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Channel: Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos
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DESDE CALA CERRADA AL CLUB NÁUTICO DE CAMPOAMOR, ORIHUELA COSTA.

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Orihuela cuenta con 16 kilómetros de costa en los que se alternan acantilados de aguas transparentes y playas de fina arena de reconocido prestigio: Punta Prima, Playa Flamenca, La Zenia, Cabo Roig, Campoamor y Mil Palmeras. Todas ellas ocupan una gran extensión de terreno en el que proliferan urbanizaciones interculturales en un ambiente tranquilo y una perfecta armonía con los espacios verdes. En este sentido destacan las hermosas pinadas de la Dehesa de Campoamor y las microrreservas de flora. Además, en sus playas, calas y puertos deportivos se pueden practicar deportes náuticos durante todo el año, gracias a la privilegiada climatología de la zona, que asegura una temperatura media en torno a 20 grados centígrados y más de 300 días de sol al año. El paraje de Cala Mosca fue declarado microrreserva de flora debido a la presencia de una importante población de la jarilla de cabeza de gato (Helianthemum caput-felis), planta con varias figuras de protección. La microrreserva de flora de Punta de la Glea en Campoamor, es paraje conocido como barranco de Aguamarina que termina en una playa fósil. Considerada como una de las zonas con mayor riqueza vegetal del litoral oriolano, donde varias especies autóctonas, algunas en peligro de extinción, crecen al abrigo de un barranco.
CÓMO LLEGAR:Por la N-340 dirección Crevillente, para incorporarnos por la derecha a la AP-7 dirección Murcia. Tomar la salida nº 528 por la AP-7 dirección Torrevieja/Cartagena. Tomar la salida nº 763 hacia la Zenia, llegar a la calle Violetas y aparcar cerca del mar bajo los pinos.
COMPONENTES:VICENTE Y SUSI
ITINERARIO:LA ZENIA / CALA CERRADA / CALA DEL BOSQUE / CALA CAPITÁN / ISLA DEL CARMEN / CUARTEL G. CIVIL / PUERTO DE CABO ROIG /LA CALETA / INICIO SENDERO ZONA FOSIL / ZONA FOSIL PROTEGIDA / AGUAMARINA ALTA / SUBIR ESCALERAS / CALETA DE LA GLEA /  PLAYA DE AGUAMARINA / DUBA FOSIL / PLAYA DE LA GLEA / CLUB NÁUTICO CAMPOAMOR / REGRESO.

LA RUTA:La gran ola de calor nos obliga a retomar nuestras caminatas por las hermosas playas y calas alicantinas, variando puntos de inicio y final. Esta vez nos vamos al sur, al cuidado litoral de Orihuela Costa.

Iniciamos desde la Zenia, en una de sus urbanizaciones de chalets cercanos al mar y a nuestra primera playa, Cala Cerrada. De fina arena, está resguardada por un acantilado que la protege y desde el que se puede disfrutar de unas excelentes vistas sobre el mar.


Por delante del pequeño complejo hotelero situado sobre un resalte rocoso que nos separa de la siguiente playa, la Cala del Bosque, que presenta un paseo que se inicia en su borde meridional. Los servicios son variados y muy completos en esta zona de predominio residencial.


Es una playa de arena fina aportada por el mar, perfectamente adaptada para el acceso de personas con movilidad reducida. siendo un buen escenario tanto para la práctica del windsurf como para disfrutar de un apacible día de playa.


Proseguimos por el paseo marítimo asentado sobre los acantilados rocosos que nos acercan a otra deliciosa playa, la Cala Capitán. Es de pequeñas dimensiones y da servicio a los numerosos chalés y apartamentos existentes al abrigo de las urbanizaciones de Cabo Roig y La Zenia.


Se trata de una cala de suave y fina arena, excelente para la práctica del buceo, perfectamente equipada, y que forma parte de la atractiva fachada marítima de Orihuela, una suma de recoletas calas, playas de arena dorada, cuidadas urbanizaciones y dos recogidos puertos deportivos.


Esta playa tiene la característica fundamental que dependiendo de las mareas queda unida o no a la Isla del Carmen, pequeña formación rocosa frente a la arena que le da mucha espectacularidad. Si la marea es baja este islote forma dos playas de blanca arena a ambos lados del islote.


Hacia atrás tenemos una prolongada vista desde la playa vacía a estas horas, hasta Punta Prima, y por delante comenzamos a rodear a pie de los acantilados la punta del Cabo Roig que se adentra en el mar.


La parte alta ha sido invadida por lujosos chalets con inmejorables vistas al mar. El sinuoso paseo rodea el cabo y tiene algunos accesos con escaleras para tomar el baño en las rocas. En la otra vertiente cambia el paisaje.


Pasamos por la valla del Cuartel de la Guardia Civil donde hay una hornacina con la Virgen del Carmen, prosiguiendo camino por la parte alta, con grandes vistas al pequeño Puerto Deportivo de cabo Roig. 


Sobre nuestras cabezas queda la Torre Vigía que dio nombre al Cabo Roig construida en el siglo XVI para dar la alarma en los ataques de piratas berberiscos. Seguimos rodeando el cabo sin tomar ninguno de los accesos a la playa.

La playa de Cabo Roig, la Caleta, está situada estratégicamente al abrigo que le brinda el pequeño Puerto Deportivo. La playa es pequeña, de fina arena y está delimitada por un espigón artificial que se adentra en el mar.


De las barandas de madera pasamos al paseo marítimo realizado junto a las urbanizaciones de Aguamarina Alta, pero enseguida decidimos bajar por unas escaleras al Sendero de la Zona Fósil Protegida.


Este sendero delimitado con estacas de madera y sogas, protege gran parte de playa fósil y diminutas calas del Paisaje Agua Marina, donde existen especies de interés botánico muy raras en la Comunidad Valenciana. 


Marchamos sobre unas lomas con algo de vegetación a media distancia entre la Zona Fósil Protegida, las rocas y el mar. Por otras escaleras subimos para conectar de nuevo con el paseo marítimo de las urbanizaciones.


Seguimos rodeando por la parte alta la Caleta de La Glea con sus dunas rojizas fósiles. Esta vez no hemos querido patearla por la arena y saboreamos las extensas panorámicas que llegan hasta San Pedro del Pinatar.


Llegamos a la playa de Aguamarina, situada en la Dehesa de Campoamor, dentro del paraje natural de la Sierra Escalona. Es una pequeña playa de apenas 500 metros de longitud, de fina arena blanca para uso del sector residencial.


Comienza una pasarela elevada sobre pilares de cemento para salvar otra formación rocosa más pequeña que la anterior, pero mucho más alta e irregular de apagados colores rojizos. Son los restos de otra duna fósil.


La playa de La Glea es una de las más grandes del litoral oriolano. Situada en la parte izquierda del Puerto Deportivo, es una playa accesible con excelentes servicios y equipamientos. La disposición abierta de esta playa posibilita la práctica de deportes náuticos.

A continuación viene el recogido Puerto Deportivo de Campoamor donde finalizamos el recorrido lineal. Descansamos sobre el césped de un jardín a la sombra de unos arboles y emprendemos el regreso por el mismo itinerario.


Dejamos atrás la playa de La Glea muy concurrida ahora y atravesamos la pasarela con pilares de cemento junto a la Duna Fósil, que podían haberla protegido mejor impidiendo la construcción de apartamentos a su altura.


El sol calienta más y aceleramos el paso por el elevado paseo marítimo de la playa de Aguamarina y la Caleta de La Glea con una preciosa panorámica a las playas y calas recorridas bañadas por un precioso mar turquesa.


Ahora no bajamos al Sendero de la Zona Fósil Protegida y seguimos por el paseo marítimo disfrutando de las vistas a la Caleta de Cabo Roig. Estas playas no suelen estar masificadas al dar servicio a la zona residencial.


Rodeamos el Cabo Roig y las vistas son hacia La Zenia y Punta Prima. Alcanzamos la Cala Capitán y pronto concluimos la ruta en la Cala Cerrada, donde después de un merecido baño tomamos unas cervezas en el chiringuito.
RECORRIDO:LINEAL, IDA Y VUELTA.
AGUA POTABLE EN RUTA:SI. En los chiringuitos de las playas)
DISTANCIA:11,4 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:03:25 HORAS.
DESNIVEL POSITIVO:200 M.
DESNIVEL NEGATIVO:145 M.
DIFICULTAD:MODERADA.


DESDE EL CAMPELLO A LA VILA JOIOSA POR LA COSTA Y REGRESO EN TRAM.

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Escasas son las referencias que se conservan de la Torre del Xarco, siendo la más antigua el memorial sobre la defensa de la costa del Reino de Valencia, realizado por el ingeniero militar italiano Antonelli il Vecchio en el año 1.561, donde se señala que “...la torre de Giraley sele hara su guirnalda y sele pondra un morterete por quitar un desembarcadero a los moros en donde desembarcaron diez meses ha, y vinieron por tierra hazia Villajoyosa...” (Menéndez Fueyo, 2014), donde se muestra la fragilidad del sistema defensivo ante zapa y tormentaria. Con estas palabras, el ingeniero venia a corroborar la falta de vigilancia que tenía la cala del Xarco, lugar frecuentemente utilizado por los corsarios para desembarcar, por lo cerrado de su orografía, idónea para el resguardo del navío y profunda lo que aseguraba un buen anclaje. La cercanía de la desembocadura del río Aigües y el Torres junto a su playa terminaba por crear espacio perfecto para hacer aguada. Al igual que otras torres del litoral alicantino, la Torre del Xarco aparece integrada en el Resguardo de la Costa desde el año 1.554, en las disposiciones del Duque de Maqueda, siendo la primera torre del Requerimiento de Villajoyosa. Al igual que la Torre de Aigües, no cuenta con atajadores en su dotación, pero sí con tres soldados que pone el Concejo de Villajoyosa, encargados de defender, además de la cala del Xarco, las de Beneito y Bolnou, ambas al sur de la villa. La vigilancia del frente de poniente será encargada a una descubierta, pagada por el concejo con el objeto de encontrarse en la Cala Presot – actual Cala Baeza – con la guardia proveniente de la Torre de Aigües (Castañeda, 1923). Su última descripción coincide con su venta al Cuerpo de Carabineros en el año 1.870, donde el el informe del capitán Joaquín Aguado se decía sobre la misma que “...tiene un cuerpo de habitación y batería. Al primer piso se subía por escalera de madera, que se haya muy deteriorada. Su estado de conservación es bueno y con algunas reparaciones se podrá poner a disposición de servir...
CÓMO LLEGAR:Por la autovía A-70 dirección Villajoyosa, antes del peaje, salida por la nº 34, seguir por la N-332 dirección El Campello/Villjoyosa hasta la Venta Lanuza y por la calle Catral y carrer de Calp, llegar a la parada del TRAM Venta Lanuza, hay sitio para aparcar.
COMPONENTES:VICENTE, PEPE Y PATRO.
ITINERARIO:PARADA TRAM VENTA LANUZA / CALA LANUZA / CALA DE LES PALMERETES / PLATJA DEL CARRITXAL / RUINAS CASA GUARDIA COSTERA / CASETA DE CAZA / TORRE DEL XARCO / PLATJA DEL XARCO / MIRADOR DEL MONTÍBOLI / PLATJA DE LA CALETA / PLATJA L’ESPARRELLÓ / PLATJA DEL BOL NOU / PLATJA DEL PARADÍS / CAMPING PARADÍS / VILLA GIACOMINA / TORRE DE LA MALLADETA / CALA DE LA MALLAETA / PLATJA PUNTES DEL MORO / BAARQUES DEL DESEMBARC DE LA VILA /  RIU AMADORI / PLATJA CENTRE DE LA VILA / LA CREUETA, PARADA TRAM / REGRESO EN TRAM / PARADA TRAM VENTA LANUZA.


LA RUTA:Seguimos moviéndonos por la costa. Esta vez recorreremos el litoral norte de El Campello y sur de La Vila Joiosa. Tomamos como punto de partida La Venta Lanuza y su parada de TRAM, que utilizaremos para un cómodo regreso.


Iniciamos deshaciendo unos metros de carretera por la que hemos venido entre urbanizaciones y alguna casa de campo. Llegamos a un cruce balizado con nuestras dos primeras calas. Por la derecha vamos a Cala Lanuza.


Cala de fina arena situada junto al Puerto de la Merced. De aguas tranquilas, es muy apreciada por familias con niños para el baño en época estival.  La Cala Lanuza está ubicada al norte de la Cala Baeza, separada por un espigón y compuesta de arena oscura.


Con poca gente a estas horas volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce y seguimos por la izquierda. La presencia de chalets y urbanizaciones se va intensificando, giramos a la derecha por una barranquera para entrar a la Cala de les Palmeretes.


Pequeña cala natural de piedras y grava con aguas cristalinas. Cala perfecta para el baño, el buceo y la pesca y al ser una cala poco transitada tiene mucha intimidad. Conocida con ese nombre debido a las palmeras que encontramos a la entrada de dicha cala. 


Volvemos al asfalto junto a las urbanizaciones pero paralelos al mar, en una curva seguimos recto por camino de tierra. Una especie de talud nos sitúa sobre unos acantilados al mar tranquilo y gris de esta mañana.


Lomeamos esta formación rocosa que más parece una remota duna fósil que nos ofrece largas vistas al litoral con débil sol tamizado por la nubes. Por la izquierda vemos pasar el TRAM que da servicio a las poblaciones costeras.


Con una suave bajada conectamos con el barranc y la Platja del Carritxal, se trata de una cala de arena gruesa y grava de gran valor medioambiental. Es ideal para disfrutar de la naturaleza y de la tranquilidad ya que esta playa en verano no esta masificada.


Atravesamos la playa hasta una casita de campo con pinos, donde comenzamos de nuevo a subir un pronunciado montículo que en un rellano tiene un aljibe con un brocal diferente, es como una puerta al mar y al paisaje.


Una segunda rampa nos sigue elevando con bonitas vistas al tramo de costa recorrido. En lo alto una pequeña casa de campo con unas panorámicas increíbles. En la bajada vemos las ruinas de una Casa Cuartel de la Guardia Costera.


Nos unimos a la vía férrea del TRAM, hay que estar muy atentos pues suele pasar con frecuencia, mejor subirse a un estrecho sendero entre los acantilados y los railes hasta llegar a un rellano donde nos separamos de las vías.


Hacemos una corta bajada y remontamos para salvar una especie de rambla que va al mar. El sendero sube otro montículo que nos da preciosas vistas al espigón rocoso que se adentra en el mar con la Torre del Xarco.


Nada más iniciar el descenso nos tropezamos con una especie de barraca de maderas y cañizo en buen estado. Un waypoint nos indica que es una caseta de caza, pero en este paraje desolado apenas habrá algún conejo entre los almendros secos.


Terminada la bajada enlazamos con un camino de tierra y luego otro que gira a la derecha en dirección a la Torre del Xarco con amplias vistas al litoral. Encaramos la subida por un sendero que pasa por una casa particular a los pies de la torre.


Torre del Xarco (31 m.), está situada en la zona de costa más meridional de la localidad, sobre el Tossal del Mar. Es de base troncocónica y de cuerpo cilíndrico. Se encuentra en una propiedad privada, levantada sobre une colina.


Bajamos por la línea de costa, por un ancho camino que nos deja a los pies del montículo de la torre, en la Platja del Xarco. La zona de la derecha ha sido habilitada para perros, que en la otra zona están prohibidos. 


Al final de la playa nos elevamos por el siguiente montículo con espectaculares miradas a la Platja y Cala del Xarco, y al diminuto istmo de la torre que se mete en el mar; alargándose brumosas al resto del litoral.


Enlazamos con otro camino ancho por el que recorremos estas lomas cortadas a tajo hacia el mar, no tienen espacio entre el acantilado y el mar. De frente tenemos vistas a otras urbanizaciones con la silueta del Puig Campana al fondo.


Descendemos y en un recodo, tomamos otro camino que sube a la derecha, es un corto tramo de ida y vuelta que nos sitúa en una espléndida atalaya. A nuestros pies tenemos vistas aéreas a La Caleta y la Platja nudista L’Esparrelló.


Otro sendero nos baja directamente a La Caleta, preciosa playa de grava y bolos, poco frecuentada y que se accede por las instalaciones hoteleras, contado por ello, con servicios de alta calidad. Encerrada entre dos farallones es ideal.


Salimos de ella junto al chiringuito, rodeando las instalaciones hoteleras y el aparcamiento, girando a la derecha para subir la fuerte rampa y accedemos a la espectacular entrada del Hotel Montíboli, con su fuente y piezas de artillería.

Continuamos por la carreterita que nos baja, debajo de los acantilados se encuentra la Platja nudista L’Esparrelló, sus aguas que ofrecen toda la gama de verdes y azules propia de estas costas. Tiene escaso espacio para aparcar.


En un cruce giraremos a la izquierda, hay indicaciones que tras un corto trecho de carretera giramos a la derecha para bajar de nuevo al mar y a Platja de Bol Nou, antes en una zona recreativa tomamos nuestro almuerzo.


Platja de Bol Nou, bonita cala de unos 200 metros encerrada entre dos espigones de un acantilado. Con algo de arena, es también de grava y bolos, con rápida profundidad, tiene todos los servicios y un chiringuito.


Por la izquierda, las trazas de un sendero nos elevan a lo alto del farallón que es una gran planicie con unas prolongadas miradas y sobre todo a nuestra próxima playa, la del Paradís, una de las más extensas de La Vila Joiosa.


Una larga rampa nos desciende a la arena y cantos rodados de la hermosa Platja Paradís con más de un kilómetro de longitud y unas excepcionales aguas transparentes y una posición resguardada al sur de La Vila.


Caminamos recorriendo toda la playa hasta el final donde está ubicado el Camping Paradís que rodeamos por la izquierda pasando junto a  las barcas que se usan para celebrar el desembarco de las huestes moras en las fiestas de La Vila.

Dejamos  la arena por el asfalto, para más tarde girar a la izquierda  y subir un empinado tramo hasta lo alto de la loma, es un trecho de ida y vuelta para visitar las tumbas del Santiuari La Malladeta de origen íbero.

El asfalto da paso a camino y sendero que recorren la amplia loma. Primero pasamos junto a las ruinas de lo que fue Villa Giacomina (1910) que construyó el médico Alfonso Esquerdo, emigrado argentino en honor a su esposa.

También predomina en lo alto del cerro una torre no medieval que construyó el famoso psiquiatra y jefe del Partido Republicano José María Esquerdo, tío de Alfonso, a finales del siglo XIX y que utilizó como estudio privado.


Cerca de la torre, en los acantilados hubo un santuario íbero que se creó en el s. IV a.C. Por las estatuillas y quema-perfumes de cerámica de la Diosa Madre (la Tanit de los cartagineses), es probable que estuviera dedicado a ella


Con miradas a toda la costa recorrida vamos descendiendo al tiempo que admiramos la Cala de La Malladeta, gozando de un espectacular litoral acantilado, y a la población de La Vila a la cual nos vamos acercando.

Unas anchas aceras dan paso a la Platja Puntes del Moro, una pequeña playa compuesta de bolos y rocas en una zona de oleaje moderado aunque normalmente es poco concurrida pese a estar cerca de la población.

Seguimos marchando hasta cruzar el cauce del riu Amadorio unos metros antes de desembocar en el mar. Desde su nacimiento en la sierra de Aitana su escaso e irregular caudal aglutina sus aguas en el pantano de Amadorio.


Entramos a La Vila por la coloridas casas del barrio pesquero y el acceso a Platja Centre de La Vila, localizada en el centro del casco urbano, con una importante extensión de arena fina y un bonito paseo lleno de palmeras.


Nos damos un buen baño y tomamos unas cervezas en una terraza y luego, con el tiempo controlado, nos dirigimos caminando hasta la parada del TRAM de La Creueta cerrando la ruta a pie. Ahora, en unos 15 minutos bajamos en la parada de la Venta Lanuza.
RECORRIDO:CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA:SI. (En los chiringuitos de playa)
DISTANCIA:22,6 KM DISTANCIA TOTAL (13,5 km de ruta a pie y 9,1 km con el TRAM)
TIEMPO EN MOVIMIENTO:04:35 HORAS. (15’ de recorrido en TRAM)
ALTURA MÁXIMA:66 M. (Acantilados de La Rastellara Baixa)
ALTURA MÍNIMA:0 M. (Nivel del Mar)
DESNIVEL POSITIVO:461 M.
DESNIVEL NEGATIVO:461 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

CANYÓ Y CALA DEL MASCARAT

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En el monte del Mascarat, por donde se abre el paso de Altea a Calpe o viceversa, dicen los relatos orales que vivió un temido bandolero cuya máscara dio nombre al lugar, aunque, según algunos historiadores, el término no viene sino de maka-as, palabra íbera que significa «piedra cortada». Tan pronto vino como pareció irse el malhechor, encontrándose, al poco de su «marcha» y en la montaña en la que solía ejercer su oficio de delincuente, el cadáver de un hombre irreconocible por la lepra. Unos se aventuraron a decir que se trataba de «El Mascarat», a quien anteriormente ya habían querido identificar con un joven desaparecido del pueblo cercano. Pero la versión más osada de la leyenda dice que: Hace muchos años, en el barranco del Mascarat, había un peñasco cuya configuración, similar a la de un trono, generó una chocante leyenda. Las sucesivas aperturas de túneles y caminos entre Calpe y Altea acabaron con la añeja roca, pero la fantástica historia que explicaba su origen merece unas líneas. Algunos habitantes de la Marina, decían antaño que Judas Iscariote, en vez de ahorcarse después de entregar a Cristo, quiso redimir su pecado, intentando devolver a los conspiradores los treinta denarios de plata que cobró a cambio del Maestro, opción más misericorde y noble, al parecer que la del suicidio impuesto por las crónicas. Según esa tesis, el apóstol traidor, después de abandonar Jerusalén, embarcó desde Haifa hacia Dios sabe donde, quizás rumbo a Roma, añado yo, porque al respecto no ofrece detalles la leyenda. En al mar, un fortísimo viento que azotó la nave durante varios días fue a estamparla contra la costa de Denia. Sin embargo, el maltrecho náufrago, vencido el desencanto, aún tuvo redaños para recorrer andando el litoral alicantino, eso sí, con la bolsa de monedas al cuello, la firme resolución de devolverlas y la remota esperanza de que en Cartagena otro barco lo transportase al puerto deseado. Cuando atravesaba el Mascarat, Judas, exhausto a causa de tantos trajines físicos y morales, divisó una gran peña lisa donde sentarse a descansar. Desde allí, el bellísimo paisaje tendido a sus pies antojósele el remedio ideal para un alma atribulada como la suya. Frente a su infinitud, fatigas y remordimientos amainaron poco a poco, drenados por lágrimas y suspiros expiatorios. Pero el peso de la culpa era tan horrendo que, al levantarse para proseguir el viaje, en la piedra quedó testimonio tangible de ese descargo: las huellas de su espalda, del culo, de los brazos… Imposible suceso, extravagante, conmovedor. (José Soler Carnicer, Leyendas Valencianas)
CÓMO LLEGAR:Por la AP-7 dirección Calpe, salida en la nº 64 ALTEA/CALPE. Seguir por la N-332 dirección Calpe/Valencia para más tarde girar a la derecha para tomar la calle Chambele y luego girar a la izquierda por la calle Currica que tras pasar por el puerto de Campomanes nos dejará en la Cala del Mascarat, en el barranc Salat.
COMPONENTES:VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO:INICIO / BARRANC SALAT / CALA MASCARAT /  ESCALERAS / MIRADOR ACANTILADOS / PUENTE / IZQ. BAJAR BARRANCO / CANYÓ DEL MASCARAT / FINAL DEL CANYÓ DEL MASCARAT/ REGRESO POR EL MISMO RECORRIDO.

LA RUTA:Volvemos al Canyó del Mascarat, cuna de escaladores, es donde el Bernia se precipita antes de llegar al mar en el Morro de Toix. Debido al bochorno veraniego hoy solo llegaremos hasta el fondo del cañón, ida y vuelta.


La Cala del Mascarat está muy tranquila a estas horas. Iniciamos desde el cauce del barranc Salat que desemboca en la misma cala, al principio es un ancho camino entre muros y chalets con miradas al Castellet y el Morro de Toix.












Muy pronto el barranco se va estrechando entre un lecho de aluvión, cantos rodados y una vegetación  exuberante  que nos tapona el paso. Intentamos acceder los por laterales y resulta imposible. Desistimos retrocediendo a la cala.


La humedad del barranco y el poco uso de este acceso hará que se pierda. Por la izquierda de la cala y junto al chiringuito, hay una rampa y escalones que nos elevan hasta la urbanización de chalets para caminar por aceras y asfalto.


