Quantcast
Channel: Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos
Viewing all 899 articles
Browse latest View live

POR LOS LABERINTOS DEL BOSQUE ENCANTADO DE URBASA

$
0
0
El inapreciable conjunto de sus valores condujo al Gobierno de Navarra a la declaración de estos territorios como Parque Natural en aras a garantizar su conservación en armonía con el mantenimiento de los usos tradicionales y los nuevos usos asociados al disfrute de la naturaleza. Con el objetivo de garantizar la supervivencia a largo plazo de las especies europeas y los hábitats en los que viven, la Unión Europea desarrolló la Directiva Hábitat 92/43CE, relativa a la conservación de hábitats naturales y fauna y flora y de la fauna y flora silvestre, que propone la creación de una Red Natura 2000 integrada por una selección de espacios naturales que, en conjunto, alberguen una muestra representativa de las especies de fauna silvestre europeas y de sus hábitat naturales. En virtud de sus valores naturales y de todo tipo, el Parque Natural de Urbasa y Andia fue designado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y posteriormente se aprobó el Decreto Foral por el que se designa como Zona Especial Conservación (ZEC) para formar parte de la Red Natura 2000 de Navarra. El futuro del Parque Natural está también llamado a compatibilizar la conservación de sus valores con el mantenimiento de los usos tradicionales y los nuevos usos relacionados con el disfrute de la naturaleza.      
CÓMO LLEGAR: Desde Alsasua, por la carretera  de Urbasa NA-718 hasta la Casa y Centro de Información del parque natural, hay algunas plazas para aparcar y poco más adelante, también por la izquierda, hay un parking.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI
ITINERARIO:CENTRO DE INFORMACIÓN / IZQ. DESVÍO / 2º PARKING / CARBONERA /  DESVÍO 2 / DESVÍO 3 / EL MELENAS / EL ÁGUILA / CUEVA / EL PUENTE / COCODRILO / GIGANTE / CALLEJONES / EL DOLMEN / EL CARACOL / DCHA ARRIBA / PASO 1 / CRESTA / UMBRÍA / CRUZ DEL BARGAGAIN / COCODRILO 2 / BUITRE / BOLA / DERECHA / PASO 2 / EL HAYA / BAJADA IZQ. / ENLACE / REGRESO / CENTRO DE INFORMACIÓN.


LA RUTA: Hoy es nuestra última ruta, mañana partimos. Si la de ayer culminó nuestros sentidos, ésta agudiza el ingenio y es un canto a la naturaleza que ha moldeado a su antojo la piedra caliza, la humedad y el musgo han hecho el resto.


En estas fechas el Centro de Información está fuera de servicio. Iniciamos caminando por el arcén izquierdo de la carretera durante unos quinientos metros para desvíanos a la izquierda, entrando al área recreativa del sendero de Morterutxo.


Grandes hayas nos reciben al meternos en el bosque, seguimos recto pasando por una pequeña charca vallada con troncos. El camino continua atravesando un prado donde pacen algunos caballos y otros están tumbados al sol.










Poco más adelante llegamos a la cabaña de pastores, de pequeñas dimensiones y en forma de triángulo, junto a la carbonera, que mantienen en pie como muestra de una actividad antaño muy importante, y ya extinguida.


Es un camino llano y húmedo que sin llegar a penetrar en el bosque nos mantiene en sus riberas, cerca de enormes hayas entre pastos y hojarasca. Por unas estacas de madera pintadas de blanco y verde (SL), vamos torciendo a la izquierda.











El bosque comienza a cambiar, las hayas aparecen más agrupadas y rectilíneas. buscando la luz del sol,  el suelo se alfombra de hojas caídas. Hace un día precioso  bajo el palio del ramaje de la arboleda que filtra la luz.


En ligera subida vamos entrando en hayedo encantado, se muestran las primeras formaciones rocosas, curiosamente sobre todas ellas crece el verde, el verde intenso y mullido del musgo, los líquenes y los helechos.











El hayedo encantado de Urbasa se llama así porque eso es exactamente lo que parece. Hoy no hay niebla pero no pierde su magia. Ese aire misterioso no se lo dan los troncos retorcidos ni las ramas que se entrelazan en las copas.












Tampoco es por el suelo esponjoso, ni por el musgo que cubre las piedras y los árboles. Lo que hace casi irreal a este lugar es que toda esa masa fantástica pueda crecer sobre una superficie violentamente kárstica.









Durante millones de años las filtraciones de agua fueron erosionando las rocas, disolviéndolas, creando formas increíbles y fantasmagóricas. Hay dolinas, esas depresiones que ocurren cuando el subsuelo queda hueco y la superficie se desploma.










Innumerables simas, ventanas talladas en pedruscos descomunales, menhires y dólmenes labrados por la naturaleza, y sobre todo ello crece el verde: las raíces se abrazan a las rocas, los líquenes envuelven los peñascos. Es el encanto en estado puro.










El itinerario a seguir resulta muy difícil de definir, en nuestro GPS hemos descargado un track con los waypoints de algunas figuras ya definidas o bautizadas, pero esto es aleatorio y puede servir como guía del trazado.


Lo importante y quizás más adecuado, sería utilizar el track como “senda principal” y dejarse llevar por la intuición, explorar todos los rincones, mirarlo todo desde distintas posiciones, siempre hay un matiz diferente.










Vamos viendo las figuras clásicas, como el Águila, el Cocodrilo, el Gigante, que la imaginación popular ya tiene bautizadas que realmente son espectaculares. Descendemos entre angostos pasillos con troncos de árboles caídos.










Entramos en laberintos y callejones sorprendidos de tanta naturaleza en estado puro, la lucha de las hayas por arrebatar espacio a las rocas para seguir subiendo buscando la luz del sol, y las rocas, caracterizadas con mantos de verde musgo.


En muchas ocasiones son las rocas las que mantienen su equilibrio gracias a que los troncos de las hayas las apuntalan y les permiten seguir en pie, formando parte de grandes estructuras extrañas e inverosímiles.


No perdemos de vista en el GPS el “sendero principal”, tenemos que ir girando a la izquierda y subir un poco más. Buscaremos el Dolmen y el Caracol, entrando en nuevos recovecos y rincones sin salida de los que hemos de volver.










Alcanzamos otra vez el Sendero Local (SL), siguiéndolo por la derecha hacia arriba. El bosque de hayas predomina sobre las piedras. Pasamos una portilla alambrada y continuamos subiendo por otro sendero por la loma.


Entre hayas y robledal llegamos a una especie de collado en la cresta de la sierra, la claridad de este precioso día nos ofrece prolongadas vistas a la Sakana, Alsasua, el valle a nuestros pies, y la sierra de Aralar.


Durante un tramo seguimos la cresta por la izquierda (Oeste) cumbreando la sierra con grandes panorámica a ambos lados. Luego tomamos una senda que discurre por la umbría, la parte norte de la cresta.


En estas fechas parte del sendero está mojado y hay que estar atentos a la hojarasca para evitar resbalones. Pese a ello, es una bonita opción que cruza la ladera al pie de la rocosa cresta con buenas vistas.


Al salir de la umbría tenemos una preciosa imagen de la plataforma rocosa del Bargagain que sobresale en el vacío con su cruz metálica y el punto geodésico, con una gran panorámica al valle pintado de otoño.


Cumbre del Bargagain (1.156 m.) disfrutamos de maravillosas vistas de Oeste a Este la de la Sierra de Altzania, seguido del Aitzkorri y la sierra de Aloña, en frente tenemos el Txindoki (Larrunari) seguido del Puxerri y el Santuario de San Miguel de Aralar, terminando con el Beriain.










Tras el almuerzo comenzamos el descenso, por un sendero que se desvanece a menudo y luego se reafirma. Es una bajada suave entre un bosque de troncos quebrados y luego de hayas majestuosas y altivas.


Llegamos a otra versión del Cocodrilo, menos grandiosa pero con gran similitud. En esta zona hay menos humedad y las rocas no están cubiertas con grandes cantidades de musgo dejando libre la imaginación.









A medida que bajamos la humedad se incrementa y troncos y rocas vuelven a cubrirse con el manto verde del musgo. El Buitre es otra figura muy definida con su curvado cuello apoyado en el haya que lo mantiene en equilibrio.










Nuevos arcos y piedras en suspensión entre la arboleda, dejamos atrás la Bola de la que parece haber dos versiones, una algo más alargada. Hacemos un giro a la derecha y cruzamos el paso de una valla alambrada.









En este trecho tenemos dificultad para conectar con la posición de el Haya-Sima y decidimos acortar un poco la ruta bajando por una especie de terraplén hasta ensamblar con el Sendero Local (SL), por el que habíamos subido al inicio de la ruta.


Ahora solo nos queda repetir camino por el Sendero Morterutxo y por el arcén de la carretera llegar hasta la casa del Centro de Información donde cerramos la ruta. Un precioso día soleado en el que hemos dado rienda suelta a nuestra imaginación.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 11.7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.156 M. (Cima del Bargagain)
ALTURA MÍNIMA: 868 M. (Centro de Información)
DESNIVEL POSITIVO:440 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 440 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

DE CALA DEL MORAIG A CALA LLEBEIG, COVA DELS ARCS, LA FALLA DEL RIU BLANC Y LA CALA DELS TESTOS.

$
0
0
Unos metros al sur de la Cova dels Arcs, se encuentra la entrada del río subterráneo del Moraig, conocido también como río Blanc. Una surgencia submarina de agua dulce salinizada, por la que descarga el acuífero de Benissa. Esta cavidad consiste en una galería amplia de la que parte un conducto principal que, en profundidad, se ramifica, creando bifurcaciones y galerías. Las exploraciones realizadas por espeleólogos submarinistas han permitido reconocer unos dos kilómetros de conductos totalmente sumergidos, que llegan a una profundidad de 60 metros bajo el nivel del mar. Su laguna de salida se sitúa junto a la pared vertical de la falla del Moraig. Los caminos por los que circula el agua marina no son conocidos, pero las observaciones realizadas conducen a considerar que el agua se introduce por el sumidero de la Cova dels Coloms, en el Morro de Toix (situado entre Altea y Calp), atraviesa el sistema acuífero de la depresión de Benissa a través de aproximadamente 20 km de conductos cársticos, y resurge por la surgencia submarina del Moraig, en el Poble Nou de Benitatxell. Este sistema de sumideros y galerías, formado por diferentes galerías, pozos y bifurcaciones, constituye, junto al de la isla griega de Kephalina, un fenómeno hidrogeológico único en el mundo y queda por descubrir si se trata del río submarino más profundo de Europa. Es únicamente accesible para submarinistas espeleólogos con altos conocimientos y equipos especializados. Y, pese al alto grado de conocimientos, la cavidad es extremadamente peligrosa debido a su único recorrido y salida a la superficie, por lo que existe el riesgo de quedarse atrapado.
CÓMO LLEGAR: Autopista AP-7 dirección Valencia, salida 63 BENISA/TEULADA/GATA DE GORGOS, circular durante 3 km por la N-332, en una rotonda salir por la CV-740 durante 6 km hasta El Poble  Nou de Benitatxell, tomar dirección Urbanización Cumbres del Sol, aparcar en la pequeña rotonda con pinos donde hay una carretera que sube a la Urbanización. La Cala del Moraig está 500 m. más abajo, pero la ruta empieza aquí. Si solo se va a la Cala, a la Cova dels Arcs y a la Falla, se puede aparcar mucho más cerca a un lado de la carretera, si se madruga.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI, PEPE Y TERE
ITINERARIO: INICIO / COVA DELS ARCS / SUBIDA A LA FALLA / FALLA DEL RIU BLANC / DESVÍO A LOS MIRADORES / HORNO DE CAL / MIRADORES / BAJADA A LA CALA TESTOS / BARRANC DE L’INFERN / TREPADAS / COVA DELS TESTOS / CALA DELS TESTOS / REGRESO / RUTA DE LOS ACANTILADOS / COVA DE LES MORRETES / COVA DEL TI DOMINGO / COVA DE PEPE DEL MORRET /  COVA DE TONI EL SENYALAT / MORRO DEL BOU / PUNTA DE L’ALDERA / COVA DEL MORRO DEL BOU / CALA DE LLEBEIG / REGRESO / FIN.

LA RUTA: Volvemos a una de las rutas más hermosas del litoral alicantino, los acantilados de Cala del Moraig a Cala de Llebeig. Hoy le hemos añadido a la ruta el trayecto a la Cala dels Testos por el barranc de l’Infern.

Esta variante no es apta para todos, hay que descender y ascender con cuerdas por paredes verticales, por lo tanto, debemos ser responsables, saber medir el riesgo y nuestras capacidades. Lo calificamos de DIFÍCIL.

Los itinerarios se pueden cambiar de orden pero nosotros los hicimos así: Al haber poca gente aparcamos cerca de la Cala del Moraig e iniciamos por la Cova dels Arcs, subiendo por las escaleras a su parte superior.

Desde arriba, las vistas al mar son grandiosas, la Cala totalmente vacía a estas horas, el impresionante Morro Falquí, la pequeña “muesca” de la Cala Testos, y el Cabo de la Nao, flotando sobre un mar azul intenso y tranquilo.








Descendemos y entramos en el habitáculo de la Cova del Arcs, comunicada con el caudal submarino del Riu Blanc desde la “sala dels inmersionistes” que es un pozo desfondado, al nivel del mar, se puede acceder con gran facilidad al mar abierto, a través de unas salas inferiores de amplias dimensiones.










Es mucho más pequeña que la Cova Tallada pero tiene una gran similitud con sus arcadas al mar por donde entra la claridad haciendo preciosos contrastes y bucólicas vistas al Morro Falquí. En días de fuerte oleaje es peligroso permanecer dentro.











Subimos un corto trecho por la carretera hasta unos paneles donde comienza una subida escalonada por la falda de la sierra, con suave desnivel y protegida con barandas de madera y un fuerte vallado metálico antiderrumbes.


La Falla del Riu Blanc es una fractura que hundió en el mar las rocas de la Serra de la Llorença provocando un gran escalón: los acantilados que se extienden desde la Punta de Moraira hasta la Cala del Moraig.


El desplazamiento de la Falla es de algo más de 400 m y se puede calcular porque las rocas de edad Eoceno que hay en el Puig de la Llorença, a 440 m de altitud sobre el nivel del mar, también se encuentran cortadas y hundidas en la Cova dels Arcs, a nivel del mar actual. 







Situados en el nivel superior podemos observar la gran fractura. La roca como una gigantesca laja de forma puntiaguda hacia el cielo, es grandiosa y en la profundidad vemos agitarse las aguas del Riu Blanc. Es el mayor cauce subterráneo de la península, apenas se han explorado unos dos km de sus amplias galerías, pero han fallecido varios buceadores.









La Falla del riu Blanc o del Moraig, es una falla normal de dirección N40E y 76 grados de buzamiento hacia el SE que discurre paralela a la Cala del Moraig y pasa por la Cova dels Arcs. Junto a la superficie de la falla se desarrolló una gran hendidura en cuyo fondo se ve el mar.







La hendidura coincide con una estrecha banda en la que había rocas de falla (cataclasitas, formadas por materiales triturados como consecuencia de desplazamiento de los bloques). Estas rocas de falla menos resistentes a la erosión han sido eliminadas por el oleaje en la parte inferior quedando verticalmente una cavidad que colapsó posteriormente y formó dicha hendidura.


Regresamos por el mismo recorrido y seguimos subiendo por la carretera hasta la pequeña rotonda del aparcamiento. Por la derecha hay un camino cerrado al tráfico y balizado que llega al Mirador dels Testos pasando por un horno de cal.


El mirador forma dos balcones desde los que podemos admirar desde la Cala del Moraig hasta el Cap d’Or en Moraira, y en el otro, la Cala dels Testos y el portentoso Morro Falquí, en el que unos escaladores están haciendo rapel.

Volvemos a la rotonda donde por la derecha comienza la bajada por el barranc de l’Infern a la Cala dels Testos, hay un cartel indicador. Ellas quedan esperando mientras hacemos este recorrido de ida y vuelta.












Al principio hay unos escalones de cemento hasta entrar en el estrecho cauce del barranco, muy pedregoso y con exhaustiva vegetación de matorral que apenas nos deja ver nada, solo en algún claro, la punta del Morro Falquí.










Luego se abre un poco y llegamos al primer escalón rocoso donde ya tenemos una vista segada de la Cala dels Testos y el mar. Hay una soga con nudos sujeta en un lateral donde hay una grieta que ofrece muchos apoyos para subir y bajar.









Este primer tramo resulta asequible para descender por los múltiples huecos para apoyar los pies y el freno que los nudos de la soga hacen, pero tenemos que pensar que luego hay que subir y el esfuerzo para izarnos será mayor.









El siguiente es un corto escalón sin ayudas que da paso a otro gran salto vertical, también asistido por una soga con nudos, pero las paredes son más lisas y desgastadas, con menos ranuras donde buscar apoyos.

Una vez bajo oteamos el tercer y último salto antes de la Cala dels Testos. Nos surgen muchas dudas porque no le vemos el final desde arriba, sobretodo para izarnos luego en el regreso. Nos damos por satisfechos y no bajamos.

Mirando al mar vemos el minúsculo espacio de la Cala dels Testos, y por la izquierda, hay un poste informativo, se sube hacia la Cova dels Testos ayudados por un cable de acero revestido de plástico y un trecho de sendero.

Cova dels Testos. Al resguardo de esta cueva dormían y vivían los pescadores durante algunas temporadas. En la cueva nos encontramos una vegetación diferente, adaptada a la humedad y al sedimento arenoso.









También encontramos una pequeña alberca hecha para recoger el agua que gotea de las bóvedas de la cueva. Antiguamente, se ponía tiestos (testos) debajo de estas goteras parar llenarlos de agua. Probablemente, de esta costumbre proviene el nombre de la cueva, de la cala y del barranco.

La cueva en sí no tiene mayor resalte, pero las panorámicas desde su ubicación son extraordinarias. Podemos distinguir perfectamente el gran escalón de la Falla del riu Blanc desde la cima del Puig de la Llorença hasta el mar.









Desde el otro morro cuyo nombre desconocemos hasta Cap d’Or en Moraira a ras del mar, y desde la Cala Testos hacia arriba, todo el vertiginoso descenso del barranc de l’Infern hasta el mar. Realmente apabullante.










Deshacemos la bajada por cable hasta el segundo escalón y con paciencia, buscando los mejores apoyos nos vamos izando hacia arriba a base de bíceps, primero un salto, después el otro y el tramo del barranc hasta el asfalto.


Con el grupo al completo subimos unos cien metros por la carretera de la urbanización, y por la izquierda, unas paletas nos indican el inicio de la senda, que salvado un acentuado desnivel nos  sitúa entre un bosquecillo de pinos cerca de los acantilados frente al mar.










La senda comienza a llanear y a tener buenas vistas al mar. Resultan impresionantes las paredes de los acantilados, caminamos sobre el gran escalón que produjo la fractura de la falla, la erosión es importante en las paredes.










La luminosidad del día confiere un color azul metálico al mar.  A esta altura, de la Cala solo distinguimos la entrada a la Cova dels Arcs y más adelante el Morro Falquí, portentosa muralla al mar y que por desgracia ya han colonizado los chalets.









Algunos huecos y formas en las paredes son sorprendentes y dan rienda suelta a la imaginación popular, unos dicen ver  el perfil de una cara y yo veo una gárgola de representación demoniaca como las que hay en la catedral de Notre Dame.









Cova de les Morretes. Esta cueva está construida con piedra seca y mortero, y tiene varias estructuras: la vivienda, un horno para cocer pan y un pesebre para los animales. En el interior hay dos bancadas de piedra y una ventana ciega.









En el exterior, delante de la puerta de entrada, hay otro banco y una valla de piedra que delimita con la pared rocosa un pasillo. Detrás de la cueva hay una cerca de piedra seca que forma con el acantilado el espacio usado como establo para los animales.










Durante el recorrido hay varias cuevas y habitáculos que  describiremos, muchos eran conocidos por los nombres y motes de sus propietarios. Son construcciones rudimentarias que utilizaban los agricultores, pescadores y los contrabandistas









Cova Domingo L’Abiar. Esta cueva tiene tres muros de piedra seca que cierran la cavidad formada por la pared rocosa del acantilado. La puerta es la única abertura y se orienta al sur. Una piedra de la pared sur de la cueva tiene grabada la fecha 1937.









Delante de la entrada, una roca cierra un espacio que se solía proteger del sol y la humedad con una tela de lona. A unos 10 metros hay un espacio formado por la pared del acantilado y unas rocas desprendidas, que se usaba como refugio para los animales.











Es casi imposible dejar de mirar hacia atrás. La figura del Morro Falquí y la punta del Cabo de la Nao adentrándose en el mar es una estampa preciosa, y cerca de nuestros pies llega el pico de la laja de la Falla del riu Blanc.

Cova de Pepet del Morret. La estructura consiste en una pared de piedra seca que cierra un espacio de dimensiones muy reducidas sobre la roca, con una única abertura que se cerraba con una puerta de madera.







Alrededor de la cueva hay estructuras de márgenes de contención con escalones para acceder de un nivel a otro y, al lado de la cueva, hay un espacio descubierto, delimitado por grandes rocas desprendidas del acantilado, donde se hacia fuego en un improvisado hogar y unas piedras hacen de mesa y de sillas.










Cova de Toni el Senyalat. Esta cueva era una de las más amplias y consistía en un lienzo de piedra seca de 3,5 por 2 metros, que cierra una cavidad natural de 8 metros de anchura por 3,5 metros de profundidad.









La única abertura se cerraba con una puerta de madera y en el interior no había ninguna estructura. El suelo de la cueva presenta diferentes niveles habilitados con márgenes de piedra. Está más escondida que las demás, se accede por un sendero.

Viene un bonito tramo donde veremos a nuestros pies la Punta de l’Alderá, pequeña plataforma que se adentra en el mar, extremo izquierdo la Cala de Llebeig y cerca de la misma base del Morro del Bou.

En este lugar hay un agujero en la roca por donde el mar, cuando arrecia el temporal, proyecta agua y aire. Recibe el nombre del Bufit del Bou , porque desde lejos se oye como el resoplar de un toro.


Nada más girar tenemos en una roca una especie de mirador sobre la Cala Llebeig y a su lado la Cova del Morro del Bou. Una pared de piedra seca cerraba una cavidad natural, dejando una abertura sin puerta para entrar. Delante de la cueva había un espacio para hacer fuego protegido por una pared rocosa.


En el vertical descenso hasta llegar a la Cala, en dirección al barranco, vemos varias cuevas  construidas por los vecinos de Benitatxell que en agosto vienen a remojar el esparto, a pescar y a darse los tres baños anuales recomendados por una tradición secular.


Cala Llebeig.De tamaño mucho más reducida que la Cala del Moraig, pero igual de encantadora y a la que solo se puede acceder a pie por el Barranc de la Viuda. Había una caseta de vigilancia de costas que ocuparon primero los Carabineros y después la Guardia Civil, con el objeto de evitar el contrabando.

Los laudes y los balandros, cargados de tabaco y telas, se acercaban a los lugares más escarpados de la costa donde les esperaban hombres y bestias de carga a fin de conducir los fardos acantilado arriba para su posterior distribución.









Actualmente está todo muy cuidado y limpio; hay alguna pequeña embarcación de uso particular que utilizan para la pesca. Hoy la mar está en calma y apetece darse un baño en sus tranquilas aguas aunque estemos en noviembre.










Iniciamos el regreso por el mismo camino, subiendo hasta el mirador y recorriendo el sendero de los acantilados ahora en sentido contrario, teniendo como referencia el Morro Falquí y descubriendo nuevos detalles en las paredes.

Bajamos a la carretera y seguimos hasta el aparcamiento para cerrar esta preciosa ruta geológica con tremendos balcones al mar. Nos acicalamos un poco y cogemos mesa en el chiringuito en una hermosa tarde de otoño Mediterráneo.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 10,1 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:35 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 102 M. (Acantilados)
ALTURA MÍNIMA: 0 M. (Nivel del Mar, Cala Llebeig)
DESNIVEL POSITIVO: 450 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 450 M.
DIFICULTAD:BAJA sin hacer la Cala Testos, el trayecto a esta cala lo calificamos de DIFICIL.

LAS CUATRO CIMAS DE LA SIERRA DEL CARCHE, NO COMPLETADAS.

