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Channel: Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos
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EL CABEÇÓ D’OR.

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En tierras muy cercanas a la ciudad de Alicante, junto a poblaciones como El Campello y Busot, encontramos este cerro que alberga la espléndida y famosa Cueva del Canelobre, (en la falda septentrional del Cabeçó ; a 700 metros de altitud), de gran interés geológico, deportivo y turístico con una espectacular bóveda de piedra natural de unos 70 m. de altura. Recibe su nombre por una espectacular estalagmita en forma de candelabro (canelobre en valenciano). Nuestra leyenda empieza, como ocurre otras veces, con el nombre del cerro. el Cabeçó d’Or. Tenemos tres versiones para elegir: Parece que el nombre “d’Or” se refiere al lenguaje prerromano con el que llamaban al agua, “Ur”. Debido a las fuentes de aguas minerales de Aguas de Busot, este “d’Or” sería el primer nombre que tuvo la montaña y haría referencia también al manantial de las cuevas del Canelobre. Con esto, querían decir que el agua era el oro. Los musulmanes de Al-Andalus mantuvieron el nombre y, tras la reconquista, la fonética valenciana sonaba como “Or”, pero su significado seguía siendo agua(“Ur”), de forma que el nombre real era “Cabeçó de les Aigües” Existe una leyenda local a propósito de esta confusión lingüística, que ridiculiza la inteligencia de los conquistadores cristianos porque creían que había oro en el lugar, cuando el tesoro era el agua. Dicen otros que su nombre, El Cabezón de Oro, se debe al grandioso valor económico que adquirió cuando todavía se explotaban sus minas de hierro. A este hierro le llamaron “oro”. La tercera versión dice que su nombre es debido a la tonalidad dorada que adquiere la sierra cada tarde con la puesta de sol. Ya no sólo por el color dorado de la montaña, sino también por los reflejos, entre cobre y oro envejecido, que bañan los terrenos de Busot, San Juan o Muchamiel a los pies de la sierra. En este caso, el oro sería la luz.
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección Valencia, salida en la nº 1 después del túnel de San Juan, dirección MUTXAMEL / XIXONA por la N-340. Salida por la derecha BONALBA / BUSOT por la CV-774, hasta nueva rotonda. Continuar por la CV-773 y 774 a las Cuevas de Canelobre. Aparcar en el lugar habilitado en la gran curva antes de llegar a la barrera.
COMPONENTES: VICENTE, CAROL Y PEPE.
ITINERARIO: PLA DE LA GRALLA / RACÓ DEL CALDERÓ / MAS DE GORGES / ESQUENALL DE L’ASE / RACÓ DE SEBA / MIRADA A LA TORRENTERA / CASA POLSET / PASO HILLARY / COLL ALEMANY / AVENC DEL MARQUÉS / CABEÇÓ D’OR / COLL ALEMANY / CASA DEL POLSET / DEJAR PR / PENYA CACHA / PENYA NAPIA / CASA DEL POLSET / RACÓ DE SEBA / PLA DE LA GRALLA.

LA RUTA: Para hoy teníamos preparado un Track de efegeeme para hacer una subida directa a la cima desde el Racó de Seba, pero la torrencial lluvia de ayer ha dejado las paredes mojadas y con riesgo para las trepadas.


Para hacerla diferente también habíamos añadido la variante de bajada por la Penya Napia,  de la que igualmente tuvimos que desistir debido a las fortísimas rachas de viento. Así que nos conformamos con parte de la ruta del PR-CV 2.


Iniciamos desde el aparcamiento tradicional en el Pla de la Gralla, donde siempre hay gente a primera hora, corredores o senderistas. El viento se lleva las nubes y amanece con sol, vemos el agujero encima de las Cuevas de Canelobre y en la otra vertiente la Penya Migjorn.


También distinguimos con nitidez la enorme mole de la Penya de l'Home. Desde esta posición mucha gente la confunde con la cima, que realmente está mucho más cercana. Dejamos atrás el inicio de la senda del Racó del Calderó, por donde hubiéramos regresado.


El camino nos deleita con vistas a los grandiosos paredones y el mar por un lado, y por el otro, las extensas miradas a la Penya Migjorn, la Carrasqueta, el Maigmó, el Despenyador y la Crestería del Frare que comienzan a despertar.


Más adelante también tenemos otra imagen tremenda de la peñascosa montaña a los pies de la Casa de Gorjas. Antigua masía situada sobre un montículo en un punto estratégico de la ruta, que sirve de referencia a montañeros y escaladores.


Llegados a su ubicación las miradas montañosas hacia el interior se amplían. Recientemente ha sido restaurada resaltando su bonita estampa; actualmente parece habitada, su muro de piedra y su interior están muy cuidados.












El camino va girando a la derecha para entrar en el Racó de Seba, donde nos recibe por la izquierda la espectacular cresta del Esquenall de l'Ase (el espinazo del asno). El camino toma dirección a las altas paredes.


Haciendo unas sinuosas curvas nos adentramos en el  Racó de Seba flanqueados por las altas paredes del Esquenall y las de las Minas. Seguimos hasta el Mas del Racó de Seba, emblemática casa a la entrada del barranc de l’Ombría.


Proseguimos por la derecha, por el poste informativo del PR, donde en unas decenas de metros tenemos marcado el desvío para la subida directa a la cumbre y por el que hoy no subiremos. Intentamos situar el paso entre la gran muralla montañosa.


Comienza una entretenida subida hasta el collado por la preciosa senda de la umbría, que entre rampas y zigzags nos va elevando suavemente, permitiéndonos observar el paisaje y las paredes con todo detalle  a todos nos niveles.


Antes de llegar arriba nos cruzamos y charlamos con Vicenticonadal.m que también sigue nuestro Blog. En el cruce con la torrentera vemos hacia abajo, la cueva del ermitaño con su entrada cubierta de hiedra.


Seguimos saboreando las vistas hasta que entramos en la pineda de la cara norte, donde las lazadas se alargan hasta alcanzar el Collado del Polset (957 m.). Dejamos la casa y el pou de neu para visitar al regreso.


Continuamos subiendo por la izquierda entre los pinos, salvando pequeñas torrenteras y ganando altura con facilidad. Vemos el mar, la cabeza de l’Homenet asomándose y a nuestros pies la inverosímil placa de l’Esquenall.












Alcanzamos la paredes para avanzar oprimidos junto a ellas, entre pequeñas carrascas y algún que otro  madroño, con vistas abiertas a las montañas y segadas al picacho de la cima que ya comienza a definirse en solitario.


Dejamos el pasillo entre la vegetación para llegar al paso Hilary, una rocosa pared con una trepada fácil, pero ahora ha sido equipada con unas cuantas grapas metálicas. Ha perdido todo el encanto, pero puede subir más gente.


Bajamos para rebasar un escalón rocoso y ganar la solana con majestuosas vistas al mar, Coll Alemany (1.120 m.). Es una zona poblada de matorral bajo debido a que antiguos incendios la arrasaron varias veces. 


Aquí también se une el sendero que sube desde Collado Salmitre y el Balneario de Aigües. Subimos por la izquierda, cerca de la arista hasta el Avenc del Marqués, dentro de la misma está la entrada al pozo excavado de una antigua mina de hierro, no de oro, como algunos creen.


Con miradas a la preciosa arista que llegan a la costa, subimos rodeando la parte alta de la montaña para llegar al aljibe, cuya bóveda de ladrillo ha sido destruida en su totalidad y han tenido que vallarlo. A unos metros tenemos el vértice geodésico de la cima. 


Cabeçó d’Or (1.209 m.), hoy está concurrida la cumbre y coincidimos con algunos paisanos. Nubes de algodón  realzan las vistas, que aunque brumosas, se distingue el cabo de las Huertas y llegan más allá del cabo de Santa Pola.


Almorzamos protegidos del aire y mirando al litoral. Mas hacia el Este reina el Puig Campana, con el Ponoig, el Cabal, Sanxet, Penyó Roc y Aitana, hasta llegar a Penya Migdía, Maigmó y Despenyador. Todo un espectáculo.


Iniciamos el regreso por el mismo sendero de subida, deshaciendo camino hasta el Avenc del Marqués, llegar al collado Alemany y al escalón rocoso que ahora tenemos que bajar. En las paredes de la derecha vemos sujetas a las rocas, unas letras metálicas con el nombre del collado. 


Continuamos bajando por el paso Hilary, el pasillo entre las paredes, los lazos y rampas de la ladera hasta conectar con el collado y poco después con la Casa del Polset y el pou de neu, por donde continúa el PR.


Desde la casa las vistas llegan al litoral. Seguimos el sendero donde en los sitios poco protegidos las ráfagas de aire nos vapulean. En unos 700 metros aproximadamente dejamos el PR por la derecha, subiendo la loma por rastros que se pierden.


Junto a la Penya Cacha debemos comenzar el descenso, pero las rachas de viento nos impiden mantenernos en pie y resulta arriesgado. Hago una foto a la Penya Napia desde arriba y retrocedemos. Sin viento hubiéramos acortado mucho.


Desde el Collado del Polset iniciamos un descenso rápido por la bien cuidada senda por la que hemos subido esta mañana. Solo nos detenemos para hacer espectaculares fotos con el cambio de luces a la pedrera y las paredes de las Minas.


Frente a la casa del Racó de Seba con miradas a los paredones del barranc de l’Ombría, marchamos por la izquierda, dejando atrás el Esquenall de l’Ase y las paredes de escalada; en el recodo el camino nos sube hasta la Casa de Gorjas.


Prosigue por los contornos de la sierra hasta el Racó del Calderó, con el sendero de la Canal de l’Homenet, por donde habríamos bajado de no haberlo impedido el viento. En el aparcamiento cerramos una ruta muy distinta a la que habíamos planeado.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 11,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.209 M. (Cabeçó d’Or)
ALTURA MÍNIMA: 504 M. (Inicio Pla de la Gralla)
DESNIVEL POSITIVO: 929 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 931 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


EL DESPENYADOR Y LA FERRATA.

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Situado en el término municipal de Castalla, las 126 Ha. de Xorret de Catí destacan sobre todo por su valor ambiental y belleza paisajística, que ha hecho que se encuentre incluido en el Paisaje Protegido de las “Sierras de Maigmó y El Cid”, declarado por la Generalitat Valenciana. Es una zona totalmente montañosa, dominada por las grandes cumbres de las Sierras del Maigmó y del Fraile, con alturas superiores a los 1.200 m, cresterías espectaculares y grandes cortados rocosos. La vegetación dominante está formada por el pino carrasco, con su matorral asociado de coscoja, jaras, etc., apareciendo en zonas más húmedas y sombrías restos del bosque original de carrascas. La fauna es variada, pudiendo ver grandes mamíferos como el jabalí o el Arruí, especie de cabra salvaje originaria de África, introducida en nuestras tierras con fines cinegéticos que se ha adaptado perfectamente el clima y al terreno. Junto a ellos es posible ver conejos, zorros, jinetas, tejones o gatos monteses. Las aves son también muy abundantes y fáciles de localizar. Destacan las rapaces como el águila real, el azor, el halcón peregrino o el búho real, aunque también podemos ver otras muchas, como palomas torcaces, chovas piquirrojas, arrendajos, perdices, pito real, jilgueros, verdecillos, carboneros, etc. El nombre del espacio hace referencia a la presencia de una antigua “mina” de agua, (de la que brota un xorret) que abastecía a las masías cercanas y que ha sido restaurada por la Diputación con fines recreativos. La presencia del hombre en estas tierras ha sido constante a lo largo de la historia, pudiendo ver todavía restos de la misma.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hacia Madrid, salida en Petrer / Centro Comercial, antes de cruzar por debajo de la autovía, girar a la derecha, hay cartel indicativo a Xorret de Catí, por la CV-837 carretera de montaña que en unos siete kilómetros nos deja en las instalaciones del Hotel, donde hay un buen aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, JUANJO, MANOLO PERAL, PELEGRIN, TELE, RAFA BUYOLO Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO: XORET DEL CATÍ / IZQDA. / DCHA. / ÁREA RECREATIVA / IZQDA. / IZQUIERDA / ENLACE PR-CV 28 / GRIETA / DESPENYADOR / PANORÁMICAS / CRESTERÍA DEL FRARE / FERRATA /  MIRADOR / XORRET DE CATÍ.


LA RUTA: Nueva ruta inédita para mis amigos veteranos. Recorrido sencillo y apto para todos los niveles con llegada a la hermosa atalaya del Despeñador. La bajada se hace por la “ferrata” al Mirador de Catí. La “ferrata” son unos cables de acero que nos ayudan a bajar por una pequeña barranca.


Iniciamos desde el aparcamiento del hotel, girando a la izquierda para tomar la primera pista de tierra a la derecha, donde hay carteles al mirador de Catí y paletas informativas de los PR-CV 28 y 32. Aunque  nosotros haremos una pequeña variante para no pisar asfalto.

Hace un día precioso y despejado con un poco de fresco que el sol irá caldeando. El camino asciende suavemente entre una gran masa de pinos en dirección a la barrera montañosa. Por la izquierda vemos la últimas estribaciones de la Crestería del Frare.

Mirando hacia atrás, la altura nos permite ver como comienza a despuntar la sierra del Cid, y por delante la muralla de la crestería y el final de la abrupta sierra que termina en un vertical cortado con el Despenyador.

Llegamos a un cruce de caminos. Nosotros seguimos por la derecha, por las indicaciones de las paletas informativas al Despenyador. Por la izquierda se va al Mirador del Catí y a la “Ferrata”, que será por donde regresaremos.

La poca altura tomada amplía el paisaje a nuestras espaldas,  con bonitas vistas a los impresionantes riscos atestados de pinos, al hotel que se queda en el valle, la sierra del Cid que emerge grandiosa y las sierras de Les Pedrisses y del Reclot. 

Llegamos a la rehabilitada calera, al refugio y la zona de acampada. Por delante del refugio y la pista de cemento atajamos, dejando el sendero del PR por otro a la izquierda sin marcar. Esta pequeña trampa nos permitirá no salir a la carretera.

Por este sendero comenzamos un ascenso más duro y empinado, metidos dentro del denso bosque de pinos y en un entorno más salvaje. Hacemos una corta parada técnica para repostar líquidos junto a una enorme roca.

Poco a poco vamos ganado altura y enlazamos de nuevo con el PR-CV 28 por la izquierda, ya en dirección a la cumbre. Para aquellos que quisieran ascender por la grieta, tendrían que descender un poco por el PR hasta la base de la misma.

Ahora por sendero oficial continuamos la subida. Poco a poco alcanzamos cotas más altas y despejadas de vegetación hasta llegar al cordal de la sierra, donde ya podemos ver parte de la Crestería del Frare, y la inevitable sierra del Cid por ser la más cercana.

Camino de la cumbre vamos posando en diversos miradores de los acantilados. Vemos el final de la grieta que enlaza con el sendero, y las miradas llegan al mar, con el Cabeçó d’Or, el Puig Campana y el cercano Maigmó.

El Despenyador (1.261 m.) preciosa atalaya donde contemplar gran parte del elenco montañoso de la provincia y una de las mejores masas de pineda conservada que llega hasta Castalla, un manto verde excepcional.

Almorzamos en un escalón bajo las carrascas y al borde del despeñadero. Un extraordinario mirador al mar, al manto de pinar del Alt de Guixop y el Maigmó, a Ibi y el Menejador, y girando más Sax y la sierra de Salinas.

Comenzamos a descender dejando a nuestra izquierda la senda de subida. Continuamos recto cerca de las depresiones, bajando y subiendo las ondulaciones de las crestas, y metidos en el bosque de pinos que apenas nos deja ver el paisaje.

En los sitios despejados de vegetación oteamos de nuevo sobre plataformas rocosas al filo de los acantilados. Siempre hay algo distinto que ver, Onil y Castalla en una vertiente, y en la otra, las miradas llegan al litoral.

Las puntiagudas crestas atestadas de manto verde parecen olas de un mar bravío e imaginario. Luego, vienen tramos de sendero interior que atajan entre las crestas evitando correr riesgo alguno y saliendo a una mirada diferente.

Hay llamativos parajes escarpados y panorámicas espectaculares a la Crestería del Frare con el fondo cada vez más nítido de la Silla del Cid. Asomándonos a los precipicios fotografiamos atrevidas instantáneas.

Nuevos balcones al vacío nos ofrecen vistas laterales a las paredes calizas de la crestería, hacia atrás, panorámicas de las ondulaciones que hemos pateado, y por delante el sendero se abre camino hacia el Pic del Frare (1.137 m).

Antes de una remontada para alcanzar el Pic del Frare, llegamos a un gran mojón de piedras, donde por la izquierda entre los pinos y las carrascas tenemos que comenzar a bajar. Aparentemente no hay senda pero se va intuyendo y vemos marcas de PR.

Comienza la pequeña “ferrata”, giramos a la derecha y enseguida tenemos un letrero y los cables de acero que harán de pasamanos. Si llevamos bastones es mejor plegarlos hasta que se acabe el tramo del cable, para poder agarrarnos mejor.

Es más fácil si bajamos de espaldas cogidos al cable y buscando los apoyos para los pies. Cuando se acaba el cable entramos en  pasillos o canalones rocosos que entre pinos y carrascas  nos van descendiendo escalonadamente a cotas más horizontales.

El tramo de sendero restante junto a un gran pino caído enlaza con unos escalones de piedra. Las vistas hacia arriba son grandiosas, con dos enormes espolones donde se practica la escalada y una gran pared vertical.

El camino nos lleva al Mirador del Catí, techado y con bancos de madera nos permite tomar un respiro después de la trepidante bajada, algunos todavía miran hacia la grieta sin creerse que por ahí han bajado.

Proseguimos por el ancho camino hasta el cruce de esta mañana con lo cual cerramos el círculo y repetimos tramo hasta el aparcamiento. Damos las últimas miradas a las crestas y su espeso pinar, buscando la barranquera de bajada.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 6,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.261 M. (El Despenyador)
ALTURA MÍNIMA: 888 M. (Aparcamiento)
DESNIVEL POSITIVO: 444 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 432 M.
DIFICULTAD: MODERADA

PER LES CRESTES DEL SANXET Y EL CABAL.

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El Penyó Cabal y El Sanxet, su nombre proviene del árabe yabal que significa montaña o sierra. Está situado en las últimas estribaciones por el sureste de la Sierra de Aitana. Su abrupto relieve se levanta sobre los barrancos del Salt, que lo separa de la cresta del Carrascal y el barranco de Gulabdar que hace lo propio con la Serra de Polop y el Ponoig.  Seguramente este nombre hacía referencia a la ubicación de la montaña, situada entre el Ponoig y la sierra del Carrascal. 
El Puig Campana y el Ponoig constituyen la parte más avanzada del macizo coronado por Aitana. Las fuerzas tectónicas y la erosión han creado aquí un paisaje de enorme complejidad geológica y de gran belleza. Esto y el hecho de que el Puig Campana sea la segunda cima más alta de la provincia, han convertido estas montañas en un lugar emblemático mara el montañismo, de reputación internacional, y de auténticos símbolos de la comarca. La complejidad geológica ha propiciado una gran diversidad de hábitats y una gran riqueza ecológica. La presencia humana desde la prehistoria ha ido modelando el paisaje y nos ha dejado un importante patrimonio histórico, del que cabe destacar los abancalamientos de mampostería.
CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ. Seguir para tomar en la rotonda la CV-70. Continuar hasta la rotonda nº 1 de La Nucía ,tomar la salida hacia Guadalest prosiguiendo por la CV-70. En la quita rotonda tomar el Camí del Castellet hasta llegar al Mirador. Hay algún espacio para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y PATRO.
ITINERARIO: MIRADOR DE GULABDAR / MAS DEL PI / FONT DEL PI / CASA DE DIOS / DCHA. DESVÍO SIN SENDA /  PAREDES DEL SANXET / GIRANDO A CARA NORTE /  CORDAL  / INICIO CRESTA / CRESTEANDO / MIRANDO LA CIMA / CIMA DEL SANXET / PLATAFORMA DESCENSO / DESTREPE CARRASCAS / JUNTO A LAS PAREDES / COLLADO DEL CABAL / ASCENSO AL CABAL / CIMA DEL CABAL / DESCENSO POR CORTADOS /  ENLACE PR / COVA DE LA MOSCARDA / BARRANC DE GULABDAR / CASA DE DIOS / MIRADOR DE GULABDAR.


LA RUTA: Otro buen Track de efegeeme, gran conocedor de la zona y con atrevidas variaciones. Vale la pena el esfuerzo sin sendero para rodear el Sanxet y atacar la cresta por su cara norte, tramo para gente valiente y experimentada.


Iniciamos desde el fabuloso balcón del Mirador de Gulabdar, junto a las paredes de escalada, con vistas al final del valle de Guadalest, al Bernia, la Marina Baixa y el Castellet de Polop. Imposible no emocionarse.


Por la pista entramos en el valle interior a la umbría del Ponoig y el Puig Campana, donde apenas unos cuantos arces encendidos motean el pinar de otoño, y por delante la gran mole del Sanxet, nuestro primer objetivo.



Abusando un poco del zoom de la cámara distinguimos la notable posición de la casa de Dios en la ladera. En un corto tramo llegamos al Mas del Pi, antigua casa que todavía se mantienen en pie. Su fuente está en el barranco.


El sol puntea de luz las altas cumbres, y mirando atrás desde la umbría, entre la “V” que forman las paredes de la sierra, resalta el plástico de los invernaderos, el Bernia, Morro de Toix, Penal d’Ifach y  el mar.


Entre curvas y rampas la pista no deja de subir abriéndonos el paisaje mientras el sol escala posiciones. En umbría del Ponoig, por sus escalonadas aristas, las siluetas de algunos pinos nos hacen pensar en una cuerda de porteadores.


Llegamos a la Casa de Dios (654 m.). Dominando su amplia atalaya, es un emplazamiento privilegiado bajo los riscos del Sanxet y frente a la abertura del barranc de Gulabdar, con vistas infinitas a la montaña, el mar y al cielo. 


A sus espaldas, en el cruce de caminos, seguimos por la izquierda ganando altura con facilidad pero sin dejar de mirar hacia atrás donde el paisaje te absorbe. La Casa de Dios se queda junto al Penyó, y el Bernia ya reina adentrándose en el mar. 


Los primeros farallones del Sanxet toman posiciones en la parte soleada y el camino llega a una antigua zona abancalada con restos de muretes de piedra seca, donde distinguimos un sester, un aprisco, en las paredes.












Un waypoint nos indica que debemos dejar el camino por la derecha. Oteamos el mejor paso y entre tramos de torrentera y matorral iniciamos la fuerte subida por la ladera, siguiendo rastros inexistentes por los que poder avanzar.


Pronto tomamos altitud por la ladera y entre descansillos para tomar aliento las panorámicas vuelven a inundarnos. La Casa de Dios se diluye en la inmensidad del paisaje y al Bernia se le une la serra del Ferrer.


Se trata de alcanzar las paredes del Sanxet para rodearlas por la izquierda, entrando en su cara norte. Sorprendemos a una cabra solitaria se queda perpleja al vernos y no mueve un músculo hasta ver nuestros movimientos.


Alcanzamos el cordal del Sanxet para seguir ascendiendo por su lomo hasta que comience la cresta. Hoy es un día especial en que las vistas lo acaparan todo, a mayor altura más extensas y nítidas, y aparecen nuevos protagonistas.


Comienza el primer tramo de cresta, con pasos asequibles por los laterales pero siempre en ascenso; con miradas a Aitana, el Carrascal y les Malladetes, el Penyó Roc y Puig Campana que vuelve a emerger por la arista.


Vemos quedarse atrás y casi sobrepasado en altura, el gran farallón del Sanxet que mira al Ponoig. Avanzamos hacia el siguiente lomo, viendo crecer al Puig Campana y como se expande el valle de Guadalest.


Este rocoso lomo nos corona en las alturas donde dominamos casi toda la Marina Baixa, y en la Alta, por el mar aparece el Montgó tras la serra del Ferrer. A medida que la cresta se estrecha se ralentiza el paso.


Un escalón más en la siguiente ola montañosa cada vez más afilada y que casi sobrepasa en altitud al Ponoig y sus praderas. Comenzamos a replantearnos el seguir adelante, llegar aquí ha sido un éxito que estamos disfrutando.


Oteamos el relieve de los dos últimos lomos y realmente tienen pasos muy aéreos y siempre en ascenso, apenas quedarán unos 80 metros para alcanzar la cima del Sanxet y no nos apetece arriesgar, y el tramo es de ida y vuelta.


En el punto que teníamos marcado como de regreso, comenzamos a descender lateralmente por la izquierda de la cresta, es un descenso escalonado entre las rocas hasta una especie de plataforma en un nivel inferior.


La plataforma nos sigue descendiendo hasta un grupo de carrascas que hay pegado a las rocas, donde apoyados en las ramas hacemos un pequeño destrepe hasta suelo firme. Las rodeamos para situarnos bajo las paredes del Sanxet.