La altura nos da grandiosas vistas a la costa ya las altas montañas, desde el Alt del Governador en serra Gelada, hasta el Puig Campana, Ponoig y Penyó Roc. Al asomarnos vemos la Punta del Mascarat  y otra pequeña cala oculta.












Avanzamos con la mirada puesta en la mole del Morro de Toix. Por la derecha se abre un pequeño jardín que da acceso a un amplio mirador con vistas al morro y a la escondida Cala del Racó del Corb a sus pies.


Más adelante, desde otro mirador obtendremos cercanas vistas a sus acantilados cortados a bisel en las proximidades de la Cova dels Coloms. Giramos a la izquierda, dejando atrás el Morro de Toix y las urbanizaciones de primera fila.

Bajamos un poco girando a la derecha por una acera que nos lleva a un puente sobre el barranc Salat, al que habríamos salido llegando por su cauce. Por la izquierda del puente buscamos la mejor manera de bajar al cauce del barranc del Mascarat.











Sorteamos unos grandes pinos hasta bajar al lecho del barranco, hay pocos trazos de sendero y avanzamos intuitivamente hacia el cañón. Tenemos vistas parciales al primero de los puentes y a los altos pivotes que forman el desfiladero.


En el cauce, de mediana anchura, vamos esquivando enormes peñascos y grandes bloques de piedras entre la persistente vegetación de matorral. El sendero se va matizando y algunos mojones indican el mejor paso.












No resulta difícil progresar pero hay que estar muy atentos. A medida que nos acercamos a los puentes, la estrecha garganta se angosta entre las verticales paredes que forman la alta hendidura que comienza a oprimirnos.












Tras pasar por un tramo sinuoso del pedregoso cauce encaramos casi en línea recta el paso por debajo del primer puente, que parece hacer de muro de contención para que no se unan las paredes del desfiladero.












El primer puente,  construido en sillería es de 1885 y actualmente está en desuso. Es de un solo ojo y de porte elegante. Una vez sobrepasado, las paredes vuelven a estrecharse formando un recodo pétreo y firme.












A partir de este puente el matorral y la vegetación van desapareciendo, dando paso a un entorno rocoso y duro donde se nota la opresión de las paredes que solo nos dejan sentir alivio mirando al cielo, al final de la rendija.











El segundo puente es de cemento y con doble carril en dos direcciones, corresponde a la carretera N-332 y fue construido en 1925. El cauce parece obstruirse entre las verticales paredes, pero siempre queda un resquicio por donde avanzar.

El tercer puente es metálico de 1915 y atravesado por la vía férrea del TRAM. Mirar hacia arriba impresiona, las paredes apenas están separadas por tan solo un metro y hay pedruscos a modo de cuña encajados que parecen evitar que se junten.

Queda el pedazo más bonito, de paso franco pero encajonado hasta un punto donde la rendija entre paredes está totalmente obstruida para el senderismo. Es un lugar algo místico que me recuerda a la Cova Santa  en el barranc de l’Infern.

Vamos regresando por el mismo sitio, observando el poder erosivo y abrasivo de las aguas en miles de años, también la solubilidad de las rocas calizas que han moldeado este impresionante desfiladero y sus paredes con más de cien metros de altura.

Nos recreamos  contemplando la espectacularidad de las rocas caídas desde las faldas del Bérnia, encajadas en lo alto por ser mas grandes que la distancia entre las paredes del desfiladero, y quizás, consiguiendo que no se unan.

Deleitándonos en pequeños detalles que observamos desde distintas perspectivas salimos del cañón. Merece la pena llegar hasta este punto del barranc del Mascarat. Con meteorología adversa y fuertes lluvias debemos de abstenernos.

De nuevo en el puente del barranc Salat proseguimos por la izquierda dejando el cauce y con vistas al Puig Campana, repitiendo el camino hasta llegar a la Ronda del Atardecer que nos llevará por la línea del mar.

Con el sol algo más alto las miradas siguen siendo prodigiosas a la Punta del Mascarat y serra Gelada. Al llegar al chiringuito reservamos mesa. Nos cambiamos y nos damos el merecido y tranquilo baño, luego a por las cervezas.
RECORRIDO:LINEAL, IDA Y VUELTA.
AGUA POTABLE EN RUTA:NO.
DISTANCIA:6,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:02:00 HORAS.
DESNIVEL POSITIVO:139 M.
DESNIVEL NEGATIVO:125 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

ALT DEL GOVERNADOR Y FAR DE L’ALBIR, SERRA GELADA.

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La Serra Gelada, fue declarada Parque Natural en fecha 11 de marzo de 2005. Dicho parque tiene una superficie de 5.564 ha, de las cuales 920 son medio marino. Lo magnífico de su paisaje, la significación del mismo, sus peligros para su conservación han generado una amplia bibliografía y atención por parte de los viajeros e investigadores. Veamos unos párrafos del Manifest sobre la bellesa de la Serra Gelada: "Els signants del present Manifest ens declarem admiradors entusiastes de la gran intensitat espiritual que posseïx l'esplèndida bellesa natural de la Serra Gelada, paratge únic, i quasi desconegut de Benidorm, Altea i l'Alfàs del Pi, a la Marina Baixa. Davant la immensitat del paisatge i de la importància de la seua flora i fauna, hem decidit posar al seu servici tot el nostre amor i la nostra energía, i és per això que hem decidit dedicar-li un gran Homenatge Interdisciplinar de les Arts i les Ciències. La música, la paraula, la pintura, el periodisme, la geografía, l'ecologia, hi estarán presents" (Mediterrània: Homenatge a la bellesa de la Serra Gelada coneguda també com les Penyes de l'Albir, 2003: 19) La Serra Gelada se encuentra rodeada de espacios turísticos de primera magnitud, y de ahí vienen sus aspectos positivos (su aprovechamiento) y sus peligros (una excesiva presión antrópica). Es por ello que habría que evitar la proliferación y extensión de urbanizaciones, así como la no instalación de equipamientos y/o servicios, la no obertura de caminos. El magnífico hito de la Serra es, pues, un ecosistema, un paisaje extraordinariamente sensible y a tratar de forma exquisita por las autoridades en cuanto a su protección, y por los visitantes en su disfrute. La zona ha tenido su aprovechamiento desde la Prehistoria, pues se han encontrado diversos yacimientos y restos de actividades pesqueras desde el Neolítico. Siendo esta zona lugar de paso de los pueblos colonizadores mediterráneos, y punto de intercambio de productos. La zona tiene numerosos yacimientos, en gran parte desaparecidos bajo las construcciones contemporáneas. En el entorno, se pueden observar diversas torres de vigía para la protección contra la piratería, que tratamos en otro lugar de este libro, torres como las de Seguró, la Bombarda, la de l'Aguilló en el Tossal de la cala de Benidorm y la del Xarco en la Vila. Podemos admirar los acantilados y las diversas fracturas, como las fallas de la Punta de l'Escaleta y la Punta de l'Albir. Cuevas como la de la Boca de la Ballena. La continuación bajo el mar de la sierra y su nueva emergencia sobre las aguas del islote de Benidorm. Pero el lugar también es magnífica atalaya para admirar el entorno terrestre: el Puig Campana, Aitana y Bérnia. Volvamos a la voz de Gabriel Miró: "Montes con las espaldas distendidas y nerviosas, montes delgados, perpendiculares, en asunciones tranquilas, siempre hilando en vellón de la claridad virgen. Puig Campana es la sierra cincelada para Benidorm, y todavía quedó enmendada la obra rebanándose el filo en una hendidura de bordes siempre tiernos. En la costa tiene Benidorm la Sierra Helada. De mañana, de tarde, de noche, siempre de color de luna " (Miró, 1970 , pp. 63-64) (https://www.levante-emv.com/a-mi-aire/2018/07/20/serra-gelada-montanas-rompen-mar/1746652.html).
CÓMO LLEGAR:Por la AP-7 hacia Benidorm, salida en la nº 65 BENIDORM (LEVANTE) CALLOSA D’ENSARRIÁ, enlazar con la N-332 y por la izquierda continuar hasta la Playa de l’Albir. Al ser una ruta corta hemos preferido aparcar cerca de la playa para luego darnos un baño. Apenas llega a un km del Parque Natural.
COMPONENTES:VICENTE, CAROL Y SUSI.
ITINERARIO:PARC NATURAL / OTERO / ALT DEL GOVERNADOR / MIRADOR DEL FAR /  PARC NATURAL / A LA CALA DE LA MINA /  FAR DE L’ALBIR / PARC NATURAL.


LA RUTA:La primera parte de la ruta la hacemos Carol y yo, al regreso se unirá Susi para hacer el recorrido al Far de l’Albir. Iniciamos desde el aparcamiento, pasando por el bonito Punto de Información del Parc Natural.


Hace un bonito día despejado y algo brumoso por la humedad. Enseguida tomamos el desvío balizado de la derecha hacia el Alt del Governador, luego viene otro cruce más con paletas informativas, es un enlace con el Camí Vell del Far.


El sendero muy bien delimitado, se encrespa entre la cuidada pineda de la cara norte de Serra Gelada. La altura ganada nos comienza a dar preciosas panorámicas al mar con Altea, y el Bérnia, en el otro lado, Benidorm y sus rascacielos.


Es una fuerte subida en un corto tramo aliviada por rampas y lazadas bajo la protectora sombra de los pinos. En los cambios de rasante y pequeños llanos tomamos aliento contemplando ahora al Puig Campana, Ponoig, y monte Cabal.


A medida que subimos crece la amplitud de las vistas, en el mar abarcamos toda la bahía desde l’Albir al Morro de Toix, con el puerto de altea y multitud de escondidas calas, y en las montañas el paisaje llega de Finestrat a Callosa.


En el último tramo se acentúa el desnivel con rampas más cortas y empinadas, pero ya tenemos muy cerca el complejo de antenas y artilugios de comunicación. Nuevas miradas al mar y al Bérnia, y al oeste Benidorm y la costa hasta el cabo de Santa Pola.











Alcanzamos unas barandas de madera y la carretera de servicio, que cruzamos, para continuar por la loma, con inigualables vistas al mar, las crestas de Serra Gelada, y las inevitables antenas que afean la cumbre.


Alt del Governador (438 m.) el vértice geodésico se encuentra junto a la valla que encierra las antenas, al borde del acantilado. Las panorámicas al mar de este a oeste, lo inundan todo. Por la posición del sol resulta difícil hacer una foto juntos.


Por el borde del acantilado y pegados a la valla metálica pasamos al otro lado para posicionarnos sobre unas rocas en un bonito mirador al Far de l’Albir, recordando una espectacular subida que hicimos desde el faro bordeando los acantilados.

Retornamos al vértice y a la carretera de servicio, deshaciendo camino por el mismo sendero de subida, concluyendo una bajada ágil y rápida hasta el Punto de Información del parque donde nos espera Susi para la segunda parte de la ruta.

Comienza el remozado Camí Vell del Far, que nada tiene que ver con la tortuosa senda que desde su construcción en 1863 subían los fareros. Han renovado todas las señales y carteles, y abundan las peanas informativas con datos del parque.

Por la derecha dejamos atrás la primera subida al Alt del Governador por el PR. El cuidado piso de cemento permite un tránsito concurrido por paseantes, runners y algunos ciclistas. También tiene buen acceso para minusválidos.


Una juguetona ardilla nos viene a saludar antes de llegar al primer mirador. Las vistas ahora son menos aéreas y más cercanas pero igual de bellas. Al haber realizado el recorrido otras veces no entramos a todos los miradores.


En el segundo mirador, algo más elevado, las panorámicas se amplían para gratitud de nuestros sentidos, mostrándonos toda la bahía desde l’Albir hasta el puerto de Altea, así como, las instalaciones de una piscifactoría en pleno mar.


Pasamos un corto túnel excavado en la sierra y salimos a la solana con miradas mucho más abiertas a la parte rocosa de l’Albir y a Altea. También ponemos nuestros ojos en el faro coronando el peñascoso montículo donde está situado.


El camino serpentea tomando un poco de altura y hacer en suave descenso un ancho recodo para evitar una barranquera que termina en la recogida Cala de la Mina, donde hay fondeadas varias embarcaciones. Obviamos el sendero que baja a la cala.


El Faro se va acercando, y en otro recodo, pasamos por debajo de la Cova Boca de la Balena, en forma de semicírculo pero con poca profundidad, hay marcada con mojones una sendita para llegar a ella, que también reusamos.

Poco después un poste informativo nos indica el sendero de bajada a la antigua mina de ocre rojo. Las primeras extracciones fueron realizadas por los fenicios, labor que continuaron posteriormente los romanos. No descendemos.


Sin llegar a subir al tercer mirador comprobamos la tremenda verticalidad de los acantilados, viendo entre las crestas la incipiente traza de una senda que se inicia entre las primeras lomas y llega al Alt del Governador.


Accedemos al recinto del faro con impresionantes vistas a los acantilados y al Alt del Governador. Rodeamos el Centro de Interpretación del Far de l’Albir,ubicado dentro de las antiguas instalaciones del faro.












En el exterior las miradas vuelven a ser grandiosas a los acantilados y a la piscifactoría frente al Penyal de Ifach. Estas aguas acogen a una de las escasas poblaciones de delfín Mular (Turciops truncatus) de la península Ibérica.

La Torre Bombarda recibe su nombre de una pieza de artillería, la bombarda. La torre fue destruida durante la guerra de la Independencia (1808-1814) los restos que se pueden ver son el basamento de mampostería maciza.

Emprendemos el regreso por el mismo camino. Buscando en el paisaje diferentes perspectivas. Antes de llegar al túnel tenemos nuevas miradas al puerto pesquero de Altea, donde distinguimos en lo alto, la cúpula de su bonita iglesia.

Desde la entrada el parque llegamos a nuestro aparcamiento para cambiarnos y darnos un agradable baño. Al ser una playa de bolos, es importante traer sandalias de agua o escarpines. Comida relajada en Único Restaurant & Wine Bar.
RECORRIDO:LINEAL IDA Y VUELTA.
AGUA POTABLE EN RUTA:NO.
DISTANCIA:9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:03:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA:438 M. (Alt del Governador)
ALTURA MÍNIMA:42 M. (Inicio)
DESNIVEL POSITIVO:466 M.
DESNIVEL NEGATIVO:478 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

LA CASAMATA DEL GURUGÚ, EL CERRO ROLDÁN, EL PUNTAL DEL MOCO Y EL PORTÚS.

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La Batería antiaérea de Roldán está emplazada en la cima del Monte Roldán, con una cota de 485 metros sobre el nivel del mar.  Para la subida existe una carretera de piedra machacada, de fuertes pendientes y cerradas curvas. El camino parte de Zona  la Militar de Algameca, aunque existen sendas que llegan a la cumbre partiendo de las laderas del Este de dicho monte. Proyectadas y artilladas durante la Dictadura de Primo de Rivera y la II República, para dar cobertura antiaérea  a las nuevas baterías de costa Vickers de 15,24 y38,1. Cada una de estas unidades estaban artilladas con 4 cañones Vickers de 105/45 modelo 1923 antiaéreos, con montaje de candelero, con un sector de tiro horizontal de 360º, montados a barbeta, con un alcance horizontal de 13.400 metros y un techo máximo de 7.000 metros, con espoleta a tiempos de 22". Contaban con Dirección de Tiro tipo Vickers. Estaban montadas sobre edificaciones enterradas, que le servían de repuestos y depósitos de municiones. Las cuatro primeras baterías (Atalayón, Roldán, Conejo y Cabo Negrete) se artillaron antes del año 1935 pensando solo en la defensa antiaérea de las baterías de costa. Pero al finalizar dicho año se artillan las dos restantes, cuando en el citado año se pensó en la ampliación de dicha defensa antiaérea, para proteger la Base Naval y la Ciudad. El hecho de haber sido montadas en tiempos distintos, en una época en que la aviación estaba en plena evolución, modificó, sustancialmente, la forma del despliegue de los cañones antiaéreos. Las baterías montadas antes de 1.935, lo hacían de forma análoga a las baterías de costa Vickers de 15,24. En el segundo caso, ya no se colocan las piezas en línea paralela a la costa sino en los vértices de un trapecio imaginario, para reaccionar contra los aviones procedentes de todas las direcciones, y no solo los procedentes del mar. Quedó fuera de servicio y posteriormente desartillada en el año 1965. Esta fortificación tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), de acuerdo con la adicional segunda de la vigente Ley de Patrimonio Histórico.
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección TORREVIEJA-CARTAGENA, continuar por la Carretera de Tentegorra, girar a la derecha por Avenida del Portús. Dejar el coche en el parking junto a los depósitos del Taibilla.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: INICIO / SENDERO IZQ. / ALAMBRADA / ATAJAR DCHA. / CASAMATA / BATERÍA DE ROLDÁN / CERRO ROLDÁN / SENDA / COLLADO ROLDÁN / CUEVA / COLLADO DEL MOCO / PUNTAL DEL MOCO / PUNTA DEL MOCO / PLAYA DEL PORTÚS / CALA DE LA LOSA / RAMBLA DEL PORTÚS / SENDA IZQ. / MORRA DEL PINO / FINAL.


LA RUTA: Volvemos de nuevo al cerro Roldán con variantes en la subida y bajada, ampliando el recorrido circular hasta el Puntal del Moco y la playa del Portús. Es nuestra primera ruta oficial después del parón del verano.

Iniciamos desde el parking, muy concurrido a estas horas y siguiendo las marcas del GR-92 que recorre el litoral cartagenero de punta a punta. Entramos en una zona de pinar cruzándonos con mucha gente en ambos sentidos: caminantes, senderistas y corredores.

Poco después, en unos seiscientos metros, dejaremos el camino por la izquierda, por una incipiente senda que nos acerca a una valla metálica. Entramos en un pequeño y frondoso pinar escalonado con muretes de piedra que tenemos que ir superando.


En la parte alta, entre los pinos, tenemos vistas en 3D de diversas siluetas montañosas entre ellas la del Monte de San Julián. Comienza un suave descenso pegados a otra valla metálica que nos acompaña hasta el fondo del barranco.


El sendero cruza el cauce y empieza a remontar por la ladera, dándonos vistas lejanas a Cartagena y más próximas al cerro Roldán con sus dos espectaculares cimas. La subida se hace exigente y prolongada.


En los descansillos vemos la cercanía de los muros de piedra que soportan el ancho  camino de servicio que viene desde la Algameca; que con fuerte pendiente y prolongadas lazadas recorre de parte a parte la cara sur de la montaña. 


Una vez alcanzado el camino tenemos miradas al puerto de Cartagena y a la Algameca. Con el fin de evitar una lazada del camino, por la derecha subimos sin senda por la ladera atajando hasta la siguiente curva.


Ahora no queda más remedio que armarnos de paciencia y seguir subiendo por el monótono trazado del camino que con sus largas lazadas rasga la ladera del monte, al tiempo que se amplían las vistas al mar y al interior.


Lo más positivo es que con la altura las miradas crecen y aparecen nuevos elementos en el paisaje, y en el recortado litoral vemos flotando la solitaria isla de las Palomas, mientras se va deshilachando la bruma.


Poco a poco llegamos a la parte alta y nos salimos del camino para subir a la cima del monte Gurugú que veíamos desde el barranco, en la cumbre queda una casamata mimetizada  exteriormente con piedras de la montaña.


Su estado de conservación es bueno y su interior muy limpio. Tiene tres ventanucos rectangulares por los que abrían fuego antiaéreo. Retornamos al camino principal pero antes de entrar a la batería subimos a la loma de la izquierda.


Sin sendero al principio, avanzamos por la loma asomándonos al precipicio. Las vistas vuelven a maravillarnos desde la isla de las Palomas hasta Cabo Tiñoso, una recortada y amurallada costa montañosa.


Lomeamos pasando por otras casamata con miradas a la ensenada cartagenera hasta entrar en las instalaciones militares donde estuvo artillada hasta 1965 la batería antiaérea de Roldán, y solo quedan sus muros.


Bajamos a los puestos de mando con su arquitectura inspirada en líneas vanguardistas nos recuerda a las obras Gaudilianas y constituye una de las edificaciones más singulares de las construidas para la defensa de la Base Naval de Cartagena.


Nos paseamos por los restos de las instalaciones, y por la derecha vamos al punto geodésico del Cerro Roldán (470 m.) según el mapa de la zona, pero las instalaciones donde estaban artilladas las baterías se sitúan en un punto más elevado, a 494 m. 


Desde los restos de una antigua garita tenemos nuevas miradas a la Algameca y a unos pasos el vértice geodésico de Roldán (470 m.) donde se amplían hasta el campo, la ciudad y  la Base Naval de Cartagena.


A unos metros más abajo hay otra casamata en perfecto estado, desde sus ventanucos comprobamos la perfecta visibilidad para repeler los ataques aéreos desde una posición resguardada y de difícil detección.


Desde la casamata comienza un incipiente y vertical descenso por un sendero poco estable que nos bajará hasta el collado. A medio recorrido se torna más firme y nos permite contemplar bellas panorámicas al mar.


Collado Roldán (308 m.), encrucijada de senderos donde podemos contemplar esta bella marina mediterránea. Debemos continuar de frente, por el GR-92 en dirección al Cabezo de la Estrella (418 m.).


Empieza un precioso recorrido a media altura, que surca las rocosas laderas de las erosionadas montañas rojizas con poca vegetación y multitud de cárcavas y oquedades que le dan un aspecto salvaje y agresivo.


A medio camino, mirando hacia atrás vemos la mole del cerro Roldán que dejamos en la distancia, y por delante, la elevación del Puntal del Moco, por donde asoma metiéndose en el mar, el cabo Tiñoso.


Alcanzamos el collado del Moco. Dejamos el GR-92 que sigue por la derecha y tomamos el inclinado sendero que sube a la cima. La altura nos confiere importantes miradas al cabezo de la Estrella y al Portús.


Puntal del Moco (389 m.) un reducido espacio pedregoso nos ofrece espectaculares vistas al Portús y a la cala de la Losa, y a la gran ensenada hasta el cabo Tiñoso por el oeste, por el otro lado, la menos vistosa y agreste costa.


La bajada hay que hacerla por la arista, evitando las ramblas demasiado verticales. Tiene algunos mojones pero es terreno muy inestable con mucha pendiente, a cambio las vistas son extraordinarias. Pasamos junto a la cueva del senderista.


Poco después al otro lado de la arista, veremos la cueva Vistalegre, haciendo referencia al paisaje que por otro lado se las trae, haciendo una bajada con precaución y muy contenida. El bello rincón merece el esfuerzo.


Tenemos que ir girando a la izquierda para llegar a la playa que desconocíamos que era nudista, por lo que caminamos por las instalaciones de camping, que también lo es. Hacemos una transición rápida para no molestar.

De todas maneras en el sendero de bajada hasta la playa nada indica su condición, por lo que nos sentimos ajenos a las molestias. Enlazamos con la rambla del Portús donde hay algunos coches aparcados y seguimos por su interior.

El tránsito por la rambla del Portús resulta monótono por su piso de aluvión y secas laderas con motas de cañaveral. Al ser un tramo plano con poco desnivel ascendente avanzamos con rapidez hasta salir de la rambla.

Más tarde por camino de tierra y de nuevo con vistas al Roldán, tomamos un sendero a la izquierda evitando la subida a la Morra del Pino, para poco a poco rodeando la ladera entrar en la urbanización y cerrar la ruta.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 14,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:40 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 494 M. (Cerro Roldán)
ALTURA MÍNIMA: 0 M. (Nivel del mar el El Portús)
DESNIVEL POSITIVO: 766 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 763 M.
DIFICULTAD: ALTA.

