dejamos el asfalto por la izquierda por un camino de tierra que describe una gran curva en la ladera abancalada.

Poco después conectamos con el Barranc de la Bassa de Ciment, que nos conducirá hasta la base de la pedrera en el inicio de la Canal. Es un angosto y entretenido recorrido entre sendas que suben y bajan al cauce, cerca de las terrazas y entre abundante vegetación donde resaltan las floridas adelfas.


Poco antes de llegar oímos voces, y nos fijamos en el tremendo farallón rocoso que culmina en el Altet de la Carena, puerta de la Canal e inicio de la gran cresta del Benicadell. Dándole al zoom de la cámara, captamos a varios escaladores que, encordados, intentan progresar por el vertical pivote.

Salimos del barranco y enlazamos con la senda de la pedrera. Ahora viene lo bueno. El principio es duro y exigente por lo inestable del sendero, con mucha piedra suelta y erizado desnivel. La Canal no se ve, solo un herboso collado. Los bastones surten efecto dándonos estabilidad.


Mientras tomamos resuello, entre respiro y respiro, observamos a los escaladores en sus peripecias. Hacia abajo, la primavera nos obsequia con un manto amarillo de matorral florido; en los alrededores de la otra pared, el matorral, es distinto sin apenas flor y predominan las pequeñas sabinas.


Viene quizás el tramo más riguroso, pedrera pura y dura con acentuado desnivel. Es cuestión de asegurar los pasos y seguir una cadencia lenta pero constante, que nos permita avanzar sin retroceder. Las miradas al paisaje y al progreso de los escaladores son vitales para ir tomando aire.

Alcanzamos el primer collado. La visión de la montaña es de un atractivo impactante. Por la izquierda le vuelve a crecer hacia arriba otra muralla, y la Canal queda claramente definida, hendida por un tortuoso y seco cauce por donde en días de tormenta precipitará sus aguas torrenciales.

Tras repostar líquidos e hidratos de carbono saboreando bonitas miradas al Comptat, atacamos el segundo tramo de la Canal. Aparentemente más escarpado, y que se suaviza una vez iniciado. Debemos separarnos del cauce del torrente, mucho más pedregoso, buscando las sendas y firmes rampas de la derecha.

Poco a poco nuestro esforzado empeño va ganando desniveles y ya no nos parece tan inclinado. El estímulo de superar las cortas referencias que nos vamos imponiendo nos hace sonreír al ver la altura alcanzada. Mientras, en la cresta, los escaladores aseguran cuerdas para un paso complicado.

Sobrepasamos un grupo de pequeñas y delgadas carrascas donde termina la segunda pared y con ello la Canal, haciendo un pequeño rellano con grandiosas vistas. En este segundo collado el paisaje lo inunda todo. Es un sitio encantador con Beniarrés y su pantano a nuestros pies.

En el siguiente tramo el desnivel es menos exigente, y la estrecha senda discurre pegada a las altas y pétreas paredes que configuran las crestas donde está situado el punto geodésico. Desde el collado, la sensación es de una senda inestable y desprotegida. Todo lo contrario. Técnica y físicamente es de sencillo tránsito.

Llegamos al pouet, y a la higuera junto a la casa derruida, donde dejamos los bastones y las mochilas para atacar la cumbre. Este es un punto muy concurrido donde confluyen todas las rutas, de la solana, de la umbría y la Canal. Solo con las cámaras nuestros cuerpos parecen levitar.


Cumbre del Benicadell (1.104 m.) maravillosas vistas desde su impresionante cresta, que separa las provincias de Valencia y Alicante. Regresamos al mirador para buscar un sitio aireado donde dar buena cuenta de nuestro merecido almuerzo, con singulares miradas al amplio valle.

Desde la higuera comenzamos el descenso siguiendo las marcas del PR. En esta posición vemos en el serpenteante sendero diversos grupos de gente que está subiendo, y con los que nos cruzaremos. Más tarde dejaremos por la derecha el PR-CV 223 que da acceso a los pueblos valencianos de la umbría.

Proseguimos, haciendo una leve subida y desviarnos por la izquierda para alcanzar la Nevera del Benicadell (1.025 m.) Su fuerte estructura le ha permitido mantener intacta su cúpula y sus ventanas, pese a estar invadidas, también en su foso, por plantas trepadoras. Regresamos al sendero.


Con el PR-CV186, ganamos el collado de Gaianes, y por la izquierda tomamos la variante que  desciende a esta población por la solana, que es la vertiente alicantina. La vegetación cambia por completo, abundan más la coscoja y el esparto. Pasamos muy cerca de la alargada boca de la Cova Negra.

Es un descenso rápido por un sendero que zigzaguea la ladera buscando el mejor paso; tomamos precauciones en los tramos con piedra suelta. En los altos espolones todavía vemos gente en la cumbre. Por la izquierda nos acerca la base de las paredes para luego bajar directamente.

Las paredes se quedan atrás a medida que nos acercamos a Gaianes. Tras cruzar un ramblizo y un trecho más pedregoso, enlazamos con un camino de herradura con un poste informativo del PR que sigue por la derecha. Nosotros debemos continuar por la izquierda, sin marcas ni referencias.

Este camino continúa en ligero ascenso paralelo a las paredes de la sierra, en las que vamos escudriñando todos sus recovecos y cárcavas hasta alcanzar un pequeño rellano entre pinos, donde hacemos una corta “V” para esquivar una valla, y entre bancales conectar con un camino de cemento.

El estrecho camino culebrea con un desnivel moderado entre bancales y terrazas en producción, mayormente de olivos; teniendo siempre al frente la vista completa y cercana del pueblo de Beniarrés. Cuando el desnivel comienza a estabilizarse enlazamos con el Camí del Barranc del Port.


Más adelante, por la izquierda entramos en la Font del Barranc del Port, pequeña y sombreada área recreativa con varios caños de fresca agua donde nos refrescamos. También hay una especie de nicho enrejado, con una imagen, velas encendidas y flores frescas en tarros con agua.


Con la abrupta imagen del Benicadell a nuestras espaldas entramos callejeando a Beniarrés, dando por concluida esta espectacular ruta. Tomamos unas cervezas en la plaza de la iglesia, pero tenemos que rodearla para poder fotografiar su mediterránea cúpula azul y blanca.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9730688
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (La Font del Barranc Port, al final de recorrido)
DISTANCIA: 12,1 KM.
TIEMPO: 05:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.104 M. (Benicadell)
ALTURA MÍNIMA: 390 M. (Beniarrés)
DESNIVEL POSITIVO: 765 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 765 M.
DIFICULTAD: ALTA.

ALT DEL BUBO, SENDA DEL PASTOR Y ALT DEL CHARCO.

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Muy conocidos en Castalla son los Hornos de Yeso y Cal situados en la Sierra de la Argüeña, estos son construcciones donde antaño se cocía la piedra para obtener el yeso y la cal. Se identifican por los restos de unas estructuras cilíndricas, hechas de mampostería revocada, que se solían construir insertándolas en un margen o vertiente, lado por donde presentan una abertura que era la boca del horno. Para cargar el horno las piedras eran colocadas en forma de cono, cerrando cada hilada un poco más. Terminada la bóveda se prendía fuego con matojos y leña, comenzando de este modo la cocción. El proceso duraba entre 8 a 12 horas en las yeseras, mientras que en las caleras se prolongaba hasta unos cuatro días, durante los cuales los “quemadores” se relevaban para vigilar y alimentar el fuego de la caldera. Una vez cocida la piedra, o sea, al “esclatar”, se retiraba del horno y, en espuertas, se llevaba a la era cercana, donde era molturada por un rulo que arrastraba una caballería. Estos hornos, aunque humildes, son bellos exponentes de nuestra arquitectura rural tradicional, patrimonio colectivo que debemos conocer y preservar. La “Foia” de Castalla es un ancho valle u hoya orientada hacia el Sureste de la península y rodeada por bloques montañosos destacables dentro de las sierras subéticas que ocupan el norte e interior de la provincia de Alicante. El término de Castalla ocupa las sierras del Oeste y Suroeste de la “Foia”, siendo éstas: Sierra de la Argüeña (1.228 m.), Sierra de Castalla (1.175 m.), y el Norte de la Sierra del Maigmó (1.296 m.) Las sierras que están al Este, Norte y Noroeste de la “Foia” pertenecen a los términos de Tibi, Ibi, Onil y Biar, y sus alturas son: El Reconco (1.206 m.), Cenarosa (1.210 m.), Menejador (1.352 m.) y “Penya Rotja” (1.226 m.) Más de la mitad del término municipal de Castalla es zona forestal muy densamente poblada e indicada para actividades de turismo activo. El senderismo o el cicloturismo son algunas de las opciones para estar en contacto con la naturaleza. Cabe destacar en todas estas sierras, la importante cobertura vegetal, sobre todo en las umbrías, predominando el bosque de pino carrasco y plantas aromáticas como el tomillo, romero, “pebrella” y el rabo de gato. El aroma de sus valles y la panorámica existente, invitan a adentrarse por algunas de sus sendas y caminos hasta el “Balcón de Alicante” en la sierra del Maigmó, o bien al paraje del Xorret de Catí, que cuenta con un área recreativa y que dispone de diferentes alojamientos y servicios para el disfrute de la naturaleza. Los amantes al deporte de aventura pueden disfrutar en el “Campament de Fontés”, un albergue juvenil muy próximo a la Sierra del Maigmó y enclavado en el paraje de Fontés.
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 dirección Valencia, salida por la rotonda elevada UNIVERSIDAD/SAN VICENTE DEL RASPEIG, tomar dirección Alcoy y salir en CASTALLA/CV-815, tomar las rotondas en dirección al pueblo y buscar el Camí dels  Algepsars, seguir el camino con marcas de GR (blancas y rojas) hasta el Corral Roig y los Pozos de Cal.
ITINERARIO: CORRAL ROIG / MAS DE LITERO / PEÑAS DE LITERO / PI Y MAS DE L’ANGEL / CORTAFUEGOS / CRUCE AL BUBO / ALT DEL BUBO / CRUCE AL BUBO / SENDA DEL PASTOR / ALT DEL CHARCO / COLLADO DEL CHARCO / MAS DE CANTALAES / CORRAL ROIG.
COMPONENTES:VICENTE Y SANTI.


LA RUTA: Hoy parece que el calor nos da una pequeña tregua y Santi quiere probar su estado de forma. Hemos elegido una entretenida ruta que recorre una estrecha franja entre las Peñas del Litero y la Sierra de la Argüeña por un lado, y Las Peñas del Soldado y el Despeñador, por el otro.

El día está tapado aunque hay pocas posibilidades de lluvia, pero nos acortará las vistas al paisaje. Antes de iniciar contemplamos los derruidos pozos de cal, la mayoría de las estructuras están en un estado lamentable, también el Corral Roig, del que quedan cuatro paredes sin techumbre.

Salimos por la derecha, por el Camino de Petrel (GR-7) teniendo enfrente las Peñas de Litero ocultas en la bruma. Cogemos un pequeño atajo que acorta un poco el camino. Entre el ramaje de los pinos tenemos una borrosa vista de Castalla, su castillo y la Sierra de Onil con amenazantes nubes.

Poco a poco vamos entrando en un precioso rincón abancalado donde está ubicado el Mas de Litero, bajo las Peñas del mismo nombre, y actualmente en estado de abandono con sus campos yermos. Proseguimos adelante por la vaguada que conforma la Peña de la Monja por la izquierda.

Añadir leyenda
Más tarde, encontramos por la izquierda el centenario Pí de l’Angel, y unos metros más adelante las ruinas de lo que fue el Mas de l’Angel. Continuamos por el Camino de Petrel durante unos 2,5 km, hasta llegar a una franja alargada y descampada como un cortafuegos en el paraje de las Umbrietas.

Al final de la franja nace una pista forestal por la izquierda, en donde abandonamos el camino y al GR-7 para girar al SE e iniciar el ascenso a la Lloma Grossa y desembocar en el cordal de la Sierra de Castalla. Una vez en este punto nos desviamos por la derecha para hacer nuestra primera cumbre de hoy.

Es un tramo de unos dos kilómetro ida y vuelta en los que alcanzamos el Alt del Bubo (1.075 m.) En la cima hay un gran mojón de piedras que separa los términos municipales de Castalla y Petrer. Las nubes apenas nos dejan ver la Sierra de La Argüeña y casi nada en las Peñas del Soldado. Aprovechamos para tomar unos hidratos de carbono.

Volvemos a la senda oficial y en una curva de la pista forestal por la derecha, marcada con mojones, conectamos con la Senda del Pastor. Preciosa y rápida senda que en días claros podemos tener preciosas miradas al Despeñador, Crestería del Frare, las Peñas del Soldado y el Valle de Puça.

La senda termina en la pista que enlaza el Despeñador con el GR-7. Cruzamos y seguimos por una senda que en pocos metros nos lleva al punto más elevado de la ruta de hoy, el Alt del Charco (1.107 m.) marcado con un minúsculo hito de piedras. Las vistas son a la Foia de Castalla y la Penya Migjorn.

Retomamos la pista y giramos a la izquierda dirección sur, bajando hasta un distribuidor en el Collado del Charco. Tomamos la pista de la izquierda y seguimos bajando unos 900 metros hasta que, también por la izquierda, encontramos un camino con una cadena a modo de cancela, que nos lleva al Mas de Cantalaes.

Situado en un lugar privilegiado está en estado de abandono. Unos metros antes de llegar a la casa giramos a derecha e iniciamos el descenso de la Rambla de Cantalaes, a través de lo que fueron sus campos de labor abancalados, justo hasta alcanzar una casita de aperos que por la pared posterior giramos a la izquierda.

Marchamos por una senda ascendente que conectará con el Camino de Petrel, cerca de donde hemos iniciado. Solo resta descender hasta los Pozos de Cal y el Corral Roig cerrando la ruta. Pese a no haber disfrutado del paisaje, ha sido una ruta muy agradable, pero pese a lo sencillo del recorrido, es aconsejable el GPS, si no se conoce el terreno.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=10700285
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,2 KM.
TIEMPO: 03:05 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.107 M. (Alt del Charco)
ALTURA MÍNIMA: 790 M. (Corral Roig)
DESNIVEL POSITIVO: 413 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 413 M.
DIFICULTAD:MODERADA


TRAVESÍA INTEGRAL DE SIERRA NEVADA (POSTERO ALTO – MIRADOR DE NIGÜELAS)

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El Espacio Natural Sierra Nevada, integrado por el parque nacional y natural del mismo nombre, impresiona por ser un extenso macizo montañoso con un relieve compacto y por tener la cima más alta de la Península Ibérica, el Mulhacén con 3.479 metros. Integrado en la cordillera Penibética se extiende desde el sudeste de Granada hasta el extremo occidental de Almería. Debido a su gran variedad paisajística y a poseer unos valores naturales exclusivos ha obtenido diversas figuras de protección. Además de ser Parque Natural y Parque Nacional, está reconocido internacionalmente como Reserva de la Biosfera. La climatología y la diferencia de altitudes han posibilitado que en su interior crezca un gran número de plantas, especialmente adaptadas a las difíciles condiciones. En la alta montaña, como en el Veleta o en el Tajo de los Machos, al refugio de roquedos y entre las grietas naturales de la roca, se puede disfrutar de la identificación de especies exclusivas como la violeta de Sierra Nevada o la estrella de las nieves. A esta altitud también se localizan hermosos valles de origen glaciar como el de Siete Lagunas. A media altitud dominan el paisaje los bosques de hoja caduca compuesto por robles melojos, arces, cerezos silvestres y castaños. Estos bosques cambian la fisonomía del paisaje a lo largo de las estaciones; durante el otoño comienzan a perder las hojas y son los colores ocres los que predominan; sin embargo, con la llegada de la primavera y el resurgir de los nuevos brotes, se instalan los verdes intensos. Ya en los pisos más bajos se encuentran encinares como los Montenegro y, por último, el bosque de ribera que acompaña el cauce de los ríos. Esta variedad vegetal y climática determina una gran riqueza fáunica. En la alta montaña se contempla el vuelo del acentor alpino, los roqueros solitarios o las chovas piquirrojas. Permaneciendo en silencio, entre las sombras del bosque de ribera, es posible que aparezcan el mirlo acuático, la oropéndola o el llamativo martín pescador. La majestuosa águila real, en cualquier momento, también puede surcar estos cielos. Al abrigo de la masa boscosa y del espeso matorral vive una amplia comunidad de mamíferos como el jabalí, el zorro, el tejón o la jineta. De entre todos ellos, sin duda, es la cabra montés, muy extendida por estas cordilleras, la que se puede contemplar desde el Valle del río Dílar o del barranco del Poqueira ascendiendo por las laderas y en lo alto de los roquedos. La comunidad de invertebrados también es representativa; existen muchas especies que son exclusivas de este entorno, entre ellas, más de veinte especies de mariposas y más de treinta de escarabajos. Tartessos, fenicios, griegos, cartagineses y romanos poblaron estos entornos, pero sin duda, fueron los árabes los que dejaron un importante legado, que aún perdura en la arquitectura y los sistemas de regadío, como las acequias. Respecto a la arquitectura, son llamativos los pueblos de la Alpujarra, caracterizados por sus casas blancas situadas en las laderas de las montañas, ventanas de pequeño tamaño, tejados planos, esbeltas chimeneas y porches denominados tinaos que cubren de lado a lado la calzada. Muy importante es la industria turística que se ha desarrollado en torno a esta zona. Los aficionados al esquí, el montañismo, la pesca o el senderismo encuentran aquí un adecuado lugar de ocio donde disfrutar en vacaciones.
CÓMO LLEGAR: Desde Jérez del Marquesado,  donde llegamos a media tarde, tenemos contratado por teléfono un taxi 4x4, en web del refugio hay referencias de tres de ellos; que nos sube hasta el Refugio de Postero Alto (1.900 m.), donde pasaremos la noche para iniciar al día siguiente nuestra Travesía Integral de Sierra Nevada.
ITINERARIO: REFUGIO POSTERO ALTO – MIRADOR DE LA RINCONADA DE NIGÜELAS. Por nuestras características físicas, somos “talluditos” pero en buena forma, hemos dividido la ruta en tres días y unas horas del cuarto día, para que nos diese tiempo a realizar el engranaje de transbordos hasta regresar a Jérez del Marquesado donde tenemos el coche.
COMPONENTES: VICENTE, PATRO Y PEPE.

Por su relativa cercanía, unos 300 km, Sierra Nevada siempre está en nuestro horizonte; durante años hemos realizado diversas rutas de dos días e incluso de uno con ida y vuelta incluida. Desde Postero Alto, Poqueira, Trevelez o Güejar Sierra, pero nunca hemos pasado de la Carihuela en adelante.

El año pasado la teníamos medio preparada pero una lesión en mi hombro izquierdo nos impidió realizarla y este año ya estamos aquí. Hemos seleccionado varios Tracks que Pepe se ha encargado de resumir en uno, dando opciones a pequeñas variaciones como el Paso de la Zeta, Senda elevada de la Caldera y el Paso de los Guías.