$
0
0
La sierra del Carche se sitúa en el cuadrante Nororiental de la Región de Murcia, y reparte su superficie entre los términos municipales de Jumilla y Yecla. Cuenta con 5.942 Has. De superficie. Es uno de los espacios regionales propuestos como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) para formar parte de la red Natura 2000. El Parque cuenta con núcleos rurales, en la periferia, como El Carche, La Rosa, Raspay, Casas del Puerto y la alberquilla, y algunos caseríos, en su mayor parte derruidos, como la Casa de la Hiedra, las Casas del Cantal y de Pisana, que dan cuenta de habitantes pasados. Los relieves de la sierra son, principalmente, de naturaleza caliza, con interesantes estructuras geológicas como cabalgamientos, fallas o el diapiro salino del Cabezo de la Rosa. La máxima altitud del Parque se alcanza a los 1.371 m. en el Pico de la Madama. La sierra del Carche es una elevación montañosa de gran interés geomorfológico perteneciente a las Cordilleras Bética, que se encuentra integrada por una sucesión de materiales que van desde el Triásico hasta el Cuaternario. Los materiales dominantes son calizas, dolomías y margas. Es característica la presencia de un diapiro salino conocido como Cabezo de la Rosa, elevación suave (domo) de tonos rojizos originada por el afloramiento de sales y yesos en las fracturas del terreno en los último movimientos tectónicos. Estos materiales se formaron hace 200 millones de años en un ambiente continental que periódicamente era inundado por el mar y dejaba grandes zonas inundadas con aguas salinas, donde se depositaban los carbonatos y evaporitas (sales y yesos). En su zona central se localiza la máxima altitud de la sierra con el Pico del Carche de 1.371 m. sobre el nivel del mar, extendiéndose hacia el Noroeste para concluir en la sierra de las Pansas. En ella encontramos escarpes, comisas, cabalgamientos, sistemas de fallas, profundos barrancos como el de San Cristóbal, Guarafía y La Yedra, algunos de los cuales, cuando recogen agua tras las lluvias, dan lugar a bellas cascadas, como ocurre en el paraje de El Saltador.
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 hasta Aspe, donde tomamos por la izquierda la CV-846, en la rotonda tomamos la CV-840 hasta la Romana, donde continuamos por la CV-834, hasta enlazar con la CV-83 hasta Pinoso, donde proseguimos dirección Jumilla por la RM-42, y antes de conectar con la N-344, tomar por la izquierda la Carretera del Salero, seguir paralelos a la rambla del Salero hasta Casa Bautista, unos 3,7 km. Aparcar en la casa abandonada.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: CASA BAUTISTA / LA PEDRIZA / COLLADO / PISTA / PASILLO / PASILLO2 / PLACA / DERECHA / ABANDONO / SALIDA / CAMINO BCO. DEL INFIERNO / SENDA DCHA. / POZO DE NIEVE / LA MADAMA / POZO DE NIEVE / BAJADA REGRESO / DEJAR CAMINO / PISTA 1 / CASA BAUTISTA.

LA RUTA: Nos había llamado mucho la atención este track con la subida a las cuatro cimas de la sierra del Carche, solo conocíamos las dos principales, la Madama y la Morra de la Sima y aquí se incluían La Pedriza y Las Capurullas.

Alguna vez habíamos iniciado desde las Salinas de la Rosa pero nunca de la Casa de Bautista. El Track no tiene ningún Waypoint y el resumen es escueto, aunque dejaba entrever alguna dificultad en Las Capurullas.


Iniciamos desde la Casa de Bautista, por el camino del barranco de San Cristóbal donde hay una pequeña cueva con trastos. A unos cien metros aproximadamente dejamos el camino por la derecha para subir por la loma.


No hay camino marcado y tenemos que ir campo a través, siguiendo trazos de animales y cazadores, o GPS en mano intentando rastrear el track, pero sin demasiadas complicaciones ya que es una subida moderada.


Hace un precioso día despejado y algo fresco. A medida que subimos por la umbría de la loma ganando altura, vemos por detrás  como el sol ilumina las Salinas de la Rosa, Jumilla en su altiplano, y la sierra del Buey.


Dejamos atrás algunos roquedos, esporádicos pinos en la loma que se reagrupan en bosquetes en las vaguadas, con matorral de esparto y sabinas que no dificultan demasiado el inexistente trazado que seguimos.


Por la izquierda de la loma que estamos subiendo sobresale la gran mole de la sierra, suponemos que será la cima de Las Capurullas que alcanza los 1.301 m. de altitud, y La Pedriza debe ser la loma que estamos ascendiendo.


Vamos girando a la derecha evitando farallones rocosos y las vaguadas, enfilando el lomo por su parte más accesible y directa hasta su cresta más elevada. La Pedriza (986 m.), no tiene nada significativo salvo las miradas al altiplano.


Bajamos de la Pedriza por su vertiente Este, en suave descenso hasta una especie de collado marcado por una línea de pinar que sube desde su cara norte. En la llanura del altiplano destaca la altura de la sierra de la Pila.


Empezamos a remontar, siempre en dirección Este, hacia el roquedal de Las Capurullas, que como un enorme y puntiagudo escudo forma una gran barrera ante nosotros. También por su lomo que es su parte más despejada.

El desnivel se va acentuando  a medida que avanzamos pero no constituye ninguna dificultad. Alcanzamos el profundo trazado del Camino del barranco del Infierno y lo atravesamos, siguiendo el Track sin sendero.


Al ir acercándonos a los roquedos el paso se complica, hay bastante vegetación de coscoja que dificulta el acceso, y también, han aserrado algunos grandes pinos que posiblemente fueron derribados en las últimas nevadas.










Han partido en pedazos los troncos dejándolos tal cual en la ladera. Pensamos en el trabajo de subir hasta aquí con las motosierras. La barrera rocosa nos tapona el paso y tenemos que ir buscando entre las rocas.


Encontramos el primer pasillo para seguir subiendo, aunque es terreno suelto donde crece el esparto que no da mucha seguridad. Son escalones cortos que más o menos vamos superando buscando los mejores apoyos.


Por delante solo tenemos farallones y roquedos, pero hacia abajo, las vistas son amplias y vemos el terreno ganado. Es un entorno solitario y agreste en el que buscamos las fisuras y torrenteras para seguir subiendo.


Coronamos un diminuto collado entre dos puntas peñascosas con grandes miradas al horizonte, pero también a un grupo de farallones por donde tenemos que seguir abriéndonos paso. El siguente punto es un segundo pasillo por el que ascender.


El trazado del track es cada vez más confuso dado el corto espacio y las altas paredes. Nos ladeamos un poco al ver una especie de placa en un espolón en la que dice “Carche Via 4 Cumbres” y el nombre de una mujer, fechado en 2008.










Está claro que estamos en ruta pero no vemos ninguna marca y ni siquiera un mojón que nos pueda indicar el paso siguiente. Lo intentamos por la izquierda sin éxito y por la derecha logro encaramarme a un espolón.








Por terreno suelto y falta de apoyos ha sido difícil subir. Arriba, no hay marcas ni mojones. Desciendo y decidimos abortar la subida. El GPS aquí ayuda muy poco, con lo que nos hemos movido el trazado es cada vez más confuso.


Lo que no entiendo es que hayan colocado una placa, y no marquen la ruta, los que la pusieron y el autor de este Track. Retrocedemos por el mismo sitio pero después de las paredes, nos vamos desviando  hacia la derecha.

Bajamos con precaución campo a través, para conectar con el Camino del barranco del Infierno pero mucho más arriba que lo habíamos cruzado anteriormente. Con esta maniobra enlazaremos con la senda de regreso.

Una vez en la bifurcación, dejamos el camino y por la derecha comenzamos a subir por el bonito sendero que teníamos que haber  regresado, pero es la única manera que tenemos de llegar hasta la cima y “arreglar” un poco la ruta.

El sendero es una maravilla y por la umbría, entre pinos nos conduce hasta el pozo de nieve del Carche, que actualmente ha sido rehabilitado con su bóveda de falsa cúpula.  Desde su ubicación tenemos vistas a las antenas de la cumbre.

Salimos a la ancha pista de tierra y cerca de donde se bifurca para ir al Carche o a la Rosa, volvemos a tomar por la derecha, otro sendero que surca la loma y nos evita el monótono transito por la pista hasta la cima.


Es un bonito sendero en constante subida que ataja por la loma con unas increíbles panorámicas a los alrededores, dejándonos ver poco a poco las antenas y la preciosa caseta de madera a dos aguas del refugio.









La Madama del Carche (1.371 m.) la caseta se mantiene muy limpia aunque nunca a salvo de los mamarrachos pictóricos. Un próximo día subiremos a la Morra de la Mina y nos acercaremos a Las Capurullas por ver donde nos hemos quedado.


Iniciamos el regreso por el mismo sendero de subida, llegando a la pista y descendiendo por la senda del pozo de nieve hasta llegar de nuevo al Camino del barranco del Infierno, donde unos mojones nos indican la senda de bajada.


Este rápido sendero, nos conducirá siempre en bajada muy asequible, cercano al cauce del barranco de San Cristóbal, tomando algunos tramos de caminos que nos conectarán con otras sendas que rodean la sierra del Carche.


Luego conectaremos con otro camino de tierra que nos bajará hasta el curso del barranco del Infierno, y paralelos a su cauce cerraremos la ruta en la Casa de Bautista, cerca de las Salinas de la Rosa. Al final hemos conseguido terminar un buen recorrido.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO
DISTANCIA: 12,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:07:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.371 M. (La Madama del Carche)
ALTURA MÍNIMA: 635 M. (Casa de Bautista)
DESNIVEL POSITIVO: 1.030 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.030 M.
DIFICULTAD:DIFICIL.


MULHACÉN CLÁSICA DESDE EL REFUGIO POQUEIRA

$
0
0
Por ser el techo de la Península y por su imponente figura junto al otro coloso, la Alcazaba, el Mulhacén es destino de variadas leyendas, una de ellas quizás sea la más conocida y derivada del propio nombre de la cumbre -no se conoce una denominación anterior de este pico-, que paradójicamente no se hizo famosa hasta época relativamente reciente (en 1845 se publicó por primera vez recogiendo un manuscrito escrito 70 años antes. Hasta entonces tuvo más fuerza la idea de que Muley Hacén murió en su castillo de Salobreña y luego fue trasladado al cementerio real de La Alhambra). Cuenta la leyenda que Muley Hacén, el misántropo rey moro, padre de Boabdil el Chico, con su primer matrimonio con Aixa (o Fátima), pidió a Zoraya, su segunda mujer (Isabel de Solís cuando cristiana) y a sus hijos que le enterraran en un lugar desierto en el que no hubiera ni vivos ni muertos, lejos de todo tipo de compañía humana. Otra leyenda paralela sitúa en el Mulhacén un gran tesoro, que incluye tres extraordinarios diamantes negros, escondido por Al Hamar siglos antes, y que Muley-Hacén, en su lecho de muerte en el Castillo de Mondújar, encargó recuperar a su hijo entregándole un pergamino con el mapa de la cueva en la que estaba oculto. Ni el hijo, que fue atacado cuando se dirigía a la cumbre, ni su nieto que, al carecer del plano, pasó jornadas enteras escudriñando todas las grutas y recovecos de las cumbres, intentando en vano recuperar los diamantes negros que atribuían el poder de salvar el Reino y quedando finalmente atrapado por una tormenta y sepultado en el hielo.  Si hiciéramos caso a otra leyenda, otro gran tesoro, el de los Beni-al-Kazar, se encontraría todavía oculto en el conocido por esta razón como Cerro del Tesoro, en el valle del Río Monachil a la espera de que en una noche de San Juan, un mozo puro y honrado, conditio sine qua non, encuentre, "la mágica yerba de las herraduras", cuya flor tiene la propiedad de abrir el cerro y desentrañar el fabuloso conjunto de joyas y alhajas que hay en su interior. 
CÓMO LLEGAR: Desde el Área Recreativa de la Hoya del Portillo. Incluimos el Track de la ruta hasta el Refugio Poqueira. https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hoya-del-portillo-refugio-de-poqueira-21964896
COMPONENTES: VICENTE, ALEX, RAÚL Y PEPE
ITINERARIO: REFUGIO POQUEIRA / RÍO MULHACÉN / LAGUNILLOS / CRUZAR PISTA / CRUCE DE SENDAS / MULHACÉN / MULHACÉN II / ALTO DEL CHORRILLO / REFUGIO DE POQUEIRA.

LA RUTA: Pirineos y sierra Nevada son nuestros buques insignia, aunque el segundo es la referencia más cercana y por lo tanto más asequible. Volvemos de nuevo al refugio Poqueira como campo base para hacer dos rutas clásicas.

Accederemos desde Capileira en vehículo  hasta la Hoya del Portillo y caminando por el PR-A 26 llegaremos al refugio donde pernoctaremos tres noches, subiendo en una jornada al Mulhacén y en la otra al Veleta.

Amanece una mañana espléndida con el cielo limpio, no hace frío y apenas hay nieve, solo se distinguen algunas salpicaduras que motean las cimas de las grandes montañas; por lo tanto no cargamos con los crampones.


Tras un gran desayuno y las fotos de rigor iniciamos desde el refugio la marcha de hoy. Tomamos dirección hacia el cauce del río Mulhacén, metidos en la umbría aunque el sol ya alumbra las laderas montañosas.


Enseguida llegamos al cauce del río y bajamos a su poco profundo lecho, el sendero se abre paso por su derecha, en el sentido de la marcha. Al no haber nieve en las alturas su exiguo caudal apenas se desliza entre las rocas.


Comienza un subida moderada pero constante en la que el sendero serpentea encajonado dentro del cauce del rio, salvando algunos trechos rocosos saliendo y entrando de nuevo al carril de la marcha hacia arriba.


Luego el cauce se ensancha, las paredes se alejan y el sol penetra a raudales, salvo en algunos tramos que todavía no ha superado altos promontorios que proyectan su sombra. Las cabras cruzan buscando el calor del sol.


Llegamos a la zona de los lagunillos que por desgracia, dada la escasez de agua y nieve a estas alturas, apenas son charchas congeladas en las primeras horas de la mañana. Queda el contorno seco que delimitan los borreguiles de color pajizo.


En la ladera de la sierra ya se intuye, con una línea blanca de nieve, el trazado de la carretera de la sierra. Es una franja de terreno con algunos roquedos que esquivamos por su parte más fácil, numerosos mojones marcan el camino a seguir.


Alcanzamos el antiguo trazado de la carretera de Sierra Nevada, donde comienza la loma del Mulhacén con el desnivel más fuerte que hemos de superar hasta la cima. En su trazado quedan restos de nieve dura.

Pepe decide ir por la pista a ver el Refugio de la Caldera y luego subir haciendo una diagonal cerca del Collado del Ciervo. Nosotros enfilamos poco a poco la subida de la loma, para Raúl es la primera vez y queremos subir tranquilamente.


La senda culebrea por el pedregal de la loma ganando altura con facilidad, y enseguida tenemos panorámicas al Puntal de la Caldera (3.219 m) que es la zona que más acumula nieve, aunque todavía no vemos la laguna.


Es importante la cadencia y el ritmo de subida, haciendo cortas paradas para tomar aliento y contemplar el grandioso paisaje  que se va ampliando con la altura. Tenemos perspectivas de todo el cauce del río Mulhacén.


Superamos en altura el Collado del Ciervo, a los pies del Puntal ya distinguimos la laguna y el refugio de la Caldera, y por detrás de ellos, reinan el Cerro de los Machos (3.327 m.) y el picacho del Veleta (3.396 m.) que mañana rondaremos.


Apenas vemos a Pepe acercarse mimetizado entre el pedregal. Los rellanos con pequeñas acumulaciones de nieve son cada vez más frecuentes y las vistas con la altura ganada más extensas y portentosas, el paisaje es brutal y bello.


Arribamos al cordal de la loma, las lajas de piedra aumentan de tamaño con reflejos metálicos del sol. Apenas doscientos metros con poco desnivel entre las antiguas construcciones de piedras nos separan de la cima.


Mulhacén (3.479 m) máxima altura de la península, su punto geodésico  corona un pequeño montículo rocoso donde hay un nicho con la imagen de la Virgen de las Nieves. No hay mucha gente, hacemos y nos hacen fotos.











No hace frío ni aire, el día es espectacular. La ausencia de gente y el gran espacio que existe en la cumbre, nos permite movernos y acercarnos a todos los puntos mientras esperamos que llegue Pepe. Las panorámicas son a 360º


Todos juntos visitamos la parte oeste y encaramados sobre enormes bloques de piedra contemplamos ensimismados el majestuoso paisaje, Alex hacia tiempo que no venía, y el primerizo Raúl a quedado absorto.











Nos asomamos al tremendo tajo vertical de más de seiscientos metros donde vemos la laguna de la Mosca entre la nieve, es cara norte, y su chorrera, que recorre todo el barranco de San Juan y la vereda de la Estrella.

En la zona Este, también sobre grandes bloques observamos la tremenda línea que hace coincidir el Puntal de las Siete Lagunas (3.248 m) y el de la Cornisa (3.313 m), con la Alcazaba (3.364 m), tercera altitud de Sierra Nevada.


Empezamos el descenso por el mismo camino de llegada, pero en vez de bajar por la loma, seguimos el sendero del cordal de la sierra. Hacia atrás vemos pulular la gente que ha llegado. Damos las últimas miradas a la zona del Veleta.

El sendero es muy claro y amojonado; el sol reverbera sobre las lajas y placas características de estas montañas, pronto tenemos a la vista, sobre un enclave rocoso, el punto geodésico de la segunda altitud de esta sierra.


Mulhacén II (3.360 m) mermada de popularidad por su cercanía a la cima real. Desde esta posición tenemos, en los días claros, vistas al mar. Suele ser un área frecuentada por los rebaños de cabras montesas.


A partir de este punto la bajada se agiliza y se torna más rápida en un ambiente desolado y pedregoso, con ausencia total de vegetación y donde las referencias son engañosas en una larga sucesión de extensas lomas peladas.


La única referencia que tenemos es el trazado de la pista que viene desde la Hoya del Portillo, y que enlazaremos con ella en el Alto del Chorrillo, punto donde llega el autobús de Capileira. El desnivel de la loma es muy asequible.


Conectamos con ancha pista y por la derecha tomamos dirección al refugio, apenas son 3,5 km donde el paisaje cambia de nuevo y deja de ser monótono, en el horizonte aparecen de nuevo las grandes alturas montañosas.

Superado el primer terraplén ya tenemos a la vista el refugio de Poqueira. Ha resultado una ruta muy tranquila y agradable. Tendremos toda la tarde para ducharnos, descansar y preparar los bártulos para el Veleta que será más duro.

Poco antes de la cena conseguimos bonitas fotos del atardecer, abundante cena, buena cháchara y a dormir pronto.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 3.479 M. (Mulhacén)
ALTURA MÍNIMA: 2.500 M. (Refugio Poqueira)
DESNIVEL POSITIVO: 997 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.057 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

EL VELETA POR EL RÍO SECO Y EL PASO DE LOS GUÍAS, DESDE EL REFUGIO DE POQUEIRA

$
0
0
El Pico del Veleta es, con una altitud de 3395,68 msnm, la cuarta cumbre más alta de España y segunda de su cordillera, sólo por detrás del Teide (Tenerife), Mulhacén (Sierra Nevada) y Aneto (Pirineos). Está enclavado en la provincia de Granada, en Andalucía (España), y pertenece a Sierra Nevada, en la cordillera Penibética. Etimológicamente y en contra de lo que pudiera pensarse, su nombre no hace referencia a 'la veleta' (instrumento para determinar la dirección del viento) sino que se trata de un sustantivo masculino "el Veleta", porque deriva de la palabra árabe balata, que significa 'cortado, tajo, balate' y hace evidente referencia a los vertiginosos tajos que perfilan sus caras norte, este y sur, algunos de los cuales se aproximan a los 500 metros de desnivel. No obstante, esta montaña es también coloquialmente conocida entre los lugareños y montañeros que la frecuentan como "el picacho", por su esbelta singularidad. Bajo su sombra, en la zona denominada Corral del Veleta, situada al pie de su tajo norte, existe un área de permafrost con hielo fósil que se estima de la última glaciación, hace 13 000 años, que demuestra que Sierra Nevada fue una zona glaciar activa hasta que el glaciar del Corral del Veleta se derritió completamente en el verano de 1913 (aunque algunas fuentes sitúan este hecho en el verano de 1910). Desde entonces, el glaciar más meridional de Europa se encuentra en el pico Gran Sasso, en los Apeninos, pero en esta cara norte del Veleta aún hay neveros de amplias proporciones que permanecen sin fundirse de una temporada a otra (excepto en el verano de 1995, en que por segunda vez se fundió completamente su capa exterior o visible a simple vista). Salvo en años concretos muy calurosos o de sequías agudas, los neveros de nieves perennes también pueden encontrarse con frecuencia incluso al final del verano en su vertiente sureste, en los denominados "Basares del Veleta", donde radica el Lagunillo del Veleta, aunque constituyendo aquí manchas níveas de considerablemente menor tamaño. En cambio, en la ladera oeste, que es la más visible desde la ciudad de Granada, la nieve suele fundirse completamente durante el verano, dada su mayor exposición solar. Su silueta en forma de vela es muy característica si se observa desde Granada, por lo que el Veleta es uno de los picos más fotografiados del mundo, al encontrarse detrás de la Alhambra. En sus faldas se encuentran el Observatorio IRAM Pico Veleta y la Estación de Esquí de Sierra Nevada, que comienza en el núcleo poblacional de Pradollano, a 2100 metros de altura, y culmina cerca de la cima del Veleta. El Picacho de Veleta constituye divisoria de mares, de forma que las aguas resultantes de las nieves depositadas en sus vertientes Noreste a Oeste acabarán desembocando en el océano Atlántico, mientras que las derivadas de su cara sudeste lo harán en el mar Mediterráneo.

CÓMO LLEGAR: Desde el Área Recreativa de la Hoya del Portillo. Incluimos el Track de la ruta hasta el Refugio Poqueira.
COMPONENTES: VICENTE, ALEX / RAÚL Y PEPE.
ITINERARIO: REFUGIO POQUEIRA / CRUZAR RÍO / RIO SECO / LAGUNAS / PISTA IZQ. / COLLADO DEL LOBO / DESVÍO PASO DE LOS GUÍAS / PASO DE LOS GUÍAS /  ENLACE  PISTA / REF. DE LA CARIHUELA / PISTA Y SENDAS / PICO VELETA / REGRESO POR EL MISMO TRAYECTO, SIN EL PASO DE LOS GUÍAS.
LA RUTA: Hoy amanece un día como el de ayer tranquilo y luminoso. Al final hemos decidido cargar con los crampones, nadie se fiaba de la nieve dura acumulada en la carretera, antes de subir a la Carihuela.

Mucha gente en el desayuno al ser fin de semana pero la mayoría subirá al Mulhacén, no vemos a nadie que vaya a efectuar nuestro recorrido al Veleta. Iniciamos como ayer saliendo desde refugio en busca del cauce del río Mulhacén.

El pateado sendero metido en la umbría nos lleva hasta el lecho del río que remontamos un corto tramo por la derecha, hasta que unos mojones nos indican que tenemos que vadearlo, y por la otra loma, subir abandonando el río por el oeste.

Enseguida salimos a la solana para encaramarnos a la ladera derecha, en el sentido de la marcha, del cauce del río Seco, donde ya tenemos a la vista la loma nevada del Veleta por detrás del Púlpito (2.979 m).

De loma en loma vamos tomando altura por laderas rocosas de pizarra negra y marrón que el sendero salva con facilidad. Hacia atrás vemos el cauce del río Seco con apenas un hilillo de agua que serpentea hacia el sur.

Las laderas se abren ampliando el valle y desaparecen las grandes rocas, ahora las laderas son de pedregal disperso que los cambios de clima se han encargado de demoler en pedazos más pequeños. Entramos en la zona de los Raspones del río Seco.

Amplia y hermosa franja delimitada por las crestas de los Rapones, que como las apretadas púas de un peine rocoso flanquean la subida hasta la carretera. La poca nieve caída apenas las motea y realza su semblante agresivo.

El trazado de la carretera de la sierra se deja adivinar en la parte alta. El sendero comienza a rodear una enorme plataforma rocosa, donde escalonadamente están situadas en distintas cubetas las lagunas de río Seco.

Ubicadas a mayor altura que los Lagunillos de la ruta de ayer, conservan mayor volumen de agua pero también exiguo, debido a las escasas nevadas caídas, sus contornos está nevados y sus aguas congeladas.

La última y prolongada rampa nos saca del cauce del río Seco y enlaza con la carretera de la sierra, dos granes mojones hacen de puerta de entrada. Por detrás viene desde la loma del Mulhácen y por delante, en suave ascenso hacia los Raspones.

En el piso de la pista sigue quedando nieve dura por el centro, pero por los laterales se puede caminar perfectamente sin obstáculo. Las dos últimas lagunas cimeras quedan cerda de la pista y son algo más grandes que las anteriores.

Llegamos al Collado del Lobo, paso excavado para la antigua carretera y que hace de puerta de entrada a los últimos tresmiles de la travesía Integral de Sierra Nevada. Por su ventamos tenemos la mole del Cerro de los Machos (3.327 m).

Alex y Raúl deciden hacer una pequeña incursión subiendo un corto tramo por los Raspones. Dejan las mochilas a un lado y comienzan a subir, nosotros hacemos las últimas fotos a esta vertiente y y pasamos al otros lado.

El paisaje cambia por completo, la carretera hace una curva en ángulo recto para pasar por debajo del Cerro de los Machos, viendo el Veleta asomarse por detrás. Vemos las siluetas de Alex y Raúl sobre los Raspones.