LA SIERRA DE SANTA ANA

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En pleno corazón de la sierra, en la umbría del Picacho, y junto al manantial de la Fuente de la Jarra, la Orden Franciscana eligió este singular paisaje para edificar el convento a finales del siglo XVI. Hay visitas guiadas para grupos. Al museo se puede acceder todo el año atendiendo al horario, pues también se realizan ejercicios espirituales. De las diversas estancias del convento destacan especialmente la Ermita, la Biblioteca, el Museo, el huerto y las ermitas. El convento ha acogido históricamente entre sus muros a franciscanos ilustres (San Pascual Bailón, el padre Salmerón, el beato Andrés Ibernón, el padre Juan Mancebón) y a importantes literatos (José Martínez Ruiz Azorín, José Luis Castillo Puche) que dedicaron a este convento algunos de sus textos. En sus dependencias, el Convento de Santa Ana atesora un importante, antiguo y valioso legado cultural histórico y artístico que los frailes han ido acumulando y conservando a través de los siglos gracias a donaciones y limosnas: pinturas, esculturas, manuscritos, piezas arqueológicas, fósiles y objetos de artesanía. Destacan las imágenes del Cristo Amarrado a la Columna (esculpida por Francisco Salzillo en el XVIII), el Cristo de la Reja (escultura de gran tamaño fechada a finales del XVI) y la Abuelica Santa Ana. De todas las pinturas que decoran el convento, destacan dos tablitas atribuidas al maestro del Renacimiento Juan de Juanes (siglo XVI). Hasta doce yacimientos arqueológicos se han catalogado en la Sierra de Santa Ana, abarcando desde las culturas argáricas hasta la hispano-romana. De todos ellos destaca el yacimiento de "Coimbra del Barranco Ancho", declarado Bien de Interés Cultural, y que se localiza muy próximo a la Fuente de la Jarra.La Sierra de Santa Ana acoge una extensa masa forestal de Pino de Alepo (Pinus halepensis) y una buena representación del matorral típico mediterráneo del sureste español. Podemos visitar diversos árboles singulares, como los notables pinos situados al amparo de los manantiales de la Fuente de la Jarra y del manantial de la Buitrera, los espigados cipreses del Convento, y el vetusto "Madroño de San Pascual", situado en el huerto del Convento y que al parecer fue plantado a finales del siglo XVI. Otro valor ambiental de gran interés es la fauna silvestre de carácter rupícola y forestal de la sierra. Entre las numerosas especies que podemos contemplar destacan el Águila Real, Halcón Peregrino, Águila Culebrera, y en la época de migraciones el Buitre Leonado. Hasta mediados del siglo XX existió una pareja de Quebrantahuesos, uno de cuyos ejemplares se conserva naturalizado en el museo del convento.
CÓMO LLEGAR: Por la autovía A-31 dirección Elda, salida nº 207 ELDA SUR/MONOVAR, continuar por CV-83 hasta Pinoso, en rotonda tomar dirección Jumilla por la RM-427 hasta Casas del Puerto, continuar por la N-344 hasta la salida nº 67 hacia Jumilla, girar a la izquierda hacia el Polígono Sectorizado S para gira más tarde a la derecha, seguir hasta enlazar con la carretera a Santa Ana por la izquierda hasta aparca en un solar en la Urbanización El Roalico.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: URB. EL ROALICO / DEJAR ASFALTO / LAS 3 CAPILLAS / FUENTE DEL PARKING / CONVENTO DE SANTA ANA / FUENTE DE LA JARRA / SENDA BOTÁNICA / COLLADO DEL PEPU / TRES CRUCES, DCHA. /COLLADO / CENAJO DE LA CRUZ / CRUZ / VG DE SANTA ANA / DCHA. POR LA LOMA / DCHA. SIN SENDA / CAMPO A TRAVÉS / ENLACE CAMINO / FUENTE RINCÓN DE SANTA ANA / CUEVA MANANTIAL / COLLADO /  COIMBRA DE LA BUITRERA / ENLACE CON EL GR-251 / IZQ. DEJAR CAMINO / FUENTE Y CHARCA DE LA BUITRERA / FUENTE INFERIOR DE LA BUITRERA / GIRO DCHA, / CASAS CUEVA / CASA / SENDERO DEL BARRANCO / CASA / FUENTE DE LAS RAMBLETAS / COLLADO PERDIDO, IZQ. / CRESTA / PICO DEL MAESTRE / SEGUIR HITOS / COIMBRA DEL BARRANCO ANCHO / YACIMIENTO ÍBERO / COLLADO / IZQDA. / URB. EL ROALICO.
LA RUTA: Hoy nos vamos a Jumilla para hacer nuestra primera incursión por la sierra de Santa Ana, con un precioso y cuidado entorno junto al convento franciscano, donde han sido halladas más de doce excavaciones arqueológicas.

Iniciamos desde la urbanización El Roalico tomando el camino asfaltado de Santa Ana para dejarlo después por un sendero paralelo que nos ofrece una impresionante vista al Cenajo de la Cruz, conocido como el Picacho por los lugareños.

El sendero entra en un bosquete de pinos donde también tenemos una imagen brumosa de la otra cima d hoy, el Pico de Santa Ana y mayor altura de la sierra del mismo nombre. Alcanzamos tres hornacinas conocidas como la Capilla.

Avanzamos en dirección al convento con las portentosas vistas al frente de los dos picos que sobresalen sobre el mando de pinar. Dejamos atrás una cruz de madera y entramos la Fuente del Parking, donde hay paneles informativos de las rutas.

Ahora sobre asfalto giramos a la derecha, recorrido marcado por el Sendero Botánico SL-MU 17 y el GR-251 Camino de la Vera Cruz los cuales utilizaremos en varios tramos de nuestro recorrido. Llegamos al Convento de Santa Ana.

Fundado sobre una pequeña ermita construida  a mediados del s. XV, bajo la advocación de Santa Ana. Su interior está plagado de imágenes y rincones milagreros, como el Cristo de la Reja, que desclavó su mano derecha y dio tres veces la bendición a la comunidad.

También el Cristo de la Sangre, que la derramó de su costado al Padre Mancebón. En 1613 el marqués de Villena, envió desde Italia 236 reliquias al Convento, convirtiéndose en el tercero de España con mayor número de ellas autentificadas.

Salimos del recinto y por la derecha seguimos junto a los muros del Convento, que por su ladera discurre el Sendero Botánico con un enorme ejemplar de pino y diversas siluetas metálicas de pequeños felinos hasta la Fuente de la Jarra.

Por su izquierda subiendo unos escalones de piedra nos situamos en la ladera de la sierra y el inicio de los senderos propiamente dicho, aunque unas decenas de metros después se separan. Nosotros seguiremos a la izquierda, por el Sendero Botánico.

Comienza un precioso recorrido por el Sendero Local con un buen trazado y piso firme que nos eleva por la ladera de la sierra, abriéndose paso entre el denso pinar, que después de las lluvias torrenciales ha quedado limpio y reluciente.

Ganamos altura y entre las copas de los pinos empezamos a tener buenas vistas laterales al Pico del Maestre (816 m.) que vamos dejando atrás, y por delante el emblemático Cenajo de la Cruz, la cual comienza a ser visible.

Alcanzada la altitud media de la ladera, comenzamos a rodear la sierra sin dejar de subir con moderación, dándonos amplitud de visión al reducido valle, donde entre la pineda destaca el edificio del Convento.

Pasamos por una curiosa y diminuta pileta excavada en la roca que sirve de abrevadero para animales. Dejamos de ver la cruz y aparece en escena el Pico de Santa Ana, la mayor altitud de esta sierra coronada por un nido de antenas.

El sendero se encrespa con rampas cortas hasta alcanzar un mirador con una peana informativa a pocos metros de una vieja tabla de madera donde todavía se puede leer Collado del Pepu. Con buenas vistas al frontal del Pico d de Santa Ana.

Desde el collado la senda sobre mampostería desciendo un poco entre el apretado bosque para volver a remontar, pasando a la vertiente que separa los dos picos. Junto a unas rocas hay tres cruces pequeñas, donde el sendero parece terminar.

No sabemos que significan las tres cruces pero tras unas dudas, encontramos el sendero que sigue por la derecha hacia arriba. Aceleramos la subida que termina en un rellano, es el Collado que separa la dos cumbres.

Estamos a la misma distancia de ambas cimas que distinguimos perfectamente y decidimos subir primero a la cruz puesto que la ruta continua bajando por el otro pico. La subida es sencilla hasta la cumbre.

Unas rocas marcan el punto más elevado Cenajo de la Cruz (937 m.) A pocos metros hay un pequeño espolón con la cruz de hierro. Para llegar hay que hacer un destrepe bastante aéreo que se las trae, y que decidimos no realizar.

Regresamos hasta el collado y atacamos la subida a la otra cima que a medio camino nos ofrece vistas preciosas al Cenajo de la Cruz y a Jumilla metida entre la bruma. Alcanzamos la carretera de servicio que nos pasa por delante de las antenas.

Poco más adelante ya vemos la garita forestal y el vértice geodésico. Pico de Santa Ana (967 m.) Tenemos brumosas vistas al Carche, sierra del Sopalmo, y la sierra Larga, todas ellas unidas por el altiplano jumillano.

Charlamos un poco con el guarda y emprendemos la bajada por la carretera de servicio que dejaremos poco después para caminar por la loma de la derecha que va descendiendo paralelamente sin obstáculo alguno.

Más adelante volvemos a la carretera unos cientos de metros para en una curva comenzar a descender sin senda campo a través, intentando minimizar la pendiente y esquivando un farallón a la izquierda hasta conectar con un camino.

Proseguimos por la derecha, cerca de unos bancales de viña sin vendimiar con vistas a la Coimbra de la Buitrera. Un sendero nos conduce hasta la fuente del Rincón de Santa Ana, un pozo del que apenas mana un poco de agua.

Llegamos a un pequeña cueva a la izquierda sin balizar, se trata de un manantial donde se filtra el agua. Una inestable tabla nos permite adentrarnos un poco. Quizás este brote de agua esté comunicado con el pozo de Rincón de Santa Ana.

Seguimos subiendo hasta alcanzar un diminuto collado (740 m.) y en la bajada comenzamos a rodear la preciosa muela de la Coimbra de la Buitrera (825 m.), entrando en un espacio de frontales rocosos y desgastados salpicados de pinar.

A los pies de la Coimbra de la Buitrera enlazamos en un corto tramo pista con el GR-251 de nuevo.  Lo dejamos por la izquierda alejándonos de las rocosas muelas hasta llegar a un espacio acotado con barandas de madera.

Fuente superior de la Buitrera. En un frontal tapiado de piedra hay un grifo de los de pulsador para no desperdiciar el agua. A su lado cercada con tapia de madera está la pequeña charca artificial de la Buitrera, para el fomento de anfibios.

Por la izquierda descendemos por camino hasta una explanada llana donde está la fuente inferior de la Buitrera y estrecho canalón, con grandes miradas a las muelas que componen la Coimbra de la Buitrera y sus verdes laderas de pinar.

Seguimos por otro camino a la derecha durante un tramo para dejar el camino también por la derecha, por otro menos transitado que se va convirtiendo en sendero que transita por delante de unas casas cueva.

El sendero se adentra en un pequeño barranco por el que caminamos en suave ascenso cerca de su cauce seco. En la parte alta hay una extraña roca con un pivote puntiagudo, y en la otra ladera vemos los cuadrados frontales rocosos.

La última parte son terrazas abancaladas que el sendero esquiva para llegar a una gran casa con la bóveda del horno exterior y a su lado un frondoso vergel de pinos, palmeras olmos  y enmarañada vegetación.

Buscamos el mejor paso entre la fronda hasta descubrir a una balsa vallada donde vierte sus frescas aguas la Fuente de las Rambletas que ha dado lugar a este pequeño oasis. Retornamos a la casa y al camino.

Marchamos con moderado desnivel para alcanzar un cruce de caminos importante. Es el llamado Collado Perdido (745 m.) donde cruza la carretera que viene del Convento, y que de seguirla cerraríamos la ruta pronto.

Pero nosotros optamos por otra variante  más montañera. Situados en el collado debemos de comenzar a subir la ladera de la sierra por la izquierda. Al principio la senda es perdedora pero se va reafirmando poco a poco.

Enseguida nos elevamos y las vistas se ensanchan hasta la mole del Pico del Maestre al cual nos dirigimos. Alcanzada la cresta el sendero transita por el cordal de la sierra sin dificultad, reforzado con mojones que nos van guiando. 

El tranquilo caminar nos permite vislumbrar con todo detalle el pequeño valle repoblado de pineda con un verde intenso. Volvemos a tener miradas al Convento ahora desde la otra vertiente, y a los pies de las dos cumbres que hemos pateado esta mañana.

Damos las últimas miradas entre las ventanas que forman algunas rocas y comenzamos a descender lateralmente hasta media ladera del Pico del Maestre. Podemos distinguir un estrecho hilo de sendero que la recorre.

Pronto se reafirma y su trazado es fácil de seguir, estrecho pero firme, que surca la ladera justo por debajo de los roquedos con algunas ondulaciones propias del terrenos y atravesando todo un mar de matas de esparto.

La parte alta de una loma donde se encuentra el yacimiento ibérico de Cimbra del Barranco Ancho, integrado por un poblado, tres necrópolis y un santuario, con una cronología de ocupación de finales del s. V a.C. hasta el II s .a.C.

El poblado fue destruido en el 190 a.C. por orden de los romanos, conserva el urbanismo con viviendas aterrazadas de planta rectangular. En su santuario se daría culto a una divinidad indígena diosa de la naturaleza, fecundidad y la agricultura.

El descenso no llevará hasta un pequeño collado del que descenderemos por una bonita senda que conecta por la izquierda con el camino que nos lleva hasta la urbanización El Roalico donde cerramos esta preciosa ruta. 
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 16 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 967 M. (Pico Santa Ana)
ALTURA MÍNIMA: 546 M. (Al inicio, urb. El Roalico)
DESNIVEL POSITIVO: 816 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 814 M.
DIFICULTAD: ALTA. 

EL MORRÓN DE ALHAMA POR LAS ESCALERILLAS Y REGRESO POR EL VALLE DE LEYVA.

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En la España musulmana ya se conocía el macizo de Aspuña que emergía de las vegas del Guadalentin como un primer punto de referencia. Con el aumento progresivo de asentamientos humanos y la diversificación de sus tareas, la inaccesibilidad de esta sierra dejó de ser un hecho. Junto con actividades como la gestión de los Pozos de la Nieve (desde principios del siglo XVI hasta la aparición de la primera fábrica de hielo en Lorca a principios del siglo XX), se realizaban otros tipos de actividades como el pastoreo y la tala masiva de árboles para la producción de carbón, construcción de barcos y minería, que convirtieron a Sierra Espuña en un paraje desarbolado al borde el desierto. A finales del siglo XIX, el ingeniero de montes D. Ricardo Codorníu, emprendió las labores de refoestación de cerca de 5000 has. de monte. el esfuerzo personal de este cartagenero se convirtió en una lucha de años. El resultado es el paisaje actual, donde abundan los pinos de repoblación junto a frescos y estrechos barrancos donde crecen madreselvas, fresnos, cauces y algún olmo. Hoy, Sierra Espuña es, en el ámbito europeo, un modelo de restauración hidrológico-forestal. El uso de esta sierra por parte del hombre, durante el siglo XX, ha sido intenso, pudiéndose encontrar gran número de cortijos, caseríos y poblados (El Berro, Gebas, El Purgatorio, Casas Nuevas), un antiguo hospital para el tratamiento de la tuberculosis, instalaciones militares en el Morrón o antiguas casas de labranza. La agricultura tradicional de secano, en el Paisaje Protegido de los Barrancos de Gebas, sigue siendo una actividad principal para los habitantes de dicha pedanía, y dentro del Parque, la agricultura se reduce a pequeños enclaves, en general, que se encuentran en el interior de la sierra. En el Centro Ricardo Codorníu, los visitantes pueden encontrar material divulgativo y de información general, o visitar su exposición. Los amantes del senderismo disponen de una red de caminos forestales y sendas que se encuentran cerrados al paso de vehículos. Entre los múltiples puntos de interés dentro del Parque se pueden visitar: los Pozos de la Nieve, la Ermita de la Santa, las Áreas Recreativas del Hilo y la Perdiz, el Valle de Leyva y la Casa Forestal de la Carrasca.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-7 hasta Murcia, salida nº 138 y continuar por la E-15 ALMERÍA/GRANADA, salida nº 631 ALHAMA DE MURCIA/PLIEGO, cruzar las rotondas hasta la indicación de SIERRA ESPUÑA, atravesar el pueblo y por la C-3315 dirección El Berro durante 4 km. Girar a la izquierda por la carretera de montaña a Sierra Espuña y EVA 13. Dejar atrás el Centro de Visitantes, la Fuente del Hilo, el Puente del Aire, y girar a la derecha hacia la Casa Forestal La Perdiz. Aparcar.
COMPONENTES: VICENTE, CAROL, ANA Y SANTI.
ITINERARIO: LA PERDIZ / IZQUIERDA / CORTAFUENGOS / MUROS DE LA SENDA / SENDA DE MAMPOSTERÍA / PAREDES DEL LEYVA / LAS ESCALERILLAS (CARACOL) / IZQUIERDA TREPADA / MORRÓN CHICO / IZQUIERDA / IZQUIERDA / DCHA. PR- / COLLADO BLANCO / SENDA DCHA. / PISTA / PR-MU 57 VALLE DEL LEYVA / CRUCE SENDEERO DEL BERRO / DCHA. SENDA DINOSAURIO / PUENTE COLGANTE / LA PEREDIZ.

LA RUTA: Primeros días de otoño pero todavía nos queda la calima del verano. Precioso día para estrenarse Carol en sierra Espuña. Haremos la ruta más clásica subiendo al Morrón Chico por las Escalerillas regresando por el valle del Leyva.

Iniciamos desde La Perdiz, el aparcamiento está repleto y un numeroso grupo nos precede. Continuamos por las barandas de la Senda del Dinosaurio para en unos trescientos metros dejarla por la izquierda.

Otro sendero ataja con fuerte subida para enlazar con el ancho cortafuegos donde comienza un constante y enérgico desnivel por la loma del Morrón chico, con unas miradas impresionantes a la masa forestal del Parque.

La toma de altura nos hace tener espectaculares vistas al manto verde del pinar, donde distinguimos la La Perdiz a nuestros pies, y el edificio del antiguo Sanatorio Antituberculoso de Murcia; por delante la senda se encrespa recorriendo el despejado cortafuegos.

Es cuestión de tomárselo con calma y sin dejar de avanzar ir contemplando el hermoso paisaje. Vemos la cima de Las Cunas (1.406 m.) y observamos  el trayecto recorrido, asombrados de la repoblación forestal llevada a cabo por el ingeniero Ricardo Codorníu. 

Alcanzamos los destrozados muretes de mampostería y la senda  que en su último tramo por la izquierda, se dirige por la Senda de la Fuente del Piojo al collado Mangueta. De frente por los Dientes de la Vieja llegaríamos al Morrón, pero nosotros seguimos por la derecha, hacia Las Escalerillas. 

Parte de su gran deterioro está causado por mismos senderistas, que intentado atajar para alcanzar la siguiente lazada desmoronan parte de este antiguo trazado. Intentamos respetar el itinerario que en las siguientes rampas va mejorando.

La última parte está mejor conservada y nos regala impresionantes miradas a las paredes de escalada del Leyva hasta el Portillo, con la cueva de las Palomas en el centro, y también con los reflejos del sol el tapizado pinar hasta el brumoso mar.

Esquivamos una barranquera con una cerrada curva y al gira tenemos la maravillosa visión de Las Escalerillas, la Senda del Caracol, que con sus empinados zigzags surcan una vertical ladera encajonada entre dos paredes.

También con evidentes signos de deterioro, mantiene el antiguo trazo de sus rampas que nos permiten superar un gran desnivel con una moderación constante en todas ellas, al tiempo que tomamos resuello y contemplamos el paisaje.

En su parte alta las vistas son todavía más generosas, ampliándose hasta el principio de las paredes del Leyva horadadas por la cueva de Las Palomas, y culminadas por la Morra de Juan Alonso que se eleva a los 1.326 m.

El claro sendero se ciñe al contorno de la sierra, bajando poco para subir más, superando plataformas y girando a la izquierda hasta que ya distinguimos el espolón del Morrón Chico y conectamos con el sendero que viene del Llano de las Tres Carrascas.

Llegados a la base del espolón hacemos unas sencillas trepadas escalonadas y ya tenemos a la vista la los restos de la garita de la cumbre, solo nos queda que recorrer el pedregoso sendero entre sabinas para alcanzarla.

Morrón de Alhama o Morrón Chico (1.444 m.) este es uno de los puntos más emblemáticos de Sierra Espuña y la cima más visitada, aunque hoy no hay nadie. Hacemos las fotos rigor y a la sombra de la garita reponemos fuerzas.

Emprendemos el regreso deshaciendo parte del sendero. Bajamos con precaución  el espolón llegando a hasta el cruce con el sendero de Las Tres Carrascas, pero antes de llegar a la Morra de las Moscas (1.502 m) vamos girando a la derecha.

Caminamos casi paralelos a las paredes del Leyva por sendero con buen trazo y dejando atrás fácilmente el Morrón Chico. Poco antes de enlazar con el PR-MU 57, Carol da un mal paso y se golpea con una roca.

No parece grave pero tenemos que aminorar la marcha. Llegados al Collado Blanco conectamos con la pista del Valle del Leyva. Por la derecha tomamos el sendero paralelo pero desistimos para hacer una marcha más relajada.

Poco a poco hacemos el largo recorrido de la pista sin prisas, dejando atrás por la izquierda el cruce del sendero que va a El Berro por el barranco de las Brujas, y después tomamos el desvío a la derecha por la Senda del Dinosaurio.

Pasamos por divertido Puente Colgante que vadea el barranco y continuamos el sendero que nos deja en el parking, donde cerramos la ruta de presentación de Sierra Espuña en un día muy despejado y de calor moderado.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 14,4 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 5:40 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.444 (Morrón de Alhama)
ALTURA MÍNIMA: 742 M. (
DESNIVEL POSITIVO: 755 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 792 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

CIMAS DE LAS TRES HERMANAS, YACIMIENTOS ÍBEROS Y LA FONT DE LA GOTA.

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Situada en una posición estratégica, controlando un paso de comunicación del sur de la provincia con el Alto Vinalopó, la sierra de las Tres Hermanas se eleva a menos de tres kilómetros de Aspe. Su nombre le viene de las tres cimas alineadas de Norte a Sur que la coronan conformando una curiosa imagen. Puede ser que esta particularidad hiciera a los íberos levantar aquí una de las más interesantes construcciones de esta cultura que podemos hallar en Alicante, probablemente un templo. El yacimiento ocupa las tres cumbres y parte de las laderas. Los restos constructivos conservados son pocos pero importantes, sobretodo el templo ibérico o regía (casa de un gobernante o jefe militar) que se levanta en la lengua de tierra que desde el pico central de la sierra avanza hacia el Este. El espolón donde está la singular estructura se levanta junto al Norte de la finca abandonada. Pasando junto a unos bancales hoy baldíos, y tras superar los cuarenta metros de desnivel que separar la plataforma donde se encuentra el edificio del llano, aparecerá ante nosotros la planta del mismo que nos deja ver perfectamente la disposición de los compartimentos. Se aprecia el vano de la entrada que da a un vestíbulo o pronaos del que salen tres habitaciones paralelas. Tiene más de ochenta metros cuadrados y algunos de sus muros aún se alzan más de medio metro. El edificio es muy parecido al identificado como templo ibérico de la Illeta dels Banyets de El Campello. Por los paralelos encontrados con otros edificios, parece que es un exponente de la interactuación de las influencias mediterráneas con las culturas locales habiendo autores que le han encontrado también paralelos en la lejana Siria. Llama poderosamente la atención la vista de la sierra desde aquí, con las tres cumbres levantándose hacia occidente. No sabemos si esto pudo tener algún significado aunque la hipótesis es sugerente. Quizás algún hombre santo o sabio seguía la puesta de sol por detrás del trio de cimas cada tarde sacando conclusiones místicas que hoy se nos escapan. Otra interpretación que se le da al edificio es que pudo tratarse de una especie de palacio o residencia de un personaje principal del poblado, ya que en su excavación no se encontraron exvotos ni material vinculado al culto, sino pesas de telar, ánforas, cerámica común y restos de armas (un regatón de lanza y un trozo de falcata). De lo que no hay duda es de la relevancia y majestuosidad que los constructores quisieron dar al edificio, no solo por sus características, sino también por su ubicación aislada y preeminente. (Julio Asunción http://arqueologiaalicante.blogspot.com/2011/01/las-tres-hermanas-aspe.html ).
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 dirección Aspe hasta la rotonda del Polígono Industrial Tres Hermanas. Aparcar en la c/. Alcoholera, junto a la gasolinera de BP.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, JUANJO, JUANITO, PELEGRÍN, PACO VERDÚ,  ASENCIO, EL TELE Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO: GASOLINERA / SUBIR IZQ. / SENDA / IZQUIERDA / 1ª HERMANA / 2ª HERMANA / COLLADO / 3ª HERMANA /  YACIMIENTO ÍBERO-1 / YACIMIENTO ÍBERO-2 / YACIMIENTO ÍBERO-3 / YACIMIENTO ÍBERO-4 / CASA NUEVA / DERECHA / IZQUIERDA / DERECHA / BAJAR CAUCE / VADEAR CAUCE / ENLACE PR-CV 315 /  FONT DE LA GOTA / SUBIR, PASO TAPONADO / CAMINO DCHA. / DCHA. BAJAR / POLÍGONO INDUSTRIAL / GASOLINERA. 

LA RUTA: Hoy toca nueva ruta con mis amigos veteranos. Nos vamos a tierras de Aspe a subir a las emblemáticas Tres Hermanas, que con apenas metros de diferencia en altura y silueta, son inseparables en el paisaje.