Estas tres variantes eran posibilidades con un plan B en caso de no poder realizarlas. En nuestra ruta ha prevalecido la opinión del grupo en todo momento. Hemos cumplido perfectamente las metas diarias que habían sido elegidas junto a diversas lagunas, ya que el aprovisionamiento de agua es vital en estas fechas.

El calor de este año ha derretido todos los neveros, tan solo ha quedado uno muy reducido cerca de la Carihuela, al ser mayormente agua estancada hemos usado pastillas potabilizadoras en todo momento. El consumo diario ha rondado los tres litros, portando en las mochilas una media de dos litros.

El peso acarreado en las mochilas con tiendas de campaña, cacharros para cocinar, comida, barritas, geles energéticos y ropa, ha oscilado entre los 12 kilos del primer día a las 10,5 del último. El buen tiempo nos ha acompañado, tan solo el segundo día hubieron ráfagas de aire, con temperaturas diurnas de 15º y nocturnas de hasta 5º.

Somos de los primeros en llegar al refugio Postero Alto. Nos paseamos y hacemos algunas fotos hasta la hora de la cena mientras va llegando gente, una familia con críos que se han subido la cena, Eduardo, un veterano montañero madrileño del Club Peña Lara, y cuatro sevillanos incluyendo una mujer, que harán prácticamente nuestro mismo recorrido. Abundante cena y un pequeño paseo antes de irnos a la cama.

22/08/2015 PRIMERA JORNADA
ITINERARIO: REFUGIO POSTERO ALTO – LAGUNAS DE CALDERETAS.

LA RUTA: Amanece. Tenemos el desayuno a las siete, después de nuestras abluciones nos da tiempo para unas fotos de la salida del sol. Copiosa ingestión de alimentos charlando con los sevillanos que también es su primera integral y, al revés que nosotros, no habían pasado de la Alcazaba.

Cargamos con las mochilas y tambaleantes  nos hacemos la foto de salida. El primero en iniciar ha sido Eduardo, que con mochila de ataque hará varios picos y volverá al refugio. Detrás vamos nosotros que enfilamos por la Loma de En medio; gran parte del recorrido de hoy lo conocemos, ya que una vez acampamos en la Laguna de Vacares.


Pronto el sol lo ilumina todo y nos vamos cruzando con las 
reses de ganado vacuno que pacen en la zona. Sin dejar de subir el sendero abandona la loma para desviarnos por la derecha en busca del Barranco del Alhorí; el paisaje cambia y el verde de los borreguiles mancha las laderas. El refugio queda hundido en el valle.

El hilo de agua del Arroyo Alhorí nos alegra la vista. Pese haberse derretido todos los neveros su caudal sigue siendo abundante; una vez alcanzado el cauce, sin cruzarlo, seguimos ascendiendo por la izquierda guiados por mojones de piedra. La cantinela del agua es música para nuestros oídos.

Alcanzamos el Nacimiento del Arroyo Alhorí, pequeño rellano rodeado de grandes peñascos entre los que brota el agua. Repostamos el liquido consumido y tomamos barritas e hidratos de carbono. Llega más gente que hacen excursiones más cercanas. Este es un lugar que las cabras conocen de sobra y se acercan sin reparos a por las migajas.

Continuamos por la derecha en suave ascenso para ir zigzagueando izquierda derecha, por la pelada ladera salvando las sucesivas lomas hasta encarar con un fuerte repecho, que nos dejará a la vista la cuerda de los tres miles, donde ya vemos moverse gente que va llegando de otros lugares.

Picón de Jérez (3.088 m.) aunque ya lo hemos subido otras veces hoy nuestro regocijo es mayor, será el primer tres mil de la ruta. Observaremos que en la mayoría de las cimas, no en todas, han sido levantados artísticos mojones de piedras de forma redonda o cuadrada que superan los dos metros de altura.

Esto nos anima y vamos a por nuestra segunda cumbre, Puntal de Juntillas (3.140 m.), aquí no llegó el artista y solo hay un cúmulo de piedras. Desde este punto vemos el Cerro Pelao (3.182 m.) que por la izquierda, más alejado, se queda fuera de la cuerda que continua virando a la derecha.


En los Cervatillos (3.113 m.) también nos sentamos sobre unas piedras para la foto. En la lejanía, el Cerro de los Machos, Veleta, Mulhacén y Alcazaba con sus tremendas moles van tomando posición. Alcanzamos el Puntal de los Cuartos (3.152 m.) nuestra máxima altitud de hoy.

Descendemos un poco para atravesar el Collado de los Escarpes (3.102 m.) intrincado paso entre enormes bloques de piedras semejante a un cataclismo recién ocurrido. Volvemos a elevarnos para llegar a la Atalaya o Pico Justicia (3.139 m.) con espectaculares vistas a la Alcazaba.

Bajamos al Collado de las Buitreras (2.992 m.) para volver a subir hasta la cima de Pico del Cuervo (3.145 m.), recorriendo los Prados del Cuervo con las impactantes miradas a la Alcazaba y el Mulhacén que forman una inexpugnable muralla montañosa de un reluciente gris metálico.

Proseguimos por las fluctuaciones del terreno llegando a la Cuneta de Vacares (2.968 m.), donde divisamos la misteriosa Laguna de Vacares, situada en una cubeta glaciar sin desagüe, sus aguas cambian de color según la luz del día. Recordamos una huracanada noche, que acampados en la cubeta, creíamos que saldríamos volando.

Desde este punto hasta la Alcazaba lo tenemos sin patear. Vamos a por nuestra última cima de hoy, Puntal de Vacares (3.143 m.) estrecho sendero que nos sube hasta un cúmulo de grandes bloques con pasos confusos hasta llegar a la cumbre, desde donde vemos las Lagunas de Calderetas.

La bajada se las trae, quizás por el cansancio acumulado. Hay que ir ladeándose a la izquierda para evitar las paredes y tener un acceso más fácil a las lagunas. Una vez abajo, nos decidimos por la primera laguna, la más cercana. El paraje es precioso y parece que somos los primeros en llegar.

Recogemos y potabilizamos agua para la cena y para mañana. Montamos las tiendas y nos aseamos en lo posible, nos cambiamos a ropa de más abrigo, la temperatura está bajando y preparamos la cena. Hace una bonita noche, pero por las paredes de la Alcazaba el viento trae un mar de nubes que al chocar en ellas se van dispersando.
VER RUTA EN WIKILOC:
RECORRIDO: LINEAL
AGUA EN RUTA: SI. (En el río Alhorí y en las Lagunas de las Calderetas)
DISTANCIA: 16,120 KM.
TIEMPO: 11:15 HORAS (9:00 horas en movimiento)
ALTURA MÁXIMA: 3.152 M. (Puntal de loa Cuartos)
ALTURA MÍNIMA: 1.886 M. (Refugio Postero Alto)
DESNIVEL POSITIVO: 1750 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 678 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.
 23/08/2015 SEGUNDA JORNADA
ITINERARIO: LAGUNAS DE LAS CALDERETAS – REFUGIO DE LA CALDERA.


LA RUTA: Tardamos en salir de las tiendas, el ambiente es fresquito. Recogemos las tiendas y preparamos un desayuno calentito que nos reanima. Empezamos por debajo de las lagunas y remontando hacia las paredes del Goterón en busca del Paso de la Z, que según algunas informaciones nos acortaría el trayecto.

El Track nos llevó hasta las paredes pero estaba confuso y no encontramos ningún mojón que indicara el inicio del paso, probamos alguna trepada pero Pepe no se sentía seguro, así que enseguida aplicamos el plan B, de más largo recorrido pero sin ninguna dificultad que nos hiciera retroceder.

Hicimos una diagonal para conectar con el nuevo sendero que a media altura comienza a rodear la gran loma, al fondo dejamos el Barranco del Goterón con su cascada que todavía se nutre de los desagües de las Lagunas de Calderetas y del Goterón. Alcanzamos la otra vertiente.


Repostamos muy cerca de la Piedra del Yunque, y tenemos ante nosotros la gran lengua de la Loma de la Alcazaba, se puede encarar por la izquierda o por el cauce, la primera opción quizás es más llevadera al ir buscando las partes más altas. Al final enlazamos con el sendero que viene de Siete Lagunas que nos lleva a la cima.

La Alcazaba (3.364 m.) tercera altura de Sierra Nevada y sexta de España. Junto con el Mulhacén y el Puntal de la Caldera forman un tremendo circo en su cara norte, donde nace el río Genil desde la Laguna de la Mosca. Las panorámicas son extraordinarias, al final de la cadena montañosa vemos el Caballo que será nuestra última cima.

Seguimos avanzando por el sendero hacia Siete Lagunas, y entre el Puntal de la Cornisa y el Peñón del Globo, giramos a la derecha para introducirnos por El Colaero. Vertiginoso y vertical descenso que nos deja en la Cañada de Siete Lagunas, aunque apenas queda agua en unas cuatro de ellas.

Desde la Laguna Altera nos vamos escorando a la derecha. Junto a una de las lagunas centrales comemos y nos tomamos un merecido descanso. Reemprendemos la marcha pasando cerca de la Laguna Hondera, que mantiene un buen nivel de agua, y llegar al inicio del sendero de subida.

Las fuertes rampas del primer tramo del sendero al Mulhacén nos hacen sudar, pero nos elevan con rapidez dejándonos unas vistas de ensueño. Desde las alturas vemos la singular forma de la Laguna Hondera que desagua por las Chorreras Negras dando nacimiento al río Culo de Perro.

Después, la larga Cuesta del Resuello se nos hace interminable camino de la última cumbre de hoy, el Mulhacén. Las vistas al acantilado en cuyo fondo vamos mirando la Cañada de siete Lagunas y el cerrando circo que las contiene. Dejamos atrás el desvío al Refugio de Poqueira y el punto geodésico del Mulhacén II, nosotros solo tenemos ojos para el más grande.

Mulhacén (3.479 m.), es el pico más alto de la península y segundo de España después del Teide. En su cumbre convergen los términos municipales de Güejar Sierra, Capileira y Trevélez. Su nombre viene de Muley Hacén, castellanización de Mulay Hasan, antepenúltimo rey nazarí de Granada en el siglo XV, del que se dice que fue enterrado en esta montaña.

Se hace tarde y vemos moverse gente en el refugio de la Caldera, no nos gustaría tener que volver a montar las tiendas de campaña. Al final del día, la bajada por la loma es farragosa. Estamos de suerte y hemos conseguido las tres últimas plazas en las tarimas. Aprovisionamos agua en la laguna, cocinamos, comemos en la mesa y nos preparamos para una noche de coros y arias celestiales.
VER RUTA EN WIKILOC:
RECORRIDO: LINEAL.
AGUA EN RUTA: SI. (Lagunas de las Calderetas y en la Laguna de la Caldera)
DISTANCIA: 16,2 KM.
TIEMPO: 10:05 HORAS (8:20 horas en movimiento)
ALTURA MÁXIMA: 3.479 M. (Pico Mulhacén)
ALTURA MÍNIMA: 2.780 M. (Cascada del Goterón)
DESNIVEL POSITIVO: 1.355 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.151 M.
DIFICULTAD:DIFÍCIL.
 24/08/2015 TERCERA JORNADA
ITINERARIO: REFUGIO DE LA CALDERA – REFUGIO DEL CABALLO.


LA RUTA: El refugio Caldera fue construido en l.994 junto a la laguna del mismo nombre, está situado a 3.055 m., en la cara oeste del Mulhacén. Tiene una capacidad para 20 personas cómodamente pero que si nos ajustamos y se utiliza también el suelo, pueden llegar a caber algunas más.

Tras un reconfortante desayuno emprendemos la ruta más larga de la travesía, llegando hasta el refugio del Caballo. Bajamos a la cubeta de la laguna para repostar y lavar los cacharros. Hemos decidido iniciar por la carretera y no rodear la laguna por el sendero de las alturas, que dejamos para otra vez.

Enseguida, a lo lejos distinguimos en la parte soleada el refugio de Poqueira. Por la pista es un caminar monótono pero avanzamos con rapidez; nada más voltear la primera curva tenemos las imponentes moles de nuestras dos próximas metas: El Cerro de los Machos, inédito para  nosotros, y el Veleta.

En la misma curva a la izquierda, por fin ubicamos el refugio no guardado de Villa Vientos, pequeño y coquetón, para unas 10 personas como máximo, que puede servir de desahogo al de la Caldera, pero hay que venir aprovisionado de agua. En las grandes travesías puede ser de gran ayuda.

Nos acercamos a los Raspones de Río Seco y en el fondo vemos las pocas Lagunas de Río Seco que todavía mantienen un flujo de agua, es una zona muy agradable, que con nieve es espectacular. Comenzamos a cruzarnos con gente en sentido contrario, que vienen de la Carihuela o han subido con los remontes.


Hacia atrás, tenemos grandes miradas al Mulhacén, del que nos vamos alejando. Por delante la inmensa barrera de los Crestones de Río Seco y la llegada al Collado del Lobo, paso excavado para la antigua carretera y que hace de puerta de entrada a nuestras próximas ascensiones.


Pronto tenemos unos mojones que marcan el desvío a la derecha para ascender al Cerro de los Machos, que al principio forma como un pasillo empedrado con un suelo muy irregular y con una fuerte pendiente del 20%. Las primeras vistas son al Veleta, luego al grandioso Mulhacén, y al puntiagudo Campanario en el que hay encaramado un escalador.


Apechugamos y alcanzamos la cuerda de la montaña, la pendiente aminora y es casi un paseo hasta el gran mojón de la cumbre. Cerro de los Machos (3.327 m.), nueva  muesca en nuestro cinturón. Magnificas vistas al Mulhacén y la Alcazaba, y por supuesto al Veleta. Hemos coincidido con los cuatro andaluces.

Aunque tenemos el  mismo destino, ellos irán por los Tajos de la Virgen y nosotros por las Lagunillas de la Virgen. Fabuloso el regreso por la loma con la mirada puesta en el Veleta, con la gente pululando en su cumbre. De nuevo en la carretera, poco después tenemos la variante del Paso de los Guías. Pepe prefiere seguir por la pista, Patro y yo nos vamos a por ella.


Se trata de una variante que acorta las tediosas curvas de la pista. El sendero nos baja hasta llegar a los contrafuertes, donde hay que trepar fácil hasta tomar una altura de unos 10 metros y pasar por una estrecha cornisa de espaldas, sujetándonos con unas cadenas durante unos 7 metros, luego hay otras cadenas que cuelgan y te ayudan a subir un escalón rocoso.

Una vez arriba el camino es franco y casi horizontal, poco después enlazamos con la pista y con Pepe, que al pasar por el nevero, decide quedarse a repostar agua y allí coincide de nuevo con los sevillanos. Mientras, nosotros continuamos hasta el refugio de la Carihuela, donde dejamos las mochilas para atacar el Veleta.

El sendero está concurrido debido a la cercanía de los remontes; sin el peso de las mochilas parece que flotamos. Pico Veleta (3.396 m.) cuarta altitud de España y segunda de ésta sierra. Contrariamente a lo que se cree, su nombre deriva de la árabe balata que significa cortado, tajo o balate.

Las increíbles vistas lo acaparan todo. Tenemos que achuchar a la gente para que nos deje sitio y poder hacernos la foto en su punto geodésico. El Cerro de los Machos queda a nuestros pies y se prolonga hasta la gran mole del Mulhacén; en el otro lado, el resto de cordillera por descubrir con el Caballo al fondo.

Regresamos al refugio de la Carihuela, cargamos las mochilas; vamos bien de horario y decidimos proseguir un tramo antes de comer. Por la izquierda de la pista se inicia un sendero que en una extensa bajada nos deposita en las exiguas Lagunillas de la Virgen donde acordamos descansar y dar un bocado.

Entre los grandes peñascos encontramos un cobijo a la sombra muy cerca de una de las lagunillas. El lugar es idílico, por el silencio y los verdes borreguiles rodeando la laguna en donde tras comer, no nos resistimos a tumbarnos al sol. A regañadientes, emprendemos la marcha conectando con la senda que por debajo de los Tajos de la Virgen evita su complicado cresteo.


Los largos lazos del sendero hacen más llevadera la subida. En el collado volvemos a la cuerda de los tres miles y tenemos nítidas vistas al refugio de Elorrieta, emplazado al finalizar los Tajos de la Virgen. Ubicado a 3.197 m. es el más alto de España y fue construido en 1931 para cobijo de los obreros que reforestaban en valle de Lanjarón.

Transitamos por la cuerda que vuelve a ser pedregosa y con varios roquedos que tenemos que ir salvando. En el fondo del barranco distinguimos la Laguna de Lanjarón  y el sendero de la Vereda Cortá, abierto sobre mampostería. Viene una sucesión de varios montículos que vamos subiendo pero que no son picos.


La cuerda de la sierra parece interminable y el Caballo siempre está a la misma distancia, es como si no avanzáramos. Tenemos a la vista nuestra próxima cumbre: el Pico del Cartujo (3.150 m.) la cima es un gran pedrusco con un mojón pequeño. Por detrás de la loma del Elorrieta volvemos a ver el Mulhacén.

Tras patear por unos cuantos montículos más, en imperceptible descenso, atacamos los Tajos Altos y la Loma Mediana,  pasando por el Pico del Ciervo ya inferior a los tres mil. Y por fin, tenemos una vista completa y más cercana del Cerro del Caballo, su laguna y el refugio. En breve declive nos dirigimos hacia la primera loma.

Llegados a lo alto de la cubeta de la laguna y antes de subir al collado, decidimos finalizar la ruta de hoy bajando al refugio y dejando la cumbre del Caballo para mañana. Estamos algo cansados y el refugio es reducido, no sabemos  cuanta gente hay. Así nos dará tiempo a preparar las mochilas para mañana y cenar.