Mientras ellos nos dan alcance nos vamos asomando a todas las ventanas que nos ofrece la pista, con portentosas miradas a las caras norte del Puntal de la Caldera y el Mulhacén  de belleza extraordinaria.

Seguimos el suave desnivel progresivo de la pista a buen ritmo, metidos en un paraje excepcional con extensas miradas, por detrás la loma del Mulhacén y la Alcazaba lucen con todo su esplendor.

Nos dan alcance cerca del desvío para subir al Cerro de los Machos que esta vez obviamos, y justo debajo del Veleta, tenemos otro desvío marcado con mojones que corresponde a la variante del Paso de los Guías.

El sendero nos baja hasta llegar a los contrafuertes, donde hay que trepar fácil hasta tomar una altura de unos 10 metros y pasar por una estrecha cornisa de espaldas, sujetándonos con unas cadenas durante unos 7 metros, luego hay otras cadenas que cuelgan y te ayudan a subir un escalón rocoso.

Se trata de una variante que acorta las tediosas curvas de la pista. Al estar algo mojadas las cadenas nos hemos puesto los guantes por precaución. Una vez arriba el camino es franco y casi horizontal, poco después enlazamos con la pista.

Pronto tenemos a la vista por la izquierda, la laguna de Aguas Verdes o de los Vasares, según el mapa en que miremos. También, por el frente, estamos a un tiro de piedra del refugio de la  Carihuela.

Antes, llegamos al collado de la Carihuela donde damos las últimas miradas a esta vertiente con el Mulhacén al fondo, en el otro lado, están las pistas de esquí y Granada entre la neblina. Al final no hemos tenido que sacar los crampones.

Refugio Vivac de la Carihuela (3.205 m) construido en 1994 junto con su gemelo el de la laguna de la Caldera. Tiene capacidad para 16 personas, que en caso de necesidad, como es lógico, caben muchísimas más.

Tenemos preciosas vistas a la carretera de la sierra y a los agrestes Tajos de la Virgen con algo más de nieve. Atacamos la subida a la cumbre, nos quedan los últimos 200 m de desnivel, entre la pista y senderos que atajan tramos.

Pico Veleta (3.396 m.) cuarta altitud de España y segunda de ésta sierra. Contrariamente a lo que se cree, su nombre deriva de la árabe balata que significa cortado, tajo o balate. Cumbre muy concurrida por sus cercanos accesos.

Las increíbles vistas lo acaparan todo. El Cerro de los Machos queda a nuestros pies y se prolonga hasta la gran mole del Mulhacén; en el otro lado, el resto de la cordillera de los tresmiles con el Cerro Caballo al final de todos.

Tomamos unas frutas y barritas antes de comenzar a descender, ahora más cerca de los remontes y con vistas a Granada. Vamos muy bien de tiempo y con el objetivo cumplido, por lo que decidimos no hacer del Paso de los Guías y bajar por la pista.

Ahora comprobamos el gran atajo que supone el Paso de los Guías, pero también ganamos en la amplitud de las panorámicas y el ver de más cerca la Laguna de aguas Verdes, que junto a otras constituyen el nacimiento del río Veleta.

Deshacemos la gran travesía por la carretera de la sierra hasta el collado del Lobo, para poco después bajar por la derecha cerca de las lagunas del río Seco, que siguen congeladas pero más luminosas. Tomamos el cauce del río Seco.

Los mojones nos indican el sendero que ahora en descenso es mucho más rápido y alegre. Dejamos atrás las últimas lomas y ya tenemos a la vista el refugio Poqueira, a los pies de la gran loma del Mulhacén.

Solo perdemos su imagen al meternos de nuevo en el cauce del río Mulhacén, vadearlo y rodear la falda de la sierra para volver a tenerlo al alcance de la mano. Buena ducha y a relajarnos a la espera de la cena.

Desde una de las ventanas del refugio vemos un bonito atardecer. Mañana a primera hora regresaremos por el PR-A 26 hasta el Área Recreativa de la Hoya del Portillo, cerrando un precioso fin de semana en Sierra Nevada.

RECORRIDO: LINEAL, IDA Y VUELTA.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 20,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 07:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 3.396 M. (Pico Veleta)
ALTURA MÍNIMA: 2.500 M. (Refugio Poqueira)
DESNIVEL POSITIVO: 1.035 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.035 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

SERRA D’ALFARO Y BARRANC DE MALAFÍ

$
0
0
La sierra d’Alfaro está situada al Noreste de la provincia de Alicante, entre las comarcas del Comtat y de la Marina Alta. Comparte territorio por parte de la comarca del Comtat con las poblaciones de Tollos, Fageca y Famorca. Siendo  la población de Castell de Castells la perteneciente a la comarca de la Marina Alta. La Sierra adopta una forma oval con orientación noreste suroeste. Con una superficie de 2350 Ha. Con la distancia mas larga de noreste a suroeste de 7’5 kilómetros. Su altura máxima, Cumbre d’Alfaro, es de 1155 metros. Su situación geográfica es la causante en la parte Sur de la formación junto a la Malla del Llop ( Serrella ) de la zona mas estrecha de la Vall de Seta, donde quedan ubicadas las poblaciones de Fageca y de Famorca buscando al final del la vall, la población de Castell de Castells, ya en el Vall de Pop y de la comarca de la Marina Alta. Al norte, quedará la Vall d’Alcalá y parte inicial de la Vall d’Ebo  enclavadas después del Barranc de Malafi situados entre la sierra d’Alfaro y de la sierra de la Forada de la Vall de Gallinera. Al noreste quedará el Pla de Petracos y la formación inicial de la Vall de Pop.  Al Suroeste ente las Sierras de Almudaina  de Serrella y Alfaro se situará la parte más ancha de la Vall de Seta, ubicándose las poblaciones de Quatretondeta, Gorga, Balones, Benimassot y Tollos. Alfaro es una sierra solitaria y poco frecuentada y por lo tanto muy poco conocida. Muestra una formación redondeada, (lomas) compartiendo las mismas características que la sierra de Almudaina con cumbres poco significativas altiplanas y con cortos pero fuertes desniveles. Casi la totalidad de la sierra está compuesta por rocas calcáreas, por lo que la vegetación en la sierra es prácticamente escasa, quedando ésta, en espacios y puntos reducidos, donde predomina una vegetación de matorral, con abundancia de romero. Otra especie destacable es el enebro, el cual  se sitúa en reducidas y agrupadas poblaciones y en lugares muy concretos. En la zona baja de la sierra se localizan algunas zonas de  pinares y de carrascal. Pero si algo destaca en la sierra de Alfaro es la gran cantidad de roca existente, proporcionando a la sierra un aspecto muy duro. Existen algunos documentos y mapas donde el actual barranco de Malafí se denominaba del Bellafí. El cambio del topónimo lo podríamos referenciar  a los hechos acaecidos en 1609, donde el decreto de expulsión morisca, obligaba a embarcar en los puertos de Denia y de Alicante a toda la población morisca de la zona. Serian alrededor de 20.000 los moriscos que pasarían por el Barranc de Malafí dirección al puerto de mar, pero muchos de ellos se rebelarían y se refugiarían en la Vall de Laguar, donde gran parte de ellos unos 4.000 serían muertos a manos de un ejército cristiano bien armado. Algunos de ellos morirían suicidándose, tirándose desde lo alto del Cavall Verd para evitar caer en manos de los cristianos. Otros, alrededor de 2.000 conseguirían huir escondiéndose por las montañas del alrededor. Pero el resto fueron embarcados rumbo a África. Calificaron el hecho como la última batalla entre cristianos y musulmanes, bautizándola con el nombre de la Batalla de Petracos, pero lo cierto es que no fue una batalla, si no algo muy diferente, ya que se persiguieron y mataron  a campesinos con sus mujeres y niños sin armamento alguno, por parte de un ejército entrenado para luchar. Los hechos ocurrieron en la Vall de Laguar entre el 6 y 20 de Septiembre de 1609. (Guillem Torres i Perea)
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 y AP-7 dirección San Vicente del Raspeig. Tomar la salida 691 dirección Alcoy. Tomar la salida 442 dirección Benilloba por la CV-790 y luego seguir por la derecha por la CV-706 y la CV-710 dirección Millena hasta Gorga, donde seguimos por la CV-720 hasta pasar Benimassot y seguir por la CV-713 hacia Tollos. Antes de llegar a la población girar a la derecha hasta el aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: CASA MUSEO / INICIO / PISTA IZQ. / DEJAR PISTA / ENLACE CAMÍ DE L’OMBRÍA / GIRO DCHA. / CIMA DE ALFARO / ENLACE CAMINO / DERECHA / SENDA PERDEDORA / BAJADA AL BARRANCO / BARRANCO DE PAS DE CALVO / BARRANCO DE MALAFÍ / PRESA / RACÓ DEL SOLDAT / PENYA CALERA / POU DE SOLER / CAMÍ A CAPAIMONA / CORRALS NOUS DE TOLLOS / BARRANC DEL PARET /  ABEURADOR / SEGUIR RECTO / FINAL.

LA RUTA: No es la primera vez que nos pasa y hoy ha vuelto a ocurrir. Buscando el inicio de la ruta, nos corta el paso un hilo con una cuartilla impresa “BATIDA DE JABALI”. Así que hemos buscado otro inicio alejado de ese lugar.

Hemos perdido algo de tiempo, pero indagando en el mapa del GPS encontramos un camino que puede conectar con el Track de la ruta que traíamos. La zona que vamos a recorrer no tiene vegetación por lo tanto tampoco jabalíes.

Tomamos dirección a las faldas de la sierra de Alfaro, entre los bancales de olivos que están sustituyendo a los cerezos, hay gente realizando labores de mantenimiento. El camino enlaza con una pista de tierra que seguimos por la izquierda.


La pista atraviesa una exigua franja de pinar y carrasca que pronto dejamos atrás, y en ascenso comenzamos a recorrer los recovecos del contorno de la sierra. Tenemos un día gris de nubes no muy apretadas y no hace frío.


Consultamos el GPS y el camino conectará con el Track más adelante haciendo varias eses por la ladera. Decidimos hacer un tramo de unos cuatrocientos metros campo a través subiendo por la loma atajando al no haber un fuerte desnivel.


Una vez conectado con el Camí de l’Ombría seguimos el Track y nos sentimos mas cómodos. La subida es sencilla y enseguida tenemos grises panorámicas al Benicadell  por un lado y al Montcabrer por el otro.


Debemos de estar atentos porque cerca de un solitario pino a la derecha, hay un mojón, tenemos que girar en ángulo recto por un incipiente sendero poco evidente y que en la subida se va reafirmando y haciéndose perceptible.


Llegamos a una especie de rellano donde el sendero gira a la izquierda y obtenemos vistas paralelas a una gran parte de la Serrella y la Mallada del Llop, y a lo lejos, con la ayuda del zoom de la cámara, la cara norte del Bernia.


Intuimos la cima en esta llanura invadida por el matorral e inclinada levemente. Pronto distinguimos el punto geodésico a lo lejos. Esta parte alta es una loma pelada y sin embargo, luego tiene varios contrafuertes rocosos.


Cima de Alfaro (1.166 m). solamente tenemos panorámicas grises, pero en días claros se convierte en un otero espectacular. A nuestros pies vemos el pueblo de Famorca y enfrente las lomadas que forma la ladera de la Serrella.


Iniciamos el descenso siguiendo el sendero hacia el Este con poco desnivel, de loma en loma, para luego acelerar un poco la bajada hasta conectar con un camino de tierra que prosigue con suave pendiente por la loma.


En una bifurcación de caminos seguimos por la derecha, siempre con poca inclinación hasta situarnos arriba de la ladera izquierda del barranc de Malafí, en el sentido de sus aguas, en donde ya vemos su profundo tajo.


Dejamos el camino por un sendero poco perceptible y perdedor que transita por la pelada loma apoyado de vez en cuando por algún mojón, y paralelo al cauce del barranco. En un momento dado comenzamos a bajar hacia el cauce.









Todavía hay una altura considerable y la senda que baja lateralmente es muy inestable, está claro que está poco pateada y hay que extremar la precaución. Las vistas al fondo del barranco son preciosas con bancales de olivos y rojos arces otoñales.


Para culminar la bajada tenemos que esquivar la Punta de Alfaro y llegar al cauce cerca de una casita de aperos. En este punto confluye el barranco de Pas de Calvo con el Barranc de Malafí, nosotros giraremos a la izquierda.


Antes de entrar en el cauce paramos a reponer fuerzas. Luego, admiramos este entorno agreste con dos grandes pivotes, la Mallada de la Rabosa y el Recingle Gran. Antaño habían almendros ahora secos y abandonados.


En algunas terrazas están siendo sustituidos por olivos y en las laderas arces y quejigos las motean de otoño. El primer tramo es por el pedregoso cauce del barranco, de blanquecinas piedras de aluvión arrastradas en las lluvias torrenciales.


Subimos por la ladera derecha donde el sendero se abre paso entre restos de bancales en desuso. Esta parte del barranc de Malafí es la más bonita por la agresividad de sus altas paredes y entorno descuidado.


Llegamos a una pequeña presa construida para amortiguar la fuerza de las aguas torrenciales y que el sendero salva fácilmente. Desde arriba vemos los imponentes farallones de La Carbonera y el Recingle Llarg.


A su paso por la Penya Roja el cauce se estrecha algo más y serpentea sinuosamente; las altas paredes nos vigilan y se comprimen como en un desfiladero. El matorral colorido lo invade todo y obstruye el paso.


Vemos verticales laderas menos pedregosas donde el pinar esporádicamente quiere arraigar y en la parte alta, las rocosas muelas forman infranqueables murallas de piedra caliza con cárcavas y recovecos.


Pasamos bajo el Racó del Espinal con sus puntiagudas crestas, después el precioso Racó del Soldat, la Penya Calera y la Penya Aledra. Más adelante, ya por camino de tierra, dejaremos atrás el Pou de Soler.


Alcanzamos el cruce con el camino que viene de Capaimona en la Vall de Alcalá, y por pista más estable veremos a la derecha els Corrals Nous de Tollos y la bajada del Barranc del Paret junto al Tossal Emperlos.


Poco a poco el barranco se va abriendo y las paredes pierden altura. Arribamos al Abeurador, antiguo pozo abrevadero junto a un viejo corral ganadero en ruinas y que prácticamente marca el final del barranc de Malafí.

En la siguiente bifurcación, balizada con un poste del PRV-168, estamos muy cerca del Corral de les Penyetes, donde deberíamos de haber aparcado esta mañana; pero ahora seguimos recto y por pista asfaltada.

En apenas ochocientos metros tenemos el improvisado aparcamiento donde hemos iniciado la ruta, cerrando el círculo mejor de lo que en un principio esperábamos, ya que en ningún momento hemos vuelto a ver señales de la batida de jabalíes.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 18,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.161 M. (Pico Alfaro)
ALTURA MÍNIMA: 512 M. (Inicio Barranc de Malafí)
DESNIVEL POSITIVO: 707 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 717 M.
DIFICULTAD:MODERADO.


CUEVA DE LA EXCOMUNIÓN Y TODA LA CRESTA DEL CARAMUCEL, SIERRA DE LA PILA

$
0
0
La Sierra de Pila se encuentra dentro de cuatro comarcas de la región de características bien distintas: Altiplano (Jumilla), Vega Alta( Abarán, Blanca), Vega Media (Molina de Segura) y  Oriental (Fortuna). Se sitúa en el cuadrante septentrional de la región de Murcia, siendo un importante  punto de referencia de la Vega del Segura, Río Mula y Altiplano, sobresaliendo de la llanura que la rodea por sus vertientes Norte, Oeste y Sur. La extensión del P.O.R.N. Sierra de la Pila es de 8.836,36 Has La superficie de la ZEPA abarca 7.879,40 hectáreas. La integridad de los materiales presentes en la  zona son de origen sedimentario y se formaron mayoritariamente en ambientes marinos entre el Triásico (208 millones de años) y la actualidad. Se agrupan en tres dominios: Subbético, Prebético y depósitos postorogénicos. Los rasgos geotectónicos más relevantes corresponden a las deformaciones producidas por la Orogenia Alpina que, en el Prebético, se traducen en una serie de anticlinales y sinclinales entre Caramucel y Peña Roja, y en el Subbético en la traslación de sus materiales en mantos de cabalgamiento, cuyo testigo es el isleo tectónico del Pico de la Pila. Estos movimientos  y deformaciones no han finalizado aún, registrándose en el borde Oeste afecciones de fallas a abanicos aluviales en proceso de formación. La Sierra de la Pila forma parte del sistema montañoso que separa el Altiplano de las depresiones de las Vegas Media y Baja del Segura y Río Guadalentín. Su relieve está dominado por una divisoria de aguas de dirección E-O, donde se encuentra el Pico de la Pila, de 1.264 m.s.n.m. La Sierra de la Pila se describe como un macizo de gran potencia, alineado en el sentido general que presentan las distintas sierras centrales de la Región de Murcia, identificándose así un mismo origen. Desde los Picos de la Pila y los Cenajos se obtiene una amplia panorámica tanto Norte como Sur. Los Tipos de Paisajes reconocidos en el ámbito del PORN son: 
Tipo 1.- Umbrías de los relieves más importantes y los picos de mayor altitud (Caramucel, Los Cenajos, La Pila). No existen asentamientos. Estéticamente se identifican verdes oscuros y brillantes, muy favorable ante el observador, con un alto potencial de vistas. 
Tipo 2.- Pico Caramucel y una franja de la vertiente norte de la Sierra, con alta densidad de pinar. No hay asentamientos. Los colores predominantes son los verdes brillantes. Existen repoblaciones forestales. 
Tipo 3.- Zona Este. Estéticamente se destacan los fuertes volúmenes y las líneas quebradas en el horizonte. 
Tipo 4.- Vertiente Oeste. Escarpes rocosos de las fuertes pendientes. Cobertura vegetal media y escaso desarrollo. No hay asentamientos. 
Tipo 5.- Piedemonte perimetral en la solana de los relieves de la Pila. Uso agrícola del suelo. No hay asentamientos. Destacan las líneas horizontales y los contrastes verdes-blanquecinos. 
CÓMO LLEGAR:Autovía A-15 hacia Murcia, tomar la A-30 dirección Albacete y salir por la A-33 (Murcia-Fuente la Higuera-Valencia). Continuar hasta la salida nº 13 hacia La Zarza, pasar la aldea de Casablanca y su restaurante y a 1 km antes de llegar a El Boquerón, tomar una pista a la derecha señalada con dos mojones de piedra a “CERRO GORDO”. Aparcar por la pista o en la primera barrera.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: BARRERA / DESVÍO A LA CUEVA / CUEVA DE LA EXCOMUNIÓN /  BUSCAR SENDA / CAMINO A LA FUENTE DEL LOBO / DCHA. DEJAR CAMINO / CERRO DEL BOTICARIO / EL AZAGADOR /  ALTO DE LAS MAJONERAS / CORTAFUEGOS / CARAMUCEL / PISTA / ALJIBE / RECTO / ATAJO / DESV. AL PICO PELADO /  ALJIBE 2 / IZQ. / DERECHA / BARRERA.









LA RUTA: Hace un año aproximadamente estuvimos por la zona en la época de madroños, hoy creo que hemos llegado tarde. Las variaciones serán no ir al Cerro Pelado, a cambio de recorrer toda la cresta del Caramucel.

Para ello hemos unido trozos de cuatro Tracks intentando no coger demasiada pista, pero al final es casi inevitable. No hay muchos trabajos editados de esta zona, que es poco visitada, y sin embargo, es preciosa.

Iniciamos desde la barrera que está abierta, pero tomando el camino de la izquierda que no está balizado y se abre paso entre un mar de pinos. El día está despejado pero sopla un fuerte viento que esperemos no moleste mucho.


La pista desciende un poco y nos introduce en la frondosidad del bosque de pinos que recorremos durante unos dos kilómetros, ascendiendo en suave desnivel y con la mirada puesta en la Pila y el Pico de los Cenajos.


Entre bancales de frutales tenemos una soleada vista a la sierra del Carche. Cerca de una curva cerrada y marcada con mojones tomamos una senda por la izquierda; hay dos ramales pero los dos se unen poco después.


Comienza a serpentear por la ladera acentuándose la subida, que termina por dirigirnos hacia un rincón en las paredes de la sierra. La espesa vegetación y su elevada situación junto a un farallón rocoso, impide ver la entrada de la cueva hasta que no estamos en ella.


Cueva de la Excomunión. Su entrada es grandiosa y parece excavada por una tuneladora, tiene una profundidad de unos 40 metros y gran amplitud. En su interior se han documentado restos calcolíticos, y también se ha comprobado que estuvo ocupada por iberos. En época más reciente, a principios de siglo XIX, fue la guarida de Jaime El Barbudo y sus secuaces.


A la salida de la cueva, la rodeamos por la izquierda buscando en una pequeña vaguada un sendero poco perceptible y pateado que nos sube arriba hasta conectar con el Camino de la Fuente del Lobo, que seguimos por la izquierda. 


Proseguimos por el camino durante unos setecientos metros aproximadamente, serpenteando por las laderas altas de la sierra con miradas al altiplano de Jumilla y el Pico de los Cenajos. Lo dejamos por la derecha, ver mojones.


Tomamos un sendero que asciende moderadamente ladera arriba entre pinos y abundante vegetación de matorral, sobretodo de coscoja y sabina; poco a poco se va diluyendo pero es fácil de seguir con el GPS.


Llegamos a la primera loma con bonitas vistas, donde quedan los restos de una pequeña construcción, se trata del Cerro del Boticario (948 m), no confundir con el Pico del Boticario, en otra zona y con menor altitud.


Empezamos a subir con más vehemencia, tenemos por delante un fuerte escalón con un precioso contrafuerte. El viento arrecia pero nos sentimos protegidos por el manto del pinar, a cambio tenemos un día despejado.


Atacamos la subida que hace un largo zigzag izquierda derecha, para situarnos definitivamente en el cordal de la cresta. Las panorámicas se amplían con la sierra de la Pila al completo y mirando hacia abajo, el refugio del Cerro Pelado.












El sendero se hace más evidente y enseguida tenemos un mojón grande de piedras junto a las ruinas de una casa, es el Azagador (1.065 m) máxima altitud de hoy, aunque la fama la tiene el Caramucel con su vértice geodésico.


Las vistas se abren hacia Abarán y Blanca, y llegamos a cresta rocosa en el Alto de las Majoneras (1.058 m), desde donde vemos el cortafuegos que baja hasta el collado de los Pardiñales (851 m) por donde hemos subido otras veces.


Ahora continuamos avanzando, viene la parte mas bonita de la ruta, caminar esquivando las rocas de la cresta entre los pinos, asomándonos a los verticales cortados con largas miradas que llegan casi hasta el mar.


Por delante tenemos un manto de verde pinar ondulado que llega hasta los mismos acantilados. Empezamos a transitar por trazos de sendas entre los pinos y las rocas, procurando coger las más cercanas a los precipicios.


A unos metros, y más separada, discurre otra senda menos cortada, pero vale la pena ir asomándose a los precipicios para observar el amplio valle. Hay que hacerlo con cuidado evitando aéreas plataformas de piedra caliza que gozan de poca seguridad.


Es curioso ver como los pinos llegan hasta el mismo borde del acantilado, enraizando entre las grietas de las calizas buscando donde aferrarse. También las matas de esparto se disputan con el romero y matorral bajo, los puñados de tierra que el viento o la lluvia han arrastrado.


En algunos tramos es tanta la vegetación de pinos al límite de caer al vacío, que debemos recurrir a las sendas interiores algo más rápidas. La poda es natural, hay muchos ejemplares caídos, bien por causas climatológicas o por falta de tierra donde sujetarse en las fuertes lluvias.











Por fin tenemos cerca el pilón del vértice geodésico. El Caramucel (1.025 m.). Esta parte del Parque Regional es poco frecuentada. El viento molesta un poco y buscamos refugio entre la pineda para nuestro gran almuerzo. 


Para poder hacerla circular, el regreso también es novedoso, anteriormente retrocedíamos hasta el cortafuegos, pero ahora seguiremos bajando por la cresta, alejándonos de ella por la derecha hasta conectar con una pista forestal.


Estamos en el barranco del Sordo y ahora tenemos que remontar por la pista hacia la otra ladera; las vistas cortas son todas al inmenso pinar. Alcanzamos un aljibe en forma de cisterna aunque no sabemos su utilidad en este lugar.


El largo y dilatado tramo de pista forestal comienza hacerse monótono, se contonea por toda la sierra ya que debe evitar los cauces de varios barrancos, después tenemos vistas más cercanas al refugio del Cerro Pelado.


Teníamos marcado un atajo para dejar durante un tiempo la pista forestal, es algo confuso al principio porque han realizado trabajos forestales en la zona y no han respetado la incipiente vereda, al menos hemos cambiado el paso.


El atajo sale de nuevo a la pista forestal delante de la entrada al camino que lleva al collado y al refugio del Cerro Pelado, marcado con un panel de señalización y un artístico mojón construido en obra. Esta vez lo obviamos y seguimos.