Iniciamos desde la gasolinera del polígono industrial del mismo nombre tomando una calle a la izquierda en dirección a la ladera de la sierra. Subimos a un terraplén por evitar el asfalto pero el deterioro por las lluvias lo complica un poco.


Tras varias dudas enlazamos con el estrecho sendero de subida que con inclinación moderada nos asciende, dejando atrás las naves industriales. En un rellano tenemos la primera visión de las tres cumbres gemelas.


El sendero se dirige a la primera de ellas en suave ascenso al tiempo que el paisaje comienza a ampliarse, al Oeste por la serra de Crevillent con el Puntal de Matamoros y La Vella, y al Este con el Baix Vinalopó, el Maigmó y el Cabeçó d’Or.


El montículo de la primera de las Hermanas (369 m.) es el más fácil de alcanzar, aunque hay que vigilar las piedras sueltas que conforman este paraje. También es la que menos espacio tiene en su cima, pero sus vistas llegan hasta el mar.


Todas están unidas por pequeños collados por lo que pasar de una a otra es relativamente sencillo. Bajamos por el Oeste, por el cordal de la sierra que las une, estrecho en algunos pasos, para remontar a la nueva cima.


Segunda Hermana (373 m.), con un rellano algo más despejado conserva restos muy deteriorados de un antiguo yacimiento, apenas unas cuantas piedras que formaban un muro. Al igual que en la anterior las vistas lo inundan todo.


Descendemos por el cordal al segundo collado algo más largo que el anterior pero igual de estrecho, fácil de transitar y más encrespado de subir. Las tres se distinguen por su falta de arboleda, tan solo algo de matorral.


Tercera Hermana (376 m.), la ladera se corta y no se puede seguir. Desde su espolón se ensanchan las miradas al barranc de les Monges que luego transitaremos, y al Hondo, con el horizonte en el mar. A nuestros pies la Casa Nueva.


Desde esta posición debemos retroceder hasta el segundo collado, donde bajando una plataforma, se intuye un sendero que bordea la ladera de la segunda Hermana a un mismo nivel y sin altibajos, se trata de llegar a una loma situada a sus pies.


La senda se diluye en algún trecho y con las lluvias es menos estable, por lo que hay que prestar mayor atención y extremar la precaución en los tramos más expuestos de la ladera hasta llegar a las excavaciones.


La situación del yacimiento íbero es extraordinaria bajo las tres cimas, no sabemos si esto pudo tener algún significado aunque la hipótesis es sugerente. Quizás algún hombre santo o sabio seguía la puesta de sol por detrás del trio de cimas cada tarde sacando conclusiones místicas que hoy se nos escapan.


Los restos que se conservan son pocos pero importantes, sobretodo el templo ibérico o regía (casa de un gobernante o jefe militar) que nos deja ver perfectamente la disposición de los compartimentos. Se aprecia el vano de la entrada que da a un vestíbulo o pronaos del que salen tres habitaciones paralelas.


Desde el espolón resulta muy complicado descender a los otros yacimientos, por lo que decidimos retroceder por el mismo lugar pero a un nivel un poco más bajo y en la ladera de la tercera Hermana alcanzar el siguiente.


De tamaño más reducido, pero siempre en sitios prominentes y destacados está el asentamiento, que después de las excavaciones han protegido los muros con telas y paños para evitar su desmoronamiento y saqueo.


El tercer yacimiento está en otra loma muy cercana, para lo que hay que bajar y volver a subir. Quedan menos muros pero algo más altos que en el anterior, también resguardados con telas. Todos tienen la protección de las Tres Hermanas.


Por un lateral y con un visible sendero comenzamos a descender hacia la Casa Nueva, en deterioro avanzado, en su alrededor hay viejas conducciones de agua para regadío, un hermoso pino y alguna palmera.


En sus tiempos debió ser una casa señorial con mucho terreno de cultivo. Decidimos reponer fuerzas en uno de sus muros con espléndidas vistas a la serra de Crevillent. Proseguimos saliendo de la finca por la derecha.


Posteriormente giramos a la izquierda subiendo una pequeña rampa que nos sitúa en un camino que bordea una urbanización de chalets en el Alto de la Bobada, junto al barranc de les Monges y dando las últimas miradas a las Tres Hermanas.


El camino se convierte en sendero que prosigue junto al barranco. Más tarde lo dejamos por la derecha comenzando a descender hacia el cauce del barranco. Las primeras rampas aunque escalonadas tienen un fuerte desnivel.


Una de ellas es muy inclinada y hay que tomar precauciones, luego el sendero se prolonga suavizándose  la bajada hasta alcanzar el cauce, que en esta parte trae un hilo de agua y la vegetación de cañaveral es muy abundante.


Encontramos el mejor paso para vadearlo sin mojarnos y en la otra vertiente hacemos una remontada fuerte para alcanzar el trazado el PR-CV 315 que viene desde Aspe. Giramos a la izquierda por el ramal que va a la fuente.

Font de la Gota. Oculta entre la rocosa pared y rodeada de vegetación de humedal, con mimbres, helechos y musgo. Una teja la canaliza, y hace de caño con un constante gotear suficiente para mantener este pequeño microclima. 

Retornamos por el mismo sendero al ramal principal, ahora en dirección a Aspe. Hay un tramo que se pasa por dentro del cañaveral, pero con la riada está taponado y con agua. Imposible pasar. Subimos por la loma evitando este trecho.

En la parte alta conectamos con un camino de herradura que por la izquierda nos lleva a enlazar con el camino asfaltado que da servicio a las casas de campo. Volvemos a tener una impresionante vista a la mayor de las Hermanas.

Poco después el camino llega a una de las rotondas del polígono y ya por suelo urbano arribamos al aparcamiento, cerrando una ruta muy entretenida por un terreno abrupto y plagado de yacimientos íberos.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (La Font de la Gota)
DISTANCIA: 8,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 365 M. (cumbre 3ª Hermana)
ALTURA MÍNIMA: 196 M. (Vadear cauce del Bco. de las Monjas)
DESNIVEL POSITIVO: 333 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 328 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


LOS CHAPARRALES.

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El Paisaje protegido Serra del Maigmó y del Sit, es un complejo montañoso situada en una región biogeográfica de alto valor, ya que juega un papel importante en la conectividad entre la parte montañosa de sierras diánicas del norte y las sierras del sur de Alicante. Esta característica hace que exista una zona de transición entre dos sectores biogeográficos muy diferenciados el setabense y el alicantino-murciano favoreciendo la existencia de mayor diversidad florística. Factores ambientales como la litología, edafología y climatología hacen que haya una mayor presencia de diferentes tipos de hábitats, por lo que permite una rica existencia de fauna y flora. El tipo de relieve del Paisaje Protegido del Maigmó y del Sit condiciona a que hayan zonas en las que el régimen de precipitación este entre los 350-600 mm/anuales, por lo que corresponde a un ombrotipo seco y a un termotipo mesomediterráneo. Con estas características climáticas hacen del Paisaje Protegido del Maigmó y del Sit estén incluidos en dos subsectores como el subsector Ayorano-Villenense que pertenece al sector setabense y a la provincia corológicas iberolevantina. Y el subsector Alicantino, que pertenece al sector Alicantino-Murciano y a la provincia corológica Murciano-Almeriense. Estas características hacen que este espacio protegido forme un nucleo de vital importancia para los diversos hábitats y especies de flora y fauna. En la actualidad hay 231 tipos de hábitats, 80 en la comunidad valenciana y 15 de ellos  se encuentran en el Paisaje Protegido del Maigmó y del Sit. La vegetación potencial de la mayor parte del territorio que ocupa el Paisaje Protegido de la Serra del Maigmó y Serra del Sit era el Carrascal. Sin embargo, si a las condiciones climáticas actuales le añadimos la continua degradación que ha sufrido la encina (carrasca), árbol que históricamente ha poblado la España seca, nos encontramos con una vegetación pobre y dispersa, aunque muy variada y dominada por especies de hoja perenne. En la actualidad, apenas quedan reductos de lo que antaño fueron grandes bosques de encinas, como las pequeñas agrupaciones que aún se pueden observar en barrancos del Cid, Catí, Maigmó o la zona del Carrascalet, en la sierra de l’Argüenya, lugar mejor conservada.
(https://espacios-naturales.blogspot.com/2014/11/maigmo-y-sit-el-color-de-las.html?spref=fb)
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hasta Petrel, salida nº 205 PETRER (SUR) POLÍGONO IND. SALINETAS. En la rotonda seguir por la derecha, Avinguda de La Molineta hasta la Avinguda dels Chaparrals, aparcar junto a los chalets.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: INICIO / BARRANC DEL DENTISTE / URB. LOMA BADÁ / SENDERO DCHA. / VÍA DE SERVICIO / SENDA DCHA. / CRUZAR BCO. / SENDERO / GRAN RAMPA / ANTENAS  / V.G. DE LOS CHAPARRALES / MIRADOR / PANORÁMICAS /  EL CONTADOR / SENDA DELS COVATELLES / PAS DEL GOS / RAMBLA DEL CID / SALIDA RAMBLA / FINAL.
LA RUTA: Hacia años que no subíamos al Cid o los Chaparrales por su vertiente oeste, conectando con el PR-CV 325 que sube desde Novelda. El inicio es algo distinto y el regreso lo haremos por la Rambla del Cid.

Iniciamos por la avinguda dels Chaparrals con las primeras luces del día que ya empieza a acortar, siguiendo la carreterita junto a los chalets y casas de campo, mientras el sol despunta y clarea sobre la Penya del Sol.

Los chalets se quedan atrás y sobre las vallas metálicas de las casas de campo vemos como termina de amanecer sobre la sierra del Caballo, la Silla y las lomas de los Chaparrales y cruzamos por encima de la Rambla del Cid.

Tras una curva izquierda-derecha el camino pierde el asfalto al vadear el barranc del Dentiste, y luego enlazar con la calle principal de la urbanización Loma Badá junto a un bonito montículo de areniscas y margas de tonos rojizos.

Por la derecha del seto que divide la calle avanzamos en dirección a la montaña entre chalets de alto standing y miradas por la derecha la Penya del Sol y a la izquierda al Cid. Nos desviamos por el acceso al Camino los Chaparrales.

Esta vía de servicio ha sido protegida con cemento para las fuertes lluvias y nos adentra en suave ascenso a campo abierto.  Las miradas se abren aparecen por detrás Elda y Petrer con el Bolón, la sierra de Camara y sierra de Cabrera.

En el otro lado también aparecen la sierra de Salinas y la del Algallat. Entramos en el Paisatge Protegit serra del Maigmó i serra del Sit con miradas a los Chaparrales y a la Silla. dejamos el asfalto por un sendero a la derecha.

Vadeamos una estrecha rambla y el sendero prosigue abriéndose paso entre pequeñas lomas sin dejar de ascender suavemente hasta que tenemos delante una loma enorme rasgada por la primera gran rampa de subida.

Poco antes de llegar conectamos por el PR-CV 325 que viene desde Novelda. Mirando hacia atrás tenemos una amplia visión del valle del Baix Vinalopó. Impresiona ver la rectilínea y vertical rampa de subida.

Todo es cuestión de armarse de paciencia y coger el ritmo adecuado que nos permita avanzar, haciendo breves paradas para tomar resuello y contemplar las vistas que siguen creciendo. La Silla aparece al completo y asoman las antenas de los Chaparrales.

El último tramo es el más empinado pero de mejores panorámicas, luego gira a la izquierda y se suaviza, comenzando una especie de zigzag de largas lazadas que terminan por izarnos hasta la valla metálica de las antenas.

Mientras espero a Pepe contemplo la espectacularidad de las extensas miradas al valle salpicado de pequeñas poblaciones y abundante zona montañosa, hacia el sur se extiende el terreno de cultivo que llega hasta el mar.

Ahora comienza un largo y ondulado recorrido que por camino superamos el tramo vallado que encierra las antenas, y nos dirigimos a la cima, asomándonos al gran balcón de los acantilados con generosas vistas al mar.

Por el cordal de la sierra seguimos hasta superar la última loma. Los Chaparrales, el Cid (1.104 m.) con su horrible Vértice geodésico encima de la caseta de antenas. Al lado hay una pequeña cruz blanca en recuerdo a una niña.

De nuevo por el cordal seguimos cobrando nuestro premio, las portentosas vistas al Este, donde aparecen en escena el Maigmó, el Ventós, el Cabeçó d’Or, y asomándose por encima de sus peñas, el Puig Campana.

Al descender de la gran loma dejamos el camino por un sendero a la derecha que sigue pateando al filo de los precipicios, convirtiéndose en una ventana abierta a todo el valle. Mirando atrás admiramos el manto de pinar que cubre los Chaparrales.

El sendero se desliza con pequeñas oscilaciones de altura avanzado hacia el Este, abriendo más los espacios hacia las montañas cercanas donde reina el Maigmó, los reflejos del mar y mostrándonos las escarpas de las laderas.

Salimos de nuevo al camino principal muy cerca del Contador, con vistas al espolón de la Silla y asomándonos, tenemos una gran imagen a Rincón Bello, los Rasos del Catí y por detrás, toda la sierra del Maigmó.

Junto al Contador giramos a la izquierda tomando la Senda dels Covatelles. Precioso trazado que a media altura surca la ladera de la solana de la Silla, mostrándonos la apretada masa de pineda en la cara norte de los Chaparrales.

Se va ciñendo a la sierra que nos muestras sus altas arista peladas antes de comenzar a descender por el bonito zigzag sobre mampostería  que nos traslada a la otra vertiente, encajonados entre farallones y donde empieza la Rambla del Cid.

Enseguida tenemos unos mojones que marcan la subida a la Silla por el Pas del Gos y que desechamos. Seguimos en suave descenso separándonos de la sierra lo que nos permite admirar los espolones y la Cova de la Gota Freda a los pies de la Penya del Sol.

La Senda dels Covatelles termina en la carretera de servicio que cruzamos para introducirnos dentro de la Rambla del Cid. Al principio es un trasiego ligero por zonas con muretes de piedra y un lecho estrecho pero limpio.

Luego, a medida que avanzamos el cauce se comprime y se torna más sinuoso, con lo que tenemos que salvar de varios metros taponados con rocas, pero que si estamos acostumbrados a estos trasiegos, no son complicados.

Poco a poco el cauce de la rambla se va ensanchando y frente a unas casas cueva un sendero nos saca de ella elevándonos por la ladera hasta conectar con un ancho camino de tierra con vistas a los farallones de la sierra.

Pasamos por delante de unas naves que parecen abandonadas en suave descenso, y por detrás, los farallones con la Penya del Sol se vuelven imponentes. El camino prosigue hasta dejarnos en el aparcamiento donde cerramos la ruta.
 
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 17,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 6:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.104 M. (El Cid, los Chaparrales)
ALTURA MÍNIMA: 429 M. (Barranc del Dentiste)
DESNIVEL POSITIVO: 795 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 786 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


LA SERRA DE SEGARIA DESDE BENIMELI.

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La Sierra de Segaria es uno de los dos elementos naturales que marcan la personalidad de El Verger junto con el río Girona. La Sierra de Segaria es una alineación montañosa bética que se extiende de NE a SO y una barrera física que separa El Verger de Benimeli y Beniarbeig. La sierra es compartida por las tres localidades anteriores, y también por las de Denla y Ondara. La singularidad de este bonito paraje de 94.000 m2 de extensión es que tiene un vértice geodésico de tercer orden en el pico de Segaria, de 506 metros sobre el nivel del mar y rica en patrimonio natural y cultural. Prueba de eso son los distintos parajes, cuevas, simas, cimas, fuentes, etc., que se pueden encontrar en la sierra. La longitud total de la Sierra es de 6 km, tiene una cresta más alta en el centro y dos sectores destacados: el occidental es el más extenso, ya que ocupa el 58% del total, y el oriental completa el 42% restante. La sierra se divide en partes iguales entre la grandiosidad de las paredes rocosas de la sierra con sus caprichosas formas y diseños y el magnífico paisaje que nos ofrece una panorámica del Rio Girona y la Vall de Gallinera, así como el parque natural de la Marjal de Pego-Oliva. La altura más grande de la montaña en el término de El Verger llega a los 459,6 metros y el punto más conocido es la “Penya Roja” situada a 251 metros de altura sobre el nivel del mar. Se trata de un lugar muy característico, de un hito paisajístico, para todos los habitantes del Verger así como de las localidades vecinas. Por la Sierra de Segaria discurre el sendero PR-CV 415, el sendero local SL-CV 109 que junto con el nuevo sendero local promovido por el Ayuntamiento de El Verger conectan todos los espacios naturales de la sierra. Estos senderos son utilizados por los visitantes para acceder a las diversas cuevas, simas, cimas, asentamientos, o simplemente para hacer senderismo. La Sierra de Segaria es un paraje natural de altísimo valor cultural, paisajístico y protegido mediante las declaraciones de LIC Valls de la Marina y protección ZEPA Montañas de la Marina.
CÓMO LLEGAR: Por la Autovía AP-7 dirección Valencia, con salida en la nº 62 ONDARA/DENIA/JÁVEA, por la N-332 a Ondara, en la rotonda tomar la CV-731 hacia Beniarbeig, atravesar Beniarbeig y a la salida en la rotonda tomar la CV-729, atravesar Sanet y Negrals para llegar a Benimeli. Aparcar en una de sus calles.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: BENIMELI / CALVARI / CONJUNTO HÍDRICO / ENLACE POBLADO ÍBERO / DESV. SENDA INTERIOR / ACEQUIA-CANAL / RAMAL COVA BOLUMINI / COVA BOLUMINI / AVENC /  SEGUIR POR ACEQUIA / ENLACE PORTELL D’ONDARA / MIRADOR / ALBERGUE / PARC PÚBLIC DE SEGÁRIA / CANTERA / CAMÍ DELS VINYALS / MORRO DE LES COVES / COVES / COVA FOSCA / IZDA. / DESV. A LA PENYA ROJA / RAMAL A LA CIMA / PORTET D’ONDARA / SEGÀRIA / CRUCE A LA FON DE CATALÁ / FONT DE CATALÁ / SEGUIR IZQ. / ENLACE PORTET DE BENIARBEIG / ROSTOS POBLADO ÍBERO / ANTENAS / ENLACE CONJUNTO HÍDRICO / CAMÍ DEL REPETIDOR / IZQ. SENDA / PISTA / TUBERÍA / SENDA / BENIMELI.

LA RUTA: Volvemos a la sierra de Segária, pequeña y apartada, con un vértice geodésico de tercer orden (508 m.) pero que nadie la subestime, si se hace en su totalidad, cuevas y cima, es muy agreste, y el  desnivel superará los 1.000 m.


Hoy haremos tres variantes sobre la anterior, será completamente circular; utilizaremos un sendero fuera del PR-CV 415 que nos llevará hasta el inicio de la subida a la Cova Bolumini y esta vez no iremos a la Penya Roja.


Iniciamos desde las tranquilas y empinadas calles de Benimeli en dirección al Calvari. Apenas comenzamos a elevarnos tenemos bonitas vistas de la comarca de la Rectoría, la Serra del Migdía o del Cavall, con Sagra y Tormos a sus pies, y al fondo los lomos del Cavall Verd en la Vall de Laguar.












Por las sencillas hornacinas del Vía Crucis ganamos altura y tenemos una vista completa del pequeño valle. Pasamos por dos hornacinas derruidas que componían el antiguo trazado del Calvari. Seguimos subiendo por el barranco. 


Entre restos de bancales sostenidos por viejos muretes de piedra seca vamos rodeando la loma de la Cadireta del Rei Moro. Hacia atrás el valle del rio Girona metido en la bruma, sigue creciendo salpicado de pueblos.


Alcanzamos un rellano donde conectamos con el recorrido principal del PR-CV 415. Estamos en el Conjunto Hídrico, compuesto por varios pozos sin brocal y una pileta labrada en piedra para abrevar el ganado. A la izquierda tenemos las antenas en lo alto de la Segaria.


A unos pasos, marcado con un poste con paletas está el ramal que sube hasta las antenas  y al Poblat Iberic, que ahora obviamos pero yo aconsejaría utilizar de bajada al regreso y no hacer el tramo “nuevo” que haremos nosotros.


Hace un día tapado, con nubes que se rompen y acortan las vistas al mar. Enseguida viene por la izquierda, ver mojones, un estrecho sendero que en suave descenso entre bancales nos acerca a la ladera de la sierra.


Esta es una de las variantes de hoy y que pateamos por primera vez, viene a ser un ramal del sendero principal con un recorrido más montañero, está marcado por algunos puntos amarillos y vistas al Montgó coronado por una nube.


Es un trazado entre abundante vegetación y miradas a les Penyetes Roges y su masa de pinar. Cuando se acerca a su rocosa ladera comprobamos que está compuesta por lajas superpuestas, como capas de sedimentos acumuladas en diferentes épocas.


Salimos junto a una vieja tubería de riego que atraviesa el pequeño barranco sobre vigas sostenidas por pilares y conectamos con un antiguo canal o acequia de riego en desuso, que se convierte en un carril protegido.


Por dentro del conducto se avanza con rapidez y sin pérdida, solo hay que salir y volver a entrar cuando el canal está obstruido. Esto nos permite contemplar la rocosa ladera salpicada de palmitos y miradas más lejanas al mar.


Llegamos a un poste con paletas informativas, se trata del ramal que va a la Cova del Bolumini. Salimos  de la canal y comenzamos a subir por la ladera, las marcas del PR nos ayudan a superar este corto pero exigente tramo.











Descubrimos la triangular entrada a la Cova del Bolumini entre palmitos y vegetación. Bajamos hasta el suelo firme donde entra gran cantidad de luz,  está compuesta por una sala alargada y profunda, de unos cincuenta metros de longitud, de húmedos y altos techos.


A la salida continuamos unos treinta metros más hasta el Avenc, profunda sima de la que solo hacemos fotos desde su boca, puesto que se necesita material para su descenso. La variante continúa hacia el Portet de Beniarbeig y luego, al trazado principal en la umbría, pero nosotros volvemos atrás, hasta la canal.





Una vez en ella, continuamos por la izquierda. Al ser un trazado horizontal se progresa con premura por este largo techo, pero sin la libertad que tienes en una senda, que sales y entras cuando quieres. Dejamos atrás la variante a la izquierda que va al Portet d’Ondara y al trazado principal de la umbría.


Arribamos al Mirador de Segària cuya cerámica ha sido destrozada. Dejamos el scalextric de la canal y bajamos hasta el Albergue de Segària, donde hay algunos bungalows que se pueden alquilar, y un poco más abajo el aparcamiento para la gente que inicia la ruta desde esta zona recreativa.


Ahora vamos en dirección a el Morro de les Coves. Pasamos por una antigua cantera fuera de servicio. En este sitio hay que estar atentos a las marcas de pintura, puesto que hay varios cruces de caminos. Hacemos un giro a la derecha bajando para girar de nuevo a la izquierda.


Tomamos claro rumbo a la sierra, al espolón que tenemos al este. Comienza una esforzada subida entre la dura roca y los palmitos, dejando atrás la encapotada silueta del Montgó y el ruidoso trazado de la autopista AP-7.

Una vez en las erosionadas paredes del Morro de les Coves, certificamos el porqué de su nombre, debido a que existen varias oquedades y abrigos. Decidimos subir para indagar, la primera es pequeña y con vistas a la autopista.

En la segunda recorremos varios recovecos y diminutas cavidades que se comunican y una pequeña cueva de una sola estancia con bajos techos que van cerrándose. Optamos por reponer fuerzas en su interior observando el paisaje.

Continuamos rodeando el morro y vemos una gran roca colgada de una arista que se asemeja a la cabeza de un gorila antes de llegar a la boca de entrada de la Cova Fosca, que tiene una bonita forma de lágrima.

Luego es una sucesión de pequeñas y cortas estancias donde va perdiendo altura y claridad, hay que entrar agachado para llegar a un lugar más abierto y de alto techo. Interiormente se comunica con la Cova Santa, y en el Neolítico fue utilizada como morada, y como cueva funeraria en el Eneolítico. 


De nuevo con la luz del día, la senda desciende un poco y prosigue dando la vuelta  al morro, sus altas paredes forman un muro infranqueable. Llega otro punto informativo con paletas donde ofrece dos opciones: acortar un poco el recorrido subiendo el lomo y pasar a la umbría en dirección la Font de Catalá o llegar hasta la Penya Roja que desechamos.

La marcha continua por la umbría remontando el lomo que lo une con la Penya Raja que queda a nuestra derecha, con vistas al Montgó, al mar y al humedal de la Marjal de Pego, hasta que alcanzamos otro poste de paletas con el enlace que regresa de la Penya Roja.

Proseguimos por el trazado principal en suave ascenso cerca de las paredes, hasta ubicarnos entre los dos farallones, enormes pivotes pétreos, donde hay otro poste informativo para subir al Portet d’Ondara o Portella Ampla. Recorrido corto con fuerte desnivel que superamos pacientemente.