La bajada es rápida, rodeamos la laguna para llegar al refugio. Solo hay una persona que va a vivaquear fuera. Está muy limpio y cuidado, caben unas 10 personas y hay algunas provisiones por si alguien las necesita. Cuando llegan los sevillanos ya estamos aseados dentro de lo que cabe y preparando la cena.
VER RUTA EN WIKILOC:
RECORRIDO: LINEAL.
AGUA EN RUTA: SI. (Laguna de la Caldera, Nevero de la Carihuela y Laguna del Caballo)
DISTANCIA: 20,5 KM.
TIEMPO: 10:08 HORAS (08:24 horas en movimiento)
ALTURA MÁXIMA: 3.396 M. (Veleta)
ALTURA MÍNIMA: 2.849 M. (Lagunillas de la Virgen)
DESNIVEL POSITIVO: 1.012 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.230 M
DIFICULTAD:DIFÍCIL.
 25/08/2015 CUARTA JORNADA
ITINERARIO: REFUGIO DEL CABALLO – MIRADOR DE NIGÜELAS.
LA RUTA: Somos los primeros en levantarnos y comenzar a preparar el desayuno. Anoche acordamos que ellos también compartirían nuestro taxi 4x4 de bajada, desde el Mirador a Dúrcal, con lo cual nos saldría más barato a todos. Nosotros saldríamos antes para hacer cumbre en el Caballo y nos uniríamos en el collado.
Amanece. Tenemos una bonita panorámica desde el refugio al inicio del valle con el Pico del Cartujo y el Elorrieta en todo lo alto. La laguna está en calma y han vivaqueado otros montañeros. Comenzamos a subir la parte más inclinada hasta el borde de la cubeta, cuesta un poco, pero sabemos que nos queda escasos tramos con desnivel.
En el collado dejamos las mochilas y cuando nos damos cuenta estamos en el punto geodésico. Cerro del Caballo (3.011 m.) Es el tres mil más meridional de la Península. La posición del sol nos impide hacer buenas fotos. El regocijo es enorme, hemos terminado la Cuerda de los Tres Miles.
Tenemos cobertura y llamamos a nuestro taxi 4x4 (Antonio 696710769) para coordinar la llegada al Mirador. En el collado recogemos las mochilas y nos unimos a los cuatro sevillanos. La inclinación del descenso es moderada y formamos una hilera multicolor de siete montañeros bajando.
Marchamos formando corros de conversaciones montañeras, de otras y nuevas rutas, y de técnicas del GPS. Siempre se aprende de la experiencia de los demás, todos aprendemos. Pasada la Loma de los Tres mojones ya ubicamos nuestra meta. Por la derecha vemos desfilar el Pico Trevenque (2.079 m.) que queda pendiente.
Tras un diminuto montículo de pinar, llegamos al Mirador de la Rinconada de Nigüelas (2.158 m.) fin de nuestra Travesía Integral de Sierra Nevada. Ahora, sí que sí. Besos, abrazos y muchas fotos. El estrés, la tensión y el cansancio parecen evaporarse. ¡¡Lo hemos conseguido!!
VER RUTA EN WIKILOC:
RECORRIDO: LINEAL.
AGUA EN RUTA: SI. (Laguna del Caballo)
DISTANCIA: 6,230 KM.
TIEMPO: 03:05 HORAS. (02:27 Horas en Movimiento)
ALTURA MÁXIMA: 3.011 M. (Cerro del Caballo)
ALTURA MÍNIMA: 2.159 M. (Mirador de Nigüelas)
DESNIVEL POSITIVO: 225 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 889 M.
DIFICULTAD:MODERADA.
DATOS TOTALES DE LA INTEGRAL (4 DÍAS)

FECHA: 22/08/2015 AL 25/08/2015
TOTAL DE TRES MILES ASCENDIDOS:13, Picón de Jérez (3.088 m.), Puntal de Juntillas (3.143 m.), Los Cervatillos (3.113 m.), Puntal de los Cuartos (3.152 m.). La Atalaya (3.139 m.). Pico del Cuervo (3.145), Puntal de Vacares (3.143), La Alcazaba (3.364 m.), Pico Mulhacén (3.479 m.), Cerro de los Machos (3.327 m.) Pico Veleta (3.396 m.), Pico del Cartujo (3.150 m.), y Cerro del Caballo (3.11 m.).
DISTANCIA: 58,5 KM
                        
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 29:40 H.

VELOC. MEDIA EN MOVIMIENTO: 2,24 KM/H

ALTURA INICIAL: 1.882 M.

ALTURA FINAL: 2.159 M.

DESNIVEL ACUMULADO POSITIVO: 4.225 M.

PENDIENTE MEDIA POSITIVA: 14 %

DESNIVEL ACUMULADO NEGATIVO: 3.810 M.

PENDIENTE MEDIA NEGATIVA: 16 %
EPÍLOGO;
La bajada en el 4x4 a Dúrcal, terrible. Si hubiéramos bajado a pie desde el Caballo como insinuó Patro, más de 2.200 m. de desnivel, mis rodillas no me lo habrían perdonado nunca. Nuestros amigos sevillanos tenían un coche en Granada y otro en Jérez del Marquesado, pero cometieron el error  de dejar las llaves del primero en el último.
Nosotros teníamos coordinado regresar en autobús a Jérez del Marquesado y llegar a casa poco antes de la media noche. Aprovechamos ya que éramos siete, para negociar que el mismo taxi 4x4 nos llevara a Granada y de camino contratamos una furgoneta Mercedes de 7 plazas que nos llevase a Jérez.
De esta manera, sobre las 13 horas estábamos en Jérez del Marquesado y mientras dos de ellos iban al refugio Postero Alto a por el otro coche, utilizando el taxi que nos subió a nosotros, acordamos comer todos juntos en un restaurante recomendado, La Vaca en Llamas, teléfono 958672154 y 633073166.
La comida fue excepcional, independientemente del hambre que arrastrábamos. Unas cervecitas al principio y vino para la carne a la piedra. Degustamos 4 carnes sabrosísimas: de jamón ibérico, de buey alemán, Suprem Guayu y lomo alto Wayu. Acompañadas de una parrillada de verduras, postre y café. Nos despedimos de Bea, Quique, Edu y Quique con buenos propósitos.


CAVALLS DEL VENT, LA TRAVESÍA.

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En verano de 2003, los guardias de los ocho refugios del Parque Natural del Cadí-Moixeró idearon un itinerario circular que los uniera recorriendo Lugares de gran belleza natural y paisajística de las sierras de la Tosa, el Moixeró, el ​​Cadí y el macizo del Pedraforca (en las comarcas del Berguedà, la Cerdanya y el Alt Urgell). Lo bautizaron como Cavalls del Vent en referencia a la traducción catalana de la palabra tibetana que designa las banderolas de oración budistas (Iungta) que se ponen en las cumbres y los collados del Himalaya para enviar a los cuatro vientos plegarias de paz y hermandad. La travesía, que ha sido un éxito en número de participantes y muy bien valorada desde el primer año, se presenta en tres Modalidades no excluyentes entre sí según si se plantea con una finalidad deportiva, competitiva o lúdica: en menos de 24 horas, en menos de 36 y sin límite de tiempo dentro de la temporada (Cuando los refugios están abiertos, de mediados de junio a finales de septiembre). Nosotros la hemos dividido en cinco etapas saliendo desde el refugio de Rebost en el sentido contrario al de las agujas del reloj teniendo en Cuenta la longitud y el desnivel acumulación de cada una, siendo perfectamente asumible para un senderista medio habituado a la montaña. Sin embargo, si no se puede o no se quiere hacerla toda seguida, existe la posibilidad de acortar o dividirla en dos visitas (por ejemplo, dos fines de semana), ya que la proximidad entre los refugios de Els Cortals de l'Ingla ( Cerdanya) y el de Sant Jordi (Barcelona) -conectados por medio del GR 107 por el collado de Pendís y fácilmente accesibles desde Bellver y Riu de Cerdanya, ambos, y desde Cal Cerdanyola, el último- Permite tenerlos como punto de inicio y final del recorrido occidental u oriental de la travesía. El trayecto está señalizado con marcas de color naranja (excepto el Prat de l’Aguiló al paso de Gosolans, donde sólo se encuentran las del PR C-124),  a menudo compartiendo protagonismo con las de los senderos de gran recorrido (blancas y rojas), de pequeño recorrido (blancas y amarillas) y de otros de ámbito local (blancas y verdes) que surcan el Parque Natural. Son más de 70 km de itinerario que discurren entre los 902 m -en el valle del río Bastareny- y los 2.513 metros de altitud (el refugio de Niu de l’Áliga; 2.536 m si se asciende, como se propone, a la Tosa) acumulando un desnivel positivo de 4.800 m que dejan al alcance del caminante variados ecosistemas y rincones tan emblemáticos y espectaculares como las cumbres de la Tosa y de Les Penyes Altes del Moixeró, la cara N del Cadí, las sierras Pedregosa y de Gisclareny, el Pedraforca, la umbría de Gresolet, los Empedrats y los valles del Bastareny y de Gréixer.  También se contemplan diversos caseríos diseminados y antiguos edificios llenos de historia como el santuario de Gresolet, la ermita de San Martín del Puig y la iglesia de Sant Andreu de Gréixer. Cualquiera de los ocho refugios protagonistas de Cavalls del Vent puede ser- su punto de partida: excepto el de Nido de Águila, todos están situados al lado o cerca de alguna pista forestal hasta donde se puede llegar con vehículo. Ofrecen servicios de pernoctación y de restauración. Se puede acceder a las poblaciones próximas en transporte público en autocar o bien en tren hasta Manresa (FGC y RENFE), La Molina y Puigcerdà (RENFE; línea Barcelona-Puigcerdà). En esta etapa inicial de la Cavalls del Vent, se pueden coronar dos de los picos más emblemáticos del Parque Natural del Cadí-Moixeró, al que pertenecen y son el techo de dos macizos vecinos separados por el cuello de Jou: la Tosa o Padró de les Quatre Batlles, bautizado así porque en la cima confluyen los términos municipales de Bagà , Alp, Das y Urús, y les Penyes Altes de Moixeró. El paisaje que se encuentra es muy variado, con frondosos bosques de pino rojo en las cotas más bajas, sobre todo alrededor de los refugios de Rebost y del Serrat de las Esposas, de pino negro y abetos a medida que se gana altitud y de extensos prados alpinos cerca de las cumbres. Gran parte del recorrido es cumbrera, lo que permite contemplar magníficas panorámicas a los cuatro vientos de las sierras y comarcas bergadanas y cerdanas así como también observar fauna, especialmente rebecos y rapaces. El refugio de Niu de l’Áliga (2.513 m) situado junto a la cima de la Tosa (2.536 m) donde se propone ascender, siendo el punto más elevado de la travesía.
CÓMO LLEGAR: Para iniciar desde el Refugio de Rebost hay que llegar hasta Bagá, a la Oficina de Información del Parque, calle Viña, 1. Muy cerquita está el inicio de la carretera BV-4024 que va hacia el Collado de Pal, y que en 13,7 km aproximadamente nos subirá hasta el pequeño estacionamiento para coches a la izquierda. Desde ahí, se llega al refugio de Rebost por un sendero señalizado como GR-150 y GR-4-2, en una distancia de 1.630 m.
ITINERARIO: REFUGIO REBOST / REFUGIO NIU DE L’ÁLIGA / LA TOSA (2.536 M.) / PENYES ALTES DE MOIXERÓ (2.250 M.) / REFUGIO SERRAT DE LES ESPOSES / REFUGIO CORTALS DE L’INGLA / REFUGIO PRAT DE L’AGUILÓ / / REFUGIO DE GRESOLET / REFUGIO DE SANT JORDI / REFUGIO LLUÍS ESTASEN / REFUGIO REBOST.
COMPONENTES: VICENTE Y SANTI

Después de la travesía de Sierra Nevada nos quedaba poco tiempo para preparar Cavalls del Vent, pero no ha sido ningún problema puesto que en la sencilla página web está todo muy detallado. Se puede iniciar desde cualquiera de los refugios, pernoctar en los que se desee y añadir los servicios que se quiera.

Para mi es el cuarto circuito en Pirineos y el primero para Santi, por lo que elegimos pensión completa, cena desayuno y picnic, para no tener que acarrear con comida, pero siempre terminas rellenando los huecos con otras cosas. También incluimos el Forfait, que contiene el mapa de la ruta, una camiseta y agua caliente y wi-fi en todos los refugios.

Quizás el picnic sea el servicio más flojo y caro de todos. Entre 9 y 10 € por dos rebanadas grandes de pan payés con tomate y un poco de aceite, en algunos refugios te preguntan con que lo quieres, suele ser tortilla a la francesa o algo de charcutería, en unos con una pieza de fruta, zumo y una chocolatina.

Los desayunos han sido copiosos y las cenas satisfactorias, aunque con poca variedad, tres noches macarrones y otras tres noches albóndigas, al menos las salsas variaban. El estado de limpieza de los refugios ha sido bueno, así como la atención; la temporada está finalizando y no hay mucha gente, pero casi siempre nos han distribuido en varias habitaciones.

Con más de treinta refugios a mis espaldas en la zona de Pirineos, los de la parte catalana son los más caros. En esta ruta hemos coincidido en varios de ellos, con dos runners trail asturianos que entrenaban, y siempre decían lo mismo al compararlos con los de Picos de Europa, yo puedo añadir, resto del Pirineo con Francia, Gredos y Sierra Nevada, y en muchos de ellos no admiten las Tarjetas Federativas de otras regiones.

Hemos salido a buena hora y en poco más de seis horas estábamos en Bagá. Una vez localizada la carretera de montaña que nos subiría al refugio de Rebost, con la inestimable colaboración de una señora que se ha bajado de su coche para explicárnoslo detalladamente. Después hemos comido en un pequeño restaurante exquisitos canelones rellenos de bolets.

Tras un buen café, tomamos la carretera BV-4024 para hacer los algo más de 13 km hasta el aparcamiento. Antes nos hemos detenido en el Mirador de la Devesa para habituarnos al paisaje montañoso. El aparcamiento está concurrido, por los senderos llega gente y muchos de ellos son recolectores de setas.

Nos enfundamos la ropa de montaña, mochila, botas y bastones, e iniciamos un suave descenso siguiendo las marcas rojas y blancas del GR, entre el espeso bosque de pinos. Es un corto recorrido pero en el que aparecen ya las primeras reses pastando. Salimos a un claro y en seguida tenemos a la vista el Refugio de Rebost.

Resulta llamativo con sus contraventanas de color verde. Nos atienden. Están terminando de limpiar, han tenido gente para comer. Esta noche seremos los únicos huéspedes por lo que acampamos a nuestras anchas. Mientras llega la hora de la cena contemplamos el precioso paisaje y la puesta de sol tomando unas infusiones.


14/09/2015 1ª JORNADA.
ITINERARIO: REFUGIO DE ROBOST (1.630 m.) / CAP DEL SERRAT GRAN (2.398 m.) / REFUGIO NIU DE L’ÁLIGA (2.513 m.) / CUMBRE DE LA TOSA (2.536 m.) / CUMBRE DE LES PENYES ALTES DE MOIXERÓ (2.270 m.) / REFUGIO SERRAT DE LES ESPOSES (1.511 m.).

LA RUTA: Ayer cenamos sobre las ocho de la tarde y a las diez nos metimos en la cama. Pedimos el desayuno a las 07:30 y a las siete estábamos en pie terminando de arreglar las mochilas. Unas fotos amaneciendo y un abundante desayuno. A las ocho, con un poco más de claridad, nos hacemos la foto de salida e iniciamos Cavalls del Vent.

Hacemos el recorrido en sentido contrario a las agujas del reloj. Hoy será el día más duro, con un recorrido superior a los 18 km. y fuertes desniveles de subida y bajada. Salimos por la derecha del refugio subiendo hacia una fuente con abrevadero para el ganado que ya está pastando.

Sin dejar de subir cruzamos varias pistas cerca de la carretera que va al Coll de Pal, con diversos postes informativos de senderos dentro del Parque Natural.  Se continúa ascendiendo en el mismo sentido de la marcha por un sendero que se adentra por el bosque hasta alcanzar el llano de Bagá.

Comenzamos a disfrutar de hermosas vistas a mediodía (SO) del Pedraforca y el Cadí.  Traspasamos una nueva pista y se sigue hacia el NE por la vertiente occidental del Roc Negre, de la Bòfia y los Rocs de Canells, a través de un espectacular y espeso bosque de pino negro.

Llegamos a la Collada de Comafloriu. Se deja un desvío a la izquierda, que flanquea el Serrat Gran, y se continúa remontando con fuerza por la derecha (E) ya sin árboles.  Rebasada la cota d los 2.000 metros, el arbolado y bosque desaparecen quedando las lomas peladas y herbosas convertidas en pastos.


A partir de aquí, la ruta sube hacia el NE en zigzag por la coma herbosa, con aéreas vistas de las sierras d’Ensija, del Verd y de Gisclareny, Roca Tallada, el Pedraforca, el Cadí, las Rocas del Claper, les Muntanyetes, los Rocs de Canells, Comafloriu, por donde marchamos, el Serrat Gran y el Puigllançada. 

Bifurcación: tomamos el GR 150-1, para seguir arriba por la izquierda, cambiando de dirección (NO), hacia el Comabella y el Serrat Gran.  Se compartirán señales con el GR hasta el Pla de Moixeró. Oímos los sonidos de las marmotas pero no vemos ninguna, especie presente en el parque desde hace unos años proveniente del sur de Francia, donde ha sido introducida. 

A medida que se sube, se ve a poniente (NO) la silueta del refugio de Nido de Águila.  Se corona el Cap del Serrat Gran, se desciende por la cresta (NO) en el Collado de Comabella y se asciende nuevamente hasta el monte homónimo. Se tienen amplísimas panorámicas a los dos valles, la cerdana al norte y la berguedana el sur. 


Se cresta por Serrat Gran (NO) para atravesar después (O), el dilatado prado alpino de los Rasos de Comabella hasta el refugio de Nido de Águila; en el que sorprendemos a dos buitres alimentándose del cadáver de un caballo. En caso de haber niebla, el recorrido descrito hasta ahora desde la Collada de Comafloriu puede ser peligroso, ya que discurre junto al acantilado.

Refugio Niu de l’Áliga (2.513 m.) es el refugio más alto de Cavalls del Vent. Pertenece al Grupo de la Molina y tiene una pequeña estación de esquí con sus remontes. Su diseño interior es bucólico, con una chimenea circular en el centro del salón y amplios ventanales. Sellamos el Forfait. Es refugio de paso para nosotros.


Muy cerquita, frente al refugio tenemos la cumbre y punto geodésico de La Tosa (2.536 m.) punto más elevado al que ascenderemos en nuestra travesía. Apenas es un repecho, pero llevamos ya superados 900 m. de desnivel. Foto de rigor con vistas impresionantes. Descendemos por la izquierda.


El sendero sigue descendiendo con fuerza por el pedregal, a mediodía del torrente de les Planes y el Serrat de les Pedrusques. Se cruza un antiguo camino de extracción minera (de hierro y manganeso). Se avanza por las rocas (O) por la cara N del Puig de la Mena. Estamos en un buen punto de observación de rapaces, buitres sobre todo, y rebecos, a los que sorprendemos.

Pasado el collado de la Vall, se prosigue por la cresta del Puig de la Canal Freda (O / SO) y, más abajo, se crestea por el Redil del Llamp hacia poniente. Grandes vistas del valle y montañas cerdanas el norte y de las Peñas Altas, el Pedraforca y las sierras del Moixeró, del Cadí y de Ensija al sur y al oeste. Entramos en un frondoso bosque de pino negro. 

Se desciende por la vertiente septentrional de la Roca del Rayo hasta el Coll de Jou. Punto divisorio natural entre la Tosa, que se deja atrás, y el Moixeró, por donde hay que seguir (SO / O). A partir de ahora, se debe remontar a poniente por el boscaje por la cara sur de les Suquetes.