En una curva con el cruce del barranco de las Cabras vemos otro aljibe idéntico al anterior, se llenan con el agua de las lluvias y posiblemente estén preparados para dar de beber a la fauna en caso de sequía.

Arribamos a otra bifurcación señalada con un panel informativo y otro mojón de obra, por la derecha llegaríamos hasta el Mojón de las Cuatro Caras, pero nosotros seguimos la pista forestal por la izquierda.

Luego tenemos otro cruce que seguimos por la derecha y ya la pista forestal queda franca hasta la barrera, finalizando esta larga circular con miradas al Pico de los Cenajos. Pese a los tramos de pista hemos conseguido nuestro objetivo.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA:20,9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:50 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.063 M. (El Azagador))
ALTURA MÍNIMA: 510 M. (Barrera inicio)
DESNIVEL POSITIVO: 837 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 837 M.
DIFICULTAD:ALTA. Por horario y distancia. Imprescindible llevar GPS


RUTA CIRCULAR GEBAS – EL BERRO – GEBAS, POR EL CAÑO DE LA NOG

$
0
0
La pedanía de Gebas se halla localizada en una de las zonas de mayor diversidad ambiental de Alhama de Murcia, al pie de Sierra Espuña, donde se ha conservado, a lo largo del tiempo, gran parte de la esencia rural de sus caseríos y de su paisaje cultural. Sus recursos naturales de manantiales de agua, flora y fauna característica de la zona, tierras cultivadas con cereales y almendros, etc., han propiciado un paisaje contrastado de bosque y de suelos margosos en la zona de los barrancos, junto a las zonas de huerta generadas en los aledaños de la Rambla de Algeciras y, entorno a una serie de manantiales, sobre los que se han desarrollado obras hidráulicas para su aprovechamiento. La captación, la conducción, el almacenamiento, la distribución y el uso, tanto del agua de la Rambla de Algeciras como de los distintos manantiales, ha dejado numerosos testimonios que podríamos encuadrar en lo que se denomina la arquitectura del agua. Al aprovechamiento del agua de la Rambla de Algeciras –al-Yazira “la isla”-, tierra rodeada por aguas, se han ido construyendo caños para llevar el agua a balsas o estanques situadas en los márgenes de la citada rambla y destinadas al regadío de la antigua huerta. Un ejemplo es la Balsa Vieja, junto al Puente, la Balsa Nueva de tipo circular, la balsa de las Casas de Abajo, junto a la mina del “Saltador”, la de las Majadas, etc. Todas ellas aprovechando los manantiales que nacían rambla arriba, y cuyas condiciones permitían y permiten un aprovechamiento intensivo de ese bien tan preciado que es el agua. Los nacimientos antiguos como los de la Fuente del Murtal, la fuente del Agua Sulfurosa o de las Hedientes, la fuente de los Arrieros, las antiguas aguas de la Poza, las de las Majadas, la del Barranco Blanco, las más recientes como las de la Inmaculada, también llamadas del Santo o del Chorrico, han propiciado que los vecinos, particularmente o agrupados en comunidad, hayan aprovechado el agua para beber y para el regadío de zonas de huerta, con modernas plantaciones de cítricos y parrales, alternando con otras zonas de secano con almendros y olivos.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 E-15 hacia Murcia, salida en la 578 B, por la MU-30 dirección ALCANTARILLA/ EL PALMAR. Tomar la salida 2 dirección BARQUEROS/FUENTE LIBRILLA, en esta población girar a la derecha por la carretera de los Ojos hasta el cruce con la RM-515, seguir por la izquierda hasta el Restaurante el Mirador. Hay aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: RESTAURANTE EL MIRADOR / DCHA. ARRIBA / IZQUIERDA / CAÑO DE LA NOGUERA / BAJAR / SEGUIR CAÑO / CAMINO / EL BERRO / IZQDA. CAMINO / TORRETA / DESVÍO / FUENTE DE LA INMACULADA / RAMBLA DE ALGECIRAS / ERMITA DE LA PURÍSIMA / RESTAURANTE EL MIRADOR.

LA RUTA: Tenemos intención de quedarnos a comer en el restaurante El Mirador, pero está cerrado a estas horas y no tenemos reserva. Cerca del aparcamiento hay un cercado donde un joven potro alazán  corretea.


Iniciamos por delante de las instalaciones de las casas rurales de El Mirador, por la carretera C-3315 que viene desde Pliego, en suave descenso por la izquierda, pasando por delante del caserío del Ventorrillo de Martin.


Lindamos con la rambla de Algeciras y la cruzamos por el puente de un solo ojo. Nada más cruzarlo, por la derecha tenemos que subir hacia arriba de la loma, está algo confuso, porque hay otro sendero que baja a la rambla.


El sendero enlaza en la parte alta con un ancho camino de tierra que seguimos por la derecha, junto a bancales de frutales y una gran balsa de agua. El día está algo fresquito con el cielo nuboso y emborregado.


Poco después, cuando el camino comienza a girar a la izquierda, lo dejamos por la derecha, por un sendero que sube por la loma junto a una deteriorada valla que encierra unos terrenos abancalados con una vieja casa de campo.


Seguimos cogiendo altura y antes de entrar en la pineda, tenemos una bonita visión de los barrancos de Gebas con sus estriados badlands al fondo. Nada más meternos en el bosque de pinos, conectamos con el  Caño de la Noguera.


La canaleta del caño está tapada con losas de piedra y es fácil caminar sobre ellas, no están unidas entre si y, aunque sueltas, prácticamente no se mueven y algunas de ellas están calzadas. La tubería de agua queda en su interior.


El cauce de la rambla de Algeciras queda a nuestra derecha, pero no hay sensación alguna de peligro al caminar. En varios tramos está excavada sobre la piedra caliza para mantener siempre el mismo nivel en la ladera.


En otros trechos permanece enterrada en el mismo sendero que atraviesa la frondosa pineda de ejemplares poco esbeltos, que de vez en cuando nos dejan ventanas para admirar la otra ladera de la rambla.


Luego se obstruye por pinos derribados, o hundida en un surco, tenemos que caminar por el lomo de tierra algo más inestable, y en un corto trayecto tenemos que bajar por la derecha ante la imposibilidad de caminar sobre ella.


Pasa también sobre diminutos diques de obra para salvar pequeños cauces que bajan a la rambla de Algeciras. Con pasos sencillos esquivamos enclaves rocosos y tenemos largos trayectos de sendero despejado.


Después de un tramo sin losas, con la tubería al descubierto, comenzamos a tener amplias vistas de la huerta y Casas de Camacho, y la Casa de Miguel, teniendo como fondo, el cercano Morrón Chico o Morrón de Alhama.


El caño de la Noguera queda soterrado y seguimos por un sendero que poco a poco va saliendo del bosque de pinos pasando por bancales de olivos y otros cuidados cultivos, para conectar con un camino ancho de tierra.


Por el camino cruzamos el barranquillo de Fiscarejo y subimos a la otra ladera entre bancales de piedra seca. Arriba hay una gran casa y un tractor está nivelando nuevos bancales. Un poste balizado nos indica la senda de El Berro.


Continuamos elevándonos por el sendero ahora con piso de cemento, y en la parte alta ya tenemos a la vista el pueblo de El Berro. Hacemos una suave bajada junto a la gran ceja de piedra caliza en el barranco.


En la gran pared hay varios recovecos y cuevas, una de ellas fue tapiada con obra posiblemente como refugio de pastores. Cruzamos la rambla donde hay una hermosa casa rural y subimos la cuesta hasta el pueblo.


El Berro está muy tranquilo pese a ser un día festivo. En un banco al sol tomamos unas frutas y proseguimos el camino, otro poste balizado nos marca el regreso hacia Gebas, siguiendo la carretera asfaltada.


La carretera va girando y nos sitúa frente al pueblo arracimado en la loma, también nos pasa por una gran casa de color rojo, y a la derecha, en lo alto del pinar, vemos otra gran casona que domina todo el paisaje.


Posteriormente, tras pasar por una caseta que parece de distribución de aguas, dejamos el asfalto por la izquierda, por un ancho camino de tierra que nos vuelve a meter en el bosque de pinos, dejándonos vistas al pueblo que tenemos enfrente.










Más adelante, antes de bajar hacia una vaguada, vemos una alta torreta de obra, actualmente sin techumbre, con el marco arrancado y sin puerta, en desuso total. Posiblemente seria una de las primeras torres de tendido eléctrico.


Remontamos hacia la otra ladera y el camino se convierte en sendero que serpentea entre el apretado bosque de pinos con poco porte. Al tomar altura vemos la torreta que sobresale entre el pinar y las lomas de Sierra Espuña.


Caminamos sobre suelo calizo muy parecido al de esta mañana por la canaleta, en suave ascensión, y sobre las copas de los pinos volvemos a ver al Morrón Chico;  ensamblamos con sendero balizado del PR-MU 69.


Vienen unos cortos zigzags, subiendo y bajando montículos, y el bosque se aclara un poco al cruzar un cortafuegos para las torres eléctricas modernas; volvemos a tener vistas a los barrancos de Gebas, mientras el Morrón se esconde por detrás.


Al voltear la loma el bosque se acaba y tenemos un paisaje amplio y despejado salpicado de caseríos. Comenzamos a bajar y tenemos un desvío balizado a la derecha, en dirección a una vieja casa abandonada.


El camino la rodea por la derecha y se pega a una valla en su descenso, el pequeño núcleo de Gebas está  muy cerca; tras unas casas de campo alcanzamos de nuevo la carretera C-3315 que seguimos apenas unas decenas de metros.


Giramos a la derecha en dirección a las Casas de Arriba, donde  hay una empresa de turismo de aventura antes de llegar a la fuente de la Inmaculada, con una hornacina para la virgen y un leve caño de agua.


Por camino entre asfalto y cemento cruzamos la rambla de Algeciras, para después hacer una cerrada curva a la izquierda que nos pasará por delante de las Casas de la Ermita de la Purísima y su salón social.


Por la derecha viene el desvío a El Mirador de los barrancos de Gebas y poco después el enorme mojón que delimita los municipios de Mula y Alhama. Cerramos la ruta en el restaurante, donde conseguimos mesa para probar las migas.

RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (En El Berro y en la Fuente de la Inmaculada)
DISTANCIA: 12,4 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 631 M. (Camino Izquierda)
ALTURA MÍNIMA: 372 M. (Rambla de Algeciras)
DESNIVEL POSITIVO: 375 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 375 M
DIFICULTAD:MODERADA.



LA FONT DE LA MATA Y EL ALT DELS SERRELLARS DESDE GATA DE GORGOS

$
0
0
El río Jalón o Gorgos es un río-rambla del noreste de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana, España), denominado Xaló en valenciano. El río Jalón o Gorgos nace a 1.300 metros de altitud, en la sierra de Alfaro y Serrella en Facheca, y transcurre por la comarca de la Marina Alta, de oeste a este, durante 53 km, hasta desembocar en el mar Mediterráneo, entre el cabo de San Antonio y el cabo de San Martín. Pasa por todos los pueblos del Valle de Pop, Jalón y Gata de Gorgos que le dan su nombre, y finalmente desemboca en Jávea. Al final de la época musulmana, Gata de Gorgos era una alquería perteneciente a la taifa de Denia. Después de ser ocupada por los cristianos en 1250Jaime I concedió el señorío a Gaspar de Híjar. En 1526 Carlos Idecretó el bautismo forzado de los moriscos, lo que provocó una revuelta junto a los moros de Pedreguer y Jalón. En 1535 la parroquia se independizó de la de Denia; constituía un importante núcleo de moriscos (la población mayoritaria en estos valles de la provincia), en el momento de la expulsión de los moriscos (1609), se contabilizaban en la zona un total de 160 familias de religión musulmana, 150 de ellas en el núcleo de Gata, según el Censo de Caracena. "La Artesanía". Así es como se describe Gata de Gorgos, un municipio de casas encaladas que ofrece el más puro ambiente mediterráneo y que recibe el nombre del río que lo baña. La tradición vive en Gata, que ha sabido superar las adversidades sacando provecho de ellas y sin dejar de lado su actividad ancestral, la agricultura y la artesanía del esparto y el mimbre. Cestas, muebles, sombreros, todo sale de las manos de los artesanos, que han hecho de la tradición fuente de riqueza.
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia. Salida 63 BENISSA / TEULADA / GATA DE GORGOS, continuar por la N-332 dirección Valencia hasta Gata de Gorgos, aparcar cerca del Parque del Raval.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI
ITINERARIO: APARCAMIENTO / PARQUE DEL RAVAL / MIRADOR / MIRADOR DESVÍO DCHA. / SENDA DERECHA / DESVÍO IZQ. / CAUCE DEL RIU XALÓ / RUINA / A LA FONT / FONT DE LA MATA / LES MALLAES / GIRO A LA DCHA. / CORRAL / AZAGADOR DE SELDETES / ALT DE SERRELLARS / ERROR / CORRAL DCHA. / POZO DE BOMBEO / VEREDA / RUINAS / CRUZAR CARRETERA / CAMINO ASFALTO / APARCAMIENTO.

LA RUTA: Hace algún tiempo hicimos el PR-CV 388 desde Benissa y hoy vamos a hacer el PR-CV 412 desde Gata de Gorgos. Estos dos senderos tienen en común la subida al Alt de Serrellars y el paraje de la Font de la Mata.


Iniciamos desde el aparcamiento en una de las calles aledañas y nos dirigimos hacia el cauce del riu Xáló o Gorgos y el Parque del Raval situado en la ladera izquierda del río donde hay un panel informativo de la ruta.



Han adecentado esta ladera del río convirtiéndola en un agradable jardín donde la gente baja a pasear o hacer actividades deportivas, al mismo tiempo se han rehabilitado las antiguas casas del Raval dotándolas de nuevos accesos.

En esta zona, el cauce del río Gorgos es amplío y pedregoso aunque no lleva agua, se trata de un rio intermitente y su caudal se limita a las lluvias torrenciales y a los flujos que recibe de múltiples ramblas en su recorrido.


Por medio de una rampa vamos subiendo y saliendo de cauce junto a las paredes de las últimas casas, y nos eleva sobre les Coves Roges y un rocódromo en las verticales paredes, donde han abierto varias vías de escalada.


Unos amplios peldaños nos sitúan en un pequeño mirador sobre las paredes y les Coves Roges, que tienen vestigios arqueológicos y diversas manifestaciones rupestres grabadas y pintadas sobre las paredes naturales de las rocas.


Poco más adelante, tenemos otro mirador algo más elevado, con extensas panorámicas al pueblo de Gata de Gorgos y al cauce del río por ambos lados; también comenzamos a tener muy visible la enorme mole del Montgó.


Hace un día agradable con el cielo emborregado, lo que forma un manto muy fotogénico en las panorámicas. Desde el segundo mirador hacemos un desvío a la derecha dejando las casas del pueblo, y conectando con una senda a la derecha.


El sendero nos lleva cerca de casas de campo, lindando con vallas de terrenos particulares hasta conectar con un camino asfaltado que da acceso a chalets, casas de campo y bancales de almendros, olivos con algún algarrobo.


Tomamos un desvío a la izquierda dejando el asfalto por un camino de tierra que nos baja para vadear el cauce del río en una zona bastante accesible entre piedras de aluvión y seguir remontado la otra ladera.


Vamos perdiendo de vista las casas del pueblo y comenzamos a elevarnos por un sendero que nos  introduce en el bosque de pinos y en cuyas lomas todavía quedan vestigios de antiguos bancales de piedra seca.


En la parte alta el Montgó vuelve a reinar en las panorámicas hacia atrás, y por delante, sobre las copas de los pinos, vemos las montañas de Pedreguer. La subida se apacigua y el sendero llanea entre bancales abandonados.


Terminamos de atravesar el bosque de pinos y cruzar el leve cauce del barranc de Canyelles llegando a otra zona de terrazas abancaladas con muretes de piedra seca de cuidados olivos y a las ruinas de una pequeña casa.


Pronto llegamos a les Mallaes, con un cruce de caminos balizado donde se unen los dos PR’s más el GR-330. Por la derecha tenemos la bajada a la Font de la Mata entre arreglados bancales de piedra seca con olivos.










La Font de la Mata es un pozo árabe al que se accede bajando por unas escalones de piedra, donde con cubos se extraía el agua para llenar unas curiosas piletas individuales y redondas talladas en piedra para abrevar el ganado.

Es un rincón precioso que toma el nombre de un lentisco o Mata, de grandes dimensiones y espectacular tamaño, con dos pies de crecimiento, uno vertical y el otro horizontal. Se le estima una edad entre los 600-800 años.


Subimos de nuevo y retomamos la senda principal, pasamos por delante de la Casa Xaparrundos, antigua masía del siglo XIX con un enorme aljibe y grandes vistas entre almendros al Montgó. Hacemos otro giro balizado a la derecha.


Comienza un agradable trecho por camino ancho con apenas desnivel bajo la sombra de altos pinos. Pasamos cerca de un desvencijado corral o caseta de aperos junto a unos cuidados bancales arados recientemente.


El camino acaba siendo senda al pasar por la umbría entre abundante vegetación y salir a la solana rodeando la loma. Alcanzamos el siguiente desvío balizado con giro a la izquierda para tomar el azagador de Seldetes.


Se trata del sendero de subida a la cima que con desnivel moderado va surcando la loma. Nada más tomar altura el paisaje se ensancha, aparece Benissa a los pies de la Oltá, también la cara norte y las crestas de Bérnia.


Es una loma con matorral bajo arrasada por antiguos incendios, pero que conserva esporádicos pinos y alguna carrasca que se salvaron de las llamas. Con la altura, surge la pétrea proa del Montgó en las cercanías de Gata de Gorgos.


Alt dels Serrellars (432 m.) pequeño otero con preciosas miradas a 360º, el mar aparece a los pies del Montgó, en la plataforma del cabo de San Antonio y las inmediaciones de la bahía de Jávea. En el otro lado la sierra de Segaria.


En la bajada cometemos un error al no estar atentos al GPS. El sendero se bifurca a derecha e izquierda con pocas marcas. Elegimos la izquierda mirando a Gata de Gorgos en vez de la derecha, dirección Benissa.

Para cuando nos damos cuenta hemos descendido un buen tramo y tomamos la decisión de seguir bajando. La senda está muy pateada y la dirección es hacia Gata de Gorgos, pero mucho más directa que la ruta marcada.

No conocemos la zona, pero reduciendo el mapa en el GPS parece que podremos enlazar con la ruta original. Vemos el Tossal Aspre (341 m.), y su gran barranco que nuestro sendero esquiva. Llegamos a un pozo con abrevadero.


Posteriormente, junto a un corral tomamos otro sendero a la derecha que nos desciende entre abundante matorral por las últimas estribaciones del barranco, atentos siempre a cualquier sendero que surja por la derecha.


Llegamos a una pequeña vaguada con bancales de olivos donde acaba el barranco, a la derecha están las instalaciones de un pozo de bombeo y un camino. Consultamos el GPS y lo seguimos por la derecha, intentando buscar el sendero de la ruta.


Remontamos la vaguada y sus cuidadas terrazas abancaladas flanqueadas por una franja de pinar. Arriba, tenemos de nuevo el Montgó y Gata de Gorgos muy cercana, por lo que vemos muy difícil enlazar con la ruta principal.


Hacemos un último intento, dejando el camino y siguiendo una vereda por la derecha que desciende entre bancales, pero que apenas se separa unas decenas de metros del camino para luego llegar a unas casas de campo.


Después, conectamos con un camino asfaltado que nos baja directamente al pueblo. Al final nos ha salido un recorrido diferente pero igual de agradable. Nos aseamos un poco para ir a comer a Arrels Racó Gastronómic, T.965757309. Recomendable.

RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (En la Font de la Mata)
DISTANCIA: 11,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:50 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 432 M. (Alt dels Serrellars)
ALTURA MÍNIMA: 72 M(Cauce del ríu Gorgos)
DESNIVEL POSITIVO: 478 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 512 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

RUTA CIRCULAR CLÁSICA A LA SERRA DELS PLANS, DESDE EL ESTEPAR

$
0
0
La Serra dels Plans constituye un enclave de gran valor socio ambiental, desde el punto de vista geomorfológico, botánico, faunístico, cultural y paisajístico. Según diferentes estudios, está clasificada con un nivel 5 o muy alto en cuanto a su interés por la conservación de la naturaleza y, por tanto se recomienda evitar cualquier acción que pueda afectar o modificar su estado actual (Ecologistas en acción). 
Situada al norte de la provincia de Alicante, entre Alcoy, Torremanzanas y Benifallím. En su entorno alberga pinturas rupestres en el abrigo de La Sarga, el poblado ibérico del Puig y el pozo nevero del Rentonar. En noviembre de 2006 un incendio provocado posiblemente por la rotura de un cable de alta tensión, destruyó 160 hectáreas de pino, carrascal y matorral en la cara sur de la sierra, la zona del pozo del Rentonar y parte de la Sierra del Rentonar o Benifallím.
CÓMO LLEGAR:Autovía A-7 salida en la rotonda elevada a la Universidad y San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy. En la rotonda antes de entrar en los túneles, salir por la vía de servicio, antigua carretera que pasa por el Barranc de la Batalla, antes de la curva a la izquierda que entra en el Barranc, salir por la derecha hacía la urbanización el Estepar,  seguir recto hacia el Club de Tenis de Alcoy y poco después aparcar a la izquierda, en la pequeña explanada entre pinos y carrascas. Hay un panel informativo de la ruta.
COMPONENTES: VICENTE Y PATRO.
ITINERARIO: INICIO / CAMINO / CASERÍO REGADIU / DCHA / SENDA / BOSQUE / CRUCE / POSTE INFO / CRESTA / PENYA BOTZINA / SIMA / ELS PLANS / POSTE INFO. / VALLA / PR / DERECHA / DECHA. / GIRO DCHA. /  MAS PLANS DE DALT / MAS DE LA BODEGA / CRUCE DCHA. / DCHA. SENDA / FINAL.

LA RUTA: Volvemos a la Serra dels Plans, que escondida en un apartado rincón, muchas veces pasa desapercibida pese a ocupar el sexto lugar entre las cimas más elevadas de la provincia. Desde su cima se observan las cinco que le preceden.     

Subiremos por su cara norte desde el Estepar, una de las zonas más frías, de ahí su nombre; recorreremos toda la cresta para regresar por la umbría, utilizando la red de caminos de acceso a las numerosas masías de la zona.

Iniciamos desde el aparcamiento, donde del panel informativo del PR-CV 132, solo queda su estructura de madera.  Por la izquierda, seguimos por el camino de tierra que ensambla con la carretera de Benifallim, la CV-785.


Es un largo tramo de pista de tierra en el que vemos arriba el Mas de les Florencies, pasamos por delante de una edificación fabril en ruinas, el Caserío del Regadiu, para antes de llegar al Mas del Regadiu, torcer a la derecha.


Hace un día fresco, con fuertes ráfagas de viento que mueve extrañas nubes en un cielo gris. El camino, con poca inclinación, toma dirección a la sierra y por detrás, apenas nos elevamos, tenemos difusas miradas a la Serreta.

Entre el pinar y restos de bancales de olivos empieza a elevarse  convirtiéndose en un marcado sendero que surca las primeras lomas y quedando muy definido al abrirse paso por el abundante matorral bajo.


El desnivel se acentúa comienza la Costera de la Mare de Deú. En los descansillos, mirando hacia atrás, vemos la gran brecha del Barranc del Cint, aunque las nubes le dan un aspecto más tétrico, y a nuestros pies el valle de Benifallim.


Alcanzamos el primer cruce marcado con un hito de piedras y un palo, de uno de los senderos que sube por la otra vertiente y poco después, el cruce balizado con un poste que sube desde el pueblo de Benifallim.


Por el bosque de carrascas tenemos algún claro con miradas al Montcabrer y por detrás de la Serreta al Benicadell. El viento no deja de arreciar y las nubes son planas y delgadas como extraños platillos volantes.


Poco a poco llegamos a una especie de collado que hay antes de conectar con la cresta. Las vistas desde aquí siempre han sido extensas pero hoy son diferentes, acortadas y grises, y nos cuesta distinguir las grandes cumbres.


Algunas tienen encapotadas la nubes pero las logramos definir, la Serrella y su valle, la gran loma de Aitana con sus antenas y el Puig Campana que comienza a asomarse mostrándonos la gran muesca del Portell.


Arribamos al lomo de la sierra, por donde el sendero recorre todo el cordal. Comienza un precioso tránsito por la cuerda de la sierra, entre sendero e incomodo lapiaz, pegados al precipicio y atravesando pequeños bosquetes de carrascas.


El primer desnivel a superar es la Penya Botzina que emerge como una ola.Al ir cogiendo altura las vistas se extienden hasta el mar. Es un entorno bonito porque en el precipicio las rocas están cuarteadas, formando libros y legajos amontonados.


El aire frío nos golpea con fuerza y tenemos que usar las prendas de abrigo y cortavientos, atravesamos pequeños bosquetes de carrascas que apenas nos protegen, y en las miradas a las cumbres cercanas al mar, las vemos en 3D.