Situados en el Portet, nos dirigimos al pico de la derecha que es el más alto y el que tiene punto geodésico. La paleta informativa indica 520 m. y 25’ con un desnivel de unos 100 m. que es bastante acertado puesto que el recorrido es muy incómodo.

Hemos de ir saltando de roca en roca y los huecos cubiertos de palmito. Mirando hacia atrás vemos  el tapado Montgó que vuelve asomarse. Vamos superando pequeñas lomas rocosas sin llegar a verse la última, hasta que por fin la alcanzamos.

Alt de la Segaria (509 m.) y una de las más esforzadas en llegar a su punto geodésico. Desde esta  abrupta atalaya las vistas de 360º son espectaculares, hacia la costa y hacia el interior. Tomamos un respiro y regresamos.

En el regreso hay menos esfuerzo, pero debemos de estar concentrados pasando de roca en roca, las vistas de la cresta son impresionantes. Alcanzamos el Portet y de ahí, a la senda principal por donde continuamos.

Tras las últimas lluvias esta parte de la umbría está con  una vegetación exuberante, la jara, las varas de San José y floridos arbustos nos acompañan en este encantador recorrido que desciende un poco alejándonos de las paredes.

Entramos en una zona de casas de campo hasta llegar a la Font de Catalá. Escondida en un bonito rincón donde hay unas mesas de piedra a la sombra de un algarrobo. Bebemos y llenamos de agua fresca nuestros mermados depósitos.

Reanudamos la marcha penetrando de nuevo en la umbría con espesa vegetación, aparecen algunos helechos, lo que da una idea del grado de humedad de esta zona, que salva un roquero para volver a subir a la cresta hasta el Portet de Beniarbeig.

En este tramo de subida junto a las paredes la vegetación es abrumadora e interfiere el paso. En el Portet, hay otro picacho en la cresta con una hermosa y vertical pared, Pasamos a la otra vertiente, con una vista lateral de la encrespada sierra.

Transitamos cerca del poblado ibérico hasta alcanzar las antenas del centro emisor de TV donde tenemos sugestivas vistas al valle del rio Girona, todavía afectado por las nubes que cubren las montañas.

En este punto sugiero bajar por el SL-CV 109 hasta el conjunto hídrico, y seguir descendiendo por el Calvari a Benimeli. Nosotros hoy realizamos otra bajada más larga y menos atractiva. Iniciamos el descenso por la carretera de servicio.

Es un trecho largo y sinuoso sobre asfalto, hasta que llegamos a una balsa de riego y nos desviamos por un agradable sendero a la izquierda que conecta con un camino de tierra. Luego viene un recorrido incomodo junto a una tubería de agua.

Hay que estar atentos para dejarla por la izquierda por otra senda perdedora para enlazar con SL-CV 109, el cual más intuitivo, pero muy deteriorado por las lluvias encara el descenso a Benimeli por unos pedregosos zigzags.

Entramos en el pueblo por unas casas de campo hasta la iglesia, todo sigue en calma. Cerramos  esta bella y abrupta ruta que recomiendo para gente con cierto nivel físico, aunque hay varios puntos por donde se puede acortar.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (En la Font de Catalá)
DISTANCIA: 15,9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 8:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 508 M. (La Segária)
ALTURA MÍNIMA: 44 M. ( Camí dels Vinyals)
DESNIVEL POSITIVO: 1.054 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.066 M.
DIFICULTAD: ALTA.

LAS LAGUNAS DE RABASA.

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El paraje de las Lagunas de Rabassa esta situado al noroeste de la ciudad de Alicante, próximo al término municipal de Sant Vicent del Raspeig. Se encuentran distribuidas entre el Fondó de Piqueres, el Hondón Bueno, el Toll, la Torreta, y rodeado por El Plá de lo Boix, els Margefons, el Fondó de lo Plater y la Rabassa. La depresión esta rodeada de una serie de pequeñas lomas que no superan los 100-120 metros de altitud, al sur encontramos la Lloma Alta dels Galls, el Monte y la Lloma de l´Espart esta última en serio proceso de desaparición. Al este la meseta de Rabassa y del Plá de la Cova y al oeste una serie de pequeñas lomas que se extienden hacia las Atalayas, muchas de ellas formadas por cúmulos de restos de la actividad minera. Hacia el noroeste cerraría la cuenca la Serreta Llarga. El paraje formaría parte de un sistema mayor en torno a la sierra de Fontcalent donde encontramos margas, arcillas o yesos en una morfología similar donde se alternan los glacis sedimentarios fácilmente erosionables con pequeñas depresiones donde se crean lagunas y charcas. Así pues podemos encontrar pequeñas lagunas en la zona Rebolledo-Fontcalent, La Alcoraya, el Saladar, Fondó de lo Plater, Fondó Bueno o Fondó de Piqueres. Las lagunas de Rabassa están formadas por tres lagos pseudo-naturales de unos 30.000m2 de lamina de agua la laguna grande situada mas al norte, 8.000m2 la intermedia y 20.000m2 la situada mas al sur todas orientadas dirección SW-NE y con una profundidad de hasta 20 metros y otras dos pequeñas lagunas naturales y charcas de menor tamaño distribuidas por las zonas mas bajas y erosionadas de la depresión. Un paseo por las lagunas nos muestra un ecosistema único, un paisaje semiárido casi desértico, de una importantísima riqueza geológica donde aparecen afloramientos prebéticos del triásico, jurásico o cretácico de hasta 200 millones de años de antigüedad. La zona también tiene una importancia Paleontológica y ya desde 1917, el catedrático Daniel Jiménez de Cisneros, comenzó los estudios de restos fósiles de distintos periodos entre los que destacan buenos ejemplares de ammonites y equinodermos. La presencia de minerales es de destacar encontrándose buenos ejemplares de celestina. Una tierra abandonada que dejo de ser cultivada expuesta a la erosión brutal donde aun sobreviven algunos almendros, oliveras, algarrobos o higueras salpicados de palmeras, eucaliptos y algún pequeño pinar. Mineralógica En las lomas encontramos vegetación que va desde resquicios del espinar alicantino al espartal y según bajamos de cota encontramos restos de escobillar, tomillar y pastizal con especies endémicas y protegidas hasta encontrar el cañizar y el tarayal de las orillas de las lagunas. Entre la fauna podemos encontrar reptiles y anfibios propios de este ecosistema, ratones de campo, erizos morunos, murciélagos, conejos, liebres o musarañas con cierto grado de protección, hasta algún zorro de paso. Entre los invertebrados existe una gran variedad de insectos y arácnidos, siendo fácil encontrar mantis religiosas, libélulas, alacranes o raras mariposas. Pero es entre las aves donde podemos encontrar la mayor variedad, especies nidificantes o de paso que van desde el martín pescador, zampullín común, garza real, chotacabras cuellirojo, alcaraván, alondra, mosquitero, alcaudones, gaviotas, vencejos, mochuelos, aguiluchos o cernícalos.
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 a Alicante, Plaza Papa Juan Pablo II, aparcar en las inmediaciones.
COMPONENTES: VICENTE.
ITINERARIO: PLAZA / PISTA / DCHA. / CASA / CRUCE PISTA/ SENDA DCHA. / IQDA, / DCHA. / SENDA / CAMPO TRAVÉS / CAMINO / CRUCE IZQ / DCHA. LAGUNA / LAGUNA MEDIA / LAGUNA MENUDA / LAGUNA ELIPTICA /  AVE / LAGUNA SECA / LAGUNA IZQ. / IZQDA. / LAGUNA PEQUEÑA / LAGUNA GRANDE / TORRETA / PARARAYOS / TUBOS TAIBILLA / CASETA / DCHA. / DCHA. / BUNKER-1 / BUNKER-2 / SENDA / PISTA / DCHA. / DCHA. / CRUCE /  CIMA /  CRESTA DEL GALLO / SUB EST. ELÉCTRICA / PLAZA.

LA RUTA: Un paraje tan cercano y que me era totalmente desconocido, quizás porque yo no hice la mili en Rabasa. Gracias a un track muy descriptivo de jvramos lo vamos a recorrer por todos sus entresijos.

Si observamos el mapa el paraje está íntegramente acotado y oprimido, primero por la presión urbanística de la ciudad, las vías férreas del AVE, la autopista A-7 y por último el Acuartelamiento Militar de Rabasa.

Iniciamos desde la plaza, entre los nuevos edificios en construcción, y en tan solo cruzar unos metros de asfalto ya estamos en campo abierto. Al principio todavía hay restos de escombros y senderos utilizados para pasear perros y no recoger las cacas.


Tras pasar por una vieja casa donde se acumulan trastos todo cambia. Un camino nos adentra hacia unos montículos pasando junto a un cañaveral y por el Este vemos las pequeñas elevaciones de la cresta del Gallo y la central eléctrica.


Enlazamos con un sendero por la derecha que rodea una pequeña loma cerca de unos bancales yertos, poco después se abre a un espacio donde hay unos doce olivos entre matorral crecido tras las lluvias, y un hombre se afana en recolectar las aceitunas.


Avanzamos cerca de un talud, los restos de una colina devastada por las excavaciones mineras, en la que sobresale por detrás la mole de la Penya Migjorn y más adelante, sobre los railes del AVE, la sierra de Fontcalent.


Giramos a la derecha y el sendero termina en lo que parece un puesto de caza. Luego, comienza un incomodo tramo campo a través por la cantidad de matorral que ha crecido con las lluvias, cerca de algunos cañaverales.


Salimos a un ancho camino que seguimos por la derecha. Más tarde hacemos otro giro a la izquierda, dirección norte hacia otras colinas mineras que por detrás de ellas, separadas en la distancia, aparecen las sierras de Foncalet y del Maigmó.


Pasamos por una diminuta caseta y torcemos a la derecha para situarnos paralelos a la Laguna Media, que no vemos hasta estar encima de ella. Con forma rectangular alargada está circundada por cañaveral y mantiene un buen caudal.


Las lagunas se forman debido a las numerosas canteras dedicadas a la extracción de arcillas, yesos, etc., cuyas excavaciones traspasaron el nivel freático de la zona haciendo aflorar aportaciones de aguas salobres que configuraron este abandonado paraje.


La recorremos lateralmente para situarnos en su frontal. Ahora nos separamos por la derecha hacia un talud de las excavaciones que en unos doscientos metros corta el paso.  Se trata de observar la escondida Laguna Menuda, de escaso caudal.


Volvemos sobre nuestros pasos para seguir rodeando la laguna por su otro lateral. Cerca de otro talud restos de excavaciones, se pueden observar montones de escombros, despojos de ladrillos rojizos abandonados sin miramientos.








Sobrepasada la laguna seguimos por otro camino de enfrente. He oído varios disparos de escopeta cercanos. Hay que estar muy atentos. Al ser un lugar no protegido cualquier persona que tenga licencia puede cazar. Me cruzo con alguno de ellos y pregunto a qué disparan. A torcaces. Al menos tienen que apuntar hacia arriba.


Entramos en la zona de la Laguna Elíptica, corta y más redondeada que las anteriores. Si la sobrepasamos, entre las dos lomas, tenemos un mirador las obras del AVE. Regresamos por la izquierda junto a la Laguna Seca con apenas agua.


Subimos a una plataforma donde observamos de nuevo la Laguna Elíptica. Subimos un poco más por la izquierda para enlazar con un camino que nos lleva por la izquierda a la Laguna Pequeña, recogida en un entorno más cerrado.


Dejamos el camino y proseguimos girando a la izquierda para posicionarnos en la Laguna Grande que vemos lateralmente y comenzamos a rodear por la izquierda, en la otra orilla, más elevada, se distingue una torreta.


Hay que bajar y subir un escalón y bordeando los acantilados terminar de ascender junto a la pintarrajeada torreta. Desde esta posición tenemos buenas miradas a la gran laguna y parte del devastado paisaje.


Seguimos de frente en ligero descenso hacia un raro monolito de cemento con una punta metálica, quizás fue un pararrayos. Bajamos  a una zona de arboleda y olivos donde parece haber gente acampada, a la izquierda también hay una casa en ruinas.


Llegamos a las tuberías del Taibilla. Saltamos al otro lado y caminamos junto a ellas girando a la derecha. Por ellas se transporta el agua potable para Alicante; también tienen pintadas de protesta sobre el abandono del paraje.


Ascendemos hasta una caseta donde las tuberías dejan de estar a la vista. Desde arriba tenemos generosas miradas a San Vicente del Raspeig con el Maigmó, la Penya Migjorn, el Cabeçó d’Or y la Laguna Grande.


Avanzamos en suave ascenso para girar dos veces a la derecha cambiando el rumbo, nos dirigimos hacia un bunker de la Guerra Civil  colgado sobre el acantilado con vistas a la Laguna Grande y a la Mediana y a otro bunker donde hay unos ciclistas.


Por sendero cerca de los precipicios accedemos hasta el segundo bunker colgado sobre la Laguna Mediana y el talud donde abajo se esconde la Laguna Menuda y que antes hemos visitado en su escondite.


Bordeando sobre el talud a pie de precipicio, vemos la depresión realizada por las excavaciones que han dado lugar a la Laguna Menuda y el estrecho pasillo que ha dejado a la vista altas paredes de margas arcillosas.


Poco a poco abandonamos el inesperado paraje, por sendero nos dirigimos hacia la ciudad. Conectamos con el Camino Fondo Piqueras que seguimos por la izquierda que se dirige hacia el Acuartelamiento Militar de Rabasa.


En un corto tramo lo abandonamos girando dos veces a la derecha con vistas al castillo de San Fernando, y de frente a las  puntiagudas colinas que forman la pequeña sierra del Gallo. La ciudad está cerca y aparecen vertederos.


Encaro y supero la primera y sencilla loma, descendiendo un poco para atacar la siguiente, con su diminuta cresta. Buenas vistas al entorno alicantino, aunque el paraje de las Lagunas de Rabasa queda mimetizado.


Se desciende por el otro lado en dirección a la pequeña subestación eléctrica que linda con los nuevos edificios en construcción, que quizás terminen por tragarse este bello paraje, de origen no natural, pero que ha aflorado desde el subsuelo.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 11,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 108 M. (Cresta del Gallo)
ALTURA MÍNIMA: 45 M.
DESNIVEL POSITIVO: 279 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 202 M.
DIFICULTAD: BAJA. Técnicamente, aunque es imprescindible el GPS debido a la gran cantidad de senderos y cruces de caminos.


LA PEÑA DE ORIHUELA (LEJA MILLAMÓN) DESDE EL RAIGUERO DE LEVANTE.

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La sierra de Orihuela está situada entre el límite meridional de las provincias de Alicante y el extremo oriental de Murcia y pertenece a la comarca del Bajo Segura. La altura máxima es de 634 m. de altura en su punto máximo. Se encuentra enclavada dentro del dominio bético. Junto con la sierra de Callosa forma una alineación montañosa compuesta por bloques de calizas dolomíticas del triásico, que emergen aisladas en medio de la llanura aluvial. Sus formas son abruptas y muy fragmentadas. Desde la antigüedad, estos montes han sido objeto de la actividad minera, siendo frecuentes los pozos y galerías que todavía podemos encontrar. Fundamentalmente, junto con algunas explotaciones de yesos y calizas abandonadas en la actualidad, se extraían minerales de hierro y en unos pocos lugares oro nativo. Toda la sierra presenta numerosas oquedades, abrigos y cuevas de desarrollo variable, lo que le confiere al abrupto paisaje una cierta singularidad y belleza geomorfológica. Toda la zona está sometida a una elevada insolación en los meses de verano. Este factor, junto con las escasas precipitaciones, dificulta la existencia de fuentes y cursos de agua permanentes. Algunos de sus picos son el Pico de la Cruz de la Muela (466 m.), Pico del Cuervo, Pico del Águila y la Peña de Orihuela (634 m.). Entre su flora destacan manchas de pinar de repoblación y abundantes especies rupícolas con algunos endemismos. Algunos de ellos son el Pinar de San Cristóbal, el Pinar de Bonanza o la falda y ladera trasera de la sierra. Algunos de los principales endemismos de flora de la sierra de Orihuela son: Sideritis glauca Cav. (Rabo de gato de Orihuela), Periploca laevigata Aiton subsp. Angustifolia (Labill.) Markgraf (Cornical), Centaurea saxicola Lag, Lafuentea rotundifolia Lag., Genista valentina (Willd. ex Spreng.) Steud. subsp. murcica (Coss.) Existen a lo largo de dicha Sierra varias microrreservas de flora autóctona de gran importancia. Esta Sierra está declarada Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
CÓMO LLEGAR: Por la E-15/A-7 dirección Murcia, salida en la nº 545 Orihuela/Benferri. Tomar dirección Orihuela por la N-340,  en la rotonda seguir por la N-340 dirección Murcia, pasar Orihuela y continuar hasta el Raiguero de Levante, subir por el camino que hay al lado del Bar Puri hasta el aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE Y CAROL.
ITINERARIO: APARCAMIENTO / A LA BOCA DEL PUERTO / GIRAR SOBRE EL TRASVASE / CRUCE CON SEDA RAIGUERO DE BONANZA / CRUCE A BOCA DEL PUERTO / CORRALICO / CABEZO LODROÑO / PEÑA DE ORIHUELA / CORRALICO / CRUCE A BOCA DEL PUERTO / CRUCE CANAL DEL TRASVASE / PUERTO DE LA BARONESA / BARRANCO DE LOS TRES DEDOS / APARCAMIENTO.


LA RUTA: Como tantas veces, utilizamos la Sierra de Orihuela para días con poco tiempo, pero sabiendo que podemos hacer una ruta muy montañera. Sus cotas apenas superan los 600 m. pero es cierto que partimos desde casi el nivel del mar.

Hemos madrugado y amanece lentamente, las luces de la Vega Baja todavía no se han apagado y al sol le cuesta salir. Contemplamos el diminuto circo que forman las paredes de la Leja Millamón, el Cabezo Lodroño y el Cabezo Redondo.


Iniciamos desde la zona de aparcamiento girando a la derecha y luego a la izquierda siguiendo las marcas del sendero mejor señalado de la Comunidad, el PR-CV 59, exhaustivo pero eficiente para senderistas principiantes en la ruta.


Mientras termina de amanecer algunas nubes se quedan colgadas y no terminan de deshacerse. Avanzamos hacia las paredes hasta un poste informativo. En este punto nos uniremos al regreso, ahora seguiremos por la derecha, hacia el barranco de los Calderones.


Aparentemente no vemos por donde subir pero la senda comienza a serpentear con pequeñas rampas y zigzags, abriéndose paso entre la rocosa ladera del Cabezo Redondo y tomando altitud con relativa facilidad.


Nos fijamos en las oquedades de las abruptas paredes. Pese a que estamos en la cara sur, un ralo pinar motea las laderas. Quedamos sorprendidos al ver un grandioso arco iris sobre las altas paredes, pese a no haber caído ni una gota.


La subida se sigue encrespando pero todo es cuestión de paciencia y nos elevamos paso a paso. En algunos huecos tenemos preciosas vistas a la planicie de la Vega Baja, que con cielos encapotados y ventanas de sol tienen grandes contrastes.


En otra zona más quebrada pasamos cerca de una cueva que puede servir de protección, girando sobre la línea del trasvase. Ya vemos más cercano el Cabezo Lodroño, y más al oeste entra un rayo de sol dorado entre nubes negras.


Nos cruzamos con la senda que viene del Raiguero de Bonanza y se une en la subida. Alcanzamos una especie de collado que nos muestra la mole del Cabezo Redondo por la derecha y brumosas miradas al Este con el mar en el horizonte.


Nos izamos un poco más hasta el importante cruce de senderos. Por la derecha proseguimos hasta la Leja de Millamón, este trayecto será de ida y vuelta, y al regreso seguiremos por la izquierda hacia la Boca del Puerto. Las vistas son impresionantes.


La nueva variante del sendero nos sigue prodigando espectaculares panorámicas a la otra vertiente, que ya alcanzan a Orihuela ciudad y la Cruz de la Muela (463 m.) dentro de un extraño cromatismo que se filtra entre las nubes.


Llegamos al Corralico o la Naveta, pequeño rellano a la sombra de varios pinos donde alguna gente suele almorzar.Seguimos de frente, salvando un escalón de rocas, hacia las cumbres del Cabezo Lodroño y la Leja de Millamón.


En la otra vertiente tenemos panorámicas al valle con La Murada en el centro y las barreras montañosas del Agudo, la serra de l’Algaiat y la serra de Crevillent. Nos elevamos por las ondulaciones montañosas y mirando hacia atrás vemos la sierra de Callosa.


Subimos y bajamos las lomas con miradas a la parte más montañosa de la sierra de Orihuela. Primero alcanzamos el Cabezo Logroño (616 m.) sobre los cortados abismales, y distinguimos el V.G de la Leja Millamón y por detrás, el Pico del Águila (606 m.)


Descendemos para emprender la subida de la última loma caminando cerca de los precipicios, disfrutando de unas vistas generosas a un entorno espectacular. El último repecho es más vertical y rocoso.


Leja de Millamón o Peña de Orihuela (634 m.) y máxima altura de esta sierra. Las planchas nubosas y la extraña luz que filtran confieren un halo especial a las panorámicas. Resguardados, tomamos unas frutas.


Regresamos por el mismo sendero hasta el Corralico gozando de las vistas frontales, y seguimos deshaciendo camino hasta el cruce de senderos. Seguimos por la derecha hacia la Boca del Puerto, Senda de Castilla y Raiguero de Levante.


Comienza un espectacular sendero al principio con poco declive que nos pasea por debajo del Cabezo Lodroño, mostrándonos sus verticales paredes que hace poco hemos pateado por arriba. Cruzamos la línea del Trasvase.


Más adelante empieza un bien peritado zigzag, que con varias rampas escalonadas mitiga un fuerte descenso bajo las paredes de la Leja Millamón, menos lisas que las anteriores con muchas oquedades y cárcavas.


Viene un vistoso tramo de menor desnivel que nos acerca a las paredes erosionadas, muy deterioradas por el ambiente, mucha solana y lluvias torrenciales. Algunas de ellas has sufrido un derrumbe muy reciente.


Poco a poco vamos terminando de rodear a media altura el perímetro de este pequeño circo montañoso de exuberantes paredes rojizas. Por detrás de una ladera con abundante pinar vemos asomarse el Pico del Águila (606 m.).


El último tramo nos deposita en el Puerto de la Baronesa (364 m.) importante cruce de senderos profusamente reseñados. Por la derecha se subiría al Pico del Águila, de frente se baja hasta La Aparecida, y por la izquierda al Raiguero de Levante.


La bajada se acelera un poco más dejándonos miradas a las paredes del circo, y al entrar en el barranco de los Tres Dedos las huellas de la última riada nos aminoran, resulta incomodo transitar por el cauce. Comienzan a caer unas gotas.


La lluvia dura poco pero retiene la marcha por precaución. Vamos dando las últimas miradas a este abrupto entorno montañoso y alcanzamos el poste informativo inicial donde se cierra el círculo de la ruta.


Verificamos visualmente el  precioso recorrido efectuado y cerramos la ruta en el aparcamiento. Ruta corta pero potente y con unas panorámicas extraordinarias, hoy resaltadas por las planchas nubosas que no han impedido la visibilidad.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 7,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 634 M. (Peña de Orihuela o Leja Millamón)
ALTURA MÍNIMA: 71 M. (Aparcamiento)
DESNIVEL POSITIVO: 646 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 605 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

SIERRA DE LOS VILLARES, MURCIA

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El Valle, como espacio natural cercano de los murcianos, es una franja de sierra prelitorales al sur de Murcia. Modelan, vertebran y definen este territorio varios valles, de cauces mayoritariamente secos, aunque, en algunos tramos, con agua circulante de forma intermitente: Rambla del Cigarrón, Rambla del Puerto, Rambla del Valle, Barranco del Sordo, Rambla de los Serranos, las ramblas de Los Villares y Rambla del Garruchal. Se da la peculiaridad que, en El Valle, cualquier roca o monte elevado de la vertiente norte es un buen mirador a la ciudad de Murcia y su Huerta. Así que, desde improvisada o existente atalaya, son espectaculares panorámicas y atardeceres. También concurren en El Valle numerosos vestigios de la historia de la Región y ciudad de Murcia, son los restos de un santuario íbero, basílica tardorromana, fortalezas árabes y fortificaciones de la Guerra Civil Española (trincheras y casamatas o nidos de ametralladora). Es decir, que como se ha relacionado, puede disfrutarse de paisaje e historia, además de naturaleza y en concreto, de flora y vegetación, en cada mañana, tarde o día completo en el Parque Regional, solo bastan unas pocas horas y algo de atención a cada paso.
CÓMO LLEGAR: Por la autovía A-7 / E-15 hasta Murcia. Tomar la A-30 dirección Cartagena, salida por nº 158 y proseguir por la RM-19 hasta enlazar con la RM F-19 dirección al Garruchal y más tarde por la izquierda enlazar con la RM F-13 hasta la Venta El Garruchal en el Collado de las Zorras. Hay sitio para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: COLLADO DE LAS ZORRAS / CASA FORESTAL / BAJAR-DESTREPE / POR LA DCHA. / SENDA IZQDA. / POSIBLE SALIDA DCHA. / SALIDA DCHA. – HITO / DERECHA / PUNTAL DE VILLORIA / 2º PUNTAL / CAMPO ATRAVÉS / ENLACE SENDA / DEJAR SENDA, CAMPO ATRAVÉS / ZONA DE CULTIVO / IZQ. CAMINO ROTO / CASA DEL RETAMAR / DCHA. CAMPO ATRAVÉS / ENLACE CON LA SENDA BONITA / SENDA BONITA /  CABEZO DEL BUITRE / CARRETERA DEL GARRUCHAL, DCHA. / COLLADO DE LAS ZORRAS.