Después del Coll de la Micaela, el itinerario avanza (O / SO) decantado al norte de la cresta de la loma del mismo nombre. Collaet de Molins o Pas de la Guilla. Se dejan dos desvíos sucesivos a la derecha, tenemos que seguir remontando (SO) hacia les Penyes Altes siguiendo las marcas de GR.


Se coge a mano izquierda (SE) un sendero que en pocos metros se corona les Peñas Altes (2.270 m.), formado por dos puntas gemelas que son a la vez el techo de la accidentada Sierra de Moixeró, y el ​​punto de confluencia de tres de las cuatro provincias catalanas (Barcelona, ​​Girona y Lleida), una atalaya excepcional de la región. Comemos en la cima.

Se deshace el camino hasta la última bifurcación y ahora se desciende a la izquierda (SO) por el interior de un espeso bosque de pino negro en dirección al Collet Raset discurriendo por la umbría del macizo. Se junta por la derecha NE; poste indicador, con el desvío dejado antes del Collet de Molins que pasaba por el de Barginós. 

Hay que seguir en el mismo sentido de la marcha (O / SO) atravesando el extenso prado herboso del plan de Moixeró. Se deja un desvío a la derecha que baja por el valle del torrente de Moixeró. Coll del Moixeró. Magníficas vistas a les Peñas Altas de Moixeró invadidas por la bruma. Se deja el GR 150-1, que marcha por la izquierda.

Se flanquea hacia el N la vertiente occidental del Roc Quemado, que queda a mano derecha del Coll de la Font Freda de Riu. Se desciende por una pendiente de hierba primero hacia poniente y luego en dirección N siguiendo el curso del torrente de els Évols por dentro del bosque, cada vez más frondoso a medida que bajamos. 

Atención al marcado descenso. Más abajo, se discurre por el interior de un espléndido abetal y se desemboca en una pista, que se toma a mano derecha cambiando el sentido de la marcha y se cruza el torrente del Grau l’Ós, que sigue por la izquierda mientras se desciende por la pista  con fuerza, a través de un frondoso bosque de ribera con abetos, abedules y sauces.

Se deja la pista principal a la izquierda (O) y se toma otra de la derecha (E), que se abandona enseguida para continuar por un sendero que desciende a mano izquierda atravesando antiguas terrazas y bancales. Se sube después suavemente entre campos teniendo delante  como referencia el Serrat de les Esposes.

Se distingue bien que el lado oriental es rocoso y el occidental cubierto de árboles, que hay que bordear a poniente entre arbustos de boj.  Tras haber remontado un prado, se accede al destino de la jornada: el Refugio del Serrat de les Esposes (1.511 m.). Con servicios más restringidos, dormimos todos en una habitación y solo tiene una ducha.
VER RUTA EN WIKILOC: http://ca.wikiloc.com/geotourism/catalunya-palau-robert/ruta-cavalls-del-vent-1-rebost-serrat-de-les-esposes/7398871
RECORRIDO: LINEAL.
AGUA EN RUTA: SI. Pero se debe repostar siempre en los refugios de salida o en los de paso, cuando los haya. Es complicado hacerlo en las fuentes y torrentes por la cantidad de ganado que pace en la zona.
DISTANCIA: 18,42 KM.
TIEMPO: 07:25 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 2.536 M. (Cumbre de la Tosa)
ALTURA MÍNIMA: 1.435 M.
DESNIVEL POSITIVO: 1.379 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.499 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.

15/09/2015 2ª JORNADA
ITINERARIO: REFUGIO SERRAT DE LES ESPOSES (1.511 M.) / REFUGIO DE ELS CORTALS DE L’INGLA (1.604 m.) / REFUGIO PRAT D’AGUILÓ (1.995 m.).

LA RUTA: Con la cena y el desayuno de hoy nos vamos recuperando de la dura jornada de ayer. Para hoy tenemos 2 km menos de recorrido y el desnivel disminuye en otros 300 m. Hemos coincidido con una pareja muy joven que nos pasaron a toda pastilla en les Penyes Altes, y dos runners trail asturianos.

Aunque sus instalaciones no lo son tanto, el Refugio tiene una preciosa estampa. Situado en el verde  prado de una zona recreativa donde los dos perros que tienen las dos guardas mantienen a raya a las reses, un caballo y un burro; en un cruce de varias pistas donde ganaderos y trabajadores forestales lo utilizan también como bar.

Amanece un día tranquilo y sin aire, ayer sopló fuerte en las cumbres. Salimos todos juntos, pero unos corriendo, otros volando y nosotros…, nosotros a nuestro paso, por la izquierda para remontar la herbosa loma donde pacen las vacas con sus becerros de pocas semanas. Dejamos atrás el refugio.

Llegamos a un cruce de pistas donde hay coches aparcados y un recolector de bolets nos deja fotografiar su repleto cesto de mimbre. Giramos a la izquierda por un sendero que se adentra en el bosque. Se recorren els Plans del Pí  en la sierra de Sarset, entre frondosos bosques de pino rojo. Dejamos varias pistas a la izquierda y tomando un atajo remontamos por la foresta.


A medida que se avanza, el entorno se vuelve más sombrío, húmedo, fresco, con poco sotobosque y predomina el abeto, estamos en la Mata Negra, al sur dels Plans de Bor, con excepcionales vistas al vall de l’Ingla y la Cerdanya, llegar al collado de la Font Freda y pasar por su fuente siguiendo las señales del GR 107, zona fresca y umbrosa, con un área de recreo.

Se disfrutan buenas vistas al sur de la sierra de Gavarret, el Pic de Roca Foradada, el Cap del Pradell y el Cadí. Después, por senda se prosigue bajando haciendo lazadas entre abetos, se pasa por dos arroyos  y se llega al redil dels Cortals teniendo en mediodía el Cadí y las sierras de la Muga y de la Moixa de trasfondo. 

Refugio dels Cortals de l'Ingla. Está situado en un bello paraje del vall de l’Ingla al este de la sierra de Gavarret y cuenta con buenas perspectivas de las sierras circundantes. Para nosotros es un refugio de paso y sellado de forfait, cosa que no podemos hacer porque las vacas esta mañana se han comido el sello y el tampón ¿?

Se continúa por una pista que enseguida, se bifurca, hay que descender por la derecha (SE) siguiendo las señales del GR 107 por el interior de un espléndido y sombrío abetal. Se deja la pista, y se sube a mano izquierda con las marcas del GR 107. Enseguida, se cambia de sentido y remontamos por el interior de un denso bosque de pino rojo, hasta el Coll de Pendís.

Dejamos el GR 107 y tomamos el GR 150-1, que viene del Coll del Moixeró, flanqueando la vertiente del Cap del Pinosell. Coll de Vimboca, ubicado a poniente del Cap del Pinosell y al norte del Cap de la Boixassa. Buenas vistas a los valles de Monnell y de Pendís. Seguimos remontando a poniente, poco a poco, hacia la sierra de la Moixa por la vertiente norte a través de un prieto bosque de pino negro.

Más arriba, se pasa por debajo de la Roca de la Moixa y se prosigue por su contrafuerte septentrional. Coll de la Moixa. Se tienen unas amplias panorámicas del entorno montañoso de ambos valles que se prolongarán hasta el paso del Bou. se divisa el Puig dels Terrers,  la cara E del Pedraforca, las sierras del Verd, d’Ensija y de Gisclareny, el Moixeró, las Peñas Altas, la Tosa, el refugio Niu de l'Áliga, el Puigllançada, y los valles del Bastareny y del Llobregat.


Ascendemos por la cresta de la sierra de la Moixa hasta el Cap del Pradell, desde donde se continúa descendiendo ligeramente para, 200 m, después seguimos la cresta por la vertiente N de la sierra de la Muga. Tras del Pic d’Estalabars, se llega al collado de las Vacas, a partir de aquí, hay que remontar hasta el Pas del Bou, donde dejamos a la izquierda el GR 150-1.


Excelentes vistas del Cadí, y al norte, de la sierra de Gavarret y la Plana Cerdana. Se cruza una torrentera y se prosigue por un entorno pedregoso sin vegetación. Más adelante se contempla, también al norte, Roques Blanques y el serrat de l’Avetosa, entramos en el bosque. Se sigue a poniente por un sendero trillado y se desciende suavemente por el boscaje  con buenas panorámicas de las verticales paredes de la sierra del Cadí, destacando el Puig dels Terrers, el Comabona, el Puig de la Font Tordera y el Pic d’Aguiló. 


Después de un tramo de bosque dañado por los aludes, se atraviesa un arroyo afluente del torrente de las Eras, y se llanea  a los pies del Comabona.  Se cruza el barranc de les Toselletes y se sigue por un canchal en dirección NO. Flanqueamos el Pic d’Aguiló y, al salir del bosque, se atraviesa el prado homónimo donde pacen caballos y con la vista puesta en el Refugio de Prat d’Aguiló.

Situado entre los picos del Blancura  (2.091 m) y d’Aguiló (2.494 m), y en el extremo occidental del bello y extenso prado al que debe su nombre, es una magnífica atalaya de la Cerdanya, la Tosa , el Moixeró y la cara N del Cadí. Coincidimos los mismos componentes de ayer, más otra pareja catalana. Nos distribuyen en distintas salas por parejas.
VER RUTA EN WIKILOC: http://ca.wikiloc.com/geotourism/catalunya-palau-robert/ruta-cavalls-del-vent-2-serrat-de-les-esposes-prat-daguilo/7401928
RECORRIDO: LINEAL.
AGUA EN RUTA: SI. Pero se debe repostar siempre en los refugios de salida o en los de paso, cuando los haya. Es complicado hacerlo en las fuentes y torrentes por la cantidad de ganado que pace en la zona.
DISTANCIA: 16,04 KM.
TIEMPO: 05:50 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 2.223 M.
ALTURA MÍNIMA: 1.510 M.
DESNIVEL POSITIVO: 1.079 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 595 M.
DIFICULTAD:DIFÍCIL.

16/09/2015 3ª JORNADA.
ITINERARIO: REFUGIO PRAT D’AGUILÓ (1.995 m.) / REFUGIO LLUÍS ESTASEN (1.668 M.) / REFUGIO DE GRESOLET (1.258 m.)

LA RUTA: Ayer cenamos muy temprano y al calor de la chimenea hicimos una larga sobremesa leyendo revistas de montaña y jugando al ajedrez. Hemos dormido muy bien. Pese a que las rutas se van acortando en distancia, no en intensidad, mantenemos el desayuno a las 07:30 y salimos a las 8 horas.

Hace un día fresquito y las nubes se enganchan en las alturas. El amanecer apenas es un punto rojo por detrás de las cumbres. Iniciamos la jornada subiendo en dirección sur por el lomo de la montaña siguiendo las marcas blancas y amarillas del PR C-124. Hasta el Pas dels Gosolans, no tendremos las señales naranjas de Cavalls del Vent.


Se remonta en zigzag por un trillado sendero que nos eleva poco a poco alejándonos del refugio y del verde Prat d’Aguiló. Se asciende con fuerza serpenteando por el canchal,  teniendo extraordinarias y extensas vistas de la cara N del Cadí, con las oscuras nubes trabadas; y de las próximas sierras de Prat Sisttre y de la Cabirolera. 


Alcanzamos el Pas dels Gasolans (2.430 m.) punto divisorio entre los picos d’Aguiló (2.494 m.) y de Punta Aguda (2.458 m.). Se retoman las marcas naranja de Cavalls del Vent. Comenzamos a cruzar la herbosa meseta en dirección S / SO con buenas vistas al oeste del puerto dels Cortils y el Cadí. 

Cruzamos el Clot del Palomar para elevarnos de nuevo contemplando en las verdes praderas como pacen algunas manadas de caballos. Después de un último tramo bastante rocoso, cambiamos de vertiente y se empieza a descender a poniente (SO) por el lado meridional de la sierra Pedregosa.


Disfrutamos de espectaculares panorámicas a mediodía de la cara N del Pedraforca. También se divisa al sur y al oeste los valles de Gresolet, de las Mulleres y de las Cerneres, las sierras de Gisclareny y d’Ensija, el Cadinell, la sierra Negra, el Port del Comte, les Cloterons, la sierra del Verd y, bajando a Prat Llong, la imponente silueta de la cercana sierra Cabirolera.



Después de cruzar el Prat Llong en dirección SO, se toma una pista que desciende por el interior de un bosque de pino negro haciendo amplias lazadas por la derecha de una torrentera. Se desciende serpenteando con la mirada puesta en el Pedraforca y, tras atravesar los prados Socarrat y de Toixones, se desemboca en la pista que viene del mirador de Gresolet.

Llegamos al Collell (poste indicador). Se trata del punto divisorio, por un lado, del Cadí y el Pedraforca y, por otra, de las cuencas de los ríos Segre y Llobregat. Se siguen las indicaciones cambiando de dirección y descendiendo hacia el SE por la ancha pista que recorre la base del Pedraforca.


Es un tramo bastante horizontal y a medida que se avanza, se flanquean los terribles contrafuertes septentrionales del Pedraforca, de impresionante verticalidad, por un entorno muy boscoso y húmedo. Donde en la parte alta dominan los abetos incrustados en las rocas, y más abajo, los robles y las hayas, que la proximidad del otoño comienza a colorear.


Surcado por numerosos torrentes, se llegan a cruzar hasta cinco arroyos,  y se contempla, en frente, la sierra Pedregosa, les Costes del Roset y los riscos de la Bola, y el frondoso valle de les Mulleres que, como la vecina umbría de Gresolet, posee unos excepcionales bosques donde abundan hayas, abetos, robles y serbales.

Seguimos pasando por las exiguas caídas de agua ahora, pero que darán pánico en las tormentas, hasta llegar al Turó del Pi Ajegut (1.801 m.) que decidimos coronar para comer admirando el paisaje. Nos sobraron dos rebanadas de pan payés y apenas nos levantamos dos cuervos se pelearon por ellas.

Se abandona la pista para tomar un sendero por la derecha (E), escalonado en principio, que remonta por el bosque para llegar al Refugio Lluís Estasen. Situado en la majada dels Prats, con espectaculares vistas de la pared norte del Pedraforca y desde donde se inician algunas de sus ascensiones. Al ser refugio de paso, sellamos el Forfait.

Volvemos a la pista y tomaremos la primera bajada por un sendero hacia el interior del bosque. Indicaciones.  Enseguida se sale a otra pista que hay que tomar a la izquierda (O), para dejarla a los 200 metros por un sendero de la derecha (NE), que desciende fuertemente por la umbría oscura, un frondoso bosque de pino rojo, abetos, hayas, robles y bojes.


Entramos en un ambiente fresco y sombrío, con abundancia de musgo, helechos, hongos y bolets. El trayecto serpentea todo el tiempo entre los arbustos para salvar el fuerte desnivel de bajada y atraviesa tres torrenteras; hay que tener cuidado para no resbalar. Se desemboca en un sendero más ancho procedente de Saldes.


Está señalizado con franjas blancas y verdes que se toma a la izquierda, descendiendo ahora por la umbría de Moronta. Después de atravesar el torrente de Cal Castella, se remonta la cresta dels Pollegons en dirección NE con buenas panorámicas del valle, el Refugio, el Santuario y los riscos de Gresolet, el Puig dels Terrers, el Comabona y el Bosfred.


Una vez cruzado el torrente dels Arquedes, se pasa entre el Roger y el estrecho de Moronta. Se desciende y se cruza el río de Gresolet, así como la pista que lo acompaña (poste indicador), encontramos hongos rarísimos, para, finalmente, hacer la última subida de la jornada hasta la Casa Refugio del Gresolet.  

A pocos metros de distancia, se puede visitar el Santuario de Gresolet, construcción documentada ya en el siglo XIII (1258), que cuenta en la actualidad con una hospedería, una iglesia y un área de ocio. Cada 8 de septiembre, se celebra un encuentro popular en la que los pastores reúnen los rebaños que han pastado en la montaña durante el buen tiempo.

Estas escondidas edificaciones están situadas en el fondo de este recóndito y frondoso valle. Es el refugio ubicado a menor altura del recorrido, hoy hemos tenido  casi 1.500 m. de desnivel negativo, quiere decir que mañana toca subida. Perfectamente atendidos por Suso, un ex motorista, nos reponemos en su zona chil out.
VER RUTA EN WIKILOC: http://ca.wikiloc.com/geotourism/catalunya-palau-robert/ruta-cavalls-del-vent-3-prat-daguilo-gresolet/7404283
RECORRIDO: LINEAL
AGUA EN RUTA: SI. Pero se debe repostar siempre en los refugios de salida o en los de paso, cuando los haya. Es complicado hacerlo en las fuentes y torrentes por la cantidad de ganado que pace en la zona.
DISTANCIA: 15,23 KM.
TIEMPO: 05:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 2.427 M.
ALTURA MÍNIMA: 1.200 M.
DESNIVEL POSITIVO: 656 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.409 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.

17/09/2015 4ª JORNADA
ITINERARIO: REFUGIO DE GRESOLET (1.258 m.) /  ELS EMPEDRATS / REFUGIO DE SANT JORDI (1.561 m.)

LA RUTA: Esta mañana después del desayuno nos hemos despedido de la joven pareja catalana y de los dos runners asturianos, nosotros iremos hasta el refugio de San Jordi y ellos llegarán al de Rebost en algo más de 24 km., la otra pareja catalana marchará a nuestro ritmo.
Parece que han caído unas gotas esta madrugada y todavía quedan restos de nubosidad. 

Iniciamos la etapa yendo a buscar el norte, pasando por el lado de una fuente, la pista que sube al collado de la Bauma, hay que cogerla a la derecha. A continuación, justo en la primera curva a la derecha que se encuentra, se abandona la pista.

Tomamos  un sendero de la izquierda que ataja remontando el torrente del Coll de la Bauma hasta el collado del mismo nombre adentrándose por la espléndida umbría de Gresolet. Ambiente fresco y sombrío, con abundantes hayas, abetos, robles, bojes, serbales y copioso musgo. Ascendiendo se cruza tres veces la pista para llegar al Coll de la Bauma.

Hay que atravesar la pista, señalizada como GR 150 y GR 107 (Camino dels Bons Homes), y descender hacia levante por un sendero de frente que sigue el torrente de Murcarols por dentro del bosque (cartel indicador). Se pasa junto a una balsa y de una fuente, se cruza y se deja a la izquierda el torrente de Murcarols debajo del Clot de la Pleta de l’Olla.

Remontamos a mediodía de la solana de Murcarols, 450 m más adelante, se sigue por una pista que atraviesa una torrentera y asciende hasta el Coll de la Bena.  Divisamos al norte el Comabona, el Puig dels Terrers, el Serrat de la Muga y la solana de Murcarols, el Cap de la Bòfia al oeste, la Voltrera al este y, las sierras de Gisclareny y d’Ensija a mediodía.