Nuestro siguiente objetivo es llegar al collado del Cabal que vemos enfrente. Para no bajar demasiado, nos pegamos a las verticales y hermosas paredes del Sanxet, con la mirada puesta en el peñón del Cabal que parece la proa de un buque.


Tras subir varios muretes de antiguas terrazas abancaladas alcanzamos el collado del Cabal, donde tenemos miradas entre el pasillo de las dos sierras  al Bernia, y por el otro lado, als Castellets, Penyó Divino y Aitana.


Nos metemos en la umbría para comenzar la subida por la arista, donde aparentemente no hay marcas ni señalización. Desde esta posición tenemos una vista frontal a los dientes de sierra del Sanxet y su cima (1.161 m.)


Intuitivamente y por rastros encontramos el mejor acceso escalonado entre las rocas, con buenos apoyos para los pies y agarres para las manos, mientras el paisaje se abre en ángulos diferentes llegando a nuevas referencias.


A unos metros un montón de piedras marca la máxima altura. El Cabal (1.188 m.) con apenas unos metros más elevado que el Ponoig tiene miradas a 360º y por el collado del Llamp aparece Benidorm y sus rascacielos.


Para el descenso proseguimos por el cordal de la sierra, por el difuminado sendero que viene desde el Mas de la Carrasca, junto a los cortados y pedreras, mirando a las umbrías del Ponoig y del Puig Campana.


Antes de llegar al enlace con el PR, por la izquierda, abandonamos la senda bajando lateralmente para atajar en el descenso. Damos la última mirada a la cima del Ponoig y a las crestas dels Castellets, por debajo de las paredes del Cabal.


Entre un bosquete de pinos enlazamos con el sendero oficial, que luego se une a los PR-CV 13 y 17 en el barranc de Gulabdar. Observamos las sonrosadas paredes de escalada del Cabal que sobresalen de la pineda.


Collado de la Coveta de la Moscarda (920 m.) emblemático cruce de senderos con obligada visita a la pequeña cueva con forma piramidal. Comienza el descenso por el barranc de Gulabdar, entre las paredes del Cabal y Ponoig.












Vuelve a abrirse la ventana a la vall de Guadalest con un iluminado Bernia. Es un transito rápido y vivaz por un bien marcado sendero que nos ofrece los entresijos de las paredes del Cabal y luego las del Sanxet.


Cerramos el círculo de la ruta al pasar por el desvío de esta mañana bajo los enormes farallones del Sanxet, dejando atrás el solitario sester y llegar a la Casa de Dios, con su vital cruce de senderos balizados.


Por ancho camino seguimos descendiendo alejándonos del Racó de les Tovaines para llegar al Mas del Pi y al Mirador de Gulabdar donde concluye la ruta. Unos escaladores preparan un rapel para descender por la paredes.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 10,1 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:50 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.188 M. (El Cabal)
ALTURA MÍNIMA: 527 M. (Mirador de Gulabdar)
DESNIVEL POSITIVO: 768 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 779 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.

LA AIXORTÁ, POR LAS SENDAS RECUPERADAS DE LA SOLANA.

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La Sierra de la Aixortá se halla al Norte de Guadalest, continuando el criterio dibujado por la Sierra de la Serrella hacia el Este y terminando en valle creado por rio Algar y su afluente el rio Bolulla. Se trata de una sierra amplia pero alargada, que presenta una cara Sur bastante abrupta, ya que el desnivel desde el fondo del Valle de Guadalest hasta la cima es importante, cerca de los mil metros. Desde el Norte, el desnivel es inferior, pero su altivo amurallamiento cimero, con impresionantes paredes de cerca de los doscientos metros hace de esta tranquila sierra una bonita atalaya para contemplar la orografía alicantina. El valle de Guadalest está situado en el interior de la comarca de la Marina Baixa en la provincia de Alicante, es una depresión que se encuentra entre las Sierra de Aitana, la Sierra de la Serrella y la de La Aixortá, estas sierras que conforman el valle pertenecen a la cordillera Bética, dentro del llamado prebético interno. La superficie del valle ocupa una extensión de 116,30 km2 y 18 km de longitud y está recorrido por el río Guadalest, afluente del río Algar. El cauce del mismo se encuentra retenido artificialmente, formando el Embalse de Guadalest, que tiene una capacidad de 16 Hm3 y una superficie de lámina de agua de 86 hs. La presa es de tipo gravedad de 94 m. de altura y 236 m. de longitud de coronación. El aliviadero es de tipo compuerta y tiene una capacidad de 400 m3/s.
CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ. Seguir para tomar en la rotonda la CV-70. Continuar hasta la rotonda nº 1 de La Nucía, tomar la salida hacia Guadalest prosiguiendo por la CV-70. Al llegar a Guadalest, en la rotonda, seguir por la CV-757 durante unos 2 km. hasta desvío señalizado al Embalse de Guadalest. Continuar por la carreterita de servicio y cruzar la presa del embalse hasta el Waypoint de inicio de la ruta, junto a una casa de madera que están construyendo, hay espacio para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: APARCAMIENTO / INICIO RUTA / VISTAS / INICIO SENDERO RECUPERADO / LA SOLANA DE GORGUES / COVETA / VITAS AL BARRANC FORT /  RUINES / FONT MAJOR / ENLACE CON PR- / CORRAL DE MARGALO / EMPIEZA LA CRESTA /  FINESTRA / CRESTA PENYA ALTA / FOIA AMPLA / EL XARCO / MORRO BLAU / DESVÍO IMPORTANTE /  MORRO BLANC / SIMA / CAMÍ RECUPERAT PER SOLVES / DETALLES RECUPERADOS / COVA CALENTA / CRUCE AL RASTELL / FIN DEL RASTELL / DERECHA PISTA / CARRETERA.


LA RUTA: La Aixortá nunca decepciona, las cumbres siempre son las mismas pero las variantes de acceso a ellas son inagotables. Hoy, casi 40 años después, vamos a subir por la Solana de Gorges y la Font Major.


Un gran incendio asoló la Solana de Gorges y aunque lo he intentado, no había vuelto a conseguir llegar a la Font Major desde el embalse. Gracias al ayuntamiento de Benimantell han logrado recuperar este sendero tradicional.


Iniciamos desde el aparcamiento, unas decenas de metros después de la curva. La ruta comienza en el camino de entrada a una finca con una cadena. En los primeros pasos ya tenemos vistas del embalse y de algunos pueblos.


El camino rodea una casa y algunas construcciones por la izquierda, comenzando a elevarse suavemente en dirección a la montaña. Desde sus tapias observamos los pueblos de Beniardá y Guadalets, inconfundible frente a Aitana.


Empieza el sendero recuperado por la Solana de Gorges. Magnifico trabajo el realizado que comienza con largas rampas en ascenso con un desnivel moderado al tiempo que nos ofrece largas miradas al valle de Guadalets.


Vamos acumulando desnivel rampa a rampa que nos deposita en zonas cambiantes, ralos pinares recuperados de los incendios que entre sus ramas seguimos oteando la gran mole de Aitana que va creciendo.


Ya logramos ver la presa del embalse y sus compuertas pero todavía no conseguimos verlo entero, si no en dos mitades. Mientras por el Este, entre reflejos del sol y las últimas estribaciones de Aitana, intuimos la cercanía del mar.


Las rampas se hacen más cortas y empinadas, buscando revueltas que nos sigan elevando. En tanto que por el oeste comienzan a asomarse el resto de montañas que flanquean el valle, la Tronca y el barranc de la Canal.


El sol termina abriéndose paso entre las planas nubes y el mar aparece en nuestro horizonte, dejándonos ver parte de la Serra Gelada y l’Abir, aunque no distingamos su faro. El embalse sigue menguando para que nos quepa en las fotos.


La Solana se ilumina con el sol pese a una inclinada arista que el sendero quiere ganar por su parte alta, lo que nos vuelve a dejar de nuevo en la umbría, que nos mantiene secos pese al esfuerzo que estamos realizando.


Hay que tener en cuenta que el desnivel desde el embalse es de unos 700 metros y aunque el sendero se prolonga por toda la ladera debemos de tomarlo con calma, cogiendo un ritmo constante que nos permita ir avanzando.


Por fin tenemos una visión completa del embalse con los pueblos del valle colgados en las laderas de Aitana. El sendero se toma una tregua y nos muestra los farallones rocosos, y como el barranc de la Canal nos deja ver su hendidura.


En dos miradas podemos observar la totalidad del valle, desde su apretado origen entre las sierras de Aitana y la Serrella, hasta su salida al mar cerca de Altea, y donde la Serra Gelada ya luce en su totalidad.


Vuelven recodos y zigzags surcados en la ladera, ahora sí, en la Solana, que con algo más de esfuerzo continúan elevándonos. Siguen ampliándonos la ventana al mar y nos acercan hacia unos rocosos farallones.


Alcanzada la base de éstos, las vistas se abren mucho más, aparecen por detrás del barranc de la Canal, la Mallá del Llop, el Pla de la Caça y la Serrella, el grupo más “pirenaico” de las montañas de nuestra provincia.


Otro recodo al este y una nueva subida donde el desnivel nos da una pequeña tregua y aparece en escena otro invitado, el Puig Campana, con su inconfundible silueta. Nos acercamos a otros farallones que lindan con un barranco.


Desde este punto nos podemos asomar para contemplar el enorme socavón en caída libre del barranc de la Font Major o barranc Fort, uno de los máximos contribuyentes en las lluvias torrenciales al embalse de Guadalets.


También es un buen balcón con generosas vistas al mar con un precioso contraluz para ir despidiéndonos momentáneamente de su compañía, del Puig Campana, del embalse y de Aitana, al dirigirnos hacia la cumbre.


Giramos a la izquierda entrando en la pequeña hoya donde se forma el inicio del barranc de la Font Major, un paraje en abandono que estuvo abancalado y donde quedan los restos de un antiguo corral como testigo.


Por la izquierda del corral seguimos un sendero encharcado por el agua que rezuma de la última lluvia. Unas bañeras hacen de piletas para abrevar el ganado que todavía pace por la zona en libertad controlada.


El tintinear del agua que se desliza hacia el barranco nos acompaña hasta la gran roca redondeada que quedo grabada en mi recuerdo como lugar idílico. Dejábamos los zurrones y subíamos a la Penya Alta para volver a refrescarnos.


La Font Major (1.040 m.) Satisfacción por volver a un recuerdo de mi juventud. Gràcies Toni. Nos desviamos por la derecha, subiendo una trocha indecisa entre muretes hasta conectar con el sendero oficial del PR.


Pasamos junto al corral del Margalo, sin descender hacia el Forat del Xic que esta vez no visitaremos. Vemos como la estrecha placa de la Penya Menorca se inclina hacia el barranco y nosotros afrontamos la cresta de la Penya Alta.


Comenzamos titubeantes por el cordal asomándonos por la grietas con miradas al Cocoy y su aeródromo, y luego al Forat de la Finestra, sin decidirnos a subir como en otras ocasiones. Un grupo de ovejas controla nuestros movimientos.


Decidimos subir cuando el filo comienza a estrecharse y la cresta hace una sinuosa curva con miradas a la garita forestal del Morro Blau y a la gran hendidura del barranc de la Canal. Es el momento de consumir adrenalina.


Pero estamos tan relajados que decidimos obviar los paso más aéreos y vertiginosos de la cresta. Descendemos y junto a las paredes y entre las carrascas, sorteamos el tramo aéreo que ya hemos hecho otras veces.


Volvemos a subir otra vez a la cresta poco antes de llegar a la cima, las ovejas nos miran extrañadas, al menos no las hemos molestado. Tornan las miradas a un paisaje extraordinario. La cresta parece unirse al barranc de la Canal.


Penya Alta (1.219 m.) máxima altitud de la Aixortá. Tan solo dos cúmulos de piedras marcan la cima pero las vistas se amplifican, el Bernia, Montgó, la Segaria, Táberna, las regatas en Altea, el Morro Blau y del Blanc, con el Puig Campana y Aitana.


Descendemos por el PR junto a las carrascas, que luego dejamos en dirección a la Foia Plana, que cruzamos para enlazar con la pista de tierra que pasa por el Xarco en dirección a nuestro próximo objetivo.


Morró Blau (1.125 m.) con su garita de vigilancia forestal, ahora cerrada. Aquí las vistas las acapara el Bernia que despliega su encanto enigmático como un murciélago sobre el Morro Blanc, y a la Penya Alta, que ha mutado su fisonomía.


Seguimos descendiendo por la pista hasta el desvío al Morro Blanc (1.081 m.) Merece la pena acercarse a este espectacular mirador para otear nuevas miradas al mar y más directas al Bernia, que sigue presidiendo el paisaje.


Retornamos a la pista para desandar unos metros, hay un mojón junto a los pinos, y por un tramo algo difuso al principio iniciamos el descenso. Los mojones nos llevan a la Sima, y a conectar con el sendero recuperado.


Yo ya había subido una vez por la Cova Calenta persiguiendo mojones, pero bajar ahora es una delicia, José Solbes ha realizado un trabajo encomiable, prolongando el descenso y haciéndolo apto para todo el mundo.


Lo gratificante del recorrido por esta parte de la ladera son sus panorámicas y una mirada distinta y sobrecogedora del Bernia, con el mar, Callosa d’en Sarriá, l’Almédia y Serra Gelada. Altamente tonificante.


Casi en la parte baja llegamos a la Cova Calenta, con techos bajos y de reducidas dimensiones, se encuentra situada dentro de las ruinas de un viejo corral de ganado escondido entre la abundante vegetación.


Entramos dentro del apretado bosque de pinos que nos conduce al collado d’Onaer, donde enlazamos por la derecha con el sendero recuperado hace algún tiempo, y que nos lleva por el Rastell de la Solana.


En esta recuperación también ha intervenido José Solbes, ya el año pasado pudimos patearlo en la subida a la Aixortá por esta zona. Es un precioso sendero que en principio transcurre por el interior del bosque con suave desnivel.


Sin dejar de subir nos ponemos a la altura del Rastell de la Solana que queda a nuestra izquierda, una ristra de farallones cuya altura oscila entre los 600 y 700 metros. Entramos en otro bosque de pinos y en el barranc d'Andailes.


El pinar comienza a quedar ralo y expandirse por la inclinada ladera de la Aixortá, cuyas alturas vemos que están coronadas por impresionantes contrafuertes rocosos que forman una espectacular muralla. 


Coronamos el Rastell de la Solana y termina el precioso sendero. Vuelven las vistas al embalse, al valle de Guadalest y al mar con Serra Gelada. Tenemos que seguir en descenso, por una trocha pedregosa e incómoda.


Más adelante conectamos una senda más firme que nos otorga tremendas miradas al final del barranc Fort o de la Font Major, donde hace apenas unas horas hemos pateado por sus riscos y farallones.


El camino enlaza con una pista asfaltada junto a las ruinas de una casa. Seguir la pista por la derecha, haciendo una cerrada curva para continuar descendiendo. Luego pierde el asfalto y finaliza en la carretera del embalse.


Solo nos queda seguirla por la derecha para cerrar la ruta y llegar al aparcamiento, finalizando una prolongada y completa ruta por las laderas y la solana de la Aixortá, con espléndidas vistas a la Marina Baixa.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font Major)
DISTANCIA: 15,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 07:40 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.219 M. (Penya Alta)
ALTURA MÍNIMA: 412 M. (Aparcamiento)
DESNIVEL POSITIVO: 1.100 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.089 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.

LES LLACUNES DE RABASSA.

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El paraje de las Lagunas de Rabassa está situado al noroeste de la ciudad de Alicante, próximo al término municipal de Sant Vicent del Raspeig. Se encuentran distribuidas entre el Fondó de Piqueres, el Hondón Bueno, el Toll, la Torreta, y rodeado por El Plá de lo Boix, els Margefons, el Fondó de lo Plater y la Rabassa. La depresión esta rodeada de una serie de pequeñas lomas que no superan los 100-120 metros de altitud, al sur encontramos la Lloma Alta dels Galls, el Monte y la Lloma de l´Espart esta última en serio proceso de desaparición. Al este la meseta de Rabassa y del Plá de la Cova y al oeste una serie de pequeñas lomas que se extienden hacia las Atalayas, muchas de ellas formadas por cúmulos de restos de la actividad minera. Hacia el noroeste cerraría la cuenca la Serreta Llarga. El paraje formaría parte de un sistema mayor en torno a la sierra de Fontcalent donde encontramos margas, arcillas o yesos en una morfología similar donde se alternan los glacis sedimentarios fácilmente erosionables con pequeñas depresiones donde se crean lagunas y charcas. Así pues podemos encontrar pequeñas lagunas en la zona Rebolledo-Fontcalent, La Alcoraya, el Saladar, Fondó de lo Plater, Fondó Bueno o Fondó de Piqueres. Las lagunas de Rabassa están formadas por tres lagos pseudo-naturales de unos 30.000m2 de lamina de agua la laguna grande situada mas al norte, 8.000m2 la intermedia y 20.000m2 la situada mas al sur todas orientadas dirección SW-NE y con una profundidad de hasta 20 metros y otras dos pequeñas lagunas naturales y charcas de menor tamaño distribuidas por las zonas mas bajas y erosionadas de la depresión. Un paseo por las lagunas nos muestra un ecosistema único, un paisaje semiárido casi desértico, de una importantísima riqueza geológica donde aparecen afloramientos prebéticos del triásico, jurásico o cretácico de hasta 200 millones de años de antigüedad. La zona también tiene una importancia Paleontológica y ya desde 1917, el catedrático Daniel Jiménez de Cisneros, comenzó los estudios de restos fósiles de distintos periodos entre los que destacan buenos ejemplares de ammonites y equinodermos. La presencia de minerales es de destacar encontrándose buenos ejemplares de celestina. Una tierra abandonada que dejo de ser cultivada expuesta a la erosión brutal donde aun sobreviven algunos almendros, oliveras, algarrobos o higueras salpicados de palmeras, eucaliptos y algún pequeño pinar. En las lomas encontramos vegetación que va desde resquicios del espinar alicantino al espartal y según bajamos de cota encontramos restos de escobillar, tomillar y pastizal con especies endémicas y protegidas hasta encontrar el cañizar y el tarayal de las orillas de las lagunas. Entre la fauna podemos encontrar reptiles y anfibios propios de este ecosistema, ratones de campo, erizos morunos, murciélagos, conejos, liebres o musarañas con cierto grado de protección, hasta algún zorro de paso. Entre los invertebrados existe una gran variedad de insectos y arácnidos, siendo fácil encontrar mantis religiosas, libélulas, alacranes o raras mariposas. Pero es entre las aves donde podemos encontrar la mayor variedad, especies nidificantes o de paso que van desde el martín pescador, zampullín común, garza real, chotacabras cuellirojo, alcaraván, alondra, mosquitero, alcaudones, gaviotas, vencejos, mochuelos, aguiluchos o cernícalos.
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 a Alicante, Plaza Papa Juan Pablo II, aparcar en las inmediaciones.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, TONI, JUANJO, JUANITO, MANOLO PERAL, PELEGRIN, TELE, RAFA BUYOLO, VICENTE ASENCIO Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO: PLAZA / PISTA / CASA / CRUCE PISTA/ SENDA DCHA. / IZQDA, / DCHA. / SENDA / CAMPO TRAVÉS / CAMINO / CRUCE IZQ / DCHA. LAGUNA / LAGUNA MEDIA / LAGUNA MENUDA / LAGUNA ELIPTICA /  LAGUNA SECA / LAGUNA IZQ. / IZQDA. / LAGUNA PEQUEÑA / LAGUNA GRANDE / LA GUNA ESTRECHA / TORRETA / PARARAYOS / TUBOS TAIBILLA / CASETA / DCHA. / DCHA. / BUNKER-1 / BUNKER-2 / SENDA / PISTA / DCHA. / CRUCE / PLAZA.

LA RUTA: Hace unos meses descubrí esta ruta en solitario. Hoy vuelvo con mis amigos veteranos, que muchos de ellos hicieron la mili en Rabasa y sin embargo desconocían el paraje y han quedado asombrados.

Si observamos el mapa el paraje está íntegramente acotado y oprimido, primero por la presión urbanística de la ciudad, las vías férreas del AVE, la autopista A-7 y por último el Acuartelamiento Militar de Rabasa.


Iniciamos desde la plaza, entre los nuevos edificios en construcción y, en tan solo cruzar unos metros de asfalto ya estamos en campo abierto. Al principio todavía hay restos de escombros y senderos utilizados para pasear perros y no recoger las cacas.


Tras pasar por una vieja casa donde se acumulan trastos todo cambia. Un camino nos adentra hacia unos montículos pasando junto a un cañaveral y por el Este vemos las pequeñas elevaciones de la cresta del Gallo y la central eléctrica.


Enlazamos con un sendero por la derecha que rodea una pequeña loma cerca de unos bancales yertos, poco después se abre a un espacio donde hay unos doce olivos entre matorral crecido tras las lluvias, y que ya han sido recolectados.


Avanzamos cerca de un talud, los restos de una colina devastada por las excavaciones mineras, en la que sobresale por detrás la mole de la Penya Migjorn y más adelante, sobre los railes del AVE, la sierra de Fontcalent.


Salimos a un ancho camino que seguimos por la derecha. Más tarde hacemos otro giro a la izquierda, dirección norte hacia otras colinas mineras que por detrás de ellas, separadas en la distancia, aparecen las sierras de Foncalent y del Maigmó.


Para evitar un tramo campo a través que hice la otra vez, alargamos un poco el camino y giramos a la derecha, pasando por una vieja casa abandonada. Giramos por la derecha entre cañaverales y retomamos el camino.


Pasamos por una diminuta caseta y torcemos a la derecha para situarnos paralelos a la Laguna Media, que no vemos hasta estar encima de ella. Con forma rectangular alargada, está circundada por cañaveral y mantiene un buen caudal. 


Las lagunas se forman debido a las numerosas canteras dedicadas a la extracción de arcillas, yesos, etc., cuyas excavaciones traspasaron el nivel freático de la zona haciendo aflorar aportaciones de aguas salobres que configuraron este abandonado paraje.


La recorremos lateralmente para situarnos en su frontal. Ahora nos separamos por la derecha hacia un talud de las excavaciones que en unos doscientos metros corta el paso.  Se trata de observar la escondida Laguna Menuda, de escaso caudal.


Volvemos sobre nuestros pasos para seguir rodeando la laguna por su otro lateral. Cerca de otro talud restos de excavaciones, se pueden observar montones de escombros, despojos de ladrillos rojizos abandonados sin miramientos.


Entramos en la zona de la Laguna Elíptica, corta y más redondeada que las anteriores. Tenemos que sobrepasarla y por la izquierda aparece la Laguna Seca junto a las paredes, que con las últimas lluvias tiene algo de agua.


Subimos a una plataforma donde observamos las dos lagunas, una a cada lado, salvando un socavón por donde se comunican las dos cuando tienen agua. Vemos hermosas paredes cuarteadas con trazos verticales.


Subimos un poco más por la izquierda para enlazar con un camino que nos lleva por la izquierda hasta la Laguna Pequeña, recogida y apartada en un entorno más cerrado, quedando escondida de muchas miradas.


Dejamos el camino y proseguimos girando a la izquierda para posicionarnos en la Laguna Grande que vemos lateralmente y comenzamos a rodear por la izquierda, en la otra orilla, más elevada, se distingue una torreta.


Hay que bajar y subir un escalón y bordeando los acantilados terminar de ascender junto a la pintarrajeada torreta. Desde esta posición tenemos buenas miradas a la gran laguna y parte del devastado paisaje.


Oímos ruidos de rotores sobre nuestra cabezas, y con sorpresa, vemos dos helicópteros de la Unidad Especial que parecen vigilarnos. Uno de ellos, con dos rotores, nos recuerda a la película de Apocalipsis Now.


Seguimos de frente en ligero descenso hacia un raro monolito de cemento con una punta metálica, quizás fue un pararrayos. Bajamos  a una zona de algarrobos y olivos, a la izquierda también hay una casa pintarrajeada en ruinas.

Llegamos a las tuberías del Taibilla. Saltamos al otro lado y caminamos junto a ellas girando a la derecha. Por ellas se transporta el agua potable para Alicante; también tienen pintadas de protesta sobre el abandono del paraje.


Ascendemos hasta una caseta donde las tuberías dejan de estar a la vista. Desde arriba tenemos generosas miradas a San Vicente del Raspeig con el Maigmó, la Penya Migjorn, el Cabeçó d’Or y la Laguna Grande.


Avanzamos en suave ascenso para girar dos veces a la derecha cambiando el rumbo, nos dirigimos hacia un bunker de la Guerra Civil  colgado sobre el acantilado con vistas a la Laguna Grande, a la Mediana y a otro bunker.