LA RUTA: Hacia tiempo que no volvíamos por la zona del Valle y hoy lo hacemos para recorrer la pequeña sierra de los Villares que ha sido una grata sorpresa. Haremos una ancha circular enlazando para el regreso con la Senda Bonita.

Iniciamos desde el Collado de las Zorras,  cruzando la carretera y por la derecha de la Venta del Garruchal, tomando un camino paralelo que una vez sobre pasadas las casas, dejamos por la izquierda subiendo un escalón.


Una vez arriba, ya estamos prácticamente en la cordal de la sierra, con vistas del amanecer en el Mar Menor y en la sierra de Columbares. De frente nos dirigimos hacia la Casa Forestal de las Zorras, que están rehabilitando.


Sobrepasada la casa, la senda se reafirma entre matorral y pinos de poco porte y el pasaje se abre a ambos lados, con el Cabezo del Buitre, Columbares y el diminuto valle y por el otro lado el brumoso Mar menor y Calblanque. 


El desnivel es muy suave y se acentúa un poco cada vez que superamos los pequeños lomos de la cresta que se va perfilando entre rocas con abundante matorral de esparto por la solana y un tenue pinar por la cara norte.


Nos desplazamos tranquilamente por el filo de las rocas, comprobando por detrás el camino recorrido y por delante la loma siguiente que con su elevación nos tapa la visión, creando algo de duda sin saber que vendrá luego.


En seguida, sobre unas rocas, el camino se corta bruscamente con un abismo de varios metros. Decidimos retroceder unos metros y hacer un fácil destrepe por la derecha, caminar hasta pasar la brecha y volver a subir.


La ruta prosigue por la cuerda de la sierra para afrontar una nueva cresta algo más elevada. Esta línea marca el contraste entre la solana y la umbría, abundante matorral en la cara sur y humedad frondosa vegetación y pinar en la cara norte.


En el tramo siguiente también bajamos un poco por la derecha esquivando un roquedo y proseguir avanzando. Más adelante, la cresta se torna muy afilada y no se puede caminar sobre ella, bajamos por la izquierda sobre rocas más planas.


En el Track tenemos marcadas dos posibles salidas de la cresta por la derecha por si a alguien le incomoda este tránsito. La primera es más engorrosa y poco después, hay otra marcada con un hito y que enlaza con el PR-MU 48.


De vez en cuando mirando hacia atrás comprobamos los afilados dientes de sierra que hemos sobrepasado, al tiempo que el paisaje se abre por completo, dándonos una imagen entera de la de Columbares.


Cuando creemos que vamos a elevarnos sobre la última loma, siempre aparece otra, hasta que por fin vemos el Vértice Geodésico encaramado en la siguiente. Bajamos un poco y giramos a la derecha para atacar la cima.


Puntal de Villoria (484 m.) vértice de tercer orden pero con una situación extraordinaria, con portentosas vistas al Valle y su parte más árida de barrancos y badlands, al Campo de Cartagena y al Mar Menor.


Para nuestra sorpresa vemos que nos queda un puntal más y otro tramo de cresta. Descendemos por la derecha para culminar el segundo Puntal, sin vértice geodésico pero según marca el GPS, con un metro más de altura.












En el descenso, la cresta cambia por completo, se torna rocosa y biselada con un abismo a la derecha, los pinos desaparecen y solo el matorral se aferra en las grietas. Vemos un pequeño arco rocoso que hace de ventana a la otra vertiente.


En un momento dado y marcado con un Waypoint, hacemos un giro a la derecha para comenzar a descender campo a través, la loma está salpicada de matorral de esparto y no es complicado. Se trata de conectar con una senda más abajo.


La incipiente senda gira a la derecha y poco a poco se va reafirmando y nos conduce por debajo de la última cresta que antes hemos pateado por arriba,  hasta situarse en posición paralela a la orientación de la sierra.


Toda esta zona corresponde a pequeñas ramblas como grandes socavones de badlands, tierras y margas arcillosas que se descomponen. La senda las bordea pegada a sus contornos lo que se convierte en un constante sube y baja.


Luego abandonamos la senda para atajar campo a través sin dificultad y conectar con un camino junto a una zona abancalada plantada de jóvenes almendros, aunque no parece muy cuidada, sus últimos frutos no han sido recogidos.


Pronto hacemos un giro a la izquierda, cambiando de camino y cuesta arriba, la última riada ha dejado grandes secuelas y deterioro en esta rampa. Debemos subir a otra plataforma donde hay una gran casa de campo.


Llegamos a la casa del Retamar, propietaria de todas las plataformas abancaladas pero con escasa producción.  El camino termina junto a una gran balsa, y por la derecha iniciamos una fuerte subida campo a través entre la pineda.


Rehuimos del cauce de un barranco hasta su parte más alta subiendo por un roquedo. Las vistas hacia atrás son preciosas con la sierra de los Villares al fondo. Alcanzamos la Senda Bonita por la izquierda, que después de un recodo llanea en la umbría.


Hacia años que no la pateaba pero sigue siendo una delicia. Con un alto grado de humedad y espigados pinos de poco porte que buscan la luz del sol, al tiempo que nos muestra hermosas paredes calizas y una vista diferente a Columbares.


Posteriormente salimos a la parte de la solana y nos enfrentamos al Cabezo del Buitre (403 m.) para girar por sus laderas y rodearlo. Desgraciadamente los estragos causados por el incendio de junio de 2015 siguen muy patentes.


En la otra vertiente bajamos por la gran lazada de rampas donde no ha quedado ni un solo pino en pie, y gracias que el barranco cortó su avance. Pero la deforestación ha hecho que la última riada destroce el cauce junto a la carretera.


Damos un pequeño rodeo evitando el gran socavón y enlazamos con el camino que paralelo a la carretera nos llevará a la Venta del Garruchal y al collado de las Zorras mientras admiramos algunas casas de campo.

Cerramos esta agradable ruta en el collado. Para nosotros ha sido un gran descubrimiento la sierra de los Villares, y una delicia patear su afilada cresta, que pese a su poca altitud ofrece impresionantes panorámicas.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 484 M. (Puntal de Villoria)
ALTURA MÍNIMA: 235 M. (Área Recreativa del Garruchal)
DESNIVEL POSITIVO: 600 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 603 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

LA CRUZ DE LA MUELA POR EL BARRANCO DE LO PINA Y LA SENDA DE LAS MINAS.

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La Cruz de la Muela es una cruz de término, como otras tantas en Orihuela, situada en la emblemática cima a 464 m. No se sabe si originariamente fue construida en tierra y luego subida al monte o si fue labrada de un frondoso olivo, ya en la cima. Se ha relacionado con el dominico santo valenciano Vicente Ferrer, quien en un sermón, a su paso por Orihuela en 1411 (las crónicas sitúan el 26 de febrero de 1411 la llegada de San Vicente Ferrer a Orihuela), pudo haber dicho: Que si querían liberarse de la estancia de los demonios que habitaban esta elevada montaña, deberían colocar allí el soberano estandarte de la Santísima Cruz. No obstante, debemos esperar a 1715 para datar una primera cruz de madera. El historiador J. Montesinos, en los albores del siglo XIX, da cuenta de la costumbre de acudir el sacristán mayor de la Catedral el día de Pascua de Resurrección a bendecir los términos al pie de esta cruz, colocando palmas benditas en las tres anillas que la misma ostentaba. El hombre y el tiempo destruyeron el símbolo en más de una ocasión. El beato oriolano Inocencio Carretero propuso en 1910 la fabricación de una gran cruz de hierro, que desapareció durante los años de la guerra civil. En 1942 volvió a colocarse, de hierro. El 2 de enero de 1985 fue aserrada por incontrolados y reconstruida por fervor popular. En la actualidad la cruz tiene una alzada de 14,80 metros por casi 8 de brazos, y está sostenida por una peana de cemento de 1,60 metros.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-7 hacia Murcia, salida en la nº 425 Benferri/La Murada/Orihuela, dirección Orihuela, después de la rotonda, desvió por la derecha hacia La Matanza, poco antes de llegar a la gasolinera, desvió a la izquierda, hay señalización, hacia la Urbanización Montepinar, torcer por la calle Orense, la última a la izquierda. Aparcar en toda la calle.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, JUANJO, PELEGRIN, PACO VERDU, TELE, RAFA Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO:URB. MONTEPINAR / BARRANCO DE LO PINA / DCHA. / COLLADO / MIRADOR / BALCÓN / SUBIDA A LA CRUZ / CRUZ DE LA MUELA / CUEVA / SENDA DE LAS MINAS / GIRO DCHA. /  BARRANCO DE GIL / BALSA / SANTUARIO / URB. MONTEPINAR.

LA RUTA: Volvemos de nuevo a la Cruz de la Muela con mis amigos veteranos, pero esta vez haremos la ruta circular alargándola un poco, regresando por la senda de las Minas y el Santuario de Ntra. Sra. del Pilar.

También hemos aparcado unos trescientos metros más a la derecha, en los últimos chalets de esa zona. Iniciamos con vistas a la Cruz, enlazando con la calle Orense y siguiéndola hasta el final con miradas a la sierra de Callosa.


Dejamos la urbanización para entrar en el barranco de Lo Pina, que debido a la gran riada de hace unos días destrozó por completo el final de su cauce, teniendo que intervenir maquinas excavadoras para restaurarlo.


Por su lecho bordeamos los campos de cítricos para girar luego por la izquierda, siguiendo la información de un poste con paletas del PR-CV 59. Avanzamos por el camino flanqueados por limoneros y pineda.


Llegamos al claro en el bosque donde el sendero toma rumbo a la montaña con una bonita panorámica al cerro de la Cruz de la Muela, que perderemos de vista al comenzar la subida. Profusión de paletas informativas.











El agua caída ha arrastrado la tierra y solo queda el duro piso del camino, a cambio el matorral bajo, sobretodo el romero, ha reverdecido y está en plena floración. Vamos girando a la izquierda para subir al primer colladito.


En esta zona el agua también ha dejado su huella. Nos elevamos por la pequeñas e inclinadas rampas hasta alcanzar el rellano que nos ofrece una gran mirada a la sierra de Callosa con el pueblo de Redován a sus pies.


El sendero prosigue con moderado desnivel surcando la ladera de la sierra al tiempo que nos deleita con miradas, todavía algo brumosas, a la estrecha franja que forma la planicie de la Vega Baja hasta el mar.


En cada recodo el desnivel se va acentuando, entramos en la solana con lazadas más prolongadas que vuelven a empinarse ganando altura con facilidad. Arribamos a otro mirador donde la sierra se abre y se amplían las vistas.


Atacamos un nuevo repecho para seguir ganando altitud hasta un balcón o ventana con grandiosas vistas a la sierra de Callosa que ya vemos en su totalidad, y a un mar soleado que brilla por encima de la bruma. 


Giramos a la izquierda entrando en la otra vertiente con un tramo de suave desnivel y nuevas vistas generosas a Benferri y La Murada que llegan hasta el Agudo y la sierra de Crevillente, y por encima de nuestras cabezas de nuevo la Cruz de la Muela.












Caminamos por un nuevo trecho de camino deteriorado hasta virar a la izquierda, por la pineda, en un nuevo cruce balizado con paletas informativas que nos llevará hasta la cima en un corto tramo de ida y vuelta.


Cruz de la Muela (463 m.) sin llegar a ser la cumbre más elevada de la sierra, es la más emblemática por su histórico estandarte y una de sus mejores atalayas para contemplar las intensas panorámicas que llegan desde Murcia a Santa Pola.


Hacemos todas la fotos de rigor y nos extasiamos con las vistas. Almorzamos a la sombre de los pinos y emprendemos el regreso deshaciendo camino hasta el cruce balizado, y ahora seguimos por la izquierda, por la variante de las Minas.


Preciosos sendero que llanea por el lomo de la sierra dejando atrás el cerro de la Cruz, luego penetra en la umbría de un bosquete de pinar de poco porte. Más adelante encontramos una formación rocosa donde hay una cueva.


Proseguimos por el sendero con pequeñas oscilaciones hasta llegar a otro punto importante. Cruce de senderos con indicaciones pintadas en una roca. Por la izquierda la variante a la casa Forestal y por la derecha seguimos nuestra ruta.


Pasamos por otra formación rocosa con varias oquedades y poco después salimos del bosque para lomear por el cordal, por sendero menos uniforme con algunas ventanas con vistas a la solana y a los raigueros.


Pintada de blanco en una roca encontramos la indicación de la variante a la senda de las Minas y a la ermita de Montepinar girando a la derecha, y siguiendo por un escalón más bajo un tramo casi en horizontal.


Luego, otra pintada indica la bajada por la senda de las Minas que nos ofrece vistas al bosque y a la sierra de Callosa. En el tramo siguiente comienza un bonito zigzag de cortas rampas que nos desciende con el mínimo esfuerzo.












Otras indicaciones con pintura amarilla en una roca señalan la variante VII a las Catas Mineras que nosotros desechamos para seguir descendiendo más rocoso y descarnado hasta enlazar con el cauce del Barranco de Gil.


La bajada de aguas torrenciales se ha ensañado con el lecho del barranco destrozando el sendero que lo vadeaba un tramo, arrastrando grandes piedras y haciendo muy incomodo y precavido el tránsito por su rambla.


Más adelante salimos del  deteriorado cauce a piso firme por el que prosigue el sendero hasta llegar a la gran balsa que está a rebosar por las lluvias, tomando el camino por la derecha caminamos paralelos a la valla de protección.

En las aguas más apartadas vemos varios patos nadando. Al girar, el camino pasa a ser de cemento al acercarse al Santuario de Ntra. Sra. Del Pilar. En el aparcamiento hay un poste informativo para los que inician la ruta por este lado.


Pasada la ermita, por la derecha, hay unos escalones de cemento que nos bajan a una rambla por la que podemos atajar para conectar con los caminos y trazos de calles de la urbanización, de parcelas  abandonadas donde cerramos esta bonita ruta.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 9,4 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:30 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 463 M. (La Cruz de la Muela)
ALTURA MÍNIMA: 58 M. (Inicio barranco de Lo Pina)
DESNIVEL POSITIVO: 476 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 469 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

SIERRA DE LA TAJA Y MONTE COTO DESDE LAS ENCEBRAS.

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El Monte coto es declarado Paraje Natural Municipal el 23 de marzo del 2007. Está situado en la sierra del Reclot y abarca una extensión de 2.400 ha, extendiéndose por los términos municipales de Monóvar, Pinoso, Algueña y La Romana. En Monóvar tenemos un área de 760 hectáreas. En el Paraje Natural Municipal Monte Coto habita una gran diversidad de fauna vertebrada e invertebrada. En relación a la vegetación del Paraje, la cual engloba una gran biodiversidad, podemos matizar sobre todo, la presencia de bosques de encinas y pinos, señalando algún individuo como árbol monumental, el gran oxicedro (Juniperus oxicedrus), situado dentro del recorrido PR-VC 166. Entre los matorrales arbustivos hay predominancia de coscojas, lenticos aladiernos y espantalobos, también nos encontramos el Bupleurum gibraltaricum (adelfila) entre otros. Espartales en las laderas más soleadas y en las zonas umbrosas los lastonares, que suelen estar acompañados por hermosas orquídeas y otras plantas bulbosas. Las principales especies del matorral que se pueden observar son aromáticas, como los romeros, tomillos, rabogatos, zamarrilas y lavandas, junto a éstas las pinchosas aliagas y como no, las bonitas jaras y jarillas, que alegran el camino del visitante. Entre las aves halladas, destacan los majestuosos vuelos de las rapaces diurnas asociadas a medios de naturaleza rocosa, el águila real, el águila culebrera europea, el águila calzada, el gavilán, el azor, el halcón peregrino, el busardo ratonero y el cernícalo común. En cuanto a los anfibios, se presentan varias poblaciones de sapillo moteado, sapo de espuelas, sapo partero y sapo corredor. En los paseos soleados podrás contemplar los reptiles más comunes, como el lagarto ocelado, la lagartija coliroja, la lagartija colilarga, la culebra de escalera, la culebra de herradura y la culebra bastarda. Como patrimonio natural, en el Paraje se encuentran varias caleras y carboneras. El entorno es idóneo para el disfrute y el estudio de la naturaleza, respetando, cuidando y valorando su importancia vital como parte de nuestro patrimonio. Déjate impregnar de la mágica belleza del medio que te rodea y conecta tu relación con el planeta de forma sostenible y comprometida, donde el ser humano y la naturaleza convivan en total armonía.
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 hacia Aspe, antes de entrar en el pueblo girar a la izquierda, hacia La Romana por la CV-846 hasta la primera rotonda, tomar dirección La Romana por la CV-840. En la rotonda de La Romana, tomar dirección Pinoso por la CV-834 hasta la próxima rotonda donde enlazamos con la CV-83 dirección Pinoso, hasta la pequeña rotonda para girar a la izquierda, dirección Las Encebras por la CV-338. Aparcar a la entrada el pueblo.
COMPONENTES: VICENTE Y CAROL.
ITINERARIO: LAS ENCEBRAS / OMBRÍA DE LA GALLEGA / IZQDA. / DEPÓSITO / EL CARGADOR / ALT DE LA COVA DELS NINYOS /  CORDAL DE LA CARRASQUETA / EL RECLOT / MIRADOR / CUEVA / COLL PI DE LA FAROLA /  CANTERA DE MÁRMOL /  ALT REDÓ / ATAJO / MONTE COTO / FONT DE L’ALMORQUÍ / CASERÍA DE L’ALMORQUÍ / COLLA DE LES ENZEBRES / MONOLITO GR-7 / LAS ENCEBRAS.

LA RUTA: El tiempo está cambiando y para este día festivo hemos elegido una agradable ruta por las sierras de La Taja y Monte Coto saliendo de Las Encebras, para luego degustar los exquisitos gazpachos de la zona.


Iniciamos desde la fuente, junto a los hermosos olmos que hay a la entrada de la pedanía, tomando dirección sur y atravesando la localidad que termina con otros buenos ejemplares de olmo, hasta conectar con un camino de tierra.


Enseguida comenzamos a tomar altura dejando el pueblo atrás y sus cuidados bancales de secano. El camino se torna sendero que serpentea sobre una loma dura y pedregosa que nos ofrece extensas vistas bajo un cielo nublado.


Arriba, giramos a la izquierda tomando una pista forestal por la Ombría de la Gallega, entrando en un bello paraje de boscosa pineda. Volvemos a girar a la izquierda y la pista empieza a inclinarse moderadamente.


Es un bonito trayecto que nos permite observar las ondulaciones de los montes vecinos con alturas entre los 800 y 900 metros, totalmente cubiertos de pinar hasta sus cimas. También tenemos miradas a la primera cantera de mármol.


Pasamos por delante de un depósito de agua contra incendios, donde el camino hace una gran curva para enlazar con otra pista que nos sigue ascendiendo dándonos vistas diferentes a la gran cantera de mármol.


Culminamos la ondulación en El Cargador (888 m.), son elevaciones sin marcas ni vértices geodésicos, pero que nos ofrecen largas vistas al pequeño valle con Pinoso y el Carche entre nubes, y más al sur a la sierra de la Pila.


Más adelante, otra loma con apenas diferencia de altura, el Alt de la Cova dels Ninyos (887 m.) con vistas más al interior. Marchamos por el Cordal de la Carrasqueta para conectar con el Camí del Refugio que vuelve a elevarnos por la izquierda.


La siguiente elevación es El Reclot (914 m.) de la que descendemos al fondo de la vaguada para conectar con el Camí de Robles y el PR-CV 166 por el que volvemos a elevarnos en la otra vertiente, siempre dentro del bosque de pinar.


Alcanzamos la parte alta por la ancha pista muy cuidada que hace las delicias de los ciclistas. Pronto viene el Mirador, junto a unas barandas de madera con vistas al barranc de la Caseta, al Puntal de Quiles y a la Quitranera.


Proseguimos avanzando con apenas variaciones de desnivel, y por la derecha, en una formación rocosa está la entrada de una pequeña cueva a la que bajamos, tiene una diminuta sala de bajos techos y curiosamente, otra abertura por la que entra luz.


Llegamos al Coll del Pí de la Farola (852 m.) importante cruce de caminos donde hay paneles informativos y una parada para ciclistas. Desde aquí iniciamos la subida a la cumbre y retornaremos a este mismo lugar.


Cogemos el camino de enfrente protegido con cemento para en una corta distancia dejarlo por un sendero que ataja una gran curva antes de llegar a la cantera abandonada. Impresiona ver los rectilíneos cortes en el mármol y sus bloques.


Con miradas al Puntal de Quiles por un lado y a la pedanía de Casas del Señor coronamos la elevación más alta de hoy. Alt Redó (960 m.) con su moderna garita de vigilancia forestal, fuera de servicio en estas fechas.


Tomamos unas frutas contemplando las extensas panorámicas a 360º por encima del gran manto de pinar. La sierra de La Pila, la sierra del Reclot y la sierra de Crevillente, en cuyos extremos se refleja el mar.


Regresamos al Coll del Pí de la Farola y comenzamos a descender por la derecha, tomando un pequeño atajo y seguir por la pista que pasa cerca de otra pequeña cantera de mármol antes de llegar a Monte Coto.


Poco después, tras unos paneles informativos de El Coto y del PR-CV 166, el camino pasa por la Font de l’Almorquí, que se haya cerrada en una caseta de obra y prosigue hacia Casas del Señor, pero nosotros continuamos por la izquierda.


Este nuevo camino nos pasea por delante del caserío de l’Almorquí, enorme conglomerado de casas y corrales que en sus  tiempos dominaba esta zona rodeado de una gran extensión de bancales de secano en un lugar privilegiado.


Viene una pequeña y alargada balsa que recoge las aguas que rezuman de un margen, y nuevos bancales de secano, mayormente de almendros y luego varios cuadros de viñedos cerca de las ruinas de una antigua casa de campo.


Cerca de unos otoñales ciruelos alcanzamos el Coll de Les Enzebres (687 m.)  y a pocas decenas de metros un monolito dedicado al GR-7 y un poste con paletas informativas del nuevo GR-330 que solapan su itinerario.


En el pequeño núcleo de casas de campo, seguimos recto, descendiendo un poco hacia la derecha por camino asfaltado que nos deja a la entrada de Las Encebras, junto a su fuente y los grandes olmos cerrando la ruta.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:40 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 960 M. (Alt Redó)
ALTURA MÍNIMA: 647 M.
DESNIVEL POSITIVO: 523 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 513 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


LA SERRA DE CANTACUC DESDE CATAMARRUCH.