A medida que se baja, se disfrutan extensas vistas que abarcan, el valle del Bastareny, el Moixeró, las Peñas Altas, la Tosa y el Puigllançada. Se atraviesa el torrente del Puig, en una curva a la derecha, se abandona la pista, y se gira a la izquierda por un camino ancho que conduce al Mas del Puig, en ruinas y de origen medieval (s. XVIII) Cerca está la ermita románica de San Martín del Puig (s. X)

 Delante de la masía se toma un sendero a la izquierda que desciende en dirección norte a poniente del Puig de la Baga hasta salir a la pista que recorre el río Bastareny, hay que tomarla a la derecha, dejando atrás las ruinas del molino del Puig o del Agujero, que fue reconvertido en vivienda en el siglo XIX.

Cruzamos el río Bastareny y se llega a Cal Cerdanyola, antigua masía hoy habilitada como casa de colonias. Se puede repostar agua en la Font Nostra. Dejamos la pista y se continúa  por el sendero de la izquierda que remonta el torrente del Forat o de la Font del Faig. Se pasa cerca de la casa del Hostalet, que sirvió de hospedaje a los caminantes que recorrían el camino real hacia la Cerdanya.

Se avanza por un entorno muy sombrío, fresco y húmedo, a través de un frondoso bosque de pino rojo, bojes, encinas y de una magnífica vegetación de ribera.  Se cruza el torrente del Forat por el puente dels Empedrats y se sube ahora por su derecha (E). Se deja a la izquierda  un desvío que lleva al Bullidor de la Llet. Espectacular surgida de agua en primavera.


Entramos en el imponente paisaje del desfiladero dels Empedrats (rótulo de madera). Se trata de uno de los parajes naturales más impactantes del Parque Natural del Cadí-Moixeró y de la travesía. Hay que tener cuidado si ha llovido mucho, ya que las crecidas repentinas del torrente pueden hacer peligrosa la ruta.


A partir de aquí, se cruzará el cauce del torrente varias veces por pasarelas entre piedras, y a través de una espesa vegetación, la belleza del entorno mitiga el duro esfuerzo para superar el fuerte desnivel entre los numerosos saltos de agua o diminutas cataratas que vamos atravesando.


Algunos saltos son de gran belleza y vistosidad como la Cola de caballo, estrecha catarata que desde unos  veinte metros aproximadamente despeña sus aguas en una profunda poza. Tenemos que ir buscando siempre los pasos más accesibles para ascender entre los verticales riscos de roca caliza.


Buenas perspectivas a mediodía de la sierra de Gisclareny.  El itinerario deja a la derecha el torrente del Forat y despega (NE) en zigzag entre el Port Castellana (E) y los contrafuertes orientales del Cap de la Boixassa (O) hasta l’Estret d’Escriu. En su fuente a 1.310 m. de altura, paramos a comer contemplando un tranquilo tritón en el agua.

Reanudamos la marcha para remontar (NO) por el espeso hayedo de la umbría de l’Escriu,  ahora a poniente del torrente del Pendís. Tras cruzarlo por tres veces, se hace una última subida hacia el NO, por el interior de un bosque en el que predominan el pino silvestre y el boj, hasta que vemos el refugio.

Refugio de Sant Jordi (1.561 M.) Es este un punto estratégico de la Cavalls del Vent, puesto que, situado junto a la Font del Faig, entre el Cap del Pinosell (O), el Turó del Prat Agre y el Solà de la Font del Faig (N), permite subir al collado de Pendís (por el GR 107) en unos 800 m para acortar o dividir la travesía, bajando en la Cerdanya por la vertiente norte del Moixeró. 

Además de nosotros cuatro, esta noche hay dos grupos de tres hombres, con uno de ellos nos habíamos cruzado cerca del Pedraforca, van haciendo etapas pero a su aire y los otros parecen recolectores de bolets. Así que, en la cena hemos tenido hongos y rovellons. Después de unas manos de dominó, a la cama. Siguen dándonos recintos separados.
VER RUTA EN WIKILOC: http://ca.wikiloc.com/geotourism/catalunya-palau-robert/ruta-cavalls-del-vent-4-gresolet-refugi-de-sant-jordi/6673160
RECORRIDO: LINEAL.
AGUA EN RUTA: SI. Pero se debe repostar siempre en los refugios de salida o en los de paso, cuando los haya. Es complicado hacerlo en las fuentes y torrentes por la cantidad de ganado que pace en la zona.
DISTANCIA: 13,79 KM.
TIEMPO: 05:20 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.574 M.
ALTURA MÍNIMA: 902 M.
DESNIVEL POSITIVO: 1.003 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 684 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.

18/09/2015 5ª JORNADA
ITINERARIO: REFUGIO SANT JORDI (1.561 m.) / REFUGIO DE REBOST (1.630 m.)

LA RUTA:Última jornada y día de regreso. Ayer pedimos el desayuno a las 07:00 horas porque son 10 km y cuatro horas de marcha, con lo cual, sobre de las doce podemos estar en el coche e iniciar tranquilamente el regreso. Antes de las 07:30 estamos repostando agua en la Font del Faig.

Con las prisas he pulsado algún botón de la cámara y con tan poca luz no logro centrar el objetivo. Nos quedamos sin fotos de la fuente. Deshacemos en bajada al sur hasta el poste indicador, descender (SE) por dentro del bosque en dirección al Coll d’Escriu. Magníficas vistas a ls vall del Pendís y la umbría d’Escriu, la Roca Tallada, Cap del Pinosell y las sierras de Gisclareny, d’Ensija y los Rasos de Peguera.

Discurrimos por un ancho camino por la ladera occidental de la montaña, el bosque de pino rojo se transforma en un espléndido y sombrío hayedo. Se cruza un torrente y se continúa  atajando al camino principal por diferentes senderos. Al atravesar el torrente de la Malesa, se avanza por la solana cambiando radicalmente de vegetación,  Ahora se está en un denso pinar, ambiente seco, con mucho boj y zarzas. Se pasa junto al caserío d’Escriu y se empieza a remontar hacia el collado homónimo.

Se deja la pista a la derecha  y se continúa por un sendero a la izquierda que se eleva en zigzag por el bosque. Excepcionales panorámicas a medida que se asciende del valle del torrente del Forat, Cap de la Boixassa, la sierra de Gisclareny y la inconfundible silueta de los dos picachos del Pedraforca. Se llega al Collado d’Escriu después de cruzar el torrente del mismo nombre.


Salimos a la curva de una pista, que se toma a la izquierda, descendiendo en dirección a Gréixer y al refugio de Rebost (poste indicador) flanqueando la cara N de la Roca Tallada. Vemos el Moixeró, las Peñas Altas y la Tosa. Se discurre por la frondosa y extenso hayedo del Clot d’en Pere. Se continúa para, después de atravesar el torrente de la Fontbona, al sur de l’estanyet de Gréixer, llanear entre pinos, encinas y prados.

Dejamos sendas pistas a mano izquierda, se pasa por un bonito robledal y se desemboca en otra pista, por la izquierda se sube al pequeño y bello núcleo de Gréixer, donde destaca la iglesia de origen románico de Sant Andreu; hay que bajar a la derecha bordeando la ladera  del cerro de Sant Natzari oyendo siempre el torrente de Fontbona al sur. 

Cruzamos la carretera del Coll de Pal (BV 4024) dejando definitivamente el GR 107 y se continúa en la misma dirección tomando de bajada un camino ancho de frente que se adentra en el bosque y cruza el río de Gréixer. A continuación, se toma un sendero de la izquierda;  que inicia la ascensión (NE) hacia el refugio de Rebost por la Llobera.

Salimos de nuevo a la pista que se toma a la izquierda, siempre en subida, se pasa por debajo de la C-16 y se remonta un ancho prado herboso por un sendero que luego sube haciendo eses por el interior de un espeso bosque de pino silvestre, robles, bojes y hayas. Se llega en la casa Millarès. Buenas vistas a la Roca Tallada, les Roques Negres, les Penyes Altes, el Moixeró y la Tosa. 

Se bordea el mas por detrás, por su lado occidental, se pasa por la izquierda de un establo y se toma una pista a mano derecha que sube ligeramente a levante entre pastos. Más adelante, se remonta por la umbría a través de un magnífico hayedo. Ambiente muy húmedo, fresco y sombrío.

Después de cruzar una torrentera, se abandona definitivamente la pista tomando un sendero de la derecha que asciende con fuerza. Habiendo pasado el Collet de la Ferrería, el trayecto sube en dirección E por el Restable de la Creu de l’Olmo, en el extremo noroccidental de la baga Gran, hasta atravesar por segundo y última vez la carretera del Coll de Pal.

Proseguimos subiendo (SE) por un sendero de frente. Se cruza una pista y se continúa en el mismo sentido de la marcha (E / NE) atravesando una torrentera. Bifurcación: se coge a la izquierda (NO; poste indicador) un sendero señalizado como GR 150 y GR 4-2 que lleva al Refugio de Rebost. 

En el Refugio de Rebost cerramos el círculo y finalizamos la Travesía de Cavalls del Vent. Hemos cumplido el horario. Los guardas han salido a hacer algunas compras y el refugio está cerrado, para no perder tiempo decidimos no esperarlos aunque perdamos parte del forfait, la gorra y el diploma.

Sellamos el forfait, el sello siempre está fuera, y nos hacemos la foto final. Regresamos por sendero hasta el coche. Han sido cinco jornadas intensas con casi 5.000 m. de desnivel, recorriendo un paisaje entre hermosos pastos, con sorprendentes y densos bosques en los que hemos disfrutado de buitres, rebecos, caballos y vacas, además de un gran catálogo de bolets, hongos y setas.
VER RUTA EN WIKILOC: http://ca.wikiloc.com/geotourism/catalunya-palau-robert/ruta-cavalls-del-vent-5-refugi-de-sant-jordi-rebost/6669845
RECORRIDO: LINEAL.
AGUA EN RUTA: SI. Pero se debe repostar siempre en los refugios de salida o en los de paso, cuando los haya. Es complicado hacerlo en las fuentes y torrentes por la cantidad de ganado que pace en la zona.
DISTANCIA: 10,43 KM.
TIEMPO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.633 M.
ALTURA MÍNIMA: 992 M.
DESNIVEL POSITIVO: 823 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 753 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.

DATOS TOTALES DE LA TRAVESÍA (5 DÍAS):
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10960352
REFUGIOS UTILIZADOS:REBOST, SERRAT DE LES ESPOSES, PRAT D’AGUILÓ, GRESOLET Y SANT JORDI.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA:: SI. Pero se debe repostar siempre en los refugios de salida o en los de paso, cuando los haya. Es complicado hacerlo en las fuentes y torrentes por la cantidad de ganado que pasta en la zona.
DISTANCIA: 73,91 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 28:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 2.536 M. (Cumbre de La Tossa)
ALTURA MÍNIMA: 902 M. (Valle del río Bastareny)
DESNIVEL POSITIVO: 4.940 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 4.940 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.



LA SILLA DEL CID POR LAS GRAPAS, EL POU DEL BITXO, BARRANC DEL GOS Y LA COVA DE LA FIGUERA.

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La Sierra del Cid es una formación montañosa de la provincia de Alicante, situada entre los municipios de Petrel y Monforte del Cid, ocupando una extensión aproximada de 51 km2. Forma parte del Paraje Natural de la Sierra del Cid y del Maigmó, con otros varios municipios. A grandes rasgos, se puede decir que conforma un macizo con cumbre horizontal, en cuyos extremos encontramos las dos cimas de la sierra: la "Silla del Cid" que tiene la forma de una silla de montar a caballo, de (1.103 m), y "Cumbre del Cid" (1.127 m). De la sierra parten numerosas ramblas, unas que desaguan en el Vinalopó, y otras que se dirigen dirección sur y desembocan en la Rambla de las Ovejas. En épocas húmedas es normal encontrar pequeños arroyos y nacimientos de agua que brotan en algunos puntos de la sierra y sus inmediaciones, tales como el Rincón Bello, Rabosa o el Xorret de Catí. La Sierra del Cid, como el resto de montañas de la comarca, vivió una profunda deforestación durante los siglos XIX y XX influida por el clima árido de la zona y un excesivo aprovechamiento para la obtención de leña, pastos y cultivos de secano. No obstante durante las últimas décadas la masa forestal ha ido creciendo exponencialmente, gracias a un cambio de tendencia social que ha propiciado tanto repoblaciones, como el cese de talas, como el abandono de cultivos de almendro que propicia que el bosque recupere terrenos por sí mismo. De este modo, presenta una vegetación mediterránea típica. El árbol principal es el pino carrasco (Pinus halepensis), que forma grandes y profundos bosques en la zona umbría, hacia la sierra del Maigmó. Abunda la coscoja, el esparto, el madroño, el tomilloel romero y el espino negro (Rhamnus oleoides), así como todo tipo de plantas aromáticas típicas de la zona. Entre los mamíferos, además del omnipresente conejo (Oryctolagus cuniculus), cabe destacar el jabalí (Sus scrofa) y las recientemente introducidas poblaciones de arruí (Ammotragus lervia) y muflón (Ovis musimon). Entre las aves, son muy comunes la perdiz, algunas especies de águila o el cuervo piquirrojo.
CÓMO LLEGAR:Autovía A-31 hasta Petrel, salida nº 205 PETRER (SUR) POLÍGONO IND. SALINETAS, antes de  cruzar por debajo de la autovía, continuar recto, ver marcas PR y seguirlas por la estrecha carreterita entre casas de campo hasta la Cabaña  Forestal, en esta zona dejamos el coche.
COMPONENTES: VICENTE.
ITINERARIO: XABOLA FORESTAL / SENDA BOTÁNICA / SALIDA A PISTA / INICIO SUBIDA / GRAPAS / LA SILLA DEL CID / ATAJO / CONTADOR / CRESTA / PISTA DCHA. / BAJADA AL POU / POU DEL BITXO / SENDITA / SENDA PERDEDORA / BARRANCO / LADERA DCHA. / SENDA CLARA / CUEVA DEL CACO / SENDA DEL CONTADOR / ZIGZAG / BARRANCO DEL GOS / SALIDA BARRANCO / SENDA DE LA CUEVA / BAJADA A CUEVA DEL CID / SENDA OFICIAL / PEÑA DEL SOL / XABOLA FORESTAL.

LA RUTA: Recurrimos de nuevo a la Sierra del Cid, su cercanía lo hace inevitable. Creo que es la cuarta ruta que cuelgo en el Blog, pero todas ellas son totalmente distintas. Las cumbres son las que son, pero los recorridos, los senderos y barrancos utilizados son diferentes; muchos de ellos me eran desconocidos.

Todo esto conlleva una diversidad asombrosa dentro del ámbito reducido que ocupa esta sierra. Nuestra cumbre de hoy será La Silla del Cid (1.152 m.) Para subir utilizaremos la variante “directa” o de “las grapas”, esta traza, solamente la he utilizado de bajada una vez; las demás novedades están en el regreso.

Amanece un día tranquilo, algo brumoso y esperemos que poco caluroso. Iniciamos desde el principio de la pista, bajando por la izquierda para conectar con la Senda Botánica, en la que quedan pocos carteles de madera. Este corto tramo se puede hacer por la pista, pero siempre es más agradable un sendero.

Marchamos paralelos pero antes de que la senda haga una bajada separándose  de la pista, hay unos mojones, volvemos a ella para caminar hasta una curva cerrada donde otros mojones, marcan el inicio de la serpenteante senda de subida por la “directa” y las “grapas”. El sol puntea los picos cercanos.

Es una subida fuerte y abrupta que nos eleva rápidamente. Por delante apenas vemos nada y las paredes aún quedan lejanas, pero hacia atrás, la Sierra del Caballo toma protagonismo, y por el este, la peculiar formación de la Crestería del Frare que termina en la cima del Despenyador, despierta con los rayos del sol.


Pronto sobrepasamos una gran cueva medio derruida y por encima de ella, la senda, entre inclinadas rampas, avanza superando pequeños lomos en dirección a un vertical paredón que comenzamos a esquivar por la derecha. Antes de perder la visión hacia el este, admiramos la Crestería y la nítida silueta del Maigmó.


Una vez sobre del paredón, ya podemos orientarnos en dirección a las “grapas”. Situadas en un escalón rocoso que encima tiene una pequeña carrasca. También es visible una placa metálica en homenaje a un montañero. Las cuatro grapas nos ayudan a ganar fácilmente el último escoyo.

Cima de la Silla del Cid (1.152 m.) marcada por un cúmulo de piedras. Estoy intentando apoyar mi cámara cuando llegan dos montañeros y les pido que me hagan la foto. Uno de ellos, decidido coge la cámara y hace dos fotos de distintas posiciones. Una vez en casa compruebo que el canalla, ha hecho dos retratos de mi cuerpo serrano, sin paisaje, y nada más.

Comenzamos el fortísimo descenso casi en vertical, donde extremamos las precauciones, al ser roca es más sencillo, pero está muy deteriorado. Una vez en la base es de rigor comprobar hacia arriba el descenso realizado. Proseguimos bajando más relajados hasta alcanzar el camino que seguimos por la izquierda.

Tomamos un atajo por una senda a la derecha señalizada con mojones. Evitamos un tramo de pista, y a la que retornamos muy cerca del Comptador. Hacia atrás vemos los lomos montañosos por los que hemos bajado. Cogemos un segundo atajo también a la derecha, y por la estrecha senda coincidimos con un grupo de corredores.

Poco después por la izquierda, volvemos a salirnos del camino, estos son los clásicos atajos donde la senda nos pasea por los acantilados, subiendo y bajando pequeñas lomas que nos permiten contemplar un hermoso paisaje. Aunque hoy la persistente bruma nos acorta las miradas.


Desde alguna de las espléndidas atalayas vemos la silueta entera de la Silla del Cid, el puntiagudo Maigmó, y por delante toda la apretada masa forestal de verde pinar que cubre la cara norte del Cid, alejado junto a sus antenas. En la ruta de hoy no ascenderemos a su cumbre.

Adelantamos a unos montañeros que están almorzando con magníficas vistas, y poco después la senda conecta con el camino. Bajamos  un corto tramo y a unos doscientos metros antes de comenzar a subir a la izquierda para llegar a la cima del Cid, giramos bruscamente a la derecha, enlazando con otro camino.

Avanzamos entre pequeños pinos hasta llegar a dos mojones que marcan la bajada al Pou del Bitxo. La estrecha senda no tiene mucha inclinación y culebrea entre la frondosa vegetación. Esta parte es nueva para nosotros, no la habíamos pateado hasta hoy. Termina en un diminuto rellano entre pinos donde hay unas piedras dispuestas como asientos.

El Track del GPS marca el Waypoint del Pou del Bitxo, pero nada nos llama la atención. Almorzamos sentados en las piedras y luego indagamos un poco, pero no vemos el Pou. La ruta continua por un camino a la derecha, que poco después se convierte en senda, que a su vez se va difuminando.

Está poco pisada y parece de rastros de animales, pero con empeño y GPS en mano, nos abrimos paso entre la cerrada vegetación de coscojas y pequeñas carrascas. Es el punto más delicado de la ruta, pero no es agobiante. La senda se pierde en un barranco menor, que seguimos un trozo para salirnos por la derecha.