Prestando atención a los embates del viento, vamos subiendo las pequeñas ondulaciones de la cresta, acercándonos a roquedos y farallones que como grandes ventanales nos permiten asomarnos a un paisaje esplendido.


Pasamos cerca de un agujero escondido que en otras ocasiones no habíamos reparado y en el track viene marcado como sima, es una estrecha boca sin aparente peligro. Ya tenemos a la vista el grupete de carrascas y el vértice geodésico de la cima.


Els Plans (1.331 m.) solitaria a estas horas. Hemos tenido que atar la cámara para hacernos la foto de la cima. Las nubes parecen disiparse un poco y aparecen en escena la Penya Migjorn, el Cebeçó d’Or y la silueta del Puig Campana.


Bajamos con prisas huyendo del viento. Obviamos el poste informativo de bajada directa a La Torre, y con largas miradas al Cabeçó d’Or, Puig Campana y a todo el valle, proseguimos por el camino ancho de tierra.


Dejamos atrás también otro poste balizado con otra bajada a La Torre, los PR’s y el GR-330. A medio descenso, nos salimos del camino girando a la derecha, hacia un rincón donde hay una valla que corta el paso.


Por el lateral derecho de la valla hay acondicionado un estrecho paso por el que entramos y continuamos por el camino de tierra. Encontramos un lugar resguardado para el almuerzo con vista la sierra Mariola.


El camino comienza a virar hacia la derecha para situarse paralelo al trazo recorrido en la ida, entrando en la umbría de la sierra. En las piedras del suelo vemos unas marcas de PR que no sabemos a qué corresponden.


Tenemos un giro a la derecha enlazando con otro camino, poco después otro más en el mismo sentido, y más adelante volvemos a girar a la derecha, cerca de la entrada al Mas Plans de Baix; el paisaje cambia a campos roturados.


Alguna de estas casonas han sido rehabilitadas y moran en ellas. Por las faldas de la sierra pasamos por bancales preparados para siembras. El camino hace una curva que nos dirige hacia otra masía emblemática de la zona.


El Mas de Plans de Dalt. Enorme casona de dos plantas con corral adosado al conjunto de viviendas, actualmente todas sus puertas están tapiadas o cerradas. En la entrada principal, chapada con hoja de lata, se puede leer la fecha 1894.


Sus campos siguen bien cuidados aunque queda poco arbolado, algunos almendros, olivos y nogales. El camino continúa entre bancales y pequeñas terrazas de muretes de piedra seca ahora sin producción alguna.


Pronto tenemos otra entrada a otra masía que si está habitada, donde hay algunos vehículos aparcados. Se trata del Mas de la Bodega. Posteriormente caminamos por delante de otra masía en abandono que desconocemos su nombre.

Vamos cerrando la ruta viendo en la ladera de la sierra otras masías. En el último tramo tenemos un giro a la derecha y después dejamos el camino por un sendero a la derecha que nos deja en el aparcamiento. Bonita ruta pese a la molestia del viento.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.331 M. (Els Plans)
ALTURA MÍNIMA: 775 M. (Caserío del Regadiu)
DESNIVEL POSITIVO: 614 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 623 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

SIERRA DE LAVIA, LOS CUCHILLOS Y LA CUMBRE DE LAVIA

$
0
0
La Sierra de Lavia es una sierra de la Región de Murcia, al sur del término municipal de Cehegín y Bullas y al norte de las "Pedanías Altas" de Lorca. Su máxima altura de 1.238 metros y pertenece a la Cordillera Bética. Esta sierra fue clasificada en el 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), y junto a las sierras de Burete y Cambrón, son territorio ZEPA de protección de aves, así como Área de Protección de la Fauna Silvestre y Área de Sensibilidad Ecológica. Dicha sierra es considerada como un espacio de media montaña en el que se desarrollan distintas comunidades vegetales a lo largo y ancho de sus áreas de cumbre, umbrías y rocosas. Por otro lado, en los piedemonte de esta sierra encontraremos zonas de cultivo, especialmente olivar y viñedos. Entre estos últimos destaca el paraje del Aceniche. La vegetación está dominada por el pinar de pino carrasco (Pinus halepensis), apareciendo también encinas (Quercus rotundifolia) y quejigos (Quercus faginea). El sotobosque está dominado por coscoja, romero, enebro, lentisco, diferentes especies de jara (entre las que destaca Cistus laurifolius), y diversas especies de tomillo. En las zonas de cumbre aparecen sabinares mesomediterráneos de sabina negra (Juniperus phoenicea) y comunidades de Sedum sediforme, mientras que en los barrancos encontraremos durillo, cojín de monja y jarales. Entre la fauna que se puede avistar en Sierra de Lavia está la chova piquirroja, el búho real y la cabra montés. Sin olvidar que los aledaños de este relieve son zonas de pastoreo de ganado ovino y especies de caza, como el jabalí o la liebre. En los últimos años aparece también arruí, un muflón procedente del norte de África que fue introducido con fines cinegéticos en Sierra Espuña y que se ha extendido a las sierras cercanas, como es esta.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 y A-7 dirección Murcia. Tomar la salida nº 138 dirección Granada y más tarde la salida nº 578A dirección Mula/Caravaca por la RM-15. Tomar la salida nº 43 Bullas Oeste y después continuar hasta Bodegas Lavia. Nosotros aparcamos un poco más adelante, en el cruce de un camino.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y CONCHITA.
ITINERARIO: INICIO / CRUCE DE REGRESO / SEGUIR CAMINO / VIRAR IZQ. / TORCER DCHA. / GIRO IZQ. / LOS CUCHILLOS DE LAVIA / INTENTO MORRA DE LOS CUCHILLOS / SEGUIR CAMINO / SENDERO DCHA. / PICO DE LAVIA / CAMPO A TRAVÉS / RAMBLA / CAMINO DCHA. / PUERTA / CRUCE DE REGRESO / FIN.
LA RUTA: Esta apartada sierra es nueva para nosotros y ha sido un descubrimiento, creemos que se merece un pequeños estudio de sus caminos y sendas para seguir indagando en ella. La masa forestal del pinar es impresionante.

Al no encontrar aparcamiento cerca de las Bodegas Lavia, hemos acortado el inicio adentrándonos un poco más por el camino, cerca de la Fuente de la Burra. También se puede dejar en en los cruces de algún camino.

Iniciamos siguiendo por el camino de herradura junto a bancales de viñedo cuyas cepas todavía no han sido podadas. Estamos en tierras altas a más de 750 m. de altitud, por lo que las sierras y su pineda nos parecen montículos.

Pasamos por alguna casa de campo y desvencijadas casetas de aperos que lindan con el bosque de pinos, y luego, por arreglados bancales en producción, de cepas para los famosos caldos de la zona y frutales, sobretodo melocotones.

Llegamos al cruce de caminos por donde vendremos de regreso, ahora seguimos por la izquierda durante un corto tramo hasta meternos en el bosque de pinos. Un poste informativo del PR 3 nos marca un sendero.

Entramos en un bosque espeso de pinar y matorral bajo. El sendero nos sube por un irregular y pétreo cauce que utilizan las aguas en las lluvias torrenciales, donde apenas vemos el paisaje entre la exhaustiva vegetación.

El sendero bordea el barranco de la Hoya Lóbrega y de vez en cuando, entre los claros del pinar, nos dejar ver enfrente las formidables crestas de piedra caliza de los Cuchillos de Lavia, atestadas de pinos hasta su filo.

Curiosamente el desnivel de subida va creciendo hasta que alcanzamos un bonito monolito tieso como un dolmen a nuestra izquierda. El sendero parece tomarse un respiro y llanea por una zona más despejada.

Más arriba, hacemos un giro a la izquierda para cruzar el estrecho cauce del barranco, conectando con un camino de tierra que seguimos durante pocos metros, para torcer a la derecha, ver mojones, y comenzar la subida a los Cuchillos.

El ascenso está bien definido por un claro sendero que sube con fuerza, lo que nos depara unas buenas panorámicas del apretado bosque que estamos atravesando, con la Morra de los Cuchillos (1.080 m) al fondo.

Cerca de las paredes la senda se bifurca en dos, debemos seguir ascendiendo por la izquierda, aunque en la bajada haremos una incursión por la derecha por si podemos alargar la ruta hacia la Morra de los Cuchillos.

Con la toma de altura la cresta y los Cuchillos están cercanos y las panorámicas se abren ante nuestros ojos, la Sagra aparece en escena con su lomo moteado de blanco; en el otro lado la sierra del Burete y la del Cambrón.

Arribamos a la base de las paredes de los Cuchillos, enorme muralla que los pinos carrascos han colonizado hasta en sus riscos más elevados. Aparentemente no podemos seguir, pero unos mojones por la izquierda nos marcan el paso.

Escalonadamente vamos superando los escollos apoyando las manos de vez en cuando, no es nada difícil; luego viene una subida por una especie de pasillo inclinado entre los peñascos para llegar a la primera base.

Ya podemos asomarnos a la otra vertiente con postales bucólicas, roturados campos con tierras ocres y marrones, delimitados por lomas alfombradas con un verde manto de pinar y, en nuestro lado, el cono perfecto del Pico de Lavia.

Logramos situarnos en el filo justo de los Cuchillos de Lavia, donde apenas hay espacio para mantenernos de pie entre las dos vertiente, contemplamos maravillosas vistas que nos dejan ensimismados.

Rodeamos un farallón rocoso para encaramarnos a la parte más alta con apenas dos metros de anchura. Los Cuchillos de Lavia (1.166 m). Ahora las miradas son de 360º, el pueblo de Bullas aparece en nuestro repertorio.

El regreso lo efectuamos deshaciendo los mismos pasos que en la subida. Al llegar a la bifurcación del sendero, hacemos un intento de llegar a la Morra de los Cuchillos y enlazar con la subida a Lavia pero es imposible seguir el sendero.

Regresamos y concluimos el descenso hasta el camino, nosotros seguimos un tramo por el caunce del barranco pero es mejor seguir por el camino. Poco después, unos mojones a la derecha, marcan el sendero de subida al Pico de Lavia.

Aparentemente es casi imposible subir entre la espesura del bosque y matorral bajo, pero el el sendero se abre paso por la arboleda y sube con fuerza con tramos de erizado desnivel que sortea con diversas rampas.

En la subida vemos una variante marcada con mojones que termina en una rambla que desemboca en el barranco de los Ceperos, que puede servir de bajada o subida. En la zona alta tenemos miradas a la sierra del Burete.

Pico de Lavia (1.235 m) y punto más elevado de esta sierra. Marcado con un solitario vértice geodésico entre los pinos, sus miradas son todas hacia el noroeste, con sierra Espuña, Pedro Ponce o Cambrón y la Sagra.

Tras un merecido almuerzo, iniciamos el regreso. De las tres opciones que tenemos elegimos la del Track, que es la más difícil; toda ella es campo a través sin senda alguna, buscando el mejor paso que nos marca el GPS.

Las otras dos opciones serían bajar por el mismo sendero o llegar al desvío que hemos visto antes y bajar por la rambla. Dejamos claro que nuestra opción solo es apta para gente experimentada a bajar sin sendero alguno.

La bajada es bastante inclinada pero no tiene que salvar ningún escollo, solo hay que ir buscando el mejor paso entre el matorral y los pinos. El último tramo se baja por la rambla, por un pedregoso cauce asequible.

Enlazamos con el camino de tierra que seguimos por la derecha y que comienza a rodear toda la sierra. El pinar no deja acompañarnos en todo el camino, solo en algunos claros donde hay algún caserío que cultiva vides.

Solamente tenemos una referencia, dos pilares sin cadena que forman una especie de puerta y el nuevo y moderno edificio de una bodega, para luego llegar al punto donde se cierra el circulo de la ruta y poco después al aparcamiento.

Ha sido una preciosa ruta que nos ha sorprendido por su grandioso manto de pinar, no hemos tenido la suerte de avistar arruís o muflones, difícil con la espesura del bosque, pero sí muchas huellas. Preciosa la cresta de los Cuchillos.

RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 10,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.235 M. (Cima de Lavia)
ALTURA MÍNIMA: 769 M. (Cruce de caminos)
DESNIVEL POSITIVO: 714 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 714 M.
DIFICULTAD:ALTA.

LA PEÑA NEGRA, RAMBLA DEL CASTELAR, LA RATJA DEL BÚHO Y ELS XOSSOS ANTICS, SERRA DE CREVILLENT.

$
0
0
El Yacimiento Arqueológico de la Peña Negra de Crevillent, identificada como la ciudad protohistórica de Herna, es uno de los yacimientos protohistóricos más importantes del país. En agosto de 2014, después de casi tres décadas sin actividad, se reanudaron las excavaciones gracias al proyecto de investigación dirigido por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante, Alberto Lorrio, que recogió el testigo de las investigaciones realizadas entre los años 70 y 90 por el también catedrático de la UA, Alfredo González Prats. Sus estudios pusieron a este yacimiento arqueológico crevillentino a la vanguardia de la investigación de las culturas del primer milenio a.C. en el Mediterráneo occidental. La ciudad de Herna, con sus cerca de 40 hectáreas, es la ciudad más antigua de las tierras del Sureste y del Levante de la Península Ibérica.
La Peña Negra es una de las poblaciones urbanas más antiguas de la costa mediterránea de la Hispania prerromana. Estuvo ocupada durante el Bronce Final entre los siglos IX y IIV a.C. y la Primera Edad del Hierro, o periodo orientalizante, situándose su momento final en el siglo VI a.C., cuando pudo ser destruido por la expansión colonial greco-focense. Su extensión, de más de 30 ha., aunque algunas zonas con abruptas pendientes nunca llegaron a albergar construcciones, confirma la importancia del enclave urbano orientalizante, que seguramente corresponde a la ciudad de Herna, localizada en los confines nororientales de Tartessos. Durante el Bronce Final las cabañas se distribuían de forma dispersa por el hábitat, aunque seria en el Hierro Antiguo cuando el asentamiento alcanzó su máximo desarrollo, en gran medida gracias a sus estrechas relaciones con la ciudad fenicia de La Fonteta, situada en la desembocadura del río Segura. Las influencias fenicias afectaron a las normas de vida y de pensamiento y propiciaron en el periodo orientalizante la transformación social y política de la comunidad instalada en la Peña Negra y su creciente evolución hacia la vida urbana.
CÓMO LLEGAR:Por la N-340. Entrar a Crevillente por la calle junto al puesto de la Cruz Roja. Pasar por delante del ayuntamiento y por la bifurcación de la izquierda continuar hasta Els Pontets. Hay sitio donde aparcar junto a los arcos del acueducto.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: ELS PONTETS / IZQUIERDA / SEGUIR / CUEVA / PEÑA NEGRA / BELEN / IZQ. BAJADA / RAMBLA / SALIDA RAMBLA / ENTRADA BARRANCO / SUBIDA BARRANCO / ARRIBA DEL BÚHO / PI DE L’ALIVI / DESVÍO AL PAS / SENDERO / POUET DE LA MEL / CAMINO / SENDA / POU / ELS PONTETS.

LA RUTA: Ayer sábado debido la temprana hora del partido del “clásico” no planteamos ninguna ruta, pero hoy, aunque es Nochebuena vamos a hacer un corto recorrido indagando algunas conexiones de senderos y visitar antiguos chozos.

Iniciamos desde els Pontets, el viejo acueducto de origen árabe. No llevamos ningún Track en el GPS aunque tenemos una idea de lo que deseamos hacer, subir a la Peña Negra, patear la rambla del Castelar y subir por el barranco de la Ratja del Búho.


El regreso lo haremos por la Loma Blanca. Pronto abandonamos la Vereda del Hondón de las Nieves y nos metemos en la rambla del Castelar siguiendo un poste informativo, poco después en vez de coger el camino, seguimos el sendero de la derecha.


Algo más incomodo pero mucho más montañero. Tenemos otra bifurcación a la derecha, pero nosotros seguimos subiendo por el mismo sendero que nos va sacando de la rambla. El día está fresquito pero el sol ya puntea las cumbres.


En esta subida poco utilizada actualmente, atravesamos el barranco y subimos por antiguas terrazas abancaladas en desuso por trazos de senda. Tenemos buenas vistas al barranco y a la mole del Castell Vell (414 m).


Pasamos por delante de una cueva con entrada de obra, desde la que obtenemos grandes miradas de la rambla del Castelar hasta el brumoso mar en el horizonte. Subimos una corta trocha y enlazamos con el camino oficial.

El nacimiento arqueológico de la Peña Negra de más de 30 ha., es una de las poblaciones urbanas más antiguas de la costa mediterránea de la Hispania prerromana y que seguramente corresponde a la ciudad de Herna.












Han rehabilitado una de las cabañas o chozas que componían la población; construida en piedra seca está situada en las faldas del Castellá Redó, en un pequeño rellano con notables vistas al Campaná y la Vella.


Proseguimos por detrás de la cabaña buscando un sendero que en diagonal va rodeando el Catellá Redó sin subir a la cima, donde han instalado un Belén Navideño. Antes en el diminuto collado tenemos miradas a la Vega Baja y la sierra de Callosa.


El Belén, de grandes proporciones tiene maquetas de edificios y multitud de figuritas representativas de la escena, y llama la atención sobre un pedestal de piedras. Gran trabajo el realizado por los amigos de la montaña.


Volvemos al colladito para bajar por un sendero que enlaza con el Camí de les Pedreres, que seguimos por la derecha durante unos quinientos metros aproximadamente, desviándonos por la izquierda con un sendero que nos baja al barranco.


En principio por sendero y luego por el cauce comenzamos a recorrer la Rambla del Castelar. Hacía mucho tiempo que no realizábamos este trayecto. Es una rambla no muy profunda pero de estrechas paredes.












Su lecho es muy irregular y sinuoso, con matorral y algunos pinos de buen tamaño que junto con la vegetación obstruyen el paso. Se salva algún enclave rocoso de poca envergadura y un corto tramo con un hilillo de agua.












Pero a medida que avanzamos, lo que más llama la atención son sus paredes, unas terrosas, con colores ocres y rojos, y las otras, con distintas vetas y capas en varias direcciones donde predominan los grises y verdes.


También vemos una especie de cueva tapiada antes de comenzar a salir subiendo por la derecha, cerca de dos pequeños farallones. Nada más salir tenemos la gran pared frontal donde está la hendidura de la Ratja del Búho.


En la gran raja vemos un grupo de escaladores que intenta progresar  por dentro de ella. Nosotros vamos virando hacia la izquierda hasta que conectamos con el sendero que utilizan los escaladores para acercamiento.


Pasamos por delante de un vallado que posiblemente protege algún yacimiento arqueológico. Comenzamos a girar a la izquierda para meternos en el vertical barranco que vamos a subir. Mejor situarse a la derecha.


El desnivel es muy fuerte pero la subida es escalonada y hemos de ir apoyando las manos. A mitad de la subida cruzamos a la izquierda donde el paso es mucho más franco. No dejamos de mirar lateralmente la rendija de la Ratja del Búho.


Poco a poco culminamos la subida que ha sido entretenida; la vez anterior que fue de bajada, hubo que prestar más atención. En la parte alta las panorámicas son espectaculares hasta el mar y a nuestras espaldas, el Castellá Redó.


Llegamos al Pi del Alivi, poco esbelto y dañado por los años, este viejo pino es un hito y testimonio de los senderos de esta sierra. Últimamente le han colocado un barril de plástico con agua, y por goteo le ayudan a sobrevivir.











Bajamos por el sendero de la derecha, pasando por el desvío con trazas de sendero que llevan a la base del Pas del Soldat, y que hicimos hace poco. Grieta menos rigurosa que la Ratja del Búho y sin material de escalada.


Enlazamos con la senda del PR que enseguida nos pasa por arriba del Pouet de la Mel, que vemos en el fondo del barranco. Luego dejamos el PR por un camino a la derecha que también dejamos por una senda balizada a els Pontets.


La nueva senda nos sube a la Loma Blanca (402 m) y en su cima la dejamos para seguir de frente por un sendero sin balizar. Son parajes muy solitarios con grandes vistas a la parte más desconocida de la sierra de Crevillente.


Llegamos a un camino poco transitado donde han construido una pequeña cisterna para abastecer de agua a algunos bebederos para animales. Entre sendero y camino vamos cerca de un barranco donde vemos una diminuta cueva.

Comenzamos a subir la siguiente loma y encontramos restos de antiguos chozos derruidos, apenas conservan un semicírculo de muro de piedra y no tienen techumbre, que quizás al ser vegetal ha desaparecido.

Algo más arriba, encontramos otros dos  en los que el círculo es más cerrado, dejando hueco para la entrada, están medio soterrados y en un estado muy lamentable, Pepe me comenta que han sido catalogados.

El sendero pasa por dentro de una finca con una modesta vivienda de piedra seca y comienza a bajar por la otra ladera, donde la senda donde ha sido adecentada escrupulosamente, piedra a piedra, rellano a rellano.










Han colocado palos con cuerdas a modo de barandas y escalones con rellanos, es un acceso a la finca realizado artesanalmente. La senda termina en la Vereda del Hondón  de las Nieves, donde cerramos la ruta en els Pontets.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 9,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 539 M. (Pí de l’Alivi)
ALTURA MÍNIMA: 200 M. (Els Pontets)
DESNIVEL POSITIVO: 602 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 602 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

A LOS ALMECES POR LOS CUERNOS, BAJADA POR LA SENDA DE MEZQUITA

$
0
0
Su origen histórico se sitúa a principios del siglo VIII, con la invasión musulmana. El periodo musulmán de este Valle fue muy fructífero en el aspecto cultural, y militarmente fue el punto de partida de uno de los caudillos musulmanes más importantes del siglo XIII, Ibn Hud, el cual, y tras su sublevación en el castillo de Ricote, consiguió aglutinar bajo su mandato a buena parte del territorio musulmán español durante diez años. La ilustración del Quijote que muestra el encuentro de Sancho Panza con el morisco Ricote, personaje cuyo nombre pudo ser escogido por Cervantes en recuerdo a los moriscos de esta villa. En 1243, por el tratado de Alcaraz, este valle, al igual que el resto de la Taifa de Murcia, se incorporó a la Corona de Castilla. En 1284, el entonces Infante Sancho, prometió a la Orden de Santiago la entrega de este territorio a cambio del apoyo de esta institución a sus aspiraciones a la corona castellana. Cuando este hijo de Alfonso X el Sabio consiguió el trono, el ya Sancho IV cumplió lo pactado entregando el valle a la orden de Santiago. Durante el siglo XVI se produjo en este territorio la conversión forzosa de los moriscos (en 1501), siendo desposeídos de todas sus raíces musulmanas. Ya a principios del siglo XVII, acusados de prácticas islámicas cuando eran totalmente cristianos, Felipe III decretó la expulsión de los moriscos. Fueron los moriscos ricoteños los últimos en salir de España, ya que lograron, alegando su cristianismo, evitar el decreto de expulsión de 1609, pero el interés económico que la oligarquía local tenía sobre sus bienes propició el que en 1613 se promulgase un nuevo decreto que directamente fue dirigido contra ellos y que ocasionó que a finales de ese año fueran embarcados en el puerto de Cartagena, primero con destino a Mallorca y posteriormente a Berbería. El siglo XVII fue de regresión demográfica y económica como consecuencia de la expulsión. El siglo XVIII estuvo dominado por la familia Llamas, que procedente del vecino pueblo de Mula, se asentó en Ricote en el siglo XVII, aprovechando el vacío dejado por los moriscos y la consecuente disponibilidad de tierras a precios bajos. Esta familia, principalmente dos miembros de ella, Juan de Llamas, y posteriormente su hijo Francisco, controlaron la vida del valle de Ricote durante todo el siglo XVIII. Pese a ser un territorio santiguista la orden no intervino para nada en la regulación de la vida del Valle, limitándose simplemente a percibir las rentas que esta encomienda le suministraba, dejando la administración en manos de arrendadores, entre ellos los Llamas, que a cambio de recibir buena parte de los ingresos generados en el territorio, aportaban a la Orden una cantidad pequeña, pero que a fin de cuentas no le suponía esfuerzo generar. Durante el siglo XIX se produjo la disolución de la Orden de Santiago y los bienes fueron adquiridos por otras familias que siguieron controlando la vida de este territorio. Ricote se mantuvo fiel a la II República española hasta el último momento de la Guerra Civil, destacando durante la etapa republicana la expropiación de bienes por parte del Ayuntamiento local. Cabe mencionar la figura de D. Diego Candel Rubio, médico local, como creador de la fundación San Diego de ayuda a los más necesitados.
CÓMO LLEGAR:Por la E-15 A-7 dirección Murcia. Salida por la 762 dirección ALBACETE. Salida por la 116 ULEA/VÍA DE SERVICIO. Por la MU-523 dirección MURCIA/ULEA, en Ulea tomar la B-10 dirección ARCHENA/OJÓS, hacia Ojós y llegar a Ricote. Continuar por la B-15 de Ricote a Mula, hasta la Casa Forestal de la Calera, hay aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE Y SANTI.
ITINERARIO: CASA FORESTAL / MIRADOR / SENDA DE LOS CUERNOS / CRESTA DE LOS CUERNOS / DE FRENTE / SEGUIR SENDERO / CRUZAR PISTA / SEGUIR CORTAFUEGOS / LOS ALMECES / CORTAFUEGOS /  REGRESO POR PISTA / DEJAR PISTA/ GIRO A LA DERECHA / CAMINO FORESTAL / SENDA MEZQUITA / CASA FORESTAL.