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Entre la Vall de Planes, El Comtat y la Vall de Alcalà se encuentra la Serra de Cantaruc. Estas montañas pasan desapercibidas e inalterables, para regocijo de quienes disfrutamos de lugares únicos y casi inexplorados, deleitando nuestros sentidos con paisajes naturales sensacionales. En la comarca del Comtat, un confuso conjunto montañoso cae sobre la vertiente meridional del valle del río Serpis como un acertijo de difícil solución; el cercano aroma de la Serra Mariola, y la solemne crestería del Benicadell desdeñan a sus vecinas sierras de la Albureca, Cantalar, Cantacuc, L'Almadec que con sus formas aparentemente anodinas, esconden en su recortado interior profundas arterias que el agua y los agentes geológicos han dibujado sobre ellas y ocultan en valles y ensenadas la delicia de los oros otoñales en choperas y saucedas, de los ocres de la tierra en las olmedas y la iluminada pureza invernal y primaveral en los almendros y cerezos. En lugar no determinado de este atropellado relieve, allá por donde se tocan la Serra de Cantacuc y la Foradá, nace el barranco de Margarida, fruto del encuentro de una serie de modestos regueros de corta duración que lo alimentan con sus escuetas aguas; el curso serpentea entre cerradas revueltas dejando en altura el castillo de Margarida, inaccesible, desafiante y maltrecho, desde donde se descuelgan las vertientes que descansan sobre el cauce del barranco; de carácter más dócil, las pequeñas aldeas de Margarida y Catamaruch acomodadas en la ladera de las sierras de Cantacuc y Almudaina respectivamente, quedan de forma tajante separadas por la hendidura del intrépido congosto; los caprichos toponímicos de cartógrafos o pobladores hacen que sea a partir del puente de Calderes cuando el entretenido camino del agua se convierte en barranco de L'Encantada, joya paisajística de la histórica Baronía de Planes. Entre nombres tan evocadores como la Peña de L'Espill, el Tossalet de la Dona o el Morro de L'Encantada, los plegamientos son seccionados a golpe de la poderosa dama acuática y la corteza caliza se contagia de la leyenda que ronda por estos parajes cargada de hechizos moriscos. En tan sugestivo escenario, una doncella es el personaje principal de un sortilegio que la convierte en celosa guardiana de tesoros encerrados por los moros en una cueva del abrupto barranco, ante su inmediata expulsión.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de pasar los túneles del Barranc de la Batalla, salida nº 436 MURO / BENIMARFULL / ALQUERIA D’ASNAR, en la rotonda por la CV-700 dirección Benimarfull, que atravesaremos por su único semáforo, y en la rotonda dirección a Planes. Pasar Planes y antes de llegar al desvío para el Barranco de l’Encantá, girar a la derecha hacia Catamarruch por la CV-7090. Aparcar en el interior del pueblo.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y PATRO.
ITINERARIO: CATAMARRUCH / CRUCE REGRESO / VISTA DE CATAMARRUCH / DERECHA /  VISTA DE MARGARIDA / CASTELL DE MARGARIDA / ALT DE CANTACUC / DERECHA / MAS DE CANTACUC / SERRA DE CANTACUC / SUBIR CAMPO A TRAVÉS / TOSSAL DELS MATXOS / CAMINO DCHA. / DEPÓSITO DE AGUA /  PEÑASCO / SENDA /  ALT SERRA CANTACUC / CAMINO / CORRAL DE CENDRA / SENDERO / BARRANC FORT / PENYES DE LA COVA NEGRA / COVA NEGRA / PISTA IZQ. / CAMINO IZQ. / DERECHA / PONT DE LA FERRADURA / CATAMARRUCH.

LA RUTA: Alguna vez habíamos hecho parte de esta ruta desde Almudaina, son rutas apartadas y solitarias pero que esconden un entorno singular entre senderos, caminos y pistas. Técnicamente fácil donde el GPS se hace imprescindible.

Iniciamos desde el mismo pueblo de Catamarruch, solitario y callado a estas horas tempranas. Desde su plaza tenemos grandes vistas al Benicadell y su impresionante regall, y en el otro lado a la serra de Cantacuc, nuestro objetivo.


Salimos del pueblo entre bancales de secano con almendros, olivos y sobretodo cerezos a los que el otoño empieza a enrojecer sus hojas. Pasamos junto a un vistoso muro de piedra seca compuesto artísticamente por lajas verticales.


Tras unos olivos con redes de colores extendidas para recoger sus frutos, nos elevamos por una cuesta con vistas a Muro y al Montcabrer, y poco después, al pueblo de Catamarruch que sigue dormido en lo alto de su colina.


Ascendiendo suavemente las panorámicas nos siguen sorprendiendo, la singular imagen del Benicadell reina en las alturas. Bordeando el barranc de l’Encantá vemos el Pont de les Calderes camino de l’Estret y el riu Serpis.


Seguimos avanzando y tras culminar la cabecera del barranco dejamos la pista por otra a la derecha, siempre con moderado ascenso, y donde tenemos preciosas vistas al pueblo de Margarida protegido por la serra de la Foradá.

Poco después, nuestras miradas se centran en un espectacular risco a nuestra izquierda que domina el valle a 720 m. de altura, con los restos del castell de Margarida. Era una defensa natural inexpugnable que hacia innecesaria obra defensiva alguna.


La altura nos concede vistas espléndidas al Comptat con Catamarruch y Planes en primer lugar, y el resto de pueblos diseminados por el valle. Rodeamos el risco del Castell para ver sobre su lienzos de muralla, el pueblo de Margarida.


Todo son sensaciones visuales con miradas a les Penyes de la Cova Negra (848 m.), y el Benicadell a nuestras espaldas hasta que alcanzamos el Alt de Cantacuc (803 m.), un roquedo con unas siglas pintadas de blanco.


En un cruce seguimos por la derecha entrando en una antigua zona abancalada de viejos almendros en abandono que presidía el Mas de Cantacuc, una gran casona de dos plantas con vistas a las lomas de pineda en la sierra.


El camino hace una cerrada lazada para cruzar una rambla y en la otra vertiente, lo dejamos por la izquierda para subir campo a través, atajando para llegar en medio del bosque a un cúmulo de piedras que marca el Tossal dels Matxos (808 m.).


Por la derecha salimos a otra pista entre el bosque de pinar que sin perder mucha altura nos pasea contorneándose entre vaguadas y lomas. Enlazamos con otra pista que pasa por delante de un depósito de agua para incendios.


Comienza una larga y suave subida que nos permite contemplar la gran masa forestal del manto de pineda que cubre esta apartada sierra, es un remanso de paz caminar por ella.  De pronto el pinar desaparece.

Antiguos incendios han dejado arrasado el pinar en dos altas lomas que parecen gemelas, y hacia las que nos dirigimos han quedado sin arboleda, solo el matorral bajo tiñe con un poco de verde el área calcinada.


Dejamos la pista por un sendero a la derecha que rasga la ladera en la subida a la loma, otorgándonos vistas al omnipresente Benicadell. Solo en la última rampa vuelve la arboleda. Llegamos al punto más elevado de hoy, Alt de la serra de Cantacuc (914 m.).


En la otra vertiente un corto sendero nos deja en otro camino donde quedó abandonado el chasis de un coche. Rodeamos la loma con inmejorables panorámicas al Benicadell con Planes, el Embalse y Beniarrés y Gaianes en la distancia.


Nos acercamos a unos prados en altura que cobijan el Corral de Cendra junto a un grupito de pinos y cipreses. Estos pastos de altura alimentaban grandes rebaños de cabras en una posición privilegiada dominando todo el paraje.


A la izquierda de la casa, sobre unas rocas unos mojones marcan el sendero a seguir con la mirada puesta en los frontales grises y rocosos de la sierra. Comenzamos a descender hacia el cauce del barranc Fort.


Lo vadeamos por su punto más suave, pero que debido a la humedad es un zarzal de pinchos y aliagas del que es difícil salir sin rasguños. Pasamos por debajo del hermoso frontal rocoso hasta rodear el último farallón.


Hay que girar a la izquierda y en la otra pared rocosa, está escondida la Cova Negra. Es poco profunda y tiene una higuera dentro. De nuevo grandes miradas al valle del Comptat presidido por Planes, el Benicadell y el embalse de Beniarrés.


El sendero se precipita en la bajada y mirando atrás tenemos una agreste imagen del rocoso peñón que forma la montaña. Conectamos con otro camino por la izquierda, y sobre terreno plano, contemplamos el paisaje y Catamarruch.


Un tramo recto de camino nos deja vistas a la sierra Mariola con Muro a sus pies y a Catamarruch cada vez más cercano. Cogemos otra pista a la derecha antes del Pont de la Ferradura, al inicio del Barranc Fort.


Alcanzamos el cruce de caminos de esta mañana cerrando el círculo de la ruta, y subiendo una cuesta entramos en el pueblo concluyendo la ruta. Todo sigue tan tranquilo como lo dejamos. Relajada ruta la realizada por un entorno solitario y espectacular.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:15 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 914 M. (Alt de la serra de Cantacuc)
ALTURA MÍNIMA: 541 M. (Barranc de les Costeres) 
DESNIVEL POSITIVO: 584 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 574 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


EL OTOÑO POR LOS VIÑEDOS DE FONTANARS DELS ALFORINS.

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Fontanars dels Alforins descansa sobre las tierras más altas y orientales de la Vall d’Albaida. La altiplanicie de los Alforins, abierto en la meseta y bordeado por la Serra Grossa y la Serra de Beneixama, conforma un mosaico paisajístico que combina viñas con cereales y olivos. Sus tierras mezclan arenas y márgenes arcillosos, formando uno de los más bellos sedimentos de la geografía española que aporta una riqueza singular para la práctica de la viticultura. El clima mediterráneo empieza su transición hacia el continental y el paisaje sorprende la retina en cualquier época del año. El joven centro urbano de Fontanars dels Alforins cohabita con numerosas heredades, bodegas, carrascales, tableos o mansiones señoriales rodeadas de pinares. Els Alforins fueron incorporados al Reino de Valencia el 1245 por las tropas de Jaime I, y dependieron de la villa de Ontinyent hasta 1927. En la provincia de Valencia, entre las comarcas de la Vall d´Albaida y La Costera, se encuentra un paraje colorido y precioso lleno de historia, de viñedos y de atractivos turísticos que lo convierten en un lugar único. Nada que envidiar a la Toscana italiana, con la que se le compara en numerosas ocasiones por ser una tierra igual, o más, de bella y equiparable. La asociación de bodegueros Terres dels Alforins es una asociación de viticultores y productores de vino que pertenecen a la DO Valencia. En la actualidad la constituyen 12 bodegas ubicadas en los términos de Fontanars dels Alforins, La Font de la Figuera y Moixent. Con intereses comunes y con el objetivo de unir fuerzas y emprender iniciativas empresariales trabajan por la puesta en valor de sus productos, del paisaje de la zona y los valores colectivos.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 A-31 dirección Albacete, salida en la nº 175, seguir por la carretera de servicio hasta la próxima rotonda, donde se enlaza con la CV-656 que pasa por delante del centro penitenciario, seguir hasta el cruce con la CV-660 que nos llevará hasta Fontanars dels Alforins. Aparcar cerca de la iglesia.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, JUANJO, PEPE CERVERA, PELEGRIN / TELE Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO: FONTANARS / CA VENTURA / IZQ. CAMÍ DE LA FERRERÍA / CA MICÓ / CA EGEA / CV-660 / CA EL BALCÓ (RUINAS) / CA TRAVER / REF. CAZADORES / FORN ‘ARENAL DE CA TRAVER’ / CRUCE / FORN ‘BARRANQUET CA TRAVER / CRUCE IZQ. / HITO / FONT Y CA PLA DE MALLAURA / DESV. IZQ. / FORN ‘CA EL COLAUS’ / GIRO IZQ. / FORN ‘CA ELS COLAUS OEST’ / CA ELS COLAUS BODEGAS / CV-654 / EL RABASAL / IZQ. / RAMBLA DELS FONTANARS / CA ELS MICONS CA SAN EDUARDO / CA RULL / CV-660 / ASSAGADOR CA RULL / CORRAL DELS GOSOS / CORRAL DELS MICONS / CA BOSCÁ / CA ELS PINS BODEGA / FONT DELS PINS / CAMINO QUITA PESARES / CV-655 / FONTANARS.
LA RUTA: Hace unos nueve meses sin haber arrancado la primavera hicimos esta ruta, apenas vimos algún almendro en flor y las viñas estaban podadas en espera de los nuevos brotes y decidimos que había que volver en otoño.

Y henos aquí, pero esta vez con los amigos veteranos. Iniciamos desde la iglesia de la Verge del Rosari con su bonito campanario mediterráneo. Salimos del pueblo por camino de herradura, pasado junto a Ca Ventura.

Por la izquierda enlazamos con el Camí de la Ferrería y entramos en campo abierto y cuidado, con plantaciones de frutales, pero sobre todo bancales de viñedo vendimiado cuyas hoyas se doran al sol antes de caer.

Los campos antes de llegar a Ca Micó han sufrido los estragos de las recientes lluvias torrenciales cuarteando sus bancales pero pese a ello el otoño comienza a colorear sus hojas y aparecen los primeros tonos rojizos.

Las parras de viñedo cercanas a la casa están en mejor estado y todavía se resisten al otoño. La gran casona encalada de blanco está custodiada por dos enormes higueras y un aguacate que está en plena floración.

Nos acercamos a la valla de Ca Egea en un corto tramo de ida y vuelta para admirar varios caballos alazanes y blancos que tiene en su yeguada. Apenas están separados en recintos con cintas, y al vernos  vienen a saludarnos.

Cruzamos la carretera CV-660 y entramos en la Ruta dels Forns de Calç, visitando alguno de los hornos más interesantes. También dejamos atrás la elevada torre metálica de una molineta para la extracción de agua de un pozo.

En unas decenas de metros nos adentramos por la derecha para visitar las ruinas de Ca el Balcó, un enorme y antiguo caserío bajo la sombra de unos espigados pinos, que en sus tiempos llegó a tener gran prestigio.

El camino sigue y frente a los campos de Ca Traver, hay un refugio de cazadores también en ruinas bajo una grandiosa carrasca centenaria. Sin techumbre, todavía conserva las troneras por donde disparaban a los jabalíes. 

Vamos girando a la izquierda entre campos dorados de viña para llegar al primero de los hornos, el Forn de Calç del Arenal de Ca Traver junto a un panel que describe sus características. En un cruce seguimos por otro camino.

Un poco más adelante nos desviamos un corto trecho a la derecha para ver el Forn de Calç del Barranquet de Ca Traver, éste algo mejor conservado. Volvemos al camino principal haciendo un recodo a la izquierda.

Vemos una rústica mesa formada con una piedra plana y otras que la rodean a modo de taburetes. Hacemos un giro a la izquierda y el camino va saliendo del bosque de pinar dejándonos ver hermosos bancales de cepas.

En campo abierto los viñedos vuelven a inundar el paraje de los matices otoñales. luego un gran hito de piedras junto al camino nos indica que debemos seguir recto, acercándonos a una enorme casona de campo.

Nos desviamos para entrar a ver el gran edificio de dos plantas de Ca el Pla de la Mallaura, que ha sido reparado y sigue en pie.  En su alrededor hay varias higueras formidables, aunque sin podar y su fuente y pozo parecen secos.



Por el otro lado salimos de nuevo al camino cerca de una araucaria pletórica. Hacemos otro giro a la izquierda para llegar al Forn de Calç de Cals Colaus, protegido en su parte alta con cuerdas e invadido por la vegetación.

Nuevos bancales de cepas deshojadas pero que en sus sarmientos todavía mantienen algunos pequeños racimos de uva que no fueron vendimiados. Entre los viñedos hay algunos recuadros de olivos con  telas de colores para recoger sus frutos.

Giramos a la izquierda y el camino de bajada pasa a ser de cemento, en su lado derecho tenemos el Forn de Calç de Cals Colaus Oest. En descenso vemos el amplio valle como acuarelas otoñales y la masía de Cals Colaus.

Antes de llegar, a la izquierda, pasamos a ver unas enormes ancestrales tinajas de barro donde antiguamente envejecían los vinos. Al bajar seguimos observando los distintos tonos en los cuadros de viña, del verde al amarillos y al rojizo.

Antes de llegar a la masía observamos juna gran extensión de viñedos emparrados que tienen al inicio de cada hilera un rosal. Esto se hace para detectar el hongo del oídio, ya que tiene predilección por las rosas, actuando como detectores del hongo.

Junto a la masía están ubicadas las Bodegas Heretat de Taverners, que al estar cerrada nos perdemos una cata de sus buenos caldos. Para continuar tenemos que cruzar la carretera de la Rambla la CV-6540.

El mullido camino herboso nos sitúa entre el Rabasal  por la derecha y la rambla de Fontanars por la izquierda con grandes extensiones de viñedos que colorean el paisaje, siendo una delicia sensorial su observación.

Comenzamos a subir poco a poco con una extensa panorámica de coloreados viñedos, al tiempo que unas tablas sin cultivar están tapizadas de un manto de florecillas blancas hasta la finca de Ca els Micons, donde inicia un suave descenso.

El declive se mitiga en las cercanías de dos grandes casonas en medio de un bosquete de altos pinos. Bordeamos la casa de Ca San Eduardo y pasando junto a la de Ca Rull. Ahora cruzamos la carretera CV-660.

Al lado del gran brocal circular de un antiguo pozo se inicia el assagador de Ca Rull, un rectilíneo camino que pasa al lado de las ruinas del corral dels Gosos, y gran extensión de viñedos con cepas  de increíble tono rojizo.

El assagador finaliza cerca del Corral dels Micons escondido entre el pinar, donde giramos a la izquierda, por camino sinuoso que sigue lindando con el pinar donde los viñedos destacan su colorido sobre la verde pineda.

Proseguimos el camino con miradas a Fontanars presidido por los frondosos pinares de las Penyas del Matxo y otra gran finca por la derecha entre los viñedos, Ca Boscá, que curiosamente tienen una barrica de roble a un lado del camino.

Más adelante vemos por separado, dos pozos o aljibes por su diseño morisco, que posiblemente servían como abrevaderos para el ganado, en las inmediaciones de otra finca entre viñedos de tomos marrones y cercana al pinar.

Pasamos paralelos a la umbría del frondosa pineda donde está ubicada la Boedega Cals Pins. Entre su vallado y los pinos distinguimos hermosos corceles blancos y una gran casona que preside los extensos terrenos de la finca.

Al finalizar la valla, entre una gran tinaja de barro en la puerta de entrada y una oxidada vieja prensa de uva, el camino hace un giro a la izquierda pasando junto a la Font y el Aljibe del Pins con sus piletas abrevadero.

Con la vista puesta en Fontanars, enlazamos con el Camino Quitapesares, que entre cepas y viñedos nos conduce hasta el pueblo y su bonita plaza de la Iglesia donde cerramos esta seductora y cultural ruta apta para todos.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 16,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 706 M.
ALTURA MÍNIMA: 577 M.
DESNIVEL POSITIVO: 281 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 295 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

EL PIC DE LA SAFOR DESDE L’ORXA.

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El circo de La Safor, además de sus valores naturales, educativos, productivos o deportivos, es un paisaje identificado como símbolo destacado de una comarca, y reconocido como patrimonio colectivo. Son poderosas razones para su atenta custodia que preserve la armonía de tan espectacular herradura rocosa y de su valiosa diversidad. Como si fuese uno de los circos glaciares del Pirineo, el Circo de la Safor es una sierra circular, con algo más de 1.000 metros de altitud, que conforma una especie de anfiteatro abierto al viento. Se trata de una formación desconcertante, parecida a un cráter, por cuyos pies circula el río Serpis. La comarca de la Safor, se muestra al visitante a través de un atractivo territorio dividido entre el paisaje de la costa y el interior montañoso. Las altas sierras de Mustalla, Safor, Agulles y Grossa, forman un cerco natural de rica vegetación, mientras que el litoral acoge en su planicie huertos, amplias y acogedoras playas y una concentración urbana de alta densidad. La proximidad y las múltiples relaciones entre sí de las poblaciones que integran la comarca, hacen que la Safor se pueda considerar como un conjunto urbano, como una ciudad dispersa, rodeada de zonas verdes, dedicadas en su mayoría al cultivo de la naranja. Cumbres situadas a poca distancia del mar, campos de naranjos que se esconden entre las laderas de los montes, anchos horizontes que se funden con la línea de la playa, constituyen algunos elementos del paisaje de La Safor, inagotable en cualquier época del año.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de pasar los túneles del Barranc de la Batalla, salida nº 432 MURO DE ALCOY NORTE y en la rotonda tomar la CV-705 dirección Gayanes hasta Beniarrés, donde tomaremos la CV-701 hasta llegar a L’Orxa. Aparcar al final del pueblo.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: L’ORXA / PANEL PR-CV 207 / POSTE SEGUIR CAMINO / CORRAL / MAS DELS FOIETES / SENDA / PISTA / RUINAS / SENDA IZQ. / SEGUIR RECTO / IZQUIERDA / COLLADET DE LA COMBA / POSTE CARRETERA IZQ. / ALJIBE / SENDA DCHA. / ALT DE LA SAFOR / MIRADOR / CAVA DE LA SAFOR / COLLADITO / FONT DELS OLBITS / POSTE PISTA DCHA / FONT DE BASSIETS /  POSTE SENDA IZQ. /  COVA GORIGORI / DIQUE-SALIR DEL BARRANCO / L’ORXA.

LA RUTA: Volvemos a L’Orxa y al Pic de La Safor, pero esta vez subiremos por el barranc de les Foies, variante que no habíamos utilizado hasta ahora, regresando desde la Font dels Òlbits por el PR-CV 207 y el barranc dels Bassiets.


Iniciamos desde L’Orxa, muy cerca del panel de PR, por el camino de tierra de la izquierda entre casas de campo. Todo está tranquilo y en silencio a estas horas, y por detrás de las casas del pueblo asoma el característico penacho del Benicadell.


Llegamos al dique que tapona el cauce del barranc dels Bassiets, donde hay un poste informativo del PR-207 que será por donde regresemos. En las paredes de enfrente podemos ver la gran boca de la Cova Gorigori.


Una máquina está limpiando de matorrales el cauce del barranco. El camino se encrespa ganando altura que nos ofrece miradas a L’Orxa, a Beniarrés y al Benicadell. Llegamos a un corral al pie de las primeras lomas.


El camino describe una gran curva izquierda-derecha entrando en una zona de cuidados bancales de secano mayormente olivos y algunos cerezos, para luego cruzar el cauce del barranco y continuar paralelo.


Taponado entre higueras y matorral apenas vemos la pequeña casa del Mas dels Foies. A partir de la casa empieza una sendita que comienza a remontar la ladera entre abundante vegetación, dejándonos miradas del barranco hasta el Benicadell.


En la parte alta enlazamos con una pista que nos otorga panorámicas al amplio valle de L’Orxa, siempre presidido por el Benicadell, con miradas a las altas paredes y lomas de la otra vertiente que nos acompañan.


La pista nos conduce un largo trecho por un zona de pinar y matorral prácticamente llana, el Pla de Tolo, por el que caminamos imbuidos en un silencio atronador. Alcanzamos las ruinas de un viejo corral.


Volvemos a los pequeños altibajos, rodeando lomas peladas, subiendo y bajando levemente. Tomamos una senda a la izquierda para luego seguir recto por un camino y girar para enlazar con otra senda con miradas a la serra de Cantacuc.


Por estrecho sendero superamos una loma y el paisaje cambia por completo, aparece en escena el mar, con la serra de Segaria, el Cavall de Tormos, el Montgó y el Miserat con sus antenas. Llegamos a la CV-6999.


Sin apenas tocarla, por la izquierda, está situado el Colladet de la Comba (697 m.)  y un poste informativo del PR-CV 43 de Les Valls en dirección al CIM de La Safor, donde comienza el sendero que no dejaremos hasta la cumbre.












Antes, en unas decenas de metros, hacemos un corto tramo de ida y vuelta desviándonos a la izquierda para visitar un viejo aljibe de origen árabe con su pileta abrevadero, actualmente sin uso pese a que sigue almacenando agua de lluvia.


De nuevo en el sendero principal, comienza una subida constante y sin tregua buscando el mejor paso entre colinas recuperadas de antiguos incendios, y que poco a poco las carrascas y el matorral bajo les va devolviendo su colorido.


A medida que avanzamos la altura nos confiere más amplitud de miras llegando tanto al Montgó y al mar, como al Comptat y a la vall de Perputxent unidas por las estribaciones de la sierra Mariola y el Benicadell.


La subida se va acentuando gradualmente al quedar definida la loma de la cima hacia la que nos dirigimos, pasando por preciosos y estrechos pasillos entre carrascas y piedras con algunos claros de matorral.


Pronto damos el ultimo achuchón y enseguida entre las carrascas se abren ventanas al mar y otro poste informativo nos guía por enrevesado y corto trayecto que nos queda hasta el elevado vértice geodésico de hoy.


Pic de la Safor (1.013 m.) mayor altura de los tres Valls, La Safor, Gallinera y Perputxent. Ahora las miradas son a 360º, el mar desde el Mondúver al Montgó, y toda la zona montañosa del interior que linda con las provincias de Valencia y Alicante.


Comenzamos el fuerte descenso hasta la nevera de La Safor donde hay un gran grupo de senderistas que acaban de llegar y entre los que está Carol, que está haciendo una ruta distinta a la nuestra pero que sabíamos que nos podríamos encontrar.


Para el almuerzo nos acercamos al Mirador de La Safor, donde entre bocado y bocado quedamos extasiados con las extraordinarias vistas a este minúsculo circo montañoso que va perdiendo altitud hasta llegar al mismo mar.


Nos despedimos de Carol y emprendemos el regreso con el PR-CV 207 por la Font dels Ólbits a L’Orxa. El mullido sendero atraviesa la planicie hasta adentrarse en los apretados bosquecillos de carrascas entre la umbría.