Por sendero cerca de los precipicios accedemos hasta el segundo bunker colgado sobre la Laguna Mediana y el talud donde abajo se esconde la Laguna Menuda y que antes hemos visitado en su socavón de ida y vuelta.


Bordeando sobre el talud a pie de precipicio, vemos la depresión realizada por las excavaciones que han dado lugar a la Laguna Menuda y el estrecho pasillo que ha dejado a la vista altas paredes de margas arcillosas.


Poco a poco abandonamos el inesperado paraje y por sendero nos dirigimos hacia la ciudad, pero antes nos paramos junto a una cueva vallada y resguardada, habitada por una persona que nos da más detalles sobre las lagunas.



Conectamos con el Camino Fondo Piqueras que seguimos por la izquierda que se dirige hacia el Acuartelamiento Militar de Rabasa, lo dejamos enseguida para cruzar en diagonal atajando hacia otro camino.


En un corto tramo lo abandonamos girando a la derecha con vistas al castillo de San Fernando, y de frente a las puntiagudas colinas que forman la pequeña sierra del Gallo. La ciudad está cerca y aparecen vertederos. 

Evitamos las crestas por la izquierda, y otros herbosos senderos nos llevan a los nuevos edificios en construcción, que quizás terminen por tragarse este bello paraje, de origen no natural, pero que ha aflorado desde el subsuelo.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 10,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 107 M.
ALTURA MÍNIMA: 20 M.
DESNIVEL POSITIVO: 164 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 208 M.
DIFICULTAD: BAJA Técnicamente, aunque es imprescindible el GPS debido a la gran cantidad de senderos y cruces de caminos.

PER LA OMBRÍA Y LA SOLANA DEL PIC NEGRE.

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Con el nombre de Alberri o Pic Negre se conoce en la bibliografía un conjunto de yacimientos ubicados en la cresta de la Sierra del Alberri, al oeste de Cocentaina, entre los barrancos de Penya Banya y de Sant Cristófol. Su emplazamiento se documenta en la hoja 821 del MTN, a 3° 13' 34" de longitud y 38° 44' 47" de latitud, y a una altura de entre 900 a 950 m. sobre el nivel del mar. Uno de los yacimientos, publicado hace ya algún tiempo por Torró y Ferrer, corresponde a un recinto fortificado que ha proporcionado bastante material tardorromano y medieval, junto con tégulas y un mortero de mármol; se conoce en la bibliografía como Pie Negre. El más importante, y el que ahora nos interesa, es sin embargo el de Alberri propiamente dicho, ubicado en la parte más elevada de la cresta; aquí, sondeos realizados por el Grupo, Estudios sobre Arqueología Contestana (ESAC), en el año 1973 pusieron al descubierto trozos de muros en ángulo recto pertenecientes a construcciones alargadas y proporcionaron numeroso material ibérico e importado que constituirá la base de este trabajo. Este conjunto de materiales, junto con otros procedentes de yacimientos del entorno, fueron entregados al Centre d'Estudis Contestans, en cuya colección se encuentran en la actualidad. Gracias a la amabilidad de Pere Ferrer i Enric Catalá hemos podido documentarlos y estudiar aquellos que nos parecen más interesantes. Del conjunto examinado se deduce que el yacimiento tuvo una fase de ocupación importante en el siglo IV a.C., al que corresponden las cerámicas de figuras rojas y la mayoría de las de barniz negro e ibéricas; se documentan también escasos fragmentos de barniz negro más tardío (campanienses A y beoide), sin que se encuentren cerámicas ibéricas claramente de la misma época. Ibéricas son también algunas piezas de bronce de interés. La siguiente fase de ocupación corresponde ya a época tardorromana, con presencia de tégulas, sigillatas claras D y grises estampadas, ánforas, jarras, cerámicas peinadas, lucernas, vidrios y restos de útiles de hierro, algunos de los cuales se publicaron en el trabajo ya citado de Torró y Ferrer. A partir de este momento la presencia humana debió ser continua, puesto que son abundantes los materiales entre los siglos VIII y XI d.C. Debió existir por tanto un vacío ocupacional entre el momento ibérico final (II-I a.C., con la aparición de cerámicas de barniz negro beoides) y la época tardorromana. Sin embargo, se documentan también fragmentos de vidrio altoimperial del siglo I d.C., que no presentan correspondencia con el resto de los materiales. Da la impresión de que nos encontramos ante un conjunto de materiales mezclados, procedentes de las diferentes zonas del conjunto de yacimientos ubicados en El Alberri. (Abad, Sala y Sánchez. 1993)
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia, Salida 691 en la rotonda elevada Universidad/San Vicente del Raspeig, tomar dirección Alcoy, una vez pasados los túneles de la Font Roja, continuar hasta la salida 796 COCENTAINA/BENILLOBA, en Cocentaina seguir hasta la rotonda de subida a la Estación del Trenet y la Ermita de Sant Cristófol. Hay sitio para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: SANT CRISTÓFOL / INICIO SENDA ECOLÓGICA / RACÓ DE LA MALA CRABRA Y FONT DE BORRÁS / FONT DE LA PENYA BANYÁ / MIRADOR CERÁMICA / PINAR DE LLUSSIAN / FONT DELS HUIT PILETES / DESV. A LA CREU / CREU DE MORALES / PELDAÑOS METÁLICOS / BARRAN DE LES FONTANELLES / FONT DE LES FONTANELLES / FONT DE L’HEURA / DERECHA ASCENSO / MAL PASSET / POBLADO ÍBERO / COVA / CAMÍ DEL CASTELL / CRUCE IZQ. / COLLET DEL CASTELL / CASTELL / FONT Y ÁREA RECREATIVA.


LA RUTA: Volvemos al Montcabrer, pero a una de sus zonas más agrestes y de exuberante vegetación debido a sus numerosas fuentes, la umbría del Pic Negre desde la Font dels Huit Piletes, recorriendo parte su cresta.


Iniciamos desde la ermita, subiendo las escaleras para rodearla y salir al camino. En seguida las panorámicas al pequeño valle rodeado de altas montañas, lo cubren todo; del Bencadell a La Safor y Cantacuc.












Pasadas las casas de campo comienza la Senda Ecológica de l’Asquererola con algunas barandas de madera y cuidada con esmero. El apretado pinar de espigados ejemplares llega hasta lo alto de las paredes.


Poco después viene la Font de Borrás que al estar seca pasa desapercibida a unos metros del Racó de la Mala Cabra. Precioso rincón de negruzcos peñascos y vegetación acuífera donde gotea un mínimo caudal de agua.


Subiendo a la izquierda, en el interior de una diminuta cueva tenemos la Font de la Penya Banyada (638 m.) donde el agua se filtra por las paredes y cae gota a gota. Sobre nuestras cabezas, en las alturas vemos las paredes del Pic Negre.


Continuamos por el sendero en suave y constante ascenso hasta alcanzar el Mirador de Cerámica sobre una bancada de piedra. Los pinos han crecido tanto que ya no se observa nada, tenemos que buscar un hueco en ellos.


Proseguimos subiendo mirando entre el ramaje del pinar de Llussián el pequeño valle con el Benicadell y Muro a sus pies. Unas barandas de madera y peldaños nos aúpan a las construcciones en piedra de la Font dels Huit Piletes.












Subiendo por la izquierda, vemos las escalonadas piletas por las que sigue manado un hilo de agua. Con el paso del tiempo es difícil ver definidas las ocho piletas que componían este bello paraje. Progresamos junto a ellas.


La vegetación se va cerrando y en pocos metros tenemos un desvío a la izquierda donde nace una incipiente senda poco definida al principio y que nos mete en la umbría de la ladera junto a grandes peñascos invadidos por la hiedra.












Hacía tiempo que no utilizábamos este sendero estrecho y sinuoso que surca la ladera buscando el mejor paso. Al ser un lugar apartado no nos sorprende ver un hermoso madroñero cargado de maduros frutos rojos.


Pronto la altura nos ofrece miradas espectaculares al valle del Serpis,  de como Beniarrés y su embalse quedan perfectamente definidos y por detrás de La Safor, distinguimos la línea azul del mar. Todo un lujo.


El ascenso se torna más duro y el sendero parece perderse cerca de las paredes, pero entre las ramas de los pinos entrevemos la cruz de hierro. La vegetación y la humedad de la umbría descomponen un poco el sendero.


La Creu de Morales (930 m.) posiblemente erigida en recuerdo de un montañero. De solida estructura metálica está sujeta con cables de acero y mimetizada en el paisaje, de manera que solo la ves cuando estás llegando a ella.












La Plana de Muro acampara nuestras miradas. El sendero se complica y se torna más agreste, tenemos que apoyar las manos para salvar roquedos y unos peldaños metálicos nos ayudan a superar un rocoso muro.












En la otra parte, en un entorno más abierto, tenemos enfrente la última barrera de las crestas del Pic Negre y el vertical comienzo del barranc de les Fontanelles. Giramos a la derecha, subiendo por la ladera para evitar el cauce.


Persiguiendo mojones y buenos rastros del sendero alcanzamos la muralla rocosa de las paredes, donde se estabiliza recorriendo su base. Entre sabinas y espartales encontramos lo que parece ser la Font de les Fontanelles.












Un delgado chorrito de agua que se precipita barranco abajo en un entorno de humedal silvestre, quizás su flujo sea intermitente y solo aparece después de las lluvias. No está descrita y su nombre no aparece en los mapas.


Avanzamos por la bancada de piedra caliza que parece un mirador abierto, y en el último recodo vuelven a humedecerse las paredes y las hiedras se adhieren a ellas, es la Font de l’Heura que filtrada gota a gota se encharca en una pileta natural.












Cerca de este punto la senda se divide, de seguir recto y en descenso encararíamos el Mal Passet, una trepada complicada. Nosotros nos vamos por la derecha en ascenso, subiendo escalonadamente por la pared.


Arriba y en el otro lado, el sendero sigue subiendo, y en frente podemos ver la “V” en las crestas que forma el Mal Passet. Alcanzamos la parte  alta y la solana del Pic Negre,  con la primera panorámica del Castell de Cocentaina.


Todavía tenemos que pasar por un estrecho pasillo en descenso entre rocas y pinos que nos sitúan en un entorno pétreo y hostil donde observamos los aljibes que usaban los pobladores íberos para la recogida de agua.












Sobre uno de ellos podemos ver por esta cara la “V” del Mal Passet ahora más estética y asequible. Comienza un tramo aéreo y pedregoso casi horizontal, guiándonos por los mojones y con maravillosas vistas a la vall del Comtat.


Bajo la cornisa del Pic Negre se ubican los pocos restos que han dejado del Poblado Íbero de l’Alberri. Poco a poco iniciamos un descenso controlado cerca de los últimos farallones rocosos que componen las crestas.


Un reposado vuelo de buitres pertenecientes a la buitrera del barranc del Cint, vigila desde el cielo nuestros movimientos sobre el duro piso de roca que ralentiza la marcha, recompensada por las grandes miradas al paisaje.


En el último frontal rocoso, hay una gran oquedad, una especie de cueva poco profunda que nos sirve de referencia para girar a la derecha encontrando un descenso más plano que conecta con un sendero que penetra en un pequeño pinar.












Conectamos con el Camí del Castell junto a las casas de l’Alberri, bonitas casas de campo y chalets al pie del Pic Negre. Tras un tramo de camino nos desviamos por la izquierda, por un sendero entre pinos que nos sigue subiendo.


Siempre con miradas al Castell el sendero nos deposita en el Collet del Castell, donde hay un parking y un mirador, por la derecha comienza un empinado sendero empedrado, que con lazadas y fuertes rampas nos sube a la Penyeta Blanca.

Castell de Cocentaina (765 m), fue construido a finales del siglo XIII y principios del XIV, sobre los restos de otras construcciones defensivas anteriores de origen musulmán. En la revuelta mudéjar de 1303 fue saqueado e incendiado. 










Tiene dos plantas, la primera consta de patio de luces con un aljibe y dos aspilleras, una habitación cuadrada y otra rectangular. En el primer piso se repiten las estancias pero con ventanas geminadas al exterior. La parte alta es todo una terraza. 













Recientemente ha sido completamente restaurado y en su interior se ha ubicado una muestra de restos arqueológicos encontrados en esta zona. Por las extraordinarias vistas desde su ubicación vale la pena su visita.


Descendemos hasta el Collet, y ahora por la derecha prolongamos la bajada por asfalto hasta el Área Recreativa de Sant Cristófol, donde cerramos esta preciosa ruta, corta pero muy muy montañera.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de Borrás, Font de la Penya Banyá, Font de les Huit Piletes, Font de les Fontanelles, Font de l’Heura, 
DISTANCIA: 7,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 972 M. (Solana del Pic Negre)
ALTURA MÍNIMA: 547 M. (Sant Cristófol)
DESNIVEL POSITIVO: 584 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 587 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

LOS POZOS DE NIEVE DE SIERRA ESPUÑA.

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El Parque Regional de Sierra Espuña alberga entre sus cumbres un conjunto de 25 pozos de nieve. Situados a 1400 metros de altitud en la vertiente septentrional de del Morrón de Espuña, los pozos están divididos en dos núcleos que distan entre sí 500 metros. Entorno a estas singulares construcciones y durante casi cuatro siglos, existió una próspera actividad económica que abarcaba desde la recogida y encierro de la nieve hasta su posterior transporte y comercialización. La nieve ha sido un producto muy apreciado por todas las grandes civilizaciones que han surgido desde la Antigüedad, teniendo un uso terapéutico y de conservación de los medicamentos en los hospitales. Durante los siglos XVII y XVIII, el esplendor económico del Reino de Murcia propició un aumento de la demanda de hielo, principalmente entre la alta sociedad, que lo utilizaba para mantener frescos los alimentos, elaborar helados y enfriar bebidas. Desde el siglo XVI hasta finales del siglo XIX, el comercio de la nieve fue una próspera actividad económica para abastecer de hielo a las villas y ciudades del reino. La búsqueda de lugares donde emplazar las neveras, para almacenar nieve en épocas invernales, se realizó por varios puntos de la Región, siendo sin duda alguna, en Sierra Espuña, donde se levantó el mayor número de pozos de la nieve. La altitud en que estaban situados era un lugar idóneo para recoger y conservar la nieve, sin embargo constituía un gran problema puesto que estaban muy alejados de las villas y ciudades donde iba a parar finalmente el hielo. Alrededor de estas edificaciones se construyó una complicada infraestructura  para el transporte y comercio de esta materia prima. Vías y caminos fueron abiertos a través del monte hasta llegar a su primer destino: Las villas de Totana y Alhama. Se construyeron viviendas para los trabajadores y almacenes donde guardar los aperos, y se procedió a la deforestación de la zona para poder sembrar cultivos de cereales. Los pozos de nieve de Sierra Espuña comenzaron a construirse en la segunda mitad del siglo XVI cuando empezó a estandarizarse el uso de la nieve. Los primeros pozos que se levantaron eran propiedad de la Ciudad de Murcia, que llegó a poseer un total de 8 y una calera. Después le siguió Cartagena, que al final del siglo XVIII contaba con tres pozos. Además de estas dos ciudades, también tenían propiedad Orihuela, que poseía dos pozos, y Lorca, Mula y Alhama que contaban uno cada población. Las instituciones eclesiásticas y personas particulares disponían de propiedades sobre alguno de estos almacenes de hielo. Así pues, la Pía Memoria del Santísimo Sacramento de la Iglesia Parroquial de Moratalla era poseedora de uno, que suministraba nieve a Cehegin, Caravaca y demás poblaciones del noroeste murciano. Otro pozo pertenecía al Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Cartagena. En cuanto a las neveras particulares, estas eran propiedad de personas que residían en Totana y Alhama.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-7 hasta Murcia, salida por la nº 138 y continuar por la E-15 ALMERÍA/GRANADA, salida por la nº 631 ALHAMA DE MURCIA/PLIEGO, cruzar las rotondas hasta la indicación de SIERRA ESPUÑA, atravesar el pueblo y por la C-3315 dirección El Berro durante 4 km. Girar a la izquierda por la carretera de montaña a Sierra Espuña y EVA 13. Dejar atrás el Centro de Visitantes, la Fuente del Hilo, el Puente del Aire, y Casa Forestal La Perdiz. Llegar al Collado Bermejo (1.201 m.) y seguir subiendo hasta el Collado Mangueta (1.414 m.), dejar el coche en su aparcamiento.
COMPONENTES:  VICENTE, JUANJO, PEPE COVES, MARIANO Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO: COLLADO MANGUETA / MIRADOR MANGUETA / POZOS DE CARTAGENA / POZO RESTAURADO / POZO NEVERO / RUINAS CASA / POZO VISITABLE / RUINAS / POZO DE LA NIEVE / COLLADO EKLEUTERIO /  ALMUERZO / BALCÓN / COLLADO MANGUETA / MIRADOR NATURAL /  POZOS DE MURCIA / COLLADO MANGUETA.


LA RUTA: Primera incursión con mis amigos veteranos en el Parque Regional de Sierra Espuña. Para abrir boca hemos elegido algo muy sencillo, desde el Collado Mangueta (1.414 m.) visitar los pozos de nieve de Murcia y Cartagena.


Iniciamos desde el solitario aparcamiento tomando el sendero del Pedro López PR-MU 63 con el cual llegaremos hasta el collado Eleuterio. Este será un trayecto de ida y vuelta con el objetivo de visitar los pozos de la nieve.


A tan solo unos pasos tenemos el Mirador del Collado Mangueta con una peana de madera que enumera los puntos visibles, pero hoy ha amanecido un día gris y nuboso en el que solo vemos un mar de nubes entre los dos Malvariches.


Proseguimos por el ancho camino que se adentra en el bosque de pinos en suave descenso, luego hace una curva a la izquierda y sobre un pequeño montículo aparecen las dos primeras construcciones, son los pozos de la nieve de Cartagena.












Los dos están sin sus cúpulas de mampostería derruidas con el paso del tiempo, pero mantienen sus fosos limpios desde los cuales podemos observar sus estructuras interiores protegidas por barandas metálicas.


Si observamos bien la zona de este apartado rincón en umbría reunía todas las condiciones para la construcción de los pozos, que eran levantados sin excavar, rellenando con tierra desde su base hasta los portales y luego edificaban la cúpula.


Volvemos al camino y las laderas de pinar para en una corta distancia tener a la vista otro de los pozos de nieve, éste ha sido restaurado por completo dotándole de nuevo con una cúpula de mampostería y los portales de entrada.


Los pozos se construían con los elementos del entorno: piedras, arena, madera, yeso, cal… Los operarios introducían la nieve hasta cubrir los casi siete metros de profundidad, pero solo hasta los portales, así la cúpula a modo de  cámara de aire, mantenía la temperatura más fría. 


Se ubicaron en esta zona por las frecuentes nevadas de aquel entonces, la menor insolación reinante en umbría y la pendiente del terreno, necesaria para evacuar de agua los pozos en el deshielo, favorecían que, aquí, la nieve tardase más tiempo en derretirse.


Para llegar a las siguientes construcciones seguimos bajando por la escalonada ladera hasta los restos de otro pozo sin cúpula y en peor estado que los anteriores, pero podemos observar el grosor de sus muros de piedra.


Un escalón más abajo nos llama la atención una zona de plantas de humedal y comprobamos la existencia de un pequeño túnel tapado con una reja metálica, que quizás pudo servir para desaguar los pozos en el deshielo.


Continuamos hacia otro pozo también en ruinas y su foso ha sido invadido por las hiedras y matorrales, también nos fijamos en los contrafuertes construidos para asegurar los muros en la parte menos rellena de tierra.


El primer frigorífico llegó a Totana hace 80 años. Hasta entonces este paraje gozó, durante más de tres siglos y medio, de una intensa actividad entorno a 25 construcciones ésta: los Pozos de la Nieve. Cientos de personas trabajaban aquí con un único fin: llevar hielo a las ciudades de alrededor.


Siguiendo en la misma dirección y siempre a media ladera de la umbría encontramos dos de las casas utilizadas por los braceros, que servían de cobijo y para guardar los aperos de una temporada a otra. Actualmente están en ruinas.












Más adelante, en otro de los rasos, encontramos uno de los pozos que ha sido rehabilitado, éste en su totalidad, ya que se le han añadido unas escaleras metálicas para poder descender al fondo de su foso y comprobar su magnitud.


De los 38  pozos de nieve existentes en la Región, 25 se encuentran en Sierra Espuña, agrupándose en dos conjunto según el destino del hielo “fabricado” en ellos: los Murcia y los de Cartagena, donde se ubican también los de Lorca y los de Orihuela propiedad del obispado.


Los primeros jornaleros llegaban a la sierra al empezar el otoño. En los meses de octubre y noviembre limpiaban los rasos, terrenos despejados donde se recogía la nieve, y recogían leña para caldear sus cabañas en invierno. 


Con las primeras nieves multitud de braceros acudían a trabajar en la sierra, procedentes de Alhama, Totana Aledo, Priego y Mula. Una vez allí se organizaban en cuadrillas, a las que se les asignaban los rasos. 

Azadas, palas y capazos de esparto eran utilizados para la recogida de la nieve, que después eran cargados hasta el interior del pozo, donde se extendía y compactaba con mazos. Al mimo tiempo las paredes eran cubiertas con hierbas y arbustos, que se empleaban como aislante.


Algo más alejada quedan los restos y ruinas de una gran casa que sirvió para albergar a las cuadrillas de braceros, protegiéndolos del duro invierno que debían soportar hasta compactar todos los pozos hasta su máximo nivel de nieve.


Nos falta el último pozo de esta zona, escondido entre el bosque de pinos su estado es lamentable, conquistado por las hiedras sus paredes están agrietadas y es mejor observar desde sus barandas protectoras.

Regresamos al camino y continuamos hasta el Collado Eleuterio. A la derecha sobre unas rocas tomamos unas frutas y té mientras observamos la gran masa de pinar en la umbría de la Morra de las Moscas y el Morrón Chico.


Luego nos elevamos sobre un montículo en la otra ladera donde tenemos preciosas panorámicas a la gran mole del Morrón Grande o de Espuña (1.583 m.) la máxima altura del Parque Regional, coronado por artilugios militares.


Deshacemos camino hasta el Collado Mangueta, esta vez sin detenernos en los pozos, absorbidos por el paisaje, en un día gris que ha dejado caer algunas gotas haciendo más agradable si cabe esta bonita caminata.


Ahora nos vamos hacia los Pozos de la Nieve de Murcia, caminamos un trecho por la carretera para girar a la izquierda y tras pasar la valla subimos a contemplar las vistas desde las ruinas de la vieja casa.


El camino se eleva un poco y dejamos atrás los inicios de los senderos del barranco del Gallego, que baja hacia La Pérdiz y, el que sube hasta la Morra de las Moscas. Todo ello con vistas al Morrón Grande y a los Malvariches.


Esta pequeña y cerrada umbría albergaba los Pozos de Murcia que era la ciudad que más consumía hielo. En 1794 se vendieron en ella 450 mil kilos de hielo, aunque tuvieron que salir casi 700 mil, por el deshielo hasta destino.


Llegó a tener ocho pozos de nieve para mantener su consumo, que también permitía conservar medicamentos. En la actualidad todas las estructuras de esta zona están tremendamente deterioradas y sin cúpula.


De las dos grandes casas que albergaban a las cuadrillas de braceros y los aperos de trabajo, de una quedan en pie los muros pero sin el techo y de la otra el deterioro es más ostensible pero se pueden comprobar sus habitáculos.


Junto al primer pozo, quizás el que mejor conserva su estructura, hay otros dos más pequeños cuyos fosos, con el paso de los años están taponados y rellenos de tierra, tan solo conservan un pequeño trozo de su cúpula.


Por antiguas fotos y visitas de hace muchos años, recuerdo que sus cúpulas fueron puntiagudas casi en forma de huevo. No sé porque en esta zona no se ha emprendido ninguna rehabilitación, dejando que el tiempo acabe con ellos.


Paseamos por las casas hacia el resto de pozos ubicados al otro lado. Construidos como los anteriores aprovechando los desniveles del terrero para levantar las paredes del foso sin excavar demasiado y luego rellenar con tierra.


De estructuras más recias y anchos muros, sus fosos también han sido colonizados por los matorrales trepadores que enraízan por las paredes abriendo grietas y brechas que terminaran por derruirlos totalmente.


Emprendemos el regreso pasando por una antigua fuente que recordaba, ahora está tapiada y solo conserva la humedad. Nos despedimos de los vestigios de un floreciente negocio que sucumbió con la llegada de la luz eléctrica a las ciudades.

Para cerrar esta bonita excursión nada mejor que celebrarlo con un buen arroz en la Casa Forestal de La Perdiz. Prepararemos nuevas rutas para que mis amigos conozcan la gran diversidad de este Parque Regional.
RECORRIDO: LINEAL, IDA Y VUELTA.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 6,4 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:15 HORAS.
DESNIVEL POSITIVO: 275 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 274 M.
DIFICULTAD: BAJA.