LA RUTA: Para despedir el año vamos a hacer la última ruta por el valle morisco de Ricote, subiendo a Los Almeces (1.123 m) por los Cuernos, para el regreso hemos logrado una reserva en el Restaurante El Sordo.

A Los Almeces ya habíamos subido anteriormente por el barranco del Pozo y el PR-MU 10, pero esta ruta es completamente distinta, ya que apenas patearemos la pista forestal, y el regreso lo haremos por la senda del barranco de Mezquita.

Iniciamos desde el aparcamiento de la Casa Forestal de la Calera, primero nos acercamos a un mirador con murete y barandas de madera que nos deja asomarnos al precioso valle de Ricote, con toda su huerta cercada por montañas.


Damos el último vistazo y dejamos la pista por una senda a la derecha que poco a poco nos va metiendo por el bosque de pinos en una constante subida moderada, dejándonos ver hacia atrás el pueblo de Ricote.


Es un ascenso continuo buscando el perfil de las crestas de los Cuernos, mostrándonos una apretada masa de pinar en las laderas del norte que llega hasta los mismos picos desde la rambla de la Cañada de Miñano.


Alcanzamos una especie de colladito o rellano donde da comienzo el tránsito por la cresta de los Cuernos,  desde el que obtenemos largas panorámicas en altura, un pedazo del valle de Ricote, Blanca, y Abarán.



Delante vemos el primer farallón rocoso que debemos que solventar, hay marcas de PR que nos indican el mejor paso aunque tenemos que apoyar las manos para avanzar. Arriba las panorámicas siguen creciendo.


El siguiente cuerno es un poco más elevado y nos permite ver los próximos, quebrados y mucho más afilados, y con un estirado manto de pinar que los cubre, dejando solo a la vista las agujas y los roquedos erguidos.











El desnivel va aumentando  paulatinamente por la preciosa traza del sendero, deslizándose de cuerno en cuerno con pequeñas subidas y bajadas que nos permiten asomarnos a grandes ventanas y espigados espolones.


Cada altura conquistada, nos permite saborear grandes miradas a un paisaje cada vez más amplio y extenso. Acceder por todo el roquerío de los cuernos no es complicado pero hay que prestar atención esquivando algún paso.


Encaramados sobre las crestas más elevadas ya tenemos una visión de lo que nos queda con los Almeces al fondo, y mirando hacia atrás, todos los pitones de los cuernos superados hasta ahora metidos en un paisaje montañoso.


Poco a poco terminamos con la cresta de los Cuernos y entramos en una vaguada con abundante vegetación donde cruzamos la pista forestal dos veces en un corto tramo, evitando una cerrada curva por un sendero que ataja.


El sendero va tomando una dirección casi paralela a los cables y las torres eléctricas de alta tensión que suben hasta la cumbre donde cada vez vemos más cercanas las inefables antenas. Por la vaguada viene otro grupo senderista.


Llegamos otra vez a la ancha pista forestal, pero apenas caminamos unos metros y  la dejamos para conectar con el cortafuegos remontando un escalón. Damos una mirada al paisaje y vemos en un risco el mirador de la pista.


Al regreso caminaremos un corto trecho por la pista forestal. Desde el cortafuegos el trayecto a la cumbre es de ida y vuelta. El desnivel de este tramo se acentúa hasta alcanzar la pista asfaltada que lleva al nido de antenas.


Los Almeces (1.223 m) La cumbre sigue siendo igual de fea, el enjambre de antenas y casetas es horroroso. Tomamos unas frutas en un mirador cercano a una cruz de tubos de acero en memoria de alguien.


Emprendemos el regreso deshaciendo el sendero del cortafuegos, y en la pista, la seguimos por la derecha en descenso hasta una curva cerrada, donde hay un abrevadero para animales, y la dejamos por otro sendero a la derecha.


Este fluido sendero modera el descenso entre una pineda con menor porte que la de la umbría, pero con igual abundancia de matorral bajo, hasta que conecta, haciendo un giro a la derecha, con la senda de Mezquita.

Esta larga senda construida sobre mampostería y muretes de piedra seca, recorre a media ladera sin apenas perder nivel la solana de los Cuernos, por donde esta mañana hemos llegado a la cima de los Almeces.

Es un recorrido fácil y agradable pero menos tedioso que la ancha pista forestal. Desde su base comienzan las cabeceras de numerosos barrancos y ramblizos que conducen las torrenciales aguas en las lluvias.

A mitad del trayecto nace la cabecera de la Rambla de Mezquita o del Arco, la más larga de ellas y de la que toma su nombre. Es entonces cuando el descenso se inclina siguiendo su curso, haciendo largas lazadas y rampas.

En este último trecho pasamos por debajo de las crestas más puntiagudas con grandes paredes y espolones rocosos. Después se apacigua el desnivel haciendo un cerrado giro a la izquierda en un pasillo peñascoso.

Seguimos virando a la izquierda hasta conectar con el camino de esta mañana, que tras una leve subida nos deja en la Casa Forestal de la Calera cerrando la ruta. Nos aseamos un poco y a disfrutar en el restaurante El Sordo.

RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,0 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:55 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.123 M. (Los Almeces)
ALTURA MÍNIMA: 403 m. (Casa Forestal la Calera)
DESNIVEL POSITIVO: 818 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 818 M.
DIFICULTAD:MODERADA.


BARRANCO DE LA HOZ, RUTA CIRCULAR

$
0
0
Geológicamente el macizo montañoso de Sierra Espuña se ajusta al modelo general descrito para las Sierras murcianas: posee sustratos geológicos muy variados y de muy diferente naturaleza; los más duros, antiguos y propios del zócalo, se presentan en los niveles de mayor altitud, en el núcleo central de la elevación; por el contrario, los materiales neógenos, areniscas y margas, localizados en las estribaciones, colaboran con el desarrollo de áreas fronterizas poco definidas con los sistemas plenamente agrícolas situados en las cuencas sedimentarias colindantes (p. ej., en el sector de El Berro). En su periferia existen además amplias áreas neógenas. Litológicamente el macizo está formado por rocas paleozoicas y mesozoicas, principalmente argilitas, calizas y dolomías permotriásicas, triásicas y jurásicas. Forma parte de lo que generalmente se denomina Zona Bética y está compuesta por cierto numero de unidades tectónicas cabalgantes con distintos materiales. En el ámbito del PORN se incluye un área catalogada como Lugar de Interés Geológico por la Agencia Regional para el Medio Ambiente y la Naturaleza. Se trata de la "Cabecera de la Rambla de Algeciras", también denominada Barrancos de Gebas, considerada de interés por su contenido geomorfológico y su utilización didáctica, con una categoría de importancia internacional. Geomorfológicamente, la amplia extensión superficial del Plan recoge una gran diversidad de formaciones, desde los relieves kársticos de las zonas más altas de la Sierra, por encima de los 1.000 m.s.n.m., hasta los sistemas de ladera en relieves suaves de Gebas ("bad lands"). Los ambientes más interesantes desde el punto de vista geomorfológico son las formaciones kársticas de cumbres (no muy desarrolladas y que alcanzan su máxima expresión en las zonas culmínales de la Sierra y las cabeceras de los Barrancos de la Hoz y Valdelaparra), y los "bad lands", relieve determinado fundamentalmente por procesos típicamente fluviales, que se encuentran representados en varias zonas poco extensas del Plan, pero que alcanzan su máximo desarrollo en el área de los Barrancos de Gebas o Rambla de Algeciras, continuación sobre los sustratos margosos del Barranco de Valdelaparra. Los suelos del área son muy variados, de diversas profundidades, tipologías de perfil y condiciones de fertilidad.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 y A-7 dirección Murcia. Tomar la salida nº 138 dirección Granada y más tarde la salida nº 578A dirección Mula/Caravaca por la RM-15. Salida en la nº 20 dirección Mula por la RM-516, donde tomamos la RM-515 hasta Pliego, continuar por la C-5 y después por la C-24 por el Sangrador de las Anguilas hasta el aparcamiento, antes de bajar el barranco.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y SANTI.
ITINERARIO: INICIO / CRUCE / DIQUE / CASCADA COLLEJA / PARED / CANAL BARBOL / SALIDA / PRESA IZQDA. / CAMINO / PRESA / CUEVA / SALIDA BARRANCO /  CASA DE LA MUELA / SENDA DCHA. / ACUEDUCTO CANAL BARBOL / BARRANCO DEL BARBOL / CORTIJO DEL BARBOL / IZQUIERDA / RAMBLA MALVARICHE / ASFALTO / FINAL.

LA RUTA: Ya habíamos realizado una ruta por el barranco de la Hoz, por su parte más elevada y agreste, culminando las subidas al Pico Perona y a la Piedra del Almirez. Hoy recorreremos su parte su parte más baja y tranquila.

Las pretensiones de hoy son más modestas, adentrándonos muy poco en el Parque Natural de Sierra Espuña. Pese a todo, no hay que menospreciar está parte del barranco ya que es un cauce cerrado y salvaje con varios saltos.

Iniciamos desde el aparcamiento, bajando por el asfalto para hacer un giro cerrado a la izquierda e introducirnos en el cauce del barranco de la Hoz, que sigue un corto tramo paralelo a la carretera, que luego se separa.


La primera impresión es demoledora. Un cauce poco ancho de laderas bajas con mucha vegetación y arboleda de pinar. Pero lo tremendo es la gran cantidad de pinos desarraigados y caídos que cruzan el cauce.


Posiblemente en las últimas lluvias torrenciales el caudal de agua por el barranco debió ser impresionante, arrastrando desde su parte más elevada todo cuanto encontró a su paso, arrancando pinos de cuajo.


Un camino de tierra que se dirige a la Casa de Perucho cruza el lecho del barranco. Todavía con abundante vegetación y pinos, el cauce se encajona entre las paredes de tierra rojiza que se elevan unos metros.


Por suelo de piedras de aluvión y entre los troncos secos de pinos caídos llegamos a un pequeño dique de contención que filtra las aguas torrenciales. Lo superamos por su parte derecha a la altura de algunos bancales de almendros.


Volvemos al lecho del barranco en el que las aguas han dejado a la vista su fondo rocoso limpio de piedras, como un camino asfaltado que linda con los pinos. Tras una sinuosa curva aparece la primera poza en el suelo.


En el siguiente giro nos topamos de frente con una enorme pared vertical que tapona por completo el cauce. En la parte de arriba tiene una hendidura por la que en las lluvias el agua se precipitará formando una cascada.










Es la cascada de la Colleja, de cauce intermitente y que ahora está seca. A media altura forma una especie de marmita que mantiene agua. La superamos por la izquierda, subiendo con cuidado por la ladera de tierra.










Arriba nos asomamos al interior de la hendidura labrada por el agua en su tremenda caída, ha erosionando la roca formando escabrosos vericuetos a su paso. Es un tramo de espectacular belleza que aprovechamos con el cauce seco.


Seguimos por dentro del tortuoso surco esculpido por el agua, vadeando diminutas pozas o charcas, haciendo pequeñas trepadas para superar cortos desniveles taponados por rocas, pasando por repisas o bordeando el cauce.


Otro obstáculo nos cierra el paso, una pared menos elevada a los pies de una poza con agua. En las lluvias también se formará una cascada. El escollo se vence retrocediendo unas decenas de metros para subir la pared.










Unos mojones de piedra nos indican el paso para acceder sobre la repisa en forma de herradura y posicionarnos encima de la cascada, donde podemos comprobar una gran parte del recorrido por el barranco.


El lecho continúa sin sobresaltos hasta llegar a un enorme acueducto por donde discurre el canal de Barbol sobre altos pilares que salvan el irregular curso del barranco de la Hoz, que vuelve a se llano en esta zona.











Pronto vuelve a socavarse el cauce que serpentea quebradamente, viene otra obturación, el cauce se vuelve angostar con agua encharcada y matorral que impide el paso. Intentamos diversas opciones pero al final tenemos que salir por la derecha.


Superado el tramo volvemos al cauce, resulta trabajoso y entretenido, no sabemos que nos deparara tras un recodo. Ahora viene otra obstrucción con grandes rocas amontonadas que es fácil atajar por el lateral derecho.











El agua inundada y la vegetación nos detienen de nuevo, sobre una gran roca estudiamos la situación, intentamos un lateral pero no hay agarres y nos vamos al otro por arriba. Este tramo es de una doble cascada.


La primera la vemos desde arriba por el canalón de caída y bajamos otra vez al cauce que tras superar un escalón nos deja ver la siguiente. Esta tiene la poza más grande de todas, y aunque lo intentamos por la derecha, tenemos que subir por la izquierda.


Es una potente subida lateral por la ladera para sobrepasar este trecho que apenas nos deja ver la poza. La toma de altura nos obliga a prolongar el tránsito fuera del barranco al no encontrar el sitio adecuado para volver al cauce.


Cerca de otra presa, la vegetación vuelve a obstruir el paso y nos salimos por la derecha caminando unos cientos de metros por el linde de unos bancales de almendros. Observamos la presa desde la parte alta.


El curso del barranco queda limpio de rocas y vuelven los cantos rodados y de aluvión, con laderas pobladas de pinar hasta un pequeño dique de cemento y de menor altura, sencillo de superar lateralmente.


Poco después encontramos en el barranco los restos de un cadáver de arruí del que las alimañas han dado cuenta, solo quedan los grandes huesos, algo de piel y la cabeza con la cornamenta. Arriba vemos una casa cueva a la que no subimos.


Enlazamos con la pista forestal dejando el barranco por la derecha, por donde transcurre el GR-252. Comienza un placentero caminar entre la pineda y arreglados campos de melocotoneros que tienen las yemas a reventar.


Pasamos por el aparcamiento utilizado por los montañeros que van a realizar la parte alta del barranco de la Hoz, donde hay un panel informativo y tenemos vistas a algunas alturas de sierra Espuña, como el Rodete (1.175 m.)


Muy cerca está la Casa de la Muela donde aprovechamos para almorzar.  Luego proseguimos por el camino con vistas al manto de pinar de sierra Espuña, y un poco más alejada la sierra del Cambrón o Pedro Ponce.












Dejamos el GR-252 por un ancho sendero a la derecha que nos desciende con moderación hasta tomar una senda poco definida y que enlaza con un camino por donde discurre el acueducto del canal de Barbol.


El camino, siempre en suave descenso, nos lleva hasta una gran balsa de agua donde conectamos con otro camino que la rodea por la izquierda junto a una casa abandonada y las instalaciones eléctricas de la fuente del Barbol.


En otro recodo entramos en el lecho del barranco del Barbol, llano y sin apenas irregularidades, nos ofrece miradas a las estribaciones de sierra Espuña y su alfombrada pineda por encima de las cañas del carrizal.


Tras unas curvas nos separamos del barranco por la izquierda para llegar a una gran explanada donde se ubica el Cortijo del Barbol, compuesto de varias casas y utilizado como almacén de tuberías de repuesto para el canal del Barbol.


Más adelante pasamos junto a unas colmenas de abejas y luego un cruce de caminos que seguimos por la izquierda, situándonos junto al profundo cauce de la rambla de Malvariche y paralelos al barranco del Barbol.


Desde arriba vemos la profunda y ancha rambla de Malvariche aprovechada para bancales de secano y surcada por un leve curso de agua, mientras que por la derecha en la franja que nos separa del barranco hay una gran plantación de almendros.


Vadeamos la rambla de Malvariche con cantos rodados y humedad, subiendo cerca de las casas del Manco donde enlazamos con un camino asfaltado, que luego embarrado, vuelve a cruzar la rambla y el barranco del Barbol.

Subimos la cuesta asfaltada y tras pasar por delante de unas granjas de cerdos, el famoso chato murciano,  cerramos la ruta en el aparcamiento. Ha sido un itinerario muy técnico por el barranco y relajado en el resto.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 11,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 602 M. (Casa de la Muela)
ALTURA MÍNIMA: 384 M. (Rambla de Malvariche)
DESNIVEL POSITIVO: 316 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 358 M.
DIFICULTAD:ALTA (El tramo del barranco de la Hoz) y BAJA, en el resto.


L’AIXORTA Y LES CRESTES PER EL RASTELL DE LA SOLANA

$
0
0
La sierra de Aixortá es de naturaleza calcárea,  está estructurada como resultado de un relieve muy abrupto y de fuertes pendientes. Está situada al norte de Alicante, entre la Marina Alta, la Marina Baja y el Comtat, y forma parte de una alineación montañosa con la Serrella. Rodeada por los municipios de Bolulla, Guadalest, Tárbena, Benimantell, Beniardá y Castell de Castells. Por el Este, se encuentra separada de la sierra de Bérnia por las fuentes del Algar. Por el Oeste, se alinea con un conjunto de montañas  en la Serrella. Su máxima elevación es la Penya Alta o Aixortà con 1.219 metros. Se trata de una sierra amplia, en forma alargada, que presenta una cara sur bastante abrupta, ya que el desnivel desde el fondo del valle de Guadalest hasta la cima es importante, casi mil metros. La ascensión más sencilla se realiza desde el norte, de Castell de Castell. Una impresionante pared de cerca de doscientos  metros separa la cima de las suaves lomas por las que se aproximan las pistas forestales. Lo único que salva a esta tranquila sierra de no ser más que una loma elevada es su altivo amurallamiento cimero. Pura belleza natural que deja boquiabierto a todo aquel que tiene la suerte de poder discurrir por entre sus cortados, llenos de color y fragancias primaverales. Todo un imperio de los sentidos, toda una pasión.
CÓMO LLEGAR:Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucía y Polop, y por la CV-715 a Callosa d’En Sarriá, continuar por la pista de los invernaderos hasta la entrada del barranc d’Onaer, antes de llegara a Les Basses d'Onaer.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y PATRO.
ITINERARIO: INICIO / SENDA IZQDA. / BARRANC D’ONAER / DCHA. SENDA DEL RASTRELL / BARRANC ANGUILES / DCHA. INICIO SUBIDA / PEDRERA CORRAL / CRUCE CON PR / BARRANC DE LA FONT MAJOR / DESVÍO AL FORAT DEL XIC / FORAT DEL XIC / PAS DEL XIC / FORAT ALT / CRESTEO / PENYA ALTA / FONT DEL TEIX / IZQDA. COCHE / BARRANC NEGRE / SENDA DE BAJADA / PENYA FRARE / BASSES DE ONAER / FINAL.

LA RUTA: Volvemos a l’Aixortá por el Forat del Xic y las crestas, pero esta vez la subida la haremos por el barranc d’Onaer y el Rastell de la Solana, este tramo es nuevo para nosotros, recuerdo alguna subida por el barranc de la Font Major.

Las subidas a l’Aixortá por esta zona son impresionantes y exigentes, pero con unas panorámicas espectaculares a toda la Marina Baixa, al mar y al omnipresente Bérnia, que siempre lo tendremos a la vista.


Iniciamos por el camino que se adentra en el barranc d’Onaer mientras el sol puntea las copas de los pinos. Enseguida tenemos en la loma, las instalaciones de un corral de ganado con una destartalada valla.


Poco después dejamos el camino por un sendero a la izquierda, que pegado al estrecho cauce del barranco, margen izquierda de subida, remonta las lomas entre solana y umbría, siempre que miremos atrás estará el Bérnia vigilando.


Más arriba, enlazamos con la Senda del Rastell que viene desde el collado de l’Almédia, donde dejamos el barranc d’Onaer y seguimos por la otra ladera metidos en el bosque de pinos, y por el que entrevemos la sierra de Aitana.


La toma de altura es constante y el pinar deja bastantes huecos por los que podemos mirar la parte del valle de Guadalest que corresponde a la sierra de Aitana,  prolongándose al Puig Campana, Ponoig y el mar.


Sin dejar de subir nos ponemos a la altura del Rastell de la Solana que queda a nuestra izquierda, una ristra de farallones cuya altura oscila entre los 600 y 700 metros. Entramos en otro bosque de pinos y en el barranc Anguiles.


El pinar comienza a quedar ralo y expandirse por la inclinada ladera, cuyas alturas vemos que están coronadas por impresionantes contrafuertes rocosos que forman una espectacular muralla. Grandes vistas hacia el mar.


Con la ladera más despejada, en un momento dado el Track marca un fuerte giro a la derecha para comenzar a subir. Este tramo es campo a través, más o menos siguiendo al GPS, y es la parte más dura de la ruta.


Hay que tomárselo con calma, y entre respiro y respiro, disfrutar del hermoso paisaje. A cada paso las vistas se amplían a Aitana y comenzamos a ver todos los pueblos del valle, Guadalets, Beniardá, Benifato…


La pedrera ralentiza un poco la subida, pero al ser de piedras grandes que más o menos no resbalan se sujetan entre ellas. La gran muralla rocosa se va acercando hasta que encontramos el sitio adecuado para treparla.


Por encima de ella todavía queda que buscar algunos pasos entre las rocas hasta terminar de coronarla. Encaramados sobre los peñascos las vistas son grandiosas, con el valle al completo y el pantano de Guadalest.


Extasiados por las vistas proseguimos la subida, escorándonos a la derecha evitando una loma y procurando esquivar el ancho cauce de un barranco, vadeándolo casi en la cabecera, por su parte más baja.


Subimos otra loma y ya tenemos a la vista la larga cresta de l’Aixortá, y a golpe de zoom la ventana del Forat Alt. Descendemos un poco para subir una ladera escalonadamente por ancestrales terrazas  de cultivos abandonados.


Al final de ellas quedan las ruinas de una antigua casa o corral junto a un nogal que resiste el paso del tiempo. Por detrás de la casa continuamos subiendo, y a las vistas traseras, además de Aitana se suma el Puig Campana.


Este trecho también es campo a través, pero más relajado y tranquilo hasta conectar con el sendero de PR que viene desde la Foia Ampla, que nos lleva a cruzar el barranc de la Font Major, luego lo dejamos para bajar al Forat del Xic.


En la bajada por este lado, el sendero se difumina y hay que procurar no meterse por los arbustos de pinchos. Una vez nos libramos de ellos, y tras un pequeño muro de roca aparece el peculiar y escondido agujero.










El Forat del Xic es una abertura natural en la cornisa de una roca al final de la cresta; un bonito lugar para contemplar el Cocoll. También nos asomamos a ver el Pass del Xic, por si fuera factible sin material de escalada.


 Retrocedemos un poco para dirigir nuestros pasos hacia el primer lomo de la cresta. Una vez arriba su redondeado perfil no tiene dificultad alguna, vamos mirando al precipicio. Tomamos como referencia un grupo de carrascas a la derecha.


Bajamos un diente para subir a otro más elevado, esta parte de la cresta es transitable sin necesidad de tener que llegar a su filo, contemplamos limpiamente el Cocoll y su aeródromo entre las grietas y las rocas











Subimos un lomo para llegar al Forat Alt, una estrecha ventana natural por la que nos  asomamos al abismo. Benidorm y su isla comienzan a mostrarse. En este punto se puede seguir por la derecha o encaramarnos a la cresta. 













Nos decidimos por lo segundo, siempre tenemos opción de bajar. La visión del cordal es espectacular, con una gran comba en su parte central. Comienza un entretenido tránsito donde extremamos las precauciones, el paisaje que observamos a ambos lados es tremendo.


Hay pasos muy sencillos pero otros son más osados y aéreos, cortas trepadas y simples destrepes que encaramos por la izquierda, fuera del precipicio. Algún atrevido paso lateral con numerosos agarres y apoyos para los pies, y entre suspiro y suspiro, la inmensidad del paisaje. 


El último trecho es por el filo de la cresta, quizás la parte más estrecha, normalmente casi siempre hace aire y no hay que arriesgar, es mejor ir progresando agachado utilizando como apoyos las manos y los pies.


En ningún caso es necesario material de escalada, pero sí experiencia montañera y estar acostumbrado a estos itinerarios, prohibitivos para gente con vértigo y escasa confianza. Siempre es mejor ir acompañado. Ya divisamos los hitos de piedras de la cumbre.


Cima d'Aixortá, Penya Alta (1.219 m) Las nubes nos han dejado un fotogénico paisaje. La herida abierta del Barranc de la Canal, la Serrella, Aitana, el Puig Campana, y la omnipresente Bérnia que apenas nos deja ver el Montgó.


Bajamos un poco buscando un sitio protegido del aire para el almuerzo. Seguimos mirando a la serra del Ferrer, Tárbena, la caseta forestal del Morro Blau y el mar. Con las últimas miradas iniciamos el regreso.


Descendemos por PR hasta el colladito y por la izquierda seguimos bajando. Siempre me gusta contemplar la vertical grieta que se ve en la vertical Penya Alta. En la Font del Teix, el idílico refugio sigue bien cuidado. 


Seguimos la pista por la derecha en dirección al Morro Blau con miradas al Bérnia y a Tárbena. Obviamos el primer desvío a la derecha para poco después tomar una senda a la izquierda que  baja suavemente, la referencia es el chasis de un coche que nadie sabe cómo llegó aquí.