Nada más salir de los bosquetes las vistas frontales son extensas, de nuevo tenemos los dos valles, Perputxent y el Comptat en toda su dimensión, con L’Orxa a nuestros pies  y en el centro el embalse de Beniarrés.


Seguimos descendiendo hasta la loma siguiente por buen sendero, las carrascas van raleando y nos acompañan las sabinas. Alcanzamos un pequeño rellano y dejamos por la derecha el camino que baja hasta el Camí de Villalonga. 


Continuamos de frente por un tramo algo dubitativo por las lluvias que han erosionado parte del sendero, que por la derecha entra en la pineda y en las instalaciones del Área Recreativa de la Font dels Ólbits.


Nos refrescamos en la fuente, que curiosamente le han quitado el nombre a su nueva ubicación y lo han pintado en la antigua pileta por la que no mana agua, al lado de los paelleros. Por las piletas escalonadas proseguimos el descenso.


Es una bajada rápida en la que vemos las ruinas de un viejo corral en la otra ladera. Luego cruzamos una rambla con algunas miradas al Benicadell hasta llegar al cauce del barranc dels Bassiets y luego un poste con indicaciones para llegar a su fuente.


Por la pista de la derecha llegamos a otro cruce balizado con indicaciones a L’Orxa y al Camí del Bassiets y el Corral dels Secs. Por la vertiente derecha del barranco continúa el sendero a media altura con vistas impresionantes a su cauce.












Bajamos casi hasta el lecho del barranco para salvar un enorme farallón, un grandioso pivote rojizo que parece obstruirlo. Mas adelante remontamos por la misma ladera y comenzamos a tener vistas de L’Orxa.


El cauce hace un giro a la derecha y en la ladera, entre abundante vegetación va emergiendo la ancha boca de la Cova Gorigori. Pasamos por debajo de ella, cerca de una zona abancalada de viejos muretes de piedra seca.


Caminamos de nuevo por el lecho del barranco hasta toparnos con el dique que tapona el barranco. Lo salvamos por la izquierda, haciendo algunas fotos desde la presa, donde completamos el círculo de esta ruta.

Caminamos hacia L’Orxa con la vista puesta en el penacho del Benicadell sobre el pueblo y el Castell de Perputxent dominando el riu Serpis. Finalizamos esta bonita excursión por una variante distinta y menos frecuentada.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de Bassiets y Font dels Olbis)
DISTANCIA: 15,4 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:30 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.013 M. (Pic de la Safor)
ALTURA MÍNIMA: 262 M. (L’Orxa)
DESNIVEL POSITIVO: 973 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 941 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

LOS ÁLAMOS CENTENARIOS, SIERRA DE BAZA.

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En la ribera de los álamos centenarios,  unos 200 robustos árboles de casi tres siglos flanquean el arroyo Bodurria. Los más longevos pobladores del Parque Natural de la Sierra de Baza rondan los 300 años. Y no tratan de ocultar su edad con artimañas estéticas. Las arrugas de sus cuerpos rechonchos y deformes han sido talladas tan profundamente por el sol, el viento y la nieve que en ellas se pueden escarbar con los dedos de la mano. Los casi doscientos álamos negros (Populus nigra) centenarios que componen el majestuoso bosque galería, convivieron durante lustros con los casi cinco mil habitantes de la zona... Hoy, junto a los robustos árboles, sólo quedan las ruinas de sus casas... La soledad de los árboles rara vez se ve alterada por el hombre. El Parque Natural Sierra de Baza, situado en la parte nororiental de Granada, es uno de los menos visitados de toda la provincia. La aridez de la comarca que rodea la sierra no invita a imaginar los bellos paisajes y la rica biodiversidad -animal y vegetal- que encierra en su interior... Cada árbol constituye un pequeño ecosistema en sí mismo. En las oquedades de los longevos troncos pueden habitar insectos, aves y pequeños mamíferos. explicaba José Ángel Rodríguez, Presidente del Proyecto Sierra de Baza. Los álamos conviven junto a otras especies comunes en la vegetación ribereña, como sauces y cerezos silvestre. Pero también con árboles más atípicos. A pocos metros de las ruinas de Los Mellizos, junto al cauce del arroyo, existe un monumental castaño, también centenario, con un perímetro de tronco de casi cinco metros. La cortijada de Los Mellizos estuvo habitada hasta mitad del siglo. Las ruinas muestran los restos de una rudimentaria arquitectura basada en los recursos del entorno: muros de piedra unidos con mortero y techos de viga con pizarra y launas.
CÓMO LLEGAR: Desde Baza, por la A-334 hasta Caniles, girar a la derecha por la GR-8101 dirección Escullar. Seguir hasta pasar el mojón antiguo del km 23, hay espacio para aparcar a la derecha.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: INICIO / CORTAFUEGOS / SENDERO DE LOS ÁLAMOS / FUENTE DE LA FRAGÜILLA / CORTIJO DE LA FRAGÜILLA / ÁLAMOS CENTENARIOS / CEMENTERIO DE LOS MELLIZOS / CORTILADA DE LOS MELLIZOS / CASTAÑO CENTENARIO / CORTIJO ORRIVALI / FIN DEL SENDERO DE LOS ÁLAMOS / PRESA Y PANTANETA DEL ARROYO BODURRIA / PRESA / BARRANCO DE LAS CASAS / CASAS DE SANTA OLALLA / BADEAR ARROYO / ARRIBA SIN SENDA / ENLACE PISTA / MIRADOR DE BAREA / CARRETERA / INICIO.

LA RUTA: Este fin de semana, antes de que termine el otoño, venimos a Baza a recorrer su Parque Natural. En otras ocasiones ya subimos a sus altas cumbres pero ahora pasearemos por sus diminutos valles y arroyos.

Para hoy hemos elegido una ruta circular por la ribera de los álamos centenarios siguiendo el curso del arroyo Bodurria para regresar por el Mirador de Barea. Hace un ambiente fresco (-4º) pero no sopla el aire.


Iniciamos desde el aparcamiento junto a la carretera (1.923 m.) que será nuestra mayor altura de hoy, iremos descendiendo paulatinamente para ir subiendo al regreso. Tomamos el camino de la izquierda, con un panel de la ruta.


El camino se abre paso entre los pinos de replantación y enseguida nos acompaña el inicio del barranco del Aguardentero con su tímido cauce seco. También por la derecha vemos en lo alto de la loma la franja deforestada de un cortafuegos. 


Pasamos cerca de las ruinas de una casa o antiguo cortijo sin nombre en los mapas. Parece que las nubes se van deshilachando y el barranco se une al arroyo Bodurria ensanchando un poco más su cauce poblado de arbustos y matorral.


El arroyo Bodurria es uno de los principales cauces del Parque debido a que emerge en un entorno semiárido, donde las precipitaciones no son muy abundantes ni regulares; cobra pues importancia en esta zona como arteria vital para los hombres, animales y plantas.


Poco después en el cauce del arroyo, y sobrepansado en altura a toda la arboleda aparecen los primeros ejemplares de álamo, todavía mantienen hojas entre verde y amarillo pajizo. El suelo comienza ha alfombrarse de hojas caídas.


La escarcha blanquea las hojas en el suelo. El cauce serpentea sinuoso para acercarnos a la alargada  pileta abrevadero de la Fuente de la Fragüilla (1.740 m.), que suministra un chorrillo de agua de una manguera de goma negra.











Sin embargo a unas decenas de metros y tras una barrera de álamos aparece otra fuente con una pileta más curiosa; formada de barriles metálicos cortados por la mitad y conectados entre si. El último y más desprotegido, está congelado.


Ésta mana del caño en un pequeño muro pero no sabemos cual es la original. Arriba a la izquierda distinguimos el Cortijo de la Fragüilla, a quienes pertenecen estos terrenos y posibles rebaños que ahora no vemos.


Comienza el desfile de los álamos negros, del latín Populus nigra, recibe este nombre por las costillas negruzcas que se forman en la corteza con el paso de los años y cuyas arrugas muestran los efectos del sol, el viento y la nieve.


Flanquean el arroyo Bodurria desde hace unos 300 años con su aspecto retorcido y curvo que parece ser el que los salvó de ser talados ya que no eran aptos ni para el aprovechamiento maderero ni para la construcción. 












No merecía la pena emplear grandes esfuerzos para cortarlos primero y transportarlos después, desde este lejano lugar, que tampoco contaba con camino practicable.


Este árbol puede permitirse el lujo de perder la hoja en otoño ya que dispone de agua suficiente para formar otra nueva, tiñendo el paisaje antes de que éstas caigan de tonos amarillos. Impresiona el tamaño de los más gruesos.


Al no estar cuidados, la poda la ejerce la naturaleza, los vientos y el peso de la nieve quiebran ramas y troncos que luego crecen a su libre albedrío, dejando en el cauce los resto de poda que con el paso del tiempo sirve de alimento y abono.


Cruzamos a la otra orilla del arroyo donde los álamos comienzan a ralear mezclándose con coníferas y araucarias de replantación, con sus curiosos frutos. Nos vamos alejando del cauce del arroyo Bodurria, en dirección a una loma.


Alcanzamos la aldea o Cortijada de los Mellizos (1.718 m.) integrada por un significativo grupo de casas de piedra con el tejado de pizarra y launa, también llamadas de "tierra roja", actualmente en situación lamentablemente ruinosa y de abandono.


Ya era citada en el Catastro de Ensenada (1753). Otrora importante lugar de transacciones y mercado bisemanal de esta sierra (los días 2 y 16 de cada mes). Las permutas e intercambios de mercancías eran lo más corriente.

Donde la moneda apenas se utilizaba y la mayoría de la población vivía al margen de la economía monetaria. Tal fue la importancia de este mercado, que era conocido fuera de las fronteras meramente comarcales.


Acudían vendedores ambulantes con caballerías cargadas para cambiar las mercaderías que por los productos que ofrecían los serranos: patatas, trigo, centeno, lentejas, queso, huevos y frutas. Hasta que en los años sesenta la aldea quedó completamente deshabitada y abandonada.


Los Mellizos no solo contaban con iglesia propia, sino que también tenían su cementerio cristiano, en el que tuvo lugar su último enterramiento en 1963; hoy se encuentra lamentablemente rodeado y escondido entre los pinares de repoblación.











Bajamos de la loma cruzando el arroyo y tomando de nuevo el sendero que nos acerca al Castaño Centenario, posiblemente el de mayor tamaño (4,55 m. de tronco) del Parque Natural de baza, y cuya edad se estima en 400 años.


El sendero continúa de nuevo entre coníferas y chopos para volver luego a álamos, más jóvenes y espigados cerca del cauce. Entre la arboleda se distinguen las ruinas del Cortijo Orrivali y más tarde el cartel que da fin o inicio al sendero de los álamos.


Seguimos avanzando por el cauce entre los álamos viejos, con zonas y recuadros que han sido replantados, ya que están alineados con simetría y son ejemplares más lozanos y delgados que buscan la luz del sol.


Cambiamos de ladera subiendo un poco para pasar cerca de una antigua presa que servía para retener las aguas del arroyo Bodurria. Marcamos un Waypoint para el regreso, donde haremos un corto tramo campo a través.











Desde lo alto de la ladera comenzamos a ver las casas de Santa Olalla en la otra vertiente. Bajamos al cauce del arroyo donde otra presa artesanal nos cierra el paso, podemos subir por un lateral o vadeando el arroyo entre la maleza.


Esta bella aldea de la Sierra de Baza, se localiza en la ribera del arroyo Bodurria, a la altura del llamado Barranco de Las Casas, el que desciende desde el Calar de Rapa a 1.480 metros de altitud. La zona ha estado habitada hasta hace apenas unos años.


Siendo esta aldea el último reducto de presencia humana en el arroyo Bodurria, la principal columna hidrográfica de esta Sierra y que unos kilómetros más abajo, ya en el término de Caniles, tras juntarse con la Rambla de Granada, pasa a denominarse Río Gállego primero y Río de Baza después.


Las Casas de Santa Olalla fue un importante núcleo de población de la Sierra de Baza, de cuya importancia nos puede dar idea ahora el paseo por sus ruinas, llegando a contar con un molino de agua, el llamado Molino de Barragán, que se emplazada en la margen derecha del arroyo Bodurria.


Esta zona conserva, aunque muy deteriorado el sistema de riego con el que estaban dotadas sus terrazas de cultivo, en las que se cultivaban patatas de una calidad excepcional, de modo que aún podemos localizar algunos de los acueductos y presas con los que los serranos tomaban el agua para conducirla hasta sus terrenos de labor.











Para el regreso, descendemos de nuevo al cauce vadeando el arroyo y subir a la otra vertiente, conectar con el sendero y subir campo a través hasta enlazar con la ancha pista de tierra. Por la derecha, y siempre en ascenso comienza un largo recorrido.


Por el bien cuidado camino nos deslizamos entre colinas, lomas y vaguadas hasta que un gran roquedo rompe la monotonía, el Mirador de Barea, que en días claros nos dejar ver sierra Nevada, Cazorla, Segura y las Villas, Castril y la Sagra.

Proseguimos hasta ensamblar con la carretera GR-8101 y poco después al aparcamiento donde finalizamos esta agradable ruta otoñal por los álamos centenarios, el curso del arroyo Bodurria y sus aldeas y cortijos.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 14,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.923 M. (Inicio ruta)
ALTURA MÍNIMA: 1.560 M. (Pie de Presa aldea de Santa Olaya)
DESNIVEL POSITIVO: 465 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 464 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

DEL CORTIJO DE FLORANES AL CORTIJO ARREDONDO Y CORTIJO DEL TÍO CAPOTE, SIERRA DE BAZA.

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La diversidad ecológica de la Sierra de Baza, en contraposición con las zonas llanas que la circundan, ha motivado que el Hombre se estableciese en ella de forma continuada desde hace al menos 7.000 años. Estas comunidades prehistóricas aprovecharon la variada oferta de recursos que una montaña mediterránea, como es el caso de la Sierra de Baza, les brindaba: agua abundante y segura todo el año, fértiles suelos en los pequeños valles fluviales, densos bosques constituidos por muchas especies diferentes de arbolado, caza, buenos pastos para el ganado, y, abundancia y variedad de minerales. Desde al menos el V milenio a/C. o lo que en arqueología se conoce como Neolítico Medio, la Sierra de Baza comienza a albergar de forma más o menos estable a pequeñas comunidades de campesinos (agricultores y pastores) que refugiándose en algunas de sus cuevas y abrigos naturales o en pequeños poblados al aire libre de muy frágiles y perecederas construcciones, comienzan a extenderse por todo su territorio. Estas primeras comunidades campesinas cultivaban, aún de forma rudimentaria, las mejores tierras, mediante un sistema de rozas, que consistía en el aclarado de pequeñas extensiones de bosque o zonas de inundación fluvial, que eran abandonadas rápidamente, en cuanto perdían sus nutrientes los suelos, trasladándose a otro lugar próximo, donde de nuevo se repetía el mismo proceso, acompañados de sus rebaños de ovejas y cabras. A su vez, seguían practicando, para completar su dieta, la recolección y la caza. No cabe duda de que nuestra sierra había sido ya explotada y conocida en tiempos anteriores a la conquista cristiana de 1.489 por los Reyes Católicos. Lo atestiguan más que nada los topónimos moriscos de Beneroso, Benajara, Benacebada.... entre otros, que nos dan claros indicios de la presencia árabe en la sierra. Después de la Conquista Cristiana, la sierra no entró en el reparto que se hizo de las huertas y cercados, junto con las casas, entre los caballeros principales y tropa, lo que sí se hizo en 1523 por Real Cédula del Emperador Carlos V su reparto. En el siglo XIX va a suponer un profundo cambio en la Sierra de Baza en cuanto se refiere a la propiedad, a la población y a la vegetación y paisaje. Los tres aspectos interrelacionados entre sí y que se deben a muy diferentes razones: por un lado, y con motivo de la fiebre minera que se despierta en todo el Sureste Español a partir de las leyes liberalizadoras de la explotación del subsuelo, que hasta 1.825 era un monopolio real; y por otros factores como la explotación del suelo y las maderas y leñas. De forma que si en el Catastro de Ensenada se contaban no más de 140 cortijos, con el paso de los tiempos veremos esta cifra acercarse casi al millar. Actualmente la Sierra de Baza, declarada Parque Natural por Ley Autonómica 2/1989, de 18 de julio, se encuentra prácticamente despoblada, con muchas bellas aldeas como El Tesorero, Tablas, Casas de Santa Olalla, Los Mellizos... deshabitadas.
CÓMO LLEGAR: Desde Baza, por la A-334 hasta Caniles, girar a la derecha por la GR-8101 dirección Escullar. Seguir hasta llegar al cartel que indica al Cortijo de Floranes 1 km. Hay espacio para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: CORTIJO DE FLORANES / INICIO SENDERO / POR LA IZQ. / MIRADOR DEL VALLE DEL RÍO BODURRIA / PUENTE / BARRANCO DE PLAZA / MIRADOR NATURAL / BARRANCO DE PETRONILA / ARROYO BODURRIA / CORTIJO ARREDONDO / DEVÍO DCHA. / FUENTE Y A.R. EL PINARILLO / BALSA Y MIRADOR / CASA FORESTAL /  CORTIJO PINAR DE LA HOYA / CASA DERRUIDA / CORTIJO DEL TÍO CAPOTE / INICIO SENDERO.

LA RUTA: Segunda jornada en Baza en la que vamos a seguir indagando por el estrecho valle del arroyo Bodurria, esta vez más al norte, uniendo dos senderos balizados que comienzan a 120 m del cortijo de Floranes.

Sus orígenes se remontan al S. XVIII, como antigua capellanía, la que en el S. XIX se desamortizó pasando a manos de la familia López de Hierro, siendo adquirida a mediados del pasado siglo por el Patrimonio Forestal; en los años 90 aquí se acondicionó una Escuela Taller, que llevaba su nombre, con una serie de buenos intencionados propósitos y objetivos que quedaron en su mayor parte inconclusos.


Iniciamos por el camino que se abre paso por los altos pinares hasta un cortafuegos junto a un amplio collado entre dos cerros significativos: a mi izquierda el más alto, el de Alonso (1.700 m.), y a la derecha el Cerro Panizo (1.608 m.).


En el collado el pinar se despeja y el paisaje se ensancha con amplias vistas;  el camino se bifurca y tomamos el ramal de la izquierda hacia el cortijo Arredondo, y regresaremos por el otro, repitiendo camino hasta Floranes.


Pronto tenemos un espléndido mirador sobre un roquedo que nos muestra grandes panorámicas al valle del río Bodurria, salpicado por diversos cortijos que visitaremos y miradas a los calares de Rapa y Tejera.


El camino prosigue como una ventana abierta al valle observando las manchas de las pequeñas olmedas otoñales que destacan de la arboleda. Un bien conservado puente salva uno de los barrancos que tributa al Bodurria.


Poco después el camino se convierte en estrecho sendero que recorre la ladera con pequeños altibajos y entre la pineda se mezclan algunos bellos ejemplares de encina entre los que divisamos viejas edificaciones.


El despoblamiento general que se aprecia en esta zona es similar al que sufren otras partes del Parque Natural, producido mayoritariamente durante los años sesenta del siglo pasado originado por las masivas emigraciones.












En una pequeña vaguada, subiendo y bajando salvamos el barranco de Plaza, con miradas a los calares y que al regreso volveremos a vadear por la otra vertiente. La vegetación de umbría nos acompaña con gramíneas. 


Pequeñas peanas nos informan sobre el paraje, donde abundan los esquistos, piedras laminadas en las que crece el lastonar aferrándose a sus grietas, y de la importancia que tuvo la encina, muy castigada por su uso en la construcción.


La marcha resulta una delicia entre un bosque cerrado que nos deja pequeñas ventanas al paisaje. Alcanzamos un mirador natural sobre roquedo de esquistos con vistas a los calares y viejos cortijos abandonados.


Más adelante el sendero entra en una zona de pinar, tornándose mullido y marrón con la pinocha caída. Observamos algunos nidos artificiales colgando de las ramas, diminutas casitas de madera para proteger los nidos.


También vemos en la otra vertiente las ruinas de un ancestral molino, distinguiendo su acequia de toma de agua. Hileras de espigados y amarillos chopos marcan las cursos de barrancos que descienden hacia del arroyo Bodurria.


Desciende el sendero haciendo una cerrada curva entre bonitos roquedos para vadear el barranco de la Petronila, manteniéndose en una cota baja que nos deja ver el cauce del Bodurria, marcado por los altivos y otoñales chopos.


Seguimos perdiendo altitud hasta llegar al lecho del arroyo Bodurria. Su delgado curso de agua serpentea entre ramas y arbustos derribados en un piso de hojas caídas. Intentamos no mojarnos al vadearlo.


En la otra orilla el sendero da un rodeo entre la arboleda para subir progresivamente a la privilegiada posición del cortijo de Arredondo (1530 m.), que antaño fue una de las fincas más señeras de esta sierra, cuyo originario propietario era la familia Navarrete de Baza, por lo que también era conocida como "Dehesa de Navarrete".


En torno a esta finca llegaron a vivir 30 familias en el S. XIX, lo que puede dar idea de su importancia, la que con sus más de 600 hectáreas, de ellas 25 has. de riego y 250 has. de secano, fue adquirida por el Patrimonio Forestal del Estado en 1942 por 190.000 Ptas.


Aquí acaba el sendero balizado, pero nosotros continuamos detrás de la casa, tomamos una pista forestal por la derecha que con poco desnivel nos pasea entre pinar y zona de araucarias, vadeando algún ramblizo.


Posteriormente, por la derecha dejamos la pista por un incipiente sendero que se reafirma entre la pineda, hacia una masa de espigados chopos y algún serbal que ofrecen un colorido espectacular entre amarillos y rojizos.


Llegamos al Área Recreativa el Pinarillo con una pequeña casa y varias fuentes a distintos niveles. También está dotada de barbacoas, mesas, bancos y contenedores para basura, aunque recomiendan llevársela.


Volvemos a la pista forestal donde vemos bajar un reguero de agua hacia el arroyo Bodurria. Mirando hacia atrás se distingue enormemente la mancha amarilla de la chopera entre el intenso verde de la pineda.


Dejamos definitivamente la pista por la derecha, acercándonos a una pequeña balsa de riego desde la que tenemos buenas vistas al manto de pineda y al Área Recreativa el Pinarillo y al Calar de la Rapa, que parece nevado.


Por la izquierda tomamos un sendero que nos desciende apresuradamente hasta la Casa Forestal del cortijo de la Loma. Seguimos por la izquierda, por camino con vistas al fondo del cauce del Bodurria que apenas vemos.


Después va girando a la izquierda y luego a la derecha, entre un bosque más heterogéneo y desaliñado que nos ofrece miradas a otra chopera y otra casa situada a un nivel más bajo a media ladera, pero hay que dar un rodeo para llegar.


Se trata del cortijo Pinar de la Hoya, de dos plantas, con corrales y un buen emplazamiento, quedan vestigios de antiguas zonas abancaladas. En las puertas de entrada crecían dos altas  parras y al lado una fulgurante chopera.


Para llegar a una edificación en la otra loma, tenemos que descender al cauce del arroyo de la Fábrica y vadearlo para volver a subir a su margen izquierda, donde está ubicado el cortijo de la Fabriquilla, con una planta de altura y en ruinas.


Fue un antiguo horno de fundición de plomo, por lo que es conocido como Cortijo de la Fábrica, los hornos, así como las numerosas escorias que quedaron en el lugar son aún visibles. Seguimos descendiendo.


Alcanzamos por segunda vez el lecho del arroyo Bodurria, un pequeño reguero en esta zona, pero que sin embargo, la humedad existente mantiene la chopera en su cauce, que aunque deshojada sus troncos se elevan buscando la luz.



El rastro del sendero se pierde entre la maleza y troncos caídos, siguiendo el trazo del Track del GPS abordamos la subida de la otra ladera por restos de muretes de antiguas terrazas abancaladas hasta la parte alta.


Sobre la loma destacan los restos y ruinas del cortijo del Tío capote,  de lo que debió ser la casa principal junto a los corrales, la era, el pajar y los bancales de cultivo. De la nostalgia de un pasado no lejano nos queda un hermoso paisaje despoblado.


Desde la era, con el cartel de “fin de sendero”, que para nosotros es el principio, comienza el corto recorrido de regreso subiendo entre el pinar por la ladera hasta el collado, donde esta mañana se bifurcaba el camino.


Ahora seguimos de frente, dejando el cortafuegos a la derecha, y deshaciendo camino entre los altos pinares hasta las inmediaciones del cortijo de Floranes, donde finalizamos esta preciosa ruta otoñal.

RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA POTABLE EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 12,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.585 M. (Mirador de la Balsa)
ALTURA MÍNIMA: 1.356 M. (Vadeando el arroyo Bodurria)
DESNIVEL POSITIVO: 505 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 532 M.
DIFICULTAD: MODERADA.
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