LA PENYA D’ÁFRICA, LES FRARES, ELS PENYES DE LES CREUS Y L’HEDRA, Y EL RECINGLE ALT. DISFRUTANT DE LA SERRELLA.

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La Serrella se muestra exuberante ante nuestros ojos cuando la contemplamos desde lejos. El vigor de su relieve con destacadas cimas, profundos cortados, runares pedregosos y perfiles espectaculares, hace que nos recuerden a las montañas pirenaicas. La grandiosidad y belleza de su agreste paisaje, nos ofrece todos los atractivos excursionistas posibles: un gran número de ascensiones y travesías con un panorama cambiante desde la cresta cimera por donde planearemos a caballo entre los valles de Seta y Guadalets. Podemos dividir a la Serrella en tres grandes bloques: la Serrella del Recingle Alt y dels Frares; la del Pla de la Casa; y la del Regall, la Mallada del Llop y la Canal, haciendo de separación los barrancos Fondo y del Moro. Así mismo, la sierra está dividida por sus dos vertientes. Estas características estructurales hacen que los itinerarios excursionistas se articulen en forma de pinta sobre el eje axial de la sierra. La Serrella es una montaña que requiere y merece diversas excursiones para comprender y admirar la fuerza de su paisaje, sus travesías a lo largo de la sierra, o bien, entre una vertiente y otra son sus grandes atractivos. Para quienes aman los largos recorridos, pueden encadenar itinerarios y cruzar la Serrella desde Benassau hasta Bolulla. En nuestras excursiones descubriremos rincones idílicos caminando entre els Frares, y nos sorprenderemos del encanto y la tranquilidad del Pla de la Casa. Si subimos por el Barranc de la Canal, con el panorama del mar a nuestras espaldas, conoceremos el hechizo de sus contrastes; más arriba en la Mallada del Llop encontraremos el lugar idóneo para admirarla con todo su esplendor; pero para disfrutar de toda esta belleza, muchas veces sufriremos progresando por los runares que hacen retroceder nuestros pasos acentuando más la dureza del trayecto. Los itinerarios propuestos no agotan las posibilidades excursionistas que nos brinda la Serrella; enlazar itinerarios e improvisar otros, es en todo momento un enriquecedor ejercicio excursionista. Proponemos caminatas circulares, con el fin de facilitar el acceso a la sierra; las sendas están bien trazadas, así y todo, debemos ir atentos en aquellas poco definidas, en las cuales haremos uso de nuestra orientación e intuición. A esto hay que añadir que las ascensiones exigen una mínima experiencia montañera; no son difíciles pero el terreno es complicado, con fuertes pendientes e inestables runares, que son los que le dan personalidad propia a la Sierra.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de los túneles de la Font Roja, Salida en la nº 449 a BENILLOBA, continuar por la CV-70 a Benilloba, seguir hasta Benasau y el Port d’Ares, llegar al Rincón de las Mermeladas (antiguo restaurante del Rincón de Olvido); a unos metros hay un camino a la izquierda, donde podemos aparcar. Actualmente está asfaltado y se puede dejar el coche más arriba.
COMPONENTES: VICENTE, CAROL, PEPE Y PATRO.
ITINERARIO: INICIO / DESVÍO AL COMPTADOR / EL COMPTADOR / ELS BARDALS / PENYA D’ÁFRICA / COLL DE BORRELL /  FONT ROJA / DESVÍO ALS FRARES / CANCHAL / COVA FORADADA / ELS FRARES /  FUERTE SUBIDA / LA PENYETA DE LES CREUS /  PENYA L’HEDRA / CORDAL / RECINGLE ALT / CAMINO / PISTA / DEPÓSITO / COLL DE LA CASETA DEL RETOR / DCHA. GR-330 / COMPTADOR / INICIO.

LA RUTA: Este año lo empezamos y lo cerramos visitando la Serrella.  Como siempre incluyendo alguna variación, que en la ruta de hoy será la Penyeta de Les Creus que casi siempre dejamos apartada.


Hoy tenemos un fresco amanecer y con sol que irá confortándonos durante la mañana. Iniciamos por la izquierda del asfalto, siguiendo las indicaciones de las paletas informativas del GR-330 a Castells de Castells.

Pronto tenemos a la vista sobresaliendo sobre la masa de pinar, la cresta rocosa dels Bardals con la escotadura del Contador a la izquierda. Preciosa imagen matutina de nuestro primer objetivo de hoy.


El camino se va encrespando y las vistas hacia atrás se amplían. Cerca de una finca, entre el ramaje de los pinos y con el zoom de la cámara, distinguimos por detrás el agujero de la Penya d’África al final dels Bardals.


Abandonamos el camino por una empinada senda que serpentea bordeando el Barranc del Pinar hasta la base de las paredes. Se ensanchan las miradas hasta Aitana, Bernia y el mar. Cesa la vegetación en un entorno duro y pedregoso.


Subimos escalonadamente para llegar a la escotadura del Contador (1.226 m.). Desde su base podemos observar las dos vertientes, damos las últimas miradas a la sierra de Aitana que por ahora dejaremos de ver, para centrarnos en la Serrella.


Bajamos por la derecha sin llegar al cauce del Barranc Fort, siguiendo los rastros de una senda por la umbría de los pinos y cerca  de las paredes dels Bardals. Caminamos  junto a preciosas hiedras, enormes peñas y apriscos de ganado abandonados.


A veces el trazo se disipa debido al rastro de animales, pero vuelve a aparecer más adelante. Una corta subida a una plataforma rocosa nos lleva hacia la Penya d’África. Tenemos la primera  mirada a los farallones del Pla de la Caça.











Hay que bajar pegados a la pared de la derecha aunque no veamos nada, y rodear el risco, no hay peligro y merece la pena. Ante nosotros tenemos un enorme agujero en un gran peñasco, su contorno se asemeja al mapa del continente de África.











Imaginando un poco más, podría ser la cabeza de un puma o a la de una pantera: Es el Recingle Finestra o Penya d’África. Su acceso es asequible hasta su base y los más osados pueden trepar hasta su agujero con precaución.


Volvemos a la rocosa loma donde tenemos una gran panorámica de la Mallada del Llop, la Aixortá, el Bérnia, el pantano de Guadalest y reflejos en el mar; además de la gran peineta del Cantalar de Gil con la cima del Pla de la Caça.


Tomamos el sendero que nos desciende hasta el Collado Borrell, donde confluyen varias sendas. Proseguimos bajando por la izquierda, con el PR-CV 182 hasta el pino tumbado y el área de la Font Roja.


Desde la Font Roja nos elevamos por PR-CV 24 para rodear a media altura la Serrella, con vistas espectaculares a los runares del Pla de la Caça y entrar en la cara norte con vistas a la Val del Seta con el Montcabrer al fondo.


Descendemos cerca de los grandes paredones junto a los runares y antes de que el sendero comience a bajar hacia Cuatretondeta, seguimos recto por la izquierda, tomando el inicio del itinerario dels Frares.












Comienza un espectacular y ondeante recorrido que atraviesa los runares cerca de la base de las paredes que forman una vertical muralla en la que podemos ver cárcavas y enormes hiedras que la trepan, antes de llegar a Els Frares.


Les Agulles-Els Frares son un conjunto de pináculos de roca de hasta 50 metros de altura que reciben su nombre porque se asemejan a un conjunto de agujas y frailes. Son formaciones calizas del periodo Oligoceno (hace entre 20 y 30 millones de años).


Estas calizas presentan líneas de fractura perpendiculares entre sí que provocan al infiltrarse el agua de lluvia, erosione las fracturas y paulatinamente las va ensanchando hasta provocar la morfología actual. La erosión provoca fragmentos de roca en la ladera que se conocen como pedreras o runares, son formaciones muy frágiles que hay que evitar deteriorar a nuestro paso.











Es un bonito trayecto que suele recibir muchas visitas, pero nosotros continuaremos un poco más hasta llegar al pie de la Cova Foradada (1.087 m.). Para subir a ella hay un corto pero inclinado tramo de runar algo incómodo. 












En su interior hay que salvar un escalón y hacer una trepadita para salir por el agujero de su parte alta. No es muy complicado pero hay que estar habituados a salvar obstáculos. A la salida el entorno es  salvaje y asombroso. 


¡Qué maravilla!, estamos dentro del convento y rodeados de  Frares, esculturas pétreas de 30 o 50 metros de altura. Dejad correr la imaginación. Es fantástico. Por muchas veces que visite este lugar nunca dejo de sorprenderme.


Bajar un poco y seguir los trazos de senda que nos va ascendiendo entre carrascas hasta un pequeño claro rocoso, comienza la parte más dura de la ruta por la Mallada de les Cigales, por una empinada senda superamos el fuerte desnivel hasta un pequeño colladito desde donde se divisa en la otra parte, la caseta de vigilancia en la cumbre de la Serrella.


Debemos de seguir subiendo un tramo más por la izquierda, donde poco a poco el desnivel se suaviza hasta alcanzar el cordal de la sierra. Pateamos por su lomo hasta un mojón de piedras que marca la cima de la Penyeta de Les Creus (1.336 m.).


Continuamos por el cordal para bajar y subir llegando a la Penya d’Heura (1.351 m.), con un extraordinario balcón a Aitana y a la grandiosidad del valle de Guadalest hasta el mar, y enfrente, el Recingle Alt nuestra próxima meta.


Por delante vemos todo el cordal de la sierra hasta el Recingle sin apenas desnivel. Tomamos un estrecho sendero por la izquierda que pegado al filo de la sierra con extensas vistas, nos lleva a enlazar con la pista forestal.


La cruzamos por unos mojones que prolongan el sendero por las últimas lomas hasta el bosquete de pinos de la antecima, y por la senda protegida por estacas y cuerdas llegamos a nuestra tercera cumbre de hoy.


El Recingle Alt o cima de la Serrella (1.359 m.) los nubarrones siguen creciendo pero apenas amenazan. Desde su caseta de vigilancia forestal volvemos a extasiarnos con las infinitas panorámicas ahora a 360º.


Por variar, emprendemos el regreso por la ancha pista forestal, enlazando con la que viene el Pla de la Salvia que la seguimos por la derecha con buena inclinación de bajada protegida por cemento hasta el depósito de agua para incendios.


En el Coll de la Casseta del Retor, seguimos por la izquierda durante un kilómetro aproximadamente hasta enlazar con otro camino donde hay unas paletas informativas del GR-330 dirección Confrides, que nos llevan al Contador


Aquí cerramos el círculo de la ruta y repetimos sendero con un tramo de fuerte bajada hasta al aparcamiento. La Serrella nunca decepciona, tiene tantas variantes, que siempre parecen rutas nuevas por muchas veces que vengas.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (La Font Roja)
DISTANCIA: 11,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:25 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.359 M. (Recingle Alt)
ALTURA MÍNIMA: 946 M. (Inicio)
DESNIVEL POSITIVO: 869 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 858 M.
DIFICULTAD: ALTA.

SIERRA DE CALLOSA

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La sierra de Callosa de Segura es un enclave natural que posee un elevado valor ambiental, debido sobre todo a tratarse de una de las formaciones rocosas más representativas de las montañas semiáridas meridionales de la Comunidad Valenciana. Valores ecológicos como el relieve, la singularidad de su vegetación, la existencia de especies de fauna amenazadas, los aspectos paisajísticos y la gran cantidad de infraestructuras de uso público de que dispone, desembocaron en su declaración como Paraje Natural Municipal, figura de protección destinada a compaginar el disfrute de los visitantes con su conservación. El marcado carácter semiárido junto al escarpado relieve dotan a este lugar del privilegio de albergar un ecosistema de gran biodiversidad, que resulta fácil de apreciar al aventurarse en sus laderas y barrancos. Además el Paraje cuenta con inmejorables infraestructuras de disfrute del entorno, que permiten desde la práctica de deportes de montaña ó la interpretación ambiental del espacio hasta disfrutar de un agradable y relajante día de descanso en sus instalaciones recreativas. Les invitamos a descubrir y disfrutar de las maravillas naturales del paraje recordando que el uso sostenible del entorno es de vital importancia para garantizar su conservación.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 dirección Murcia, tomar la salida nº 538 GRANJA/COX/CALLOSA, continuar por la CV-900, por las rotondas, evitando entrar a Granja y Cox, llegar a Callosa, por la calle Rambla Baja y Virgen del Pilar hasta el Área Recreativa, aparcar en la Ermita de la Pilarica o en cualquiera de los espacios habilitados.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y CAROL.
ITINERARIO: ERMITA DEL PILAR / DEPÓSITO DE AGUA / PEDRERAR BARRANCO / IZQ. / ARISTA / COLLADITO TREPADITA / TREPADA-CABLES / CIMA SAN BERNARDO / CRESTEANDO / COLLADO CRUZ DE ENMEDIO / ALTO CRUZ DE ENMEDIO / REFUGIO / PICO DEL ÁGUILA / SENDA BAJADA POR PR / BAJADA BCO. DEL YAYO / ERMITA DEL PILAR.

LA RUTA: Montaña cercana y recurrente para días con poco tiempo disponible, pero brava y muy montañera, algunas de sus variantes solo son aptas para gente preparada, hay trepadas equipadas con algún cable y muchos agarres para manos, pero no todo el mundo puede superar estas situaciones.

Hacía tiempo que no la pateamos, hoy haremos una ruta corta pero intensa. Intentaremos llegar al San Bernardo o Pico Cortado y al Pico del Águila dos de sus cimas más emblemáticas. Han hecho muchas innovaciones en el Área Recreativa.


Hace un día despejado, húmedo y frío, con el tibio y dorado sol del amanecer. Iniciamos desde la Ermita, tomando la variante 2 al San Bernardo. Este tramo es bastante técnico, puesto que  transitamos por la umbría por crestas expuestas.


Al final del muro de piedra seguir por la derecha hasta el depósito de agua, que sobrepasaremos para continuar por la otra vertiente, entre las piedras de la torrentera. Hemos ganado altura y las vistas de Callosa pegada a la sierra son bonitas.


La senda nos eleva por el centro del barranco, entre las mojadas piedras de la torrentera, donde comprobamos  el exceso de humedad acumulado, para luego  poco a poco ir pegándonos a las paredes de la derecha.


El embudo del barranco se va estrechando y un poco más arriba vamos virando hacia a la izquierda,  con miradas a las paredes del San Bernardo y a Callosa. Es tramo vertical donde apoyamos las manos        hasta alcanzar la arista.


Caminar por ella es fácil si no se tiene vértigo, la rugosidad de las rocas proporciona buen agarre a las botas pese a la humedad. Siempre siguiendo las marcas, volvemos a virar a la derecha y por una escalonada repisa ascendemos con facilidad.


Llegamos a un diminuto collado entre las dos vertientes donde comienza el tramo del ascenso al San Bernardo que será de ida y vuelta. Es quizás la parte más técnica del recorrido y transcurre por toda la umbría.


El trecho que hemos superado ha sido muy agreste  con apenas vegetación y  fuerte desnivel  que nos ha hecho ganar altura. Al otro lado del collado vemos la población de Cox, las vecinas montañas del Teula y Algarejo, el San Bernardo y la arista del Caballo.


Por la umbría, siguiendo las señales del PR, descendemos un poco para continuar a media altura pegados al contorno de la sierra. Bajamos un poco más para salvar un enclave rocoso y subimos en dirección a la pared. 










Antes de llegar a ella utilizamos un cable a modo de pasamanos que nos iza hasta la base, donde ya vemos los pasos escalonados con cable para trepar. La humedad es intensa y las rocas están mojadas, hacemos un intento pero no nos sentimos seguros.


Decidimos dejarlo y volver atrás. Deshacemos con precaución el trayecto hasta el pequeño collado, donde para continuar debemos trepar por la otra arista, compuesta de grandes bloques escalonados y siguiendo unas marcas verdes.


En la solana no hay humedad y es más sencillo subir por la izquierda, tampoco es necesario llegar al filo de la arista al principio, después, ya se puede transitar por la cresta sin dificultad hasta el otro collado.


Descendemos hasta el Collado de la Cruz de Enmedio, donde se une la ruta que viene desde la ermita del Pilar por el barranco del Yayo, y que al regreso utilizaremos de bajada. También recuperamos las marcas del PR.


Proseguimos en ascenso hasta coronar la loma de la Cruz de Enmedio (549 m.) marcada con un mojón de piedras donde nos hacemos la foto. Dejamos la visita al refugio para el regreso de la cima que tenemos a poca distancia.


Alto del Águila (568 m.) punto más elevado de esta sierra, su vértice geodésico está situado al borde de los cortados que dan a la vertiente de Redován que queda a nuestros pies. Pese a la bruma tenemos buenas vistas a la Vega Baja y la sierra de Orihuela.


Iniciamos el regreso  volviendo hasta el refugio que lo mantienen perfectamente limpio y disponible, en su parte trasera hay una caja metálica con un Belén. En las paredes de la solana reponemos fuerzas contemplando el paisaje.


Decidimos seguir bajando hasta el collado de la Cruz de Enmedio para descender por el PR y el barranco del Yayo. El inicio siempre está descompuesto y hay que prestar más atención e ir bordeando por la derecha.


Por el paso junto las cuevas y cárcavas es algo más estable pero hay que estar muy atentos, después volvemos a entrar en la umbría que sigue muy húmeda para luego salir a la otra parte en un diminuto rellano.


Con brumosas vistas a Callosa y a toda la vega nos acercamos hasta el inicio de la cresta, donde por la izquierda comienza la bajada por el barranco del Yayo, un tortuoso descenso vertical complicado de nuevo por la umbría.


Resulta una bajada muy técnica y tensa asegurando cada paso con los bastones largos. En la segunda parte el cauce se comprime y es más seguro, hasta el final que vuelve abrirse y aminora el desnivel. Unos cables ayuda en tramos descompuestos.


Terminan los bloques y piedras sueltas al llegar a los diques de contención, donde ya por sendero culminamos el último tramo. Cruzamos la rambla por un puente de madera que nos deja en la ermita, cerrando la ruta.

He venido muchas veces a estas rutas, e incluso a entrenar para Pirineos, pero nunca había coincidido con tanta humedad, que ha sido determinante hoy. Hay que respetar la montaña siempre.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 4,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:20 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 567 M. (Pico del Águila)
ALTURA MÍNIMA: 130 M. (Ermita del Pilar)
DESNIVEL POSITIVO: 528 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 521 M
DIFICULTAD: DIFÍCIL.    Hay que transitar por varios tramos expuestos, equipados con cables y crestas en las que hay que utilizar las manos. Es muy montañera, pero no se recomienda a gente con síntomas de vértigo.

SUBIDA DIRECTA AL CARCHE POR EL BARRANCO DE LA MINA.

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La Sierra del Carche es el accidente orográfico más elevado de la Comarca del Altiplano y cuenta con un gran interés geomorfológico. Es muy característica la presencia de un diapiro salino, el Cabezo de la Rosa, la salina de interior más productiva de la comunidad murciana. Se trata de una elevación suave de tonos rojizos originada por el afloramiento de sales y yesos en las fracturas del terreno de los últimos movimientos tectónicos. En la zona central se localiza la máxima altitud de la Sierra, con el pico del Carche (1.371 m.), extendiéndose hacia el noreste para concluir en la Sierra de las Pansas. Los materiales dominantes son calizas, dolomías y margas. La Sierra del Carche se encuentra en el cuadrante nororiental de la Región de Murcia y reparte su superficie entre los términos municipales de Jumilla y Yecla. Ha sido declarada recientemente Parque Natural Regional y los límites actuales y normas de gestión vienen definidos por su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). Además, es uno de los espacios regionales propuestos como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), para formar parte de la Red Natura 2000. Este conjunto montañoso cuenta con 5.942 hectáreas de superficie e incluye las sierras de El Carche (La Madama, 1.371 m.), Las Pansas y el diapiro salino del Cabezo de la Sal. Entre los lugares de mayor interés y más llamativos para el visitante destacan el Cabezo de la Rosa, la Madama del Carche, el Barranco de la Gorafía, la Umbría del Revolcador, la Peña del Castelar, el Barranco de San Cristóbal, la Pedriza, la Solana de la Alberquilla, el Barranco del Saltaor, la Curiosa y la Fuente de la Sanguijuela. La Sierra del Carche es un espacio singular por las diferentes especies de fauna y flora que contiene y por sus distintos estratos geológicos. El Parque dispone de un albergue municipal, que se cede gratuitamente a los grupos excursionistas que lo visitan durante todo el año para disfrutar de la naturaleza. El hombre ha habitado en esta sierra desde antaño. Este hecho lo demuestran los yacimientos arqueológicos, pertenecientes a la Edad del Bronce, y los asentamientos ibéricos que han sido encontrados. Destacamos la Cueva del Castellar, Los Castillicos del Salero y La Romanía. También encontramos algunas villas y un acueducto (La Romanía) de época romana al norte y oeste del Parque. En el Cabezo de la Rosa aparecen abundantes fragmentos de cerámicas medievales correspondientes a vasijas y tinajas de gran tamaño. Un elemento destacable de la Sierra, en la umbría de La Madama, es un Pozo de la Nieve del siglo XVII, destinado a conservar y almacenar hielo.
CÓMO LLEGAR: Salida en dirección a Aspe por la CV-84, sin entrar en la población seguir por la CV-846 a La Romana, en la rotonda continuar por la CV-834 hasta conectar con la CV-83 hasta Pinoso. Tomar dirección Jumilla por la RM-427 y a los 7 km en una curva está la Venta Viña “P”, seguir por la pista de tierra durante 2,3 km, poco después de las Casas de la Curiosa, en los restos de una pequeña cantera  donde cruza el Barranco de la Mina y bajo unos pinos, podemos aparcar.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE, PATRO Y SANTI.
ITINERARIO: BARRANCO DE LA MINA / SENDERO BCO. DE LA MINA / SIMA DE LAS GRAJAS / LA MADAMA / DCHA. ENLACE PISTA / DCHA. SENDA BAJADA / DE FRENTE SENDERO / PISTA IZQ. / SENDA DCHA. /  CUEVAS DEL CACHORRO / COLLADO CUEVAS DEL CACHORRO / GIRO A LA DCHA. / INICIO SENDA / CASAS DEL CANTAL / DEJAR PISTA / IZQ. SENDERO / BRECHA CRESTÓN DEL CAÑAL /  PISTA / BARRANCO DE LA MINA.


LA RUTA: Mis compañeros de ruta no conocían la subida directa al Carche por el barranco de la Mina que hace unos años realicé en solitario. Es una subida brava y vertical hasta la Sima de las Grajas que hoy repetimos con mínimas variantes.


Como siempre que partimos de Viña “P”,  iniciamos desde el Barranco de la Mina, junto a la pequeña cantera en desuso. El día está despejado y frío, el sol puntea la peña del Carche. Por la ancha pista traspasamos la puerta de entrada al Parque Natural.


En unas decenas de metros dejamos la pista por la izquierda, salvando una pequeña rambla y subiendo a unos bancales de almendros, para enseguida comenzar a ver unos mojones en la ladera, que poco a poco van reafirmando el sendero entre el matorral de esparto.


Suavemente vamos tomando altura mientras por detrás el sol ilumina el altiplano y nos dejar ver la sierra de la Pila. El sendero nos dirige hacia el barranco de la Mina, concretamente a la parte superior de su ladera izquierda, según el sentido de nuestra marcha.


Una vez alcanzada la arista del barranco los mojones se hacen más visibles, es una trocha fácil de seguir, pero su desnivel se torna muy exigente a cambio de ir elevándonos con mucha rapidez. En los descansillos para tomar aire comprobamos la altitud superada.


Desde arriba vemos el serpenteante trazado de la pista forestal surcar la otra ladera.  El sol ha superado las crestas y sus rayos nos deslumbran, impidiendo hacer buenas fotos de esa zona. Los pinos comienzan a ralear y solo los matorrales de romero y esparto nos acompañan.


El sendero, que en algunos puntos parece recién excavado y martilleado rompiendo rocas que luego han sido ordenadas siguiendo el mejor trazado, no deja de encresparse hacia arriba. Por detrás, el sol ilumina la planicie y las montañas.


En algunos tramos de la arista sobrepasamos farallones rocosos en los que tenemos que apoyar las manos o rodearlos por su mejor lado siempre en ascenso. En otros transitamos por su cordal, donde se obtienen buenas vistas del Barranco Ancho por la izquierda.


Con la altura el altiplano murciano va ganando en extensión y las panorámicas son espectaculares. Cuesta arriba el sendero vuelve a erizarse, el matorral es más abundante y los pinos vuelven moderadamente al entorno de la arista, son ejemplares medianos con poca tierra donde agarrarse.


Sobre el perfil del trazado dejamos atrás dos grupos de retorcidos troncos de pinos, grandes ejemplares abatidos posiblemente por la meteorología. Las laderas parecen más pobladas de pinar que se mezcla con algunas carrascas de porte bajo. 