Entramos en el cauce del Barranc Negre, por su estrecha vertiente izquierda poblada de pinos jóvenes, y que poco a poco se va abriendo, permitiéndonos contemplar sus enormes paredones, teniendo como fondo a la Serra del Ferrer y luego, a medida que va girando aparece de nuevo el Bérnia.











Es una bajada ágil y sin trabas, en la que vemos desfilar sus verticales paredes. Por atrás comprobamos el desnivel descendido. El cauce se angosta y tenemos que cruzar a la otra vertiente, vemos una carrasca arraigada en lo alto de la muralla rocosa.


El lecho del Barranc Negre empieza a ensancharse y vamos saliendo de él, dejamos de perder altura y por la ladera, antes de comenzar a subir una loma, tenemos un punto donde contemplar casi al completo la grandiosidad del Barranc. Superada la loma, el Bérnia lo vuelve a acaparar todo.


En este punto vemos la Cova el Caro, en lo alto de la cornisa. Por buen sendero descendemos hasta enlazar con el camino de la Foia Roja sus bancales, su corral abandonado, cruzamos el camino y el sendero nos lleva al collado.


Las vistas al mar y a Callosa siguen siendo difuminadas. Emprendemos la vertiginosa bajada por el Barranc de les Pomaretes, rodeando la Penya de l'Or por la senda del Correguer, y contemplando la Penya Frare, llegamos a les Basses d’Onaer.


A unos cientos de metros cerramos la ruta a la entrada del barranco d’Onaer entre los grandes invernaderos repletos de aguacates con los frutos ya crecidos. Hermosa ruta la de hoy, nos ha encantado la exigente subida.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA:1.219 M. (Penya Alta)
ALTURA MÍNIMA: 347 M. (Inicio Barranc d’Onaer)
DESNIVEL POSITIVO: 995 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 989 M.
DIFICULTAD:DIFÍCIL.

AITANA PER L’ARRAN DELS ESQUILADORS Y LA MOLETA

$
0
0
Andando por los diversos senderos de la sierra de Aitana, o contemplando sus espectaculares paisajes desde los puntos más altos, constantemente nos encontramos con unas construcciones circulares excavadas en el suelo, hoy en día en estado de ruinas, son las conocidas como cavas o pozos de nieve, estructuras que en su día cumplieron la función de ser verdaderos almacenes de nieve. Se trata de pozos de considerable diámetro excavados en el suelo y con sus paredes cubiertas con muros de piedra, algunos de ellos  contaban también con techo, así al aislarse del exterior y excavar varios metros en el suelo se obtenía una cámara con temperaturas más frescas. Tras las nevadas del invierno la nieve se recogía y se almacenaba en el interior de las cavas, donde se prensaba para convertirla en hielo para conseguir así que esta perdurara congelada hasta el verano,  entonces se cortaba el hielo en bloques y se transportaba a lomos de animales de tiro, como burros o caballos y siempre durante la noche para que el hielo permaneciera congelado hasta llegar a su lugar de destino. En la sierra de Aitana, encontramos un total de 18 pozos de nieve, o lo que queda de ellos, de estos 18, encontramos dos con ubicación solana (al sur), se trata de los pozos más modernos, construidos aproximadamente en 1840. El resto se ubicaban en la umbría de la sierra (ladera norte) y fueron construidos entre los siglos XVI y XVIII, además todos ellos se encuentran por encima de los 1.250 metros de altitud. El hielo que se producía en la sierra de Aitana se destinaba a la conservación de alimentos en las poblaciones que se encuentran a sus faldas, entre otros usos, pero el uso principal que se le daba al hielo era el de conservar el pescado en su transporte desde la costa hasta las poblaciones que encontramos a los pies de la Aitana. También se tiene constancia de que se llegara a embarcar algún cargamento de hielo con destino a Orán (Argelia). En la actualidad, nos encontramos los pocos restos de lo que en su día fue una potente industria y que han quedado en entornos cada vez más secos y cálidos, que nos hacen pensar sobre cómo puede ser que nevara tanto en estos lugares donde hoy casi apenas nieva, he aquí uno más de los evidente signos del cambio climático.
CÓMO LLEGAR:Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de los túneles de la Font Roja, Salida en la nº 449 a BENILLOBA, continuar por la CV-70 a Benilloba y seguir hasta Benasau, donde tomamos la CV-770 hacia Alcolecha y tomar por la izquierda la carreterita de montaña que luego se convierte en pista de tierra y que en unos 5 km  nos llevará a la Font del Arbre.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: FONT DE L’ARBRE / DESVÍO A LA MOLETA / DESVÍO DCHA. / CAMPO A TRAVÉS / TEIX / RACÓ / VENTISQUER / TEJO / CANTAL L’HEURA / PUNTAL / POU DE NEU / RACÓ DEL ESPINAL / VESTISQUERO / NEVERO / INICIO DEL ARRÁN / BÓVEDA / MIRADOR / MOJÓN / HITO / CORDAL DE AITANA / LA MOLETA / DESTREPE / COLL DEL VENTISQUER / LOMAS DE AITANA/ INICIO VERJA / PASO VERJA / VISTA CIM DE AITANA / FIN VERJA / SENDA DE LA PINADA / FONT DE LA FORATA / PR-CV 20-21 / POU DE NEU / POZO DE NIEVE / DERECHA / FONT DE L’ARBRE.

LA RUTA: Aitana es una de las pocas posibilidades de nieve en la provincia y no siempre se acierta. De la nevada de hace dos días apenas quedan rastros blancos sobre el terreno, en cambio tenemos una mañana fría y ventosa.

Hoy vamos a patear su parte Oeste por la base de sus paredes para subir por l’Arran dels Esquiladors, y recorrer todo el cordal de la sierra hasta pasar la valla metálica del recinto militar, donde se encuentra el vértice geodésico de la cima de Aitana.


Iniciamos desde la Font de l’Arbre con el cielo encapotado de nubes grises que el aire mueve. Tomamos el ancho camino de los PR-CV 20-21 que van a la cima y a Benifato. El suelo está duro y helado con peligro de resbalones.


Atajamos por un sendero intermedio que cruza dos grandes curvas del camino elevándonos con facilidad; enseguida tenemos hacia atrás miradas a la Serrella, el Pla de la Caça y a la Font de l’Arbre y sus casas.


De nuevo por el camino seguimos subiendo con la vista puesta en los grandes paredones de la Penya Catxa (1.245 m.) y la Moleta d’Aitana (1.468 m.). En la siguiente curva dejamos el camino por la derecha, ver mojones.


Un incipiente sendero se abre paso ascendiendo entre el pequeño bosque de pinos que cruzamos lateralmente para salir otra vez al espacio abierto. Las nubes comienzan a romperse y oímos como sopla en aire arriba, de momento estamos protegidos.










El sendero se desvanece pero es fácil seguir el trazo del GPS, vamos subiendo de plataforma en plataforma avanzando hacia los enormes paredones. Hacemos un giro a la izquierda y tenemos una amplia visión de la muralla rocosa.











Entramos en un precioso recodo de altas paredes salpicadas con el verde intenso de las grandiosas hiedras. También vemos junto a unos formidables peñasco puntiagudos, un hermoso tejo de poca altura y ancho ramaje.










En todo este tramo vamos sin sendero, marcas o mojones que nos indique el paso, pero es todo muy intuitivo siguiendo el GPS. El entorno resulta abrumador, de una belleza salvaje, con grandes farallones y altas placas abruptas.


Pasamos junto los restos de lo que fue el Clot del Ventisquer, antiguo pozo de nieve semienterrado por los derrumbes y con extensas vistas a la Serrella. Nuevas murallas rocosas con hiedras agazapadas y arbustos de arce.










Poco después tenemos otro ejemplar de tejo junto a una vertical pared lisa. Normalmente crecen pegados a las paredes de roca caliza, que son las que les proporcionan agua y abundante humedad para su desarrollo.


Nos acercamos al Cantal de la Heura, una curiosa laja desprendida que ha quedado en posición oblicua y, en los muros de su alrededor se concentra un gran número de hiedras adheridas que trepan buscando la luz y la humedad.

Pese a estar en la cara norte, la cantidad de nieve es exigua, moteando algunos rincones de la umbría. En el siguiente trecho el paisaje cambia, las altas paredes son menos verticales y más romas, dejando el frío color gris por un tono más ocre.


Llegamos al Clot del Tío Virgilio, mejor conservado que el anterior pero también con su profundidad menguada por los avatares naturales. Alojado cerca de las paredes y de los runares en constante movimiento.


Sabemos que estamos cerca de l’Arran dels Esquiladors pero al no haber hitos o marcas no vemos el lugar de subida hacia el cordal de la sierra. Mirando hacia atrás tenemos la visión del impresionante recorrido bajo las paredes.










Indagamos por las pedreras y runares y por la base de los paredones buscando un resquicio o subida al cordal, pero las señales del GPS rebotan contra las paredes y es difícil situarnos pese a estar en el sitio adecuado.


Vemos el tercer pozo de nieve y bajamos un poco a visitarlo. Clot del Banc dels Esquiladors, el mejor conservado de los tres ya que mantiene su antigua profundidad y está protegido por estacas unidas por una cuerda.










Desde el nevero observamos las sonrosadas y hermosas paredes buscando el paso. Intuitivamente solo vemos una posibilidad, cerca de las oquedades parece haber una inclinada subida hacia el borde de las paredes.












L’Arran en valenciano significa al ras o al borde de… Hacemos nuestro último intento y subimos a la base de las sonrosadas paredes. De cerca son todavía más hermosas si cabe, reflejos de oxido tiñen grietas y oquedades.


Es un lugar impresionante. Paredes cuarteadas como bloques o ladrillos que se comban formando una espectacular bóveda con pequeñas oquedades o nichos que nos hacen pensar que estamos en un lugar de culto.


Junto a las paredes, inclinado hacia arriba parece haber un paso que llega hasta una cornisa, no sabemos que hay detrás, pero estamos casi seguros de que hemos pulsado la tecla adecuada. Las panorámicas son fabulosas.

Al girar la cornisa todo queda resuelto, una sencilla trepada poniendo las manos y nos topamos con un mojón de piedras grande. Podían haber puesto otro al inicio de l’Arran, pero no hubiera sido tan emocionante.

Enseguida viene otro mojón y las vistas al mar Mediterráneo, con el Cabeçó d’Or al fondo, el Puig Campana y su muesca con la isla de Benidorm, y al frente, el cordal de la sierra de Aitana que vamos a recorrer.

El viento comienza a vapulearnos, sopla que no veas. El trazo ahora es sencillo y no tiene pérdida, el suelo está duro y helado. Solo tenemos que ir superando lomas y pronto tenemos a la vista los artilugios de la base militar.

Culminada la primera gran loma tenemos a la vista un gran mojón de piedras que marca la Moleta d’Aitana (1.468 m.) Esta era nuestra meta pero vamos a continuar hasta la cima de Aitana. Extensa  panorámica del cordal con las antenas y el Bérnia.

Continuamos por la cuerda de la sierra siempre cerca de los precipicios y con las preciosas miradas a la cima, flanqueada por cada lado, por el Bérnia y el Puig Campana que completan una visión extraordinaria.

Hacemos un pequeño destrepe por la izquierda, bajando un roquedo y comenzar a subir por otro lomo más empinado con nuevas vistas a la Serrella y a todo el tramo de sierra recorrida, con la Moleta quedándose atrás.

Nos vamos acercando a la última lomada con sus paredes acantiladas. Largas miradas al mar con Cabeçó d’Or y al amplio paisaje montañoso que se va abriendo a medida que tomamos altura. El viento ha dejado grandes planchas nubosas.

Alcanzamos la valla del alargado recinto militar que comenzamos a rodear por la izquierda. Al principio los rastros de senda nos llevan algo separados de la valla hasta que saltamos el primer pasillo que conducía a una de las garitas.

Luego caminamos cada vez más cerca hasta que nos pegamos a ella. El vallado es doble, separado por un pasillo interior de más de un metro. Debido al viento y las bajas temperaturas se ha formado una cencellada en los rombos de la alambrada.

El efecto visual es muy singular ya que parecen blancas rejillas de panales, que en caso de apoyarnos en la valla se desmoronan formando rectangulares cubiteras de hielo vacías. Hay tramos inmaculados con toda la verja de rejillas blancas.

Tenemos un paso donde la valla se eleva sobre un roquedo, con cuidado se puede pasar sujetándonos de la valla. Tras la gran bola blanca, entre las rejas, podemos ver en el interior el vértice geodésico de la cima de Aitana (1.558 m.)

Viene otro pasillo de garita que volvemos a saltar y tras el cual ya vamos viendo el final de este entretenido recorrido por la valla, con casi 1,5 km de longitud, hoy algo más lento debido a hielo y al fuerte viento.

Escondidos tras un pequeño grupo de carrascas nos protegemos del aire para dar cuenta de nuestro merecido almuerzo, aliñado con intensas miradas al Bérnia, las Simas de Partagat, al Puig Campana y a nuestro mar Mediterráneo.

Emprendemos el regreso por la inclinada senda que se inicia al final de la verja. El frío hace que las piedras se contraigan y se sujeten entre ellas, haciendo más segura la bajada y al cruzar el bosque de pinos sea más rápida.

Admiramos los grandes peñascos y riscos que vamos dejamos atrás, y la Penya Forata, emblemático símbolo de Aitana, hasta que llegamos a la Font de la Forata, sin hielo ni nieve y de la que cada vez mana menos agua.

Giramos a la izquierda tomando la ancha pista del PR-CV 20-21, y ahora resguardados del viento, caminamos paralelos observando desde la distancia las antenas y radares de las instalaciones militares que antes casi hemos tocado.

Marchamos junto al Clot del Pas I, y poco más adelante, tras una gran hiedra y un escondido tejo, tenemos el Clot del Pas II. Hoy sin grandes esfuerzos hemos visitado 5 de los 18 pozos contabilizados en la sierra de Aitana.

Últimas miradas a las paredes y el bosque de pinos, el camino gira a la derecha y por los atajos de esta mañana cerramos la ruta en la Font de l’Arbre. La calificamos de dificultad ALTA técnicamente por el manejo del GPS y la subida por l’Arran.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font Forata)
DISTANCIA:11,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.558 (Aitana)
ALTURA MÍNIMA: 1.156 m. (Font del Arbre)
DESNIVEL POSITIVO: 610 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 610 M.
DIFICULTAD:ALTA.

CIRCULAR AL MORRÓN DEL RIBAZUELO, CERRO DE LA SELVA Y CERRO DE PONCE DESDE ZARZADILLA DE TOTANA.

$
0
0
La sierra de Pedro Ponce tiene una extensión que se reparte entre el nordeste de término de Lorca y el suroeste de Mula. Al noroeste se alinean, una tras otras, las recias sierras de Lavia y Burete, pertenecientes al término de Cehegín. No es una sierra aislada, ya que está integrada en un macizo montañoso de buenas proporciones, que comparte con otras dos sierras: la del Cambrón y la del Madroño. Barrancos, ramblas y collados constituyen las difusas fronteras naturales que marcas sus límites; si bien la uniformidad del macizo hace que, sobre el terreno, pasemos de una a otra sierra sin apenas reparar en ello. Alberga las mayores alturas de la zona, exceptuando las de Espuña, y su línea de cumbres supera holgadamente los 1.400 metros. El Morrón del Ribazuelo (1.529.m.), el Cerro de la Selva (1.521 m.) o el cerro de Ponce (1.443 m.) son una clara muestra de ello. Un buen número de cauces fluviales intermitentes drenan esta abrupta montaña, entre los que destacan el Barranco del Horcajo, la Rambla del Cargador, el Barranco del Madroño, el Barranco de Ponce o el Barranco de la Mula. En invierno son frecuentes las nevadas, alcanzando algunas de ellas gran intensidad. El origen calizo del macizo ha dado lugar a la existencia de varias surgencias y fuentes que se reparten por toda la montaña (Mena, Madroño, Poza del Sudador, Los Tornajos) y sus alrededores ( Majada, Morales, del Roble, del Lobo, la Jara…), si bien hoy algunas permanecen secas o presentan un escaso caudal. De todos estos nacimientos, el más importante y copioso es el que mana a unos cientos de metros de la población de Zarzadilla de Totana. Prueba de la abundancia y calidad del manantial, fue la construcción , en la segunda mitad del siglo XVIII, de un acueducto para abastecer con sus aguas a la ciudad de Lorca.
CÓMO LLEGAR:Por la Autovía E-15 hasta Murcia, salida por la nº 138 ALCANTARILLA/ALMERÍA/GRANADA. Continuar hasta la salida nº 578B MULA / CARAVACA por la RM-15. Salir por la nº 20 hacia Mula, en esta población tomar la C-3315 a Pliego, girar a la derecha por la C-5 dirección Casas Nuevas y en el cruce con la MU-503 girar a la derecha hasta Zazadilla de Totana, aparcar en el centro del pueblo.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO:ZARZADILLA / FUENTE / CAMINO DE LA SOLANA / IZQDA. DEPÓSITO / CAMINO DCHA. / COLLADO DEL SUDADOR / MINA / COLLADO GAYUBAL / DESVÍO AL RIBAZUELO / MORRÓN RIBAZUELO / PICO DE LA SELVA / IZQUIERDA / PIVOTES / IZQDA. / PRESA 1 / PRESA 2 / PRESA 3 / RAMBLA DEL CARGADOR / GIRAR IZQDA. / SALIR RAMBLA / CAMINO IZQ. / DCHA. CASA LOS TORNAJOS / DEJAR CAMINO / CERRO PONCE / SENDERO Y MARCAS / ZARZADILLA.

LA RUTA: Después de tres años volvemos a Zarzadilla de Totana para recorrer la sierra de Pedro Ponce, hoy también tenemos nieve y como variante le hemos añadido la subida al Morrón de Ribazuelo que la vez anterior no coronamos.


Iniciamos desde el centro del pueblo, que  están montando un puesto de venta de verduras; callejeamos por su lavadero y los chorros de la fuente junto al parque, para llegar a las últimas casas, saliendo del pueblo por la derecha conectamos con el Camino de la Solana.


El día está despejado pero fresco. Este camino en suave ascenso nos pasa por alguna nave ganadera y junto a una casa abandonada gira en clara dirección a la sierra, entre bancales de almendros que comienzan a florecer.


Hacia adelante vemos como el camino hace una curva a la derecha con una rampa para alcanzar la siguiente loma. Comenzamos a elevarnos,  atrás dejamos el pueblo, y labrados bancales de secano, la mayoría de almendros, aunque no todos tienen signos de floración.


Arriba, en el pequeño colladito, hay un depósito de agua y, por detrás de él, a la izquierda, prosigue el sendero homologado recientemente como PR. La vez anterior lo estaban terminando de acondicionar. Vemos el Morrón de Ribazuelo nevado.


Comienza ondeando por la falda de la sierra metido en el bosque de pinos, para acercarse y seguir el curso ascendente del Barranco de Ponce. Tenemos los primeros signos de una nevada reciente,  que solo ha quedado en el matorral bajo.


El nuevo trazado del sendero es menos vertical y directo que el anterior, se abre paso entre la pineda serpenteando por la loma buscando el mejor paso; a medida que ascendemos hay más nieve en el suelo y matorrales.


Se mete en las zonas umbrosas y de bosque más cerrado, con lo cual aumenta el espesor de la nieve. Posiblemente la nevada fue intensa hace dos o tres días, pero el buen tiempo y el sol ha hecho que en las copas de los pinos se haya derretido.


Algunos rincones están realmente preciosos, el ambiente frio mantiene inmaculada la nieve en el suelo y las rocas, además, nuestras huellas son las primeras marcas, tan solo observamos el rastro de pequeños animales.


El paisaje se va abriendo y vemos más cercanos los espolones del Morrón de Ribazuelo, el bosque ralea y enlazamos con un ancho camino de piso duro y helado donde ya hay huellas de animales de mayor tamaño.


Alcanzamos el Collado del Sudador (1.320 m.) El recorrido ha sido balizado con algunas paletas y varios paneles descriptivos de todas las tareas que se realizaban en la sierra, entre ellas la minería. Entramos en la cara norte del Morrón de Ribazuelo.










El sendero continua por la derecha con suave desnivel ascendente para llegar al otro collado. El espesor de la nieve en la umbría ha aumentado considerablemente y las sierras de los alrededores también está nevadas.


En algunos tramos la nieve se mantiene en la parte alta de los pinos cubriendo por completo el matorral y las sabinas. Las huellas de una cabra o arruí nos preceden como abriéndonos paso, el resto lo pateamos por primera vez.


Antes de llegar al collado la senda se inclina cerca de un roquedo, en cuya base está la boca de entrada de una de las antiguas minas de plomo, tan frecuentes en esta sierra, y que ahora están abandonadas sin uso alguno.


Un fuerte zigzag entre peñascos nos pasa por el Contador, lugar conocido en la zona por ser donde se hacia desfilar al ganado, que al estrecharse el paso tenia que hacerlo cabeza a cabeza, lo cual facilitaba el conteo de las reses.


Llegamos al Collado del Gayubal (1.479 m.) llamado así por la gran cantidad de gayuba (Arctostaphylos uva-irsi), popularmente Uva del Oso, una planta medicinal con propiedades terapéuticas para las infecciones de las vías urinarias.


Seguimos por la derecha, y a unos doscientos metros tenemos marcado con mojones el desvío al Morrón de Ribazuelo. Es un trayecto de 1,5 km ida y vuelta aproximadamente, que bordeando las lomas merece la pena hacer.


Tras superar la primera loma por un lado, nos encaramamos al cordal de la sierra y tenemos vistas preciosas a nuestro próximo objetivo, el Pico de la Selva, y también a la cara norte del macizo de Sierra Espuña.


Desde la segunda loma ya podemos distinguir el puntiagudo vértice geodésico de la cima. El caminar por la crestera es sencillo y hay poca nieve. Grandes miradas al paisaje, el último roquedo lo sorteamos por la derecha.


Morrón de Ribazuelo (1.530 m.) máxima altitud de la sierra de Pedro Ponce y del municipio de Lorca. Espectaculares vistas a 360º donde destacan completamente nevadas, la Sagra y sierra Espuña con el Morrón Grande.


Queda otra loma más que tiene un metro menos de altura pero no la hacemos. Retornamos por el mismo recorrido hasta el sendero principal que seguimos por la derecha. Comienza la Cuerda de la Selva que nos conecta con el siguiente pico.


El sendero recorre la cresta a unos metros de los precipicios con pequeños altibajos, pero se puede caminar perfectamente por el filo de la cresta. Tenemos amplias miradas al pequeño valle entre esta sierra y la de Espuña.


Entre pequeños pinos y carrascas descendemos un escalón para luego comenzar a remontar hacia la espectacular cornisa donde esta situada nuestra próxima cumbre, que se distingue por sus antenas y la caseta de vigilancia forestal.


El día sigue luminoso pero frio.  Los pinos se quedan atrás y ascendemos entre carrascas a la parte de las instalaciones de antenas, junto a la pequeña garita forestal sin servicio en estas fechas. La cima está detrás en la cresta.

Pico de la Selva (1.521 m.) segunda altitud de esta sierra, situada junto a unos cortados impresionantes frente a Sierra Espuña, en ella distinguimos la bola del Morrón Grande, el Pedro López, los Morricos (Malvariches), etc.


Junto a la garita forestal almorzamos y seguimos por la nevada pista de acceso. Marchamos con cuidado fuera de las heladas rodadas de los vehículos. Es un descenso con varias curvas cerradas, dejamos atrás una charca congelada antes de llegar al Collado de la Selva (1.386 m.).


En el collado dejamos la helada pista y giramos a la izquierda entre los pinos, buscando por la nevada umbría un camino que nos sigue descendiendo rodeando las laderas de la montaña, es un precioso tramo  por el cerrado bosque.


Salimos a campo abierto y seguimos por otro camino que tiene unos pivotes como para una cadena y un destartalado cartel que prohíbe el paso. Dejamos el bosque y las carrascas por un espacio abierto que empieza a llanear.


Entramos en la Hoya del Conejo, debemos de estar atentos para poco después dejar el camino por la izquierda, es fácil despistarse en este cruce. Seguimos campo a través sin obstáculos hasta meternos en el cauce del Barranco del Tenajo.


Continuamos bajando y en varios trechos utilizamos trazos de sendas laterales. Hay un momento en que la traza cruza el barranco para meternos en la Rambla del Cargador, y por su cauce vamos en ascenso.


Este cauce es más complicado de seguir por piedras, arbustos y nieve, que tapa los pocos trazos y marcas que puedan haber. Después tenemos que ir superando por los laterales, antiguos diques construidos por ICONA.

Sobrepasado el tercero de estos diques salimos a un camino que poco después termina de nuevo en el cauce, ahora mucho más abrupto e inestable. Llegados a este punto salimos del cauce por la derecha, no hay marcas ni mojones.