Sin sendero y entre los pinos, continuamos hasta que nos topamos con la senda que va hacia el Comptador, la tomamos por la izquierda. Ya por senda definida, aunque desconocida para nosotros, marchamos hasta la Cueva del Coco, excavada en un terraplén.  Volvemos a tener vistas cercanas a la Silla.


Alcanzamos un cruce de sendas. Por la derecha continua hacia el Comptador, pero nosotros seguimos por la izquierda, con poca inclinación y acercándonos a las paredes de la sierra donde comienza la Colada del Cid. Espectacular rincón, donde bajamos un grandioso zigzag de largas lazadas que nos deja al principio del barranco.

Tan embobados estamos que al terminar la curva seguimos por la senda. Tenemos que volver atrás, puesto que comienza una variante poco visible. Por la derecha, subiendo una dura trocha empieza el Barranc del Gos. Es un tramo fatigoso marcado con hitos y que nos servirá para conectar arriba con la Pista del Cid.

Ésta, ya nos es conocida puesto que la pateamos hace varios meses en otra ruta. La proseguimos por la izquierda convertida en senda. De nuevo estamos en las alturas y se intuye movimiento de gente, al contrario en la zona del Pou del Bitxo que no hemos visto a nadie. Llegamos a un diminuto collado.








Por la izquierda, unos mojones marcan una ligera bajada que nos lleva a la Cova de la Figuera, que ya visitamos la vez anterior, pero que entonces la nombraban como la Cova del Cid. Situada en lo alto de un espolón tiene vistas impresionantes. Deshacemos el camino hasta el rellano.

Ahora por la izquierda, en unos metros conectamos con el PR-CV 36. Por senda oficial y conocida, comenzamos a descender entre los largos lazos de este sendero que nos pasea por la Peña del Sol, y toda la umbría de esta bonita ladera hasta depositarnos suavemente en la xabola forestal.

Singular ruta la realizada hoy entre parajes hasta ahora desconocidos. Algo exigente por el nivel superado, más de mil metros, prácticamente la hemos subido dos veces, una por cada lado, pero ha valido la pena. El GPS es imprescindible en el tramo central.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/edit.do?event=info&id=11024926
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 14,70 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:05:00 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.129 M. (La Silla del Cid)
ALTURA MÍNIMA: 612 M.
DESNIVEL POSITIVO: 1.018 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.018 M.
DIFICULTAD:DIFÍCIL.

CABEÇÓ D’OR PER LA PENYA NAPIA, CRESTA DE LA “V” Y LA CANAL DE L’HOMENET.

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Las Cuevas de Canelobre están situadas en el interior de la Sierra del Cabeço d´Or, a 3 km de la localidad de Busot. Según las crónicas árabes encontradas en la zona y tras numerosos estudios históricos, se ha llegado a datar con exactitud el momento de su descubrimiento: el año 740 dC. Excavadas a lo largo de 7 millones de años por la acción del agua sobre la roca caliza, la boca original de entrada a la cueva se ubica a 630 metros de altura sobre el nivel del mar. Sin embargo, durante la Guerra Civil Española, se abrió otra entrada algunos metros más abajo. Ésta es la utilizada en la actualidad por los visitantes para acceder a ella. Canelobre fue lugar de refugio para las tropas Republicanas de Alicante, y utilizada como fábrica de aviones y polvorín. Allí, el ejército leal al Gobierno construyó tres plataformas metálicas para la construcción de los motores del famoso avión Polikarpov I-16 Tipo 5 y 6, llamado coloquialmente "Mosca". El túnel de entrada actual a las cuevas (de 150 metros de longitud) fue construido en esa época, para poder almacenar y reparar el material de dicho avión. Por desgracia, para llevar a cabo esos trabajos, el ejército republicano dinamitó gran parte de la cueva. Aún hoy se pueden apreciar los desperfectos de los barrenos en su cúpula, con la pérdida de miles de estalactitas y estalagmitas, hoy de gran valor geológico. Sería injusto culpar a la gente entonces, sumida en una cruenta y desesperada guerra con la nueva mentalidad que nos ofrecen 70 años de avances científicos y geológicos, pero una buena forma de imaginarnos la magnitud de los daños ocasionados por la dinamita es conociendo el proceso de crecimiento de las estalactitas: 1 centímetro cada 100 años. El futuro, en ocasiones, es un cruel y triste profesor de Historia. La temperatura media de la cueva es de 18º (calor en invierno y fresco en verano) y la humedad del 90%. Toda ella está desarrollada en calizas y calcarenitas de edad jurásica. Dada la singularidad tectonosísmica de esta zona, la Subdirección de Geofísica del Instituto Geográfico Nacional ha instalado en el interior de la cueva un sensor de la Red Sísmica Nacional. Posiblemente, los primeros visitantes árabes (cargados con rudimentarias antorchas y hogueras) no llegaron a calibrar las dimensiones de esta gran cavidad, ya que solamente con una potente iluminación bien distribuida se puede admirar su grandiosidad. Dentro de la cueva está la bóveda más alta de España, de 100 metros de altura. Durante su visita se pueden admirar las formas caprichosas que han ido tomando las diferentes concreciones, tales como: candelabros, medusas y órganos. La sala visitable, es un espacio de más de 80.000 m3. Las otras dos salas están reservadas para los espeleólogos. Se accede a ellas tras sortear varios cientos de metros de estrechos pasadizos y una caída libre de 60 metros de altura. De ellas aún no se han hecho fotografías, pero dicen los especialistas que son mucho más impresionantes que la principal. Su acceso se limita a la época estival, ya que en los meses de invierno se anegan sus accesos por torrentes de agua y manantiales. (Alicante Vivo)
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección Valencia, primera salida después del túnel de San Juan, dirección MUTXAMEL / XIXONA por la N-340. Salida por la derecha BONALBA / BUSOT por la CV-774, hasta nueva rotonda. Continuar por la CV-776 a las Cuevas de Canelobre. Aparcar en el lugar habilitado en la gran curva antes de llegar a la barrera.
COMPONENTES: VICENTE.
ITINERARIO: PLA DE LA GRALLA / SENDA A LA DERECHA / RACÓ DEL CALDERO / DESVÍO A LA DERECHA / PENYA NAPIA / CRESTA SOBRE EL FORAT / CONEXIÓN CON PR / CASA DEL POLSET / PASO HILARY / PASO ALEMANY / AVENC DEL MARQUÉS / CIM DEL CABEÇÓ / PASO ALEMANY / CRESTA IZQUIERDA / BAJAR CANALETA / CORDAL DE LA “V” / CASA DEL POLSET / CANAL DE L’HOMENET / PENYA FORAT Y PENYA MALENA/ CRUCE DESVÍO / PLA DE LA GRALLA.

LA RUTA: Precioso recorrido por el Cabeçó d’Or donde todavía quedan rincones por explorar. Hoy hemos hecho dos variantes en la clásica ruta por la Canal de l‘Homenet que nos han entusiasmado, inéditas para nosotros, y con unas vistas espectaculares. Aparentemente parecen osadas pero son puro senderismo.

Hace un día medio nublado pero no parece que vaya a llover, la temperatura es ideal. Antes de llegar al aparcamiento del Pla de la Gralla, hemos parado para hacer unas bonitas fotos a la estampa de la sierra del Cabeçó d’Or saliendo de las brumosas nubes que lo envolvían y con los dorados rayos del sol al amanecer.

Ya hay varios corredores calentando. Iniciamos por el camino que va hacia el Racó de Seva. El punto exacto del primer desvío es a unos 400 m., en una pequeña bajada donde a la izquierda está el camino que va al Mas de Gralla y al subir de nuevo, junto a un chalet a la derecha que tiene dos pilares de ladrillo rojo.

Un mojón de piedras inicia la senda que serpentea por la izquierda, subiendo unos terraplenes hasta introducirnos en el bosque de pinos con abundante matorral bajo. En la continua  subida nos vamos abriendo paso entre los pinos, tras los cuales, un enorme peñasco va ocupando toda nuestra visión.

Antes de entrar en el Racó del Caldero y por lo tanto en la Canal de l’Homenet, tenemos que salirnos a la derecha, no hay mojones, pero se intuyen rastros de senda que una vez fuera de la Canal se va reafirmando y aparecen los primeros mojones. La subida se encrespa con el fuerte desnivel.

Pequeñas rampas y zigzag nos ayuda a superar este primer tramo esquivando alguna pedrera, en dirección a los enormes contrafuertes de la sierra. Poco a poco vamos perdiendo la visión de la Canal que queda como una brecha rocosa a nuestra izquierda hasta que dejamos de verla.

En este tramo la senda es algo confusa al estar poco utilizada, tiene varios ramales pero todos confluyen arriba en un pequeño collado. Comenzamos a rodear los inmensos paredones de la Penya Cacha (865 m.) por la derecha. Mirando hacia abajo vemos el inicio de la senda y el desnivel superado.

Tras los paredones vienen una serie de farallones rocosos hasta el collado. Los promotores de esta senda han bautizado uno de ellos, al que se toma de referencia pasando por su lado para llegar arriba; como la Penya Napia, la cual se asemeja al perfil de una cara con una enorme nariz.

A medida nos vamos acercando a ella, el perfil se distorsiona cambiando de imagen a cada paso que damos, aparece un gran agujero donde terminaba la nariz, para acabar siendo un curioso pivote rocoso perforado que forma parte de la gran barrera peñascosa, portentosa desde esta posición.

Seguimos esforzándonos hasta culminar en el collado. Pese a la nubosidad las vistas son espectaculares,  inéditas para nosotros. Estamos apostados muy cerca de la cresta que hay encima de las Cuevas de Canelobre, la que está perforada por un gran agujero. De hecho vamos a hacer una pequeña incursión.

Desde el collado nos vamos por la derecha, se intuye una sendita que sube por las primeras rocas y cuando hay que crestear lo hace por la izquierda. Al tomar altura y ladearnos, las vistas se amplían, tenemos una mirada completa y vertical de la Canal de l’Homenet en la que podemos ver su espeluznante desnivel.


Avanzamos sin dificultad por montículos de la cresta, en uno de ellos descubro por casualidad una pequeña culebra que va buscando el sol. Llegamos hasta el punto máximo transitable a “mano”, sin tener que utilizar artilugios de escalada. Preciosas vistas al litoral y al resto de la cresta.


Vamos regresando al collado con nuevas miradas a la montaña. Proseguimos por la izquierda, por senda más nítida, por encima de la Penya Cacha y cerca de las ruinas de un corral, lomeando entre los pequeños pinos en busca de la senda oficial del PR-CV 2, que viene por la derecha desde el Pla del Cabeçó.

Una vez enlazamos con ella, marchamos por itinerario conocido subiendo entre vegetación más abundante hasta alcanzar a la Casa del Polset y su reducido pozo de nieve. Llega otro senderista que me pregunta si he subido por la Cresta de Canelobre, puesto que me ha visto arriba de ella.

Este será también el punto de enlace al regreso, donde se unen los dos círculos, puesto que el trazado de la ruta forma un “ocho”. Nos fijamos en la crestería de enfrente, donde hay una pequeña muesca en forma de “V” que me tiene intrigado, ya que en la variante de regreso pasaremos muy cerca.


Continuamos por la senda habitual del PR, que hace varias rampas elevándose por la ladera hasta llegar a las paredes, donde nos conduce por un estrecho pasillo entre las rocas y la vegetación de coscoja con algún madroño, para llegar al paso Hilary, con una sencilla y fácil trepada en la roca.

Bajamos un poco para rebasar el escalón rocoso de Alemany, y ganar la solana con las vistas al mar. Es una zona poblada de matorral bajo debido a que antiguos incendios la arrasaron varias veces. El sendero continúa por la izquierda, cerca de la arista hasta el Avenc del Marqués, pequeña sima dentro de una caseta.

Desde este punto seguimos rodeando la parte alta de la montaña; hacia atrás vemos en la larga cresta la muesca de la “V”, poco después llegamos al aljibe, cuya bóveda de ladrillo ha sido destruida en su totalidad, hay actos vandálicos que son poco comprensibles. A unos metros tenemos el vértice geodésico de la cima.


Cabeçó d’Or (1.209 m.), la pequeña plataforma de cemento en la que se apoya el punto geodésico se está desmoronando con peligro de caer derribado. La nubosidad acorta las miradas, las montañas parecen vistas en 3D, pero en el mar se reflejan algunos rayos de sol que se cuelan entre las nubes.

Tras el almuerzo comenzamos el regreso deshaciendo camino hasta el paso Alemany, donde dejamos el PR que se va por la derecha, y nosotros continuamos de frente subiendo por la cresta o por algunos trazos a la izquierda. Tenemos soberbias panorámicas hacia a la cumbre.


Pendientes de la cresta, nos pasamos de frenada y tenemos que retroceder un poco hasta el inicio de la canaleta de bajada por la derecha. Son unos ocho metros de destrepe escalonado y con muchos agarres.  Continuamos sin senda definida cerca de las paredes pasando por debajo de la “V”.

Sorteamos la cerrada vegetación de pequeñas carrascas y un florido madroño, en pos de un escalón que superamos bajando un poco para volver a subir. Una vez arriba, el camino es franco y sin vegetación, una especie de rellano que nos permite asomarnos al precipicio sin riesgo.


Las miradas laterales son asombrosas. Disfrutamos admirando un pequeño circo de paredes verticales que forma la cresta en este lado. Vemos la muesca de la “V” en el centro de la rocosa muralla. Es la manera más sencilla de contemplar este espectáculo sin utilizar material de escalada.


Proseguimos el cordal descendiendo por una suave y pateada senda en dirección sur, hasta que divisamos la casa del Polset  y el espolón de l’Homenet. Entonces giramos a la derecha, bajando por la empinada ladera para llegar a la casa. Volvemos a tener vistas del gran espolón de la cumbre.

Entre la casa y el pozo de nieve cogemos otra senda sin marcar que sube un poco entre los pinos para bajar bruscamente y situarnos a la entrada de la Canal, donde a nuestra derecha, vemos el enorme espolón de l’Homenet y el resto de formaciones rocosas que componen un encajonado y vertical pasillo.

Con un desnivel tan fuerte y exigente, debemos tomar precauciones para no resbalar en un trazado de pequeñas y continuas rampas, con un suelo descompuesto y con muchas piedrecitas sueltas. Pese a ello, la belleza de las paredes es increíble. De vez en cuando miramos hacia arriba asombrados del nivel bajado.

A media bajada entre las estrechas paredes la vegetación es más abundante, aparecen algunos pinos y matorral alto, por lo que el sendero zigzaguea mucho más para esquivarlos y su piso es de piedras de mayor tamaño, tipo torrentera que lo hace muy incomodo. Hay que ir haciendo descansillos para aliviar las rodillas.


Alcanzamos la parte más bonita de la Canal con la Penya Forat (815m.) un vertical y abrupto espolón, que a medida que nos vamos acercando nos deja ver el agujero que la atraviesa en su parte más alta, es como el ojo de una gigantesca aguja; y en el otro lado, la Penya Malena (875 m.) con sus paredes de escalada.

Poco a poco el desnivel se va asentando y los pinos aumentan de tamaño. Pronto llegamos al cruce de esta mañana con el desvío a la Penya Napia, que ahora seguimos de frente hasta la pista de tierra, que tomamos por la izquierda para finalizar en el Pla de la Gralla. Un montañero camina sobre el agujero de la cresta de las Cuevas de Canelobre.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11086046
RECORRIDO: CIRCULAR, EN FORMA DE OCHO.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 7,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:03:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.209 M. (CIM del Cabeçó d’Or)
ALTURA MÍNIMA: 512 M. (Pla de la Gralla)
DESNIVEL POSITIVO: 721 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 721 M.
DIFICULTAD:ALTA.

DISFRUTANDO EN EL BÉRNIA.

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La expulsión de los moriscos dejó despoblados gran parte de nuestros pueblos. En la Marina Alta la gran mayoría de las poblaciones era morisca. Las excepciones eran Teulada, Benissa, Calp, Dénia y Xábia, que eran cristianas, y Pego, Ondara y Murla donde había una población mixta. En los pueblos con mayoría cristiana ya desde la conquista de Jaume I en los siglos XIII-XIV, la población procedía mayoritariamente de la Cataluña Oriental. Después de la expulsión muchas de las alquerías no volvieron a repoblarse. Entre otras quedaron abandonadas, en Xaló, la de Benibrahim; en Alcalalí, los lugares de Mosquera y Beniatia; en Parcent, Vernissa y Alcanícia; en Murla, su Raval y en Castells, las alquerías de Vila y Aialt. Además del drama humano que supuso la expulsión, se abandonaron los campos, y los señores se quedaron sin mano de obra. Al  no trabajarse las tierras, no se pudo hacer frente a los pagos de los créditos o censos, acabando siendo fallidos tanto acreedores como deudores. El señorío necesitaba mano de obra que trabajara las tierras y les pagara tributos. Las autoridades estudiaron diferentes opciones, traer gente de lugares lejanos como Azores, Grecia, Baviera, Suiza, Lombardía o el Tirol, pero fueron desestimadas por ser poco viables. Finalmente la solución más factible fue traer pobladores de los territorios más cercanos: Cataluña, Aragón y las Islas Baleares. En las islas se había producido un boom demográfico por el cultivo de las nuevas tierras. Que después de unos primeros años de buenas cosechas, perdieron gran parte de su fertilidad. Unas tierras agotadas y poco productivas ya  no podían mantener a toda la población. Los señores valencianos colaboraron con las autoridades mallorquinas para traer a los nuevos pobladores, que aquí mejoraron sus condiciones de vida. Los recién llegados pasaban a ser propietarios de fincas que solían tener alrededor de 7 o 8 jornales (1 jornal son unas 6 fanegas de tierra). Con todo ello los señores valencianos continuaron controlando los aspectos económicos, políticos y jurídicos. La huella mallorquina es mucho más intensa en la Marina que en cualquier otro lugar del País Valenciá. En algunos casos los recién llegados de un lugar concreto tendían a establecerse en el mismo pueblo. Así se constata la presencia predominante de gente de Margalida en Xaló, La Vall d’Ebo o Castells; de Artá en la Vall de Laguar; de Pollensa en Beniardá; y nativos de la sierra de Tramontana, en la Vall de Gallinera. Llegaron sobretodo matrimonios jóvenes que cuando se establecieron tuvieron un buen número de hijos. Los nuevos pobladores mallorquines llegados al Reino de Valencia se casaron durante generaciones con gente procedente de las islas. Las relaciones entre los pueblos repoblados por mallorquines eran muy estrechas, mientras eran muy escasas las uniones entre isleños con repobladores valencianos o catalanes de localidades vecinas. La herencia cultural es intensa y muy visible: por lo que afecta al habla cabe destacar que en la mayoría de pueblos han quedado numerosos residuos del mallorquín. También es visible la herencia de las islas en algunas costumbres o en la elaboración de la sobrasada. Pero donde se hace más evidente es en los apellidos de origen mallorquín. 
CÓMO LLEGAR: Autopista AP-7 hacia Valencia, salida nº 63 BENISSA/TEULADA/GATA DE GORGOS, por la N332 atravesar Benissa y por la derecha tomar CV-749 que en 16 km nos deja en las Casas de Bérnia. Hay espacio suficiente para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE, ALEX, CAROL, JUAN, MIKELDI, LAURA, ANA. ROCÍO, NURIA, CRISTINA Y SONIA.
ITINERARIO: CASAS DEL BÉRNIA / FONT DE CABANES / FORAT / PINTURAS RUPESTRES / GRAN CARRASCA / FORT DE BÉRNIA / CIM DE BÉRNIA / CASAS DEL BÉRNIA.