El itinerario empieza a virar haciendo una larga y suave curvatura izquierda-derecha,  dejándonos tener a la vista nuestro objetivo de hoy, las antenas de la cumbre, y tirando de zoom en la cámara, vemos hasta el refugio. Esto nos amina y nos marcamos como referencia el frontal rocoso de la sierra.


El fuerte desnivel no cesa, pero la gran altura tomada nos permite tener dilatadas miradas, cada vez más extensas cuando sobrepasamos Las Capurullas (1.301 m.) y vemos las Salinas de la Rosa y el pueblo de Jumilla.


Un empujón más y culminamos la Morra de la Mina (1.366 m.) segunda altura de esta sierra. Junto a un pino está la Sima de las Grajas que por fin ha sido protegida con un vallado con una puerta por la que se puede acceder.

Hay que extremar las precauciones para su contemplación ya que esta cavidad es de un corte limpio de 25 m. de largo, por 2 m. de ancho y 45 m. de profundidad. Para su descenso es  necesario material y técnicas verticales.

En este punto tenemos preciosas vistas a la cumbre y al Mar Menor que reluce en el horizonte. El sendero prosigue bajando por la bonita comba que forma el cordal que une las dos cimas, y remonta hasta la pista forestal.

Desde el pequeño rellano donde termina la pista, por la que pueden subir vehículos, tenemos grandes miradas, también hay una cerámica con el mapa de la zona, y subiendo por unos peldaños se llega al encantador refugio de madera.

La Madama del Carche (1372 m.) El refugio se mantiene limpio, pero ha sido visitado por los gilipollas del espray. Almorzamos al sol, con la esplendida vista al mar Mediterráneo, lejano en línea recta, pero perfectamente visible.

Iniciamos el regreso por el sendero de la cima un tramo hasta que vemos cercana la pista forestal, la cogemos por la derecha unas decenas de metros y la dejamos por la derecha, ver mojones, por sendero que ataja.

Inclinado y pedregoso cumple su función de enlazar mucho más debajo de nuevo con la pista, pero que solo la cruzamos, siguiendo de frente, hay estacas de PR, para cruzar sin apenas desnivel el Llano de las Grajas.

Salimos junto a unos abrevaderos para animales de nuevo a la pista, que dejamos en unos metros por la derecha, donde otro sendero entre pinos nos sigue descendiendo hasta una viga de hierro que corta el paso a las motos.

Pasamos por delante de las Cuevas del Cachorro con su frontal de casa, son de propiedad particular y  ahora están muy cuidadas. Observamos sus antiguos corrales y admiramos su descomunal pino. Por pista llegamos al cruce caminos.

Collado de las cuevas del Cachorro (1.054 m.). Balizado con un gran pilón cuadrado indica los accesos a la parte alta, a Viña “P” y a la Yedra. Nosotros tenemos que seguir de frente, hacia la ladera de pinos, donde remontamos una corta y empinada cuesta.

Este camino también ha sido marcado como PR. Hace un giro de 90º a la derecha y prosigue sin apenas desnivel. Poco más tarde da otro giro a la derecha hacia un descampado marcado con mojones, y a la entrada de la pineda, otros mojones marcan el inicio de una senda.

Preciosa y rápida senda en suave descenso. Entre las ramas los pinos podemos ver la Madama en todo lo alto de la sierra. El último tramo es de bajada más acusada y termina otra vez en la pista forestal, con dos mojones haciendo de puerta junto a las derruidas Casas del Cantal.

Nos dejamos llevar por la pista hasta una curva donde tomamos un corto sendero casi paralelo a la pista. Un poco más de pista y en una cerrada curva a la derecha la dejamos definitivamente, por otro sendero que ya conocíamos y que nos mete en el bosque de pinos.

Mientras la pista baja haciendo numerosas eses, el sendero desciende un poco y remonta hacia el Crestón del Cañal. Antes, tenemos una impecable mirada a la terrible arista del Barranco de la Mina, por la que esta mañana hemos subido. 

Llegados a la brecha, esta vez no pasamos a la otra vertiente para tomar el Camino de las Colmenas, si no que seguimos de bajada por el PR marcado que nos desciende fácilmente hasta la pista forestal junto a la vieja cantera.

Arriba en las paredes de la cantera, observamos colgadas cinco cajas de madera con apertura que parecen nidos, quizás para búhos. Cerramos esta espectacular ruta a la entrada del barranco de la Mina.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 8,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:25 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.372 M. (La Madama)
ALTURA MÍNIMA: 740 M. (Barranco de la Mina)
DESNIVEL POSITIVO: 714 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 713 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

AL MONTCABRER CON NIEVE POR LA FONT MARIOLA.

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Mariola ha sido una sierra de nevaters, es decir, de aquellas personas que se dedicaban a la recogida, almacenamiento, transporte y posterior venta del hielo natural producido por compactación de la nieve, para múltiple usos –conservación y transporte de alimentos, elaboración de helados, terapéuticos, etc.-  en definitiva aquello que se llegó a nombrar en algunas ocasiones como comercio del frío. La arquitectura del frío ha sido fruto de la necesidad y del oportunismo: un entorno mediterráneo demando el producto especialmente en verano, junto a territorios montañosos con nevadas habituales pero poco persistentes den invierno, y la consiguiente necesidad de construir edificios destinados al almacenaje y la conservación del hielo. Así Mariola se convirtió desde finales del siglo XVI hasta finales del siglo XX, en un centro productor de primer orden. Cava es una palabra empleada para designar los pozos de nieve o les neveres exclusivo del ámbito territorial de la serra Mariola. En Mariola hay inventariados 43 depósitos de nieve, de todas la tipologías – cavas, con pozo excavado y cubierta, o ventisqueros, sin cubierta y aprovechando los taludes – construidos en diferentes épocas del más antiguo y rudimentario, a niveles más bajos, y los modernos más monumentales y a cotas más elevadas. Es precisamente el núcleo de pozos localizados en la parte más elevada de la sierra, el paraje conocido como les caves, en la parte más despegada de la umbría de Agres, el que más fama le ha otorgado a estas construcciones, y entre ellas, sin duda, la cava Gran d’Agres es la protagonista indiscutible. La cava Gran se encuentra a 1.210 metros sobre el nivel del mar, fue construida en el siglo XVII aprovechando un desnivel de terreno, y estuvo en funcionamiento hasta el primer cuarto del siglo XX. El pozo de sección circular, tiene una profundidad aproximada de 12 metros y un diámetro de 15. Se le calcula una capacidad de 1.960 m/3. Su silueta desnuda, desprovista después de su abandono de la vuelta de vigas, cañizo y tejas, es inconfundible. La planta hexagonal, la presencia de sus arcos, el remate en forma de piña y su túnel de acceso le han conferido una enorme personalidad. A la estampa mágica y mítica de la Cava hay que añadirle la fuente que sorprendentemente mana todo el año a su lado, y el misterioso tejo que ha crecido en su interior.
CÓMO LLEGAR: Por la A-31 AP-7 dirección Madrid, después del túnel de Villena, salir por la derecha, por la CV-81en dirección Onteniente, pasamos primero por Cañada, Camp de Mirra y Benejama, sin entrar en Bañeres pasamos a la provincia de Valencia y poco antes de llegar a Bocairente, en el polígono a la derecha, desvío dirección Alcoy por la CV-794 seguir hasta poco más del km 9, girar a la izquierda hacia la Font Mariola. Hay espacio para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y SANTI.
ITINERARIO: FONT MARIOLA /  FONT DE MAS DELS ARBRES / COLLADO / MAS DE LA FOIA AMPLA / DERECHA / MONTCABRER / REGRESO POR EL MISMO ITINERARIO.

LA RUTA: Primera nevada de la temporada. No imaginábamos que habría tanta nieve y la ruta diseñada era circular y más larga, pero nos hemos tenido que limitar a llegar a la cumbre y hacerla lineal, volviendo por el mismo trazado.

Antes de llegar a la Font Mariola, con la carretera limpia por el quitanieves, nos asombramos al ver los campos nevados, pero llegados a la Font solo habían abierto camino en unos doscientos metros y el espesor era superior a los 50 cm.


El madrugar nos hizo tener buen aparcamiento y espacio para preparar ropa de abrigo y polainas. Iniciamos desde la valla que cortaba el camino y el rastro del quitanieves. Nieve compacta al principio y fácil de caminar.


Pronto empezamos a comprobar los estragos causados por la nevada. Gran cantidad de pinos han sido abatidos por su peso, quizás los más frágiles y grandes ramas de los de mayor tamaño, es la ley de la naturaleza.


También algunos de buen tamaño y espesor de tronco han sido derribados e incluso otros, con poca masa de raíces por carencia de tierra al estar sobre rocas han sucumbido al ladearse por el peso de la nieve acumulada.


Cerca de la Font del Mas dels Arbres, cuando aumenta el desnivel de la pista y el entorno se abre, se eleva el espesor de la nieve y hay que ser mas selectivo eligiendo las huellas de otras pisadas porque abriendo nuevas corremos el riesgo de hundirnos.


En la Font del Mas dels Arbres el paisaje es idílico, la nieve ha cubierto casi las barandas que protegen la balsa que recoge el agua de la fuente y la mitad de ella está congelada, tenemos que pisar con mucho cuidado para no romper la primera capa.


Los pilares con la cadena que dan entrada al camino del Mas dels Arbres, así como los pivotes que cortan el paso para vehículos están casi cubiertos por la nieve y hay que elegir las partes más heladas o duras para no hundirnos.


Desde el inicio vamos al mismo paso de otro grupo de cuatro personas en las que reconozco a Antonio Blanes, por algunas rutas que hemos intercambiado y algunos comentarios en Wikiloc. Siempre es bueno conocer a gente que realiza un buen trabajo.


Intercambiamos cámaras y móviles para hacernos fotos muy cerca del Más del Corb, que ha sido rehabilitado, la nieve ha nivelado sus campos cubriendo todos los huecos y creando un paisaje espectacular.


A medida que ascendemos la cantidad de nieve que cubre el camino aumenta y dificultad al caminar. Alcanzamos el pequeño colladito con bancales escalonados totalmente blanqueados y la primera vista al Montcabrer.


Pinos y ramas destrozados obstaculizan la pista y tenemos que rodearlos por los bancales. Al tener que abrir huellas nuevas nos hundimos hasta las rodillas perdiendo el equilibrio al esforzarnos por salir a nieve más compacta y dura.


A la entrada del Mas de la Foia Ampla nos despedimos del otro grupo que seguirá por la pista hasta la Cava Gran. Nosotros queremos subir directamente a la cima del Montcabrer. La nieve cubre la cadena  que corta el paso a vehículos a la finca.


Ya en solitario comprobamos los destrozos en la pineda, pasamos junto a un pino quebrado por su tronco, y otro que ha resistido ha sido podado en su ramaje. Al estar cubierto el sendero caminamos fuera de sus trazos con dificultad.


La finca está solitaria y no vemos el ganado, toda la Foia acumula gran cantidad de nieve y su pequeña balsa está totalmente congelada. El tránsito por el camino junto a su valla es más estable al ser por suelo firme.


Por la derecha dejamos el camino y el GR-7 para comenzar a subir por el PR-57. Hay pocas huellas abiertas hoy y la nieve ha cubierto con más de 30 cm de espesor el sendero, lo cual dificulta mucho la subida.

No todas las huellas patean el estrecho sendero que ha quedado cubierto, por lo que cada tres pasos nos hundimos. Hay que estar atentos al Track del GPS para no desviarnos demasiado del trazo del sendero y comienza un avance lento y fatigoso.


De vez en cuando paramos a tomar aliento y a contemplar el maravilloso paisaje nevado, con un espectacular mar de nubes que está creciendo y comienza a cubrir la sierra del Benicadell, dejando solo su cresta a la vista.


Seguimos esforzándonos en la subida con algún que otro resbalón al hundirnos en la nieve. La altura nos confiere grandes miradas, pero tenemos que aceleran más la marcha, el mar de nubes avanza muy rápido.

Damos el último empujón en la parte más inclinada con precaución ya que es la zona rocosa. Alcanzamos el pequeño grupo de coscoja y ya tenemos a la vista la gente que pulula por los restos del vértice geodésico.


Cima del Montcabrer (1.390 m.) la mayoría de gente ha subido desde el refugio. El grandioso mar de nubes lo cubre todo, apenas se ve el Benicadell y sigue avanzando. Hacemos las fotos de rigor y retornamos por el mismo sendero.


Volvemos sobre nuestras pisadas recientes, aunque la buena temperatura va deshaciendo la nieve, cuando se ponga el sol helará de nuevo. De tanto hundir las botas en las huellas las piernas de van cargando.


Desde la Foia Ampla hasta la Font del Mas dels Arbres es el tramo más duro, debido a la acumulación de nieve que ahora está más blanda y prácticamente hay que abrir huella nueva a cada paso. La fatiga se va acumulando.

Llegamos al tramo final donde el quitanieves ha dejado a la vista la tierra del camino, por el que comienza a circular un estrecho reguero de agua. Hay muchos coches y gente  que quiere tocar la nieve. Vale la pena madrugar.
RECORRIDO: LINEAL, IDA Y VUELTA.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font Mariola y Font del Más dels Arbres)
DISTANCIA: 12,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:20 (Con mucha nieve)
ALTURA MÁXIMA: 1.390 M. (CIM del Montcabrer)
ALTURA MÍNIMA: 876 M. (Font Mariola)
DESNIVEL POSITIVO: 575 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 575 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

EL PUNTAL DE MATAMOROS DESDE EL EMBALSE DE LA BOQUERA, HONDÓN DE LAS NIEVES.

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Hondón de las Nieves se encuentra en un altiplano cerrado entre las sierras de El Algaiat al norte, La Ofra y Ors al este, Crevillente al sur y Los Frailes o La Solana y Cofer (Jover) al oeste. Este conjunto forma un amplio valle que invita a pasear por sus caminos, ya sea a pie o en bicicleta, tanto en verano como durante sus soleados y suaves inviernos. Al adentrarnos en este valle, nos sorprende el fuerte contraste entre umbrías y solanas. La vista se siente atraída por el verde frescor de la umbría de la Sierra de Crevillente, que rompe con la generalizada aridez de la comarca. Las peculiaridades climáticas de la umbría y la ayuda humana del respeto y aprecio que le han profesado los habitantes del municipio, le han permitido regenerase de manera natural. Bajo la sombra de estos pinos, tal vez en unos pocos siglos, las bellotas de las encinas, que aún se refugian en los rincones de la sierra, puedan volver a brotar y poblar toda la umbría. De momento ya lo hacen la coscoja, romeros, tomillo, madreselvas, zarzas, enebros, orquídeas y especies aromáticas como el cantueso, entre otros. Podemos ascender tranquilamente, a la Sierra de Crevillente, por cualquiera de las viejas sendas o caminos, construidos sobre muros de piedra, donde los carros y mulas dejaron su huella en la roca mientras subían a por las cosechas. 
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 en dirección Aspe, en la rotonda tomar la tercera salida, por la N-325. En la siguiente rotonda tomar la primera salida, por la CV-845 hasta Hondón de las Nieves, continuar hasta el antiguo matadero convertido en Museo, seguir un tramo por la carreterita de la izquierda hasta el lugar del aparcamiento en La Boquera.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y PATRO.
ITINERARIO: INICIO / CRUCE IZQ. / DCHA. / BARRERA / ATAJO / DERECHA / CASETA / RECTO / CASA-CUEVA, DCHA. SUBIR / PUNTAL DE MATAMOROS / COLLADO / DCHA. / CASA DEL TÍO MARIANO /  DERECHA / REPARTIDOR / CRUCE / FINAL.

LA RUTA: Hoy hemos elegido una ruta cercana y corta pero montañera, queremos preparar una comida para el grupo. Elegimos subir al Puntal de Matamoros trazando una circular a nuestro aire, ya que conocemos perfectamente la zona.


Iniciamos desde La Boquera, cuyo embalse está bajo mínimos pese a las lluvias recientes. Amanece un bonito día casi primaveral con multitud de almendros floridos en los bancales de las casas de campo cercanas.




El sol comienza a puntear las cumbres cercanas dejando en la umbría la mole del Puntal al que todavía no ha sobrepasado. Caminamos por pista asfaltada para llegar al cruce de caminos, donde se cerrará el círculo de la ruta.


Seguimos por la izquierda con suave desnivel pasando por delante de unas grandes casonas y sus preciosos bancales de almendros floridos que motean de blanco y rosado el paisaje donde se distingue el pueblo de hondón de las Nieves.


Giramos a la derecha enlazando con otra pista de asfalto donde se acentúa el desnivel. Con buenas vistas al Puntal entramos en una zona de secano abancalada de almendros floridos, toda una delicia visual.


El camino pierde el asfalto y se torna más inclinado. Poco después una larga viga de hierro corta el paso para vehículos y en una cerrada curva ascendente, tomamos un sendero a la izquierda que ataja la fuerte subida.


Nos vamos acercando a las paredes cuando en un rellano con un cruce de caminos giramos a la derecha, entrando en una especie de collado con el puntal al fondo. Damos el último vistazo a nuestra vertiente, y en la otra ya distinguimos el mar.


Pasamos por delante de las ruinas de una caseta y un corral con un enorme pino. En este punto debemos seguir recto en dirección a las faldas del Puntal y la densa pineda que lo cubre. El camino se vuelve sendero.


Alcanzada la media altura de la falda de la sierra comenzamos a rodear por la derecha con buenas vistas al mar. Poco a poco en la solana, los pinos comienzan a ralear sobre una antigua zona abancalada con muretes de piedra seca.


Llegamos a un derruido corral con una casa cueva, muy habituales en esta sierra. Nada más sobrepasar el corral, debemos girar a la derecha, por un sendero poco definido al principio nos que sube enérgicamente.


Atravesamos yertos bancales y derrumbados muretes de piedra seca ganando altura con facilidad al tiempo que nos otorga espectaculares panorámicas desde la Vega Baja hasta el mar, con el pantano de Crevillente y el humedal del Hondo.


Tras los muretes viene la fuerte subida por las verticales paredes, primero entre pedreras algo inestables que siguiendo algunos mojones nos lleva a la parte más alta y rocosa, inclinada, pero más fácil de superar.


El Puntal de Matamoros (792 m.) y tercera altitud de esta sierra en la que recientemente han colocado unas plaquitas con los datos de cada cumbre. Maravillosas vistas desde la cresta a la Vella y de nuevo al mar con Crevillente a nuestros pies.


Proseguimos por la cresta en dirección  a la Vella, conectando con un precioso sendero que sin perder mucha altura recorre la solana por la Vall dels Pins, ofreciéndonos singulares miradas al paisaje y ondulaciones de la sierra.


En el pequeño colladito donde se cruzan todos los senderos, hay profusión de paletas, tomamos unas frutas y luego seguimos la bajada por la derecha por un sendero entre pinos que conecta con el asfaltado Camino de la Antena.


Seguimos por la izquierda unas decenas de metros y giramos por la derecha dejando el asfalto. Un viejo poste saturado de grandes paletas antiguas nos da entrada a Els Evangelistes, altiplanicie de tierras cultivadas bajo la cumbre.


Nos adentramos en este bonito y escondido rincón para girar al poco a la izquierda, lindando con floridos bancales de almendros flanqueados por el pinar a ambos lados y con la vista del Sant Caietano o Picatxo, al fondo.


Marchamos por delante de la Casa del Tío Mariano, con sus derruidos corrales y la cueva, de la que vemos sus chimeneas. El camino comienza descender y virando a la izquierda, con una mirada sobre los pinos del Picatxo.


En otro cruce de caminos balizado junto al muro de piedra seca de bancales de almendros, giramos a la derecha, por un camino muy deteriorado por la últimas lluvias, que nos desciende entre bancales de almendros.


El suave descenso nos permite contemplar panorámicas el diminuto valle y las montañas que lo encierran. Caminamos cerca de casas de campo y fincas particulares y con la vista puesta en el pueblo del Hondón de las Nieves.


Hacemos unos zigzags entre bancales de almendros y un repartidor de aguas de riego, y en un corto tramo cerramos el círculo de la ruta y alcanzamos el aparcamiento junto al embalse de La Boquera.

Luego, en casa de Patro, cocinamos un buen arroz de costillar que disfrutamos todos juntos recordando viejas rutas montañeras y proponiendo otras nuevas.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 8,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3:10 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 792 M. (El Puntal de Matamoros)
ALTURA MÍNIMA: 375 M. (En La Boquera)
DESNIVEL POSITIVO: 459 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 463 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

EL MADALLAR, EL PENYÓ ROC Y EL PENYÓ MULERO, DESDE LA FONT DEL PI.

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La Sierra de Aitana pertenece al conjunto estructural de la Cordillera Bética, en su extremo más oriental dentro de la Península Ibérica, y constituye el punto más elevado de la provincia de Alicante. Es un relieve caracterizado por los grandes desniveles, fuertes pendientes y claros ejemplos de laderas de tipo cantil-talud. Estos contrastes justifican la variedad de la cubierta vegetal y las diferentes adaptaciones que ha realizado el hombre para aprovechar sus recursos naturales. La Sierra de Aitana presenta un aspecto abovedado en sentido longitudinal de Este a Oeste, sobre todo si se observa desde el sur,  que le otorga un carácter macizo y la convierte en frontera desde el punto de vista climático y biogeográfico. Está constituida por un fragmento de la cobertera sedimentaria, fundamentalmente paleógena, que ha sido levantada por una tectónica de fractura, lo que ha configurado un horst cresta dando lugar a un escarpe de falla en la vertiente septentrional. Es este rasgo estructural el que determina su variedad climática y, por tanto, biogeográfica. De un modo general, y obviando las variaciones a una escala de mayor detalle, existe una acusada disimetría en las precipitaciones entre la vertiente septentrional y la meridional. Respecto a  las temperaturas se observan diferencias entre mitad oriental (por su proximidad a la costa y por los valles abiertos al E y al SE) y occidental (con presencia de heladas e inversiones térmicas en los valles más encajados).La estructuración del relieve, y una variada litología en la que predominan las calizas en los escarpes y en los sectores más elevados, mientras que las margas lo hacen en los taludes y fondos de valle, determinan:    Un modelado cárstico  y procesos en la evolución de los escarpes con desprendimientos de grandes bloques, deslizamientos y fenómenos de clima frío (sobre todo en el pasado) que han generado derrubios estratificados y canchales. De manera localizada, la vegetación permanente o de ecótopos singulares está representada por la  rupícola (cantiles rocosos, canchales, etc.) y la rupícola (ramblas y barrancos).
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 dirección Callosa, por la rotonda que continua hacia Guadalest, a 8 km. aproximadamente de esta rotonda, en el lado derecho, hay una pequeña área recreativa con mesas y parking. Enfrente está el Mas de la Morera donde comienza la ruta.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: INICIO / PAS DEL COMPTADOR / COVA / PASSET / COLL DEL MADALLAR / SUBIDA AL PENYÓ ROC / PEDRERA / PUNTO ROJO Y MOJONES /  PUNTO ROJO SUBIR CRESTA / CIMA DEL PENYÓ ROC / VENTANA / MIRADOR / FINESTRA / PORT DEL ARC / ACORTAR RUTA / AVENC DEL PORT / PENYÓ MULERO / PORT DE TAGARINA / DCHA. BAJAR PEDRERA / PEDRERA / BANCAL ALMENDROS / CAMINO DCHA /  EL MALPASSET, POSTE / PAREDONES / FONT DEL PI.


LA RUTA: Tenemos un día despejado y  casi primaveral. Para celebrarlo subiremos al Penyó Roc, hermosa atalaya donde observar las mejores vistas de la Marina Alta. Forma parte del pequeño circo vertical y montañoso donde nace el Barranc del Arc; flanqueado por el Alto de Sella, el Divino, Penyó Mulero y Penyó Roc y por el otro lado el Madallar y la Sierra de la Carrasca.


Antes de empezar nos subyugan las preciosas vistas del amanecer con la silueta del Bérnia, la Aixortá, la Serrella, el pueblo de Guadalest, y las coloridas manchas de almendros en flor que motean de color todo el valle.


Iniciamos bajo la Font del Pi que visitaremos al regreso, siguiendo el camino que luego pierde el asfalto y que en suave desnivel comienza a ascendernos al tiempo que nos muestra las estampas primaverales del valle de Guadalest.


Las panorámicas se extienden hasta el mar entre casas de campo y bancales de almendros floridos; por la derecha los verticales paredones calizos comienzan a crecer imponentes. Dejamos atrás una variante que baja al Racó de les Tovaines.


El camino se encrespa acercándose más a los rocosos y verticales paredones de las cumbres por las que más tarde transitaremos. Damos las últimas miradas al Bérnia y al mar antes de meternos en el estrecho pasillo natural.