Empezamos a remontar campo a través un fuerte tramo de la ladera entre los pinos, procurando evitar las partes más elevadas siguiendo el Track del GPS, hasta alcanzar la pista forestal que distinguimos por su murete de piedra seca.

Marchamos por la izquierda en claro ascenso, serpenteando en dirección al Collado del Sudador. Cerca de la Casa de los Tornajos donde hay una barrera que corta el paso a vehículos, continuamos por la derecha.


Con fuerte desnivel entramos en la umbría con restos de nieve. Antes de la última curva debemos dejar la pista por la izquierda, pero esta vez no vemos ningún mojón o marcas color naranja. Perdemos mucho tiempo subiendo y bajando.


Cansados, en el último intento vemos una marca naranja en una roca y siguiéndolas nos llevan al pie del cerro que rodeamos por la izquierda hasta llegar a la cima. Cerro de Ponce (1.443 m.) nuestra tercera cumbre de hoy.


Iniciamos el descenso para cerrar la ruta. Es un desnivel muy fuerte el que hay que deshacer. Desde la cima, las marcas naranja guían la bajada, aunque nosotros  intentamos seguir nuestro Track que nos lleva hacia el gran espolón para rodearlo por la derecha.


Es una bajada muy técnica debido a la cantidad de piedra suelta y por lo tanto lenta. Nos cruzamos varias veces con la senda marcada y que al final terminamos por seguir. Rodeado el espolón el desnivel afloja y el pueblo se convierte en nuestra referencia.

Mirando hacia atrás, impresionan los contrafuertes rocosos que hemos evitado rodeándolos. En la parte baja, ya por camino, decidimos bajar recto y luego a la altura del campo de fútbol girar a la izquierda para entrar en el pueblo.

Ha sido una ruta dura y exigente en su última parte, donde hemos perdido los rastros de marcas naranja por la nieve y la señal del GPS era deficiente, acumulando un horario excesivo, que en condiciones normales se hubiera reducido en 40 minutos.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 20,9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 08:20 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.530 M. (Morrón del Rivazuelo)
ALTURA MÍNIMA: 870 M. (Zarzadilla de Totana)
DESNIVEL POSITIVO: 1.312 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.331 M.
DIFICULTAD:DICÍCIL.

MENORCA

$
0
0
Menorca ha sido, desde la prehistoria hasta tiempos muy recientes, lugar de paso de distintas culturas a causa de su situación estratégica en el centro del Mediterráneo occidental, que ha propiciado que desde los albores de los tiempos diferentes pueblos hayan codiciado la isla como puerto de escala y refugio. Unos y otros dejaron un rico legado histórico en la isla, que hace de Menorca una tierra con un relevante patrimonio. La presencia humana en la isla ha podido constatarse desde principios de la Edad del Bronce (2.000 a C), momento conocido como período pretalayótico. Hacia el 1400 aC el proceso evolutivo de esta cultura produce unas grandes construcciones en piedra conocidas como talayots, palabra que da nombre al periodo más rico de la prehistoria isleña, el talayótico, con un singular monumento de culto llamado taula.  A partir del año 123 a C, Menorca pasa a formar parte del imperio romano, que trae consigo la transformación de los poblados talayóticos y la preponderancia de tres ciudades junto a otros tantos importantes puertos: Mago (Maó), Jamma (Ciutadella) y Sanisera (Sanitja). Al igual que ocurrió en el resto del archipiélago balear, tras el declive de Roma, Menorca sufrió sucesivas invasiones de vándalos y bizantinos, hasta que a principios del siglo X se incorporó al mundo islámico, primero vinculada al emirato de Córdoba y después al reino taifa de Denia.  Tras casi 400 años de dominio musulmán, en 1287 el rey cristiano Alfonso III el Liberal conquista Menorca y la incorpora a la corona de Aragón y posteriormente al reino de Mallorca. Durante el período que va del siglo XIII al XVIII, que abarca desde el gótico al barroco, la isla fue atesorando las principales joyas de su patrimonio artístico y arquitectónico.Sin embargo es en esta etapa, concretamente durante en el siglo XVI, cuando Menorca vive los momentos más trágicos de su historia, con incesantes incursiones de piratas que producen una gran inestabilidad entre sus habitantes, y que tendrán su punto culminante con la destrucción, a causa de los ataques turcos, de Maó en 1535 y Ciutadella en 1558, hasta el punto que la isla estuvo a punto de quedar abandonada.  En el siglo XVIII Menorca se ve involucrada en los avatares europeos y, como consecuencia de la Guerra de Sucesión, pasa a manos inglesas en 1713. Durante cien años la isla será inglesa con algunos cortos periodos de dominio francés y español. Los ingleses reforzaron las defensas costeras y promovieron importantes obras públicas. Los siglos XIX y XX son tan cosmopolitas como los anteriores, el primero a causa de las continuas llegadas de escuadras extranjeras al puerto de Maó, que durante los primeros años fue puerto franco. De este siglo son el Lazareto y la Fortaleza de Isabel II en la Mola, los dos en el Puerto de Maó. Por otra parte, durante el siglo XX Menorca no se libró de verse plenamente involucrada en la Guerra Civil Española de 1936 a 1939.El siglo XX se caracterizó también por el equilibrio entre los sectores económicos primario, secundario y terciario, hasta que a partir de los años ochenta ha sido el turismo el sector que más ha crecido, y por la incorporación de la isla al proceso democrático, con el desarrollo de las instituciones autonómicas e insulares de autogobierno.


Otra vez en tierras baleares. Ahora toca Menorca tras 32 años desde nuestra última visita. Este año no estaba incluida Menorca para  nuestra comunidad, y a Mallorca ya fuimos el año pasado, así que nos decidimos por Tenerife para el mes de mayo. Teníamos la espinita clavada y antes de final de año, dimos un repaso por si había habido alguna vacante o anulación de última hora y tuvimos suerte, nuestras dos plazas nos estaban esperando.


Solo serán siete días que con la ida y el regreso quedan en nada, pero vale la pena volver. Nuestra intención es, al igual que en Mallorca, alquilar un coche y realizar algunas rutas de senderismo por el GR-223 Camí de Cavalls.


Llegamos ayer a primeras horas de la tarde y estamos alojados en el Hotel almirante Farragut en Cala’n Forcat al lado de Ciutadella, precisamente el mismo hotel que utilizamos la vez anterior. Tras un tentempié, tuvimos la consabida reunión para la oferta de excursiones donde escogimos dos de mediodía y alquilamos el coche.

Hoy ha amanecido lloviendo y seguirá hasta la tarde. No tendremos buen tiempo los primeros días, con viento de tramuntana y muchas posibilidades de que nieve en  Mallorca sobre el Puig Major y Masanella las máximas alturas de la sierra de Tramuntana.

Para las tres de la tarde, después de comer, tenemos la visita guiada por Ciutadella, mientras tanto, después del desayuno, salimos a dar una vuelta andando por conocer los alrededores que han cambiado mucho en 30 años.

Paseamos por las urbanizaciones que están cercanas al Cap de Banyos y nos acercamos a los acantilados donde el mar golpea con fuerza. En verano y con el mar en calma debe ser una delicia bañarse en este lugar a pie de roca.


Seguimos rodeando la costa y llegamos al hotel por la parte de arriba. Está ubicado sobre los acantilados de la Cala’n Forcat y aunque todo está cambiado, recordamos como la gente se lanzaba desde las rocas del acantilado al mar. Ahora está prohibido y los accesos son para bañarse.


Hay también, un sendero a varios niveles que bordea toda la cala rodeando el hotel protegido con artesanales barandas hechas con ramas de árboles. El paseo nos da unas grandes panorámicas de los los brazos  en que al final se divide la alargada Cala’n Forcat.


Seguimos hasta la parte trasera del hotel donde el sendero termina en un pequeño mini-golf entre los pinos. Este recuerdo si que está muy presente en nuestra memoria, ya que más de una tarde veníamos con nuestros hijos ha hacer unos hoyos.


Tras la comida y un café nos vamos de excursión. Ciutadella es una joya de piedra. La piedra que viste las señoriales fachadas de sus palacios. Las piedras que adoquinan las callejuelas dedicadas a los antiguos patrones de los gremios medievales.


Las piedras donde se esculpieron las gárgolas de su catedral. Las piedras de Ciutadella cuentan una historia de nobles feudales, de tradicionalismo medieval, y hasta de piratas turcos, y aún así, la ciudad ha sabido reinventarse y engarzar entre todas estas piedras históricas, locales de diseño donde comprar, terracitas donde sentarse en cualquiera de sus plazoletas y una variada oferta gastronómica en su recogido puerto.


Esa historia y costumbrismo que se respiran en Ciutadella se materializan cada 23 de junio en las emblemáticas Fiestas de Sant Joan. Sant Joan es hoy una cita ineludible para los menorquines y para miles de turistas que se entregan a esta fiesta cálida y vibrante, donde el caballo menorquín es el gran protagonista.


El obelisco de la plaza del Born de Ciutadella recuerda uno de los hechos más luctuosos de la historia menorquina. Nos trasladamos a principios de julio de 1558, cuando el ejército turco, comandado por Pialí Baixà, compuesta por 140 naves y 15.000 soldados, llega a Ciutadella e inicia el asedio de la ciudad.


A pesar de la resistencia menorquina, el 9 de julio los turcos asaltan y saquean la ciudad, matando y esclavizando a miles de hombres y mujeres. Aún hoy en día, cada 9 de julio, la ciudad conmemora aquella tragedia, recordada como “el año de la desgracia”.


La resaca (rissaga) es un fenómeno que se produce, ocasionalmente, entre mediados de mayo y principios de julio y que consiste en oscilaciones del nivel del mar que pueden llegar a alcanzar los dos metros. La causa de este fenómeno está asociada a cambios en la presión atmosférica.

En las calles del centro se nota que estamos en carnaval, el ayuntamiento ha realizado varias figuras de alegorías marinas y se ven grupos de adolescentes disfrazados, también a familias jóvenes con sus retoños.


S’ALBUFERA DES GRAU (MENORCA)

$
0
0
El Parque natural de s’Albufera des Grau fue declarado por el decreto 50/1995, de 4 de mayo, después de años de movilizaciones sociales que pedían la protección de la zona. En el año 2003 se ampliaron los límites del Parque hasta ocupar un total de 5.006,7 ha, tanto marinas como terrestres, y se declararon cinco reservas naturales (las islas d’Addaia, s’Estany, bassa de Morella, es Prat y la isla En Colom) con objeto de conservar los lugares especialmente sensibles y con valores de gran interés. Además casi toda la zona está incluida dentro de un área Natural de Especial Interés (ANEI), forma parte de la Red Natura 2000 y es núcleo de la Reserva de la Biosfera. Este espacio natural protegido incluye una gran diversidad de ambientes con mayor o menor grado de intervención humana: zonas húmedas, terrenos agrícolas y ganaderos, bosques, un litoral con acantilados y playas, islotes y zona marina. El acebuchal ocupa todas las zonas interiores del Parque, excepto las hondonadas más húmedas, las áreas inundadas y la franja litoral. Esta formación densa y espesa está dominada por el acebuche (Olea europea var. Sylvestris) y lo acompañan especies como el lentisco (Pistacia lentiscus) y el falso aladierno (Phillyrea media) y, en las pendientes más secas y pedregosas, la lechetrezna (Euphorbia dendroides). Allí donde la profundidad del suelo  o la orientación permiten una mayor humedad, hay pequeños rodales de encinares y, en las zonas inundadas, crece la vegetación higrófila. En las playas encontramos vegetación dunar bien desarrollada y en el litoral rocoso, los localmente conocidos como socarrells, conjunto de plantas espinosas en forma de cojín, que han adquirido dicha morfología por las salpicaduras del mar y por la acción del viento. Estos socarrells forman parte de las comunidades vegetales con mayor número de endemismos de Menorca. El Parque destaca por la diversidad de aves. Encontramos especies acuáticas como las anátidas, las fochas, los cormoranes moñudos además de rapaces como el águila pescadora, el milano o el águila calzada. Entre los reptiles y los anfibios, destaca la lagartija de Baleares (Podarcis lifordi), endémica de Mallorca y Menorca y presente exclusivamente en los islotes, donde se ha ido diversificando en subespecies. Además, hay otras especies interesantes como el sapo verde, la ranita de San Antonio, las tortugas de tierra y de agua, la lagartija italiana o la culebra de cogulla y la de escalera. Entre los mamíferos destacan los carnívoros como la comadreja o la marta, insectívoros como el erizo moruno o la musaraña, además de roedores como el lirón careto. El Parque cuenta con un área de medio marino donde están representados fondos de diferentes tipos. En las zonas de fondos arenosos dominan las praderas de posidonia. En las calas cerradas y poco profundas aparecen otras comunidades como las Cymodocea y Zootera, plantas marinas escasas en el Mediterráneo. Pero también hay fondos rocosos con interesantes comunidades de algas. En ambos tipos de substratos podemos encontrar diferentes especies de peces invertebrados.

CÓMO LLEGAR: Desde Cala’n Forcat hasta conectar con la RC-1 y más tarde con la Me-1 dirección Mahón hasta la entrada a la capital, donde tomaremos la Me-7 un corto tramo para gira a la derecha por la Me-5 hasta el aparcamiento, muy cerca del pueblo de Es Grau.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: PARKING / CAMÍ DE CAVALLS / SA PUNTA DE SA GOLA / POU / MIRADOR / PLAYA ES GRAU / PARKING.
LA RUTA: El tiempo no mejora mucho pero tenemos ganas de caminar. Después del desayuno recogemos el coche alquilado, un Fiat Punto de 4 puertas y nos vamos al Parque Natural de s’Albufera es Grau, muy cerquita de Mahón.

Paramos en el Centro de Información del Parque, para pedir información pese a que llevamos en el GPS las tres rutas de la zona. Nuestra intención era hacer dos rutas juntas, la verde y la roja, pero el guarda no lo aconseja.

Hay muchas posibilidades de lluvia y sopla la tramuntana, mejor que hagamos la ruta azul, aunque más corta, estaremos protegidos. El inicio está junto a la entrada del pueblo de Es Grau y tiene un pequeño aparcamiento.

Iniciamos subiendo por una pequeña rampa de cemento con barandas de madera que nos deja ante la entrada, dos grandes pilares de cemento con un portón rústico balear cierra el paso a vehículos y comienza un camino de tierra.

Vemos varios paneles con referencias a la aves del Parque, no está permitido traer perros, asustarían a la aves, que posiblemente abandonarían a sus crías; tampoco se les debe dar comida, pueden abandonar su dieta y dejar de ser silvestres.

Enseguida tenemos la primera laguna a la derecha con un buen grupo de ánades, y a pesar de que no hay gente, se mantienen alejadas de la orilla. Pasamos otros dos grandes pilares de cemento pintados de blanco.

Poco después, por la izquierda pero algo más alejada tenemos a la vista otra laguna junto a unas construcciones donde se manejan los portones de entrada del agua. El grupo de ánades es más numeroso y se distinguen muchas fochas.

Salvamos por un lateral un charco antes de subir por una pequeña elevación en forma de puente donde comunican las dos lagunas, luego el camino serpentea haciendo de separación entre ellas. Comienzan a caer algunas gotas.

En una curva del camino a la derecha, lo dejamos por unas pasarelas de madera con barandas que van girando hacia la izquierda. De esta manera evitan que los visitantes pisemos la gran masa de vegetación halófita que bordea las lagunas.

Tomamos un desvío a la izquierda entre la abundante vegetación, donde termina la pasarela de madera y seguimos por tierra firme subiendo unos escalones que nos dan buenas panorámicas hacia las lagunas que hemos recorrido.

Arriba hay un pequeño rellano, es el Mirador de la Punta de sa Gola, donde tenemos vistas prolongadas a toda la albufera y a los miradores en el otro lado que hubiésemos visitado de haber realizado las rutas verde y roja.

El cielo se ha cubierto más y siguen cayendo algunas gotas de lluvia. Bajamos y repetimos un tramo de pasarela de madera, pero ahora nos vamos por la izquierda con buenas miradas hasta que conectamos con otro camino de tierra.

Nos lleva entre densa vegetación y arboleda hasta un espacio más abierto donde a la izquierda tenemos otra tranca balear junto a un pozo de brocal alto con piletas de abrevadero. El camino hace un giro a la derecha.

El camino prosigue su curso encajonado entre un muro de piedra y otro, de espeso matorral y arbustos, rodeado de una serie de dunas de poca altura pobladas de vegetación muy desarrollada que termina en los bancos de arena.

Tenemos a la vista la Platja des Grau con una estampa bucólica al pueblecito blanco de Es Grau arracimado en una de sus orillas y en el centro la Roca des Mabres, como un diminuto istmo que se adentra en el mar.

El sendero de color azul termina aquí, y el regreso sería por el mismo camino, pero nosotros vamos a seguir por la orilla de la playa para cerrar la ruta haciendo un pequeña circular. Antes seguimos por la izquierda un trecho del Camí de Cavalls.

El Camí de Cavalls nos ha acompañado durante un tramo del sendero y ahora continúa por los acantilados en busca del Far del Cap de Favàritx. Desde el Escull des Pardals tenemos preciosas vistas a toda la cerrada bahía.

Regresamos a la arena de la playa y recorremos pausadamente su bonita media luna con vistas a un calmado mar en un día gris. Cerrando la ruta sin llegar a entrar en el pueblo, cruzando uno de sus canales.

Nos da tiempo para irnos a Mahón, pasear por su puerto y los muelles hasta el restaurante Ca’n Joanet para saborear un magnífico “suquet de pescadors”. Luego, callejeamos por el casco antiguo antes de volver a Ciutadella.

WIKILOCK:
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 3.1 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 01:10 HORAS.
DESNIVEL ACUMULADO: 67 M.

DIFICULTAD:BAJA

MENORCA TALAYÓNICA

$
0
0

La prehistoria en Menorca abarca un amplio periodo cronológico que va desde el establecimiento del hombre en la isla, hacia el 2500/2100 aC, hasta la conquista romana, el 123 aC. Durante estos más de dos mil años se desarrollan diferentes etapas. La denominación de la candidatura, Menorca Talayótica, se toma de uno de sus monumentos más característicos: el talayot. Desde el siglo XIX hasta la actualidad la bibliografía científica utiliza esta denominación como título genérico para referirse a una amplia fase de la prehistoria insular. Las construcciones de la Menorca talayótica son de gran autenticidad y se levantaron con una técnica constructiva de tipo ciclópeo aprovechando la piedra de la isla, gracias a las características geológicas de Menorca, que presenta una extensa plataforma calcárea en el sur, que es, de hecho, donde se localizan gran parte de los yacimientos. La Menorca talayótica desarrolló una sociedad fuertemente cohesionada y desplegó estrategias comunales de gestión y control de los recursos insulares, de lo cual son testimonio sus monumentos. La mayoría de monumentos talayóticos tienen un alto nivel de conservación e integridad, preservan parte importante de su estructura y han llegado hasta nuestros días sin ningún elemento distorsionador. Los grandes monumentos de Menorca se construyeron con la técnica ciclópea, es decir con piedras de grandes dimensiones  colocadas en seco, sin argamasa, con unas peculiaridades que los hacen únicos y singulares dentro del patrimonio mundial. La investigación científica en torno a la Menorca talayótica, especialmente intensa en las últimas décadas, ha permitido identificar 15 tipos entre sus bienes inmuebles, diferenciados entre sí cronológicamente, morfológicamente y funcionalmente. Entre estos hay sepulcros megalíticos, sepulcros de triple paramento, hipogeos de planta alargada, hipogeos de planta sencilla con corredor, cuevas de horno, cuevas naturales con muralla, naviformes, pozos, talayots, hipogeos de planta compleja, salas con cubierta de losas, y sobre todo destacan las navetas y taulas, ya que son únicas y exclusivas de Menorca, sin paralelos en otros lugares del mundo. De entre los más de 1.500 yacimientos arqueológicos que se encuentran en Menorca se han seleccionado para la candidatura una serie que sintetiza la prehistoria insular. Las construcciones destacan por la monumentalidad, por el estado de conservación, por el hecho de disponer de una exhaustiva investigación científica, además de representar cada uno de los elementos arquitectónicos tipificados, y porque aportan conocimientos de aspectos socioeconómicos, de organización territorial o de ritual funerario

El tiempo juega con nosotros, hoy que tenemos excursión de mediodía programada mejora ostensiblemente, pero para mañana que queremos hacer una de las etapas del Camí de Cavalls, volverá  a empeorar.

Visitaremos dos poblados talayóticos, y entre ambos, subiremos al monte Toro, la montaña más elevada de Menorca con 358 metros de altura y, regresando a comer a Ciutadella, donde por la tarde veremos el desfile de carnaval.










Primera parada en la cercana Cala Morell,  un pequeño puerto natural de la costa norte de Ciudadela donde se encuentra una de las necrópolis más espectaculares de Menorca, que fue utilizada desde la época pretalayótica hasta el siglo II d.C.









Un conjunto de catorce cuevas excavadas artificialmente en la roca de un pequeño barranco y que forman uno de los mayores y más espectaculares cementerios prehistóricos de la isla. Estuvo en uso como cementerio desde la época naviforme (1700 a. C.) hasta el siglo II d. C.


Las cuevas más antiguas son pequeñas de planta circular y techo semiesférico y las más tardías son las más grandes y monumentales. Imitan las casas circulares de época post-talayótica (650 – 123 a. C.) con espacios diferenciados por medio de pilastras, escalones y columnas.










Algunas tienen pequeños patios delante de su portal. La cueva más espectacular de todas tiene su propia personalidad y decoración,  presentando varios motivos arquitectónicos clásicos en relieve en su fachada.









El Toro, el monte más elevado de Menorca, tiene poco después de la conquista cristiana de 1287 un santuario dedicado a la Virgen María. Una bula de 1291 menciona una posesión de los frailes mercedarios en Menorca como Santa Maria de Podio de Toro, pero el topónimo es anterior a esta fecha.


Hay una antigua leyenda que narra como los mercedarios descubrieron milagrosamente la imagen de la Virgen, guiados por un toro que les abría el camino. Las noticias que tenemos de la iglesia durante la Edad Media son pocas y fragmentarias.









El santuario era un lugar de peregrinación y había una posada para alojar a los peregrinos. La administración de éste estaba al cuidado de una comisión con representantes de toda la isla. Los frailes agustinos lo ocuparon en 1595.







En esta época la montaña tenía también interés militar, por lo que el gobernador mandó construir la torre de planta cuadrada (que todavía subsiste) y un muro. Los frailes reformaron y ampliaron la iglesia y las otras dependencias. Las obras se prolongaron hasta muy entrado el siglo XVII.

La planta de la iglesia es de nave única, con tres capillas a cada lado, abiertas a la nave mediante arcos de medio punto y la cubierta es de bóveda de cañón. En el retablo está la imagen de la Virgen. En la fachada destaca la portada de acceso de gusto manierista al fondo del soportal.

La ley de desamortización de 1835 obligó a los frailes agustinos a dejar el convento. En 1936, la iglesia fue saqueada y profanada, pero se pudo salvar la imagen de la Virgen María, que fue escondida. Acabada la guerra, el santuario fue objeto de una profunda restauración. 

En una de estas capillas se muestra la cueva donde se encontró la imagen, así como el ánfora donde permaneció escondida bajo tierra entre 1936 y 1939, después de que un campesino de Es Mercadal la salvara del fuego.


Torre d'en Galmés es el poblado más grande de Menorca con una extensión de 66.240 m2. Su situación, en lo alto de una colina, lo hace extremadamente adecuado para mantener el control territorial de buena parte de la costa sur de la isla.


Cronológicamente, perduró desde el periodo naviforme (1700-1400 a.C.), del cual se conserva un hipogeo cerca de la zona de recogida de agua, hasta la época romana tardía, aunque también se han hallado restos de época islámica (siglo XII d. C).









Consta de una zona pública, donde se hallan los tres talayots (1000 – 700 a.C.) situados en la cima de la colina y el recinto de taula junto al talayot central, ya del periodo post-talayótico (650 – 123 a. C.). El capitel de ésta fue reutilizado como tumba en época romana tardía o medieval.


Durante las excavaciones arqueológicas de 1974 se descubrió una figura egipcia de bronce del dios Imhotep que puede contemplarse en el Museo de Menorca junto a otros objetos rituales del recinto. El comercio de esta figura está fechado en el siglo IV – III a.C.


En la vertiente sur de la colina se hallan las casas del mismo periodo, que son circulares y están compartimentadas por muros radiales que convergen en un patio central con cisterna. En un lateral de cada una de las casas tienen adosados otros edificios.


Éstos conservan la cubierta de losas de piedra, sostenidas por columnas, que se emplearon como almacenes o despensas. La casa más monumental es la conocida con el nombre de “Círculo Cartailhac” fechada en el siglo II a. C. y cuya excavación arqueológica se efectuó en el año 2008.









Finalmente, hallamos un sistema de recogida de agua de lluvia formado por aljibes o depósitos de diferentes dimensiones excavados en la roca. El conjunto del poblado debió estar amurallado con una pared que conectaba las casas entre sí siguiendo una planta irregular.


Viewing all 899 articles
Browse latest View live