LA RUTA: Fin de semana revuelto entre cumpleaños y aniversarios. Alex viene al rescate. Llego el jueves por la tarde y el viernes queremos hacer una ruta por el Bérnia. Me apunto y os llevo, ¿cuántos sois? Unos veinte. Eso no es una ruta, es una invasión. Al final se queda en once, lo cual es un pelotón.

Lo mires por donde lo mires da lluvia, nos mojamos seguro. De camino vamos recogiendo gente, en Elche, Alicante y Benisa. Al pasar los túneles del Mascarat unas densas nubes ocultan toda la sierra de Bérnia e incluso nos llueve un poco; pero cerca de las Casas del Bérnia las nubes se disuelven. ¿Estaba previsto?

Perteneciente a las cordilleras Béticas, la sierra de Bérnia se extiende unos once kilómetros de oeste a este perpendicularmente a la costa mediterránea, por su ruta circular es quizás la montaña más visitada de la provincia,  su cercanía al mar, sus bucólicas panorámicas y sus leyendas la hacen encantadora.

Con el cambio de tiempo a nuestro favor iniciamos por el asfalto que pronto conecta con la pista de tierra, encarando la montaña de frente con sus verticales crestas. Dejamos atrás algunas casas de campo con bancales de viñedos vendimiados recientemente y que ya se colorean de otoño.

Desde los recodos antes de llegar a la Font de Cabanes o de Bérnia, tenemos una espléndida vista del Portixol (la W). El camino de tierra termina en la misma fuente, donde rellenamos los depósitos de fresca agua para la travesía. En esta sierra hay varias fuentes fiables para avituallarnos.

Subiendo los escalones por la izquierda de la fuente comienza el sendero, que ascendiendo suavemente nos dirige a las paredes de la sierra, dándonos una generosa y completa visión de la agreste cresta del Bérnia en su cara norte. Formamos una bonita hilera multicolor que resalta entre la vegetación.

El sendero se desliza por lomas en creciente desnivel, haciendo que el grupo se estire. Pese a ser gente joven las carencias físicas afloran, pero solo es cuestión de coger el ritmo adecuado, beber líquidos y tomar hidratos de carbono. El comienzo de la ruta se ha dilatado y se hace necesario repostar.

Nos vamos acercando a las paredes con impresionantes vistas; caminamos cerca de unos abrigos con la humedad reciente que han dejado las nubes, y atacamos un escalón rocoso con una inclinada piedra lisa que nos hace esforzarnos para superarla. Después cortas rampas nos aúpan a la altura del Forat.


Cerca de la entrada hay una pequeña peana informativa junto a la que nace una senda que en un km llega a la Cova de l’Arc, que hoy no visitaremos. Todos quedan asombrados ante la diminuta boca del Forat en la cara norte, y resulta simpático este corto trayecto que debemos  pasar agachados y arrastrándonos por el angosto túnel excavado.


Luego recuperamos la verticalidad con el contraste desde la penumbra de la gran cavidad a la luz del día en la cara sur, resulta impresionante. Pese a que la nubosidad acorta las vistas es un balcón al Mediterráneo, con Sierra Gelada, la playa del Albir y Altea a nuestros pies.


Extasiados, aprovechamos para tomar fuerzas y seguir contemplando el hermoso paisaje. En el otro lado destacan las grandes cumbres alicantinas, Puig Campana, Ponoig, Penyó Cabal y como no, la reina de ellas, Aitana. De la gran nubosidad que envolvía la montaña esta mañana, solo han quedado unas estéticas nubes de algodón.

Proseguimos la marcha por la derecha, siguiendo las marcas del sendero PR-CV 7 entre abundantes ejemplares de palmito. Durante todo este tramo tendremos siempre la visión al mar. Se nota que hemos repostado, la extensa hilera es mucho más homogénea y compacta.

Tomamos un desvío a la derecha que subiendo por una nueva senda nos lleva a las paredes, donde están las pinturas rupestres del Abrigo de la Penya de l’Ermita del Vicari. Protegidas por unas rejas y con abundantes paneles informativos, apenas podemos distinguirlas entre las oscuras rocas.

Retornamos a la senda principal para caminar contemplando los abruptos contrafuertes de la sierra. Alcanzamos el siguiente punto de referencia: la Gran Carrasca del Bérnia. Situada en la misma senda, se necesitan dos personas para abarcar su tronco. Es reconfortante abrazar estos singulares árboles.

Próximos al pinar de Calces dejamos por la izquierda el ramal que sube desde la Font del Garroferet pasando por la Font del Runar. Hacia atrás tenemos una esplendorosa vista de toda la cresta, y por delante, tras superar unos enclaves rocosos, tomamos altura para arribar al Fort.


Fort de Bérnia. Construido en 1562 por el rey Felipe II con la finalidad de frenar las revueltas de los moriscos y la defensa de la costa contra los ataques repentinos de los piratas berberiscos. Desde su posición se podía controlar visualmente la línea costera desde Altea al cabo de Santa Pola. La victoria en la batalla de Lepanto en 1571 y  la expulsión de los moriscos en 1609, dejaron sin valor militar el fuerte, que fue abandonado y demolido en 1612 para evitar que fuera utilizado por los bandoleros.


Ahora viene lo bueno, subir a la cumbre. Es un fuerte desnivel de casi quinientos metros en muy corto espacio, y además la senda transita por toda la pedrera. Luego hay que apoyar las manos para subir por la cornisa, donde nos queda el paso de las cadenas. No todo el mundo está capacitado para subir, de hecho, muchos lo evitan.

Desde el Fort, seguimos las marcas del PR para al poco dejarlas y escorarnos a la derecha, por encima del collado y cerca del precipicio, con lo que evitaremos la pequeña loma con pedreras y canchales, remontándonos con facilidad. Hay varios trazos, seguir el que tenga mojones y puntos rojos de pintura.

Siempre por la izquierda, las marcas nos conducirán frente a las paredes donde parece que no haya salida, pero con sencillez nos elevamos hacia una cornisa, que al dar la vuelta a la arista tenemos una zona estable y amplia. Una bonita imagen de la Serra del Ferrer y del Penyal de l’Orenga sale a nuestro encuentro.

Nos reagrupamos para hacer el paso de las cadenas. Realmente es sencillo si no se tiene vértigo, pero si lo tienes resulta horrible. Ana no puede y Carol decide quedarse con ella y esperar nuestro regreso, mientras los demás vamos pasando poco a poco. El grupo vuelve a descomponerse.









Lo más difícil está hecho, aunque quedan algunos pasos en los que hay que prestar atención. Una estrecha canaleta en ascenso que tiene una cuerda con nudos que ayuda a izarse, y crestear con paso firme por el cordal, utilizando las mejores opciones a la derecha y a la izquierda.


En esta posición ya tenemos a la vista el punto geodésico de la cumbre, pero como ocurre siempre, está situado en el último de los lomos de la sierra. Salvados los escoyos ahora solo se trata de llegar, hay trazas o cortos senderos que nos van ascendiendo. De nuevo volvemos a reagruparnos.

Cima de Bérnia (1.129 m.) las panorámicas son de 360º pero las del mar, de Gandía al cabo de Santa Pola, maravillan. Por el Este tenemos todo el cordal de la sierra, por el que otras veces hemos descendido hasta el Portixol (la W), la vista acaba en el mar con el Penyal de Ifach flotando en el agua.

Mientras esperamos que llegue el resto, cada uno se recoge en su interior, asimilando lo que estamos viendo. Creo que es la montaña con mejores vistas de la provincia. En el Oeste, además de las altas montañas, tenemos el valle de Guadalest con la desembocadura del río Algar, Callosa d’Ensarriá y Tárbena, alejada en su montaña.

Emprendemos el regreso. Despacio vamos desandando todo el recorrido hasta el descansillo después de las cadenas, donde montamos el campamento para el almuerzo junto con Ana y Carol. Las miradas se posan en Tárbena y en la sierra del Ferrer, que a nuestros pies se une al Bérnia por el Barranc del Curt y al Pas del Bandoler.

Continuamos bajando por la cornisa hasta alcanzar la pedrera. Ana lo vuelve a pasar mal, bajar la pedrera le causa más inseguridad que subirla. Con la mirada puesta en el Fort vamos concluyendo el descenso para conectar con la senda oficial del PR, que nos lleva al Coll de Xaló, descendiendo suavemente.

Vamos rodeando la montaña por el Oeste hasta entrar de nuevo en la parte norte, donde enlazamos con una pista de tierra por la derecha, pero nosotros no la utilizamos. Seguimos rectos por un sendero que ataja y conecta de nuevo. Por la pista hacemos el último tramo hasta las Casas de Bérnia, finalizando la ruta.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11102438
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Font de Cabanes o Bérnia, Font del Runar y Font del Fort)
DISTANCIA: 12,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:04:40 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.126 M. (CIM del Bérnia)
ALTURA MÍNIMA: 631 M. (Casas del Bérnia)
DESNIVEL POSITIVO: 712 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 712 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

ALT DE TRONCA Y LA CRESTA DE LA PENYA DEL CASTELLET.

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El Castillo de Castell de Castells se localiza en lo alto de una solitaria peña, llamada Penya del Castellet, al sur de la población de Castell de Castells, municipio de la comarca alicantina de la Marina Alta. Castell de Castells es uno de los enclaves más montañosos y agrestes de la provincia de Alicante, estando acunado por las formidables sierras de Serrella y Alfaro. El origen de esta población se remonta a finales del siglo XII con la creación de una alquería islámica que se conoció como La Alcudia, formando parte de los dominios del caudillo islámico Al-Azraq. Posteriormente, fue fundada la fortaleza árabe en sus cercanías para salvaguarda de la alquería, siendo una de las importantes de la zona por la estratégica situación de la misma. En el año 1.254 fueron conquistadas la alquería y la fortaleza por las tropas del rey Jaime I el Conquistador, pasando a poder de la corona de Aragón. Posteriormente, Juan II otorgó la titularidad de estos territorios a Bernat d´En Sarriá, noble señor de las tierras de Callosa d´En Sarriá, y más tarde, se adscribiría a los territorios de la Orden de Calatrava. La orden de expulsión de los moriscos en el año 1.609 provocó en esta localidad uno de los episodios más sangrientos, cuando los sublevados presentaron batalla a las tropas cristianas en el paraje llamado Plá de Petracos, muy cerca de la localidad, y fueron completamente aniquilados. Ello provocó el total abandono de la fortaleza, ya que, posteriormente, la población fue repoblada con cristianos de procedencia mallorquina, al igual que otras poblaciones de la zona que también quedaron abandonadas por la partida de los moriscos, pero no así la fortaleza, que con el paso de los siglos ha quedado en estado ruinoso. Tras la expulsión de los moriscos de Castell de Castells, el castillo quedó a su suerte, presentando un lamentable estado en la actualidad. Se observan muy pocos restos de su construcción, que en su casi totalidad fue realizada en mampostería sobre la base del peñón donde está ubicado, adaptándose a su nivel en muchos de sus puntos. La fortaleza tenía unas considerables dimensiones, a juzgar por los restos actuales. Quedan algunos lienzos de sus murallas, así como de alguna de sus torres, de planta cuadrada. En una de ellas, se puede ver el pozo que probablemente servía como aljibe islámica, para el servicio de la fortaleza, con la recogida del agua de lluvia. Dado su estado y el difícil acceso al mismo, no se ha realizado tipo alguno de reconstrucción, estando en la actualidad tal y como hace siglos. Es un castillo que está condenado a su desaparición, a no ser que las autoridades decidan hacer algún tipo de acción para evitarlo.
CÓMO LLEGAR:Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’ENSARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucia, Polop y Guadalest. Carretera hacia Callosa d’Ensarriá, en unos 2 km girar a la izquierda, a la Presa del Pantano de Guadalest, cruzarla y continuar por la carretera que rodea el pantano hasta el cruce balizado por un poste con paletas de los PR-CV 18 y 19. Continuar subiendo hasta que se acaba el asfalto, se puede aparcar en los huecos de las curvas o a la izquierda, sin bloquear la salida.
COMPONENTES: VICENTE, PATRO Y PEPE.
ITINERARIO: APARCAMIENTO / DESVÍO IZQ. / COLLADO / PINADA / CRUCE A LA TRONCA / FUERTE SUBIDA / GRUPITO DE PINOS / CANALETA / ALT DE TRONCA / PEÑA DE ENFRENTE / BAJADA A PISTA / DEJAR PISTA / HACIA LA CRESTA / CORRAL DEL RATLLAT / CRESTEO / PASITO / CRESTEO 1 / CASTELLET / ALJIBE / PORTET DE CASTELLS / APARCAMIENTO.

LA RUTA: Hace poco descubrí un Track de efegeeme que ascendía a la Tronca y la cresta del Castellet. ¿A la Tronca? Me puse a indagar en los mapas y resulta que la Tronca es una pequeña formación rocosa situada a la entrada el Barranc de la Canal. Hay una buena visión de ella bajando de la Mallá del Llop en la ladera izquierda del barranco, junto a un corral derruido. Uno de sus pivotes está agujereado en su parte alta.

Siempre me han llamado la atención estos fenómenos producidos por la erosión, la Foradá, la Penya Forata, l’Homenet y otros tantos que hay en nuestras montañas de piedra caliza. Pero lo de la Cresta de la Penya del Castellet, por desconocimiento me causa respeto. Me encanta crestear pero dentro de los límites del senderismo.

Iniciamos cuesta arriba por la pista de tierra de los PR-CV 18, 19 y 46. Hace una buena temperatura pero el día no está limpio, hay nubes que se van deshilachando y todo está mojado a su paso. En la primera curva ya aparece el piso de cemento que lo protege en las lluvias dado su fuerte desnivel.

Vamos teniendo las primeras vistas brumosas a las laderas de Aitana y al valle de Guadalest, con sus pequeños pueblos diseminados que comienzan a despertar bajo el tibio sol matutino que les alumbra. Dan pena las visiones parciales del Pantano de Guadalest, hace años que no lo veíamos tan vacío y mermado de agua.


En el otro lado, desde la umbría y entre los pinos  disfrutamos de las primeras panorámicas del Barranc de la Canal en todo su esplendor. Poco más adelante, en otra curva, aparece vertical e imponente la Penya del Castellet, su cara más agreste coronada por el Castellet, del que divisamos algún lienzo de sus murallas.

Bajo la misma Penya del Castellet nos desviamos a la izquierda dejando la pista y adentrándonos por un camino de tierra que hace varios lazos entre los derruidos muretes de piedra seca de antiguos y yermos bancales, hasta situarnos en un pequeño collado con nuevas miradas.

Entramos en una corta pero agradable pineda desde la que admiramos al completo el Pantano de Guadalest todavía brumoso y una extensa vista al Barranc de la Canal, que poco después se amplía con la primera visión de la Tronca, que desde esta posición parece un ondulado visillo a medio recoger.

Terminada la pineda el camino se dirige al Pla del Blancoc pero antes de llegar a su desvío, lo dejamos por la derecha, subiendo por unos deshechos y empinados márgenes, guiados por esporádicos mojones entre palmitos y abundante matorral bajo. Hacia abajo vemos las ruinas del corral de Blancoc.


La Tronca lo acapara todo y su fisonomía va cambiando a medida nos vamos acercando. Entre los lienzos de su amurallado frontal ya distinguimos el curioso agujero que la atraviesa. Debemos virar a la derecha para afrontarla lateralmente. Sobre el valle de Guadalest, una estrecha y alargada nube queda flotando


El desnivel sigue encrespándose entre pequeñas pedreras y el perfil de la Troca se transforma a cada momento. Tomamos como referencia un grupito de pinos que hay en el lateral de la sierra, pero sin atacarlos directamente, seguiremos separados por la derecha, cerca de unos roquedos que son más firmes.


Luego, hacemos una diagonal por encima de los pinos para acercarnos a una muesca o ventana al final de la sierra. Sorprendemos a un rebaño de ovejas que se disgregan para reunirse más abajo. Tenemos la última mirada lateral de la alargada nube a media altura de la sierra de Aitana.


Desde este escalón rocoso que separa dos de las cumbres, nos asomamos al vacío para obtener una vista aérea del Barranc de la Canal coronado por una nube. De Frente tenemos el pueblo de Castell de Castells, una deficiente estampa de la Penya del Castellet entre la bruma y el sol, y a sus pies del Corral del Ratllat.


Atacamos el Escalón por la izquierda, hay muchos agarres pero tenemos que ser precavidos, las rocas están húmedas. Sin elevarnos mucho, vamos girando por la izquierda unos metros hasta encarar una pequeña y escalonada canaleta inclinada que facilita su ascenso con múltiples apoyos.


Una vez arriba se transita perfectamente hacia un diminuto rellano y alguna decena de metros de cresta. Alt de Tronca (981 m.). Es una lástima que las nubes se estén enganchando en las cumbres próximas, cubriendo la mayor parte del paisaje. Al tener tampoco espacio, hacemos la foto oficial y regresamos.

La bajada la efectuamos por el mismo sitio extremando las precauciones para no resbalar. En el escalón, continuamos de frente sin bajar hasta el otro peñasco, donde en una cómoda trepada subimos arriba, y tenemos una sencilla bajada entre las rocas a un sendero que conecta con la pista.

Espectaculares vistas hacia atrás, con una nublada Penya del Castellet  y la Tronca, que ha vuelto a cambiar de imagen, siendo ahora un compacto peñón desde esta posición; a sus pies vemos un pequeño aljibe cubierto por un brocal con bóveda de origen árabe. Alcanzamos la pista.


Dejamos atrás Castell de Castells, el Barranc de la Canal y la Tronca, disfrazada ahora de  doble loma rocosa, que nada tiene que ver con las agrestes imágenes anteriores. Nuestro próximo destino son las crestas de la Penya del Castellet, donde no termina de despejarse la bruma.

Casi enfrente del corral y la era del Ratllat, atajamos dejando el camino por una senda perdedora entre abundante matorral bajo. Se trata de pasar por los bancales de debajo del corral y remontar la ladera hasta encontrarnos con la cresta. No hay senda clara y es terreno invadido por las aliagas.