Pas del Comptador (970 m.) diminuto collado que separa las estribaciones de la sierra de Aitana con el Penyó Roc y la sierra de la Carrasca con el Madallar, dando comienzo al Barran de l’Arc y al cauce del río del mismo nombre que llegan hasta Sella.


Mientras contemplamos el agreste paisaje, buscamos como hincarle el diente al Madallar, inédito para nosotros. Por la izquierda comprobamos algunos rastros de sendas que se desvanecen hasta que una de ellas se reafirma dirigiéndonos hacia las paredes.

Apenas nos elevamos vemos enfrente la colosal mole del Penyó Roc. Estos primeros trazos viran a la izquierda aunque sabemos que el Track sigue por la derecha. En la rocosa ladera avistamos una abertura a la que nos vamos acercando.











Se trata de una cueva de regular tamaño con entrada romboidal de la que no teníamos descripción en la ruta. Tras su visita continuamos la lenta subida, escorándonos a la derecha hacia los dos pivotes más altos de esta sierra. 


En la base del más elevado aparece algún esporádico mojón y comienza una larga subida en la que tenemos que apoyar las manos y buscar agarres para seguir progresando.  Por detrás la imagen del Penyó Roc  sigue creciendo.


Último trasiego por una especie de canaleta y alcanzamos la cresta o collado que une a los dos puntales. Volvemos a tener panorámicas al Bérnia, la Almédia, Callosa d’en Sarriá y el mar, pero invadidos por la bruma.


Nos acercamos al pivote de más altura de la Malladeta  para indagar su notorio “Passet” y poder acceder a su cima. No lo tenemos muy claro, y como además nos queda el Penyó Roc y la travesía hasta el Mulero, lo dejamos.


Con una gran mirada al Barranc de l’Arc y al tremendo entorno rocoso, iniciamos la bajada, que ahora resulta más sencilla sin pasar por la cueva, encontrando trazos más firmes que nos depositan de nuevo en el camino.


Lo dejamos para dirigirnos a la base del Penyó Roc, algún mojón y trazos nos llevan por la senda pedregosa que cruza una pedrera. Mirando hacia atrás ya tenemos miradas completas de la Malladeta, acanalada y rocosa.


Llegados a las rocas viene la tarea de encontrar el primer mojón y aún más importante, el primer punto rojo pintado que nos marcará el camino a seguir. Una vez localizado, nos giramos para ver como el Puig Campana va emergiendo.

Ahora viene la entretenida y didáctica labor de tener controlado siempre, el siguiente punto rojo hacia dónde dirigirnos. La subida es muy vertical pero está  bien marcada. No hay que tener ninguna prisa y sí, mucho cuidado, asegurando bien los pies y las manos.

Una pequeña tregua para dirigirnos hacia un frontal peñascoso que bordeamos en ascenso por su base, queda una ancha plataforma que nos permite contemplar el paisaje donde aparece el Montcabrer y nos permite tasar la altura alcanzada.

Después viene un vertical canalón fácil de superar que nos deja frente a una roca o gran mojón que tiene una marca con punto rojo. Al llegar a él hay que subir por el lomo, quizás el punto más expuesto, pero tiene la suficiente anchura para sobrepasarlo.

Seguimos virando a la izquierda para meternos en un canalón menos inclinado y con muchos apoyos para superarlo. Queda una plataforma que nos lleva a un descansillo para afrontar la última barrera rocosa. Un empellón más y estamos en la cima.

El Penyó Roc (1.108 m.) una fantástica atalaya para contemplar las mejores vistas de la Marina Alta pese a la bruma, 360º de maravillosas panorámicas. Mientras nos recuperamos del esfuerzo hacemos fotos por todos los costados.

Entre tanto, nuestra mente va clasificando y archivando por riguroso orden de excelencia, cada una de nuestras miradas: Bérnia, Ifach, Mediterráneo, Serra Gelada, Carrascal, Sanxet, Puig Campana, Montcabrer, Aitana, Divino, Aixortá…

Proseguimos por la cresta aunque hay algunos trazos de senderos a nivel inferior, preferimos marchar cerca de los cortados para seguir impregnando nuestros ojos con las vistas haciendo asomaditas desde las alturas.

Grietas y ventanas naturales hacen de marco al bello paisaje que vuelve a dominar el Bérnia. Bajamos y remontamos pequeñas olas de rocosas crestas, y desde otro mirador, vemos a nuestros pies el Pas del Comptador y a un grupo de gente.

Subimos otra ondulación y desde otra ventana sorprendemos gratamente a un rebaño de arruís que escapa al vernos. En este punto tenemos una profunda mirada de todo el valle de l’Arc hasta el Montcabrer.

También vemos el largo y sinuoso recorrido que nos queda hasta llegar al Penyó Mulero. Nos vamos despidiendo de la gran mole del Bérnia al descender por la vaguada y empezar a remontar con vistas a Guadalest y su embalse.

Comienza un prolongado itinerario en el que superaremos los trescientos metros de desnivel. Hay varios trazos de sendero, quizás el mejor es el intermedio marcado como PR y que no se separa mucho de los acantilados.

Nuestra primera meta es el Portet de Sella marcado con mojones, es una de las bajadas por la derecha que acortaría la ruta. Poco a poco el Penyó Roc va quedando atrás, lejano y desprovisto de gallardía. Las nubes se acercan al Bérnia.

Continuamos adelante hasta otra bajada por la derecha que también acortaría la ruta llegando al collado del Malpasset. Silenciosamente, por encima del barranc de l’Arc emerge el Puig Campana y en la otra vertiente sigue el Bérnia.

Por delante el peñón rocoso del Mulero es nuestra referencia. Poco antes de llegar indagamos para encontrar el Avenc del Port, pero no vemos la sima. Al Puig Campana le acompañan ahora las crestas del Castellet.

Alcanzada la parte alta comprobamos hacia atrás nuestro largo y ondulado recorrido desde el Madallar. El sendero se torna camino y atraviesa la gran planicie con espectaculares vistas al Puig Campana y el Ponoig.

Cima del Penyó Mulero (1.306 m.) como se le conoce popularmente, aunque en algunos mapas se le nombra Penyó Molero. La cumbre es plana pero su cara norte es muy rocosa y estriada como una gran muela.

Avanzamos para comenzar el descenso, teniendo de frente la visible huella del sendero PR-CV 21 que surca la ladera de Aitana hasta Penya Alta. La bajada es rápida por ancho camino que pronto nos deja en el cruce de rutas.

Port de Tagarina (1.256 m.) collado que separa Aitana del Penyó Mulero. Seguimos por la derecha por la ancha pista con vistas al valle de Guadalest, con Beniardá y el embalse, la Serrella y la Aixortá.  Después de la primera curva dejamos la pista.

Por la derecha, hay que estar atentos a una incipiente senda que comienza a descender en diagonal, atravesando una torrentera descompuesta por las últimas lluvias hasta unos bancales de almendros donde conectamos con un camino.

En un nuevo cruce giramos a la derecha tomando otro camino donde comenzamos a tener grandes miradas entre almendros a la cara norte del Penyó Mulero, muy agreste, con grandes peñascos y farallones.

Llegamos a collado del Malpasset, balizado con un poste del PR-CV 464. Tomamos el segundo camino a la derecha que entre bancales de cultivo de secano nos lleva a una pequeña casita de aperos y donde acaba el camino. 

Marchamos por los bancales hasta conectar con una sendita que entre matorrales nos sigue descendiendo en dirección a unos enormes paredones verticales, por los que esta mañana hemos transitado en su parte superior.

El sendero se abre paso entre las torrenteras, caminando paralelo a la base de las grandiosas paredes, donde distinguimos un antiguo sester protegido con muros de piedra seca. Los dos últimos espolones son como la proa de un gran buque.

Más abajo, conectamos con un camino y entre floridos almendros culminamos el descenso, tomando un atajo para llegar a la Font del Pi donde concluimos esta espectacular ruta, solo apta para gente sin miedo a trepar y salvar obstáculos.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font del Pi, al inicio)
DISTANCIA: 11,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.308 M. (Penyó Mulero)
ALTURA MÍNIMA: 775 M. (Font del Pi)
DESNIVEL POSITIVO: 798 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 795 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.


LES COVES DE LES FINESTRES, DESDE ALFAFARA.

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A unos 2,5 km al noroeste de Alfafara en la vertiente Izquierda, sur, del Barranc del Pont Trencat, existe un grupo de ventanas situado sobre una gran cueva natural utilizada regularmente, hace un siglo, para encerrar  rebaños. Entre 4 y 10 metros por debajo de tierra hay un total de 13 aberturas, mayoritariamente de forma rectangular casi todas con cámaras acabadas, excepto una que solamente esta iniciada y otras dos que son muy reducidas. Con unas medidas bastante similares (2,5 x 3 ó 2,5 x 4 metros en planta x 1,8 metros aproximadamente de altura), algunas cámaras están intercomunicadas y en algún caso una ventana da paso a dos cámaras. Por muchas razones este grupo es bastante singular. Por un lado, de las cuevas naturales modificadas y accesibles, las cámaras más bajas, nivel intermedio, son accesibles por un pozo-chimenea, a 3 – 4 metros del suelo. Dentro se encuentran hasta cinco grandes silos y otra chimenea asciende, pero que no lleva a comunicar con el nivel superior. Alguna otra gruta del entorno presenta también modificaciones artificiales, enfrente mismo y al otro lado del torrente hay un collado, deshecho por una antigua pedrera, donde se han podido recoger escuetos fragmentos cerámicos de la época medieval islámica y otros probablemente de la Edad de Bronce. Grupo, por tanto con grandes posibilidades de  investigación.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hacia Madrid, pasado el túnel de Villena salida a la derecha por la CV-81 hacia Onteniente, una vez cruzado Bocairente, desvío a la derecha por la CV-700 hasta Alfafara. Aparcar en el carrer Ciclista Vicent Belda.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, JUANITO, PACO VERDÚ, MANOLO PERAL, PELEGRIN, TELE, RAFA BUYOLO, VICENTE ASENCIO Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO: LLAVADOR / LA FONT / GIRO DCHA. / PONT / DERECHA / PRESA DEL PANTANET / MOLÍ / IZQUIERDA / CABEÇÓ DE MAO / PASILLO ROCOSO / MIRADOR DEL TOLL NEGRE / BANCAL REDÓ / VADEAR RÍO /  PONT DE FERRO / ANTIGUO APEADERO / BARRANC DEL PONT TRENCAT / VADEAR RÍO / COVA DE LES FINESTRES / SUBIR / POSTE, IZQ. / MÁS DE LA SOLANA / FONT DE CARBONELL / MAS DE CARBONELL / RECTO / IZQDA. / ERMITA / MAS DEL BATLLE / PANORÁMICAS / CEMENTERIO.


LA RUTA: Nueva incursión con mis amigos veteranos por Alfafara para visitar la Cova de les Finestres, en los límites con la provincia de Valencia. Hace poco me notificaron que había sido respuesta la escalera de subida que se quemó en un incendio.











Iniciamos desde el pueblo, entrando por el Llavador, que escondido en un rincón lo mantienen muy cuidado. Salimos por una de las calles más estrechas de los pueblos de España, prácticamente tenemos que pasar de perfil.


Nos hacemos fotos en la Font, pasando por delante de la iglesia donde hoy hay mercado. Dejamos el pueblo, y en la carretera giramos a la izquierda, comenzando el trazado del PR que nos lleva al viejo puente sobre el ríu  Alfafara.


En su cauce se forma una pequeña cascada que tintinea al pasar el puente, su delgado reguero fluye por una deshojada chopera. Paseamos junto a campos de frutales en parón invernal pero que sus yemas ya comienzan a inflamarse.


El pueblo se va quedando atrás en la umbría de la sierra Mariola,  atravesamos grandes fincas de cultivos y ganaderas, donde algún esporádico almendro en flor da colorido a un paisaje algo frío y matutino.


Un poste informativo nos señala un giro a la derecha para comenzar a subir por sendero la ladera de la sierra. En este punto, se puede continuar recto y llegar al cauce del río donde está la presa del Pantanet y el Molino.


Con moderada inclinación  avanzamos por la ladera donde quedan patentes los grandes estragos del último incendio en 2011. El matorral se va recuperando pero del pinar y las encinas solo quedan esporádicos ejemplares que se salvaron.


Desde las alturas vemos los restos y ruinas del antiguo Molino de grano movido por las aguas del río Alfafara que represaba el Pantanet. Observamos con alegría que de las piñas caídas en el incendio han brotado algunos pinos.


Después de rodear esta loma giramos a la izquierda para en una corta subida  alcanzar la máxima altura de hoy, el Cabeçó de Mao (602 m.) con buenas vistas al sinuoso río camino de afluir sus aguas al río Clariano.


Comienza un precavido descenso por piso de inclinada roca dura con piedras sueltas. Giramos a la derecha, por un pasillo abierto en la roca que nos sigue bajando por unos escalones esculpidos en la roca caliza.












Llegamos al Mirador del Toll Negre o lo poco que queda de él. Hace muchos años que alguien aserró las barandas de madera y quedaron las plataformas destrozadas, y así siguen. Mejor contemplar desde las rocas.











Dada la poca seguridad que dan las maderas contemplamos el precioso toll y sus cascadas  desde el imponente mirador rocoso. Por la izquierda, a un nivel inferior obtenemos fotos impresionantes del enorme peñón.


Por la derecha proseguimos descendiendo con vistas al Pont de Ferro del ferrocarril y al antiguo apeadero. Conectamos un sendero que se abre paso entre floridos matorrales de aliaga y romero hasta el Bancal Redó.


Desde su balsa de cemento fuera de servicio llegamos al cauce del Barranc del Pont Trencat, que siempre trae un pequeño caudal de agua, pero que con las lluvias es más abundante, lo que dificulta mucho su vadeo, si no nos queremos mojar.


Ha sido bastante complejo el vadeo por su anchura y por no utilizar el tronco de un árbol debido a su poca seguridad. Tomamos un breve respiro sentados en los enormes troncos de árboles abatidos en los incendios.


Continuamos el camino que nos pasa junto al Pont de Ferro de la vía férrea y por debajo del derruido apeadero del tren Alcoy-Xátiva. Ahora utilizan otro muy minimalista detrás de la antigua estación de Agres también fuera de servicio.


El camino sigue junto al cauce del barranco que decidimos vadear de nuevo para almorzar sobre unas rocas. Ahora resulta más sencillo al haber menos profundidad y encontrar un trozo de tronco en los alrededores.


Volvemos al camino cruzando de nuevo por el tronco y tras pasar por una zona de donde el incendio arrasó todo el pinar, tenemos a la vista la gran boca y el frontal rocoso de la Cova de les Finestres, con su nueva escalera de madera.












Pero de nuevo el caudaloso arroyo nos corta el camino y nos obliga a indagar su cauce hasta  encontrar un vadeo asequible entre piedras, que con ayuda de los bastones nos deja a un paso de  la entrada la Cova de les Finestres.


Algunas de las hiedras todavía no se han recuperado. Por los escalones y con ayuda de unas sogas nos adentramos en la primera planta de las cuevas e intentamos deslizarnos por las estrechas chimeneas excavadas.


En las paredes y ventanas quedan las huellas del trabajo realizado con las picoletas. Pero como en tantos otros sitios, los tontos del espray quieren dejar su marca, supongo que en los pasillos de sus casas también lo harán.


La segunda planta es de difícil acceso para nosotros por lo que decidimos bajar y curiosear por la cueva de la planta baja. Es una profunda oquedad con techos bajos que usando las linternas indagamos a fondo.


Damos las últimas miradas y por la izquierda, ahora, buscamos el inicio de un sendero por el lateral, que de nuevo entre florido matorral de aliagas comienza a subirnos con fuerte desnivel por la empinada  ladera.


Culminamos la subida junto a un poste informativo y seguimos por la derecha hacia el semiderruido Mas de la Solana, del que sigue en pie su fachada, parte de su estructura y algún aposento que mantienen cerrado.


Avanzamos por precioso camino que nos mete en un pequeño pero frondoso bosquete de encinas donde se ubica la Font de Carbonell, que mana fresca y deliciosa agua por un gran chorro sobre una pileta de piedra caliza.


La bonita senda de la umbría nos conduce de nuevo al camino que en un breve tramo nos deja junto al también derruido Mas de Carbonell y una intersección de caminos balizada con otro poste con paletas informativas.


En esta ocasión desechamos el regreso directo a Alfafara y seguimos recto por el camino en dirección a la ermita de la Verge de la Llum, con miradas a la Valleta de Agres y la sierra Mariola antes de llegar a su área recreativa.


Delante de la ermita hay una pequeña explanada cercada de cipreses y una cruz de término de piedra que sustituye a la antigua que estaba a unos cien metros más al este y marcaba la frontera con Agres. Esta ermita tiene la característica de ser muy alta, por lo que se apoya sobre tres contrafuertes a cada lado. Se compone de nave, sacristía y casa del ermitaño.


Reanudamos la marcha girando a la derecha y pasando cerca del Mas del Batlle, enorme casona apuntalada y casi en ruinas junto a un bosquete de espigados pinos. Es una lástima que un edificio de esta envergadura no haya sido restaurado.


Ahora viene un largo recorrido por camino y asfalto en el que admiramos grandes extensiones de campos de cultivo y fincas particulares, para pasar finalmente junto al cementerio a la entrada del pueblo.


Alfafara sigue igual de tranquila que la dejamos esta mañana, y por la estrecha calle entramos en el lavadero donde nos refrescamos, cerrando esta bonita ruta en un día casi primaveral.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Al inicio en la Plaza de la Font y en la Font de Carbonell)
DISTANCIA:10,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4:40 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 602 M. (Cabeçó de Mao)
ALTURA MÍNIMA: 474 M. (Primer vadeo del río Barranc del Pont Trencat)
DESNIVEL POSITIVO: 303 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 359 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

LA CREUETA DELS CASTELLANS, EL CASTELLET DE LA MURTA Y EL TEMPLO, DESDE AGOST.

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Quizás haya alguien todavía que lea estas líneas y no haya oído hablar de El Castellet de la Murta y el Or dels Moros, supongo que serán los menos. Hoy la zona del Castellet está catalogada como Yacimiento, zona arqueológica documentada y más que contrastada, donde, según libro Arqueología en Agost,  editado por la Diputación Provincial de Alicante, mediante el Instituto Juan Gil-Albert, se han encontrado fragmentos de al menos 3 épocas diferentes, entre ellos de Terra Sigilata (cerámica romana) y época musulmana. Aparecen en las inmediaciones también un diente de hoz de sílex y dos fragmentos de molinos. A pie de campo se aprecia lo que fue un poblado, y en la cumbre, un trozo de murete-margen de piedra… Existió una leyenda que hacía referencia al Castellet de la Murta, hablaba de la  existencia de un tesoro guardado durante años por los habitantes del Agost moro. A veces difícil de creer pensando en una economía autosuficiente basada en el cultivo de olivos, almendro, vid y cereal, y como no, en el trabajo del barro. Pero para los más románticos siempre es algo que estará ahí. También decía la leyenda que la “Cova de San Martí” se unía con la Murta, existiendo un pasadizo, el cual a día de hoy no existe, quien sabe… El Castellet de la Murta es un desnivel en el terreno que por todas partes anuncia estar medio hueco por dentro, (por pequeñas fisuras en invierno sale aire caliente, y en verano, aire fresco), por localizarse un montón de cuevas,  y porque en una de las cuales existe una Sima que el GIM (Grup Ilicitá de Muntanya) indica una profundidad de -40 metros, no se si es un dato muy fiable… La leyenda siempre existió, y a finales del siglo XIX, cuando fue el apogeo de la artesanía local en los protectorados, algunos artesanos emigraron a trabajar a África, y… alguien encontró un mapa, EL MAPA DEL TESORO. Era un mapa que describía unas montañas, cuya topografía, coincidía con la de Agost y que hablaba de un tesoro, una piel de toro que envolvía un montón de monedas de oro. Esto coincidía con la historia que marcaba la tradición, una piel de toro que contenía un tesoro, que al llegar la reconquista fue echada al hueco de una cueva, una sima, para que no cayera en manos de las huestes cristianas. Este tesoro sería recuperado cuando Agost fuera  otra vez territorio musulmán. Quizás una creencia, un romanticismo, una esperanza, o simplemente las ganas de algo mejor, esta vez con pruebas, llevó a crear una asociación para cavar en la Murta, se excavó una galería para llegar por otro lugar al final de la sima hasta que se abandonó sin llegar a resultado alguno. De esta asociación se hicieron incluso acciones, alguien dice que tiene por su casa todavía algo de esto. Hoy en el lugar podemos encontrar dicha galería. En años posteriores, el propietario del lugar enterró mucho dinero en un sueño, un sueño que seguro no le iba a dar tanto como él estaba invirtiendo, pero a veces las aficiones salen poco rentables. Todo o casi todo lo que ganaba en su negocio lo “invertía” en La Murta. ¿¿Tampoco llegó a nada?? En varias ocasiones había hablado del tema con personas mayores, alguna excursión que otra por la zona, hasta que llegó el día, el día de ir con los mejores amigos y hacer una prospección más en detalle. Ahí estuvimos, a parte de ganas de aventura y de descubrir, amistad y camaradería…, no encontramos nada de particular. Ya son numerosas las veces que ahí he estado, yo solo, 2 personas, cinco, etc… y siempre la misma duda, ¿Dónde? Porque la montaña está ahí, los restos cerámicos de asentamientos también, la leyenda, las cuevas accesibles en cierta manera, la sima…pero… ¿por donde? Prefiero vivir en la incertidumbre a que alguien utilizando Técnicas de Emisión Acústica, Georadar, o algo por el estilo, me quite el embrujo de la duda…Y sin embargo… Y, sin embargo, sería tan emocionante poder dar a conocer un hallazgo como éste!!!…si realmente existe claro. A día de hoy puedo presumir de haber sido siempre una persona a la que le ha gustado toda esta historia que envuelve a nuestro pueblo y, aunque todavía hay quien quiere poner la duda de por medio, amante de todo nuestro entorno natural y cultural. Extraído del artículo de Ángel Ivorra. 
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hacia Albacete, salida en MORFONTE DEL CID/AGOST, continuar por la carretera CV-825 hasta Agost, aparcar en el carrer del Campello, junto al Lirainosaurus.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: LIRAINOSAURUS / BAJADA A LA RAMBLA / VADEO RAMBLA DEL ROLLET / IZQDA. GARAGE CUEVA / POLÍGONO IND. / DERECHA / PORTE, RECTO / INICIO SENDA / CREU DELS CASTELLANS / ALT DELS CASTELLANS / POSTE, DCHA. / CASA DE VICTORIANO / MIRADOR / DCHA. A LA MURTA / FIN SENDERO PR-189 / 1ª TREPADA / 2ª TREPADA / CASTELLET DE LA MURTA / COLLADO DE LA MURTA, RECTO / PISTA IZQ. /  POSTE, SEGUIR POR LA DCHA / ASFALTO, CAMPO A TRAVÉS / POSTE, IZQ. BAJAR AL BARRANCO / BARRANC BLANC, DCHA. / EL TEMPLO / FINAL DEL BARRANC / PONT DE L’ARC / DCHA. BAJADA / VADEO SOBREBLOQUES / PARC CONCEPCIÓN VICEDO / LIRAINOSAURUS.

LA RUTA: Volvemos a Agost con el propósito de hacer dos variantes distintas, la subida al Castellet de la Murta y llegar al barranc Blanc para visitar el Templo. Para ello hemos aprovechado dos Tracks distintos uniéndolos con un pequeño tramo campo a través.


Iniciamos junto a la gran maqueta del Lirainosaurus, que pertenece al grupo de los titanosaurios, es uno de los saurópodos más pequeños que se conocen con aproximadamente 6 m. de longitud. Vivió en lo que  hoy es la península Ibérica durante el Cretácico Superior, hace 75 millones de años, por lo que es uno de los últimos dinosaurios conocidos.


Junto al panel de una de las rutas comenzamos a descender hacia el cauce de la rambla del Rollet para poco después vadear el cauce de la rambla y dejarla por la izquierda, girando por delante de un garaje cueva.


Nos elevamos hacia el polígono industrial con miradas a Agost desde la otra vertiente. Por asfalto cruzamos una de sus calles urbanizadas girando luego a la izquierda, y dejar el asfalto por la derecha.


Hay un poste informativo y el camino nos lleva hacia un sendero junto a un gran pino con marcas de PR donde comienza una moderada subida con vistas al pueblo y las grandes empresas de cerámica con sus humeantes chimeneas.


Por delante ya distinguimos en la cima la Creueta, un símbolo del pueblo alfarero. El bien trazado sendero hace unas lazadas dejando atrás la pequeña pineda y entrando en zona de matorral y plantas aromáticas.


Un esfuerzo más y llegamos a la Creu dels Castellans (424 m.) conocida como la Creueta. Tiene vértice geodésico y una cruz de cemento pintada de blanco de 1,75 m. de altura aproximadamente, que tiene atadas algunas ramas secas. 


Desde este otero tenemos magnificas vistas de Agost, así como de las montañas aledañas, El Cid y la Silla, los Rasos del Catí, el Maigmó, y el Ventós, la llanura de la comarca de l’Alacantí y la vasta franja litoral.


Continuamos el sendero por la derecha del cerro en busca del cordal y su pequeña cresta. Sin perder casi altura, nos conduce por terreno ondulado y a tramos escarpado, para volver luego al trazo del sendero.


Esta vez, sin subir, rodeamos el l’Alt dels Castellans (496 m.) y desde sus impresionantes desplomes rocosos, contemplamos una gran imagen del Maigmó y del puntiagudo Castellet de la Murta, con la Penya Roja de Xixona.


Vamos bajando moderadamente haciendo un amplio giro hacia el NO sobre la cabecera del precioso barranco que, por la izquierda desciende hasta la rambla; nosotros seguimos recto, con unas vistas montañosas impresionantes.


Con miradas a ambas vertientes, vemos la hermosa curva que hacen las crestas del Ventós, los Rasos del Catí, el picatxo del Castellet de la Murta, la Penya Migjorn de Xixona y por último cerca del mar, el Cabeçó d’Or.


En la parte baja llegamos a un cruce de caminos balizado. Por la izquierda se retornaría a Agost y por la derecha hacia el Castellet de la Murta, por donde continuamos, por un camino entre pinos a la caseta del Tío Victoriano. 


Por detrás de la caseta se sube a un amplio mirador del Castellet de la Murta, con una mesa de piedra que tiene pintado en unas cerámicas el mapa de las montañas próximas. Lastima que algunas se hayan roto. 


Bajamos el escalón y sin llegar al poste balizado del Collado de la Murta, enlazamos con el sendero PR de la variante de ida y vuelta al Castellet de la Murta, que nos desciende por un pequeño barranco entre antiguos bancales abandonados.


Se va ciñendo a la izquierda, pegándose a las paredes para no bajar demasiado y virando en el mismo sentido. Tenemos vistas de esta vertiente a l‘Alt dels Castellans por donde hemos transitado antes, y como no, a nuestro objetivo, la Murta.


Seguimos girando a la izquierda sobre una plataforma rocosa y comenzando a rodear el gran cono montañoso con vista al mar, y a la parte alta de las onduladas crestas del Ventós, algunas con curiosas formas rocosas.


En la parte baja continuamos rodeando la montaña que constantemente va mutando su fisonomía al entrar en su cara sur, donde el paisaje se amplia a una pequeña planicie en la que hay distribuidas varias casas de campo.


El sendero se acerca a la ladera de la montaña donde a la izquierda de la enorme muela aparece un gran farallón de menor altitud, y en un corto tramo a un poste balizado que indica el final del sendero de la Murta.


Damos otra mirada al diminuto valle bajo las paredes del Ventós  y comienza una fuerte subida por una trocha sin balizar y sin mojones, en la que vamos buscando los mejores pasos intentando no retroceder en el surco.


Llegamos a un pino junto al gran farallón que está unido a la sierra por un terraplén que nos da un pequeño respiro. Aquí hay varios trazos, pero tenemos que seguir virando al Este, a la izquierda, donde el mar está brumoso.


Un esfuerzo más y estamos en la base de la rocosa muela. Tenemos dudas hasta encontrar un pasillo rocoso en lo alto. Para llegar a él hacemos una pequeña trepada por una roca inclinada pero con muchos agarres.


En este escalón dejamos las mochilas para ir más cómodos y subimos por el escalonado pasillo entre rocas y matorral de esparto hasta otra base con espectaculares miradas al entorno montañoso. Ahora viene la segunda trepada.


Localizamos la otra trepada más a la derecha, salvando una roca lateral y entrando en otra especie de pasillo más corto pero algo más aéreo, pero siempre con buenos apoyos y agarres, que concluimos con un poco de paciencia.


Castellet de la Murta (504 m.) del castillo apenas queda nada, un murete-margen irreconocible. Es un espacio muy aéreo, estrecho y alargado pero con unas panorámicas de 360º desde el litoral hasta el Maigmó.


Desde arriba observamos dos socavones en la tierra que contienen agua, quizás se trate de alguna surgencia subterránea. Emprendemos el descenso por los mismos sitios, que ahora resultan más sencillos de bajar.


Recuperamos las mochilas y seguimos bajando más escorados a la derecha, para pasar junto a las dos bocas de profundas simas muy cercanas, una de ellas resulta muy expuesta, ya que está cubierta de maleza y no hay ninguna protección.


Ahora con más rapidez bajamos hasta el poste del fin de sendero y repetimos el recorrido de algo más de kilómetro y medio hasta llegar al Collado de la Murta, dándole las últimas miradas a este singular cono montañoso.


En el poste balizado seguimos las indicaciones hacia Agost del PR-CV 189, que nos baja por un pequeño barranco antiguamente abancalado y que enlaza con una pista por la izquierda hasta alcanzar otro cruce de caminos balizado.


En este punto comienza el trayecto que hemos diseñado para unir los dos Tracks. El PR sigue hacia Agost por la izquierda y nosotros bajamos por la derecha por un camino que remonta y termina en otro camino asfaltado.


Cruzamos el asfalto y campo a través continuamos unos 150 metros hasta un poste balizado del PR-CV 269, que solo tomamos como referencia, y seguimos sin sendero por la izquierda buscando la mejor bajada al lecho del Barranco.


Rambla del Rollet o barranc Blanc que seguimos por la derecha, por dentro de su cauce unos trescientos metros aproximadamente, y que después de una sinuosa curva derecha-izquierda nos deja junto a una peana informativa del Templo.


El Alcavó es una cavidad o túnel abierto por el ser humano con el fin de desviar y transportar agua para riego de cultivos. Originariamente sería un pequeño agujero en el terreno que con la erosión, fue aumentando de tamaño. Se le conoce popularmente como “El Templo”, por la altura y profundidad que se ha alcanzado con el paso del tiempo.












Por su singularidad resulta un rincón bastante atractivo, la erosión ha formado una especie de escalinatas en la entrada por donde resbala un hilo de agua y en el interior, su alta cavidad asemeja a un lugar de culto.










Vale la pena explorarlo por dentro hasta la otra boca, donde se pueden conseguir preciosas fotos teniendo como marco incomparable el Maigmó. Vamos regresando repitiendo el tramo del cauce del barranco, y rebasado el punto de bajada continuamos por él.


Es un lecho sin obstáculos y fácil de transitar hasta llegar al Pont de l’Arc de origen árabe. Subimos arriba y lo atravesamos por su lomo protegido con barandas metálicas, pasando a la otra vertiente donde seguimos el camino por la derecha.


Caminamos con bonitas vistas hacia el pueblo arracimado en su montículo hasta llegar a la bajada por la derecha, balizada con un poste y pasando cerca de unas ruinas hasta el lecho de la Rambla del Rollet, siempre con vistas al pueblo.


Vadeamos la rambla por encima de unos grandes bloques de piedra y subimos al Parque Concepción Vicedo, junto al Parc del Rugló. En la parte de arriba hay una fuente que distribuye sus aguas en dos plataformas.

Seguimos por las calles y cerramos la ruta junto al Lirainosaurus. Creo que ha quedado una buena ruta uniendo los dos Traks, visitando el Templo y subiendo al Castellet de la Murta. El nivel de Difícil viene dado por las trepadas de esta subida.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12, KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 504 M. (El Castellet de la Murta)
ALTURA MÍNIMA: 282 M. (Vadeo Rambla del Rollet)
DESNIVEL POSITIVO: 549 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 549 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.


AL ALT DE LA MARTINA DESDE LA FONT DE ROSET, XIXONA.

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Xijona, situada a 453 metros sobre el nivel del mar, posee el 5º término municipal más extenso de la provincia de Alicante, siendo casi un tercio de su superficie total zona forestal. Con un entorno natural tan amplio apostamos por un turismo basado en la naturaleza, en el que la principal motivación es la observación y apreciación de ésta, teniendo muy presente el respeto hacia las culturas tradicionales prevalecientes en todo el término. Conocer nuestra flora y fauna, recorrer los bellos rincones que ofrece Xijona, y aprender sobre la forma de vida de sus gentes es una propuesta que ofrecemos al visitante. Un entorno natural lleno de contrastes, de colores fruto de su variado paisaje, donde las montañas protegen a los valles y la gran cantidad de fuentes naturales sacian la sed de las zonas más áridas. La carrasca, en la umbría de la sierra de la Carrasqueta hasta la Sarga, el pino carrasco o el piñonero, el algarrobo, el almendro y el olivo son especies muy comunes en esta zona de la montaña alicantina.
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección Valencia,  después de pasar el túnel de San Juan, Salida nº 67 SANT JOAN D’ALACANT/ EL CAMPELLO/ MUTXAMEL-XIXONA, por la CV-800 MUTXAMEL/XIXONA, una vez pasada Xixona y unos 2 km después de la rotonda que va a Torremanzanas, en el punto kilométrico 20 de la CV-800, girar a la izquierda por un camino asfaltado que pasa por la Font de Nuxes. Seguir el camino hasta el final de asfalto. Hay sitio para aparcar y la Font de Roset está a unas decenas de metros.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: FONT DE ROSET / ASFALTO / PR-CV 112 / POSTE INFO. / LA LLIBRERIA / EL SALT DEL MORO / LA COSTERA DE IBI / ENLACE PISTA-DCHA / COLLADO / CORTAFUEGOS / ALT DE LA MARTINA / DERECHA / POZO DEL MADROÑAL / SUBIR CORTAFUEGOS / TROCHA IZQ. / SENDA PINADA / DCHA. / SENDERO DE BAJADA /  DCHA. BARRANC DE CASTALLA / IZQ. FONT DE ROSET /  BARRANC DE CASTALLA  / SENDA DEL BARRANC /  RIU CORQUET / BARRANC DE LA LLOCA MALALTA / SUBIR /  PRESA / FONT DE ROSET.

LA RUTA: Hacia tiempo que no volvíamos por Xixona. Esta vez hemos diseñado una pequeña ruta circular por la serra dels Madronyals hasta la Martina y su esplendoroso bosque de pino carrasco, más frecuentado ahora por los ciclistas.


Iniciamos desde la misma Font de Roset y su diminuta área recreativa donde mana un buen caudal de agua que termina en el cauce del riu del Coscó. El lugar es espectacular con una mirada a las soleadas Peñas del Roset.


Tomamos la pista asfaltada que por la derecha nos va ascendiendo otorgándonos preciosas vistas a la Penya Migjorn que vemos partida en dos y a la sonrosada muralla rocosa sobre los pinos de las Peñas del Roset.


Seguimos tomando altura y la perspectiva del paisaje se amplía sobre una casa de campo y sus cultivos; la gran faja de las Peñas de Roset se elevan sobre el cauce del riu del Coscó, y por delante aparece la mole rocosa de la Llibrería.


Antes de una cerrada curva dejamos el asfalto por un camino de tierra balizado con un poste del PR-CV 112 que nos dirige hacia la Llibrería y la Font de Vivens, con vistas frontales a las desplomadas rocas de las Peñas del Roset.


Más adelante, otro poste con paletas informativas indica una variante por sendero a la Font de Roset y el cambio de sentido para subir hacia la Llibrería. Hay dos senderos, seguir el marcado como PR que sube por la izquierda.


Pedregoso sendero con lajas que nos asciende haciendo unas rampas y zigzags hacia la mole de la Llibrería con extensas panorámicas del valle que llegan al mar. Alcanzamos la parte elevada junto a las rocas.












La Llibrería. Son paredes calizas de tonos rojizos con curiosos estratos rocosos que tienen la peculiaridad de estar cuarteadas en forma de libros o tomos bellamente encuadernados dispuestos en un estante.











Una leve bajada, nos sitúa en el camino a seguir bordeando los estantes de la Llibrería por la umbría, admirando las singulares formaciones rocosas originadas por la naturaleza, la erosión y millones de años.


Entramos en el Racó de Segura, dejando atrás las últimas colecciones de tomos de la rocosa Llibrería. Marchamos por un bonito sendero que se abre paso en la ladera de la cara norte, donde comienza la frondosa pineda.


En la confluencia con barranc de la Lloca Malalta llegamos a Salt del Moro que sin agua pierde todo su encanto. Por la derecha, marcado con un poste con paletas prosigue el sendero oculto entre la maleza boscosa.


Con unas lazadas nos sitúa en la ladera izquierda del barranco, donde comienza una moderada subida por la Costera de Ibi, un antiguo sendero que unía las dos localidades. Una frondosa ladera con pinar y matorral aromático.


Pronto comenzamos a cruzarnos con pinos caídos sobre el sendero y que han tenido que ser aserrados para facilitar el paso. Son ejemplares de regular tamaño que en la última nevada no han podido resistir el peso de la nieve.


El vistoso barranco toma altura entre las dos exuberantes laderas, llegando a zonas donde los pinos han quedado inclinados, pero en otras, pese a haberlos aserrado, tenemos que rodearlos por la parte de arriba.


Enlazamos con la pista que sube a la cumbre, algo deteriorada por los trabajos de deforestación que realizan. Por la derecha subimos a hasta un pequeño collado donde están acumulando los troncos de los pinos derribados.


Desde el collado balizado se puede ir a la Font de Vivens y rutas por la sierra del Cuartel. Nosotros seguimos por la izquierda con vistas a la caseta de vigilancia forestal y al inclinado cortafuegos del tendido eléctrico. 


Dejamos la monótona pista y subimos por el cortafuegos en un trayecto más corto pero con un fuerte desnivel. Lo están limpiando de matorral y con paciencia vamos superando cotas. Mirando atrás ya asoman las grandes montañas.


En la parte de arriba ensamblamos de nuevo con la pista en un tramo de cemento junto a una pileta abrevadero conectada a un pozo, y más troncos de pinar talados para dejar espacio y evitar posibles incendios.


Caminamos hacia el enorme depósito circular de agua para incendios,  a continuación viene el edificio de la Caseta Forestal que está en servicio,  haciendo de vértice geodésico y lugar de descanso para los ciclistas.


Alt de La Martina (1.087 m.) punto más elevado de la serra dels Madronyals. Su excelente ubicación sirve de otero de vigilancia forestal,con generosas miradas a 360º, con el Puig Campana y Aitana, el Cabeçó d’Or, la Penya Migjorn y el mar.


Emprendemos el regreso por la pista de la derecha que nos desciende, tomando luego un ramal a la derecha con vistas al Despenyador  y a una gran zona devastada de pinos jóvenes derribados, hasta llegar a otro cortafuegos.


En el cortafuegos nos desviamos por la derecha tomando un sendero que inicia unas largas lazadas en descenso por la umbrosa ladera entre el bosque de pinos hasta llegar al Pozo del Madroñal donde hay una caseta de servicio.


De seguir bajando llegaríamos a la Font de Vivens, pero no vale la pena para tener que volver a subir. Por la izquierda otro empinado cortafuegos que subimos un corto tramo para tomar una trocha a la izquierda.


Pronto se torna en agradable sendero que nos sube en diagonal por la ladera de pinos. Poco antes del final se toma un atajo sin sendero a la derecha, que se complica un poco por un pino caído. Salimos al gran cortafuegos central por el que hicimos la bajada.


Ahora, enfrente tenemos un nuevo poste con paletas informativas donde iniciamos la bajada hacia la Font de Roset. Este siempre ha sido un sendero rápido y alegre, pero de pronto comienzan a verse decenas de pinos trochados.


Vamos salvando y esquivando los que han caído sobre el sendero al llegar al barranc de Castalla, que seguimos por la derecha, un corto tramo de camino, nuevas indicaciones a la Font de Roset por la izquierda.


Esta vez el tramo del barranc de Castalla en plena ladera se ralentiza por el poco espacio que queda cuando tenemos que esquivar algunos troncos por la parte de arriba, pasar por encima  o por debajo del ramaje.











En un momento determinado bajamos al lecho del barranco, por rastros de sendero o sobre las duras rocas. Es un entretenido trecho progresando entre diminutas pozas secas. Una goma que transporta agua nos acompaña.


Nos unimos al cauce del riu Corquet y poco después también ensambla la rambla de la Lloca Malalta que viene del Salt del Moro. Este lugar es conocido como les Quatre Barrancs, y se distingue al fondo la mole de la Llibrería


En una curva del río el cauce se estrecha formando un pequeño salto que esquivamos subiendo por la derecha y volviendo a bajar luego al lecho. En este punto por la izquierda hay una salida hacia la Font de Roset que rechazamos.


Preferimos seguir por el entretenido lecho seco del río. Posteriormente vuelve a angostarse y aparece un dique o pequeña presa de contención que salvamos por la derecha, por unos escalones de obra que nos llevan a la otra parte.


Ha sido una buena decisión porque enseguida por nuestra derecha comienzan a aparecer los grandes bloques, salientes y berrocales de las Peñas del Roset a corta distancia nuestra, y con toda su brutal belleza.


Sobre un muro de contención de la ladera caminamos admirando la gran cantidad de fallas y fracturas en la sonrosada muralla, y los cuantiosos bloques desprendidos que han rodado hacia el lecho del rio formando gigantescos hitos.


El terreno se vuelve más llano con las piedras de aluvión del lecho del río y llegamos a la Font de Roset cerrando esta ruta, corta pero salpicada de curiosidades y un manto de pinar algo dañado por las últimas nevadas.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (En la Font de Roset)
DISTANCIA: 10,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.087 M. (Alt de la Martina)
ALTURA MÍNIMA: 598 M. (Font de Roset)
DESNIVEL POSITIVO: 629 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 618 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

LA FLORACIÓN DEL MELOCOTÓN EN CIEZA.

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El melocotonero es un pequeño árbol frutal caducifolio, de hasta 7 metros de altura, y con ramas que normalmente, nacen muy cerca del suelo, a causa de las podas a las que se somete a lo largo de su crecimiento y desarrollo. Posee una corteza lisa y de color grisáceo-ceniza que se desprende del tronco en pequeñas láminas, y unas ramas que tras dos años se vuelven completamente leñosas. Las hojas del melocotonero, aunque varían un poco de una variedad a otra, suelen ser simples y de forma lanceolada, de color verde brillante, con una punta bastante fina y alargada y en el margen finamente aserrado. El tamaño de las mismas varía, según variedades, entre 7 y 15 cm de longitud. A finales de otoño y comienzos de primavera florecen los primeros árboles, ofreciendo unas bellas flores de color rosáceo, que puede llegar a rojo. Aparecen solitarias o en parejas, y bastante pegadas a los tallos, pero siempre en una gran cantidad, lo que le da un aspecto espectacular. El fruto de este árbol, el apreciado melocotón, es una drupa globosa que varia en su color (desde amarillo a rojo-granate) y en su tamaño (desde 7 cm de diámetro en adelante) y en su sabor (normalmente dulce pero con matices) según la variedad a que nos refiramos. Este posee un hueso duro y rugoso que contiene una almendra amarga en su interior. El melocotonero (proveniente de China e introducido en Europa desde Persia) es un árbol de clima templado que originariamente tiene preferencia por suelos profundos y guijarrosos, pero que en la actualidad se cultiva sobre cualquier tipo de suelo (incluso sobre suelos tan yermos como los de lágena) merced a las técnicas de cultivo de regadío intensivo y a la aparición de un ingente número de variedades adaptadas genéticamente para este tipo de plantación y producción. Son árboles de poca longevidad y, normalmente, después de producir durante 8-10 años se cortan y sustituyen por nuevos árboles. Quedan muy pocos ejemplares viejos que sobrepasen los 30 años.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 E-15 en dirección a Murcia, tomar la salida nº 567A  para incorporarnos a la A-30 dirección Albacete. Tomar la salida nº 100 hacia la N-301  dirección Cieza y en el pueblo llegar al Paseo Ribereño y el Molino de Teodoro, donde podemos aparcar.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, PELEGRIN, VICENTE CERVERA Y RAFA BUYOLO.
ITINERARIO: MOLINO DE TEODORO / ACEQUIA LANDERMA / DCHA. / CUESTA DE LAS CABRAS / IZQUIERDA / IZQ. CAMPOS DE CARRILLO / DCHA. / CRUZAR CARRETERA / RAMBLA MECO / IZQ. PUERTA / IZQ. CAMINO / DCHA. CARRETERA / CAMINO DCHA. / VIVERO Y RAMBLA / DERECHA / POR LOS BANCALES / DCHA. CTRA. / DCHA. / ASFALTO IZQ. / OLMEDA / PUENTE 9 OJOS / DERECHA / MOLINO DE TEODORO.


LA RUTA: Bonita excursión la realizada por tierras de Cieza, sin embargo ha sido una de las menos concurridas pese a la fecha elegida en plena floración. También he tardado mucho en subirla, después del viaje a Ibiza y la crisis del Covid-19.


Iniciamos desde el Molino de Teodoro junto al bonito cauce del río Segura. Este molino toma el nombre como se conoce actualmente a su último dueño que se hizo cargo del mismo en los primeros años del siglo XX.


Con la mirada puesta en la emblemática Atalaya que domina el valle, rodeamos el molino por la derecha, por un inclinado callejón por el que cruzamos la Acequia de La Endelma que aportaba la fuerza para la molienda.


Construida en el siglo X con una longitud de 3,5 km supone una reliquia de la antigua red de acequias árabes  que convirtieron la antigua Medina Siyasa en un vergel. El camino se inclina más haciendo unas revueltas.


Dejamos el pequeño valle y el cauce del río Segura subiendo hacia las laderas de la Atalaya. La altura nos otorga preciosas panorámicas al apretado pueblo de Cieza que se va quedando atrás despertando entre la bruma.


La Cuesta de las Cabras nos exige un esfuerzo más de los pocos que tiene la ruta de la Brujilla para evitar algunos de los barrancos que bajan desde la Atalaya, impresionante muela cubierta de un tupido manto de pinar.


Sin llegar a cruzar la RM-532 giramos a la izquierda caminando paralelos al asfalto, tomando la Senda Campos de Carrillo, una franja de terrenos y casas de campo particulares con pequeñas plantaciones donde ya florecen los melocotoneros.


Enlazamos con la Senda de la Rambla Meco girando a la derecha. Salimos a la RM-532 que cruzamos de frente junto al puente de los tres arcos y subimos a la otra vertiente para por la izquierda, por la puerta de una valla seguir caminando.


Al poco giramos a la izquierda por otro camino que vuelve a salir a la RM-532, que seguimos por un amplio arcén a la derecha junto a una balsa un corto trecho y giramos a la derecha por un camino de vallados bancales de melocotoneros.


Todo este trasiego ha sido para evitar el caminar un tramo por la carretera. A ambos lados del camino comienza un bonito desfile de bancales repletos de árboles floridos que dependiendo de la clase de frutal cambian de intensidad y color.


Comenzamos a tener grandes perspectivas del pequeño valle encajonado entre las montañas, salpicado de extensas manchas coloreadas por la floración que van desde el verde intenso de las hojas, y de un rosa pastel al fucsia.

Vislumbramos las grandes casonas dentro de los recintos de las fincas, donde los bancales están preparados para su recolección con anchos pasillos entre los árboles, que permiten la recogida de los frutos sin tener que acarrear pesados cestos.

Dentro de una misma propiedad se pueden distinguir diferentes plantaciones de frutales donde predomina el melocotonero además de ciruelas, nectarinas, aguacates o paraguayos y distintas variedades cromáticas.

También influye mucho para la floración las variedades tempranas o tardías, de ahí las motas coloridas de diversas intensidades que observamos en el paisaje, e incluso en los mismos árboles hay pluralidad de tonalidades.

Vamos llegando a una especie de vivero que solo protege a los árboles con el techado traslucido superior dejando el resto abierto. Viramos un poco a la derecha bordeando una rambla hasta subirnos al margen de unos bancales.

Giramos a la derecha y en vez de utilizar el camino marchamos sobre un ancho margen superior que tiene acceso directo a los bancales, lo que nos permite ver las rectas líneas de arboleda y las ondulaciones del terreno.

La siguiente tanda de melocotoneros está en el auge de su floración, con todas sus varas cargadas de flores de un intenso color rosa-fucsia impresionante. El suave aroma nos invita a hacer cercanas fotos a los pistilos.

Observamos que en alguno de los bancales hay junto a las hilera de árboles cuadradas balas de paja que no sabemos su utilidad, quizás de usen para proteger los árboles en las heladas. Sobre una de ellas decidimos tomar nuestro almuerzo.

Disfrutamos de esta explosión floral que alegra los sentidos; poder hacer senderismo cómodo y suave sin apenas desniveles es una gozada. Este es el mejor recuadro de arboleda florida y al que hemos llegado en su cenit.