Nos subimos arriba de la cresta y comenzamos un bonito cresteo aéreo con apoyos y agarres muy buenos, pero que el paso de la nube ha dejado húmedos, por lo que extremamos la precaución. Al igual que en la Tronca estos pasos no son aptos para gente con vértigo, pero no precisan aseguramientos de escalada.


Encima de la crestería nos desenvolvemos perfectamente y avanzamos entre las rocas con prudencia. Las vistas son impactantes, sobre todo a la Canal que vuelve a estar a nuestras espaldas acaparando todo el protagonismo. El día parece arreglarse y las nubes se deshilachan.

Salvamos unos pasitos laterales por la izquierda y nos encaminamos a encarar una sencilla trepada a una cota más elevada, que buscando los apoyos adecuados superamos con sencillez. Nos escoramos por la izquierda donde ya tenemos a la vista el primer lienzo de las murallas.


Llegados a él lo pasamos por su interior y arribamos al rellano en el primer nivel del Castellet. Hacemos algunas fotos en una de sus cornisas y continuamos directamente a trepar por el resto de la cresta hasta el segundo nivel. Se puede hacer por sendero pero estamos crecidos, tampoco supone ningún peligro.


Penya del Castellet (1.051 m.), arrebatamos este bastión a los moriscos y nos preparamos para almorzar junto a sus ruinosas murallas y el segundo aljibe. Las panorámicas van mejorando con el día. Si no se toman medidas para su cuidado llegará un día en que caerán las pocas paredes que hay en pie y con ellas toda su historia.


Emprendemos el regreso. Aquí efegeeme proponía el descenso por la cara sur prestando mucha atención en tres puntos: junto al Castellet, una rampita con pendiente y aprovechar los apoyos junto a la hiedra. Nos confundimos al creer que la hiedra era la que hay junto al primer aljibe y una vez bajo decidimos dejarlo para otro día.

Descendemos, y al pasar junto a la hiedra, todavía dudamos si subir para hacer el destrepe. Llegamos a la pista y proseguimos por la derecha rodeando la peña y enseguida tenemos la perspectiva que marcaba la propuesta de bajada. Aprovechamos para fotografiar todas las hiedras que encontramos.


Alcanzamos el Portet de Castells y continuamos bajando por la pista, ahora con piso de cemento. Tenemos miradas más nítidas que esta mañana al Pantano de Guadalest, y a la Penya del Castellet que se va quedando arriba. Nos dejamos llevar hasta finalizar la ruta, que ha resultado muy entretenida y con unas vistas acollonants.
VER RUTA EN WIKILOC: http://es.wikiloc.com/wikiloc/edit.do?event=info&id=11143483
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 9,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.051 M. (Penya del Castellet)
ALTURA MÍNIMA: 533 M.
DESNIVEL POSITIVO: 1.063 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.063 M.
DIFICULTAD: MODERADA (Si no se tiene vértigo)

LA RIBEIRA SACRA, ENTRE MEIGAS Y VIÑEDOS.

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El otoño ya está aquí, y como casi siempre, buscamos su esplendor viajando al norte. Esta vez ha sido al noroeste, a Galicia, y más concretamente a la Ribeira Sacra, que comprende las riberas de los ríos Sil, Miño y Mao, en la zona sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Ourense, para perdernos entre sus viñedos, fragas, soutos castiñeiros y carballeiras.



La mayor parte del Cañón del río Sil discurre en el Concello de Pantón en la provincia de Lugo, ejerciendo de frontera natural entre las provincias de Ourense y Lugo. La génesis del Cañón del Sil no es fluvial sino tectónica. Su encajamiento se produjo en el Cuaternario y la morfología de su cauce se puede deber al hecho de discurrir por fracturas que partieron el terreno en bloques gigantescos al comenzar a bascular la planicie, que se elevó por el Sur y por el Oeste. La acción erosiva de las aguas del Sil ahondó luego este barranco encajado en dirección Este-Oeste.

La Ribeira Sacra es especialmente conocida por sus tesoros naturales y biológicos, constituyendo un vastísimo ecosistema de gran variedad y riqueza. Son de destacar los Cañones del Sil por su espectacular paisajística. Esta es una zona en la que el río discurre encajonado a través de paisajes y montañas que han sido descritos como de enorme belleza; los cañones disponen de miradores habilitados para admirar su impactante monumentalidad, así como de un catamarán abierto al público que transita los cañones de uno a otro lado.

Ribeira Sacra, como denominación de origen, es también conocida por la calidad de sus vinos, muy recurridos en la gastronomía gallega, a los que popularmente se conoce en la zona con el nombre genérico de mencía, debido a que son elaborados principalmente con la variedad de uva mencía, aunque también se usa la variante godello. Las viñas, que se pueden contemplar siguiendo el curso del río, están dispuestas en un sistema de escalones de piedra, llamados socalcos, a lo largo de la ribera, y datan de la época romana. Los romanos ya tenían en gran aprecio estos caldos, que son afrutados y de gran presencia, ideales para disfrutar con carnes, y se decía, que una de las variantes de este vino, el Amandi (procedente de la zona del mismo nombre), se le hacía traer al César desde la Gallaecia romanizada.

El primer testimonio escrito que tenemos del topónimo Ribeira Sacra, es el documento fundacional del Monasterio de Santa María de Montederramo, otorgado en Allariz, el 21 de agosto de 1124 por Doña Teresa de Portugal. La nomenclatura se populariza a raíz de la publicación, traducción y comentario de dicho documento por el historiador Fray Antonio de Yepes, que señaló que el documento hacía referencia a la zona como Rivoira Sacra, traduciéndolo como "Ribeira Sacra", en referencia a la gran cantidad de monasterios existentes en la zona. El historiador Manuel Vidán Torreira pondría en duda esta traducción en 1987, con la publicación de una serie de artículos en La voz de Galicia y un trabajo titulado El roble sagrado de la Rivoira Sacrata.

Vidán deriva "riboira/reboira/reboiro", y concluye que Rivoira respondería antes a "Roble" que a "Ribera". Pero esta tesis adquiriría más relevancia gracias a otro historiador, Torquato de Souza Soares, que, sometiendo a estudio crítico el documento fundacional y publicándolo en facsímil, encuentra un error en la transcripción de Fray Antonio de Yepes, y señala que en el documento se lee claramente Rovoyra y no Rivoira; lo cual se aparta de "Ribera" y podría tener el significado de "Robledal", del latín Rubus. Vidán ya nos pone con su trabajo en sintonía con la obra de James Frazer La rama dorada, donde se recogen las tradiciones celtas en torno al roble, árbol al que tenían por sagrado y guardián del espíritu de la tribu, siendo los bosques de robles lugares de objeto de veneración.

Vidán también se refiere al propio topónimo de Montederramo como una probable alusión al muérdago recogido por los druidas, para reforzar la visión del origen de este topónimo antes como Robledal Sagrado que como el  establecido popular y turísticamente de "Ribera Sagrada" (Ribeira Sacra).

Al poder disfrutar de más días, hemos elegido tres puntos como centro de actividades, el primero de ellos Monforte de Lemos, capital de Ribeira Sacra. Cuatro noches en un elegante hotelito, por supuesto de nombre Ribeira Sacra, céntrico, con aparcamiento fácil y abundante información de la zona, que con la que traíamos nos ha permitido realizar las mejores rutas.

Nuestro segundo punto fue en Lugo capital, cuatro noches en otro pequeño hotel, el Metropol, cerca del recinto amurallado y con fácil salida hacia las rutas que teníamos programadas en la zona de la Serra do Courel, la Serra dos Ancares y un día en la playa de las Catedrales en Ribadeo.

El tercero y último ha sido en Ourense capital, dos noches en el Hotel Puente Romano, quizás el más alejado del centro, teniendo en cuenta que Ourense no es una ciudad llana, si no que tiene muchas colinas que subir y bajar.  Para aquí tenemos proyectado hacer una ruta cerca de la raya fronteriza con Portugal, dentro del Parque Natural de Baixa Limia-Serra do Xurés; dedicando el último día a Ourense cuidad termal, para disfrutar de una espléndida tarde en la Estación Termal de Outariz.


RUTA POR EL CAÑÓN DEL RÍO MAO, PR-G 177

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En la Necrópolis de San Vitor todo guarda silencio. El monte, las piedras, el vaciado de las cabezas. La historia dormita hasta que alguien la despierta y le pregunta y entonces el pasado adorna un rincón sumido en el bosque. Ya no están las herramientas que modelaron las peñas. Quedan los caminos para otros pies junto a la huella de la primera espiritualidad de una tierra que todavía no la ha perdido del todo. Pese al abandono, pese al paso del tiempo, en San Vitor una necrópolis y los cimientos de una capilla atraviesan mil años de historia humana y aparecen de nuevo ante nosotros sin sus habitantes, sin sus modos de vida y de muerte. Nos queda el paisaje, los caminos, las huellas que el cincel trabajó en la roca. Nos quedan las preguntas y los misterios que preocuparon a quienes aquí enterraron a sus semejantes. A caballo entre dos laderas de fuerte pendiente, la aldea de San Lourenzo es testigo de la continuidad en la ocupación y el laboreo de estas tierras. El medio está tan humanizado que resulta difícil imaginárselo de otra manera, pero lo cierto es que cada pedazo de tierra cultivable ha sido transformada con paredes de piedra, en una labor minuciosa durante siglos, de la que resaltan las terrazas características de la "Ribeira Sacra" (localmente llamadas "pataos"). Los caminos en la aldea son estrechos (carriozas pensadas para el trabajo intensivo de la ribeira), aunque el camino de acceso a San Vitor es más ancho que una carrioza . Llegamos a San Vitor por un camino que tuvo gran importancia en la Edad Media. No resulta difícil imaginarse que el valle que forma el Río Mao fue la vía natural de acceso a la ribeira desde las planicies de la sierra de Queixa. Arriba, en la sierra, el monasterio cisterciense, modelo de gestión económica medieval. Entre las carriozas de la ribeira, las rentas en vino y en castañas, productos de primera necesidad en aquella época. Queda en pie el edificio del antiguo convento de San Adrián, y dos topónimos sugestivos, San Miguel y San Salvador, en las inmediaciones.
CÓMO LLEGAR: Desde Monforte de Lemos por la OU-536 dirección Trevinca. Tras pasar Valilongo, coger el desvío por la OU-139 dirección Cristosende. Desde Cristosende, dirección Parada de Sil; está señalizado el desvío a San Lourenzo de Barxacova.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: SAN LOURENZO / DESVÍO NECRÓPOLIS / NECRÓPOLIS /  CANLE VELLA / REGATO SENRA / COVA DOS MOUROS / MUIÑO (MOLINO) / DEJAR CANAL / DESVÍO DCHA. / O PONTE ROMANO / FORCAS / ERMITA SAN MAMEDE / CEMENTERIO / A MIRANDA / SAN LOURENZO.

LA RUTA: Ayer a media tarde llegamos a Monforte de Lemos después de haber paseado estirando las piernas por Astorga. Nos ha encantado nuestro Hotel Ribeira Sacra, salimos a hacer compras para la mochila en un supermercado cercano, frutas, alguna latita y ensaladas de pasta. Buena recomendación para cenar y abundante desayuno esta mañana.

Con las indicaciones del hotel no ha sido muy difícil llegar a San Lourenzo de Barxacova. Tenemos que tener en cuenta que estamos en la provincia de Lugo y muchas de las rutas están en Ourense, el río Sil ejerce de frontera entre ambas provincias, está todo muy bien indicado y en estas fechas las estradas están solitarias.

El horario solar varía mucho del que tenemos en el sureste, amanece más tarde y por lo tanto la puesta de sol es más tardía, lo que nos viene muy bien para el comienzo de las rutas. De camino hemos parado en algunos miradores al cañón del río Sil cubierto de espesa niebla a estas horas. Espectacular.

En San Lourenzo están remodelando el aparcamiento y dejamos el coche justo antes de la cuesta que sube al pueblo junto al panel de la ruta. De nuevo vistas al río Sil donde la niebla sigue levantándose. Iniciamos cuesta arriba adentrándonos en el pueblo, dejando la iglesia a la izquierda, tras las marcas del PR.


En este tramo van unidas las marcas del PR y las indicaciones a la Necrópolis de San Vitor. Salimos del pueblo por un sendero entre las últimas casas y fincas agrícolas, elevándonos suavemente para al poco tener una bonita mirada hacia atrás de San Lourenzo con la densa nube de niebla que sube desde el Cañón del río Sil.

El sendero rodea la ladera a media altura y entramos en la umbría donde la vegetación cambia por completo, volviéndose espesa y abundante, con delgados robles, alisos y algún castaño; el grado de humedad aumenta y todo se llena de musgo. Alcanzamos el punto donde se separan los dos senderos.

Los dos siguen un itinerario casi paralelo, el PR algo más elevado sube por la derecha, pero nosotros vamos por la izquierda a ver la Necrópolis. A través de la tradición oral llegó hasta hoy el testimonio de la existencia en estos acantilados de un grupo de tumbas rupestres de los hermanos de San Vitor desaparecidas hoy por el uso del granito para la extracción de las losas para el nuevo cementerio.

Estos enterramientos medievales constatados entre los siglos IX y XII fueron decisivos a la hora de demostrar la propiedad de estas tierras, debido a las disputas entre la iglesia oficial y el señorío secular. Posicionados en altura podemos ver las fosas excavadas en las rocas graníticas, todas ellas orientadas en la misma dirección.

Nos adentramos en la umbría del bosque y en el Cañón del río Mao, que aunque no veamos sus aguas, si las oímos al fondo del acantilado. El suelo del sendero se alfombra de hojas caídas, y  sobre todo de vainas de castaña. De nuevo la humedad, y en las chorreras de agua aparecen los primeros helechos.

Llegamos a la Casa dos Vascos, aquí comienza a Canle Vella, el antiguo canal construido en 1914 para llevar el agua a la Central Hidroeléctrica da Escalada, denominada popularmente "La Fábrica de la Luz", que fue una de las primeras que se construyeron en Galicia. En la casa vivían los ingenieros encargados de su mantenimiento.

En su momento, la obra se convirtió en un hito tecnológico y sirvió para dar luz a Monforte, aldeas de la Ribeira Sacra e incluso a la propia capital de Ourense. Actualmente en total desuso, el sendero transita por el interior de su cauce, algunas veces taponado por maleza o rocas.

También se puede hacer por la base del muro que da al acantilado, de unos cincuenta centímetros de anchura, pero hay tramos en los que suele ser peligroso al no haber arbolado o vegetación que amortigüe una caída. Es mejor ir subiendo y bajando cuando el cauce esté obstruido.


Es un tramo espectacular, de una belleza extrema. Todo tapizado de verde musgo con centenarios castaños de increíbles troncos, algunos ahuecados, en los que caben varias personas. En el piso del canal entre hojarasca y vainas de castaño descubrimos hongos y setas de distintas especies.


Por una pasarela metálica cruzamos el Regato Senra, que tumultuoso precipita sus aguas por el Cañón del río Mao, del que solo oímos el rumor de sus aguas. A mayor humedad, más frondosa es la vegetación. Volvemos al cauce del canal que atraviesa estrechos desfiladeros excavados en la roca.


Para salvar un gran roquedo lo han perforado y el canal atraviesa las rocas, en este tramo nos elevamos por encima de las rocas junto a la ladera de la montaña paseando entre castaños. De nuevo en el cauce sigue serpenteando sin apenas desnivel. De vez en cuando el canal se ensancha formando pequeños meandros de decantación.






Arribamos a la Cova dos Mouros, donde en 1905 durante las obras del Canal Viejo apareció la famosa Espada da Forcas, conservada en el Museo Arqueológico Provincial de Ourense. Se trata de un excepcional ejemplo de un arma de la Edad del Bronce Medio (1500-1200 aC). Curiosamente la vertical boca de la cueva tiene la forma de la espada.


Seguimos rodeando la ladera y salimos a la solana, despejada de vegetación en donde por primera vez podemos ver en el fondo del Cañón las aguas del río Mao 
tumultuosas y bravas, discurriendo entre grandes rocas y formando pequeñas cascadas, en un cauce apretado por la vegetación de ribera.


Poco antes de finalizar el Canal Vello, pasamos junto a las ruinas de un viejo Muiño (molino hidráulico) que las tumultuosas aguas del Regato de Forcas ponían en funcionamiento antes de precipitarse al Cañón del río Mao. Con cuidado desciendo unos metros para fotografiar el caudal de agua.

Finalizado el canal, comenzamos a separarnos del curso del Cañón del río Mao girando a la derecha por un camino entre helechos secos y topándonos con la estructura del canal nuevo, con vallados muros de cemento entre los que discurre apenas un centímetro de agua. Todo un desencanto, es la parte menos agraciada del recorrido.

Caminamos por la izquierda pegados a la valla, en ocasiones salvamos las ondulaciones del terreno por medio de pasarelas metálicas; es un tramo insulso y aburrido que termina cruzándolo por la derecha con otra pasarela. En este punto hay un corto desvío ida y vuelta hasta el Ponte Romano da Conceliñas.


Al no llevar Track en el GPS y no estar bien señalizado no lo hicimos. Todo el paisaje cambia y al haber menos humedad también la vegetación. Comenzamos a subir paulatinamente por carriozas, caminos carreteros entre muretes de piedra, que enseguida nos dejan en el pueblo de Forcas, junto a su lavadero.


Cruzamos el solitario pueblo en dirección a la ermita de San Mamede rodeada de hortensias fuera de temporada. Por camino asfaltado nos encaminamos hacia un bonito Cruceiro con base de roca. Giramos a la izquierda por un camino de tierra que rodea el cementerio. Seguimos subiendo ligeramente.

Pasamos por pequeñas huertas particulares donde predominan las plantas de grelos. Llegamos al pueblo de A Miranda, todavía más diminuto que Forcas, donde destaca un joven y hermoso castaño que todavía tiene todas sus vainas sin abrir. Entramos de nuevo en las umbrosas carriozas.

Es una delicia caminar por estos ancestrales caminos que el senderismo está recuperando, atravesados por pequeñas corrientes de agua en estas fechas mantienen un alto grado de humedad, y en su alfombrado suelo de hojas caídas brotan numerosas clase de setas, algunas de ellas tóxicas, como indican sus colores.







Proseguimos bajando y entre las zonas despejadas de arboleda comenzamos a tener espléndidas miradas a Cañón del río Sil y su lengua de agua navegable. Metidos de nuevo en la umbría pasamos por encima de la tubería que conduce el agua del canal nuevo hacia las turbinas de la central eléctrica del Sil.

Divisamos a nuestros pies las casas de San Lourenzo, que después de varias revueltas tenemos más cercanas. Cerramos el círculo donde esta mañana nos hemos ido para la Necrópolis y entramos en el pueblo que sigue igual de silencioso y tranquilo. Preciosa ruta la realizada, muy recomendable la parte del Canle Vello.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,1 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 852 M. (Cerca de A Miranda)
ALTURA MÍNIMA: 543 M. (San Lourenzo)
DESNIVEL POSITIVO: 435 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 435 M.

DIFICULTAD: MODERADA.
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