Poco a poco, el nivel del margen va reduciéndose hasta quedar a la altura del camino por el que seguimos la caminata paralelos a los bancales de melocotoneros que nos acompañan hasta una casa de aperos.

El paisaje cambia y aparecen más casas de campo, fincas y plantaciones menores y variedades de frutales distintas con floración algo tardía. Enlazamos con un camino asfaltado por el que luego giramos a la derecha.

La soberbia mole de la Atalaya vuelve a acaparar nuestras miradas con moteados campos coloridos a sus faldas. Bajamos para luego remontar una vaguada aprovechada con bancales de cultivo y vemos las primeras casas de Cieza.

Pasamos junto a pequeñas huertas y vallados bancales floridos. En una de ellas vemos unas coles de tamaño gigantesco. Volvemos a salir a la RM-532 a la altura de la Venta Maripinar, continuando por la izquierda.

Por el arcén de  la carretera proseguimos cerca de acequias y huertas particulares hasta llegar al principio de la gran Olmeda del Maripinar. Dos hileras de olmos gigantescos que flanquean y comprimen la carretera.

Su origen se sitúa en torno a 1911 y se localiza sobre los suelos depositados por el río Segura en sucesivas crecidas. Se les plantó como árboles de sombra para los transeúntes, actualmente sobreviven 43 individuos de los que se plantaron.

El de mayor perímetro a la altura del pecho (1,30 m del suelo) detenta 4,25 m de cuerda, siendo uno de los mayores de Murcia, siendo la olmeda en su conjunto la que contiene mayor numero de individuos monumentales de Europa.

Tras la olmeda viene el Puente de los Nueve Ojos o de Las Delicias construido en 1892 y que salva una rambla inundable que ha sido aprovechada como campo de cultivo de frutales. En la peña vemos las ruinas del castillo y el pueblo.

Al final del puente torcemos a la derecha entrando en la ribera del río Segura caudaloso en estas fechas, para llegar al Molino de Teodoro cerrando esta hermosa ruta, en la que hemos tenido la suerte de la plena floración y un día estupendo.


RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 270 M. (Laderas de la Atalaya)
ALTURA MÍNIMA: 164 M. (Molino de Teodoro)
DESNIVEL POSITIVO: 171 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 191 M.
DIFICULTAD: BAJA.


LA MINA, LA CRESTA DEL GALLO, ABUELOS Y FORESTALES DESDE LOS GARRES

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La Cresta del gallo, también conocida como La Panocha, es un relieve que forma parte del Macizo de la sierra de Casrrascoy. Se extiende a través de la cordillera sur del municipio de Murcia y su punto más alto alcanza los 523 metros de altitud. Desde el punto de vista geológico pertenece a la zona Bética y sus estratos rocosos forman parte del complejo malánguide con dolomías grises del Triásico y argelitas rojas y cuarcitas del Pérmico. Así mismo se pueden observar conjuntos de conglomerados rojos. Se trata de un relieve muy apreciado por los amantes del senderismo y los profesionales de la escalada, sus paredes abruptas y escarpadas, la verticalidad de alguna de ellas, fomentan la práctica de la escalada, existiendo alguna escuela en las cercanías del relieve destinada a enseñar a los nuevos senderistas. Se puede acceder a este pico a través de varias rutas o caminos, alguno de ellos muy antiguos como el que parte del barrio de San José de la Montaña por la ruta de La Tana, desde el área del cementerio de la localidad o desde La Luz, a través de la Senda Amarilla. Las especies vegetales que pueden observarse en la zona son las propias del bosque mediterráneo, destacando las formaciones de coníferas como el pino carrasco, y observando también otras como el ciprés. Bajo los árboles se extiende también un abundante bosque bajo de retama, esparto, tomillo, gramíneas, romero, espliego, etc. Entre la fauna que habita el relieve los más comunes son los pequeños mamíferos como el ratón de campo o los topillos. Los reptiles como la culebrilla ciega o la culebra de herradura, y aves como el mochuelo común o el petirrojo.
CÓMO LLEGAR: por la A-7 E-15 dirección Murcia, tomar la salida nº 559A en dirección a la RM-423 para llegar a Los Garres en la calle Juan Carlos I, aparcar junto al colegio.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: LOS GARRES / CARRETERA / SENDA ATAJOS / MIRADOR / SENDA DE LOS CARPI / CUEVA / CRESTA DEL GALLO / SENDERO / DCHA. AL POLLO / CRESTA DEL POLLO / SIMA STA. Mª LA MAYOR / CRUZAR PISTA SAN JOSÉ / ABUELO 1º / ABUELO 2º / RAMBLA DE LO SERRANO / SALIDA A CAMINO / CASETA / CARRIL DE LO SERRANO / CARRETERA RM F-13 / IZQ. CRUZAR RAMBLA / CAMINO IZQ. / SENDA DE LOS FORESTALES / COLLADO / CABEZO DEL BUEY / CAMPO A TRAVÉS / DCHA. SEGUIR CARRETERA / SENDA CASTILLO IZQ. / LOS GARRES.


LA RUTA: Hoy vamos hacer otra incursión por el Parque Regional el Valle y Carrascoy en la cercana Murcia. Pepe no ha estado en la Cresta del Gallo y para ello hemos preparado una ruta uniendo dos Tracks saliendo desde Los Garres, dejando como opción la subida al castillo.


Iniciamos metiéndonos en la Rambla que es una de las subidas tradicionales desde este lado. Con las lluvias la vegetación es exuberante, pero enseguida aparece la senda que comienza a subirnos entre pinos y grandes rocas.


Dejamos atrás por la izquierda, el cruce con el sendero que utilizaremos en la bajada desde el castillo. La subida se encrespa entre rampas y zigzags por el espigado pinar con abundante matorral bajo que comienza a florecer.


Alcanzamos la carretera que cruzamos de frente por otra senda que nos ataja hasta una curva, y la volvemos a dejar por otro atajo que nos eleva hasta que la cruzamos por última vez para conectar con la Senda de la Mina.


La altura, aunque tenemos un día brumoso, nos otorga miradas a las poblaciones del Valle. El desnivel se apacigua y por buena senda llegamos a la explanada o aparcamiento de la Cresta del Gallo con pocos vehículos.


Primero nos dirigimos hacia el Mirador que ha sido decorado en su totalidad por los grafiteros. La bruma acorta las vistas a la capital. La otra mirada es al lado contrario, a la imagen peñascosa a la llamada “Cresta del Pollo”.


Pasamos por el aljibe en busca del inicio de la Senda de Los Carpi, que delimitada entre piedras y troncos hace varias lazadas en la ladera de pinos para elevarnos con facilidad hasta el mirador de la Cresta del Gallo.


Espectaculares vistas a la vertiente sur: al oeste el Carrascoy, la Sierra de los Villares y por este, Columbares, el Puntarrón, los Miravetes, Mamellones, Pico del Aguila y Altahona, pero la bruma no nos dejar ver el Paisaje Lunar.


La senda continúa por la izquierda elevándonos entre las rocas por debajo de la cresta. Hay una de ellas que tiene un gran agujero a modo de arco, o cueva en la que hacemos fotos, es una buena mirada a Murcia que no se distingue entre la bruma.











Seguimos por el inestable sendero buscando el angosto portillo al final de la cresta junto a la gran pared plana de la Panocha (528 m), donde dos escaladores están empezando a subir. Su nombre se debe a la forma que tiene (en Murcia una panocha es una mazorca de maíz).


Por el angosto portillo descendemos entre las rocas y pasamos a la umbría. Vemos una tienda de campaña que debe pertenecer a los escaladores.  Nos separamos de las paredes buscando la senda que nos lleve a la sima.


Caminamos paralelos a la Panocha y al Quijar de la Vieja que vemos por la cara norte, así como el agujero de la cueva. El nuevo sendero nos lleva hasta final de la Cresta del Pollo, por donde comenzamos a bajar.


En un corto tramo encontramos la boca de la Sima de Santa María la Mayor, pomposo nombre  para una sima apta para profesionales. Seguimos bajando por los trazos de un inclinado sendero que conecta con una pista.


Cruzamos la pista de San José y continuamos de frente por un nuevo sendero llano a media altura y con bastante vegetación que bordea unas lomas, dejándonos grandes miradas a la pared sur de la Cresta del Gallo.


Proseguimos hasta que el sendero se inclina para superar una elevación, Los Abuelos, el primero con 355 m. y el segundo después de bajar y subir, con 353 m. En este último buscamos una sombra donde reponer fuerzas.












Tras llegar a la cornisa final, empieza una entretenida y vertical bajada entre rocas y suelo descompuesto por las lluvias, que  termina con un corto destrepe que nos deja en el cauce de la Rambla de los Serrano.


Por el lecho de la rambla, evitando el menguado curso de agua, caminamos hasta el final de una gran curva que describe por la izquierda, para abandonar el cauce y buscar un camino cercano. Una antigua caseta nos sirve de referencia.


Salimos al Carril de los Serrano que en un corto tramo concluye en la carretera del Garruchal que seguimos por la izquierda hasta un punto que tenemos marcado GPS cerca de unas naves. Vadeamos la rambla y subimos por una cuesta.


Este camino poco usado, bordea la sierra y nos deja en la barrera que marca el inicio de la pista de San José. Por la derecha tomamos la Senda de los Forestales que comienza a elevarnos con vistas de los pueblos y a los cerros cercanos.


El sendero nos lleva hasta un collado y a la cima del Cabezo del Buey (387 m.), pero para no repetir camino de subida, más adelante, giramos a la derecha sin sendero y campo a través, para atajar hasta la carretera.


Desde la carretera seguimos hasta el inicio de la senda que sube al castillo, pero decidimos no hacerlo y por senda seguir descendiendo  para conectar con la subida de esta mañana por la rambla de los Garres, cerrando una ruta muy entretenida.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 498 M. (Mirador de la Cresta del Gallo)
ALTURA MÍNIMA: 80 M. (Los Garres)
DESNIVEL POSITIVO: 874 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 873 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.

LA CREUETA DELS CASTELLANS Y EL TEMPO, AGOST.

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Agost se encuentra en los lindes de la llanura litoral que circunda la ciudad de Alicante, donde el terreno se eleva, (Sierra del Ventós y del Maigmó). Sus límites son: al norte, Castalla; al este. Tibi y Alicante; al oeste Petrel y Monforte del Cid; y al sur Alicante. El núcleo más antiguo se distribuye por la parte más alta del cerro que ocupa el pueblo, y parece ser de época íbera como lo de muestra el hallazgo entre otras piezas, de la Esfinge de Agost. Esta esfinge es uno de los mejores ejemplos de hasta qué punto influyó el arte griego en el ibérico. Salvo algunas variantes, como la forma de disponer la cola, seguramente por imperativos del material empleado, se ajusta perfectamente a los prototipos griegos de mediados del siglo VI a.C. Seguramente tendría la misma función que en Grecia: servir de portador de las almas al más allá, por lo que estaría en una tumba. También hay yacimientos de época romana. Aunque posiblemente perteneció al reino de Tudmir, fue en la época árabe cuando comenzó a alcanzar cierto desarrollo, gracias a sus yacimientos de arcilla que, con el tiempo, dieron lugar a una importante artesanía alfarera. Con la conquista cristiana permaneció integrada al reino de Castilla bajo el reinado de Fernando III de Castilla, posteriormente, en 1296, Jaime II de Aragón adscribió definitivamente al de Valencia. En el año 1681 pasó a propiedad de los caballeros de Vallebrera. Se segregó de Alicante, término al que pertenecía desde 1252, a finales del s. XVIII. Durante los años sesenta del siglo pasado (siglo XX), y con el auge del sector de la construcción, se crearon diversas empresas orientadas a este sector.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hacia Albacete, salida en MORFONTE DEL CID/AGOST, continuar por la carretera CV-825 hasta Agost, aparcar en el carrer del Campello, junto al Lirainosaurus.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, PELEGRIN, VICENTE CERVERA Y EL TELE.
ITINERARIO: LIRAINOSAURUS / BAJADA A LA RAMBLA / VADEO RAMBLA DEL ROLLET / IZQDA. GARAGE CUEVA / POLÍGONO IND. / DERECHA / PORTE, RECTO / INICIO SENDA / CREU DELS CASTELLANS / ALT DELS CASTELLANS / POSTE, DCHA. / CASA DE VICTORIANO / MIRADOR / COLLADO DE LA MURTA / PISTA IZQ. /  POSTE, SEGUIR POR LA DCHA / ASFALTO, CAMPO A TRAVÉS / POSTE, IZQ. BAJAR AL BARRANCO / BARRANC BLANC, DCHA. / EL TEMPLO / FINAL DEL BARRANC / PONT DE L’ARC / DCHA. BAJADA / VADEO SOBREBLOQUES / PARC CONCEPCIÓN VICEDO / LIRAINOSAURUS.
LA RUTA: Hace unas semanas Pepe y yo hicimos esta ruta pero añadiéndole la subida a La Murta y el Templo que no lo conocíamos. Esta vez, con mis amigos veteranos vamos a repetirla pero sin La Murta, por supuesto.

Iniciamos junto a la gran maqueta del Lirainosaurus, que pertenece al grupo de los titanosaurios, es uno de los saurópodos más pequeños que se conocen con aproximadamente 6 m. de longitud. Vivió en lo que  hoy es la península Ibérica durante el Cretácico Superior, hace 75 millones de años, por lo que es uno de los últimos dinosaurios conocidos.

Junto al panel de una de las rutas comenzamos a descender hacia el cauce de la rambla del Rollet para poco después vadear el cauce de la rambla y dejarla por la izquierda, girando por delante de un garaje cueva.

Nos elevamos hacia el polígono industrial con miradas a Agost desde la otra vertiente. Por asfalto cruzamos una de sus calles urbanizadas girando luego a la izquierda, y dejar el asfalto por la derecha.

Hay un poste informativo y el camino nos lleva hacia un sendero junto a un gran pino con marcas de PR donde comienza una moderada y constante subida que nos obliga a despojarnos de las prendas de abrigo.

Por delante ya distinguimos en la cima la Creueta, un símbolo del pueblo alfarero. El bien trazado sendero hace unas lazadas dejando atrás la pequeña pineda y entrando en zona de matorral y plantas aromáticas.

Un esfuerzo más y llegamos a la Creu dels Castellans (424 m.) conocida como la Creueta. Tiene vértice geodésico y una cruz de cemento pintada de blanco de 1,75 m. de altura aproximadamente, que tiene atadas algunas ramas secas. 

Desde este otero tenemos magnificas vistas de Agost, así como de las montañas aledañas, El Cid y la Silla, los Rasos del Catí, el Maigmó, y el Ventós, la llanura de la comarca de l’Alacantí y la vasta franja litoral.

Continuamos el sendero por la derecha del cerro en busca del cordal y su pequeña cresta. Sin perder casi altura, nos conduce por terreno ondulado y a tramos escarpado, para volver luego al trazo del sendero.

Esta vez, sin subir, rodeamos el l’Alt dels Castellans (496 m.) y desde sus impresionantes desplomes rocosos, contemplamos una gran imagen del Maigmó y del puntiagudo Castellet de la Murta, con la Penya Roja de Xixona.

Vamos bajando moderadamente haciendo un amplio giro hacia el NO sobre la cabecera del precioso barranco que, por la izquierda desciende hasta la rambla; nosotros seguimos recto, con unas vistas montañosas impresionantes.

Con miradas a ambas vertientes, vemos la hermosa curva que hacen las crestas del Ventós, los Rasos del Catí, el picatxo del Castellet de la Murta, la Penya Migjorn de Xixona y por último cerca del mar, el Cabeçó d’Or.

En la parte baja llegamos a un cruce de caminos balizado. Por la izquierda se retornaría a Agost y por la derecha hacia el Castellet de la Murta, por donde continuamos, por un camino entre pinos a la caseta del Tío Victoriano. 

Por detrás de la caseta se sube a un amplio mirador del Castellet de la Murta, con una mesa de piedra que tiene pintado en unas cerámicas el mapa de las montañas próximas. Lastima que algunas se hayan roto. 

Bajamos el escalón y llegamos al poste balizado del Collado de la Murta. Vemos como se asoma la Murta, pero nosotros seguimos las indicaciones hacia Agost del PR-CV 189, obviando también las indicciones al Ventós.

El sendero nos baja por un pequeño barranco que antiguamente estuvo abancalado, ahora solo quedan los muros de contención. Enlazamos con una pista por la izquierda hasta alcanzar otro cruce de caminos balizado.

El PR sigue hacia Agost por la izquierda y nosotros bajamos por la derecha por un camino que remonta y termina en otro camino asfaltado. Cruzamos el asfalto hasta un poste balizado del PR-CV 269 derribado y que ponemos en pie.

Este poste solo solo nos sirve de referencia, y seguimos sin sendero por la izquierda en un área despejada buscando la mejor bajada  por la ladera hasta conseguir llegar al lecho del barranco por el que corre un hilo de agua.

Rambla del Rollet o barranc Blanc que seguimos por la derecha, por dentro de su cauce unos trescientos metros aproximadamente, y que después de una sinuosa curva derecha-izquierda nos deja junto a una peana informativa del Templo.

El Alcavó es una cavidad o túnel abierto por el ser humano con el fin de desviar y transportar agua para riego de cultivos. Originariamente sería un pequeño agujero en el terreno que con la erosión, fue aumentando de tamaño. Se le conoce popularmente como “El Templo”, por la altura y profundidad que se ha alcanzado con el paso del tiempo.

Por su singularidad resulta un rincón bastante atractivo, la erosión ha formado una especie de escalinatas en la entrada por donde resbala un hilo de agua y en el interior, su alta cavidad asemeja a un lugar de culto.

Vale la pena explorarlo por dentro hasta la otra boca, donde se pueden conseguir preciosas fotos teniendo como marco incomparable el Maigmó. Vamos regresando repitiendo el tramo del cauce del barranco, y rebasado el punto de bajada continuamos por él.

Es un lecho sin obstáculos y fácil de transitar hasta llegar al Pont de l’Arc de origen árabe. Subimos arriba y lo atravesamos por su lomo protegido con barandas metálicas, pasando a la otra vertiente donde seguimos el camino por la derecha.

Caminamos con bonitas vistas hacia el pueblo arracimado en su montículo hasta llegar a la bajada por la derecha, balizada con un poste y pasando cerca de unas ruinas hasta el lecho de la Rambla del Rollet, siempre con vistas al pueblo.

Vadeamos la rambla por encima de unos grandes bloques de piedra y subimos al Parque Concepción Vicedo, junto al Parc del Rugló. En la parte de arriba hay una fuente que distribuye sus aguas en dos plataformas.

Seguimos caminando por las calles para cerrar la ruta junto al Lirainosaurus que nos mira impasible. Ha quedado una ruta muy estética con la visita al Templo, y asequible para mucha gente.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 8,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:45 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 473 M. (Ladera del Alt dels Castellans)
ALTURA MÍNIMA: 280 M. (Vadeo Rambla del Rollet)
DESNIVEL POSITIVO: 328 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 315 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

DESDE LA PLATJA DES CANAR A PUNTA ARABÍ POR LOS ACANTILADOS, IBIZA.

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La zona turística de Es Canar es de las más importantes del municipio de Santa Eulària y concentra numerosos hoteles y múltiples servicios. Se extiende desde la playa de Cala Nova hasta Punta Arabí, donde todos los miércoles se celebra un popular mercadillo hippy. La playa de Es Canar ocupa su zona central. Es de arena fina, con un pequeño puerto de lanchas y llaüts en el lado derecho, junto a la zona más urbanizada. La playa es de arena y dispone de un amplio abanico de servicios, como alquiler de hamacas y sombrillas, velomares (patines), deportes náuticos, servicio de barcas hasta Santa Eulària, restaurantes y chiringuitos. La zona, en las noches veraniegas, está muy animada, repleta de bares y terrazas.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: HOTEL / PLATJA DES CANAR / DERRUMBES / SENDA ACANTILADOS / SA CARBONERA / ES RAIG / PUNTA PERELLA / SENDA TAPONADA / BUNCANDO SALIDA / AVINGUDA / CAMPING / CALA MARTINA / CALÓ DES GAT / PUNTA ARABÍ / REGRESO / HOTEL.

LA RUTA: Esta mañana hemos realizado una excursión guiada por la capital,  por Dalt Vila, su parte antigua y amurallada. Después de comer y descansar vamos a hacer una pequeña ruta por el litoral en dirección a Punta Arabí.

Iniciamos desde el mismo hotel bajando por la misma calle hacia la Platja des Canar. Al ser temporada baja la mayoría de los negocios están cerrados  o en reparaciones, preparando la nueva temporada. La Illa des Canar aparece en el horizonte.

Hace una tarde preciosa y el mar está calma en una playa solitaria. Marchamos hacia el diminuto puerto donde apenas hay unas lanchas y en su espigón unos niños intentan pescar. Pasamos por delante del restaurante que está cerrado.

Llevamos el Track de un sendero junto a los acantilados. Continuamos por delante de las vallas y muros de los chalets. por una franja de tierra libre entre la rocosa costa que en verano será aprovechada como playa.


Una vez superadas las irregulares plataformas rocosas que han sido alisadas con cemento y dotadas de escalerillas de piscina para hacer fácil el acceso al baño, la franja de terreno se estrecha y pasa a ser un sendero junto a las vallas.

Hay que tener en cuenta que en muchos de los pasos es muy estrecho y no tiene protección al acantilado, por lo tanto tenemos que extremar la precaución. A cambio gozamos de unas grandes vistas a la rocosa costa.

Viene una zona en la que ha habido derrumbes, desmoronamientos de la franja de sendero que han caído al mar, producidos por las lluvias y los embates del oleaje. Si siguen sucediendo el sendero desaparecerá, afectando también a los muros.

Hacia atrás podemos ver la quebrada costa que forma pequeñas calas solamente accesibles por mar dada la presión ejercida por las edificaciones. Luego vuelve a ampliarse el sendero junto a los muros y vallas relajándose la marcha.











Llegamos a un paso estrecho entre los muros donde algunos pinos rastreros sobreviven con la humedad ambiental o del mar, azotados por los fuertes vientos que no les dejan crecer y solo desarrollan un fuerte entramado de finas ramas.


Salimos a una plataforma más elevada y despejada de edificios, donde tenemos panorámicas muy amplias a la recortada costa de acantilados, sus construcciones y a las altas montañas del interior de la isla.


Giramos una cornisa donde volvemos a encontrarnos con los muros y vallas; el sendero torna a angostarse sobre una plataforma de rocas planas junto al vertical acantilado apuntalado por puntiagudos peñascos.


Rodeamos el saliente del Raig y entramos en el contorno de otro chalet vallado con traviesas de vía de tren y espesa vegetación para su privacidad, pero es de los pocos que tiene construido un muro de protección para el sendero.


Los muros que cercan la enorme finca contornean los relieves de la costa y en algunos trechos sin vegetación, nos permite admirar la decoración de sus jardines y piscinas con algunas esculturas de estilo tailandés.

Terminan los muros y salimos a otra explanada sin edificar que conecta con una pequeña pineda donde hay algunos senderos. Nuestro Track sigue bordeando la costa, por la siguiente tanda de chalets que está al otro lado.


Bordeamos la explanada con hermosas vistas al mar para llegar al primero de los chalets donde el sendero también está protegido con muretes, vallas y vegetación. El segundo tiene una preciosa valla de celosía y piedra artificial.

Esta zona corresponde a Punta Perella, pero en unos metros tenemos una gran sorpresa que no figura en nuestro Track. Al acabar la celosía un tapón de vegetación y troncos de arboleda obstruye totalmente el paso.


No queda más remedio que volver atrás. Retrocedemos hasta la última explanada y, por la izquierda un camino enlaza con sendero que cruza una pineda hasta la Avinguda de Punta Arabí que seguimos por la izquierda. 


De camino, hacemos dos incursiones por callejones que no tienen salida. Llegamos al camping Laplaya que rodeamos por un sendero para salir a Cala Matina, donde hay gente practicando Kitesurf cuando el sol comienza a decaer.


En pleno verano esta cala debe estar a rebosar. Seguimos por la izquierda rodeando el camping, llegando al Caló des Gat, sin apenas playa y con un pequeño y destartalado embarcadero de madera donde la pineda llega al borde del mar.


Alcanzamos Punta Arabí con buenas vistas a los islotes de Santa Eulalia y Redona. Desde la misma punta observamos el escarpado litoral y el punto donde hemos tenido que abortar el paso de los acantilados.


Decidimos no llegar hasta allí, y por el bosquecito de pinos salir de nuevo a la Avinguda de Punta Arabí, y callejeando por tiendas y bares cerrados, llegar a la Platja des Canar con las últimas luces del atardecer cerrando la ruta.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 5,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 2 HORAS
DESNIVEL POSITIVO: 110 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 71 M.
DIFICULTAD: BAJA (Si no se tiene vértigo al pasar por los acantilados)
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